Partida Rol por web

NY: El Agua en el Viento.

Capítulo 3: Ciudad que Nunca Duerme

Cargando editor
23/08/2007, 11:33
Director
Cargando pj

RENACER:
Es como volver a respirar, como salir expelida de una matriz materna y pensar que estar viva no sucede todos los días... de hecho, debería suceder sólo una vez y a tí te ha sucedido dos. O eso crees, aunque no sabrías si llamar a tu estado "viva". Sales del Crepúsculo y entras de nuevo en tu viejo apartamento.

Ignoras cuánto tiempo ha pasado. No hay nada que te recuerde tu anterior existencia allí. Lo pero es la sensación de que alguien debe haberse llevado tus cosas, pero no sabes quién, no sabes dónde. Por la
ventana sigues reconociendo los árboles de Gramency Park, eso sí puedes recordarlo.

Ahora, llevabas dos días en el Mundo Crepuscular, asustada, escondida pensando.. ¿quién es ese extraño? ¿qué hace en tu casa? Las respuestas más obvias son las más difíciles de comprender, porque incluyen el hecho de que ya no vives... aquí. Cuando apareció, hiciste lo que habrías hecho estando viva, huiste lo más lejos posible y casi sin darte cuenta cambiaste de dimensión. Y por fin te has decidido a arriesgarte a volver.
Le viste un momento cuando entraba por la puerta, usando sus propias llaves. Suponías que allí ya vivía alguien, pero no esperabas de verdad que fuese a aparecer. Podría decirse que es un hombre guapo, de
ojos verdes que abre mucho al mirar fijamente la televisión, con falsa miopía. Ahora se ha quedado dormido, con una cerveza en la mano, viendo un canal sobre viajes. No tendrá más de treinta y pocos. Esta tarde usó un momento el teléfono, lo justo para pedir una película de vídeo a domicilio. Dijo su nombre: Kahane, John Kahane. El sol se va poniendo al oeste de Manhattan.

Moviéndose despacio rodeó el sillón con la mirada fija en Kahane pero sin acercarse a menos de un metro de él. Parecía que al fin se había dormido. Era un consuelo volver a casa aunque quizá fuese demasiado tarde para esperar a que Holden volviera. Todo había cambiado, los muebles, la pintura, pero el piso era el mismo donde Holly vivió, no cabe duda, allí, donde ahora hay una mesa hubo un piano, Michelle lo recordaba de la película, aunque cada vez sus recuerdos eran más confusos. De puntillas se dirigió hacia el baño, recordaba aquellos atardeceres en los que, sentada en el alfeizar de la ventana, como Holly antaño, tarareaba su canción. Ya había anochecido, pero por inercia o por nostalgia, Michelle decidió volver al borde de la ventana. La realidad se le antojaba un sueño y no cabía duda de que todo aquello lo era, se debió quedar dormida esperando a Holden. Claro que ese mismo pensamiento le llevaba rondando demasiado tiempo como para estar dormida, el tiempo era incoherente, la realidad intangible, y ese hombre en su casa... Recordó un sueño que tuvo no hace mucho, ella estaba durmiendo en la bañera y al despertar tenía la mirada fija en la bombilla encendida del baño. Se levantó sin recordar muy bien cómo había llegado hasta allí. Se sentía bastante dolorida, los brazos, el estómago incluso... en aquel sueño pensó que le había venido la regla. Se acercó al espejo empañado para mirarse y trató de quitar el vaho sin éxito. Lo intentó de nuevo y una y otra vez pero parecía adherido al cristal que a su vez era como un reflejo intangible de si mismo. Se giró hacia la bañera para coger algo de agua y entonces su sueño se tornó en pesadilla. Se vio a si misma sumergida en sangre, estaba pálida, muy pálida y sus labios eran azules, sus ojos vidriosos miraban inexpresivos hacia el techo. Gritó y corrió hasta... hasta despertar supuso Michelle aunque no recordaba exactamente haberlo hecho.

Se asomó al baño para comprobar que no seguía allí su cuerpo. Efectivamente no estaba, ni ninguna de sus cosas, no había nada, parecía el baño de otra persona. Era el baño de otra persona. Miró el reloj: las 22:12. Holden le prometió que pasaría a buscarla a las 19:30, llevaba mucho retraso y Michelle se sentía que llevaba ya demasiado esperando como si hubiese pasado una vida entera haciéndolo. Se dirigió hacia el teléfono y recordó que ya lo había intentado antes, pero no tenía su número. Quizá debería olvidarse e irse a dormir, mañana llamaría él. Pero dormir... las pesadillas, no quería volver a dormirse y despertar en aquel mundo lleno de muertos, escondida debajo de su propia cama.

Un ruido le sacó de sus pensamientos, en el propio salón, en el sillón. Miró hacia allí y vio a Holden dormido. ¡Por fin había llegado! Sin duda debió llegar mientras ella dormía y se acostó en el sillón para no molestarla. Michelle se acercó hacia él pero algo la detuvo en seco. Aquel hombre no era Holden, le era sin embargo vagamente familiar. Kahane, John Kahane... que diablos estaba pasando. Por qué todo era tan confuso. Si pudiese hacer memoria... estaba esperando y debió quedarse dormida en el sillón. Luego tuvo aquel sueño de la bañera y... no había vuelto a despertar. Había quedado atrapada en un sueño y ahora la realidad era la soñada y los sueños pesadillas de un mundo oscuro y lleno de muerte. Prefería la realidad, donde la única muerta era ella.

Nunca le gustó demasiado la televisión, quizá por falta de costumbre y buscó el tele-mando que había caído cerca del muslo de John. No podía darle miedo, era buena persona, ella lo sabía, siempre supo ese tipo de cosas. Hurgó sin demasiado éxito pues el mando parecía blando y sus dedos lo atravesaban sin apenas tocarlo, tuvo que sujetarlo muy fuerte para que no se le escurriese y levantándolo un poco hacia la televisión pulsó repetidas veces el botón de apagado hasta que en una de estas el pulsador se movió y la sala entera quedó a oscuras. Luego se decidió a poner un disco. Estuvo buscando un buen rato la banda sonora de Desayuno con Diamantes pero ya no estaba allí. Encontró sin embargo el Rubber Soul de los Beatles y puso aquella canción que a Holden le gustaba cantarle. Conectó el equipo de sonido y el grupo comenzó a

cantar:
Michelle, ma belle.
These are words that go together well,
My Michelle.
Michelle, ma belle.
Sont des mots qui vont tres bien ensemble,
Tres bien ensemble.
I love you, I love you, I love you.
...
John Kahane despertó despacio. Tenía la costumbre de dejarse la televisión o la radio puestas al dormirse, era un hombre bastante distraído, de modo que el sonido no le alertó en exceso hasta que hubo abierto los ojos y accedido no sólo a la luz, a el tacto del sillón, a la vigilia de los sentidos, sino también a los recuerdos.
Se asustó. ¿Había dejado él la música puesta? Se levantó de un salto, mirando a su alrededor. Mientras terminaba de orientarse, como si no reconociese el lugar, como si viviese allí desde hacía poco.

that's all I want to say

Michelle lo vio levantarse y, aún camuflada por la semioscuridad de la habitación corrió a esconderse de la vista de aquél tipo. Gateo tratando de no hacer ruido hasta quedarse acurrucada tras un sillón y semicubierta por unas cortinas. Asomó la cabeza para observar al inquilino. Dió un par de pasos hacia el equipo de sonido, siempre alerta.

until I find a way I will say the only words

Alucinado, pues aunque podía dudar si se había dejado la música puesta, estaba seguro de que él no había elegido ese disco, levantó la tapa del tocadiscos, con reverencial y supersticioso respeto, el que se tiene a las cosas antiguas que aún pueden ser utilizadas.

I know that you understand

Sin pensar en lo que hacía, golpeó la aguja, que saltó de repente, pegando un brusco chillido sobre el vinilo, para volver de un salto, quién sabe si fortuito, a la misma canción, pero más adelante. La chica que se encontraba escondida apretó las mandíbulas y entrecerró los ojos al escuchar el chirrido del vinilo, luego miró hacia uno y otro lado buscando algún sitio mejor donde poder esconderse.

until I do I'm telling you so you'll understand

"Dios santo", pensó. "¿Sonambulismo?" John parecía el hombre más perdido del mundo. Michelle se quedó inmóvil hasta que John le dió la espalda de nuevo al girarse a comprobar otra vez los discos. En ese momento aprovechó que no era vista para correr a esconderse a su cuarto. Con asombro vió como su cuerpo atravesaba el sillón que había perdido por completo su sustancia. Atravesó una mesita que también se hizo intangible a su paso. Se giró hacia atrás, y comenzó a plantearse que en realidad la intangible era ella y tuvo la impresión de haberse dado cuenta de esto cien veces antes, todas las noches anteriores esperando a Holden en un apartamento vacío. Convencida de su transparencia algo insólito ocurrió pues fue a tropezar con una silla derribándola y cayendo con ella al suelo. John dio un salto de cuerpo, de alma, de latigazo taquicárdico, saliendo proyectado contra la mesa con patas de aluminio y superficie de cristal que acechaba a su espalda. Le asaltó una pesadilla recurrente, una leyenda urbana (El Extraño en Casa). La necesidad de convertir su miedo en acción, en conclusión en efecto acabó por paralizarle mientras se decidía. Miró a un lado y otro. Nadie. Pero la silla en el suelo. Nadie. Pero tenía que haber alguien. En dos zancadas, huyendo de cada sombra y sintiendo que mirase donde mirase el peligro estaba a su espalda, recogió el abrigo, donde sabía que tenía las llaves del apartamento y salió de casa con un portazo. Su carrera hacia abajo, por las escaleras, se fue debilitando hasta dejar de ser un sonido.

Cargando editor
23/08/2007, 12:36
Director
Cargando pj

El golpe no le dolió, pero con la mirada fija en el entarimado vio como la madera comenzaba a RESQUEBRAJARSE Y A PUDRIRSE, LA OSCURIDAD PERDIÓ SU CUALIDAD AZULADA PARA TOMAR UNA TONALIDAD ROJIZA, LEVANTÓ LA VISTA A LAS PAREDES MARCHITAS Y DESCASCARILLADAS, LA HABITACIÓN DECRÉPITA Y MUERTA. y jOHN... JOHN YA NO ESTABA ALLÍ. ¿sE HABRÍA QUEDADO DORMIDA? AQUEL ERA EL LUGAR DE MUERTE Y PESADILLAS. tRATÓ DE RECORRER EL CORTO CAMINO QUE LE QUEDABA HASTA SU ESCONDITE DEBAJO DE SU CAMA PERO, SIN EMBARGO, LOS ÚLTIMOS ACONTECIMIENTOS LA HABÍAN HECHO MÁS VALIENTE. pARECÍA QUE POCO A POCO LA CONFUSIÓN DE SU MENTE COMENZABA A ACLARARSE, COMO SE SEPARA EL AGUA DEL ACEITE TRAS HABER SIDO SACUDIDA LA MEZCLA CON VIOLENCIA. aLGUNOS RECUERDOS FLOTABAN COMO BURBUJAS, INCONEXOS PERO CLAROS. oTROS SIN EMBARGO SE HUNDÍAN, GRAN PARTE DE AQUELLAS COSAS QUE RECORDÓ MIENTRAS MIRABA AQUELLA LUZ, LA LUZ DEL BAÑO DE SU APARTAMENTO. sE HUNDÍAN PARA SIEMPRE SEPULTADOS BAJO EL ACEITE.

eSTABA EN ESTE SILLÓN - PENSÓ MIENTRAS CAMINABA DESPACIO POR UN PISO VACÍO Y RUINOSO - ESPERANDO A hOLDEN, ERAN LAS 19:00 Y NO VENÍA. mE DIJO QUE VENDRÍA A BUSCARME, QUE PREPARASE LAS MALETAS, IBA A HABLAR CON SU FAMILIA Y NOS IRÍAMOS, LEJOS, A LAS vEGAS O A mÉXICO, A ESOS SITIOS ROMÁNTICOS DONDE CASARSE Y TENER MUCHOS, MUCHOS HIJOS.

rECUERDO QUE EL CASERO ME DIJO, MESES ANTES, QUE EN ESTE PISO SE RODÓ DESAYUNO CON dIAMANTES. hOLDEN DICE QUE ES IMPOSIBLE, QUE TENDRÍAN QUE TIRAR LAS PAREDES PARA PONER LAS CÁMARAS. qUE AQUELLO SE RODÓ EN hOLLYWOOD, PERO YO NO ACABO DE CREERLE. eS EL MISMO PISO DONDE hOLLY CANTABA mOON rIVER DESDE AQUELLA VENTANA.

pERDIDA EN LOS RECUERDOS, mICHELLE FUE HACIA LA VENTANA DEL BAÑO Y SE SENTÓ EN ELLA PARA MIRAR LA CALLE MIENTRAS TARAREABA mOON rIVER. sIN EMBARGO, AQUELLA CALLE NO ERA LA QUE HABÍA ESTADO VIENDO DURANTE CASI 4 MESES, ATARDECER TRAS ATARDECER.

