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No abandonéis el sendero

Capítulo 4: El castillo de las arañas

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31/07/2020, 17:34
Director

Lain hundió su piqueta en la cabeza de la araña con un rápido y mortal golpe justo cuando el gigantesco insecto se aproximaba a él para intentar clavarle su aguijón una vez más. El golpe fue seco y definitivo. La araña cayó al suelo y sus únicos movimientos a partir de entonces fueron producidos por los espasmos provocados por los nervios, encogiendo su cuerpo poco a poco hasta que sus patas se entrelazaron y la araña cayó hecha una gigantesca bola.

Tanto Lain como Belgo pudieron respirar tranquilos, aunque el muchacho, todavía tembloroso y asustado, no se atrevió a soltar su talismán todavía. Podía haber más arañas por los alrededores esperando a atacarles de nuevo.

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03/08/2020, 01:10
Lain

El enano apoyó su pie sobre la criatura muerta al lado de su arma clavada, y empujando con fuerza pudo quitar la piqueta enterrada en su cabeza. Un hilo de viscosidad que parecía su sangre salpicó los pantalones del cartógrafo, que lanzó una mueca de asco.

-Espero que no me deje manchas, puaj-dijo luego de limpiar la punta del arma en la araña muerta y luego en el suelo como para cerciorarse de quitar la mayor parte de las visceras arácnidas. Luego se acercó a Belgo para corroborar que esté bien-Fue sorpresivo su ataque pero fue tan difícil acabar con ella, jaja. ¿Cómo te encuentras?- dijo tratando de darle tranquilidad al muchacho que parecía estar obsesionado con su talismán-Te preocupaste mucho por ese colgante que llevas, parecía que te daba más miedo perderlo que la araña te lastimara, ¿de qué se trata?

Notas de juego

No creas que había dejado pasar tantas veces que nombrabas el talismán, jaja

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03/08/2020, 08:32
Kurdrim

Las telarañas lanzadas por los enemigos arreciaron entorno a Kurdrim, quien a sabiendas de lo que se le venía encima, pudo eludirlas con cierta pericia antes de volver a intentar retirarse en vistas de lo que se les venía encima; no es que fuera aracnofóbico, pero lidiar con más de media docena de arañas del tamaño de un pony no entraba dentro de sus deseos matutinos, con lo que se retiró a toda prisa echando una mirada hacia Bolguer

-¡Corre Mungo, sal de aquí de una vez!- instó al mediano mientras él mismo hacia otro tanto dejando atrás a las arañas

- Tiradas (1)

Notas de juego

Uso punto de esperanza para sumar cuerpo y así superar la dichosa tirada de retirada

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03/08/2020, 10:24
Droul

Resollando por la carrera escaleras abajo, intentando no rodar como un tonel, Droul llegó junto a Belak. El ruidoso hombre del bosque estaba haciendo un trabajo excelente con su arco, pero el enano no podía hacer nada para ayudarle. Él era un guerrero de cuerpo a cuerpo, letal a distancias cortas. Así que corrió hacia la base de la construcción por si Mungo necesitaba saltar al vacío y poder recogerle.

O amortiguar su salida lo más posible.

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04/08/2020, 19:13
Iwgar "El terco"

El rugido intimidante había logrado el efecto necesario para que sus camaradas lograsen evitar ser apresados por las arañas, pero era consciente que permanecer allí arriba acabaría siendo un suicidio. Era el momento de retirarse y ponerse a salvo, y solo en caso de que las pútridas criaturas siguiesen acosándoles, enfrentarlas en una situación mucho más ventajosa y en campo abierto.

Viendo que Belak lograba ensartar algunas con su arco, y que había frenado su avance interponiendo el escudo de pavés, ganándoles tiempo a Droul y Kurdrim que habían bajado, no sin dificutad las escaleras del torreón, decidió tomar al valiente mediano que aun estaba decidido a plantarse allí delante y subirlo a sus hombros, iniciando la carrera hacia abajo.

