Theodora se sentía confundida en aquella conversación, pues no sabía si lo que aquel desconocido decía eran buenos o malos presagios. Al final sólo se limitó a suspirar y a negar con la cabeza.
-No podemos seguir perdiendo tiempo aquí, debemos movernos.- Dijo la monje, avanzando con precaución pero decidida en la dirección en que se encontraba la esfera azul.
Viridius se apoyo en el baston, observando seriamente al extraño.
Kial mi devas doni al vi ion?
Kiu vi pridemandas min? Respondu!
Carisma no es el fuerte de Viridius
El lugareño busca entre sus ropas y saca un cuchillo. Adopta una actitud amenazadora unos instantes y huye antes de enfrentarse a vosotros.
- ¿Asi es la vida del Arconte, haciendo amigos donde quiera que va. Seguimos? -
En ocasiones mantenerse el silencio sin hacer nada es mejor que hablar a lo bruto y insultar a alguien... pues eso mismo paso ahora con el anciano y el local...
Uffff... dame un respiro
...
......
........
Theodora creo que para la siguiente tu hablas... los hombres son debiles y gentiles cuando los hombres hablan con una mujer
Continuáis vuestro camino internándoos en la villa, siguiendo a vuestro guía.
Además de ser conscientes de que los edificios están descuidados y que los habitantes parecen mendigos, os llama la atención el hecho de que se mueven solos o en pequeños grupos siempre alerta, como si desconfiasen todos de todos.
La gente comienza a percatarse de vuestra presencia. Escucháis murmullos y como clavan sus miradas en vosotros. Sus ojos reflejan sorpresa. Pero no tardan en miraros con ansia, con envidia y una clara hostilidad.
De uno de los callejones sale el hombre que visteis recogiendo setas. Le siguen otros cuatro hombres, todos llevan cuchillos. El cabecilla os señala y se dirigen hacia vosotros como perros hambrientos.
Theodora se limitó a asentir a las palabras de sus dos compañeros mientras retomaban el avance por las callejuelas. Podía sentir las miradas sobre ellos, aquella respiración incómoda, la tensión de estar causando una emoción muy fuerte en los habitantes de aquella ciudad.
Cuando fueron interceptados por las figuras, la monje tomó posición defensiva, sosteniéndose de su bastón. -¿Insistes en que deba hablar, Apolo?- Dijo con ironía, dudando que realmente fueran a salir de eso con palabras.
Mientras los hombres armados se separan con intención de rodearos, uno de ellos grita un órden.
- Donu al ni ĉiujn magiajn artikolojn aŭ ni elprenos viajn intencojn!
Eh... si Thedora es buena idea mejor que hables con ellos... veo que se acerca hombres armados, tal vez ahora no es buena idea... Saco mi espada
- Donu al ni ĉiujn magiajn artikolojn aŭ ni elprenos viajn intencojn!
¡¡GRACIAS!! no lo sabia
Vamos a iniciar una secuencia de combate.
INICIATIVA: Lo primero es determinar quien actúa primero, para esto se tira 1d10 y se le suma Destreza. Quien obtenga un resultado mayor es quien actúa primero y así sucesivamente por orden descendente hasta que actúe el último. Si se obtiene un empate ambas acciones son simultáneas. Y si alguien va a hacer más de una acción, con rasgos o con negativos, también debe declararlo. Se puede reservar acción (o varias) para actuar como una reacción a la acción de otro, o ser expresamente el último en actuar.
La iniciativa de los atacantes es 5.
Motivo: iniciativa
Tirada: 1d10
Resultado: 2(+3)=5 [2]
La joven sintió el movimiento de los atacantes, escuchó el sonido metálico cuando Apolo desenfundó su espada, y respirando profundamente concentró su mente en encontrar ese punto de quietud que le permitiría reconocer amigo de enemigo, y donde su falta de visión no sería impedimento.
Motivo: Iniciativa Theo
Tirada: 1d10
Resultado: 10(+5)=15 [10]
Cuando sacas un 10, tiras de nuevo y sumas el nuevo resultado al primero.
