Partida Rol por web

Matt acaba riendo de nuevo ante tus palabra, aunque luego se entretiene unos momentos en corregirte.

- He dicho que tenía todo el día libre, no que fuera mi día libre.. - Se reía a carcajadas por lo gracioso. - Normalmente la gente tiene más cosas que ir a trabajar.. ya sabes.. - Sin duda, tus palabras le habían hecho gracia, pero reía sin ninguna maldad.

El hecho de que te acercaras más a él, lo volvió a poner serio y aunque estuvo tentado unos instantes, en los que pudiste percibir como la tensión existente se hubiera podido cortar con un cuchillo, decidió que quizás no era una buena idea, ya que puede que si intentaba besarte ya le cruzaras la cara, aunque si seguías acercándote igual no podría resistirse.

- ¿ Has visto alguna vez un edificio construído con minerales de colores?

Abro mucho los ojos ante su última pregunta y, la verdad, he de reconocer que me ha dejado sin palabras... no esperaba algo así, aunque tampoco esperaba que un chico tan guapo cayese a mis pies en el primer intento...
- Puuu... pues... dios... no, ¡ni siquiera sé cómo es eso posible! ¿Está cerca de aquí?
Mi curiosidad y energía renovada tras el capuccino me hacen cogerle de una de ambas manos y sacarle de su silla en el café.
Antes de salir por la puerta me giro y observo su cara de no entenderme:
- ¿Hemos pagado los capuccinos? Soy nueva aquí, no quiero que empiecen a poner cartelitos con mi cara por las paredes... - río diovertida mirándole fijamente y empezando a revolver en el bolso que llevo, que no es que lleve muchas cosas dentro pero menos es nada.

Justo cuando entre tus cosas encontrabas esa tarjeta de crédito que te había dejado la D.C.M. en el piso, Matt se volvía a reir, ya que siempre parecías un mar de nervios.

- No te preocupes, al capuccino invito yo.. - Dijo negando con la cabeza al ver tu intención de ir a pagar. - ¿ Sabes? Creo que viéndote ya sé lo que necesitas.. Vamos a cambiar los planes. A la tarde iremos a ver el edificio " Zafiro " ahora vamos a ir a otra parte..

El hombre te tendió la mano, esperando a que la cogieras.

- Dame la mano, vas a viajar muy muy rápido... - Te dijo guiñándote un ojo.

¿Qué quiere decir con "viéndome"? Qué vergüenza, seguro que se ha dado cuenta de que el café de esa taza me ha afectado... me digo a mí misma en silencio. Pero a la par me alegro de que vaya a llevarme a otro lugar diferente. Quizá sea más emocionante que el edificio del que me ha hablado...

Antes de darle mi mano y apretar fuertemente la suya solo puedo preguntar un poco desconcertada:
- ¿Con darte sólo una mano ya iré lo suficientemente agarrada para no... no sé, estromparme contra alguna pared?

No puedo evitar en la sensación de estar volando cuando iba agarrada con brazos y piernas a Lucas en el Tibet y el miedo que me daba caerme desde esa altura.

Volviste a hacer reir al hombre, el que sin lugar a dudas, se estaba divirtiendo en tu compañía, ya que parecía divertirse de lo lindo con tus comentarios.

- Sólo con darme la mano es suficiente.. - Dijo cuando le agarrasta aunque te miró soprendido y añadió. - Tampoco hace falta que me " abolles " la mía, con que me agarres llega..

A lo que no pudiste responder ya que cuando quisiste darte cuenta todo lo que había a tu alrededor estaba pasando muy pero que muy deprisa, como cuando le dan cámara lenta a algo, en este caso al resto del mundo y a vosotros os dejan a una velocidad de " cámara rápida ". Lo bueno, es que para cuando te diste cuenta de ello, ya os habíais parado, así que ni siquiera te dio tiempo a sentir alguna clase de vértigo o similar, aunque estabas segura de que tus pies no se habían levantado del suelo más que para andar como muy deprisa.

Al mirar el edificio que teníais delante no te llamó demasiado la atención, ya que era uno de esos que tienen pinta de ser algo más viejos, pero bueno, tampoco mucho, ya que todo en aquel lugar era relativamente nuevo. Eso sí, te vino un olor fuerte como a hierbas, parecía provenir de una ventana de aquel edificio que estaba abierta.

