Partida Rol por web

Nueva Orleans Nocturna

Delta Night

Cargando editor
26/03/2018, 23:02
Jane Morgan

Su nombre, ya lo había escuchado, era alguien que hubiera necesitado si todo hubiera salido bien. Suavizo mi expresión y levanto las cejas mientras lo miro, descruzo los brazos dejándolos caer. -Entiendo, he oído hablar de usted.-

-No lo era, pero también es algo que quisiera yo.- Añado alzándome de hombros.

Más disculpas no por favor… -Estoy un poco susceptible, no me gusta hablar con desconocidos, no estoy en mi ambiente, demasiados factores negativos…- Digo mirando de reojo a la piscina. Y si añades que no soy agradable casi nunca pues…

Levanto la mano, mostrándole la palma para que se detenga. -No hace falta que se disculpe más, soy así y no tengo remedio. Supongo que es mejor no hablar conmigo.- Parpadeo, es cierto, me he vuelto a pasar, además este hombre podría interesarme algún día o pensándolo mejor esta misma noche. Busco en el bolsillo de mi pantalón y saco una tarjeta de mi empresa, se la doy. En ella se puede ver el nombre de mi empresa (MT Evergreen), mi nombre completo (Jane Morgan), dos teléfonos (fijo y móvil) y un email de contacto.

Me coloco la americana. -Le haré buen precio, si le interesa.- Muestro una pequeña sonrisa. -Me dedico al transporte marítimo y terrestre, creo que es lo que puede serle más útil, el resto de servicios no son tan interesantes para el gran público. Así que si necesita traer mercancía en un contenedor o algo similar estaré encanta de ayudarle.- Cuando hablo de mi empresa y mis ocupaciones, se aprecia que mi tono de voz es más agradable, pero a pesar de eso, firme.

-Pero si no le interesa, tal vez pudiera ayudarme en algo. ¿Con qué clase de antigüedades trabaja? ¿Le suena Marie Lavo, Levau... o algo así? Tenía una cosa suya, pero… digamos que la he perdido.-

Cargando editor
26/03/2018, 23:20
Jerome Faure Dumont

-Levau- se rasco la barbilla dejando solo una mano en el pomo del bastón – Por supuesto – dijo aceptando la tarjeta y sacando desde su saco un tarjetero de bronce pulido para entregar la suya por igual y guardar la que le habían entregado.

-Marie Levau, la hechicera, la maga…. Sé un poco– explico – Conozco su historia y con respecto a los objetos con los que trabajo van desde cosas mundanas que suman años hasta parte de nuestra historia, estoy seguro que le interesaría asistir mañana a una exposición privada en mi casa de antigüedades – le ofreció con cautela, luego le miro por unos instantes – Entonces su perdida es lo que la tiene asi verdad? – pregunto sin más.

-Si pudiera ayudarle a recuperar lo perdido, creo que podríamos llegar a un buen acuerdo, que me dice?- volvió a realizar otra oferta –Solo le pediré que este en la puerta de mi local a las 21:50 o antes, para tratar temas importantes en un lugar seguro- sonrio.

Cargando editor
26/03/2018, 23:39
-Narrador-

Notas de juego

Repito los pnj que han subido a cubierta

  • Marcel
  • Sus chiquillos (Anthony y Christopher)
  • Roger, nosferatu
  • Helena de Caristeas
  • Nigel Porter. 
  • Mihail, hablando discretamente con Parker. 
Cargando editor
27/03/2018, 02:22
Jane Morgan

Recojo la tarjeta que me ofrece el anciano y la estudio, luego la guardo en mi bolsillo. Atiendo a su propuesta, asintiendo cada cierto intervalo de tiempo. La idea de volver a asistir a algún evento de manera tan seguida no me apasionaba, necesitaba tranquilizarme y pasar unos días “sola”, pero saber un poco más sobre lo que organizaba Jerome no podía hacerme daño. Además, conocer nuevos negocios siempre tiene cierto interés para mí.