aL OTRO LADO DE LA VENTANA, nUEVA yORK PARECÍA UN AGUSANADO LABERINTO. LOS EDIFÍCIOS SE COMBABAN UNOS SOBRE OTROS, TODOS DE LADRILLO GRIS O NARANJA, TODOS LLENOS DE TERRAZAS METÁLICAS DE ASPECTO TRISTE, DESOLADO, BARRIOBAJERO. lAS CALLES, ABARROTADAS, SEMEJABAN RÍOS, PERO RÍOS DE UNA MUCHEDUMBRE CAUTELOSA QUE CAMINASE EN POS DE UN GUÍA TRANQUILO, SABIO, SEGURO Y TACITURNO. uN PASO DETRÁS DE OTRO, APARTANDO A QUIEN LA DIRECCIÓN DE SU MOVIMIENTO LES PONÍA DELANTE . pARECÍAN NO TENER PRISA, aLGO ASÍ PODRÍA DECIRSE POR EL ANDAR DE LA GENTE, PERO LA MAREA SE EXTENDÍA EN TODAS DIRECCIONES, SIN UN ORIGEN CLARO. nADIE DECÍA NADA. tODOS PARECÍAN MIRAR A UN HORIZONTE, PERO EL TERCER PISO DE TODOS LOS CARDINALES SE LO TAPABA. eRA nUEVA yORK. uNA CIUDAD MACHACADA, COMBADA HACIA ABAJO POR EL MAGNETISMO O LA GRAVEDAD DE SUS FANTASMAS CALLEJEROS.

nADIE DORMÍA. TODA LA CIUDAD PARECÍA ASOMARSE A LAS VENTANAS A OBSERVAR LA MARCHA. nADIE DESCANSABA. nADIE HABLABA. tODOS CAMINABAN. tODOS CALLABAN.

mICHELLE SALIÓ POR LA VENTANA A LAS ESCALERAS DE INCENDIO PARA ASOMARSE MEJOR A LA CALLE. aLLÍ ESTABAN, LOS MUERTOS. tODO LE RESULTABA FAMILIAR, COMO SI NO FUES LA PRIMERA VEZ QUE LOS VEÍA, AHÍ MISMO, ASOMADA A LA BARANDILLA. y ASÍ LO HABÍA SIDO, AHORA PARECÍA

RECORDARLO PERFECTAMENTE. lA PRIMERA VEZ SE ESCONDIÓ DONDE NADIE PUDIESE VERLA, Y LA SEGUNDA Y LA TERCER. hUBO UN MOMENTO EN EL QUE SE DECIDIÓ A SALIR PERO SE ECHÓ ATRÁS EN EL ÚLTIMO MOMENTO. tODOS AQUELLOS MUERTOS ESTABAN ALLÍ PARA DAR CONSTANCIA DE QUE ELLA ERA UNO DE ELLOS. dEFINITIVAMENTE, mANHATHAN NO ES UN BUEN LUGAR PARA VIVIR CUANDO ESTÁS MUERTO, DEMASIADA SUPERPOBLACIÓN. pOR OTRA PARTE, EXISTÍA UN SENTIMIENTO DE PERTENENCIA CON ESTA TIERRA, ERA COMO SI LA REALIDAD QUE EN VIDA HABITÓ LA RECHAZASE AHORA Y LA EMPUJASE HACIA ESTE OTRO LADO DEL ESPEJO. eCHABA DE MENOS MUCHAS COSAS PERO NO SABÍA HASTA QUE PUNTO LAS HABÍA LLEGADO A PERDER. dEFINITIVAMENTE HOY NO SALDRÍA DEL APARTAMENTO Y QUIZÁ NO LO HICIESE NUNCA, AHORA PARECÍA TENER TODO EL TIEMPO DEL MUNDO. pASÓ VARIAS HORAS DANDO VUELTAS EN EL SALÓN, POR ALGUNA EXTRAÑA RAZÓN EN LUGAR DEL SILLÓN HABÍA UNA BAÑERA, VACÍA Y CON TRAZAS DE ÓXIDO. sE METIÓ DENTRO Y SE CUBRIÓ CON ALGO... PERMANECIÓ ALLÍ UN TIEMPO QUE SE SINTIÓ DESPUÉS INCAPAZ DE CONTAR.

Cargando editor
23/08/2007, 12:37
Director
Cargando pj

Algunos días depués...
Michelle se econtraba de nuevo por el apartamento, John no estaba y decidió sentarse a esperarle. Tal vez él o Holden llegasen en cualquier momento. Pasaron las horas. El sol avanzaba sobre el muro del cielo, demostrándole de esa manera que permanecía en el Mundo Real, o en la Tierra que ella conocía, al menos. Repentinamente, escuchó la puerta del ascensor abrirse. Luego, la llave en la puerta. Un sonido distinto al habitual, una cerradura nueva. Cuando John entró, con un periódico en la mano, cerró tras de sí y puso una cadena a la puerta (esta cadena también es nueva, no la había la última vez que Michelle estuvo aquí). Parecía respirar, un suspiro de cierto alivio. Observó el rellano a través de la mirilla de la puerta. Sin pararse a mirar a la invisible Michelle, John se sentó al otro lado del sillón, sin hablar, sin dirigirse a ella siquiera con la mirada, como un novio enfadado. Y se puso a subrayar varios artículos en el periódico.

Faltaban 5 minutos para las 19:00 y al escuchar la puerta Michelle había pensado por un momento que podría tratarse de Holden, pero no fue así, era aquel John Kahane.

Parecía extraño, ni siquiera había reparado en ella al entrar. Decidió que era hora de hablar con él pues no podía permanecer más tiempo escondida en su propio apartamento. Salió a su encuentro y el la ignoró. No estaba enfadado, simplemente es que no podía verla. Como aquel sillón que atravesó el otro día, Kahane pertenecía al mundo de los vivos y ella era invisible para él. Amparada en su anonimato, Michelle se volvió más valiente y confiada, se dirigió hacia John, se apoyó en el respaldo del sillón y comenzó a leer el periódico por encima de su hombro. Poco a poco comenzaba a controlar su nueva realidad. Al principio necesitaba cierta concentración para no caer de bruces al suelo atravesando el mueble, pero se fue dando cuenta de que no era difícil fingir que se apoyaba en aquel respaldo. Si no hacía fuerza no lo atravesaría, si no quería no lo movería. John subrayaba el periódico ¿buscaba trabajo?... ¿a qué se dedicaría?

Te sorprendes al descubrir que no sobraya varios artículos, sino uno solo, mientras asiente, con satisfacción, como si le gustase cómo ha quedado, como si fuese su propoia obra, retratada a precio de saldo entre los anuncios inmobiliarios. Se trataba de un apartamento en alquiler... ¡no! La dirección tEnía que estar mal. Tenía que ser eso.

NO PODÍA SER ESTA MISMA DIRECCIÓN.

Lo lees con más atención... no, lo que se alquila no es el apartamento. Se busca a alguien para compartirlo. Pero este apenas da para dos personas y mientras duerman juntas...

Un lento chirrido comenzó a escucharse, como el de un mecanismo oxidado que se esfuerza en seguir funcionando, al casi interminable rascar de metal precedió un golpe seco, como un martillazo pesado sobre un yunque. Era el reloj del salón. Faltaba un minuto para las 19:00.

¿John? ¿John, no lo oyes? ¿has oído eso?

El hombre, ajeno a todo aquello, seguía sin inmutarse concentrado en su periódico.
El corazón de Michelle comenzó a latir con fuerza. Latía en su cabeza y no en su pecho con cada golpe del segundero.

Pum...Pum... Pum...

Algo malo iba a pasar, lo presentía, no era la primera vez que tenía ese presentimiento... esperando a Holden, debería estar al llegar, quedó a las 19:00 para pasar a recogerla e ir al aeropuerto. El era muy puntual, podía escuchar sus llaves tintineando al otro lado de la puerta. Algo malo iba a pasar, lo presentía y nunca sus sensaciones fueron tan fuertes.

Pum...........Pum...........Pum

Los segundos se espesaban y los latidos eran cada vez más lentos y fuertes. Holden... no podía ver allí a John, ¿qué pensaría de ella? Conocía su pasado y aún así la aceptó. Si ahora viese a John... ¿qué pensaría de ella? no podía permitírselo, Holden, su amor, su vida... Michelle corrió hacia la puerta mientras esta comenzaba a abrirse. Algo malo iba a pasar.

Pum.........................Pum........................Pum

Hola... PUTA - dijo el hombre al entrar y Michelle notó cómo un fuerte golpe en su estómago... PUM... la dejaba sin respiración y la hacía caer de rodillas al suelo. Aquel no era Holden.

Kahane pasó la página del periódico se frotó los ojos y miró hacia la ventana, todavía quedaba algo de luz, pero el sol parecía haber dejado de calentarle. Hacía bastante frío en la habitación. Michelle atravesó la estancia de un golpe para caer de bruces al suelo. Silenciosa, invisible, ajena a la realidad de Kahane.

Eres una maldita ZORRA, ¿lo sabes? - Michelle sintió como aquel hombre enorme saltaba sobre ella y le agarraba del pelo apretándole la cara contra el suelo. Podía oler el sudor que aquel penetrante perfume no era capaz de ocultar. Escuchaba su respiración cerca de su oreja - Él no va a venir si es lo que piensas, ha decidido que no es apropiado para alguien de su familia ensuciar su nombre con el sudor de todos los hombres que te has follado, putita. ¿Creías que era tu príncipe azul? olvídate de él zorra, esta noche le voy a enseñar a tu enorme coño lo que es una polla de verdad.

Pum...Pum...Pum...Pum... Un lento chirrido comenzó a escucharse.

Hacía frío, ¿es que no funcionaba la calefacción? John se levantó hacia el radiador para comprobar la temperatura. Y sin embargo, al apoyar la mano en el metal un desagarrado grito de mujer a su espalda lo congeló por completo. Jamás había oído nada así, llanto, rabia, frustración, impotencia y odio. Se quedó paralizado de terror, incapaz de reaccionar y un golpe fuerte con rotura de cristales sonó en el salón. Se giró muerto de pánico. La habitación estaba vacía, el reloj tenía la esfera rota y se había detenido a las 19:00.
Luego, temblando, se sentó en el suelo, con las rodillas convertidas en yeso húmedo.

El doctor Morris, ¿qué dijo el Doctor Morris? - su mente se retrotrajo hasta la época universitaria, cuando pasó semanas sumido en pesadillas horribles, cuando Belinda, su novia le abandonó, luego le llamó para verle una última vez, quién sabe si propiciando la oportunidad para un reencuentro también carnal y finalmente, murió en un estúpido accidente de autobús, ella que le tenía miedo a los coches. El Doctor Morris fue el psiquiatra al que le llevaron sus padres y que le enseñó una suerte de mantra de relajación:

"La mente y yo somos lo mismo. La mente no se daña a sí misma. La mente sólo se engaña."

mICHELLE GRITÓ DE NUEVO MIENTRAS GOLPEABA EL SUELO DE LA HABITACIÓN. sUS MEJILLAS SE ENCONTRABAN CUBIERTAS DE LÁGRIMAS. aQUEL SUEÑO, AQUELLA PESADILLA OCURRIÓ EN LA REALIDAD. nO FUE UN SUEÑO, SINO UN RECUERDO QUE, HUNDIDO EN SU MEMORIA, SALÍA A FLOTE CADA DÍA. nO TENÍA FUERZAS PARA HUNDIRLO DE NUEVO. sINTIÓ COMO AQUELLA VEZ CÓMO LA DESGARRABAN POR DENTRO HASTA PERDER EL CONOCIMIENTO. rECORDÓ DESPERTAR EN LA BAÑERA Y SER INCAPAZ DE RETIRAR EL VAHO DEL ESPEJO. lA HABÍAN MATADO. lA HABÍAN VIOLADO. y HOLDEN NUNCA APARECIÓ. sALIÓ A LA VENTANA A GRITAR PERO NI UNO SOLO DE LOS ROSTROS QUE CAMINABAN POR LA CALLE SE GIRÓ PARA ESCUCHARLA.

- hOLDEN, MI AMOR, MI VIDA, MIRA LO QUE ME HAN HECHO, EN QUÉ ME HAN CONVERTIDO. mI AMOR, ¿POR QUÉ NO VINISTE, POR QUÉ NO ME AYUDASTE? ¿dÓNDE ESTABAS? hOLDEN, MI AMOR, ME HAN MATADO. nO FUI YO, NO LES ESCUCHES. vINIERON DESPUÉS AL APARTAMENTO Y VIERON MI CUERPO. dIJERON QUE ME HABÍA SUICIDADO. mE LLAMARON PUTA DE NUEVO Y TÚ NO ESTABAS ALLÍ PARA ROMPERLES LA CARA. hOLDEN MI AMOR... tE ESTABA ESPERANDO... mETIERON MI CUERPO EN UNA BOLSA DE PLÁSTICO NEGRO. mE LLAMARON PUTA DE NUEVO. dIJERON QUE ME MATÉ Y NO LO HICE ¿cÓMO DAR MI VIDA CUANDO YA ERA TUYA?... hOLDEN, MI AMOR... DIJERON QUE ESTABA EMBARAZADA.

