Partida Rol por web

El dragón mira a Lomy con curiosidad. Olfatea su brazo metálico.

Magia negra huelo en ti, temor en el östelarandi y el humano. - Cayó un instante para escuchar lo que sucedía fuera, los enemigos estaban cerca. - He de saber si sois de confianza.

El tono del dragón cambió ya no era amenazante. Hizo un gesto y se internó en la cueva.

Seguidme, a prisa. - Mientras iniciaba el giro de 180º preguntó distraídamente a Oklayu. - Dime enano, ¿como se llamaba aquel elfo que os ayudó contra los Neths hace cientos de años?

El enano miró a la bestia en tono malhumorado y le dedicó unas bruscas palabras Los malditos elfos no acudieron a nuestra llamada de auxilio, de hecho nadie acudió a nuestra llamada más que el gran Kërtoff El Ariete, el humano más valiente que ha pisado estas tierras. Gracias a su ayuda y a la del camarada Servyl pudimos acabar con esos malditos espectros.

Y ahora yo, gracias a la ayuda de estos dos humanos, lograré acabar otra vez con esos no muertos.

Lanzó una mirada furibunda al ingente reptil y en tono amenazante le dijo Nada se interpone entre un enano y su venganza.

El flujo de la sangre se dejaba sentir por las sienes del enano, la cólera embriagaba su corazón y una lucha interior se fraguaba entre su pecho y su cabeza Tú eres el asesino de Servyl y mi brazo algún día segará ese pescuezo lleno de escamas, pero ahora mi comuna me necesita y es preciso salvar la vida de miles que vengar el honor de uno.

Rufnus lanzó una fugaz y suplicante mirada a su compañero enano y después otra al dragón.

Oklayu, por tu madre... no lo enfurezcas!!!

Así es maese enano, debía saber hasta donde decías la verdad.

Relajó la voz y continuó andando.

Cierto es que yo maté a ese enano, pero todos son iguales para mí, si se entra en mi morada sin permiso con un hacha blandida, ten por seguro que su suerte sería igual. Así que baja ese hacha. He luchado contra los Neths desde antes que ninguno supiera andar.

Al llegar a una gran sala que apestaba a azufre, repleta de oro fundido y piedras preciosas, se acostó con la cabeza mirándoles.

Sois los primeros en entrar en esta sala y que tal vez viva para contarlo. ¿Qué es ese objeto que llevaba ese enano que tan valioso os es?

Lomy camina siguiendo al dragón, y rezando por dentro para que Oklayu sepa controlarse.

Supuestamente es un artefacto que materializa a los Neths, por lo que la valía del objeto es notoria- comenta Lomy, intentando aguantar el olor a azufre.

El enano mira con cara de contrariedad a Lomy Dale pistas a esta maldita sierpe y dile que buscamos un artefacto poderoso, como su codicia y su avaricia no son relevantes quizas esté dispuesto a ayudarnos y darnos un artefacto de valor de buen agrado.

Mi hacha es tan inseparable de mi, como lo son de ti tus colmillos Volvió a dirigirse al dragón en tono malhumorado.

Sin duda eres un Östelaarandi. - Rió el dragón. - Solo ellos son capaces de enfrentarse a un dragón, hacha en mano en solitario.

Miró a Lomy y al caballero que lo acompañaba.

Podéis pasar en busca de la tumba de Sevryl, si ese era su nombre. - Apartó un poco su cola y señaló a Lomy con la pata delantera. - Tú ya conoces el camino. Sólo pido a cambio saber que objeto tenía ese amigo vuestro.

El enano se sintió complacido ante las palabras del dragón, tal vez no era un elogio lo que el dragón había dicho pero para Oklayu el reconocimiento a su valor era más importante que le pudieran estar llamando estúpido. Además allí estaban con el camino despejado para buscar la salvación de su pueblo, ya habría tiempo para ajustarle las cuentas a Salg ahora había que obtener el artefacto y garantizar la seguridad de su comuna.

No sabemos exáctamente qué es ni cómo funciona, de hecho sólo sabemos que es una posibilidad para nuestra redención y eso es suficiente para que arriesguemos nuestras vidas. ¿Quizá tu que llevas miles de años en estas tierras puedas saber algo más que nosotros?

Haz memoria gran dragón ¿Qué es aquello que puede acabar con los no muertos?

Oklayu quedó mirando a la sierpe al tiempo que sus pies se iban encaminando hacia el lugar que había marcado, el lugar donde descansa el cuerpo de su camarada y mentor.

Lomy asiente con la cabeza al gran dragón, y comienza a caminar hacia la otra salida de la cueva, donde enterraron al enano.

Es por aquí- señala a sus compañeros.