-Sí, algo así, tampoco sabría concretar más.- Luego, hago crujir mi cuello dos veces, mientras pienso como responderle, es cierto que era amable y de momento parecía ser un hombre interesante y comprensivo. -Verá, no sé muy bien si es buena idea que vaya a una exposición, estoy algo ocupada.- Además de que me pongo nerviosa por cualquier cosa y no me gusta perder el control.

-Muchas cosas lo hacen, la fiesta no ha empezado bien para mí.- Digo mientras recuerdo al italiano que me había estado molestando mientras repasaba mis balances  y los documentos sobre la cantidad de contenedores que llegarían de forma inminente a puerto. -Pero, para mi desgracia, la poca diversión que encontré acabó rompiendo el premio que había ganado, lo peor de todo, es que la rotura no era como se esperaría de ella, faltaba algo. Todo esto que le cuento, no contribuyó para nada a dulcificar mi carácter ya de por sí bastante complicado.-

-Si pudiera ayudarme a encontrarlas, estoy segura que podríamos llegar a un buen acuerdo, por lo que decían los demás vástagos, parecía un objeto muy interesante e incluso hablaron de usted sugiriendo que podría gustarle. Yo no tendría ningún problema en que usted lo adquiriera a un precio por debajo de su valor real. Lo que se dice una ganga.-

Lo miro mostrando cierto disgusto al conocer la hora, antes de las diez de la noche siempre es mala hora, me gusta llegar para ver acabar el turno de tarde.

-Entonces, déjeme hacerle unas pocas preguntas… ¿Va mucha más gente a la exposición? ¿Puedo ir acompañada? Es que necesito resolver ciertos asuntos y no quiero tener que volver a buscar a mi guía, ya que salgo... aprovecho el viaje.-

Cargando editor
27/03/2018, 03:15
Jerome Faure Dumont

Jerome solo se dispuso a escuchar hasta que Morgan termino de hablar – Entonces… cuando dijo *Encontrarlas* se refiere a.... ese objeto.... verdad- Se puso de pie con algo de dificultad ayudado por el bastón.

-Descuide Señorita Morgan, al decir exposición no quise sobrepasar sus límites de tolerancia frente al público, pero con usted y si gusta llevar acompañante seriamos seis, incluyéndome claro o quizás menos – Contesto a las preguntas.

-Lamento que nuestra presentación se diera en tan complicada situación, pero pierda cuidado que le interesara de sobremanera lo que tendré para usted- Extendió la mano a forma de cerrar un trato o saludo.

Notas de juego

Tarjeta

Frente

Jerome Fraure Dumont

Fijo 555-63285

Movil 1550751569

Dorso

Mapa de como llegar a la tienda con direccion adjunta.

Cargando editor
27/03/2018, 08:17
JoJo Baker

Mientras aún jugueteo con el cabello de Eris entre mis dedos, Lavonne se aproxima para hacer aún más interesante la fiesta. Pero... ¿qué es esto? No puede ser que me haya sugerido...

Nah. 

Me encojo de hombros, ante la sugerencia de la cainita, y me alejo de ambas deslizándome por dentro del agua, hasta alcanzar la escalerilla para salir. El vello de mi cuerpo se pone de punta en contacto con el aire frío y húmedo de la noche, y busco rápidamente una toalla con la que envolverme, antes de volverme hacia mis invitados. 
Cojo una bandeja con algo de comida y me aproximo a Shane, con una sonrisa.

-Chérie, ¿no te apetece un poco de helado? No tendrá el placer de la caza, pero te aseguro que hace siglos que no come nada tan deliciosamente frío -le tiendo la bandeja, amistosamente..

Cargando editor
27/03/2018, 15:10
Rosalie D'Richet

Antes de que Marcel pueda responderme puedo ver como caigo al agua empujada por Christopher, ¡maldito chiquillo!. Asi que ahí estoy con mi precioso vestido rojo empapado y tosiendo agua. En fin, ya que estaba allí, mejor me divertía un poquito ¿no?