- Creo que aquí podrás relajarte de sobra, aunque espero que sea en mi compañía y no me eches. ¿ Estás guapa en bañador? Seguro que sí..

Agarrando solamente una mano a Matthew, el muchacho tras reirse con mi comentario echa a correr... aunque cualquiera lo habría dicho. Veo pasar todo a mi alrededor a toda velocidad, como cuando echas para adelante una película en el DVD.
¿No nos chocaremos con la gente que va por la calle? Madre mía... creo que nunca me acostumbraré a esta clase de poderes. Ya lo debe tener demasiado controlado para no tropezar, ni chocar con nada... es increíble. Todo esto lo pienso cuando noto que vamos frenando, hasta ese momento no he sido más que capaz de mirar a un lado y otro desconcertada.

Nos paramos frente a un edificio de aspecto sumamente normal pero un olor a hierbas dulzón me viene a la nariz y sonrío levemente justo antes de que me de a entender qué tipo de edificio es... ¿Guapa yo en bañador? Diría que sí...
- ¿Guapa en bañador? ¿Tú qué crees? ¡Pues claro que sí! Yo es que no tengo abuela, ya ves... - me río tras mi comentario mientras le guiño un ojo.- Pero si el bañador es rojo o negro... mejor me sentará, jijiji... Por cierto, no ha estado mal la experiencia de ver pasar todo a toda leche a mi alrededor, supongo que podremos repetirlo...

Cuando termino de hablar me doy cuenta de que seguramente se me habrá revolucionado la cabellera, cosa bastante común ya que tiende a ir a su aire y más si le doy motivos como la velocidad a la que acabo de ir al aire libre. Me intento peinar los rizos con los dedos de ambas manos mientras espero que Matthew me guía hacia el interior del edificio.

¿Tendrán bañadores aquí dentro para dejarme o comprar? Bueno... déjate llevar, Elara, déjate llevar que el chico sabrá lo que hace, pienso dándome cuenta de lo perdida que me encuentro en un lugar como este aunque por suerte tengo una exquisita compañia que no pretendo echar de mi lado, como ha dicho él.

- Es más rápido que ir en coche a los sitios, y más barato y no hay semáforos.. - Empezó a decir Matt mientras atusabas tus rizos que tampoco habían quedado tan mal tras el viajecito, pero que a ti te parecía que habían quedado horriblemente mal, aunque seguramente sólo porque querías estar mona.

Entrasteis en aquel edificio y una muchacha joven os atendió. Te metieron en un vesturario en el que te dieron como veinte bañadores/bikinis a elegir, casi prácticamente de todos los colores y cuando estuviste lista la muchacha te llevó hasta un ascensor que descendió como dos pisos. Cuando las puertas se abrieron viste una sala en la que había como una especie de piscina de roca con piscinas más pequeñitas a los lados y que burbujeaban.. parecían aguan termales.

A la derecha de todo aquello había una especie de " bar " en el que servían bebidas.. Era como estar en una piscina de aguas termales pero bajo tierra.

- Puedes hacer el uso que desee de estas instalaciones y las bebidas del bar son gratuitas. - Te dijo la muchacha antes de dejarte allí, no sin antes darte una toalla.

- Gracias, muchas gracias. - le digo a la muchacha por sus servicios y sus explicaciones durante todo el trayecto hasta esas aguas termales bajo tierra.

Una vez se hubo marchado me quedo allí, de pie junto a la puerta, mirando a mi alrededor, dejándome relajar sólo con lo bonito del lugar, pensando en lo agradable que será meterse en esas aguas burbujeantes.
Como no veo a Matthew aún por allí imagino que se habrá retrasado eligiendo bañador, pues dudo mucho de que llevase bajo los pantalones un bañador en vez de... Bufff... Bueno, mejor esperarle aquí hasta que venga.

Me acerco a la barra del bar, dejo la toalla en una silla y me siento en otra al lado. Pido al camarero una copa de vino para que la espera no se me haga pesada, aunque Matt no debería tardar mucho más. Intento en varias ocasiones entablar conversación con el camarero pero no se me ocurre nada ás allá de la típica conversación acerca del tiempo...

El camarero te mantuvo la conversación, pero como una clienta que eras, una de esas cargadas de tópicos de si el lugar esto y el lugar aquello, así que no es que te entretuviera demasiado. Por suerte, Matt no tardó en llegar y la verdad es que así estaba aún incluso mejor que vestido:

- Vaya.. - dijo cuando te vio.. - Ya sabía yo que ibas a estar preciosa en bañador también..

