Partida Rol por web

La noche había sido bastante movidita y estabas bastante agotada tanto dar vueltas de un sitio a otro, de servir tragos a completos idiotas y de tener que cruzarle la cara al menos a otros dos. Por suerte, tu turno ya estaba a punto de terminar y en el bar, tan sólo quedaban unos cuantos borrachos habituales y tres hombres que no haías visto nunca por el local, pero que no daban demasiada guerra yaque estaban riendo y hablando sentados en una mesa mientras tomaban unos tragos.

La puerta del bar se abrió y por ella, entro Lisa, tu compañera y la que se encargaría de cerrar el bar dentro de unas horas, aunque para ti, con el dolor de pies que tenías, era más bien como tu salvadora en estos momentos. Te saludó y con un movimiento de cabeza y una sonrisa y mientras servías otro trago pasó al vestuario para cambiarse y hacerte el relevo.

- Oye guapa! - Te gritaron desde la mesa de los desconocidos. - Sácanos otra ronda y sírvete un trago para ti también si te apetece preciosa, que una camarera tan guapa necesita unos buenos clientes como nosotros!

¡Por fin! - piensa, feliz de ver a Lisa, le responde con una sonrisa y un movimiento de mano. - Recordatorio: nunca, NUNCA MÁS, te pongas zapatos nuevos para ir a currar.

Y suerte que no eran de tacón, pero la estaban matando.

Se giró y sonrió a los desconocidos, sí, si se portaban bien, Alex regalaba sonrisas a tutiplén.

¡Marchando! - exclamó sonriendo y dirigiéndose a la barra para en una bandeja poner las copas y servirles aquello que más habían pedido durante la noche, para ella, sin embargo, no se puso nada. Se acercó a la mesa y repartió las copas - Y por eso mismo, porque tengo que cuidarlos, en esta ronda invito yo.

Les guiñó un ojos y se dirigió a una mesa sin clientes para vaciarla y limpiarla. Eso sí, sin dejar de mirar hacia la puerta para controlar a Lisa, ¡quería irse!

Los hombres parecían no darse por vencidos a pesar de que les habías invitado a las copas e insintieron de nuevo.
- Vamos guapísima, descansa un momento y tómate un trago con nosotros, que no mordemos.. - Dijo uno de ellos, a los que sus otros dos compañeros respondieron con unas sonoras risotadas.

Al ver que no les hacías demasiado caso, optaron por dejarte tranquila y te dio tiempo a recoger todo lo que había en la mesa y poner el lavavajillas. Parece que tu compañera no tenía demasiadas ganas de salir del vestuario ya que normalmente no tardaba tanto.

Entonces, sin saber cómo había entrado, un hombre sale andando tranquilamente del vesturario y cuando ibas a decirle algo, atraviesa una de las paredes y desaparece de tu vista. Los tipos de la mesa no parecen haberse dado cuenta.

Alex ignora sus peticiones y sigue recogiendo y limpiando... hasta que ve el tipo.

Levanta la mirada y frunce el ceño al no reconocerlo... no se sorprende por que atraviese la pared, ya estaba acostumbrada a eso, pero... lo que sí era raro es que saliera del vestuario.

Se dirige allí a paso rápido y abre la puerta, entrando.

Lisa, ¿estás bien? ¿Quién era ese tío?

Te diriges hacia el vestuario preguntando en voz alta, pero cuando agarras el pomo de la puerta un dolor muy agudo comienza a hacer presencia en tu cabeza. Escuchas voces, voces que susurran y que a pesar de que no puedes entender, sientes como sientes agonía, dolor, mucho dolor..

No puedes tenerte de pie debido al tremendo dolor de cabeza, y caes de rodillas al suelo, hasta que por fin, al soltar el pomo, ese dolor y esas voces desaparecen como habían venido.

Uno de los hombres que había en el bar ha corrido hasta tu lado al ver cómo te desplomabas.

- Te encuentras bien? Dice mientras te ayuda a levantarte.

Alex se levanta ayudada por el desconocido.

Sí, sí... - pero todo aquello aun le parecía más sospechoso.

Con un suspiro, se aparta el pelo de la cara, mira fijamente la puerta... y retrocede unos pasos, se quita los zapatos, dejando ver que ha sido un error no ponerse el Compeed ampollas, pero ahora eso no importa. Es evidente que no va a volver a tocar el pomo, y sin tocar el pomo, solo hay una manera de abrir una puerta...