Me acerco al grupito que a uno de los grupitos que queda en el agua, Sebastian y Angélica, pudiendo escuchar las últimas palabras de la conversación que están manteniendo.

- ¿Libres eh? Dudo que alguna vez un vampiro pueda ser muy libre... ¿o acaso vosotros podéis hacer lo que queráis aquí y ahora?

Cargando editor
27/03/2018, 15:44
Lavonne Drummond

Notas de juego

Yo estoy con Eris, bonita ;) Que también está en el agua.

Cargando editor
27/03/2018, 15:46
Rosalie D'Richet

Notas de juego

Gracias! Es que no veía los nombres de los que te habías acercado y no lo tenía claro ^^"

Cargando editor
27/03/2018, 17:28
Sebastian Crawford

Unas palabras inquisitivas y desafiantes me hacen volverme hacia un lado, encarando a su autora. Vaya. No es otra que la señorita D’Richet, la amada del Príncipe; habrá que andarse con cuidado. Sin embargo, su actitud me dice que está más dispuesta a disfrutar del imprevisto que ha acabado con su inesperado chapuzón que a buscar la inquina y el conflicto. Sonrío una vez más, con una jovialidad desenfadada.

Señorita D’Richet, es todo un honor —la saludo, haciendo una ligera inclinación de cabeza en señal de respeto—. La libertad siempre tiene unos límites, aunque solo sean los impuestos por la propia naturaleza… Y a veces ni siquiera esos. Uno bien podría decidir dar un paseo bajo la luz del sol, aunque yo personalmente no lo aconsejaría. —Río relajadamente—. Pregunta usted si podemos hacer lo que queramos, ahora mismo. Es una pregunta compleja; los que hemos dedicado buena parte de nuestras existencias a explorar los límites de la libertad, sabemos hasta qué punto se puede manipular dicho concepto hasta que no quede nada de él. Yo le pregunto: ¿qué manera habría de asegurar que no hacemos lo que queremos? A lo mejor lo que deseamos hacer es precisamente lo que hacemos: tener una charla intrascendente y especular acerca de la platónica «libertad». Es más, le garantizo que es así. Soy de la firme convicción de que absolutamente todos somos libres, y hacemos exactamente lo que deseamos, incluidos los mortales con todas sus limitaciones. Uno nunca hace «lo que puede». Siempre hacemos lo que queremos, aunque solo sea por tratarse del curso de acción cuyas consecuencias son las menos indeseables. Otra cosa es que consigamos lo que deseamos o no, pero nuestras decisiones siempre son conscientes, y por tanto, siempre tienen algún resultado. —Mis ojos miran al estrellado cielo nocturno, como si estuviese diciendo una gran obviedad—. Ahora bien, si a lo que se refiere es a la Libertad, con L mayúscula, la utopía que no tiene ninguna condición o límite… Bueno, trabajamos en ella. —Río por segunda vez, con picardía—. Y desde luego, a tiempo disponible no nos gana nadie. ¿No estás de acuerdo, Angélica?

Mientras charlo distendidamente, echo un vistazo a mi alrededor, atento a posibles comportamientos anómalos entre los Vástagos que pueblan la piscina y la cubierta.

Cargando editor
27/03/2018, 20:33
Shane Saunière

Me encuentro al borde del barco, a mi espalda las aguas negras del Misisipi, y zarandeo mis pies colgando desde la altura de la barandilla mientras miro hacia el móvil comprobando las fotos que he hecho.

Sopla una brisa fresca por el movimiento del barco y por la hora de la noche cada vez más avanzada.

Una voz me saca de mis pensamientos y levanto la mirada para encontrarme con la esclava que cree que no es esclava.

Me ofrece uno de esos platos sintéticos, creado con sangre para simular que tomamos comida humana. Su tono es amable y conciliador, tal vez tratando de suavizar los comentarios mordaces que nos hemos lanzado esta noche.

La primera respuesta que me viene  a la cabeza es una respuesta grosera y despreciar su intento de emular eso que llaman “helado”, un producto que nunca llegue a probar, no existían cuando yo era mortal, al menos en Luisiana… y una vez convertido en inmortal esas cosas dejaron de importar.