Lo bueno es que parecía que todo aquello iba a ser para vosotros, ya que no había nadie más en aquellos momentos.

- ¿ No te apetece el baño? Te aseguro que después de salir de ahí dentro estarás como nueva.

- Tú tampoco estás nada mal con ese... - le respondo en tono sugerente ante su piropo sobre cómo me queda este bañador negro, hago una pausa para mirarle de arriba a abajo-: bañador, Matthew.
Le do un par de tragos seguidos a la copa de vino y me encamino a una de aquellas bañeras empedradas respondiendo así a su última pregunta antes de contestar con palabras:
- Por supuesto que quiero probar estos baños. No dudo que saldré como nueva, y en tan buena compañía más aún, vaya... La verdad es que ojalá yo tuviera algo así cerca de casa para eliminar las jaquecas que me causan las visiones. Supongo que será algo muy recurrido por tí en ese mismo aspecto, ¿no? Ya que te sienta tan mal como a mí...

La sonrisa del joven se pronunció cuando lo miraste de arriba a abajo ya que no parecía que te disgustara lo que veías, así que ese simple hecho se lo tomó como todo un cumplido.

- Sí, así es.. Lo de los dolores de cabeza es una putada pero suelo meterme aquí dentro y consigo dormirme en el agua y descansar, sin tener ningún sueño ni nada si estoy mal por alguna visión.. Así que supuse que tú también estarías bien aquí.. No funciona siempre, pero sí que lo hace habitualmente.. aunque tengo que reconocer que viéndote así me dan ganas de cualquier cosa menos de dormir...

Cuando se dio cuenta de lo que te acababa de decir se sonrojó un poco, aunque su mirada también recorrió tu cuerpo, aún así, medio colorado, te tendió la mano con idea de ir al agua, la cual se escuchaba burbujear de fondo.

Al darme cuenta de lo que Matt me acababa de decir no pude evitar sonrojarme yo también. Vaya, ya debo tener la cara como el color de mi pelo... qué vergüenza, ¡y eso que lo ha dicho él! pienso avergonzada tras el atrevido comentario del chico.

- Bueno, yo... no sé si sería capaz de dormirme aquí, la verdad... aunque seguro que estas aguas deben relajarte un montón. - respondo un poco después para acallar el incómodo silencio y coger la mano que me ha tendido. La aprieto con fuerza y me dejo llevar hasta unas de esas bañeras sin dejar de mirar la espalda de Matthew desde todos los ángulos posibles. Ops... menos mal que no me ha dicho nada de que sepa leer la mente como Lucas... pienso entonces al darme cuenta de ello y sonrío al recordar a mi compañero de expedición con el que he hecho buenas migas en poco tiempo a pesar de llevarme una reprimenda de su parte por mi actitud alocada.

Una vez cerca de meternos en el agua le acerco a mí y le susurro al oído:
- De todos modos, el camarero no creo que se marche ni nos quite ojo de encima...

- Seguro que si llevaras tres noches sin dormir caerías a plomo.. - Te respondió Matt a sabiendas de que eso era totalmente cierto.

El agua estaba caliente, quizás incluso demasiado según te metías, pero poco a poco hacía que resultase agradable estar dentro y sobre todo, comenzabas a notar como el calor hacía que los músculos del cuerpo se relajasen..

Al acercarlo a ti y susurrarle aquellas palabras al oído, pues reaccionó de la forma más normal que podía hacerlo y giró la cabeza para mirarte para poco después acercar sus labios a los tuyos lentamente, de forma que pudieras pararle si así lo deseabas.

Tras susurrarle al oído aquello en referencia a la mirada del camarero Matthew se gira encarándose a mí, me mira y se acerca cada vez más y más... y más... hasta que sus labios me piden a gritos un beso.
En cuestión de segundos mi instinto me obliga a reaccionar y, atrapándole con ambos brazos por el cuello, lo atraigo a mí los escasos centímetros que nos separaban y le beso con tantas ganas que ni siquiera me acuerdo de mis colmillos que podrían dañarle al no estar acostumbrado.