Se hace crugir los dedos de las manos, el cuello y mira fijamente hacia allí... y... empieza a correr, haciendo que con la velocidad que coge, por solo unos metros de distancia, se caigan dos vasos por el viento y el hombre tenga que retroceder. E impacta con todo su brazo y cuerpo a la puerta... haciéndola caer.

Se sacude la cabeza y se levanta rápidamente... mirando lo que sucede allí dentro, cogiéndose el brazo con la mano y haciéndose un suave masaje, mirando qué pasa allí dentro.

El hombre se te queda mirando al ver que pareces coger carrerilla y no hace nada para evitar que te lances contra la puerta. La puerta se abre bruscamente, sonando como se astilla la madera y aunque tu idea es la de levantarte rápidamente al caer, ruedas por el suelo sin poder evitarlo. Escuchas un sonido parecido al que hace una bola de bolos al chocar y tirar su objetivo, sólo que lo que ves delante tuyo en ese momento no te gusta nada. Es una calavera, blanca, sin nada de carne encima como si la hubieran limpiado a conciencia. Vuelves la cabeza y ves el resto del esqueleto esparcido alrededor tuyo, la mayoría de los huesos aún están unidos, parece que el esqueleto estaba entero hasta que has cochado contra él.

No has podido nilevantar aún de lo aturdida que estabas, cuando te fijas que en la pared hay un símbolo. Es un círculo con un triángulo en el medio y parece estar hecho con sangre, a pesar de no haber rastro de sangre por el vestuario ( ni tampoco de tu compañera).

Se levanta lentamente, mirando todo lo que hay esparcido... y llevándose una mano a la boca, está convencida de que aquellos huesos no pueden ser de nadie más que de Lisa, pero... ¿por qué? ¿Quién era aquel tio?

Se fue a su ropa y cogió su abrigo, nerviosa, las manos le temblaban... sentía las lágrimas juntándose en sus ojos y un nudo enorme en la garganta... primero, llamó a la policia, para que vinieran enseguida, y luego llamó al jefe diciéndole que había ocurrido una emergencia y que viniera enseguida... las lágrimas empezaron a descender por sus lágrimas, claramente afectada.

Salió de allí, detuvo la música, y echó a todo el mundo... cerrando la puerta con llave y cogiendo el móbil de nuevo para ir a la agenda y poner el número de Josh...

No, a Josh no... - cambió de idea y bajó solo un nombre más, "Juliet"... se lo pensó... volvió al nombre de arriba y llamó a Josh llorando... siempre acababa volviendo a él.

Los hombres, no querían dejarte sola, ya que desde la puerta, habían visto como te habías golpeado con el esqueleto al caer y el símbolo de sangre en la pared. Antes de que marcaras el número de Josh y como si se hubira adelantado, la puerta se abría y te sonreía mientras decía:

- Hola Alex.. - dice según entra pero cuando se percata de que estás llorando se acerca a ti y te abraza. - ¿ Qué te ha pasado pregunta? ¿ Te han hecho algo esos hombres?

Las manos de Josh acariciaban tu cabello tiernamente, intentando que te calmaras.

Se sorprende al ver a Josh entrar por aquella puerta, se lo queda mirando, guarda el móbil y se va abrazarlo... mientras niega con la cabeza.

Lisa... alguien ha matado a Lisa... - responde mientras va sollozando, sin soltarlo ni un centímetro.

Con la fuerza que ya sabías que le caracterizaba,  te coge en brazos casi sin inmutarse. Los hombres que había en el bar, se marchan tras ver la mirada que Josh les echa y que te coge como si no pesaras más que un vaso y luego, se acerca a la puerta del vestuario y echa un vistazo.

- Tenemos que salir deaquí.. es que no has visto las noticias? - Te pregunta con un tono de voz bastante preocupado.

Se sorprende un poco cuando la coge, no por la fuera, que ya sabía que la tenía... sino por el hecho de que la cogiese así, quizás no debería haberla sorprendido... al fin y al cabo siempre la trataba bien.

Deja de llorar lentamente... pasándose las manos por la cara.

¿Las noticias...? Llevo toda la noche aquí... y me he pasado el día durmiendo - aunque aquel día había estado con Jason en su tienda también, y allí no tenía puesto las noticias, precisamente, más bien música estridente. - ¿Por qué? ¿Qué ha pasado?

- Larguémonos, te lo contaré por el camino. - Fueron las últimas palabras que escuchaste, ya que volvieron aquellos susurros y el fuerte dolor de cabeza. Pudiste notar como un chorro de sangre salía de tu nariz, pero pronto se hizo la oscuridad y caiste insconsciente.