Me irrita profundamente esta imitación vulgar de la vida, cuando todos sabemos perfectamente lo que somos. Pero ya he sido demasiado capullo por esta noche, y declinar la oferta de amabilidad que la mortal me ofrece por tercera vez me parece cruel hasta para mi.

- Gracias señorita Baker. No me apetece, la verdad - digo negando con la cabeza - pero estoy seguro de que han realizado una tarea increíble para poder crear estas delicatessen en algo medianamente digerible para nosotros.

En París su proeza y su fiesta sería ensalzada por las arpías durante muchas, muchas noches...

Miro el plato con helado que ya se empieza a deshacerse lentamente. Miro con gesto amargo a la anfitriona, sigue mojada y puedo notar como el frío le afecta de manera distinta a nosotros. Pongo los ojos en blanco, cojo la cuchara y pruebo un poco de aquella extraña fusión fría de sangre con lo que demonios lleve el helado.

Saboreo el producto tras meterme la cuchara en la boca y miro hacia el cielo tratando de no rechazar el sabor de primeras. - Bueno… admito que no es tan buena como arrancar la sangre de un cuerpo vivo y caliente, lleno de adrenalina cuyo corazón bombea desbocado tras ser perseguido durante una buena caza… pero se deja comer.

Me acerco a la mortal para susurrarle unas palabras al oído con una sonrisa maliciosa.

Luego mi cabeza se gira lentamente hacia la piscina, al escuchar la conversación del optimista señor Crawford en torno a la “Libertad”.

Sonrío divertido y me bajo de la barandilla.

- ¿De verdad cree usted eso señor Crawford?

Pensaba que nuestra especie precisamente era la menos libre, menos incluso que los humanos. Después de todo vivimos atados por cadenas de todo tipo, cadenas familiares con la sangre, cadenas de compromiso social con las sectas, cadenas de tipo político con la prestación de favores… y la peor, las cadenas místicas que el poder de la sangre nos puede doblegar.

Según el juicio de muchos antiguos europeos… nuestra libertad es menor, mucho menor que la de la mayoría de la canalla.

Miro a la señorita Baker y arqueo una ceja mientras me cruzo de brazos.

- Usted, señorita Baker, que es una criatura que conoce ambos mundos y que necesita la sangre de uno de los nuestros para no envejecer y morir como debería… ¿se siente realmente libre? ¿No hay ningún domitor que la someta a su voluntad?

Cargando editor
27/03/2018, 20:38
Shane Saunière

Ha sido usted una anfitriona muy amable. Se lo reconozco. El príncipe estará orgulloso de su elección.
Si algún día consigo convencerme de que no tiene segundas intenciones, tal vez le devuelva el favor y confíe en su hospitalidad.

Cargando editor
27/03/2018, 20:48
JoJo Baker

-¿Por qué tengo la impresión de que nunca podré convencerle de mi honestidad, Shane? 

Cargando editor
27/03/2018, 20:49
JoJo Baker

- Usted, señorita Baker, que es una criatura que conoce ambos mundos y que necesita la sangre de uno de los nuestros para no envejecer y morir como debería… ¿se siente realmente libre? ¿No hay ningún domitor que la someta a su voluntad?

Sonrío mientras recibo el bol de helado de manos del vampiro, y lo deposito descuidadamente sobre una mesa cualquiera.

-Lo he dicho muchas veces: Josephine Baker es una mujer libre. Cuando nací, ya no existía la esclavitud; no he tenido padres, ni familia. Y en mi juventud, cuando todavía no conocía nada de este mundo, me las arreglé para que ningún proxeneta o madame tuviera que controlarme las ganancias o el trabajo. -Me apoyo contra la barandilla, mirando hacia la piscina, sin atisbo de nostalgia- Nunca me casé, ni siquiera me he enamorado. Por lo tanto, puedo garantizarle que jamás he tenido dueños de ningún tipo. Ni familia, ni jefes, ni marido, ni domitoris. Nada de nada. 

