Partida Rol por web

NY: El Agua en el Viento.

Capítulo 11: Ciudad Abierta.

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01/09/2007, 00:56
Director
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1 de Septiembre de 2.000

Madalina siente que el aire se cargase de algo indefinido. Nota sus manos llenas de polvo, el sonido de las sirenas, el calor, siente un cristal estallar, la nuca se le eriza. Alguien grita a su lado. Huele cada vez más fuerte a electricidad quemando oxígeno.

Pero despierta y es sólo el aroma de los geranios lo que consigue percibir. Ya no recuerda el olor que ha soñado ni si quien gritaba era un hombre o una mujer. El despertador no ha sonado; aún quedan cinco minutos. Por su cabeza pasan los momentos del día. A la manera de una vidente, intenta enlazar unos hechos con otros para predecir qué futuro le espera hoy.

Desayuno. Ferry. Entrevista. Un posible puesto como ayudante en un experimento sobre cirugía hemostasis geriátricas. Básicamente, cómo impedir que los ancianos se desangren en la mesa de operaciones. Comida con una amiga en Mahattan. Volver. Quizá pasear por el barrio. Ya veremos.

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06/09/2007, 20:24
Madalina Rosu
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Durante los primeros minutos -¿o fueron segundos?- Madalina intentó recordar el sueño que ha tenido esta noche. Como si el no moverse contribuyera a traer las imágenes del otro lado del sueño, se queda inmóvil en la cama, dejando los párpados medio abiertos y esforzándose por construir una historia de esos descoloridos conceptos. Cuando comienza a sentir los brazos rígidos por la concentración, ceja en su empeño con un suspiro y se despereza.

A pesar del extraño sueño, parece un bonito día, y lo será mas aun cuando pueda tomarse el café de la mañana. Ahora suena el despertador: lo apaga. Se dirge hacia la cocina y como una autómata, con legañas en los ojos, la recoge del fregadero donde la dejó anoche y busca la cafetera. Queda algo de café. Una vez en su taza de gatos, que tan buenos recuerdos le trae de su familia, echa un poco de leche y lo calienta en el microondas. Acto seguido, enciende la tele, baja el volumen y hojea la última revista que le prestó Lily. Todavía hablan de la boda de Jennifer Anniston y Brad Pitt: ella está muy mona, aunque no le parece tan guapa como él. ¿Los ojos demasiado juntos? Aun así, están muy guapos. Y los vestidos de todos, ¡deben de ser carísimos! Parece que en la tele están con la previsión del tiempo. Se acerca el otoño, su estación favorita, piensa hasta que su dulce melancolía se ve interrumpida por el desagradble pitido del microondas.

Coge el café caliente, y vuelve al sofá, hojeando su revista. Un famosillo que no conoce ha sido acusado por un médico de darle lo suyo en bofetadas. Tiene que preguntarle a Lily quién es, cuando coman juntas. ¿Médico? Mierda, la entrevista. Vuelven los nervios y la inseguridad. Ayer estuvo estudiando hasta tarde algo sobre la materia. Le gusta la idea de que trate de ancianos, solitarios y necesitados de cariño. Necesitan contacto y lo agradecen mucho. Aunque, claro, no es un puesto para poner a prueba lo que ha aprendido. De todos modos, se sentiría útil. Papá y mamá estarían orgullosos.

Se va haciendo tarde. No lo es en realidad, pero si no llega una hora antes al lugar indicado Madalina se moriría de ansiedad. No tiene hambre, el café basta. Deja la taza en su sitio y vuelve a su habitación para coger los pantalones de traje que plachó con esmero ayer -nunca le quedará la raya como a mamá, pero no lo hace mal- y la camisa roja que estaban colocados encima de la silla. El rojo le da confianza. Se va al baño, se lava la cara, se recoge el pelo, se lava los dientes. Se viste con estudiada calma mientras observa los reflejos de la televisión sobre el pasillo.

Ya está lista. Coge el bolso grande, el móvil, el libro que estudiaba ayer y los mete en el bolso, tras apagar la televisión. Mientras sale por la puerta comienza a mandarle un mensaje a Lily, para confirmar la comida.

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06/09/2007, 21:45
Director
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Lily te devuelve el mensaje cuando casi te has subido al ferry, confirmando la comida y sugiriendo un lugar en el SoHo. La brisa es tan agradable, el día está tan lleno de fulgor visible y emocional que no te atreves a romperlo diciendo que no.

El viaje es tranquilo, aunque hay unos universitarios dando el coñazo con sus gritos. Primer año, cómo lo hechas de menos algunas veces, aunque el ambiente era distinto. Vuelves a mirar el papel con la dirección de la entrevista; está muy cerca del puerto, en Groove Street. ¡Qué nombre tan divertido!

