Partida Rol por web

Nieve Carmesí VIII

La Mansión

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10/03/2009, 15:51
Teniente Diederick

-Basta de tonterias, nadie va a morir, y menos de frio. Que alguien se ocupe de Dieter, y continuemos. Caminaremos hacia la luz, la cual seguramente sera de la casa de algun campesino de la zona, alli nos refugiaremos hasta que la tormenta amaine. Y cerrarle el pico a los prisioneros, solo quieren ponernos nerviosos, esperando sin duda, una oportunidad para escapar. Seguramente, esperan que vengan tras nosotros, para rescatarlos.

Mirando fijamente al de la barba, el silencioso.

-No le tememos a la naturaleza, no le tememos a nada y menos a vosotros.

Escupiendo a un lado, sin apartarle la mirada.

-Y ahora en marcha, u otro mortero nos podria alcanzar.

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10/03/2009, 16:48
Pieter

 

Pieter se impacientaba, sintió el impulso de cerrarle la boca al ruso de un culatazo pero se contuvo; incluso de gritarles a sus compañeros para poner fin a esa cháchara sobre muerte y congelación, como si la situación no fuera ya suficientemente desesperada sin las agoreras reflexiones de unos y otros ¡Callaos de una puta vez! aulló para sí mismo.  El silbido característico del proyectil que cae lo hizo encogerse, y por reflejo se tiró al suelo cuando el bramido de la explosión cercana lo alcanzó. Cerca, ha caído muy cerca, pensó revolcándose entre nieve y barro. Vio que Dieter había sido alcanzado por la metralla y se retorcía de dolor. Buscó a su hermano…parecía estar bien… Y en medio del apocalíptico panorama que los rodeaba le sonrió.

Se puso en pie lentamente, asegurándose de que no estaba herido, y asintió a las órdenes del Teniente. Sin mediar palabra, empuñó su fusil con más fuerza y siguió la marcha hacia la luz que se vislumbraba entre la niebla y los árboles.

 

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10/03/2009, 18:01
Octavius

Al escuchar las palabras del teniendo, Octavius se puso en pie con las pocas fuerzas que aún tenía.

Tiene toda la razón, mi teniente, yo a lo que le tengo miedo no es al enemigo... dijo bajando la voz a medida que avanzaba la frase. Sus palabras no eran las mejores en tal ocasión ni quería irse de la lengua delante de un superior. ¡Marchemos!

Volvió a equiparse toda su indumentaria con la esperanza de amansar el frío en aquel extraño refugio. Seguía pensando que la hipotermia era el infierno del Polo Norte, por mucho que ese medicucho pudiera decir. Esperó al resto unos pasos delante, en pos de vanguardia, como buen soldado.

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11/03/2009, 04:17
Nikolai

Nikolai permanecía en silencio sin decir nada ni mirar a nadie. La situación era muy comprometida y no quería llamar la atención de esos soldados. Ya estaba al tanto de lo que pasaba en la guerra, había vuelto volver a varios de sus vecinos que fueron al frente y la mayoría de ellos lo hicieron con los dos pies por delante arrastrados por un caballo o en un saco.
Por quien más temía era por su familia, estar lejos de sus seres queridos le dolía en el alma pero estos bandidos alemanes no le iban a soltar pues se pensaban que les sería valioso. Pufff, valioso un campesino como él sin propiedades ni estudios, una persona que solo sirve para trabajar toda su vida en el campo y morir en él. Pero al menos morir con su familia... se fijo en la otra mujer prisionera, esa bajita y rechoncha mujer llamada Alexeva. Si iban a una casa definitivamente iban a tomar a la doncella... por un momento pensó en la posibilidad de montarla él también, obviamente una vez que hubieran acabado los alemanes pero en seguida se quito esa imagen de su mente. Si eran capaces de hacer eso con ella, ¿Que no harían esos animales con sus hijitas?

Cuando el grupo se puso de nuevo en marcha se sitúo entre sus camaradas rusos y no pudo evitar decir algo en voz baja, cuidándose de que no le escucharán los alemanes.