Me sonrío, agachando la cabeza durante unos instantes. Ah, la libertad. Ese concepto tan amplio y a la vez tan esquivo.

-Sin embargo, la Libertad, con L mayúscula como la llama Sebastian, es pura utopía. Nadie es verdaderamente libre, todos estamos atados a la sociedad, a otros. Yo misma tengo ciertas restricciones: si deseo seguir gozando de vuestra compañía, mañana deberé pagar las facturas de mi local. Por supuesto que podría cerrar y marcharme a otro lugar, pero ¿y qué hay de los lazos afectivos? No. Nadie es verdaderamente libre.
Y no me parece que los cainitas tengan más restricciones que los humanos, son prácticamente las mismas. ¿Afiliaciones con el clan? No es otra cosa que "cargas familiares". ¿Compromiso social con otras sectas? Una bonita manera de decir "trabajo". Y lazos místicos de sangre... bueno, ¿no es lo más parecido que podéis sentir al amor? Estáis tan atados como los humanos, ni más ni menos.

Cargando editor
27/03/2018, 21:46
Sebastian Crawford

Para mi sorpresa, el señor Saunière parece interesarse por el debate que acaba de comenzar en la piscina. Menciona todas las restricciones que nos aprietan, motivos por los que, en su opinión, la libertad de un Vástago es más imposible si cabe que la de un humano. Escucho atentamente todos sus argumentos, que podrían ser válidos en el sentido más tangible si todo el asunto de la libertad no fuese realmente una cuestión de perspectiva. Mi amiga JoJo no puede resistirse a la invitación de Saunière y se suma a la discusión, haciendo su propio alegato de reafirmación de su propia libertad al tiempo que socava la posibilidad de que exista la otra, la ideal. Sonrío, enarcando una ceja.

Se han mencionado cadenas, compromisos y vínculos de todo tipo. Yo digo que, en mi libertad, puedo mandar todas esas ataduras a la mierda. Sin embargo, la autoridad competente también estaría en la suya de cortarme la cabeza por ello. E incluso si, sabiendo eso, decidiese someterme al sentido común y actuar en consecuencia de dicha coacción, seguiría siendo una decisión ponderada y tomada voluntariamente, y por tanto libre. —Vuelvo a agacharme para remojarme el cuerpo mientras continúo hablando—. Respecto a las cadenas de la Sangre, estas también tienen sus propias limitaciones. Es cierto, son poderosas y pueden privarnos de nuestro libre albedrío, pero nunca eternamente. Resumiendo, ¿creéis que solo podemos ser libres si nos dan permiso para ello, si no hay consecuencias y todo está a nuestro favor? ¡Qué horror! Eso tiraría por tierra los sueños de la mitad de los filósofos y la totalidad de Anarquistas de este mundo. —Se me escapa una risita—. Oh, pero no me hagáis caso. Al final la libertad es únicamente una cuestión de perspectiva y de a qué decidamos llamar libertad… Y además, probablemente solo esté desvariando. ¿Qué le has echado a mi bebida, JoJo?

Le guiño un ojo a la anfitriona. No tengo intención de alargar más este debate que realmente no tenía mucho interés en iniciar.

Cargando editor
27/03/2018, 23:41
Bernard Miller

John y yo venimos caminando por el pasillo. Finalmente me esperaba algo más turbulento la noche, puedo afirmar que habrá más conflictos en una fiesta de borrachos humanos. Jake almenrson se ha conseguido controlar. Incluso ese nuevo extranjero. 

Entro al despacho dejando a John en el linde de la puerta y entonces es cuando la veo. ¿Una mujer? ¿una vampiresa?