Motivo: Repetir 10
Tirada: 1d10
Resultado: 2 [2]
Vale, segunda tirada
Serían 17 en total
Motivo: Iniciativa
Tirada: 1d10
Resultado: 9(+4)=13 [9]
Motivo: Iniciativa
Tirada: 1d10
Resultado: 4 [4]
tengo un 15
Bueno, iniciamos el combate. Está claro que vuestros rivales son los últimos en actuar. Siguiendo el orden de iniciativa declarad vuestra acción.
Preparada para el combate, Theodora cerró los ojos. Buscó entonces con sus sentidos al enemigo más cercano, y sin volver a dejar ver su morada perlada, se lanzó contra él, buscando desarmarlo y neutralizarlo más que hacer un verdadero daño. Ellos no eran el enemigo, sino habitantes hostiles que respondían a lo que ellos creían una amenaza.
Hm, al ser nuestro primer combate, ¿podrias ir guiandome un poco en las tiradas?
¿Como acción libre podría intentar "intimidarlos"? Es decir, cuando me ven luchar a ciegas, si eso pudiera hacerlos temerme. No se si aplicas esta regla.
Para saber si un ataque tiene éxito se tira Destreza + habilidad + 1d10 + cualquier bono de combate por rasgo u otros varios. La dificultad para impactar al objetivo se calcula así: Destreza + habilidad + 1d10 +
cualquier bono por rasgo u otros varios.
Theodora en combate Cuerpo a cuerpo:5+3+1d10
Apolo en combate cuerpo a cuerpo:4+2+1d10
Viridius en combate cuerpo a cuerpo:3+5+1d10
Para impactar a vuestros rivales la dificultad es 12.
DAÑO cuerpo a cuerpo: se tira Fuerza /Destreza (lo que más le convenga al atacante) + daño del arma + 1d6 +
cualquier bono por rasgo u otros varios.
Theodora: El baston hace 2 e daño. Tiene una protección de 1.
Apolo: La lanza corta hace 2 de daño. Tiene una protección de 2.
Viridius: La espada corta hace 2 de daño. Tiene una protección de 2.
Theodora: Podrías intentar intimidarlos usando la habilidad de Interacción social + Mente o Carisma (lo que te venga mejor). Sería una dificultad de 12, porque tus rivales están muy interesados en algo. Se podría decir que tienen el comportamiento de toxicómanos que comienzan a sufrir en síndrome de abstinencia.
El movimiento del bastón las manos de Theodora es rápido, con una destreza que tomaría por sorpresa a cualquier que se hubiera confiado por su invidencia. Había gracia y fluidez en la manera que se movía, como si al atacar adquiriera la velocidad del viento, la maleabilidad del agua, la intensidad del fuego, y la fuerza inamovible de la piedra, siendo notado especialmente por el hombre que llegó a recibir el ataque.
Con un extremo del bastón la mujer golpeó detrás de las rodillas del enemigo, y con el otro extremo impactó hacia su cabeza, extendiendo luego su brazo con el bastón, como si éste se tratara de una extensión más de su cuerpo. Abrió sus ojos ciegos y giró el rostro a los otros hombres, sin verlos realmente pero queriendo hacerles sentir que miraba en sus almas.
Motivo: Ataque al enemigo más cercano
Tirada: 1d10
Dificultad: 12+
Resultado: 4(+8)=12 (Exito) [4]
Motivo: Daño Enemigo
Tirada: 1d6
Resultado: 1(+7)=8 [1]
Motivo: Intimidar
Tirada: 1d10
Dificultad: 12+
Resultado: 9(+4)=13 (Exito) [9]
Hago un ataque no letal al enemigo más cercano, buscando incapacitarlo.
Parece que tengo éxito en la intimidación, ya me dirás a cuantos afecto y qué efecto tendrá eso sobre ellos.
El enemigo al que impactas con el bastón nota como sus piernas ceden y debe apoyar una rodilla en tierra. Resopla con fuerza cuando recibe el golpe en la cabeza y cierra los ojos tras el impacto.
Sus compañeros se miran. Si pudieses ver sus ojos te percatarías que en ellos se asoma la duda, pues les has demostrado que no sois unos viajeros débiles y carentes de recursos.