Notas de juego

* = Sucios perros alemanes.
Usé un traductor online para sacar eso en ruso pero se ve todo raro así que subo una captura de pantalla. Eh, de todas formas recordar no lo digo en voz alta ;)

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11/03/2009, 16:51
Alexeva

El hielo se atería a su piel y casi a sus pensamientos, pero la mujer rusa se sabía fuerte. Ella conocía ese clima, conocía el frío, y la nieve, y la desolación que les rodeaba. Al menos ese era su consuelo, y cuando escuchó la frase de Grigori solo su fuerza de voluntad, y el conocimiento de la brutalidad de los alemanes, le contuvo de mostrar su asentimiento a esa afirmación.

En las dudas estúpidas de los alemanes (que el Cielo los enviara al Infierno a todos y cada uno) estaba cuando cayó la bomba, y la metralla barrió la zona, acertando, como si sus súplicas hubieran tenido respuesta, a uno de los malditos alemanes. Pero no lo mató. Tampoco es que importara demasiado, con esa herida, y este frío, era mas que probable que muriera. Y le parecía bien. Mejor que bien, de hecho.

Siguió avanzando junto a los alemanes, con la mirada baja, más por ver si el terreno guardaba alguna mala jugada y por evitar que la fría lluvia le golpeara en la cara, que por mostrar cualquier tipo de sumisión que, de hecho, estaba a siglos de sentir. Si aun tuviera su fusil.... Pero era inútil. Alguien había ordenado que se hicieran cargo del alemán herido, pero ninguno se había acercado a él. Esa idea le sobrecogió. Solo faltaría que les ordenaran cargar con él. Le echó un vistazo rápido antes de seguir avanzando.

En esto se acercó el otro campesino, Nikolai. Alexeva le miró con cierta simpatía al escuchar su susurro en la lengua rusa. Sí, sucios alemanes, sucios y malditos. Pero si pensaban que iban a salir con vida de Rusia estaban muy equivocados.

La árida estepa se había tragado a muchos hombres mejores que ellos.

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11/03/2009, 16:59
Alexeva
Sólo para el director

Notas de juego

El herido alemán... dos preguntas. Primera: ¿alguien lo ha recogido?. Segunda: ¿qué armas lleva encima?

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11/03/2009, 19:20
Octavius

Octavius acerca la mirilla a su ojo derecho. El refugio no estaba lejos y su vista no solía jugarle malas pasadas. Una vez acercada, miró con detenimiento, centrándose en la puerta principal, caminando lentamente por si algún insensato sigue regazado en aquel lar.

Vamos, hijos de perra, asomad la cabeza si es que la conserváis... dice para sí a medida que se acerca hasta unos prudenciales quince metros.

Allí aguarda, su teniente debe aprobar la entrada, pero no relaja su actitud, moviendo por todo su campo visible esa mirilla que tantas vidas ha robado.

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11/03/2009, 20:52
Rais

Notas de juego

de moemnto nadie lo ha recogido y el arma es su fusil, lo que ves a simple vista

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11/03/2009, 20:53
Dieter

-no te me acerques perra asquerosa, con tu mugre seguro que me infectas la herida, y a saber que enfermedad me podrias pasar.

Apartando de un empujon a la mujer rusa, que se le habia acercado a comprobar su estado.

- Maldicion, esto duele, pero este maldito clima, al menos me sirve de anestesia. Pieter, hermano, ayudame y dile al medicucho ese, que menos pensar en hipoti..lo que sea, y que me eche un vistazo, que al menos sirva para algo su presencia aqui.

Mientras intenta taponarse la herida, que continua sangrando, a traves de sus destrozadas ropas.

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11/03/2009, 20:57
Teniente Diederick

-Gruber, mire al herido, y el resto mantener a ralla a los prisioneros. No quiero que intenten nada, y si alguno se le pasa por la cabeza una idiotez, ya sabeis...

Sin apartar la mirada del horizonte.