Señora, ¿puede explicarme qué hace usted en ESTA habitación? Esto son las oficinas privadas del barco, no debería estar aquí 

Cargando editor
28/03/2018, 00:34
Angélica Blake

-Ejercer la libertad es una cuestión de astucia y es algo que se gana, sobre todo en el mundo de los vástagos, para ello efectivamente tenemos todo el tiempo del mundo siempre y cuando no hagamos enfadar a la persona equivocada -adhiero a las palabras de Sebastian y sonrío a la protégé del Príncipe, luego lo hago afiladamente mirando al forastero -Y si usted cree que estamos más atados que los humanos es porque mentalmente debe imponerse unas cargas demasiado pesadas de las que no puede salir -afirmo desde mi punto de vista -Las peores prisiones son las mentales tejidas con nuestros recuerdos y desaciertos.

De pronto comprendo la actitud inicial del extraño, si yo viviera tan encorsetada por supuesto que estaría con un humor de perros todo el maldito tiempo, extiendo mi mano -Angélica Blake, creo que no nos hemos presentado.

Cargando editor
28/03/2018, 01:56
Jane Morgan

No tengo claro si sabe a qué me refiero o no, tal vez haya escuchado algo. -Mañana podemos entrar en detalles si es necesario.- Mientras bajo un poco la vista para ver su bastón, el cual termina mostrando la cabeza de una víbora, el reptil no me deja indiferente.

Luego sigo atendiendo a mi interlocutor, escucho el número de personas que acudirá a la exposición y asiento conforme, no tenía ninguna razón para entablar conversación con ellos, iría directa al grano y solucionado. -Supongo que serán algunos de los invitados a esta fiesta.- Miro hacia la piscina. -¿Alguno que pueda indicarme?- Había algunos que prefería no encontrarme más.

-No se preocupe, en mi caso suelen ser así o peor...- Digo con cierta indiferencia. -Estoy totalmente acostumbrada.- La última frase del anciano me sorprende, parece muy seguro de poder satisfacerme y considero que eso es bastante complicado de realizar, no me conformo con poco. Por eso, en el reflejo de mis ojos se puede apreciar un atisbo de duda al respecto.

Cuando me tiende la mano, la observo como si fuera un gesto extraño para mí, la forma más clásica de cerrar negocios, un gesto tan simple como estrecharse las manos es algo que ciertamente me resulta incómodo, como cualquier contacto directo con otras personas, al menos él es un vampiro y no se sorprenderá tanto.

-Espero que así sea, le noto muy seguro.- Levanto la mano para estrecharle la suya con firmeza. -No me decepcione.- Añado con voz dura, mientras mi gélido tacto empieza a extenderse por la mano de Jerome, mostrando otra de las múltiples maldiciones que pesan sobre los vástagos y que en mí se acentúa aun más, un frío antinatural e incómodo. Tal vez sea un indicio de la oscuridad de mi corazón que se manifiesta a través de mi piel o simplemente, una burla de la naturaleza vampírica que ha hecho que rehúya del calor de los otros seres, encerrándome en mi soledad.

-En caso de cualquier contratiempo le avisaría, no me gustaría hacerle perder su valioso tiempo. Espero que esto no se alargue mucho y podamos retirarnos, que pase tenga un buen descanso Señor Dumont.-

Después de mis palabras, doy unos pasos, apartándome de él y saco el móvil para apuntar los detalles en mi agenda.

Cargando editor
28/03/2018, 02:07
Jane Morgan

Mi conversación con Jerome transcurre tranquila a pesar de todo, finalmente estrecho su mano y me separo de él, para sacar mi móvil y manosear la pantalla durante unos segundos. Luego miro hacia la piscina, esperando ver algo fuera de lo normal, frunzo el ceño, me quito las gafas y limpio los cristales con un pañuelito de tela antes de volvérmelas a poner.

Empiezo a caminar mirando a la gente que hay en la cubierta, fijándome en los que recuerdo que han tomado el sangriento chupito de Arcadia.

Cargando editor
28/03/2018, 02:21
Angélica Blake
Sólo para el director

Hice una tirada para ver si me doy cuenta de que Shane ha sacado fotografías en nuestra dirección.

- Tiradas (1)

Tirada oculta

Motivo: Percepción + alerta

Dificultad: 6

Tirada (5 dados): 10, 7, 10, 10, 3

Éxitos: 4