Partida Rol por web

La noche fue tranquila. Fue un placer dormir en los colchones, por más que estaban un poco mohosos y os levantasteis con todas las ganas de emprender vuestra nueva, y aparentemente sencilla, misión.

Al acercaros a la cabaña donde Valerio hacía funcionar su mesón, este os recibió con pan caliente, algo de manteca y unos enormes tazones de leche. Mientras desayunabais os explicó el camino que debíais seguir. No parecía complicado. Aparentemente el sendero que pasaba por las colinas tras la casa os llevaría, al cabo de más o menos una hora hasta la cabaña del famoso elfo.

Y allí fuisteis, cautelosos, preocupados por que ninguna sorpresa os arruinara la mañana. Y lo conseguisteis. Con el sol todavía bajo en el horizonte llegasteis a vuestro destino.

La vivienda del elfo no parecía, precisamente, una vivienda. Evidentemente había usado alguna cueva en la colina como base y la había ampliado con troncos y maderas. De hecho, solo visteis una pequeña estructura, apoyada en la pared, en la que sobresalìan una puerta, cerrada, y una ventana, abierta. A apenas unos metros, otra caverna estaba tapiada por otra puerta, que se asentaba directamente sobre la ladera. De una abertura algo por arriba de la caseta, sobresalía un leve columna de humo que os daba a entender que si no había alguien, por lo menos había una fogata encendida en el lugar.

Por las descripciones de Valerio, supusisteis que la primera de ambas esta era la vivienda de vuestro proveedor y la segunda, quizás, algún especie de depósito. Solo quedaba conseguir que el dueño de casa decidiera venderos algunas botellas y volver al mesón con la conciencia tranquila de haber hecho una obra de bien... y quizás alguna moneda adicional si el elfo las vendía más baratas que las 20 monedas que os pagarían.

Al llegar a la casa el hechicero queda sorprendido por "la casa" y la forma tan extraña que tenia. Según había dicho Valerio era la casa de un elfo pero parecía mas bien la de un enano, ya que por las historias que había oído los elfos solían vivir en casa muy bonitas y bien decoradas y no en cuevas.
Valla, ¿no nos habremos confundido?
Chicos, ¿estáis seguros de que era por aquí?, esta casa es un poco rara para un elfo

Rakas casí se sintió decepcionado al llegar sin ningún tipo de problemas a la choza del anciano elfo, había oido hablar poco de los elfos y menos de su estilo de vida, de manera que le pareció normal que viviera en una cueva siendo una especie de ermitaño.

- Seguro que es aquí, por las indicaciones de Valerio y la guía de Gliriel no es posible habernos equivocado. Por cierto alguien sabe el nombre, o simplemente le llamaremos anciano elfo...

Tal como había descrito Valerio al elfo, era probable que fuera mago, o que estuviera relacionado. Aquello como siempre no le causaba ningún placer, aunque ahora en el grupo les acompañasen dos. Nervioso decidió estar atento y preparado para cualquier cosa.

Al acercarte a la ventana escuchas un lejano canturreo y algunos sonidos que te dan la sensación de movimiento, como si alguien estuviera acomodando algunos muebles mientras canta para si mismo.

El joven se acerca a lo que parece la cabaña del elfo y llama a la puerta normalmente.

Toc.Toc.Toc.

-¿Holaaaaaa?-

Ante el sonido de los nudillos del clérigo no hay ninguna respuesta.

La puerta permanece tan cerrada como antes y el humo sigue saliendo por la abertura, pero no parece haber respuesta por parte del elfo... si es que realmente vive allí.

Ante los golpes de Gliadel, notas como el canturreo y los pequeños sonidos se detienen, como si el que estuviera produciéndolos estuviera a la espera de algo.

El hecho de que nadie contestara no le gustaba nada a Arza. Cogió la ballesta y se fue a dar una vuelta rápida alrededor de la casa para ver si encontraba cualquier cosa fuera de lo normal.
Vengo ahora. Fueron las únicas palabras que dijo antes de empezar a moverse.

El "rodeo" fue sorprendentemente corto. Como la estructura donde suponían estaba la vivienda se encontraba pegada a la ladera de la colina no había demasiado que rodear.

Pensaste en rodear la colina completa, pero al ver como continuaba metros y metros en ambas direcciones, finalemente descartaste la idea

Solo pudiste observar que la otra puerta estaba cerrada con llave. Una vieja cerradura se veía claramente en el medio de la puerta.

Gliadel comenta extrañado sobre Arza-El cuando este ya ha salido escopetado.

-¡Y este que haaaaaace!.-Se dirige a sus compañeros -No me gusta pensar mal pero este trama algo o se ha vuelto majara de repente.-

Tras encogerse de hombros vuelve a llamar a la puerta golpeando esta vez considerablemente mas fuerte.

TOC!TOC!TOC!

-¡HOLAAA!¡¿ALGUIEN AHI?!¡VENIMOS A POR VINO!¡NOS MANDA VALERIOO!¡¿HOLA?!-

Arza regresó al cabo de pocos momentos.

No veo nada inusual. Hay otra puerta pero está cerrada con llave.

Mientras esperaba que alguien contestara, Arza esperó con la ballesta entre las manos. No entendía por qué tardaba tanto en contestar; ¿tal vez habría salido?

El druida los guia por su bosque como si estubiese enseñandoles las habitaciones de su casa.
Esa roca con forma de pera era el lugar donde yo y mi hermano solíamos jugar, ya que...-y seguía, durante toda la trayectoria.
En verdad le extrañaba no haberse topado con ningún trasgo esta vez. Comenzaba a pensar que ya se habían ido de esa zona.

Cuando llegaron el druida no hizo más que ver qué hacían los demás.
¿No hay nadie? no lo creo...-casi es interrumpido por Arza cuando éste llega.
¿Y si tocamos la puerta de atrás?

era lo que faltaba haber hecho todo el camino y perder varias horas para nada. - Mira que si ha salido y tarda en volver -, luego se fué hacia la ventana abierta y echa un vistazo en el interior, y sin apartar la vista comenta - ¿Menzo tu cabra que opina al respeto?-

Escuchas, por la ventana, un lejano canturreo en lo que te parece una voz élfica, aunque un poco cascada. Sin embargo la voz se silencia ante los golpes del clérigo en la puerta.

al oir los cantos en elfo, Ecthelión pruebra a utilizar su lengua para ver si así lográ ganarse un poco la confianza del mago, y este acude a recibirles -Lindar, telemnar -, dice a través de la ventana

- lur, lurdif canilabi tutucaca - se escucha desde el interior - califaria ferustila teruel frusti - La voz cascada y no muy fuerte surge de la ventana en respuesta al saludo del mago.

- No, no quiero comprar nada. -

- Vuelvan otro día que estoy cansado -

bien había dado resultado -Finwë ancalimë elros mithrandír elu amandil-