-Y si sabéis algo relacionado con lo que acontece a la muerte de Roland, también nos sería útil... Debemos probar nuestra inocencia además de seguir con las negociaciones en curso.

-De loss hermanoss de Khadijah no ssabemoss nada. Por ssuerte para elloss utilizan ssu Ofusscación con maesstria y noss ha ressultado impossible sseguirless. -Luego se gira hacia Carienn- Pero de la muerte de Roland ssi ssabemoss algo. Uno de miss chiquilloss vió un mortal que ssalia del almacén de loss Mouzakioss, donde mataron a Roland. Lo ssiguió hassta una possada en la plaza de Ssan Marcoss. Hemoss averiguado que sse llama Rodrigo de Navarra, y ssosspechamoss que sse trata de un cazador de vampiross o un ssimple ocultissta. No lo tenemoss claro. Al parecer esse mortal llevaba algo oculto que le quitó al cuerpo de Roland.

-Gracias, eso podría ayudarnos a esclarecer todo- hago una reverencia amable.

Excelente.

Nos habeis sido de gran ayuda querido Nicolo. Si alguna vez necesitais algo no dudeis en acudir a nosotros.

Vayamos a visitar a este cazador.

Nicolo os dice que posada es en la que se aloja el mortal, y os indica que debéis preguntar por Rodrigo de Navarra. Cuando llegáis a la Piazza de San Marcos, os sorprende la gran multitud congregada a estas altas horas de la noche. Un caballero subido a un carro que usa a modo de improvisado púlpito exhorta a las masas. Os sorprende la carisma y el magnetismo que desprende este hombre y como las gentes le corean y aplauden.

-Debemos destruir al mal que se encuentra entre nosotros. No os dejéis engañar por sus ropajes caros o sus caras bondadosas. ¡¡¡El mal ha sumido esta ciudad bajo su mandato!!! ¡¡¡Los demonios pasean entre nosotros!!!

Por la descripción de Nicolo, sabéis que este hombre no es Rodrigo, pero algo en él os pone los pelos de punta. Con su dedo acusador señala a un hombre que pasaba cerca vuestro. Al instante lo reconocéis como uno de los cainitas de menor rango que acudían a las negociaciones sobre las cruzadas, un toreador que parecía estar del lado de Tommaso, aunque no definía demasiado su postura.

Sin saber de donde, brazos fuertes lo atrapan y la locura reinante hace el resto. Lo apalean a escasos metros de donde os encontráis. El pobre vástago intenta defenderse, pero sólo empeora la situación al mostrarle a los alterados aldeanos que el caballero decía la verdad. Asustado y acorralado, la bestia se apodera de él dando a conocer su verdadera naturaleza, y en cuestión de segundos es untado de brea e incinerado.

Bueno, después de todo, nosotros nos los comemos a ellos. No obstante, me gustaría saber cómo ha detectado que ese individuo era un vampiro y si podría detectarnos a nosotros. Quizá Carienn sepa algo al respecto. Lo importante ahora es salir aquí cuanto antes. No quiero permanecer a tiro de ese maniaco.

Sigamos. No os pareis.

Aprieto la mano de mi esposo ante tal acusación y tiro de él para que no vea el lamentable espectáculo. Mi cabeza no para de pensar que ese podría ser él si algún día llegaran a descubrir qué es. Mi corazón se acongoja y me agarro fuerte a su brazo.

-Démonos prisa...

La muchedumbre no parece fijaros en vosotros, atenta como está al desenlace del pobre desdichado, y así llegáis a la posada donde Nicolo os comentó que su chiquillo vio entrar a Rodrigo de Navarra.

Me acerco al posadero, de la mano de mi esposo. 

-Saludos, buen hombre, nos gustaría saber si ha visto recientemente a Rodrigo de Navarra, tenemos un mensaje para él y es urgente- saco un par de monedas, que dejo de forma disimulada sobre la barra, para que el hombre las tome y así se convenza de soltar su lengua.

El hombre las coge sin dudar y os indica con la mano las escaleras.

-Acaba de llegar. Tiene unos horarios bastante nocturnos. En la planta de arriba, según se suben las escaleras, la segunda puerta a la derecha. Tiene el dibujo de Santo Tomás grabado en la puerta.

-Muy amable- digo al posadero y miro a mi esposo, si lo que hay arriba es algún tipo de cazador deberíamos subir y acercarnos con cuidado.

Temo que el cazador tenga algún modo de detectar vampiros. De igual modo, desconozco si podría detectar mi sangre en Carienn. Creo que lo mejor es que entremos juntos, en el peor de los casos, tendremos más posibilidades.

No obstante, pese a su fanatismo, confío en que podamos razonar con el cazador. Tampoco es que yo sea un vampiro típico por mi modo de tratar a mis vasallos humanos.

Seamos corteses. Es lo mínimo que podemos hacer si queremos su cooperación.
Siempre estamos a tiempo de arrancarle el corazón si se pone impertinente. - bromeo

Asiento y subo al lado de mi esposo para llamar sobre la puerta que nos ha indicado el posadero, espero que alguien conteste antes de hablar yo.

Cuando llamáis a la puerta, una voz somnolienta contesta al otro lado, y al rato se abre dejando ver a un hombre en camisón que se frota los ojos.

-¿Quién diablos me molesta a estas horas de la noche? Pardiez, acababa de conciliar el sueño... -Un bostezo se escapa de la boca del hombre que parece volver en si al tiempo que os examina con detenimiento. -¿Quién sois y qué queréis a tan altas horas de la noche? Espero que se trate de algo importante -Es evidente que se muestra intrigado al ver que sus interlocutores parecen gentes de alta cuna.

Perdone que le importunemos a estas horas buen hombre. Mi nombre es Asenoc Zibanitum y esta es mi esposa Carienn. Nos preguntábamos si tendríais a bien intercambiar algunas palabras con nosotros.

-Quisiéramos hablar con vos- reafirmo las palabras de mi esposo, aunque no añado mucho más, pese a todo lo que Asenoc luche en contra la sociedad es como es y las mujeres no tenemos ningún derecho.

-¿Y tiene que ser ahora? ¿Qué es tan importante que no pueda esperar a mañana por la mañana? -El hombre os mira entre receloso e intrigado, sin acabar de decidirse a dejaros pasar a la habitación.

Utilizo mi poder “Abrir el ojo de la mente” para saber si el humano está bajo el poder de algún otro vampiro o está vinculado por sangre.

Ante todo, caballero, quiero que sepa que venimos a dialogar y a conseguir información. En ningún caso lo consideramos involucrado en los asuntos que venimos a tratar.

Estamos investigando la muerte de cierto individuo y tenemos testigos que le vieron salir del lugar del asesinato la misma noche que aconteció. Pensamos que podría tener algo importante que contarnos.

Utilizo “Mesmerismo” para implantar una sugerencia en el inconsciente del sujeto. La orden a implantar seria la siguiente…

Puede confiar en nosotros… cuéntenos todo…

-Solo queremos charlar y conseguir algo de información, pagaremos por ella- sugiero, pues el dinero siempre era una llave maestra que abría cualquier puerta y por suerte contábamos con él.