Partida Rol por web

Vale. - Suspiró el goblin aburrido. - El cuerpo de guardia de los goblins está cercano a la taberna y el de los humanos, en la parte cursi de la ciudad. Allí junto al templo de Pifo.

Señaló un punto elevado sobre la ciudad, donde un impresionante edificio de color marrón y blanco se reigía.

¿Qué ha ocurrido en el sur? Una manada de dragonuts nos ha destrozao a su paso cuando les dimos el alto. Venía, digo venían a hablar con el rey de algo urgente. Le, digo Les enviaba Devirius.

El guardia parecía magullado y herido en su amor propio.

¡Malditos sean los pomposos humanos y sus piernas largas! exclamó enfadado el senescal. ¡Se nos han adelantao!   luego dirigió su mirada hacia el goblin herido mascullando Claaaro, tenías que ponerte a jugar con el tronkito, claro... en fin , ya no hay remedio.

Tuldar dirigió de nuevo su atención al guardia de la entrada, a quien preguntó Esos dragonuts, ¿han lograo una audiencia con el rey?

Gimshrek observó los edificios que marcaba el goblin y momentos despues empredió camino hacia la taberna... el trabajo podía esperar si una buena cerveza se interponía... y por lo que había oido estaba seguro que la cerveza sería explendida.

Volvió a mirar al goblin de reojo y se alejo en su pony... cada vez odiaba mas a esos pequeños verdes... ya incluso habían conseguido sorberle el cerebro a los humanos para que uno de ellos los gobernara...

Non lo se, pero el drago... LOS DRAGONUTS, fueron a ver al rey. Perlo espero que la gloriosa guardia goblin los detuviera.

El guardia verde señaló el palacio real, en lo alto de uno de los ceros de la ciudad.

El enano avanzó unos cientos de metros hasta la ubicación de la tabrna. Lo que allí encontró fueron multitud de cristales rotos y la taberna desierta entre comentarios de traunseuntes, que hablaban de un ataque a la taberna por unos salvajes.

Mpfagraarcas!!! gruñó sin sentido Tuldar. Ta bien, ta bien. Encárgate de llevar a un chamán a ése dijo señalando al guardia malherido Que cuiden de él, ¿de acuerdo? Que no se diga que Tuldar no cuida de los suyos.Todos los demás, ¡a paso ligero ahora mismo!

Tuldar aprtió al galope seguido del resto de guardias que le escolltaban, en dirección al palacio del rey...

El enano se fue acercando con tristeza... quería conocer la afamada taberna y tomar un buen trago, pero ahora todo se había ido al traste, aunque quizas alguien buscaría venganza y eso podía significar trabajo para él. Poco a poco se fue acercando a la aglomeración preguntando por los responsables y el suceso, tambien pretendía enterarse del propietario y su paradero, pues podía darle trabajo.

Los goblins parten hacia el palacio. Una aglomeración de gentes preguntadas por su viejo amigo el enano del camino por lo sucedido les llema la atención.

La taberna de Taurnil, El odre de Vida, ha sido semidestruída. Las gentes hablan y responden al eneano.

Fueron unos salvajes que atacaron y dentro de la taberna se libró una cruenta batalla. Los soldados se han llevado a todos al palacio para castigar a los culpables.

Esta vez el enano vuelve a bufar al encontrarse con el senescal, aunque se acerca a saludarlo Senescal... venía con la intención de tomar una cerveza pero nunca mejor dicho me temo se haya agriado... buscaré otra posada... solo quería recordaros, que vivo alquilando mi hacha y quizas alguien quiera pagar por ella para solucionar este entuerto... con una leve inclinación de cabeza, mostrando respeto por el puesto que ostenta... Despues Gimshrek vuelve sobre sus pasos a por el poni y emprende de nuevo el callejeo en busca del barracón de la guardia humana...

Tuldar abrió muchísmo los ojos al ver lo poco que quedaba de su añorada taberna.

Con la de buenos ratos que hemos pasado aquí...

Incluso los guardias goblins miraban sin decir nada, los ojos llorosos, seguramente a causa del humo que se les había metido dentro. Sólo por eso.

Tuldar devolvió el saludo al enano con un cabeceo. Estaba realmente impactado, pero recordó su condición gracias a cómo el enano le trató deferentemente, y se apresuró a responderle. Que no se dijera que el Senescal de Akich era un bruto maleducado.

Maese Gimshrek  saludó  Paece que otra ve nos encontramos. La verdaz, no se qué ará el rey con los culpables, pero no me gustaría estar en su pellejo. De todos modos si surge algún poblema contaré con vos. ¿Ande podré encontraros?