Al llegar a Manhattan las hormigas empiezan a revolvérsete en la sangre, todo el cuerpo te pica. Cada paso que das hacia la dirección excata te cuesta un poco más. Nueva York. Gangsters. Zapatos de hormigón. Intentas atesorar el chiste para contárselo a Lily más tarde.

Notas de juego

Perdona que pase a narrar como si me dirigiera directamente a tí, me es más cómo hacerlo así, como si arbitrase cara a cara. ¿Te importa?

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07/09/2007, 09:48
Director
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El sitio donde tienes la entrevista es un edificio un tanto aséptico, adornado con flores en el parterre delantero. "Clínica Privada Erón" "Grupo Albaldon".

La recepcionista, vestida de lila claro, te indica que subas a la segunda planta y busques una puerta con un cartel que rece "selección".

Efectivamente, allí encuentras a otro par de personas esperando. Son una chica y un chico, vestidos con traje chaqueta, quizá demasiado formales para el empleo, opinas.

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07/09/2007, 16:01
Madalina Rosu
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Una vez llega al sitio indicado, con el estómago escondido hecho un ovillo en su garganta, Madalina intenta controlar mentalmente los latidos de su corazón. Una vez allí no hay escapatoria. Alea jacta est. Nerviosa pero también ilusionada, entra en la sala que la señorita del traje lila le ha indicado. La palabra "selección" hace que el control mental que intentaba mantener se desboque durante una décima de segundo.

-Buenos días, saluda tímidamente Madalina cuando entra en la sala de espera. Mira de reojo a los otros aspirantes y se siente como si estuviera en la consulta del dentista, esperando a que le practiquen una endodoncia. No sabe qué hacer. Quiere evitar a toda costa la conversación pero le da vergüenza sacar el libro y ponerse a estudiar. Mira de nuevo por el rabillo del ojo a sus compañeros, y se sorprende a sí misma intentando descubrir algún posible defecto defecto. Se imagina a sí misma sacudiendo la cabeza para deshacerse de este pensamiento, como un perro del agua de lluvia, y saca impulsivamente el libro, para concentrar su atención en algo mejor.

Notas de juego

Me parece perfecta la narración.

Este finde me marcho con Joshua a su lugar de trabajo, para repasar altius, citius, fortius, o algo. Así que no podré postear hasta el lunes.

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07/09/2007, 18:25
Director
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Al poco de sentarte tú, se abre la puerta que hay enfrente de la entrada por la que has llegado y sale una chica. Tiene el rostro algo colorado y se marcha deprisa de allí, no enfadada ni llorando, pero claramente poco ilusionada con el resultado de su entrevista. Llaman a la siguiente, la otra chica que espera. -Hasta luego.- se permite saludaros.

Está dentro un buen rato. El chico que hay allí no va a darte ninguna oportunidad de relajarte. Serio y firme, se limita a mirar el cuadro que tiene enfrente y de vez en cuando las posrtadas de unas revistas médicas que alguien ha dejado en una silla. Ni siquiera hay la clásica mesita central.

La puerta se abre y sale la joven. Cierra con cuidado, pero su brazo está tenso. Parece tener que contenerse para no dar un portazo. -Uf.- es lo único que os dice, mirándoos como si le diéseis pena, antes de marcharse.

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10/09/2007, 23:43
Madalina Rosu
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Madalina inclina la cabeza a modo de saludo y después deja salir un tímido "hasta luego" de sus labios. Un poco más neviosa por este último lance comienza a repasar mecánicamente las consecuencias de un supuesto fracaso en la entrevista. Era joven, tendría más oportunidades. Cuando alguien decida contratarla para un empleo será no solo por sus habilidades sino porque habrá caído en gracia. Y ahora, bueno, puede esperar. No es tan grave. Se acaricia el pelo y se lo aparte de la cara. Se humedece los labios.

Un poco más tranquila después de este rosario de autoayuda del que ya ha pasado su última cuenta, no se sorprende tanto al ver la reacción de la última chica. Capta esa mirada de compasión hacia los supervivientes y le contesta con una amarga sonrisa de acuerdo: ahora que mira la sala, sus ocupantes, los que entran y salen de la habitación 101, todo parece un sin sentido. No lo tiene. No será tan grave.

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11/09/2007, 18:09
Director
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El chico pasa a continuación a su ropia entrevista y sale muy poco después. Se encoge de hombros, sonríe y se marcha por donde ha venido. Como ha ocurrido las anteriores veces, la puerta se abre un momento y una voz dice simplemente "Rosu."