Cargando editor
23/08/2007, 12:38
Director
Cargando pj

:VUELTA A LA REALIDAD, DIAS DESPUÉS:

John no estaba, había salido de nuevo.
Michelle caminó por el salón con cierto aire distraído observando todos los rastros que el nuevo dueño del piso había ido dejando. A Michelle le gustaba John, la habilidad que en vida le permitía conocer a las personas se había hecho explícita en su nuevo estado. Podía observar cómo una luz rodeaba a la gente y le hablaba sobre ellos. John era una buena persona y a Michelle le gustaba. Sólo tuvo que observarlo dormir un par de noches para sentir cariño por él.

Aprovechó que no estaba para poner su disco favorito... buscó el disco con las canciones de Desayuno con Diamantes pero no lo encontró. Sin embargo, casualmente, encontró el disco aquel de los Beatles con la canción que llevaba su nombre. "Rubber Soul" rezaba la portada... "qué apropiado" pensó. Un alma de goma. Parecía que todo estuvo escrito desde un principio. Puso el disco y McCartney comenzó a cantarle a ella:

"Michelle, ma belle
These are words that go together well
My Michelle"

Holden le ayudó a comprender los trozos de la canción que estaban en francés. En realidad le decepcionó un poco averiguar que no decía nada que no hubiesen dicho ya en la primera estrofa. Sin embargo, por la canción, él siempre la llamaba "ma belle".

Canturreando se fue hasta el baño, encendió la luz y se tumbó en la bañera. Había pasado tanto tiempo escondida en la otra bañera, la del mundo de los muertos, que la había convertido en su refugio. Había algo que no podía describir que la llevaba una y otra vez al mismo sitio. Ésta estaba más limpia y no era de plomo sino de... porcelana o algo así. Abrió el grifo del agua caliente y dejó que fuese llenándose la bañera. Aquello era frustrante, el vapor comenzaba a llenar el baño pero el agua no la tocaba. Se movía en ella, pero no provocaba ondulación alguna en la superficie. Cerró el grifo una vez llena la bañera y se tumbó boca arriba mirando hacia la luz.

La luz, en su sueño había una luz, una luz que veía desde la bañera. Estaba convencida de que se trataba de aquella bombilla, pero ahora le daba la impresión de que no brillaba como en su sueño. Era otra luz, más intensa y cálida, que la atrapaba como a los insectos en las noches de verano. Era frustrante no ser nada. Quizá nunca lo fue, pero ahora era menos que nada. "El agua es la vida", como le dijo el loco de Hasan aquella noche en que ella sólo quería beber Champagne. El agua era la vida y ella rodeada por completo no podía tocarla. Muerta. Permaneció mirando al techo y comenzó a sentir un ligero calor en el cuerpo, cada vez más intenso. De algún modo, el agua le calentaba. Notaba como su piel se humedecía. Estaba todo en su mente pero jamás se había sentido más viva. El disco desde el salón cantaba su nombre una y otra vez, una y otra vez. Tan concentrada en el calor que no escuchó la puerta de la entrada abrirse.

John no quería abrir la puerta del baño. Sabía que iba a ser más feliz no abriéndola. Había escuchado un ruido al otro lado, algo así como goteo de agua. Sus últimas experiencias, el miedo a que volviesen aquellas cosas de su infancia... Pero todos sabemos que abrió esa condenada puerta. John... podrías haberlo adivinado.

Gritó, gritó hasta que el alma se le saliese de los pulmones, hasta que no quedase una sola molécula de agua que exhalar. No era tanto la sorpresa como la confirmación. Michelle no presentaba un aspecto tan malo, de hecho, para otras personas en otras circunstancias de vida, hubiese resultado tremendamente atractiva. Pero para alguien como Mr. Kahane, que había visto lo que había visto en su vida y creyendo haber huido de ello, pensaba estar de nuevo frente a su pesadilla,, aquello era demasiado.

Pero a pesar de todo, respirando como un loco, sudando, temblando y apoyándose en el marco de la puerta, siguió allí de pie, resuelto a saber quién era esa persona, si esta vez la visión se dignaba a permanecer más tiempo frente a sus ojos...

Michelle giró la mirada hacia el grito, en aquel momento la fuente del sonido era pura esencia. Se asustó y gritó también tratando de salir de la bañera. Resbaló, aún no asumía el nuevo estado físico, y fue a golpearse en la nuca con el borde de la bañera. iNMEDIATAMENTE EL AGUA DESAPARECIÓ, JOHN Y LA DECORACIÓN TAMBIÉN.

nO, NO.... nOOOO!!! pUEDES VERME, jOHN, ¿qUÉ HA PASADO?... tENGO QUE VOLVER... tENGO QUE...

El movimiento violento de Michelle y la diferencia de volumen al perder ésta de golpe su masa corpórea habían hecho que el agua de la bañera se agitase con violencia vomitando líquido hasta el suelo del baño. John seguía adherido al marco de la puerta, como un náufrago a un tronco.

John... ¿John? ¿no me oyes? Me miraste a los ojos John... - se acercó hacia él que seguía con la mirada fija en la bañera, ignorándola por completo. Sintió como al acercarse, toda la esencia que emanaba por el pánico se dirigía hacia ella como atraída de alguna manera. No quería dañarlo, pero aquello hacía que se sintiese bien. Volvió a llamar a Kahane sin éxito.

Frustrada se dirigió al espejo, todavía empeñado y lo araño como ya hiciese en otra ocasión. Sus dedos sólo atravesaban el cristal. Entonces, respiró hondo. Podía hacerlo, ya lo había hecho en otra ocasión. Cerró los ojos y despacio deslizó el dedo verticalmente sobre el espejo. Cuando abrió los ojos de nuevo pudo observar que una línea había quedado trazada en el vaho.

HELP ME
Siguió escribiendo
LOOK FOR HOLDEN
SOMEBODY KILLED ME

Se giró hacia Kahane que miraba incrédulo hacia el espejo. ¡Lo había visto, lo estaba leyendo! Esta vez no huiría. Quedó junto a su compañero en espera de que tomase alguna decisión.
Kahane intentó controlarse. Retuvo el temblor tanto como pudo, pero
los dientes no cesaron de castañearle mientras su camiseta de Fleetwood Mac se empapaba más y más de sudor, lágrimas y vapor del baño. Se obligó a sí mismo a caminar hacia el interior sin tantear el aire delante suyo, temeroso de rozar una mano, un cartílago muerto, un mechón de fino pelo rubio.

Bajo el mensaje del fantasma (porque ya no era capaz de calificarlo de manera alguna que no incluyese esa idea) escribió

HOLDEN WHO?

Y tras titubear un momento

WANNA HELP U

McNEAL
Escribió finalmente Michelle en el hueco que quedaba. Era el apellido de Holden. El hombre que nos alquiló la casa debería conocerlo, nos dijo que aquí se rodó Desayuno con Diamantes. Holden pagó tres meses por adelantado. John continuó unos segundos allí de pie. - Holden McNeal...- se repitió a sí mismo, no, a alguien más, probablemente, susurrando. Levantó la mano como si fuera a escribir algo más en el cristal, pero no sabía qué decir, qué contarle a un fantasma, cómo hacerle llegar sentimientos de pésame al difunto, sin duda más inconsolable que sus deudos. Tras pensarlo un poco, se dirigió a la bañera y probó el agua con las puntas de los dedos, sumergiéndolos luego hasta casi los nudillos, mojando un anillo, no de compromiso pero sí con evidente gusto femenino. Al comprobar la temperatura, abrió el agua caliente al máximo mientras tiraba del tapón del desagüe. Cuando hubo convertido aquello en un baño decente, aún desenroscó el bote de jabón, lo derramó (era un fluido marrón oscuro) y hasta se atrevió a volver a meter la mano y remover para crear espuma. Luego, salió del cuarto. Se escuchó la puerta de la calle.

Cargando editor
23/08/2007, 12:39
Director
Cargando pj

Michelle se había quedado junto a John durante todo el proceso, llena de curiosidad, tratando de averiguar qué estaba haciendo. Cuando salió del baño, Michelle se quedó dentro con la mirada fija en la bañera y entonces escuchó la puerta de la calle. Entonces lo comprendió todo y sonrió con ternura. Siempre le habían asustado los hombres cariñosos, de algún modo la hacían sentirse culpable. Huía de ellos como la peste con una misma idea en la mente que se repetía cada vez 'oh, es demasiado bueno, merece alguien mejor... aunque esté enamorado de mí ya se le pasará... no quisiera hacerle daño es tan.. tan frágil'.

Siempre amó a hombres con carácter, a veces incluso demasiado, hombres con los que pudiese sentirse tranquila al lado. Gente que, por contraste, la hiciesen sentirse mejor de lo que es o, al menos, menos mala. Kahane parecía distinto, nunca hasta ahora podía haberse metido tanto en la vida íntima de una persona. Y ahí estaba, parecía fuerte y decidido, pero frágil y quebradizo, valiente, muy valiente, pero asustadizo, protector y protegido. Y le había preparado aquel baño... El fantasma se sentó junto a la bañera y se concentró hasta sentir la
espuma entre los dedos.

:PASÓ EL TIEMPO O NO LLEGÓ A PASAR, PASÓ UNA VEZ Y SE REPITIÓ SIEMPRE...
mICHELLE ENCONTRÓ A SU HIJO, EL HIJO QUE NUNCA TUVO, EN EL INTERIOR DE LA BAÑERA QUE HABÍA EN EL CENTRO DEL SALÓN. lO BESÓ, LO ABRAZÓ PERO NO DEJABA DE LLORAR. fUE CON ÉL HACIA LA VENTANA DEL BAÑO Y SE SENTÓ EN ELLA PARA CANTARLE UNA CANCIÓN, COMO LO HARÍA hOLLY. sOLO ENTONCES DEJÓ DE LLORAR, PERO NO DEJÓ NUNCA DE DOLERLE EN SU ÚTERO INERTE.

Moon river, wider than a mile,
I'm crossing you in style someday,
Oh, dream maker, you heartbreaker,
Wherever you're goin',
I'm goin' your way
Two drifters, off to see the world,
There's such a lot of world to see,
We're after the same rainbow's end
Waitin' round the bend
My Huckleberry friend,
Moon river and me.

sENTADA EN LA VENTANA, mICHELLE SUSURRA UNA Y OTRA VEZ LA VIEJA CANCIÓN. lOS TRANSEUNTES SIGUEN FORMANDO SU MISTERIOSO ESQUEMA MASIVO ALLÍ ABAJO, AUNQUE MÁS BIEN PARECEN PERDIDOS, DESORIENTADOS ANTE EL MIASMA DE LA MUERTE, FRENTE A LA EVIDENCIA DE QUE HAN DEJADO ATRÁS Y PERECE QUE PARA SIEMPRE UN MUNDO EFÍMERO PERO MUCHO MÁS SANO QUE ESTE.

rEPENTINAMENTE, SIENTES QUE ALGO HUBIESE CAMBIADO. nOTAS UN TIRÓN, UNA LLAMDA. sIENTES QUE HUBIERA ALGUIEN MÁS CONTIGO EN EL APARTAMENTO, PERO UN BREVE VISTAZO TE CONFIRMA QUE NO ES ASÍ. y ES AL VOLVER HACIA TU VENTANA CUANDO REPARAS EN EL TELÉFONO. hAY ALLÍ UN APARATO QUE NO ESTABA ANTES, ANTIGUO, CON EL DIAL DE RUEDA, CON EL CABLE QUE DEBERÍA CONECTARLO A LA RED, CORTADO, UNA VENA MUERTA QUE SALE DEL CUERPO DE PLÁSTICO Y NO VA A TRANSMITIR NADA.

eL TELÉFONO EMPIEZA A SONAR. sIENTES SU LLAMADA, EL INESQUIVABLE DESEO DE COGERLO, UN DESEO QUE SE MANTIENE IMPERTURBABLE MIENTRAS AVANZAS HACIA EL APARATO Y DESCUELGAS. tAN PRONTO LO HACES, AL OTRO LADO SUENA UNA VOZ, ACARICIADORA PERO VIRIL, SERIA, CONSCIENTE Y EDUCADA, PERO ALGO BRUSCA EN SU SUSURRO, EDUCADA EN LAS PEORES MANERAS DE LA CALLE, PERO ACOSTUMBRADA A TRATAR CON EDUCACIÓN A LA GENTE QUE LE CONVIENE.

