En lo alto de la escalera se escuchaba reir a Lomy, mientras hablaba. El revoloteo del ave nocturno se vuelve a escuchar lejano y acercándose. La hoguera no permite escudriñar el cielo estrellado y sin luna.
Lomy reacciona a lo poco que puede entender.
¿En peligro? ¿Aquí? ¿Quiénes saben de nosotros, los Neths? ¿Vienen hacia aquí?– el aviso de Oklayu sobre los cánticos podría realmente presagiar algún tipo de peligro. Tal vez tuviesen que salir de allí corriendo…
La luciérnaga votaba de un lado a otro, a modo de alteración. Para comenzar a hacer otra serie de movimientos.
Tira 2d100 PERx8
Tirada: 2d100
Motivo: PERx8
Dificultad: 48-
Resultados: 49, 69
Exitos: 0
No creo que entienda nada... XD
La luciérnaga se movía inquieta, al ver el rostro de Lomy, inic iando una vez más los mismo movimientos más despacio.
Una sola tirada que sea menos de 69 o 49
Lomy no conseguía entender del todo los movimientos de su supuesta esposa. Algo frustrado, pues sabía que el tiempo podía ir en contra de ellos, intenta concentrarse el el vaivén de la luciérnaga. Esta vez comienza a vislumbrar un patrón en el movimiento...
Tirada: 1d100
Motivo: ¿entendere algo?
Resultado: 8
Bueno, con ese 8 algo entenderé...
Collar y Sevryl, es lo único que entiendes de lo que parece decirte.
Un desgarrador sonido atrona fuera y las voces de los compañeros de Lomy claman fuera.
Rufnus estaba a punto de perder el control. No tenía ninguna gana de dejarse atrapar en aquél lugar por una banda de espectros esclavos de los Neths.
Maldito Lomy de los demonios.... Salgamos de aquí cuanto antes enano.
Un desgarrador lamento clama desde el cielo, congelando el alma de cualquiera que lo escucgara. Como un graznido de un ave moribunda acercándose y cayendo en el vacío.
Una sombra enorme se dejó ver por el reflejo de la fogata encendida por los dos aventureros. Mientras una fugaz y fuerte ventolera hacía tambalearse la llama que les alumbraba y en apariencia protegía.
Un nuevo graznido lamentosomente cercano suena en la oscuridad, seguido de otro en otra dirección, hasta cinco veces se escuchó en diversos lugares, cercanos a la posición del guerrero y el enano de Össtelar.
Parecía que la hora de marcharse había llegado. Pero justo antes de marcharse Lomy había conseguido entender un par de palabras de la luciérnaga.
El collar de Sevril debe de ser el artefacto…- murmura para si.
Tengo que irme, Sem…Semsha- a Lomy le costaba aún creer que aquella luciérnaga pudiese ser de alguna forma su mujer- Ven con nosotros…
Mientras pronuncia aquellas palabras, Lomy se dirige hacia las escaleras, dispuesto a reunirse con sus compañeros y salir de allí.
La luciérnaga se acercó lentamente, hasta tocar los labios de Lomy con suavidad, durante unos fugaces tres segundos.
Para desaparecer en un vertiginoso destello al estrellarse contra la pared del derruído templo.
Lomy siente el contacto de la luciérnaga en sus labios, mientras permanece con los ojos cerrados, imaginando el rostro de su mujer. Cuando la luciérnaga desaparece por una de las paredes, Lomy, tras un largo suspiro, se apresura hacia las escaleras, para reunirse con sus compañeros.
Volveré, Semsha…- pronuncia antes de comenzar a bajar los escalones de dos en dos.
El sonido de miles de pasos desacompasados se escucha por el noroeste, lejano, pero contínuo.
Lomy desde arriba también lo ha escuchado y baja para ver que ocurre.
Ya estáis juntos en la parte de abajo.
Antes de bajar Lomy, la silueta y el ave enorme han desaparecido hacia el noroeste.
Lomy se reúne con sus dos compañeros.
Bueno, parece que ha llegado el momento de marcharse. Al parecer ese ejército de muertos se dirige hacia aquí. Cada vez se oye el sonido más cerca. Vamos, montemos a los caballos, y sigamos el camino. Ya habrá tiempo de descansar en otro momento… espero…
Rápidamente Lomy se dirige hacia su caballo, dispuesto a salir de allí cuanto antes.
La aparición de Lomy escaleras abajo, unido a la desaparición repentina de la sombra y el continuo, y cada vez más cercano, sonido de un ejercito en marcha acabaron de desconcertar a Rufnus.
Qué demonios está sucediendo Lomy. dijo el joven mientras se apresuraba a recoger sus pertrechos.
No se más que vosotros, Rufnus. Se oían cánticos procedentes de la ciudad que dejamos, y ahora el sonido de un ejercito que se acerca. Como supuso Oklayu, seguramente los Neths hayan utilizado los cuerpos de los cadáveres que vimos en la ciudad, y hayan hecho que se alcen. Tenemos que salir de aquí cuanto antes.
El enano comenzó a soplar los pelos de su barba, esta reacción era típica en él cuando su corazón se agitaba y el nerviosimo hacía acto de presencia en su fornido cuerpo, acompañó los gestos con la cabeza que parecía no querer permancer quieta en la misma posición, de modo que se encaminó hacia las escaleras que bajaban a la planta baja e incitó a sus compañeros.
Vamos, no tengo miedo a los Neths ya luché hace varias vidas vuestras contra ellos, pero no son orcos que podamos despedazar fácilmente, tres personas no pueden con un ejército de muertos vivientes.
En dirección contraria a los sonidos de guerra se abría el tenebroso y tristemente afamado Cañón de Sparscret. Donde las galjas devoran a todo aquel que se atreve a internarse en el reino del dragón rojo.
Solo había un camino, peligroso, pero al menos incierto. Si Lomy no recordaba mal, los restos de Servyl estarían cercanos a la cueva del dragón, aproximadamente a la mitad del desfiladero.
Lomy conduce a sus compañeros por el desfiladero, donde hace unos años tuvo que enfrentarse a las galjas.
Este desfiladero está repleto de roedores gigantes, así que mantener vuestras manos en las empuñaduras de vuestras armas. Espero que encontremos pronto el cuerpo de Sevril, y podamos así abandonar este lugar cuanto antes.