Partida Rol por web

Observo por un instante la situación, por mi cabeza dejo que los pensamientos fluyan rápidamente para agarrarme a una opción: ¡Ya está, tengo que saltar hacia aquel espacio en el suelo y atacar con mi espada intentando buscar un punto débil en el orco! Saco mi espada, calculo brevemente las distancias y....¡SALTO!

-¡AAAAAAHHHHH MUEREEEEEEEE!-grito con todas mis fuerzas mientras le lanzo mi terrible tajo.

Arza vió como el mediano se lanzaba al ataque. Las cosas no se ponían fáciles para ellos, pero ahora mismo parecía que el más peligroso era el más lejano.
Agarrando con fuerza el estoque se lanzó al ataque. Parecía que había pillado al orco por sorpresa. Cuando llegó a su lado golpeó con todas sus fuerzas.

Tras sufrir un tremendo tajo en el pecho la risa de Rakas inunda el pequeño campamento, en sus ojos asuma una furia incontenible cuando observa a su adversario.
Pero no es el momento de liberar su furia, es probable que vuelvan a combatir al día siguiente y será mejor estar preparado.
Se mueve hacia su adversario apartandose ligeramente de otro de los orcos para evitar un nuevo golpe, Menzo le da el momento oportuno a despistar al guerrero, pero parece que despista a ambos por igual haciendo que Rakas corte el aire con un terrible mandoble.

Un espadón vuela por encima de la cabeza del orco que Gliadel tiene enfrente. Sin duda no es una buena señal.
Gliadel furioso por la acometida que el orco del gran hacha le hizo a su compañero de aventuras ,Rakas, intenta golpearle de nuevo con la maza al grito de:

-MUERE BASTARDO!-

De nuevo los nervios le traicionan.El orco está tan cerca que puede sentir el calor de su aliento podrido.Solo le queda retroceder,y prepararse para la embestida.

Cuando todo parecía complicarse, el mago decidió que era el momento de apelar a su arte. Un par de gestos con las manos. Unos vocablos que que el resto no pudo entender y unos pétalos de rosa que sacó de su bolsa de componentes fueron el preludio de una sensación de sueño que afectó a los orcos.

Uno de ellos, cayó al piso, totalmente dormido, en tanto que el otro, el que parecía el más peligroso, al ver que sus arqueros ya habían sido eliminados y su compañero, había caido por algún extraño motivo, de repente no se sintió tan seguro

- Grushmm skjofft grissmit adsort ereds - murmuró mientras daba un par de pasos atrás usando el hacha para protegerse y, finalmente emprendía una veloz carrera hacia el camino.

Paso por encima de Rakas tumbado en el suelo y me muevo en horizontal buscando un ángulo de vision mejor; mientras, dejo caer la espada al suelo y voy dando giros a mi honda, apunto guiñando un ojo y sacando la lengua al orco que uye. Cuando la honda ha alcanzado suficiente velocidad, suelto un extremo y la piedra sale silvando en dirección a la apestosa criatura.

-¡Deberíamos coger a uno con vida, quizás tengan relación con la misión que nos compite!

Aun desconcertado por su torpeza al manejar el espadón Rakas comienza a escuchar la extrañas palabras del elfo temiendose lo peor. Sin embargo lo único que hace es bostezar y ver como cae dormido uno de los orcos mientras el otro al verse superado comienza a retirarse.
Esto no va a quedar así, aun le duele el pecho y nota resbalar sangre de su armadura.

Cuando Arza se gira para ver cómo va la pelea, ve al orco que está en medio de sus compañeros en el suelo; muerto o inconsciente, pero lo que hace que le recorra un sudor frio es el que está escapando. Sin pararse a pensar en las posibilidades se pone a cargar contra él.

Arza estaba junto al último orco que había matado. Pensándolo fríamente, no había sido muy inteligente; si hubiese fallado el golpe el orco podría haber acabado con él. Pero bueno, no estaba aquí por las posibles cosas que podían ir mal; ya le había ido mal en el pasado.
Al oir a Rakas, echa a correr a su mochila y coge su cuerda; rápidamente se acerca al orco y le ata a conciencia con ella.
Pero se ve nervioso; sin duda el exceso de adrenalina y ahora la ausencia de ella, y no consigue más que una chapuza, y como el orco se despertará grita:Que alguien me ayude, no he conseguido atarlo tan bien como debiera.

Gliadel agarra en el aire con cara circunstancial la botella de hidromiel que le lanza Rakas.
Al ver que su amigo aún conserva el buen carácter, contra todo pronóstico incluso está más animado que antes del combate, decide que sus heridas pueden esperar por un momento. La acción no había terminado aún.
Le relanza la botella al hombretón al grito de:

-¡Espera ahí! voy a intentar ayudar a Arza a atar al orco. Ahora vuelvo para curarte esa herida tan fea que tienes ahí.-

Cuando llega al lado de Arza-el le comenta:

-No tengo mucha idea de como hacer esto pero puedo intentar ayudarte. ¿No dicen que dos cabezas piensan mejor que una?-

Recojo mi espada del suelo y guardo mi honda. Miro a Rakas con cara de preocupación y me dirijo a él con el material de curandero en la mano. Se lo dejo a su lado para que hagan buen uso de él si quieren. -¿habrá terminado el peligro o habrá mas orcos para contraatacar? -Me camuflo en el sotobosque y doy un registro a los alrededores por si hubiese más enemigos cerca preparando otro asalto.