Al entrar te encuentras una sala escrupulosamente limpia, suavemente iluminada, con una mesa con tres sillas; la tuya y las de los entrevistadores, que te sonríen. Él es un hombre joven, pecoso, delagado, con gafas que pasaría por uno de esos rígidos mormones del cartelito en el pecho. Ella es una chica de aspecto hispano, morena, de pelo corto y pechos sin duda no tan grandes como parecen, pero exagerados por el sujetador.

-Por favor, siéntate, ¿Madalina? Aquí, por favor.- dice él, indicando una obviedad. Se miran el uno al otro y ella comienza la entrevista. -Bueno, ¿podrías destacar las partes de tu curriculum que más indicada te hacen para trabajar en investigación en cirujía gerontológica?-

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20/09/2007, 17:08
Director
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Eo... ¿mucho lío?

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20/09/2007, 21:09
Madalina Rosu
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Uf. Sí. Hoy, hoy justo a las 19.20, ha venido Melina y se la ha llevado. Así que a partir de mañana seré toda para el rol.

Las últimas dos semanas han sido agotadoras: he dormido una media de cuatro horas diarias y entre que me levantaba a las 7 y me acostaba a las 3 no daba más de mí.

Mañana. Prometido. Siento el retraso.

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22/09/2007, 11:53
Madalina Rosu
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-Gracias, responde Madalina con una suave sonrisa al ofrecimiento del chaval pecoso.

En los segundos que dura el silencio entre esa frase y la directa pregunta de la mujer, Madalina coloca su bolso a los pies de su silla, estira la espalda y junta las manos, a una altura visible (siempre ha creído que es una señal de franqueza enseñar las manos cuando te hablan).

Cuando viene la esperada pregunta, no responde directamente. Espera unos segundos y prosigue:

-Como puede comprobar, eh, terminé el año pasado la licenciaura en Medicina, especialidad Cirugía y, eh, en breve, comenzaré mis estudios de doctorado en Urgencias Quirúrgicas, gracias a una beca como estudiante de mérito... He sido, cof, cof, alumna interna numeraria en el saint Vicent Hospital, en el servicio de Urgencias, durante seis meses; he participado en la Cátdera de Patología Clínica y Quirúrgica durante el pasado año académico, en el que participé en el grupo de investigación en cirugía esofagogástrica. Quisiera ampliar mis conocimientos en el campo de la cirugía en este campo, la cirugía gerontológica. Las palabras de Madalina intentan sonar confiadas y, aunque a veces no consigue ocultar del todo su nerviosismo, cree que no le está saliendo mal del todo. Se toma otra pequeña pausa de dos segundos. No sé si soy la más indicada para el puesto: no conozco a los otros aspirantes y, además, eso lo deciden ustedes, pero sí puedo garantizar que me aplicaría a fondo en todos mis cometidos. Aprendo rápido.

Las palabras fueron más rápidas que su pensamiento, que ahora iba en caída libre, y se mostró sorprendida.

Notas de juego

Tío, ¿qué hacías de viaje a las 21.43? Jodó.

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22/09/2007, 17:19
Director
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Aparentemente satisfechos con tu explicación, continúan haciéndote algunas preguntas más, bastante triviales, sobre el curriculum. Respondes a ellas lo mejor posible, dado que habías repasado bien en tu mente este tipo de entrevista y esperas a la siguiente batería. Ambos se miran un momento y ella aparta tu curriculum de forma deliberadamente visible.

-Madalina,- comienza el chico -¿Eres una comunista de esas de centroeuropa? ¿Axilas sin depilar, una foto de Lenin al lado del crucifijo y una abuela con bigote que todavía cree que lo de Chernovil lo hizo la CIA?-

Notas de juego

No, estaba en casa de mis viejos, pero acababa de llegar de viaje de Barna y me tocaba trabajar en un garito de Malasaña a las 23:30. Cosas de tener horario libre, que me puede tocar currar a cualquier hora. Peeeeero me proporciona un día libre a escoger de la semana que viene. ;)

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23/09/2007, 23:14
Madalina Rosu
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Notas de juego

-¿Cómo?

Madalina se agacha, se mete debajo de la mesa y parece husmear algo, como un perro que busca comida. Unos segundos más tarde, se le oye decir debajo de la mesa: -Te huelen los cojones.

Acto seguido, se incorpora, recoge sus cosas y se marcha,

Euuuu, no. Jajaja. En realidad, lo que mi personaje hace es...

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23/09/2007, 23:19
Madalina Rosu
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-¿Cómo? Repita eso.