Rufnus sigue a Lomy sin atreverse a mirar fijamente al dragón.

El anillo de Öst. - Susurró Sagl. - Sin duda eso debe ser.

El dragón pareció ponerse nervioso. Se giró hacia Lomy que se encontraba bajando por el túnel de descenso al cañón.

Buscar una anillo de piedra negra.

Rufnus y Lomy llegaron hasta un montículo sobre el suelo en el que habían crecido algunas hierbas, un yelmo enano marcaba con seguridad la tumba de Sevryl, el compañero de viaje de los aventureros de la Aldea Maldita. La tierra estaba muy prensada al cabo de años.

El enano había dejado que sus compañeros avanzasen unos pasos esperando que el gran lagarto contestase a sus pesquisas, cuando hubo obtenido la gratificante respuesta se apresuró a alacanzar a sus compañeros, bajó el corredor tras de ellos y cuando estaba ya a su altura una imagen funesta apareció ante sus ojos.

La cara del österalandi reflejaba la tensión del momento, sus ojos brillaban con un fulgor intenso y si bien las lágrimas no brotaban de ellos, la cara de constricción denotaba la inmensa pena que embargaba al enano. Entonces era verdad, aquí estas caído por las fauces de esa sierpe, tú que siempre fuiste el salvador y estandarte de nuestro pueblo, la gloria de la comuna de Östelar.

Ralentizando la marcha anduvo cadenciosamente los pasos que le separaban de aquella tumba, de aquel yelmo tan conocido y alabado, cuando estuvo a sus vera se hincó de rodillas en signo de alabanza y bajó la cabeza, susurrando unas palabras que oraban el descanso del héroe caído.

Rufnus siguió con la mirada los movimientos del enano guardando absoluto silencio y casi conteniendo la respiración. Al cabo de unos segundos que le parecieron horas no pudo reprimirse.

Aún a riesgo de parecer insensible, maese enano, deberíamos coger aquello que hemos venido a buscar (sea lo que sea) y dejar las muestras de respeto para tiempos más apacibles, en los cuales creedme, me uniré a vuestras plegarias con absoluta devoción. Terminó la frase mirando a Lomy de reojo en busca de un gesto de aprobación mientras martilleaba el pomo de su espada con gesto nervioso.

Tras dejar un breve tiempo a Oklayu para que presente sus respetos, Lomy asiente a las palabras de Rufnus.

Si, amigo. Debemos buscar el artefacto cuanto antes. El dragón ha dicho que busquemos un anillo de piedra… aunque yo pensaba que sería un collar… ¿Recuerdas, Oklayu, cuando entraste en el templo anterior entraste a la planta de arriba y estaba yo con una extraña luz? Era una luciérnaga… pero de algún modo, y llamarme loco si queréis,  creo que era mi mujer fallecida. Se comunicaba conmigo gesticulando letras en el aire. Y entre otras cosas pude entender “collar” y “Sevril”…

Oklayu se levantó con la cabeza gacha y gesto compungido, no obstante el sentimiento que tenía en su interior y el dolor que le producía la escena logró recomponerse y haciendo gestos de asentimiento con la cabeza contestó a sus compañeros

Perdonarme, era un grande de mi pueblo y al ver su tumba los recuerdos me han superado... Tenéis razón y muy porbablementente no sea el anillo que dice la sierpe lo que buscamos, esas bestias están corroidas por la avaricia y seguramente su codicia le haga mentir sobre el artefacto.

No obstante no he venido aquí sólo por el artefacto. Lo inhumaremos completamente y me llevaré sus restos a un lugar donde puedan descansar con el honor que él se merece.

Escupió sobre sus manso y asió fuertemente su hacha para comenzar a remover la tierra que le separaba de su congénere.

Un gran rugido se escucha a espaldas de los héroes, el dragón parece enfurecido y un resplandor flamígero inunda la caverna de la que han salido.

Al cabo entre los repetidos sonidos, un clamor de decenas de voces humanas son apagadas entre rugido y rugido. el tañir de espadas no tarda en resonar...

Pero algo más extraño, si cabe, sucede. Un resplandor turquesa surge del interior de la cueva.

Lomy se fija en lo que ocurre en el interior y el jaleo que se ha montado. Justo cuando con su lanza picaba en la tierra prensada.

Seguid vosotros, voy a ver que ocurre. - Mientras se alejaba hacia la gruta del dragón insistió. - Tal vez tengamos poco tiempo.

Cuando entras en la cueva, el dragón lucha contra el ejército que os persigue, está perdiendo terreno yu se está empezando a refugiar en su sala del tesoro, allí el resplandor es más claro, hay una especie de pozo en el interior de la cueva, del que emana una luz turquesa, antes no había nada.