En ese momento y entre el barullo de gentes, dos hombres enormes y de rasgos casi simiescos coren empujando a todo el que está en su camino, van en dirección a la taberna. Unos soldados humanos de Górnoran les persiguen gritándoles el alto.

El enano estaba pensando una respuesta y justo cuando iba a darla aprecieron dos enormes monos con intenciones poco nobles... por un momento llevó la mano a su hacha... pero refrenó, si bien acercó la mano a su ballesta no mostró ningún signo de atacar... Bueno senescal... quizas no tengais que buscar mas lejos a esos culpables...

Tuldar podía ser tachado de muchas cosas, pero desde luego no de cobarde. El goblin se situó con su lobo en medio de la calle por la que se acercaban corriendo aquellos salvajes, e indicó a los guardias que lo acompañaban que hicieran lo mismo.

A medida que los dos extraños humanos se acercaban , el goblin reetenía al ansioso loobo, hasta que por fin le dio la órden:

¡Aúlla colmillitos!  gritó ¡Que te oigan bien!

Parecía que el goblin estaba dispuesto a matar insitu a los salvajes, sería un buen momento para observar las habilidades del senescal y comprobar si realmente se mercía ese nombre, se quedó observando con la ballesta armada sobre su regazo...

Al verse taponados por los cabalga lobos los salvajes trataron de evitarlo. Uno de ellos pasa entre dos de los lobos empujando a los goblins y abriendo brecha para escapar tras ellos. Sin embargo el otro se empotra contra el goblin junto a Tuldar, derribano al goblin y chillando el lobo del fuerte golpe de la masa del enorme humano.

El lobo de Tuldar se tambalea y se mantiene en pie. Mientras el enano apartado de la escena parece disfrutar de la vista.

Hahaha  ¡bien hecho!  exclamó el goblin al ver la sutil forma en que su guardia detuvo al extraño humano Que respeten la autoridad del rey

Mientras tanto , el otro humano intentaba colarse por entre Tuldar y los demás guardias. Eh, saco de pus maloliente gritó Tuldar en la lengua común de los humanos mientras colocaba su enorme hacha sobre la cabeza del pobre hombre derribado ¡Tate quietecito ahora mismo o tu amigo será una cabeza más bajo!

El hombre no mira atrás y sale corriendo empujando a la multitud, abriendo un pasadizo entre ellos, huyendo.

Los goblins miran a Tuldar indecisos, mientras el que está en el suelo trata de incorporarse.

El salvaje del piso, permanece quieto pero su cara demuestra una inquebrantable furia, mira a Tuldra desafiante, parece que podría atacar en cualquier momento aún sabiendose vencido.

Los guardias llegan a la altura del grupo de goblins. Tratando de hacer hueco entre ellos para perseguir al huído. Pero todos chocan contra los goblins, uno de ellos tan desequilibrado que golpea a Tuldar en el estribo del lobo, haciendole moverse.

En ese momento el salvaje trata de escapar. Con tan mala suerte que se clava el hacha de Tuldar en el propio cuello, haciendose un corte superficial que empieza a sangrar. Se queda sentado llevándose las manos al cuello.

LA MADRE KE TE... gruñó ante el empujón el senescal ¿Pero se puede saber pa ké karajo tienes ojos, soldado?¡ Ya teníamos a esos dos bien tranquilikos y ahora le habeis dejao eskapar! ¡Y pa kolmo kasi me estropea el hacha!

Tuldar se giró hacia sus goblins y ordenó a los dos que aún estaban sobre sus lobos que persiguieran al fugitivo. Nadie ke keme una taberna eskapará de la ira goblin. Así habló Naa Taa... bueno, creo, no recuerdo kien me lo kontó... pero kasi seguro ke es verdad.

Depués, el senescal devovió la atención al herido salvaje, que se encontraba en el suelo junto a él Komo intentes eskapar otra vez, te doy de komer a Kolmillitos, ¿entendido? le advirtió Ahora dime...¿habeis kemao vosotros la taberna?

El salvaje con la mano en su herida, no contesta. Solo sigue mirando desafiante.

Los dos goblins en pie se pierden entre la multitud persiguiendo al otro salvaje.

Los soldados tratando de levantarse y seguir la persecución, maldicen a los goblins entre dientes.

Les vimos rondando las murallas de la ciudad. Estaban empezando a hacer una zanja en el exterior. Algo se tren entre mano.

Dice finalmente el que tenía un distintivo de suboficial.