Al principio, parece no reaccionar, como si no tuviera claro qué es lo que ha oído. Quizás no ha oído bien. Pero conforme pasan los segundos la sangre caliente comienza a inflarle las sienes hasta que se convierte en odio. Aprieta los puños y se le blanquean los nudillos. Aun así, las palabras se quedan atascadas en su garganta, pugnando por salir como una merluza intenta zafarse del anzuelo de un pescador. Mira fijamente al pecoso, con los dientes apretados y la respiración agitada.

Notas de juego

Ya puedes editar el otro mensaje. Es una anécdota real de lo más simpática que ya quisiera yo que pudiera hacer Madalina en esta situación, yo y todos los damnificados de los supermecados Sánchez Romero. Pero no.

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24/09/2007, 12:53
Director
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El chico continúa, sin imutarse, mientras su compañera se mantiene callada, sin soltar siquiera un bufido

-Ey, no te enfades, a nosotros nos da igual. Después de todo, nos harán una rebaja en los impuestos por contratar a una becaria de un país en vías de desarrollo. Por no hablar del plus que dan por contratar a discapacitados. No pongas esa cara, al sordera es una discapacidad.-

Entonces la chica, observando cómo las manos se te crispan y preceden a tu respuesta, dice -Te veo cabreada. ¿Es así como reaccionas cuando alguien te dice lo que opina a la cara?-

Notas de juego

XDDDDDD Por dios, me encanta la anécdota. ¿Te importa si la dejo, poniéndola en notas de juego, en cursiva o algo así?

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24/09/2007, 22:24
Madalina Rosu
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-¡Lo que me sorprende es que sepas deletrear la palabra comunismo! ¿Eres de esos yankees que no saben situar su propio país en un mapa? Podrías describirme, ¿eh? brevemente, por qué consideras que eres el candidato idóneo para hacerme la entrevista, ¿eh? ¿No! Vaya... No te preocupes, la oligofrenia es una discapacidad. Seguro que en mis clases me darían un buen dinero por estudiar tu caso.

Casi sin respirar: así recita con agitación y toda la mala baba de la que es capaz cuanto se le pasa por la cabeza. Sabe que ser hiriente en estos casos no lleva a ningún sitio, sabe que, por alguna razón que no entiende, es la reacción que están buscando, sabe que en muy pocas circunstancias optaría por la vía del "y tú más", que no es razonable, que el mayor desprecio es no hacer aprecio... pero no puede controlar la bilis. Dando una fuerte bocanada de aire, se levanta sin mirarles, coge su bolso y se dirige hacia la puerta.

-¡Sois despreciables! ¡Espero que no os moleste que os lo diga a la cara!

Agarra la puerta y sale dando un portazo, intentando contener los sollozos hasta que esté en la calle.

Notas de juego

¿A que es genial? Puedes hacer lo que quieras. Yo la tengo guardada para algún personaje: fría, sórdida, inesperada. Lo tiene todo :)

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25/09/2007, 12:28
Director
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El golpe de calor, qué septiembre tan atípico para Nueva York, no ayuda a quitarte parte del sofoco. Caminas tan rápido como puedes hacia el este para encontrar un parque. POr el camino te cruzas con el pintoresco Nueva York; un amish afeitado que camina y murmura solo, señoras de buena familia que paséan a sus perritos mientras sus criadas venezolanas pasean a sus hijos, policías a caballo dejando excrementos a su paso...

Al sentarte en el banco lo que era una presa rompiéndose se abre del todo y aprovechas para desahogarte entre hipos.

Cargando editor
26/09/2007, 19:19
Director
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Notas de juego

Estoy esperando tu respuesta, por cierto, pero si no tienes nada que decir, dímelo y sigo yo...

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26/09/2007, 22:16
Madalina Rosu
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Notas de juego

Dale, sigue tú. Porque yo llevo dos días de salir a las 7.30 de casa y de llegar por la noche que no me tengo en pie, ni a mí ni a mis párpados. Mañana no creo que vaya a la cena, y eso que uno de los homenajeados es mi chico. ¡Necesito descanso!

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27/09/2007, 11:05
Director
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Pasan los minutos tan deprisa que se convierten en una hora sin darte cuenta. Las lágrimas han dejado de salir y han dejado dentro sólo los posos, frustración e ira. Se marcharán poco a poco, pero esta es una de esas ocasiones que, lo ves venir, no se marchan nunca en la vida.

Cuando te das cuenta de la hora, te levantas y sin más, dando un rodeo inconsciente para no pasar ni cerca del edificio que abandonaste hace un rato, te diriges a tu cita con Lily en el SoHo. La cafetería donde habéis quedado es un sitio elegante pero con un par de toques hogareños, como las flores en la terraza.

Lily ya ha llegado y te hace señas para que te acerques.