-Maese Bolguer, ya es tiempo de largarnos de este infecto lugar... - sonrió ante el asombro del halfing al ser elevado como si nada y depositado a los hombros del colosal beórnida. Usted se encarga de disparar para que no nos den alcance, y ya me encargo yo de bajar estas escaleras de cuatro en cuatro, ¿tenemos un trato? - bromeó el gigante, que pese a sus palabras en tono divertido, no admitiría una negativa para poner pies en polvorosa. ¡Allá vamos!

Era un digno espectáculo ver aquel par bajando y dejando atrás la derruida fortaleza, pero desde luego estaba resultando efectivo. ¿Lograría el grupo salir de aquel lugar de una vez por todas?

- Tiradas (1)

Notas de juego

Al ser un gran éxito la tirada, me he tomado la libertad de ayudar a Mungo a salir de allí subiéndomelo al hombro. No se si la situación y tirada lo ameritan, pero creí que resultaría bastante gracioso xDD

De ser necesario, edito cualquier cosa, pero Iwgar no dejaría a nadie atrás por como es él por personalidad. Terco y cabezota, pero tremendamente leal y honorable.

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04/08/2020, 20:39
Belgo

-Era... era de mi madre. -Respondió el muchacho sin quitar ojo de la araña muerta.

A pesar de que Lain le hablaba con voz calmada, y de que se había asegurado de que la criatura estaba bien muerta, Belgo todavía estaba asustado y con el corazón en un puño. Lain se lo podía notar en la temblorosa voz que salía entrecortada de sus labios.

-Es lo único que me queda de ella. - Le dijo después de un rato. Lain recordaba que Baldor había contado que la llegada del dragón a Esgaroth había arruinado su negocio, su fortuna y se había cobrado la vida de su esposa. El mercader les había contado que logró salvar a su hijo de entre las llamas, pero no fue capaz de encontrar a su mujer. Belgo miró al talismán de nuevo y tras dirigir la mirada de nuevo hacía Lain tiró de la cuerda de la que colgaba y se lo mostró en detalle. El talismán de Belgo era una piedra verde pulida y de gran valor, según pudo calcular el cartógrafo. La piedra había sido tallada de forma que tenía un aspecto ovalado y redondeado por fuera pero en el centro se podían ver aristas que formaban un octágono alargado. La piedra dejaba translucir la luz, lo que le daba un aspecto muy bello. Había sido concebida para engarzarse en algún tipo de collar femenino, pero Belgo la llevaba anudada a una cuerda.

Mientras Lain admiraba el medallón del muchacho, se escuchó un ruido en el interior del bosque, más allá del claro donde se encontraban. Belgo volvió a aferrar su talismán y Lain hizo lo propio con el mango de su piqueta, esperando que otra araña saliera de allí en cualquier momento. Pero en lugar de eso, de entre dos árboles surgió un enano cubierto de hebras de telaraña que enmarañaban incluso su poblada y cobriza barba. Era Kurdrim. Chapotearon sus pies en el arroyo del que había bebido el padre de Belgo y se fue de bruces contra el suelo. Sobre él cayeron Mungo, Droul, Baldor, Belak e Iwgar, rodando por la hierba verde y fresca del claro. A toda prisa se pusieron de pie y se prepararon para la batalla, encarando al bosque. Lain se temió lo peor, pero ninguna criatura más cruzó hacía el claro. No obstante, pudieron ver como las copas de los árboles y sus ramas se sacudían y agitaban antes de llegar a una repentina calma.

Notas de juego

Es que poca cosa podía hacer el muchacho más que aferrarse a la protección del amuleto XD

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04/08/2020, 21:04
Director

Iwgar había creado la duda en las arañas con su terrorífico grito de batalla, y además había logrado contener los ataques de aquellas que no se sintieron intimidadas por la presencia del imponente beórnida. También Kurdrim logró contener los ataques de las arañas haciendo uso de toda su pericia en combate para desviar aguijones y esquivar telas de araña por igual. El enano no estaba interesado en adivinar el número de arácnidos que aparecerían a continuación por lo que advirtió al mediano de que dejara el arco y pusiera a trabajar aquellas cortas piernas suyas para salir de allí cuanto antes.

