Partida Rol por web

Entonces Melhi volvió a girar la cabeza extrañada y a llevarse una manita a la sien.

—Ahí está otra vez... —escuchó un momento con atención—. Dice que no lo hagamos, que no es buena idea...

Miró al resto, confusa. No se fiaba un pelo de aquella voz.

-Melhi, una voz que no nos dice quién es no suele ser de fiar. Incluso los conocidos a veces no son de fiar -recordé de nuevo a la abuelita diciéndome estos consejos. Qué tontos me parecían entonces.

-Si estamos todos de acuerdo, a la de tres nos metemos al montón en el agujero, sin espacios para que no nos separen, todos cogidos de las manos. ¿Preparados?

Esperé la respuesta de mis amigos, pero estaba ya decidida a coger carrerilla y entrar con ellos en ese agujero misterioso. Si hacíamos mal, al menos estaríamos juntos. 

¿Cómo le llamaban a esto en esa peli de Indiana Jones? .... Un salto de fe. Eso era.

Siobhan asintió a las palabras de Jess. Ella estaba deseando salir de aquella ratonera, así que por su parte el plan era perfecto.

—Venga —dijo—. Antes de que pase algo más...

Alice parecía reticente a unirse al grupo... pero tampoco parecía hacerle mucha gracia aquél lúgubre hueco de escaleras, la oscuridad y las cosas horribles que había encontrado allí. Así que asintió levemente y se acercó a ellos. Con timidez, cogió la mano de Siobhan y la de Robert, y se preparó para salir en cuanto le dijeran.

Robert tragó saliva. Meterse por ahí podía ser un peligro, pero... ¿tenían alguna opción mejor? Tenían que seguir juntos, fuera como fuese. Así que también asintió y se preparó lo mejor que pudo.

—Venga... —murmuró—. Podemos hacerlo...

Entonces notó la mano de Alice en la suya y le dio un pequeño vuelco el corazón. Pero tenía que concentrarse en lo importante.

Kate y Melhi estaban ya metidas en el hueco de la pared, así que todos los que quedaban fuera ya estaban listos para seguirlas. Sin perder más tiempo, Jess empezó a contar. Uno... Dos... ¡Tres!

¡BUM!

Los cuatro pequeños se lanzaron a la carrera hacia el agujero y, sin pensárselo dos veces, se tiraron dentro. El hueco era ancho... pero no tanto como para que pasaran cuatro niños con holgura. Se quedaron con medio cuerpo dentro y las ocho piernas fuera... pero con un poco de esfuerzo lograron ir pasando.

Se iban a poner perdidos de suciedad, pero aquello fue lo de menos cuando se dieron cuenta de que Melhi y Kate tenían razón. Había luz delante. Poco a poco, se arrastraron por la cavidad y uno tras otro, lograron salir. Se encontraron en un bosque extraño. En un primer momento les recordó a los bosques que rodeaban Noxville... pero luego se dieron cuenta de que los árboles y las plantas eran diferentes. Además, era de día, un día nublado y con una curiosa tonalidad sepia, como las fotos viejas de los abuelos. Por lo menos, no hacía el frío brutal que habían notado la noche anterior...

¿Y ahora, hacía dónde iban a ir?

El disparo ha detenido, por un momento, su avance por el túnel. Pero la luz al final solo puede traer esperanza. Cuando recobra el valor, vuelve a avanzar hasta que llega a la salida. Parece de día aunque el color es como una de esas fotos antiguas que han ido perdiendo su color real. Espera a que los demás lleguen hasta ella.

-Es un lugar extraño, ¿no? No hace frío y no es de noche. Quizá las hadas no hayan llegado aquí.

Mira alrededor. El bosque es parecido al de casa, pero diferente. Tiene el mismo aire, pero las plantas son diferentes.

¡Respirar de nuevo aire fresco! Quizás llevábamos poco tiempo subiendo esas escaleras, y tal vez el comienzo de la aventura fuese hace solo unas horas, pero me parecía que habían pasado años desde la última vez que sentí el viento en mi cara.

Aunque... Este lugar no parecía muy normal. Algo me hizo volver a ser la desconfiada que había sido hasta ahora.

-Chicos, pase lo que pase mantenéos juntos, ¿eh? Este sitio no me gusta.. ¡Preparáos para cualquier cosa!

No dejaba de vigilar nuestro alrededor, ahora que se me había pasado el subidón del aire libre. Es como si nos hubiésemos metido dentro de una foto antigua... como una ilustración de un cuento. ¿Sería eso?

Melhi avanzó hasta colocarse al lado del hombro de Jess y se apoyó en él. No se le había ido de la cabeza la voz que les había advertido en contra de tomar ese camino.

—Este sitio es raro —dijo—. Está claro que no es el bosque en el que nosotras vivimos...

Miró al grupo.

—Vosotros también habéis oído ese ruido de antes, ¿verdad? Parecía un disparo o algo así... ¿sería Zaina con la escopeta?