Buenas noches Michelle, me llamo William Iron y desearía hablar contigo. –

mICHELLE COMENZÓ A TEMBLAR. eN SU CÁRCEL DE SOLEDAD Y MUERTE, EN SU ANONIMATO INVISIBLE PARA LOS VIVOS, ALGUIEN LA CONOCÍA. mANTUVO LA LÍNEA EN SILENCIO DURANTE UN TIEMPO INTERMINABLE, ESCUCHANDO LA RESPIRACIÓN AL OTRO LADO. fINALMENTE SE ATREVIÓ A HABLAR.

cONOCES MI NOMBRE... pERO YO NO SÉ QUIÉN ERES. ¿dÓNDE ESTÁS, PUEDES YUDARME? A

La voz al otro lado suena ahora mucho más profesional, tranquila.

-Estoy en Nueva York, tal vez pueda ayudarte, al menos esa es mi voluntad... pero necesito saber qué sucedió, como llegaste a donde estás...-

lA VOZ SUENA CLARA Y DIÁFANA, SIN ESA DENSIDAD ACUOSA O MELOSA QUE
TIENE EL SONIDO EN EL mUNDO cREPUSCULAR. eSA VOZ PROVIENE DEL MUNDO NORMAL.

- Puedo ayudarte, ¿qué te sucedió? -
- ¿qUE HORA ES? HOLDEN ME DIJO QUE ME PASARÍA A BUSCAR... vAMOS A CASARNOS. cUANDO VENGA DILE QUE LE ESTUVE ESPERANDO Y ME QUEDÉ DORMIDA.
- Te lo diré: me temo que ya sabes que hora es, la misma que señalan todos los relojes donde te encuentras, demasiado tarde... ¿Donde te encuentras ahora? -
- ¿qUÉ HORA ES? eSTOY EN LA CIUDAD DE LOS MUERTOS, CANTÁNDOLE A MI PEQUEÑO LA CANCIÓN DE HOLLY, EN LA MISMA VENTANA, VIENDO EL RIO DE ALMAS BAJO LA LUNA. eS MÁS ANCHO QUE UNA MILLA... cREO QUE ALGÚN DÍA LO CRUZARÉ... HAY MUCHO MUNDO QUE VER...
- Te sentirás mejor cuando lo cruces...-
qUIZÁ SEA EL MOMENTO DE HACERLO, MI AMIGO hUCKLEBERRY. aUNQUE ESTEMOS EN DISTINTOS FINALES DEL ARCOÍRIS VOY A SALIR DE AQUÍ, NECESITO HACERLO. vOLVEREMOS A HABLAR... PRONTO.

lA CHICA COLGÓ EL TELÉFONO DESPACIO, FUE HACIA EL SALÓN Y DEJÓ LA MUÑECA DE TRAPO DENTRO DE LA BAÑERA, JUSTO DONDE LA ENCONTRÓ. lUEGO SALIÓ DE ALLÍ. eL PASILLO QUE DEBERÍA DAR ACCESO A LOS ASCENSORES Y LAS ESCALERAS ESTÁ MUY CAMBIADO. pARA EMPEZAR, LOS SUELOS SON DE MADERA Y UNA LARGA ALFOMBRA LOS CUBRE. aDEMÁS, CUADROS ENMARCADOS CON HUESOS DECORAN LAS PAREDES CON ESCENAS DEMASIADO OSCURAS PARA VERSE CON CLARIDAD. tANTO LA PUERTA DE mICHELLE COMO LAS DEMÁS PARECEN LAS DE UN HOTEL, NUMERADAS. lA DE mICHELLE ES LA 34.

mICHELLE SE GIRÓ HACIA SU PUERTA ANTES DE CERRARLA. cONTEMPÓ EL NÚMERO Y LO ACARICIÓ CON LA PUNTA DE LOS DEDOS. eSTABA HECHO, YA HABÍA SALIDO E SU REFUGIO. D
mICHELLE, SIGUIENDO UN DESEO IMPRECISO, COMIENZA A EXPLORAR LOS PASILLOS Y A ACERCARSE A LAS PUERTAS PARA COMPROBAR SONIDOS. eN NINGUNA PARTE ENCUENTRA SEÑALES DE VIDA, O DE LO CONTRARIO, DEBERÍAMOS DECIR. nO ES HASTA HABER SALIDO AL PORTAL, QUE TAMBIÉN PARECE EL DE UN HOTEL, CUANDO ENCUENTRA A ALGUIEN. cONCRETAMENTE A OTRA MUJER, UNA ANCIANA DELGADA, SENTADA Y MIRANDOLO TODO CON AIRE ATURDIDO, VESTIDA CON EXTREMA ELEGANCIA, PERO DESDE LUEGO NO A LA MODA MÁS ACTUAL. nO HA REPARADO EN MICHELLE, YA QUE ESTÁ VUELTA DE ESCORZO HACIA LA RECEPCIÓN VACÍA. - eSPERANDO ALGO - , SUPONE mICHELLE.

lA CHICA COMENZÓ A SENTIR FINGIDAS TAQUICARDIAS AL VER POR FÍN A ALGUIEN Y ANTICIPAR EL MOMENTO DE TOMAR CONTACTO CON LOS MUERTOS, MUERTOS COMO ELLA. eN ESTA CIUDAD A LA QUE ACUDEN LOS MUERTOS CUANDO MUEREN... sIEMPRE LO IMAGINÓ DE OTRA MANERA, CON NUBES POR TODAS PARTES, TODOS VISTIÉNDO TÚNICAS BLANCAS... pERO LA MUERTE NO PARECÍA MEJOR QUE LA VIDA. sE ACERCÓ A LA ANCIANA DESPACIO Y SE COLOCÓ EN CUCLILLAS A SU LADO SIN DEJAR DE MIRARLA, COMO UN GATO ESPERANDO AL MAS MÍNIMA SEÑAL DE PELIGRO PARA SALIR HUYENDO. mIRÓ A AQUELLA MUJER Y TRATÓ DE LLAMAR SU ATENCIÓN

- ¿llEVAS MUCHO TIEMPO ESPERANDO? ... yO ACABO DE LLEGAR... ESTE LUGAR ME ASUSTA UN POCO.

lA ANCIANA SE GIRÓ HACIA MICHELLE. nO HUBO NADA EN LA SONRISA QUE LE DEDICÓ QUE TRANSMITIERA CALOR O TERNURA, NI SIQUIERA LA SABIDURÍA DIVERTIDA QUE TIENEN LOS ROSTROS DE LAS ABUELAS CUANDO VEN COMETER UN ERROR A UN NIETO. nO HABÍA NADA EN ESA SONRISA.

- lA VERDAD - RESPONDIÓ LA ANCIANA - ES QUE NO SABÍA QUÉ ESPERAR.
hASTA QUE LO HE TENIDO DELANTE.-

AQUELLA MUJER NO DEJABA DE MIRAR A mICHELLE, QUIEN HABÍA TRABAJADO UNA TEMPORADA EN mACY'S Y HABÍA VISTO ESOS OJOS O MUCHOS OTROS PARECIDOS AL OTRO LADO DEL ESCAPARATE, OBSERVANDO LOS TRAJES MÁS CAROS. mICHELLE LA SONRIÓ CON CIERTA TERNURA, ESE TRAJE... DEBÍA LLEVAR MUCHO TIEMPO AHI Y EN CIERTO MODO SENTÍA COMPASIÓN POR AQUELLA ANCIANA. pOR OTRO LADO, TEMÍA ACABAR ASÍ, COMO ELLA, ENVEJECIENDO EN UNA SILLA DE ESTE ALBERGUE DE MUERTE ESPERANDO A HOLDEN.

- mE LLAMO jESS. y ES LÓGICO QUE ESTE SITIO TE ASUSTE. nO ES UN BUEN
SITIO PARA ESTAR, ¿NO CREES? y MENOS AÚN UNA CHICA COMO TÚ, con ese pasado. -

¿Eran imagincaciones de Michelle o Jess se hundía en el sillón y se fundía
con él? nO, ERA UN EFECTO VISUAL, HASTA LOS FANTASMAS DEBEN TENER LA VISTA CANSADA. Espera, le ocurría otra vez... jESS parecÍA IR y VEnir...

- ¿jESS? oH jESS, CIELO SANTO, ¿QUÉ ESTÁ PASANDO? nO TE VAYAS POR AVOR... F
yA ESTÁ, HABÍA PASADO EL EXTRAÑO FENÓMENO. jESS SEGUÍ ALLÍ SENTADA,
IGUAL QUE ANTES, ESPERANDO TU RESPUESTA. pERO AHORA SU CARA PARECÍA LA
DE ALGUIEN QUE ACABABA DE VER EL PRECIO DE UNO DE AQUELLOS TRAJES CAROS DE mACY'S Y SE ALEJABA CALLE ABAJO.

tRANQUILA, NIÑA. yO NO ME IBA A NINGUNA PARTE. -

lA CHICA QUEDÓ UN MOMENTO COMO DUDANDO CON EL CEÑO FRUNCIDO. sI jESS NO HABÍA DESAPARECIDO ENTONCES TENÍA QUE HABER SIDO ELLA. ¿NO HABÍA SENTIDO ALGO PARECIDO ANTES? ¿qUIZÁ CUANDO AQUEL HOMBRE LA LLAMÓ POR TELÉFONO?

- ¿jESS? ¿QUÉ ES LO QUE TE HA PASADO... O QUÉ ES LO QUE ME HA PASADO A
MÍ... qUÉ SABES DE MI PASADO...? ¿jESS?

- bASTA, BASTA, TRANQUILA. sÓLO HA SIDO UN MAREO... POR ASÍ DECIRLO.
¿sABES QUE ERES UNA CHICA FUERTE? pERO NECESITAS SENTARTE, VEN, ACÉRCATE. -
jESS TE INDICA UN SILLÓN JUNTO A ELLA.

mICHELLE, DÓCIL SE SENTÓ JUNTO A AQUELLA ANCIANA. sE SENTÍA EN CIERTO ODO PROTEGIDA JUNTO A ELLA. M

- ¿qUÉ SÉ DE TU PASADO? pOCA COSA, LA VERDAD. sÓLO SÉ QUE HAS SUFRIDO.
sÍ, ME HAN HABLADO DE TU SUFRIMIENTO. pERO NO TE PREOCUPES, NADIE QUE CONOZCAS Y DEBAS TEMER. eS ALGUIEN QUE TE HA ESTADO OBSERVANDO MUCHO,

MUCHO TIEMPO. aLGUIEN QUE, DE ALGUNA MANERA, SABÍA QUE TE IBA A PASAR ESTO Y SE4 HABÍA PREPARADO PARA ESPERARTE... pERO EN EL MOMENTO EN QUE TE ALCANZÓ LA MUERTE, POR NO DECIR AQUEL BASTARDO, ESTABA OCUPADO. y AHORA SE TEME QUE NO PUEDE HACER TANTO POR TÍ COMO HABÍA ESPERADO. pERO AÚN PUEDE AYUDARTE, SEGURO. ¿qUIERES CONOCERLE? sE LLAMA jIM. -

lA CHICA ABRIÓ MUCHO LOS OJOS.

¿dE VERAS? vAYA... QUIZÁ SEA AMIGO DEL HOMBRE QUE ME TELEFONEÓ PARA QUE SALIERA... ¡CLARO QUE QUIERO CONOCERLE! nECESITO AYUDA, jESS, NO ENTIENDO ESTE LUGAR Y CREO QUE ME HAN ASESINADO Y ME HAN... DIOS MÍO, jESS, FUE HORRIBLE.

- tRANQUILA, NIÑA, TRANQUILA. aHORA, CUANDO ESTÉS MEJOR, SALDREMOS A CONOCER A jIM. cLARO, QUE QUIZÁ NO LE ENCONTREMOS AQUÍ EN EL mUNDO
cREPUSCULAR Y TENGAMOS QUE BUSCARLE EN EL mUNDO dESPIERTO. -

"eL mUNDO cREPUSCULAR... eS ASÍ COMO LO LLAMAMOS..." pENSÓ mICHELLE... eRA EN CIERTO MODO ATERRADOR, PERO ROMÁNTICO. pODÍA SER UN LUGAR PELIGROSO, PERO ERA SU LUGAR AHORA. tODO AQUELLO ERA DEMASIADO RADICAL INCLUSO PARA UNA SUPERVIVIENTE COMO ELLA. y ESTABA MUERTA, NO DEJABA DE PENSAR... mUERTA. cOMO UNA NIÑA ROMPIÓ A LLORAR Y CAYÓ DE RODILLAS FRENTE A LA ANCIANA APOYANDO LA CABEZA EN SU REGAZO.

¿qUÉ ME VA A PASAR? tÉNGO MIEDO, jESS ¿qUÉ ME VA A PASAR?