- Y ahora en marcha, la noche nos esta cercando, y no me apetece quedarme con esta tormenta al descubierto.parece que el lugar de donde proviene esa luz, esta cerca.Pieter, ocupate junto con el doctor, marchad detras de los prisoneros, que iran abriendo el camino. el resto escoltarlos, vigilando sus movimientos. Yo cerrare el grupo.

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12/03/2009, 02:58
Hans

Los acontecimientos habían sucedido mientras Hans reflexionaba. Desde luego, este no era el mejor lugar para reflexionar, pero claro, el nunca había sido un tipo de los que se dedicasen a actuar antes de pensar de forma pausada y meticulosa como iba a actuar.

Ahora mismo, se encontraba refugiado tras un árbol bastante ancho que había en aquel oscuro y frío bosque. Al menos, era lo suficientemente ancho para protegerle de la metralla, pero no lo era para protegerle del penetrante frío. ¿Acaso había algo en aqul bosque que pudiese refugiarles del frío?. Tras el estallido, y comprobar con un rápido vistazo que su hermano no había sufrido ningún daño, se tranquilizó un poco, pero aún así, no era el mejor momento para tranquilizarse.

Mientras estaba refugiado, vió como Dieter había rechazado la ayuda de la mujer rusa de una manera muy poco educada. Estarían en la guerra, pero aquella mujer no merecía ser tratada como ganado. No obstante, Hans nunca fue un gran paladín defensor de los derechos humanos, por lo que lo único que hizo fué apartar la vista ante aquella falta de respesto a la condición humana, y no dijo nada. En su interior, estaba deseando que esta maldita guerra terminase de una vez. Así podría regresar a casa, un lugar tranquilo, sin muertes, mutilaciones y demás barbaridades. Y sin frío, claro está.

Cuando el Teniente dió la orden, el artillero asintió con la cabeza, y comenzó la marcha hacia el lugar en el que había visto la luz. Intentó caminar cerca de su hermano Pieter. No quería perderlo de vista. Si ocurría cualquier cosa, quería estar cerca suyo. Su intención era protegerle, aunque... ¿Cómo le protegería del frío y de la metralla?.

Mientras avanzaban hacia el lugar, lo único que comentó fué- Espero que eso sea una casa. O al menos, un lugar donde pasar la noche de refugiados. Creo que este frío causará más bajas a nuestras tropas que los enemigos. -Mirando a los demás, les dijo- Venga, no debemos rezagarnos. -Pero entonces, cayó en la cuenta de que su paso era más lento por Dieter. La metralla en la pierna tenía mala pinta. Si no se daban prisa, aquello iría a peor, y, además; los retrasaría, por lo que dijo al artillero-  Dieter, ¿necesitas ayuda para caminar, o podrás hacerlo tú solo? Puedes apoyarte en mí si lo necesitas...

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12/03/2009, 04:11
Grigori

Atajo a la pobre mujer cuando la empujan. Luego sigo caminando, cerca de ellos, abriendo paso.

Miserables... Definitivamente no van a parar su jueguito de malos humores. No sé cómo pueden ignorar tantos hechos y creer tantas mentiras...

Madre, no nos abandones. Dice también en ruso, muy bajo, solo para los prisioneros que van hombro a hombro con él.

Las piernas se le entumecían, y no dejaba de rondarle en la cabeza lo que decía el médico. Había aprendido a ignorar muchas necias palabras, y con ello también, a escuchar a quienes hablaban desde la sincera inocencia. Lo único que lo consolaba era que, si la casa no estaba allí, al menos no sería él el primero en morir. Y estaba muy seguro de eso.

Miró a su alrededor. Los campesinos que lo acompañaban parecían gente como él. La debilidad y el cansancio estaban ablandando su corazón, y le estaba haciendo perder muchos miedos.

Siguió caminando, aproximandose cada vez más a la casa, oteando los detalles del alrededor para ver si realmente era lo que parecía.