Justo después de que Melhi dijera eso, Jess oyó una vocecilla que parecía venir de algún lugar cercano... aunque la niña no supo decir de dónde. Era una voz cantarina y burlona, parecida a la de las Hadas que llevaban toda la noche burlándose de ellos. Pero de alguna manera, era distinta.

—Vaya, veo que no me habéis hecho caso —dijo—. Bueno, ya que estáis aquí... yo os aconsejaría que no os quedaséis parados. Os están observando...

Justo después de que Melhi dijera eso, Kate creyó notar algo a su izquierda. ¿Un movimiento entre los arbustos? No podía estar segura, pero tuvo la sensación de que algo les acechaba...

Alice miraba la escena alrededor muy sorprendida. Ella tampoco parecía poder reconocer el lugar.

—¿Dónde estamos? —se preguntó—. Es como una fotografía...

Tenía las dos manos cerca del mentón y aún parecía asustada. Estaba claro que la situación aún le hacía tan poca gracia como al resto...

Tras oír aquello miré a los otros, fijándome en que nadie más parecía extrañado. Les hice detenerse a todos con un gesto.

-Un momento, ¿nadie ha oído nada? Yo he escuchado una voz como de bicho burlón, aunque no sé bien de dónde venía. Dijo que no le hicimos caso, y que ya que estábamos aquí, nos aconsejaría que no nos quedásemos parados. Que nos están observando... ¿De verdad nadie más la oyó?

Que alguien quiso que viniésemos aquí, estaba claro. Que nos observaban, seguro. Empezando por ese bicho parlanchín y siguiendo por el causante de todo ésto.

-Creo que debemos continuar el camino, e intentar encontrar a Zaina. Si esos disparos fueron suyos, como sugiere Melhi, quizás no esté muy lejos.

Desvía su mirada hacia su izquierda. Le ha parecido ver algo y esas cosas nunca son buenas. Eso significa que alguien está observando y puede ser alguien peligroso... puede ser alguien listo para atacar cuando menos se lo esperen.

-Yo he visto algo... por la izquierda...

Mira a Jess.

-¿Quizá sea esa voz?

No está muy segura de nada.

Justo cuando Kate señaló que acababa de escuchar algo por su izquierda, todos pudieron oír con claridad un aullido que venía de aquella dirección. Pero era un aullido extraño, porque de alguna manera, sonaba falso... ¿Alguien intentaba asustarles?

Robert giró la cabeza sobresaltado al escuchar ese ruido y dio un paso atrás. Luego frunció el ceño con fastidio.

—Genial... ¿y ahora lobos? —preguntó para sí mismo—. Espero que no vengan hacia aquí.

Él no había escuchado la voz a la que Jess se refería... pero era verdad que debían moverse rápido y sobre todo si había peligro cerca.

-¿No os parece un poco sospechoso que hasta ahora los trucos para alejarnos hayan sido tan buenos, y ahora hagan esta chapuza para asustarnos? Ese aullido se notaba muy falso. No sé.... -pensé por unos momentos-. ¿Y si lo han hecho nuestros amigos pensando que somos el enemigo?

Quizás cometiese una tontería, quizás atrajese a los bichos, pero... tenía que intentarlo. Alcé la voz un poco, llamando a nuestros amigos.

-¿Zaina? ¿Ander? ¿John?.... ¿Sois vosotros? ¡¡Soy Jess!!

-Preparáos por lo que pueda pasar -añado a mis compañeros. Quizás la llamada atraiga a quienes no queremos encontrar, pero al menos había que probar.

-Ese aullido suena bastante falso...

Lo que no cree es que sea de sus amigos. Quizá sea más de esa criatura que parecía más un niño disfrazado que un animal. Quizá sea su forma de intentar evitar que lo encuentren. Se acerca poco a poco al lugar de donde ha venido el aullido. Lo hace con cuidado.

Melhi había dado un respingo al escuchar aquél aullido extraño, pero cuando Jess se jugó el todo por el todo llamando a sus compañeros, el Hada se adelantó para asomarse entre los arbustos. Oculta tras un tronco, echó un vistazo al otro lado de la hojarasca y de pronto aleteó nerviosa. Volvió a toda prisa junto al grupo y flotó delante de Jess y Kate, apremiándolas.

—¡Creo que son ellos! —dijo—. Al menos he visto a Zaina y Kolda, y también a Anette. Pero... están con alguien más. Una niña que no conozco...

¿De quién podía tratarse? ¿Tal vez Zaina había encontrado a otro personaje?

Cuando Kate se aproximó al arbusto para ver mejor, distinguió un pequeño claro en el que pudo efectivamente ver a Zaina, con la escopeta colgada del hombro, a Kolda revoloteando a su lado y a Anette cerca de ambas. Y también había una niña de pelo corto y marrón que llevaba una capa roja cubriéndole los hombros. Parecían nerviosas, como si acabara de pasar algo peligroso o inesperado...