Noto un calor tremendo invadiéndome el cuerpo de pies a cabeza. Bueno, seguro que parte de culpa la tiene el que tengo medio cuerpo metido en ese agua tan caliente de la bañera, y la otra parte pues... las hormonas se encargan del resto, por decirlo de alguna manera.
E inconscientemente, antes de separarme de sus labios pienso en que hacía muchísimo que no me sentía tan bien. Libre de visiones, relajada y dejándome llevar por lo que va surgiendo.

Matt se apartó lentamente de ti, con una sonrisa en sus labios y los ojos bien fijos en los tuyos como si no hubiera nada más en aquel lugar que no fueras tú. Pronto su expresión cambió y puso un poco cara de malo y se encogió de hombros cuando le miraste con cara de que no sabías lo que estaba tramando.

- Pet ¿ No tienes nada que hacer en alguna otra parte? - Dijo mirando al camarero, quien pareció darse por aludido.

Hizo un gesto negativo con la cabeza y dejó su delantal sobre la barra antes de irse por el ascensor por el que habías bajado tú hacía unos instantes y donde de encendió una luz roja que ponía "closed ".

- ¿ Así mejor?

Al oír la pregunta que le hace al camarero con toda la confianza del mundo es cuando me doy cuenta de lo que pretende... y no puedo evitar sonreír pensando en qué se le estará pasando por esa cabecita a Matt...
El camarero, que al parecer se llama Pet, deja su delantal sobre la barra a la vista y se marcha por el ascensor por donde la chica me bajó a este sitio.

- ¿ Así mejor?

- Vaya, pues... wow, sí, mucho mejor será estar completamente a solas. Ya veo que no te andas por las ramas tú, ¿eh muchachote? - le digo tras su pregunta con tintes picarones sacándole la lengua como si fuera una niña pequeña.

Matt se te quedó mirando con una medio sonrisa y ante tus palabras se puso algo colorado, aunque no apartó sus ojos de ti.

- Como habías dicho que el camarero no nos iba a quitar los ojos de encima.. yo.. pensaba.. Perdona. - Se separó un poco de ti, pensando que había metido totalmente la pata.

Tan sólo carraspeó unos instantes y luego se quedó mirando al frente, totalmente azorado por la situación.

- Si quieres puedo dejarte sola y venir a buscarte un rato.. no quería.. - En ese punto se le volvieron a atragantar las palabras ya que no parecía estar demasiado acombrado a estas situaciones y parecía estar pasándolo mal.

- Oh, no, no ¡¡nooo!! ¡Quédate aquí! ¿Por qué iba a querer que me dejases sola? Nada más allá de la realidad. - le digo a Matt sonriéndole y agarrándole por los hombros poniéndome frente a él con un rápido movimiento por el agua que nos rodeaba.- No, no te preocupes, sólo estaba bromeando. Estaremos muy bien así.

Y acto seguido me acerco y le doy otro beso esperando que no se lo tome a mal ni me rechaze. Parece que se ha sentido incómodo ante mi broma y no quiero eso ni de lejos asíq ue intento demostrarle que no pasa nada, que estamos bien como estamos y mucho mejor sin ser observados.

Ni qué decir tiene que el chico no se apartó, sino que más bien sonrió quizás hasta algo tímidamente cuando te acercaste a él y besó tus labios de forma suave aunque por si acaso, no hizo ningún además de ir a agarrarte, ya que parecía ser bastante comedido y tampoco quería que salieras corriendo la primera vez que estabas a solas con él.

- Hemos venido a relajarnos pero tenerte así de cerca no ayuda mucho.. - Te dijo bromeando al separar sus labios de los tuyos, aunque en seguida volvió a besarte.

No puedo evitar reírme ante su comentario pero le sonrío después porque me doy cuenta de que es verdad. Aunque para mí es más relajante el notar el calor de sus labios en los míos que estar en una bañerita creada precisamente para la relajación. Aún así me vuelvo a mi sitio después de unos minutos, a su lado y me acurruco junto a su pecho mojándole con las puntas de mi pelo que ya han tocado el agua y dejan caer algunas gotitas.
Puedo notar como la humedad del sitio me está bajando el volumen del pelo, terminaré teniéndolo todo caído y ondulado pero no me importa lo más mínimo.

- Sí, relajémonos un ratito mejor, Matthew, aunque estar en tu compañía también es tan relajante como estar aquí metida en estas aguas. - le confieso susurrando mientras le miro desde mi altura con una sonrisa sincera. Luego me dejo caer sobre su pecho y me acomodo todo cuanto puedo.