Viendo que todo el mundo se pone a trabajar en los alrededores y aun con demasiada adrenalina como para poder conciliar nuevamente el sueño pego un último trago de hidromiel antes de levantarme.

-GRNISH SHUT UR IBER TRUT UDFBER JRNNOUN .- Me dirijo al orco hablándole en voz alta, por mis gesto se puede llegar a enteneder que mejor se calle de momento.

Vamos a ver que tenían los amigos de este asqueroso orco.- Voy revisando las pertenencias de los orcos uno a uno con calma mientras nuestro pequeño compañero se cerciona de que no haya más en los alradedores. Yo al haber escuchado al orco sé que no habrá más.- En mis tierras normalmente incineramos a los muertos para evitar que carroñeros se sientan atraidos por los cadáveres. Aunque hagamos una gran pira, no creo que tengamos más problemas.- Pienso durtante unos instantes.-Ahora que lo recuerdo, estos podrían ser los orcos de los que nos hablaron, los del puente. Incluso también los que atacaron a Coblee, dijo que les lanzaron jabalinas.

Tras ayudar a atar al cadaver a Arza-El el joven con cara de satisfacción por haber sido de ayuda se acerca a Rakas y sobrepone las manos en su pecho.Quizás por timidez esta vez se limita a cerrar los ojos y dejar que los poderes fluyan a través de él.Después de todo la situación no es desesperada y puede concentrarse fácilmente.
Tras ver que los efectos del hechizo están dentro de las espectativas comenta:

-Para mañana estaras como una rosa.-Y tras pensar brevemente sobre la situación de los cuerpos añade.-Puede que si los quemamos algún animal sea atraido por el olor de carne chamuscada.Quizás sea mejor apilar sus pertenencias y dejar que la corriente del rio se lleve los cadaveres lejos de aquí.Pero bueno, yo no soy el más experto en conocimientos sobre la naturaleza así que lo que decidaís me parece bien.-

Dicho esto se aleja un poco y orando para sí, aprieta fuertemente la herida hecha por la certera flecha del orco sanadose a sí mismo.

-Bueno hagamos lo que hagamos será mejor hacerlo rápido para que tengamos tiempo suficiente para descansar.Aún me veo con fuerzas para continuar lo que me queda de guardia.-

Arza ayuda a Rakas en la revisión de los orcos, y primero se dirige al orco del arco pensando en ir después al que intentaba escapar.
Se toma con calma la búsqueda de cualquier cosa que le pueda servir, incluso aunque sea para vender. Me llevaré también lo que pueda de las armas; después de todo, si hace falta aligerar el peso de los caballos siempre se pueden tirar.

El bárbaro tomo las jabalinas y buscó la forma de llevarlas sin que le molestaran. La extraña aljaba que llevaba uno de los orcos a su espalda y había descartado en su primer revisación demostró su utilidad. Tras frotarla un poco en el pasto y usar algo de agua para sacarle las costras más ostentosas de suciedad se la colocó al otro lado de su espadon y vio que podía empuñarlas con facilidad. Lamentablemente más de tres jabalinas no entraban en el recipiente.

El pícaro tomó la otra aljaba y sacando 5 flechas se las pasó al mago para que completara sus existencias, dejando el resto en el caballo, con el resto del botín.

Entre todos juntaron los cadáveres cerca de la orilla y pospusieron para la mañana la decisión de que iban a hacer con ellos.

Luego todos centraron la atención en el orco que permanecía atado a uno de los arboles del claro. USando sus rudimentarios conocimientos de orco Rakas lo interrogó.

Aparentemente los orcos habían llegado hace solo unos días y sus monedas correspondían al "peaje" que habían estado cobrando en el puente que habían pasado hacía unas horas. Dado que dormitaban durante las horas de la tarde no los habían visto, pero los descubrieron durmiendo y pensaron que iban a ser un buen objetivo. Evidentemente intentaron morder más de lo que podían.

Tras verificar que el orco estaba bien atado y no se podría escapar se durmieron nuevamente. El clérigo termino su guardia y a continuación, cada uno cumplió su turno. El orco no se pudo escapar.

El amanecer los encontró listos para la aventura...

Ecthelion se levanta y se acerca al río para refrescarse - Comer carne de orco, será mejor tener siempre comida disponible, si no, este mediano es capaz de comernos a nosotros como nos descuidemos - , con una sonrisa en la boca se buscó una buena posición para avistar el cerro por ver si había señales de los pájaros. - Lo mejor sería comer algo rápido - dice mirando a Menzo - y acercarnos cuanto antes al cerro para ver que opciones tenemos -