- oH, oH, VAMOS, CRIATURA. - lOS FIRMES BRAZOS DE jESS COGIERON A mICHELLE COMO SI ESTA NO PESARA NADA. TENÍA MUCHA FUERZA PARA SER UNA ANCIANA, PERO LEVANTÓ A LA CHICA DEL SUELO CON EXTREMA SUAVIDAD. - vENGA, SUÉNATE EL ALMA SI QUIERES, ¿EH? vAMOS, QUÍTATE EL ECTOPLASMA DE LA CARA... jA, JA, JA , JA, NO ME MIRES ASÍ, SÓLO ERA UNA BROMA. pERDONA, TE ESTOY TRATANDO COMO A UNA CHIQUILLA, PERO TÚ NO ERES UNA
CHIQUILLA, ¿VERDAD? vEN, ¿QUIERES IR AHORA A BUSCAR A jIM, O AÚN NO TE VES CON FUERZAS PARA SALIR? mIRA, DE MOMENTO NO TE VA A OCURRIR NADA MALO Y NO TIENE POR QUÉ LLEGARTE A OCURRIR. eN REALIDAD, SON AQUELLOS QUE TE MATARON QUIENES ESTÁN PIDIENDO A GRITOS QUE LES PASE ALGO, ¿NO? jIM TE AYUDARÁ, HIJITA, jIM TE AYUDARÁ. -

mICHELLE SONRIÓ E HIZO EL GESTO DE SECARSE LAS LÁGRIMAS CON EL DORSO DEL BRAZO PERO SU ROSTRO YA ESTABA SECO. hIPÓ UN POCO TRATANDO DE DISIMULAR EL LLANTO FRENTE A jESS Y COGIÓ A LA ANCIANA DE LA MANO.

- cREO QUE PODEMOS IR A BUSCAR A jIM. nADA MALO ME VA A OCURRIR... NO, A MÍ NO... - pOR UN MOMENTO LA CHICA RECORDÓ LO VULNERABLE QUE LE PARECÍA kAHANE FRENTE A ELLA Y NO PUDO PENSAR EN LO QUE PODRÍA SER CAPAZ DE HACER CON QUIENES LA CONVIRTIERON EN LO QUE ERA - ... a MÍ NO, A ELLOS, A LOS QUE PIDEN A GRITOS QUE LES PASE ALGO. jESS, NO SABES LO FELÍZ QUE SOY DE HABERTE ENCONTRADO. aMBAS MUJERES ABANDONARON LA COMODIDAD DE LOS SILLONES PARA DIRIGIRSE A LA SALIDA. lA CALLE SEGUÍA ABARROTADA, LLENA DE RAUDALES DE ALMAS QUE SE EMPUJABAN, ATOSIGABAN Y ROBABAN EL ALIENTO UNAS A OTRAS. jESS COGIÓ LA MANO DE mICHELLE Y LA OBLIGÓ A SEGUIRLA AL INTERIOR DEL MAELSTRÖM ESPIRITUAL. nO FUE TAN DURO COMO mICHELLE CREÍA. EN REALIDAD, LLEGABA UN MOMENTO EN QUE SE HACÍA LLEVADERO Y SENCILLO, TANTO QUE CASI PARECÍA QUE UNA PODÍA DORMIRSE DE PIE Y MOVERSE SOLA. mICHELLE NI SIQUIERA SABÍA DÓNDE DEBERÍA MOVERSE SI jESS NO LA LLEVASE DE UN LADO A OTRO. poR FIN, TRAS LO QUE PARECIÓ UNA CAMINATA TREMENDA PERO NADA CANSADA, SALIERON DEL GRUPO EN UNA CALLE QUE A mICHELLE NO LE SONABA PERO QUE PARECÍA MUY SIMILAR A LAS DE SU BARRIO. o A lITTLE íTALY QUIZÁ.

lA CHICA MIRÓ HACIA ATRÁS, HACIA EL MAELSTRÖM NO MUY SEGURA DE HABER SIDO CAPAZ DE NO PERDERSE EN ÉL PARA SIEMPRE DE HABER IDO SÓLA. lUEGO MIRÓ A jESS QUE NO LE HABÍA SOLTADO LA MANO Y SONRIÓ SINTIÉNDOSE SEGURA. sE PARARON DELANTE DE UN LOCAL, UNA ESPECIE DE BAR. sOBRE LA PUERTA, UN ÚNICO CARTEL, DONDE SE LEÍA "21". jESS ABRIÓ LA PUERTA. aL OTRO
LADO, UNA SALA VACÍA, A EXCEPCIÓN DE UNA MESA CON CUATRO SILLAS. y SOBRE ELLA, UN TAPETE VERDE. dETRÁS DE LOS MUEBLES, LES PARECÍA ESPERAR UN HOMBRE, QUE SE VOLVÍA HACIA ELLAS CON EL SONIDO ENVEJECIDO Y OXIDADO DE LA PUERTA.

Cargando editor
23/08/2007, 12:42
Director
Cargando pj

hOLA, jESS. hOLA, mICHELLE. lA MUERTE OS SIENTA BIEN.-

mICHELLE SONRIÓ SEDUCTORA AL TIEMPO QUE INFANTÍL, ERA UN GESTO APRENDIDO ANTE UN HALAGO, AUNQUE TUVIESE ESE CARIZ MACABRO. nO SOLÍA IMPRESIONARSE ANTE LOS HOMBRES, LOS CONOCÍA DEMASIADO BIEN, PERO jIM... ESA MIRADA... ERA DIFÍCIL EVITAR SONROJARSE SI LA MIRABA FÍJAMENTE. mENOS MAL QUE NO PODÍA SONROJARSE... O ESO CREÍA AL MENOS.

- aDULADOR - rESPONDE jESS. uNA jESS BASTANTE CAMBIADA... (MIRA LA FOTO: sale una mujer joven pero de aspecto antiguo)

cUANDO LA JÓVEN SE GIRÓ HACIA jESS LEJOS DE SORPRENDERSE LE PARECIÓ UN CAMBIO AGRADABLE. eN OTRAS CIRCUNSTANCIAS HUBIESE DADO UN RESPINGO DE ASOMBRO PERO QUIZÁ SU NUEVA PRESENCIA DE ESPÍRITU LE HACÍA VER ESTOS CAMBIOS COMO DETALLES ORNAMENTALES DEL NUEVO MUNDO QUE HABITABA.

- sIEMPRE ES UN PLACER VERTE, CREEME. - sE DIRIGIÓ A CONTINUACIÓN A mICHELLE. - hOLA, QUERIDA. sUPONGO QUE NO HA SIDO SENCILLO PARA TÍ
ATRAVERTE A LLEGAR HASTA AQUÍ, ¿VERDAD? sOY jIM. jIM dORSKY. lLEVO
TIEMPO SABIENDO QUE TE IBA A PASAR ALGO HORRIBLE, CARIÑO, PERO NO
PODÍA AVISARTE. lA VERDAD, ESPERABA DE TODAS MANERAS HABERTE PODIDO
AYUDAR MÁS, PERO... AHORA ES TARDE PARA LO QUE TENÍA PENSADO... eN
FIN, PLAN B. vENID HACIA AQUÍ POR FAVOR. nO, NO PODÉIS SENTAROS.
pRONTO ESTAS SILLAS VAN A OCUPARSE Y NOSOTROS LE ECHAREMOS UN VISTAZO
A LA PARTIDA.-

mICHELLE MIRÓ HACIA jESS ANTES DE HABLAR. lUEGO SE DIRIGIÓ A jIM dORSKY.

- jESS ME DIJO QUE SABÍAS QUIÉN ERA Y QUE ME QUERÍAS AYUDAR. mE HICIERON ALGO HORRIBLE, jIM... eRA FELÍZ POR PRIMERA VEZ EN MI VIDA Y ME LA QUITARON. jESS ME DIJO QUE SABÍAS QUIÉN FUÉ Y HARÍAS QUE... - mIRÓ HACIA jESS - lES PASASE ALGO A ELLOS.
jIM MIRÓ A jESS, COMPLACIDO. - cLARO QUE SÍ, SEÑORITA, CLARO QUE SÍ.
eSA CLASE DE GENTE SE MERECE QUE LES RECUERDEN TODO EL MAL QUE HAN
HECHO. pOR SUPUESTO, PUEDE SER DURO Y COSTOSO HACÉRSELO PAGAR, PERO
ESTOY SEGURO DE QUE TIENES LA MOTIVACIÓN APROPIADA... -

- lUEGO SE GIRÓ DE NUEVO HACIA EL HOMBRE Y EL ODIO DE SUS OJOS SE TORNÓ EN CONFUSIÓN - ¿dÓNDE ESTAMOS? ¿qUÉ ES ESTE LUGAR?

- eSTO ES LO QUE SE LLAMABA ANTIGUAMENTE UN "SPEAKEASY", UN LUGAR FRECUENTADO POR GENTE QUE BUSCABA RETORCER UN POCO LA LEY SECA. eS UN BUEN SITIO PARA QUE SE REUNAN PERSONAS DE PENSAMIENTO LIBERAL Y ES EL LUGAR QUE TU FUTURO MEJOR AMIGO HA ELEGIDO. nO SABE QUE VAMOS A ESTAR AQUÍ, POR SUPUESTO, SERÁ UNA SORPRESA, PERO CREO QUE ES IMPORTANTE QUE LE VEAS, PORQUE PODRÍA AYUDARTE MUCHO A ENCONTRAR Y CASTIGAR A ESA GENTE. -

- tENGO TANTAS PREGUNTAS. ¿eS ESTO LO QUE NOS ESPERA A LOS MUERTOS? ¿dÓNDE ESTÁ... dIOS?

- oH, ¿dIOS? ¿sÓLO ESO? hAHAHAHAHAHAHAHAHA!!!! - SU RISA SONÓ SECA, LLENA DE POLVO. pOR PRIMERA VEZ, TE DISTE CUENTA DE QUE LA VOZ DE jIM TENÍA ALGO DISTINTO A LAS DEMÁS VOCES QUE HABÍAS ESCUCHADO HASTA AHORA EN LA GENTE QUE HABITA ESTA "ZONA", INCLUYENDO LA TUYA. nO TENÍA ESA SONORIDAD ELÉCTRICA Y HUECA DE LOS MUERTOS. eRA MÁS MARCADA, MÁS DENSA, MÁS VIVA. - bUENO, mICHELLE, SÓLO PUEDO DECIRTE QUE dIOS NO VA A OCUPARSE DE TÍ. eN REALIDAD, AUNQUE PUEDE QUE NO LO RECUERDES, TE NEGASTE A IR HACIA ÉL PORQUE TENÍAS COSAS PENDIENTES. y ES BUENO QUE TE HAYAS NEGADO A IR, PORQUE ¿SABES?, QUIEN VA A sU PRESENCIA, NUNCA VUELVE. -

- eNTONCES SUPONGO QUE PODRÁ ESPERAR. ¿qUIÉN ES EL AMIGO AL QUE TE REFIERES, jIM? hÁBLAME DE ÉL, ME GUSTARÍA VERLO. ¿eSTÁ AQUÍ?... bUENO, YA SABES, AQUÍ NO... SINO ... ALLÍ QUE ES AQUÍ... - mIRÓ POR UN MOMENTO A jESS Y PARECIÓ RECORDAR - ¿sE ENCUENTRA AHORA EN EL MUNDO DESPIERTO? ¿eN QUÉ EXACTAMENTE PODRÍA AYUDARME?

jIM CONTINÚA CON SU SONRISA ZALAMERA. - oH, ES UN HOMBRE SIN DUDA EXTRAÑO, SOBRE TODO POR PREFERIR VUESTRA COMPAÑÍA QUE LA DE LOS VIVOS. aHORA ESTÁ EN EL mUNDO dESPIERTO, EFECTIVAMENTE, PERO NO TARDARÁ EN LLEGAR. sE LLAMA wILL... -

eN ESE MOMENTO, SUENA LA PUERTA. uNA LUZ TENUE SE ENCIENDE EN LA SALA Y DE REPENTE LA MESA ESTÁ OCUPADA POR TRES PERSONAS. sON DOS HOMBRES Y UNA MUJER, VESTIDOS AL ESTILO DE LOS AÑOS VEINTE. uNO DE LOS HOMBRES, QUE SE HA PUESTO A BARAJEAR, LE HACE UN GESTO A LA CHICA, QUIEN SE LEVANTA Y ABRE LA PUERTA. aL OTRO LADO, APARECE UN HOMBRE DELGADO Y AGUDO, DE HUESOS FÁCILES DE ROMPER, CREES, PERO DE MIRADA MUY RECIA. a DIFERENCIA DE LOS OTROS TRES, VA VESTIDO AL ESTILO DE TU ÉPOCA.

lA CHICA MIRÓ A UNO Y A OTRO LADO... PARECÍA QUE SEGUÍAN EN EL MUNDO CREPUSCULAR, DE ALGÚN MODO PENSABA QUE ELLOS IRÍAN A VER A WILL Y NO QUE ESTE VENDRÍA. ¿dE VERAS PODÍA UN VIVO ENTRAR EN LA TIERRA DE LOS MUERTOS? ¿Y jIM? dIJO "VUESTRA COMPAÑÍA"... ¿aCASO ÉL TAMPOCO ERA COMO ELLA? mICHELLE DIO UN PASO HACIA ATRÁS TRATANDO DE PERMANECER EN UN SEGUNDO PLANO. pOR LO QUE jIM DIJO, wILL SE SORPRENDERÍA AL VERLOS Y NO PRETENDÍA SER EL CENTRO DE ATENCIÓN, AL MENOS POR EL MOMENTO.

eL RECIÉN LLEGADO ENTRA EN EL LOCAL, LA MANO DERECHA EN EL ALA DEL SOMBRERO Y UNA LIGERA INCLINACIÓN HACIA LOS HOMBRES SENTADOS A LA MESA, UNA MIRADA APRECIATIVA HACIA LA CHICA QUE LE HA ABIERTO LA PUERTA.