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12/03/2009, 04:22
Nikolai

El viejo nikolai observaba el entorno intentando localizar el terreno pese al frío y molesto temporal mientras avanza siguiendo la columna con ese paso lento con el que apenas se mueven.

¿Donde estamos? Si pudiera ver algo que me sirva de referencia para orientarme... estos malditos alemanes me retuvieron y ahora estoy desorientado. Aunque tuviera la posibilidad de escapar no se donde estoy... oh, dios mío, mis hijas, pobrecitas. Lo estarán pasando mal sin su padre :(

Notas de juego

Eh, jefe, ¿Puedo hacer alguna tirada o tengo algún privilegio por ser de aquí para saber donde estamos o a donde vamos?

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12/03/2009, 07:33
Pieter

Pieter se acercó al soldado herido que lo llamaba

- Gruber, ven a echar una mano, te necesitamos aquí -  dijo mientras se colgaba el arma al hombro y ayudaba a Dieter.– Tranquilo, amigo, con suerte eso de allí es una casa y encontraremos refugio para descansar un poco.

Al ver acercarse a su hermano, le habló en voz baja. La frustración y el cansancio se filtraban en sus palabras:

- Espero que de verdad eso sea una casa, porque tienes razón, si seguimos a la intemperie el frío y la tormenta nos matarán antes que los malditos rusos. Ayuda tú a Dieter a avanzar, yo seré más útil vigilando a los prisioneros.

Sonrió a Hans y empuñó de nuevo su arma, dirigiéndose a los prisioneros encañonándolos:

- Vosotros, ya habéis oído al teniente, empezad a andar, ahí  delante y los tres juntos. Un sólo movimiento sospechoso y os vuelo la cabeza.

 

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12/03/2009, 11:01
Grüber

Grüber se levantó del suelo cuando escuchó al Teniente ordenarle atender al herido y ayudarle. Le había oído gritar perfectamente mientras él se había palpado todo su cuerpo en busca de la herida de metralla con evidente pánico, pero no encontró nada.

 

Gracias, Dios mio. No puedo abandonarlos. Ayúdame a cumplir mi promesa.

 

Avanzó hacia el herido por el suelo nevado, con evidentes esfuerzos. La nieve comenzaba a ser molesta para caminar, y todo parecía indicar que empeoraría en poco tiempo. Llegó hasta Dieter y miró su herida. Un gesto serio se enmarcó en su cara. Le dió unas palmadas suaves en el hombro.

 

Tranquilo, Dieter, ahora mismo estoy contigo, dijo mientras se giraba hacia el Teniente.


Señor, debo curarle la herida cuanto antes. Si vamos a la casa, puede esperar a llegar a ella. Si no, lo haré aquí mismo, le gritó para que le escuchara por encima del rugido del viento.

Notas de juego

Bueno, lo de la herida lo he supuesto (lo de que puede esperar a llegar a la casa sin riesgo). Si fuera más grave cambio el post.

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12/03/2009, 17:26
Octavius

La actitud de Octavius cambió radicalmente en ver al herido. Como bien dictó el teniente, estuvo atento en vigilar a aquellos campesinos que llevaban consigo. Apuntaba de forma fría sus apenados y sucios cuerpos, más que seguro de mantener su dedo lejos del gatillo.

¡No os mováis, mierda! gritaba mientras Grüber asistía al herido. Teniente, esperando órdenes.

Su brazo se mantuvo firme, mientras esperaba el dictamen de su superior. No iba a ser la última vez que apuntaba a indefensos, por suerte o por desgracia.

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12/03/2009, 18:11
Alexeva

El empujón derribó a la campesina. No tuvo que esforzarse demasiado para ser derribada, a pesar de lo mortal que podía llegar a resultar, Alexeva no tenía mas fuerza que la propia de una mujer rusa de su edad y corpulencia. No sabía mucho alemán, pero aparta, perra, y asquerosa eran palabras mas comunes de lo que se podía pensar.

Cayó al suelo.  Ojalá se te infecten las heridas y te desangres como un cerdo , pensó con rabia y amargura.