Pero antes de que Mungo pudiera siquiera contestar, Iwgar dio dos largas zancadas y se colocó donde estaba el hobbit para alzarlo con relativa facilidad y colocarlo sobre sus poderosos y anchos hombros. De esa guisa bajaron ambos las escaleras, con Mungo sin poder cargar siquiera una flecha en la cuerda de su arco por lo ocupado que estaba tratando de no perder el sombrero ante el traqueteo de su espontánea montura, que descendía los escalones de la torre de cuatro en cuatro.

El grupo llegó hasta donde aguardaban Belak y Baldor, y apenas tuvieron un segundo para tomar aliento antes de que una hueste arañas marrones y peludas saliera corriendo de todos los rincones de las ruinas de la fortaleza. El grupo al completo echó a correr de vuelta por el camino por el que habían venido. Baldor todavía estaba confuso por el efecto de las aguas del arroyo Encantado, pero incluso en ese estado reconoció que estaba en mejor compañía con sus, para él, extraños nuevos compañeros que no reconocía que como cena de una araña. Corrieron internándose en los árboles seguidos por la infinidad de arañas que se movían con una rapidez antinatural, saltando de un árbol a otro y arrastrando hebras de telaraña como anzuelos de pesca con las que intentaban atrapar a los compañeros. Tuvieron que cortar varias de estas hebras con sus armas para evitar quedar enganchados.

El viaje de ida, buscando a Baldor y el rastro que había dejado el enajenado mercader, les había llevado bastantes horas haciendo uso de antorchas y tomando giros y recodos entre árboles que parecían estrecharse cada vez más; sin embargo, el camino de vuelta les llevó a penas unos minutos ya que se dirigieron de manera bastante directa hacia donde ellos creían que se encontraba el claro donde habían dejado a Belgo, Lain y los ponis junto con el resto de sus cosas. La frenética carrera duró apenas unos minutos, pero les parecieron horas. Sorteando telas de araña, ramas de árboles demasiado bajas, troncos caídos en el suelo, arañas que les saltaban encima... De pronto, y sin previo aviso, tras cruzar un par de gruesos árboles que se apretaban el uno junto al otro, sintieron como los pies les chapoteaban al cruzar el arroyo y caían de bruces contra la fresca y verde hierba del claro. Belgo y Lain los miraban sobresaltados, el enano con la piqueta en la mano preparado para cualquier eventualidad, y el muchacho asustado sujetando el talismán que colgaba de su cuello como si éste pudiera protegerle de cualquier cosa.

Se pudieron en pie a toda prisa y se apartaron del linde del bosque, preparándose para hacer frente a las arañas en campo abierto. Esperaban que al menos cien de aquellas criaturas saltaran de un momento a otro sobre ellos, pero al parecer las arañas no se atrevían a poner sus pezuñas cerca del sendero. Pudieron ver como las copas de los árboles y sus ramas se sacudían y agitaban antes de llegar a una repentina calma.

Lain y Belgo les miraban estupefactos. Junto a ellos se encontraba el cadáver de una araña que sí se había atrevido a salir de la protección de los árboles y adentrarse en el claro, pero Lain se había encargado de ella con su piqueta. Tal vez, sentir la presencia de la compañera muerta había evitado que las demás entraran en tropel también en el claro. Algo les decía que debían volver cuanto antes al sendero, donde ninguna araña se atrevería a poner sus puntiagudas patas.

Notas de juego

Pues una cosa así no está contemplada en el reglamento, pero dado tu tamaño, el de Mungo, la tirada que has sacado y, especialmente, lo graciosa que resulta la situación, la permito sin problemas.

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05/08/2020, 09:19
Kurdrim

La alocada huida, llena de tropiezos y constantes miradas a un lado y atrás, logró al fin llevarlos hasta el lugar donde sus compañeros aguardaban, y bien contento que se puso Kurdrim por ello pues no estaba seguro de poder llegar antes de caer presa de alguna maliciosa telaraña

Ante él un nuevo cadáver arácnido yacía a los pies de Lain, quien junto al muchacho miraron de hito al guerrero que, sin previo aviso, los tomó a ambos del brazo para que se movilizaran