- sIEMPRE RODEADO DE LO MEJOR - LE DICE A UNO DE LOS CABALLEROS ESTRECHANDO SU MANO MIENTRAS COLOCA UNA BOTELLA DE bOURBON QUE TRAE SOBRE LA MESA. - cABALLEROS, SI ME DISCULPAN UN INSTANTE, ENSEGUIDA ESTOY CON USTEDES ¿qUEDA ALGUIEN POR LLEGAR? -

sE DIRIGE HACIA LA BARRA DEL LOCAL, JUNTO A LA QUE ESTÁ LA CHICA DE OJOS GRANDES
- ¿mICHELLE? -

lA CHICA MOSTRÓ CIERTO AZORAMIENTO MOMENTANEO AL ESCUCHAR AL RECIÉN LLEGADO REFERIRSE A ELLA POR SU NOMBRE. mIRÓ HACIA jIM Y HACIA jESS BUSCANDO ALGUNA RESPUESTA PERO NO ENCONTRÓ EN SUS ROSTROS NADA QUE LE PUDIESE SATISFACER.

- ¿mE CONOCES? ¿wILL?... - lUEGO DE REPENTE SE LE ILUMINÓ LA CARA - tU VOZ... cLARO... wILLIAM iRON... mE LLAMASTE POR TELÉFONO. mICHELLE HIZO UN CORTÉS SALUDO LLEVANDOSE LAS MANOS AL FALDÓN DEL CAMISÓN Y HACIENDO UNA DIVERTIDA REVERENCIA.
wILLIAM RESPONDE DIVERTIDO QUITANDOSE EL SOMBRERO CON UNA REVERENCIA.
- mI AMIGO hUCKLEBERRY, PARECE QUE NOS VEMOS EN EL MISMO FINAL DEL ARCOÍRIS.
-bUENO, PODRÍAMOS DECIR QUE SI, AUNQUE ESTE LUGAR PUEDE SER CUALQUIER COSA MENOS EL FINAL DE NADA. tIENES BUEN ASPECTO PARA ESTAR EN ESTE LADO, PARECES MENOS DESORIENTADA QUE LA OTRA VEZ QUE HABLAMOS.
- sEGUÍ TU CONSEJO, wILL, Y SALÍ DEL APARTAMENTO. tUVE SUERTE DE ENCONTRAR FUERA GENTE QUE ME AYUDASE - dIJO MIRANDO HACIA EL HOMBRE Y LA MUJER QUE ANDABAN CERCA DE ALLÍ.
mICHELLE SE VUELVE PARA SEÑALAR A jESS, PERO A SU LADO, DONDE APUNTA EL DEDO DE LA CHICA, NO HAY NADIE. jIM, SIN QUE LO HAYAN ADVERTIDO, SE HA IDO. [dE HECHO, WILL NO LLEGÓ A VERLE]

eNCIENDE UN CIGARRILLO, QUE ARDE SIN LLAMA Y SIN HUMO, CONSUMIÉNDOSE COMO SE CONSUMEN LAS COSAS EN ESTA ORILLA, CON MUCHA PACIENCIA Y LANGUIDEZ.

-eSTOY DE VISITA, SUELO VENIR A ESTE LOCAL CON BASTANTE FRECUENCIA, LA CONVERSACIÓN ES AMENA Y LA COMPAÑÍA GRATA... hABLÉ CON EL CHICO QUE
VIVE EN TU APARTAMENTO... ¿hAY ALGO QUE PUEDA HACER POR TI?
- jIMM ME DIJO QUE PODRÍAS AYUDARME, QUE PODRÍAS ENCONTRAR A ALGUIEN. sIN EMBARGO, CREO QUE HAY GENTE QUE TE ESTÁ ESPERANDO PARA JUGAR. yO NO PIENSO MOVERME DE AQUÍ, wILL, ASÍ QUE CUANDO TERMINES HABRÁ COSAS DE LAS QUE HABLAR. wILL LE GIÑA UN OJO A LA JOVEN FANTASMA.
-dESPUES HABLAMOS.
- ¡eH, CHICO! - DICE DESDE LA MESA lOUI - ¿eMPEZAMOS? hOY TENGO LOS DEDOS CALIENTES. - vAYA, QUÉ MARRULLEROS. tE HAN REPARTIDO LAS CARTAS. bUENO, COMO SI TÚ NO FUESES CAPAZ DE NIVELAR LA BALANZA.
-jA, JA, JA, cUENTA CON ELLO, mENOS MAL QUE ESTAMOS ENTRE CABALLEROS, ¿eN CUANTO ESTÁ EL DESCARTE?. uNA DE LAS COSAS BUENAS DE JUGAR A LAS CARTAS CON GENTE QUE MURIÓ HACE TANTO TIEMPO ES QUE LAS APUESTAS AUN SE RIGUEN POR EL VALOR DE LA MONEDA ANTES DEL CRAK DEL 28. dE mANERA QUE wILL PUEDE JUGAR POR EL PLACER DE JUGAR, DE HECHO eLLOS SON MEJORES JUGADORES QUE EL NECROMANTE.
-lOUI, ¿qUIEN ESTABA SENTADO ANTES EN LA OTRA SILLA?
- ¿lA OTRA SILLA? ¿qUÉ DICES? ¿tE REFIERES AL TIPO ESTIRADO QUE ANDABA AHÍ ATRÁS? nO, COLEGA, ESE NO SE HA SENTADO, LA SILLA ESTABA PARA TÍ. tAMPOCO LE HABRÍAMOS DEJADO, ¿SABES? eNTRE TÚ Y YO, ME PRODUCE MALAS VIBRACIONES. nO ES DE LOS NUESTROS... y TAMPOCO DE LOS VUESTROS, DESDE LUEGO. -

sE REPARTEN CARTAS. jUGÁIS UNAS CUANTAS PARTIDAS DURANTE LAS QUE APRENDES ESE pÓKER QUE SE PARECE A LA MANERA QUE TIENEN LOS IRLANDESES DE JUGAR AL rUGBY: DURO Y CON LOS CODOS.

- ¡jA! ¡pÓQUER DE NUEVES! -

eL MAFIOSO DEL TRES AL CUARTO RETIRÓ SUS GANANCIAS CON UNA FRANCA Y
AMPLIA SONRISA DE VICTORIA.

- hOY NO TIENES UN BUEN DÍA, wILL. pERO MEJORAS MUCHO, ¿HAS ESTADO PRACTICANDO? ¿nOS HAS SIDO INFIEL CON eL aLEMÁN? [Se refiere a
Dutch Schultz, el que fue capo del alcohol ilegal en NY durante los años
20]

-sABES QUE NO, DEBE DE TENER ALGO EN SU KARMA O ALGO ASÍ, PERO CADA VEZ QUE ME TOMO UNA COPA CERCA DE dUCH ME DA LA SENSACIÓN DE ESTAR BEBIENDO ALGO DESTILADO EN UNA BAÑERA. pOR CIERTO, AHÍ FUERA HAY UN NUEVO ASESINO EN SERIE DANDO GUERRA, CREO QUE SE HA LLEVADO POR DELANTE A ALGUIEN QUE ME DEBÍA PASTA, ¿NO HABRÉIS VISTO POR AQUÍ A ALGUNA DE SUS VICTIMAS?-

- ¿uH? ¿oTRA VEZ ESA MANÍA DEL ASESINATO EN SERIE? vAYA, SE CONVIERTE EN UNA MOLESTIA. aHORA ME EXPLICO A AQUEL TIPEJO QUE GIMOTEABA. dEBÍA TENER UNA CARGO IMPÒRTANTE TIEMPO ATRÁS, PORQUE INTENTÓ ORDENARNOS ALGO. sI AÚN NO SE LO HAN COMIDO LOS tRAGA aLMAS, NOSOTROS LE ORIENTAMOS UN POCO... dIGAMOS QUE LE SUGERIMOS SALIR FUERA Y EXPLORAR EL MUNDO. iNCLUSO LE DIGIMOS QUE EN cENTRAL pARK SE REUNÍA MUCHA GENTE PARA HABLAR DE ESOS TEMAS. y CLARO, NOS PARECIÓ UN POCO RACISTA DECIRLE QUE ESA gente SON VAMPIROS. -hAHAHAHAHAHAHAHAHA! - rESUENAN LAS RISOTADAS

lA CHICA EN LA BARRA SE HABÍA GIRADO AL ESCUCHAR LA PALABRA ASESINATO. cUANDO ESCUCHÓ HABLAR DE VAMPIROS PARPADEÓ UN PAR DE VECES SORPRENDIDA Y VOLVIÓ A SUS ASUNTOS ASUMIENDO QUE LA CONVERSACIÓN HABÍA ADOPTADO UN AIRE DE IRREALIDAD DEMASIADO COMPLICADO COMO PARA PRESTARLE ATENCIÓN. vAMPIROS. fRUNCIÓ EL CEÑO PENSANDO EN TODO AQUELLO MIENTRAS SE MIRABA EN EL ESPEJO DE DETRÁS DE LA BARRA.
uN TIEMPO JUGANDO Y CUANDO PARECÍA QUE LA PARTIDA ACABABA WILL MIRÓ HACIA LA BARRA PARA ASEGURARSE DE QUE ELLA SEGUÍA ALLÍ. mICHELLE MIRABA HACIA EL INFINITO DISTRAIDA. cOMO SI ESTUVIESEN PROYECTANDO UNA PELICULA INTERESANTE EN EL ESPEJO TRAS LOS ESTANTES CON LAS BOTELLAS.

tRAS UN SALUDO QUE INCLUYE ACEPTACIÓN, RESIGANCIÓN Y SATISFACCIÓN POR LA BUENA TARDE PASADA, wILL RECOGE LO QUE LE QUEDA (hA PERDIDO UNA GRAN SUMA, 20 DÓLARES), VUELVE A TOCARSE EL ALA DEL SOMBRERO EN SU CARACTERÍSTICO GESTO Y SE REUNE CON mICHELLE AL FONDO DEL BAR MIENTRAS LOS COMPAÑEROS DE PARTIDA PIDEN UNAS COPAS. tRES VASOS VACÍOS Y LLENOS DE POLVO APARECEN DE LA NADA.
- jIM ME DIJO QUE ME AYUDARÍAS - dIJO mICHELLE CUANDO, TRAS DESPEDIRSE, wILL SE ACERCÓ A ELLA. - ¿lO HARÁS?
- pOR SUPUESTO, SI ESTÁ EN MI MANO... ¿qUÉ NECESITAS?

- nO ESTÁS MUERTO PERO PUDISTE HABLAR CONMIGO UNA VEZ. pUEDES ENTRAR EN LA CIUDAD DE LOS MUERTOS. tODAVÍA NO SÉ POR QUÉ ME LLAMASTE PERO NO HE VISTO AHI AFUERA A NADIE CON TU... BRILLO.
-bUENO, yO ESTOY VIVO, aUNQUE COMO TODO ES ALGO TRANSITORIO, PUEDO COMUNICARME CON VOSOTROS DESDE EL OTRO LADO Y PASAR A VISITAROS A
TRAVÉS DE ALGUNAS PUERTAS, NO SOMOS MUCHOS LOS QUE PODEMOS HACERLO, DE HECHO CREO QUE SOY EL ÚNICO HUMANO VIVO EN LA CIUDAD QUE PUEDE HACERLO...

mICHELLE ASINTIÓ MIENTRAS MIRABA DISCRETAMENTE DE ARRIBA A WILL TRATANDO QUIZÁ DE ENCONTRAR EN ÉL ALGO ESPECIAL EN EL EXTERIOR QUE DELATASE SUS CAPACIDADES. pARECÍA BASTANTE NORMAL COMO PARA SER EL ÚNICO HUMANO VIVO EN LA CIUDAD CAPAZ DE CONTACTAR CON ELLA.