Luego los alemanes empezaron a hablar entre ellos. Grigori le ayudó a incorporarme, lo que hizo penosamente. Los germanos dudaban. Uno les dijo que avanzaran, y apenas habían dado dos pasos, cuando otro les dijo que se parasen. En cualquier momento podían dispararles. Agachó la cabeza, y se quedó quieta. 

Si solo tuviera un arma...  

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13/03/2009, 09:37
Teniente Diederick

-Movamonos, si lo que creo es cierto, debe ser una casa, por lo que alli atendera a Dieter. En marcha

Alentando al grupo, a moverse.Su mirada se elevo, observando como la noche ya estaba cerca.

-Mierda, anochece, dentro de poco estaremos a oscuras, y sera mas dificil moverse por aqui.

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13/03/2009, 09:40
Rais

La orden del teniente hizo que el grupo se pusiera a correr, en la direccion indicada.La alocada carrera les acercaba cada vez más y más a la luz, y al hacerlo, una sensación de ominosa irrealidad iba penetrando en sus mentes, pero no dejaron de correr. Finalmente el resplandor tomó forma y una enorme Mansión solitaria, erguida en medio de ninguna parte, salida de la nada, creciendo ante sus ojos en la oscura noche que les habia atrapado, arropada por un denso manto de niebla.

El viento aullaba aún más, henchido de tormenta, henchido de lamentos ululantes arrancados de gargantas inexistentes. Un paseo flanqueado de álamos desnudos conducía hasta la puerta que coronaba la impresionante reja que presidía el muro que rodeaba toda la casa. Los árboles batían sus ramas, agitaban los dedos faltos de hojas, azotándoles cuando paso a paso avanzaban hacia ella, venciendo con dificultad la ventisca, soportando apenas el aguijón de la arena, la tierra y la nieve mezcladas, que hería sus rostros, sus manos, y doblegaba sus cuerpos.

.. y las bombas seguían cayendo a su alrededor..

Aunque la visión era inquietante, aunque a medida que se acercaban una impresión de desasosiego, de vida latente a pesar del evidente estado de abandono era más y más palpable, no se detuvieron tampoco por ello, no volvieron atrás ni tan siquiera una mirada. Esa luz era un refugio en las tinieblas, un oasis en el desierto.

Llegaron a la reja, una magnífica pieza de hierro forjado que mantenía un color negro profundo entre los claros que los densos zarcillos de enredadera seca, espinosa, dejaban entrever. Se alzaba hasta muy por encima de sus cabezas, y a lo largo se perdía en la niebla, rodeando sin duda toda la casa. La puerta estaba abierta de par en par, desencajada una de sus mitades, inclinada y atrancada en la nieve, y firme la otra en el suelo helado. En ella el hierro forjado se retorcía en unas caprichosas formas simétricas, estrellas y espirales acabadas en sendas puntas de lanza, al igual que las que erizaban la parte superior de toda la reja.

Desde allí se divisaba ya en toda su grandeza la Mansión, un edificio imponente y regio, que algún día había debido brillar en toda su gloria, pero que ahora sólo lucía apagado en el resplandor mortecino de la nieve. Y se vislumbraba también lo que debía haber sido un frondoso jardín, pletórico de fuerza. Ahora los cipreses y los cedros vencían sus ramas por el peso de la nieve acumulada, y a un lado, más lejos, las ramas de unos sauces llorones se inclinaban, agotadas, tristes, llorosas. Algunas esqueléticas, despojadas de las hojas, rozando con sus huesos la superficie helada de un pequeño estanque... una fuente de piedra, gris, rota...

...y aún más lejos, en un rincón, entre volutas vivas de niebla cambiante, una estatua. Una mujer, pálida la piedra, quizá mármol, una hiedra trepando en su base. Y, tras ella, adivinándose apenas, pero inconfundibles, las cruces y lápidas de un cementerio...

 

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13/03/2009, 09:45
Rais

Notas de juego

digamos que en esta situacion, te impide orientarte, a parte que pareces estar en una zona desconocida para ti..