- ¡Rápido, los ponys! ¡Hay que ponerse en marcha y llegar al sendero! - instó a ambos sin dejar de echar miradas atrás - ¡Nos persiguen varias amigas de esa y dudo que tengan a bien dejarnos descansar antes de atacarnos... vamos!- añadió tomando las riendas de uno de los ponys y poniéndose en marcha a toda prisa con la vista clavada en el frente, buscando el sendero como un náufrago buscaría una balsa en mitad del oceáno

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05/08/2020, 10:39
Droul

Por fin le habían hecho caso. ¡Y menos mal! Kurdrim parecía tan cabezota como cualquiera de sus primos, Iwgar tenía aún mucho que demostrar para que el enano no le considerara algo más que un animal salvaje. ¿Pero el mediano? Maldita sea, pensaba que al menos él sería más prudente. ¿A quién se le ocurre quedarse ahí como un pasmarote en medio de un nido de arañas gigantes? Pero por fortuna, habían escapado, aunque la huida había sido lenta y farragosa. Le dolían los brazos y las piernas, estaba cubierto de barro por chapotear en el lodo y la barba llena de ramitas. Necesitaba darse un baño.

Cuando llegaron al claro, se apoyó en un tocón, jadeando. Droul era de caminar largas distancias, pero correr por pantanos le agotaba. Y correr en general. Y aunque sabía que necesitaba recuperar el aliento, no tenían tiempo. Kurdrim tenía razón.

Mira, ya sabes qué nos persigue —dijo a Baldor, cogiéndole de la pechera. Entendía que siguiera confuso, pero esperaba que el instinto de supervivencia del humano pesara más que sus miedos—. Así que necesito que te subas a ese carro inmediatamente. ¡Muchacho, llévalos al sendero!

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05/08/2020, 13:02
Mungo Bolguer

P-pero… ¡Serás animal! —berreó el pobre Mungo sobre el hombro de Igwar—. ¡Esta no es forma de tratar a alguien de mi edad!

Una vez pasado el peligro, el mediano resolló y trató de agradecerle apropiadamente su heroica acción al gigantón de Igwar.

Eso ha sido un viajecito, pero te lo agradezco. Probablemente me habrían enredado otra vez si hubiese vuelto a poner los pies en esa endiablada telaraña. ¿Estamos todos bien?

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06/08/2020, 17:35
Iwgar "El terco"

- Creo que mereció la pena, maese Bolguer. ¡No todos los días permito que alguien se suba a mi hombro! Ja, Ja, Ja! - rió el beórnida bastante más animado de haber dejado atrás aquellas infectas criaturas peludas, depositando nuevamente en el suelo al mediano con suavidad. Todo esto nos ha hecho perder muchísimo tiempo, y todavía no se ha recuperado por completo el mercader, aunque al menos ya no nos vislumbra como enemigos. ¿Qué os parece si comemos algo frugal ya en el sendero, y rápidamente proseguimos nuestro camino?

No quería decirlo abiertamente, más con el joven Belgo allí presente, pero quizá sin el tratamiento apropiado, la dolencia del Baldor podía hacerse permanente, por lo que cuanto antes lograsen dar con alguien que entendiese, mejor que mejor. Algo le hizo meditar un instante a Iwgar, después de ver al pequeño sujetando el medallón contra el pecho, como si fuese un talismán protector. ¿Y si tenía alguna propiedad que pudiese ayudarle al comerciante? O tal vez el simple hecho de reconocer la joya, fuese suficiente para generar algun tipo de respuesta o recuerdo en él. ¿Qué perdían por intentarlo?

- Ey pequeño Belgo. Se me ocurre una idea que quizá pudiese ayudar a tu padre... ¿Y si le prestas tu amuleto protector para ver si evocamos algún recuerdo o respuesta que le ayude? - le mencionó al muchacho de forma agradable, dejando en él la decisión de hacerlo o no. No creo que perdamos nada por intentarlo... Y a todo esto... Me alegra volver a verles, maese Lain, Belgo. - y realizó un gesto de camadería, levantando el pulgar,

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06/08/2020, 23:10
Belak

Cuando por fin todos parecieron conseguir desenredarse emprendieron la huida algo accidentada.