Cuando volviste a abrir los ojos, estabas en una habitación, por lo que te parecía no podía ser nada más que un motel. Sentado enla otra cama mirando la televisión, se hallaba Josh, quien estaba viendo una pleícula o algo así y no se percató de que por fin habías despertado.

Se incorporó y se llevó las manos a la nariz... ya no tenía sangre, pero era lo último que recordaba... miró alrededor y arqueó una ceja, ¿un motel? Miró la espalda de Josh y negó con la cabeza. Lo siguiente que hizo, fue mirarse si estaba vestida... no le extrañaría tampoco estar en bolas, aquel usaba cualquier excusa para despelotar a quien fuese.

¿Qué ha pasado? - preguntó finalmente, al ver que todo estaba en orden.

Observas vestida y sí, lo estás, pero sigues con la misma ropa con la que habías estado trabajando, includo tienes una gota de sangre manchando tu camiseta.

Josh se gira al escuchar tu voz, incluso suelta un suspiro de alivio cuando te ve bien y te responde a tus plabras:

- Te desmayaste y te he traído aquí antes de que llegara la policía o la D.C.M. ¿ Estás bien? Te he limpiado la sangre que tenías en la cara..

Se le ve preocupado, la verdad es que bastante más preocupado de lo que le has visto en ninguna otra ocasión.

Sonríe levemente, suspirando...

Sí, yo estoy bien, pero Lisa... - al recordarla, se pone blanca de nuevo... pero en vez de llorar de nuevo, frunce el ceño y mira a Josh - Tengo que hablar con la policia, antes de ver a Lisa vi a un hombre travesar la pared... ¡seguro que fue él, Josh!

Da un puñetazo a la cama, sin conseguir nada, claro, más que demostrar su impotencia... y su cansancio.

Josh se levanta de la cama en la que está sentado y se sienta en la tuya para besar tu frente, tras ello, gira su cabeza a la televisión y cambia de canal con el mando que tiene en la mano. El canal es uno de esos en los que hay noticias 24 h. al día.

Lo primero que te llamó la atención de la imagen de las noticias, fue que el mismo símbolo que había dibujado en la pared junto al esqueleto de Lisa también estaba pintado en la fachada de la casa de la tele. La noticia decía que ya era el tercer asesinato de esta semana en el que fallecía un mutante y la única conexión entre las víctimas, suponían que como marca del asesino, era ese dibujo en las fachadas.

La D. C. M. decía no tener nada que ver con la muerte de esos mutantes y que estaban ya investigando lo sucedido.

En ese momento salía una noticia de última hora. En la imagen de una cámara, de no muy buencalidad debido a la gran cantidad de curiosos que rodeaban a los periodistas, se podía ver una mansión de una de las zonas más ricas de Nueva York. En la fachada, bajo una ventana se podía ver el símbolo, pero por alguna razón, la policía desmentía que en ella de hubiera producido ningún asesinato.

La casa era del muntimillonario Mitzusaka Kaito y según había informado alguien anónimo del servicio, la ventana bajo la que se había pintazo el dibujo era la de su hija pequeña, Abigail de 17 años de edad.

Lo que no salía era ninguna imagen de los dueños ni de la muchacha de la que hablaban.

Frunce el ceño y mira a Josh.

¿Y qué pasa? Con más motivo me tendría que haber quedado para decirles algo a los policias... - era consciente de que no había visto bien el asesino, pero... al menos había visto sus ropas, o al menos sabía el poder que tenía: travesar paredes.

¿Pero por qué un mutante asesinaría a otros mutantes?

Josh te mira sin entender tu comportamiento, como si el pensara de otra manera.

- ¿ De verdad quieres meterte en medio en asuntos del D.C. M. ? Y además, quién te dice que el que quiera que lo hizo no fuera a ir a por ti antes de que llegaran? Tenía que asegurarme de que no te pasara nada. - Hizo un silencio y luego casi refunfuñando te dice. - Siempre puedes llamar ahora por teléfono a la policía y explicarles lo que ha pasado.

La mano de Josh acaricia tu cara, dándote ánimo, como tratando de disculparse por su comportamiento protector.

Tenía que asegurarme de que no te pasara nada.

Le imita, moviendo la cabeza de un lado a otro, refunfuñando... precisamente, era aquel comportamiendo de Josh que no le permitía olvidarlo, o descolgarse de él... si la dejara tirada y pasara de ella sería mucho más fácil.

Se dejó caer a la cama, hacia atrás, suspirando... y frunció el ceño, mirándolo.

¿Y por qué me has traído en un motel? - preguntó alzando una ceja... había unos cuantos sitios a los que ella habría recurrido antes que un motel.