- eL MUNDO EN EL QUE VIVÍ ME ES AHORA EXTRAÑO. eSTOY ASUSTADA. nADIE PUEDE VERME Y PESE A QUE EN OCASIONES SÉ QUE ME ESCUCHAN NADIE PARECE ATENDERME. nECESITO VOLVER Y BUSCAR A hOLDEN. tIENE QUE SABER LO QUE ME PASÓ. nECESITO QUE ME AYUDES. pOR FAVOR wILL, NECESITO QUE ME AYUDES.
-pUEDO AYUDARTE, PERO CRÉEME, NO QUIERES VOLVER, NO ERES EL TIPO DE PERSONA QUE REGRESA AL MUNDO DE LOS VIVOS, LOS QUE LO HACEN BUSCAN LLEVAR LA MUERTE Y EL SUFRIMIENTO A LOS VIVOS. tE AYUDARÉ A BUSCAR A hOLDEN, DIME QUIÉN ES Y DONDE PODEMOS ENCONTRARLE. dE TODOS MODOS SABRÁS QUE LOS VIVOS SUELEN SER BASTANTE ESCÉPTICOS CON ESTAS COSAS...
- pARA SER UN VIVO QUE VE MUERTOS ERES DEMASIADO PRECIPITADO EN TUS CONCLUSIONES. eS NUESTRA PRIMERA CITA, CIELO, Y YA PRESUMES DE SABER EL TIPO DE PERSONA QUE SOY. ¿QUÉ TE HACE PENSAR QUE NO QUIERO LLEVAR MUERTE Y SUFRIMIENTO A LOS VIVOS? jIMM ME DIJO QUE ME AYUDARÍAS A QUE LES PASASE ALGO MALO A QUIENES ME HICIERON ESTO. yO NO DEBERÍA ESTAR AQUÍ, wILL. hOLDEN Y YO NOS ÍBAMOS A CASAR ¿SABES? tE JURO QUE NUNCA HABÍA SIDO MÁS FELIZ EN MI VIDA. hE CONOCIDO A MUCHOS HOMBRES, CRÉEME, PERO NINGUNO COMO hOLDEN. eL ME QUERÍA PESE A CONOCER MI PASADO. íBAMOS A FUGARNOS A UN LUGAR ROMÁNTICO COMO LAS VEGAS O MÉXICO Y CASARNOS ALLÍ. hOLDEN mCNEAL, NO SÉ DÓNDE ENCONTRARLO. eL ME ALQUILÓ EL PISO QUE HABITO AHORA. tIENE QUE SABER QUE YO NO LE DEJÉ, QUE ESTABA ENAMORADA. tIENE QUE SABER QUE NUNCA ME HABRÍA SUICIDADO MIENTRAS ESPERABA SU LLEGADA. tIENE QUE SABER QUE ME ASESINARON.

wILLIAM PARECE SERIO Y PENSATIVO MIENTRAS ESCUCHA A LA JOVEN, NO PARECE SORPRENDIDO, CUANDO HABLAS CON LOS MUERTOS SIN REPOSO NO ESPERAS ESCUCHAR HISTORIAS FELICES.

-tE ENTIENDO, PERO CREO QUE NO ME EQUIVOCO, MUCHOS DESEAMOS LA MUERTE DE QUIENES NOS HACEN DAÑO, ES NORMAL, LOS QUE REGRESAN DESEAN MUERTE, SIMPLE Y LLANAMENTE, PARA TODOS LOS VIVOS, NO DIFERENCIAN ENTRE QUIENES AMARON Y QUIENES LES HICIERON DAÑO, ENTRE QUIENES CONOCIERON Y QUIENES NO CONOCIERON. nO ERES LEADER FACE, SI LO FUERAS NO ESTARÍA AHORA HABLANDO CONTIGO, DE HECHO NO HABLARÍAS, PROBABLEMENTE SOLO INTERACTUARÍAS CON OTRO SER PARA DESCUARTIZARLO... vOY A AYUDARTE, PERO DEBES SABER ALGO, NO SOY UN ASESINO, PUEDO QUITAR LA VIDA A UN VIVO SIMPLEMENTE DESEÁNDOLO, NINGÚN JURADO MORTAL PODRÍA ACUSARME DE NADA, SERÍA UN INFARTO, O UNA EMBOLIA, PERO MÁS ALLÁ DE TODA DUDA TENDRÍA LA CERTEZA DE QUE ESE ALMA ATORMENTADA QUEDARÍA AQUÍ BUSCANDO VENGANZA.
- mE BASTA CON QUE LO ENCUENTRES. pERO CREO QUE SI ALGUIEN MUERE POR UN MOTIVO JUSTO NO DEBERÍA QUEDARSE AQUÍ. dIOS EXISTE, wILL, ME LO EXPLICÓ jIM Y SE ENCARGARÍA DE CONDENAR SU ALMA SI ESTA SE SEPARASE DE

SU CUERPO. sI ESE MALNACIDO SE QUEDA EN LA CIUDAD DE LOS MUERTOS YO ME ENCARGARÉ DE HACERLE SABER TODO LO QUE HE APRENDIDO AQUÍ MIENTRAS EL SE CREÍA A SALVO DE SU CRIMEN. wILL LLEVABA SUFICIENTE TIEMPO EN ESTE MUNDO Y EN EL OTRO COMO PARA ESCUCHAR A mICHELLE COMO QUIEN ESCUCHA A UNA NIÑA DECIR QUE MATARÁ AL ABUSÓN QUE LE PUSO LA ZANCADILLA EN EL PATIO DEL COLEGIO: cON UNA TERNURA INCRÉDULA PERO NO EXENTA DEL TODO DE MIEDO. nO PARECÍA UNA ASESINA, NO PARECÍA EN ABSOLUTO PELIGROSA, PARECÍA DEMASIADO SENCILLA PARA CONCEBIR UNA VENGANZA MAQUIAVÉLICA, DABA MÁS BIEN LA IMPRESIÓN DE QUE SE COMPORTABA COMO CREÍA QUE DEBÍA COMPORTARSE, COMO SI SE HUBIESE DADO CUENTA DE LO QUE TENÍA QUE HACER MÁS BIEN POR UNA SUGERENCIA EXTERNA QUE POR SU PROPIA MAQUINACIÓN.

-lE ENCONTRAREMOS, ME TEMO QUE LA JUSTICIA NO TIENE DEMASIADO QUE VER CON LO QUE SUCEDE TRAS LA MUERTE, AL MENOS NO MÁS ALLA DE DAROS LA OPORTUNIDAD DE VENGAROS A ALGUNOS...
- uNA VEZ ME LLAMASTE, ME GUSTARÍA SABER CÓMO PODRÍA LLAMARTE YO A TÍ.
- pARA MI NO SUPONE UN GRAN ESFUERZO VEROS DESDE EL MUNDO DE LOS VIVOS, SI TE ACERCAS A MI POSIBLEMENTE NOTE TU PRESENCIA...
- ¿sUELES RESPONDER ASÍ CUANDO TE PIDEN UNA CITA? - bROMEÓ mICHELLE CON CIERTA AMARGURA - cREO QUE NO PODRÉ ACERCARME A TÍ SI NO SÉ DÓNDE ESTÁS. sERÍA CAPAZ DE ENCONTRAR TU BRILLO EN LA ESTACIÓN gRAN cENTRAL EN PLENA HORA PUNTA, PERO NO CREO QUE SEA CAPAZ DE ENCONTRARLO EN TODO mANHATHAN SI NO ME DICES POR DÓNDE SUELES PARAR. dÍME DÓNDE PUEDO ENCONTARTE, wILL, SI TE NECESITO.
-nO SUELO TENER DEMASIADAS CITAS -eN LA RESPUESTA DE WILL TB HAY AMARGURA- POR ALGUNA RAZÓN QUE DESCONOZCO CUANDO LAS PERSONAS A LAS QUE AMO MUEREN TAMPOCO ENCUENTRAN REPOSO, VAGAN DESESPERADAS, NI SIQUIERA TIENEN UNA VENGANZA A LA QUE AFERRARSE...
- eSO TENEMOS GANADO wILL. eSTOY MUERTA Y YA VAGO SIN REPOSO. eSE TRABAJO YA TE LO HE AHORRADO - mICHELLE QUEDÓ UN MOMENTO CALLADA VIENDO EL ROSTRO DE wILL Y SE APRESURÓ A AÑADIR - oH, MIERDA, wILL, LO SIENTO, NO ERA MI INTENCIÓN... qUERÍA DECIR... sÓLO QUERÍA DECIR... qUÉ NOS LLEVAREMOS BIEN... - sE MORDIÓ EL LABIO INFERIOR - qUIZÁ NOS PASE A TODOS wILL Y SÓLO TÚ SEAS CAPAZ DE PERCIBIRLO...
-nO TE PREOCUPES, NO ME HE SENTIDO OFENDIDO- wILL ALARGA LA MANO PARA
APARTAR UN MECHON DE CABELLO DEL ROSTRO DE mICHELLE- nOS LLEVAREMOS BIEN. y NO, NO NOS PASA A TODOS, AFORTUNADAMENTE LA MUERTE NO ES TAN TERRIBLE COMO PODRIA SERLO... sE TRATA DE UNA MALDICIÓN, PERO NO SE A QUIEN SE LA DEBO NI PORQUE ME LA IMPUSO... pOR ESO ME MANTENGO VIVO, CON CIENTO TREINTA AÑOS Y PICO DEBERÍA HABERME MUDADO DE BARRIO HACE TIEMPO, PERO NO PUEDO HACERLO HASTA QUE NO CONSIGA PAZ PARA LOS MIOS.

mICHELLE ABRIÓ MUCHO LOS OJOS AL OIR LA EDAD DE SU AMIGO Y NO PUDO EVITAR MIRARLO DE NUEVO BUSCANDO EN SU ROSTRO O EN SUS MANOS ALGÚN SIGNO QUE DELATASE SU EDAD. sÓLO LO ENCONTRÓ EN SUS OJOS.

- qUIZÁ jIMM PODRÍA AYUDARTE. pARECE SABER MUCHAS COSAS SOBRE ESTE LUGAR Y SOBRE NOSOTROS. pODRÍAS PREGUNTARLE SI LO ENCUENTRAS. eL ME CONOCÍA ANTES DE QUE MURIESE, jESS ME LO DIJO, ME DIJO QUE TENÍA PLANES PARA MÍ PERO QUE NO PUDO LLEVARLOS A CABO. éL ME TRAJO HASTA AQUÍ Y ME DIJO QUE LLEGARÍAS.