- Vamos, no tardemos - apremió Belak a sus compañeros. Parecía que las arañas iban a saltar de un momento a otro pero no lo hicieron. Algo les daba miedo. 

- Estoy con Droul, tenemos que llegar al sendero cuanto antes - dijo.- Hemos avanzado pero todavía nos queda bastante. - miró a Baldor que todavía no parecía del todo recuperado y caminó junto a él cuidándose de que no se parara o retrocediera - El sendero, el sendero - repitió como objetivo para tenerlo en mente y quien sabe, tal vez más cerca.

 

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07/08/2020, 20:15
Baldor

-Claro, claro, señor enano. -Respondió de manera entrecortada el mercader, ganando confianza en las palabras a medida que hablaba. Eran las primeras palabras que Baldor pronunciaba desde que todo el incidente comenzó. -Antes os tomé por bandidos que querían robarme mi mercancía, pero... ¡Por los Valar que os juzgué mal! ¡Me habéis salvado la vida! Os estaré eternamente agradecido. Ya me veía como una mosca cualquiera atrapada en esa telaraña.

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07/08/2020, 20:19
Director

Regresaron de vuelta al sendero sin perder más tiempo del necesario para ensillar a los ponis, recoger el campamento y dirigir la comitiva de vuelta al camino. La magia élfica protegía al sendero de alguna forma, y sentían que allí estaban a salvo de la marabunta de arañas que habían despertado. Aún así, se pusieron en marcha de inmediato, poniendo algo de distancia con aquel lugar por el que merodeaban los insectos antes de ponerse a relatar lo sucedido.

Ocurrió que el grupo siguió al aturdido Baldor a través de medio bosque durante todo lo que restaba de noche para llegar a una zona en ruinas donde apenas quedaba en pie un tramo de muralla y un torreón de una antigua construcción ya caída en el olvido. Entre la torre y la muralla había un puente de telarañas que unía ambas construcciones, y allí, de lo alto del muro, colgaba Baldor envuelto en un capullo de hebras blancas y pegajosas. Mungo, Kurdrim y Droul subieron a la torre y cruzaron el puente con cuidado para rescatar al mercader, logrando izarlo y liberarlo de sus ataduras. Pero descubrieron que del otro lado de la torre, había cientos de arañas adormiladas que por fortuna todavía no se habían enterado de su presencia. Pero entonces, los normalmente sigilosos pies de Mungo se quedaron atrapados en las hebras del puente de telarañas y las vibraciones alertaron a las arañas. Allí aparecieron de aquellos insectos a montones, e incluso lograron atrapar con sus redes a los enanos para clavarles el aguijón, por fortuna lograron liberarse y gracias al apoyo de Belak y Iwgar contener a los arácnidos. Pero Mungo no conseguía liberar su pie, y la situación por momentos se volvió desesperada. Al final tuvieron que enfrentarse a varias arañas en combate, y lograron abatir a algunas antes de salir poniendo pies en polvorosa, lo cual incluyó una extravagante situación en la que Iwgar cargó a Mungo a sus hombros y lo llevó en volandas por medio bosque. Las arañas, que cada vez crecían más en número, les siguieron saltando de árbol en árbol en una vertiginosa carrera, y finalmente el grupo consiguió llegar al claro justo a tiempo. Por su parte, Belgo y Lain pasaron una noche intranquila esperando al grupo, y apenas unos minutos antes de que el grupo apareciera una araña les atacó por sorpresa, probablemente una de las que el grupo había alertado y que se había adelantado demasiado en la carrera. Lain tuvo que vérselas en solitario contra ella, y aunque tuvo algunas dificultades con las pegajosas redes de aquel bicho, finalmente logró hundirle la piqueta en la cabeza y librarse de ella.

Para cuando terminaron de ponerse al día con toda aquella historia, ya habían conseguido establecer una buena distancia entre ellos y el claro, por lo que decidieron parar para desayunar algo y recuperar fuerzas antes de continuar con la marcha. El grupo pudo darse cuenta de que Baldor seguía desorientado y confuso, seguía sin recordar a ninguno de ellos y tampoco reconocía a su propio hijo. Belgo estaba muy triste con la situación, y su padre no podía reconfortarlo y se ponía nervioso por ello.

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07/08/2020, 20:41
Belgo

Iwgar tuvo una buena idea para tratar de recuperar la memoria de Baldor, que fue la de enseñarle el amuleto que colgaba del cuello del muchacho. Belgo miró con esperanza a Iwgar y enseguida se quitó la cuerda del cuello y le tendió el talismán al beórnida, confiando en él.

-Claro señor Iwgar, espero que funcione. - Dijo algo intimidado por la altura y fuerza del gigante.

El talismán de Belgo era una piedra verde pulida y de gran valor. La piedra había sido tallada de forma que tenía un aspecto ovalado y redondeado por fuera pero en el centro se podían ver aristas que formaban un octágono alargado. La piedra dejaba translucir la luz, lo que le daba un aspecto muy bello. Había sido concebida para engarzarse en algún tipo de collar femenino, pero Belgo la llevaba anudada a una cuerda.

-Padre, soy yo, Belgo. ¿No me reconocéis?

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07/08/2020, 20:45
Baldor

Cuando le enseñaron la piedra a Baldor apenas se lo podía creer. Reconocía el talismán, la joya que había allí había sido un regalo que él mismo había comprado para su esposa muchos años atrás, antes de que Belgo naciera. Era sorprendente como el mercader recordaba todo perfectamente. Todo... hasta la llegada del dragón.

-¡Por la gracia de Ilúvatar! - Exclamó el mercader al ver la piedra. -Pero si esto... esto es de mi esposa Halla, ¿cómo es posible que este chaval lo tenga? - Belgo trató de explicarle a su padre que él era su hijo, que Halla había muerto cuando el dragón descendió sobre la Ciudad del Lago y que ya habían pasado cinco años de aquello. Baldor los miraba incrédulo. -Entonces, ¿tú... tú eres Belgo? ¿Mi pequeño Belgo que apenas tenía cinco años y que no levantaba medio metro del suelo? - Baldor se sintió mareado y se tuvo que sentar en el suelo antes de que le siguieran explicando lo sucedido.

El descanso y la conversación con su hijo ayudaron a que Baldor recuperara gran parte de su memoria. No obstante, todavía miraba con cierto recelo a Belgo y al grupo que les acompañaba, de quienes ni siquiera tenía un recuerdo anterior. Cuando le explicaron los acontecimientos que habían derivado en su captura, y las dificultades que habían pasado para poder rescatarlo, Baldor se avergonzó y les pidió disculpas por lo sucedido.

-Creía que estaba en Esgaroth, cuando el dragón Smaug atacó. Fue... fue un desastre horrible. Perdí todo, mi negocio, a mi mujer... Pude... pude rescatar a mi hijo, a Belgo, pero no volví a ver a Halla. Cuando os vi ahí pensé que... pensé que eráis ladrones que querían aprovecharse de la situación y... el miedo se apoderó de mí. De verdad que lamento todo el mal que os hecho pasar.

 

Notas de juego

Tenéis que hacer una prueba de Fatiga. Haced una tirada de Viajar con dificultad NO 16.

Kurdrim y Lain, que habéis perdido aguante en el combate, como no estáis heridos y este descanso será suficiente, podéis recuperar tantos puntos de Aguante como su puntuación de Corazón. Así que recuperáis todos los puntos de Aguante perdidos, para Kurdrim es buena noticia porque deja de estar cansado. -Ya os lo anoté en la ficha.

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09/08/2020, 10:37
Belak

Algo había llevado a Baldor de vuelta al peor momento de su vida. Belak no tenía muy claro qué era lo que había pasado pero una cosa estaba clara, su mente le había traicionado y había retrocedido hasta el momento en el que había perdido a su esposa y toda su vida se tambaleaba. 

Apoyó una mano en el hombro de Baldor temiendo un poco su reacción pero convencido de que un poco de cercanía le podría reconfortar. 

- Así es y ahora estamos con vosotros, por petición vuestra. Os ayudaremos - garantizó el humano tal vez consciente de que no era un buen momento para bromas. - Hemos tenido un pequeño percance en el camino pero continuaremos.. ¿Recordáis qué es lo que hacemos en el Bosque Negro? - preguntó con mucha cautela.

- Tiradas (1)
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10/08/2020, 12:12
Droul

Habían salido sanos y salvos de aquella trampa mortal en que se habían convertido las ruinas del bosque, y ahora que ponían tierra de por medio entre las arañas y ellos y compartían con Lain lo sucedido, Droul se sentía de buen humor. Él era viajero, no guerrero, y lo había demostrado durante el enfrentamiento. Aunque había salido indemne, no había conseguido clavar su piqueta en ningún enemigo y si no hubiera sido por la participación de Iwgar y Belak el resultado habría sido muy diferente. 

Así que mientras recorrían el sendero escuchando cómo Baldor y Belgo se ponían al día y el hombre empezaba lentamente a rescatar sus recuerdos de las tinieblas donde habían sido encerrados, el enano se aproximó al gigantesco beórnida con gesto adusto— No lo has hecho mal ahí detrás —dijo escuetamente, sin dejar de mirar al frente, mientras le tendía un trago de agua con la que remojar el gaznate.

- Tiradas (1)
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12/08/2020, 22:56
Kurdrim

-Ahora que ya estás puesto al día espero que dejes de hacer tonteŕias... pero como vuelvas a beber agua de algún río, manantial o charco te juro que te ahogo en él, maldito sea - maldijo Kurdrim cuando todo quedó aclarado mientras le ponía una mano enguantada en acero en el hombro -Dicho esto, me alegro de tenerte de vuelta, mercader atolondrado... vamos, hay que seguir- añadió antes de retomar el camino hasta que alcanzaron un buen lugar para descansar, permitiendo a cuerpo y mente despejarse del cansancio acumulado aunque parecía que la experiencia vivida aun perduraba en la mente del enano, quien no se pudo acomodar todo lo que le hubiera gustado

 

- Tiradas (1)

Notas de juego

siento las posibles faltas, pero desde el móvil...

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13/08/2020, 08:18
Iwgar "El terco"

Nadie podía negar que el encuentro con las detestables arañas les había hecho pasar un mal trago, pero una vez lograron regresar con Baldor al sendero, la situación mejoró considerablemente. El percance había unido y fortalecido las relaciones del grupo, y el mercader parecía estar recobrando nuevamente la memoria poco a poco, lo cual logró sonsacarle al beórnida una sonrisa, más si cabe cuando Kurdrim le recriminó el haber bebido del agua del río.

Eso le recordó que no había comido ni bebido durante horas, y dispuesto estaba a echar un trago cuando el siempre cauto y silencioso enano Droul le ofreció de la suya propia, agradeciéndole a su manera su desempeño en la fortaleza derruida.

- Gracias... - fue toda respuesta por parte del hombre de Béorn, no quedando claro si agradecía que le reconociese capaz en combate o el ofrecerle el trago. Iwgar no era muy dado a recibir halagos, hacía lo que debía de hacer y punto, pero en su fuero interno agradeció las palabras del enano. Sabía que sus gentes, raza orgullosa y muy suya, no eran muy dados a reconocer las acciones de otras razas, por lo que para Iwgar tenía mucho valor.

El beórnida sacó unas lembas de miel para el largo camino, tratando de mantener el ritmo que Droul imprimía al grupo para cumplir con lo establecido. Puede que hasta entonces el enano no hubiese podido mostrar su valía ensartando a las fétidas arañas con su piqueta, pero desde luego sin su férrea guía, más de una vez se hubiesen perdido.

- Tú también estás haciendo una gran labor. Es fácil perderse en este bosque, pero sabes interpretar perfectamente las señales que deja el sendero... - y sí, a Iwgar también le costaba reconocer el mérito, siendo terco y cabezota por naturaleza, pero cuando las cosas se hacían bien, no era un ingenuo para no darse cuenta. Él tenía serias dificultades por lo general en las largas jornadas, no estando habituado a recorrer largas distancias, pero con la compañía amena de Droul y el resto, en esta ocasión no tuvo ningún problema.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Wow, que buena tirada! Eso es porque estoy de buen ánimo después de lo ocurrido, entablando buenas relaciones y viendo la mejoría de Baldor :)