- ¿qUIEN ES ESE TAL jIMM? NO ES UN HABITUAL DEL CLUB Y NO CREO HABER HABLADO CON EL...
- ¿jIMM? bUENO, EN REALIDAD NO LO SÉ, YO SALÍ DE CASA Y VI A UNA ANCIANA LLAMADA jESS... lUEGO NO ERA UNA ANCIANA PERO ENTONCES LO ERA Y... bUENO jESS ME CONOCÍA Y ME HABLÓ DE jIMM. mE DIJO QUE jIMM LLEVABA TIEMPO PREPARANDO ALGO ESPECIAL PARA MÍ PERO QUE HABÍA ESTADO OCUPADO QUE POR ELLO NO PUDO EVITAR MI MUERTE (FÍJATE QUE YA ME CONOCÍA ESTANDO VIVA). sIN EMBARGO ELLA ME DIJO QUE jIMM TENÍA UN PLAN B. jESS ME AYUDÓ A CRUZAR EL RÍO DE ALMAS PARA LLEGAR A ESTE SITIO Y ELLA DEJÓ DE SER VIEJA PARA SER MENOS VIEJA PERO NO VAYAS A CREERTE QUE ERA JÓVEN, ERA NORMAL, NO SÉ Y MUY GUAPA TAMBIÉN. jIMM... BUENO, TENÍAS QUE VERLO, ES BASTANTE ATRACTIVO Y ES IMPOSIBLE MANTENERLE LA MIRADA. tE MIRA FÍJAMENTE Y PARECE CONOCERTE. mE DIJO QUE TÚ VENDRÍAS Y QUE ME AYUDARÍAS. cREO QUE ES MI AMIGO PERO AHORA QUE HA DESAPARECIDO NO SÉ CÓMO VOLVER A VERLE. sUPONGO QUE VOLVIENDO A VISITAR A jESS SI ES QUE SIGUE ESPERANDO A QUIEN FUESE QUE ESTABA ESPERANDO EN LA RECEPCIÓN DE MI EDIFICIO. bUENO, ES QUE AQUÍ ES UN HOTEL, PERO EN REALIDAD ES MI EDIFÍCIO... sI VUELVO A VERLE LE PREGUNTARÉ DÓNDE VIVE O ALGO.
-nO, MEJOR NO SE LO PREGUNTES, SI jIMM ES EL jIMM QUE YO SOSPECHO PREFIERO NO SABERLO, CON SABER QUE EN PRINCIPIO NO TIENE PLANES PARA MI ME BASTA... aCOMPAÑAME, TE MOSTRARÉ DONDE VIVO, NO PASO MUCHO TIEMPO ALLÍ Y DE HECHO ME MUDARÉ EN BREVE. mI ACTUAL CASERO ES UNA DE ESAS PERSONAS QUE MERECEN ARDER EN EL INFIERNO. tAL VEZ EN CASA PUEDA DARTE ALGO QUE TE PERMITA ENCONTRARME CUANDO ME NECESITES.
- gENIAL... ESTE LOCAL COMIENZA A AGOBIARME... a PROPÓSITO, ¿QUÉ ES ESO DE LOS VAMPIROS ASESINOS DE LO QUE HABLABAIS EN LA MESA? ¿eSTABAIS BROMEANDO VERDAD?
- nO ES UNA BROMA, LOS VAMPIROS SON ALGO ASÍ COMO LO CONTRARIO A MI, MUERTOS QUE PUEDEN HABITAR ENTRE LOS VIVOS, PERO SON MUY PELIGROSOS, SE ALIMENTAN DE EMOCIONES EXTREMAS, LAMENTABLEMENTE EL MIEDO Y EL PÁNICO SON LAS FÁCILES DE INDUCIR. eN TÉRMINOS GENERALES NO TENGO NADA CONTRA ELLOS, A LO LARGO DE MI VIDA HE CONOCIDO A ALGUNOS Y SUELEN TENER MUCHAS COSAS QUE CONTAR, LA MAYORÍA TIENEN UN CIERTO AUTOCONTROL Y NO MATAN A LA LIGERA... dE TODOS MODOS, CUANDO CONOCES BIEN EL OTRO LADO Y LO QUÉ IMPLICA TE DAS CUENTA DE QUE EL ASESINATO NO ES LO PEOR QUE SE LE PUEDE HACER A ALGUIEN...
- nO, NO ES LO PEOR - dIJO ELLA COMO PENSANDO EN VOZ ALTA - aSÍ QUE LO DE LOS VAMPIROS NO ES UNA BROMA. pARECE QUE UNA TIENE QUE MORIRSE PARA ENTERARSE DE TODO LO QUE SE ESTABA PERDIENDO. ¿qUÉ MÁS ME HE PERDIDO? ¿mOMIAS? ¿fRANKENSTEIN? oH... eSPERA... ¿hOMBRES LOBO?
- oH, LO SIENTO wILL, NO HE QUERIDO PARECER DESCREIDA. tODO ESTO ES NUEVO PARA MÍ Y SOY BASTANTE CURIOSA. ¿sE ALIMENTAN DE MIEDO Y PÁNICO? - mICHELLE SONRIÓ PÍCARAMENTE COMO SI TUVIESE UN SECRETO QUE wILL NO CONOCÍA - qUIERO VERLOS. wILL, ¿mE LLEVARÁS A VERLOS? tE HE OIDO HABLAR DE ELLOS CON LOS CHICOS, SÉ QUE SE MUEVEN POR cENTRAL pARK. tÚ VAS A IR, ERES EL TIPO DE PERSONA QUE REGRESA AL MUNDO DE LOS MUERTOS, LOS QUE LO HACEN BUSCAN A LOS QUE LLEVAN MUERTE Y SUFRIMIENTO A LOS VIVOS.
-tE SORPRENDERÍAS SI SUPIERAS LO QUE ANDA Y SE ARRASTRA POR ESTOS MUNDOS... lOS VAMPIROS SON PELIGROSOS, NO SOLO PARA LOS MORTALES. pERO SI DESEAS IR A cENTRAL pARK ESTAS DE SUERTE, PLANEABA ACERCARME ALLÍ EN BREVE, BUSCO UN RABINO, TENGO UNAS CUANTAS PREGUNTAS QUE REQUIEREN UN CABALISTA Y ALLÍ JUEGAN A LA AJEDREZ LOS MEJORES, VIVOS Y MUERTOS... cON MI SUERTE A LO MEJOR TOPAMOS CON ALGÚN VAMPIRO...

- nO ME IMAGINO A UN RABINO MONTANDO A CABALLO POR CENTRAL PARK - dIJO mICHELLE ALZANDO LAS CEJAS COMO SI LA BROMA DE wILL HUBIESE SIDO DEMASIADO POCO ELABORADA COMO PARA ENGAÑARLA - AUNQUE SÉ QUE MUCHOS DE ELLOS JUEGAN A LA AJEDREZ. uNA VEZ SALÍ CON UN TIPO QUE JUGABA CONDENADAMENTE BIEN, SE LLAMABA sAMUEL, SOLÍA LEVANTARSE DE LA CAMA POR LA NOCHE Y MOVER SUS PIECECITAS POR EL TABLERO. tRATÓ DE ENSEÑARME A JUGAR PERO SE PONÍA MUY NERVIOSO CADA VEZ QUE YO LE PONÍA VOZ A LAS FIGURITAS Y HACÍA QUE LOS PEONES LE PIDIESEN NO SER RETIRADOS DEL TABLERO. fINALMENTE DESISTIÓ Y YA SÓLO SE LEVANTABA DE LA CAMA POR LA NOCHE PARA VOLVER A SU CASA CON SU MUJER....
- sÉ LO QUE ESTÁS PENSANDO wILL Y NO, YO NO SABÍA QUE LO ESTABA.
sE RIE DE FORMA QUEDA Y DISCRETA, COMO SI mICHELE LE HUBIERA SEÑALADO UN DETALLE DIVERTIDO QUE HUBIERA PASADO DESAPERCIVIDO EN UN GRAN CUADRO.
-lO SIENTO PERO LA VERDAD ES QUE MOVIENDOME DONDE ME MUEVO, ENTRE LOS
ESPIRITUS DE LOS GANSTERS Y CRIMINALES DE LOS AÑOS VEINTE Y ENTRE LAS
ESTRELLAS DE CINE Y LAS CELEBRIDADES DE HOY EN DÍA, LA VERDAD ES QUE MI CAPACIDAD PARA EMITIR JUICIOS MORALES ESTÁ COMPLETAMENTE ATROFIADA...
- pUES ME PARECE MUY BIEN wILL, CREO QUE NO SE DEBE JUZGAR A LAS PERSONAS SIN CONOCERLAS.
-aHORA SI QUIERES SABER DONDE VIVO ACOMPÁÑAME, YO PARARÉ EL TAXI...
- eSTÁ BIEN VAQUERO, TE SIGO... aH Y A PROPÓSITO, RESPECTO A LOS VAMPIROS... nO CONSEGUIRÁS ASUSTARME, NO CREO QUE HAYA TANTA DIFERENCIA ENTRE ELLOS Y YO A EXCEPCIÓN DE UNA EXPERIENCIA DE AÑOS ASUSTANDO A LOS VIVOS DE LA QUE YO CAREZCO.
- y UN CUERPO FÍSICO DE FUERZA PRODIGIOSA Y UTILIZAR LA PALABRA DESMEMBRAR CONSTANTEMENTE... lO MISMO EN CASA PUEDO MOSTRARTE ALGO MÁS SOBRE ELLOS... vAMONOS.
-dESMEMBRAR, DESMEMBRAR, DESMEMBRAR... - rEPITIÓ mICHELLE TRATANDO INÚTILMENTE DE PARECER PELIGROSA.
-nO TE AGOBIES POR ESO, NO ES CUESTIÓN DE PARECER PELIGROSO SI NO DE SABER QUE EN CASO DE NECESIDAD PUEDES SERLO, CUANDO ME MIRO EN EL ESPEJO POR LAS MAÑANAS NO VEO A ALGUIEN QUE PUEDA MATAR SOLO CON DESEARLO O DESTRUIR A UN ESPÍRITU SOLO CON SU VOLUNTAD...
wILL SE LEVANTA PARA DESPEDIRSE CON UN APRETÓN DE MANOS DE LOS MAFIOSOS QUE SIGUEN JUGANDO A LAS CARTAS, DEJA UN BILLETE ARRUGADO SOBRE LA BARRA Y SE PONE EL SOMBRERO.
-¿tIENES QUE RECOGER ALGO?
- nO, NO TENGO NADA... BUENO TAMPOCO PUEDO ESTAR FUERA DEMASIADO TIEMPO, HE DEJADO A MI HIJO EN CASA Y SI SE DESPIERTA Y VE QUE NO ESTOY SE ECHARÁ A LLORAR. sUELO CANTARLE mOONRIVER JUNTO A LA VENTANA DEL BAÑO Y ESO LE CALMA... NOS CALMA A LOS DOS...
-eN CASO DE NECESIDAD SE COMO HACER QUE TU NIÑO VENGA A DONDE ESTEMOS, mOONRIVER, SI, RECUERDO ESA CANCIÓN.

sE ACERCA A LA PUERTA DEL LOCAL, CON UNA TIZA QUE LLECA EN EL BOLSILLO DIBUJA UNA LÍNEA SOBRE EL MARCO DE LA PUERTA Y LA ABRE.

Cargando editor
23/08/2007, 12:42
Director
Cargando pj

-dETRAS DE TI... yA HAY UNA PERSONA Viviendo en el apartamento en el que vivías, de hecho creo que ha sido cosa de mi casero que nos encontráramos, si no hubiera estado buscando un nuevo apartamento no habría echo esa llamada telefónica...-
- Lo sé, es John Kahane, un chico guapo. No puede verme, pero yo a él sí. Eso sí, es un poco desordenado y no me gusta mucho que haya cambiado la cama de sitio. Claro que no es que yo sea muy ordenada. Ahora sí porque no tengo cosas pero siempre he sido demasiado perezosa para doblar la ropa por ejemplo.
-Me alegro, entonces no creo que mi apartamento te asuste, tampoco está muy ordenado...

Están en un callejón, sucio y decrepito, papeles de periódico por el suelo, algo se mueve entre la basura, un gato o una rata. A su espalda la puerta del Speakeasy, atravesada de maderos claveteados cerrada desde hace sesenta años. En el suelo hay charcos que recuerdan la lluvia caída en las ultimas horas y un alcantarillado deficiente y que devuelven los reflejos de las luces de la calle cercana.

- El otro día se dejó la televisión encendida durante toda la noche y se quedó dormido leyendo el periódico. Estuve quince minutos hasta que conseguí apagarla. No te creas que es fácil, Will, tú no lo sabes, pero cuando una es invisible es difícil hacer según que cosas.
-Mhmmm, conocí a otros como yo que solían abandonar su cuerpo y vagar como espíritus durante horas, invisibles, intangibles... nunca lo he intentado, no se, es como mirar a alguien para saber cuando va a morir, me hace sentir mal, como si estuviera atentando contra su privacidad, me da la sensación de que es un comportamiento vouayerista...

En la acera, con un silbido se para un taxi, se esperaría un taxista con turbante y acento indio, pero no es así, es un hombre de bien entrada la cincuentena, con una gorra de tweed inglesa que tapa su más que eminente calvicia. El Taxista mira a Will entre sorprendido y mosqueado cuando este abre la puerta y la mantiene abierta mientras Michelle entra en el vehículo invisible a los ojos del conductor.

- Bleecker Street. Al bar San Remo-
- Claro que también puedes hacer según que otras - Michelle tapó los ojos al taxista y miró a Will sacando la lengua. El taxista ni se inmutó mirando a través de unas manos que sólo Will podía percibir - No me mires así, Will, siempre desee hacer esto.
Will sonríe disimuladamente mirando a un punto perdido entre él y la gorra del conductor.
- No me ven, ya lo he probado. La mayoría de los taxistas son unos hijos de puta, perdóname por la palabrota, Will, pero se quedan mirándote de arriba a abajo y como no les convenzas te quedas en la calle muerta de frío... desmembrar, desmembrar, desmembrar eso es lo que yo digo - bromeó.

William abre la puerta y sale del taxi mientras el taxista busca cambio, dándole tiempo a su acompañante a que salga del coche. El Portal está junto al San Remo, las escaleras necesitarían una mano de pintura, en el tercer piso Will abre una de las cuatro puertas del descansillo.

-Pasa, como si estuvieras en tu casa...

El fantasma entró sin dudarlo un momento y comenzó a mirarlo todo de arriba a abajo. El apartamento es amplio y diáfano, un baño, un dormitorio, una puerta con una bombilla roja sobre el marco y un gran salón con cocina americana, esta bastante desordenado, hay algunas revistas, algún libro antiguo, en ingles o en francés pero sobre todo fotografías, miles de fotografías, por las paredes por el suelo en dos o tres grandes pilas, sobre la mesa, pegadas sobre cuadros e incluso en algunas de las ventanas. Respecto a la temática de estas hay de todo, retratos de personajes famosos de todo el siglo (desde Henry Ford y Houdini hasta Madona), muchos reportajes de moda, algo de retrato erótico... Casi todo en blanco y negro, algunas fotos tienen que ser montajes, como esa en la que Marilin Monroe posa junto a Rodolfo Valentino, no fueron coetáneos, aunque a Michelle se le ocurre que probablemente no sean en absoluto montajes...

Vaaayaaa... cuántas fotografías.. ¿las has hecho tú? no me dijiste que eras fotógrafo.

Will se encoge de hombros, un poco ruborizado.

-Me gusta la fotografía y algo hay que hacer para ganarse la vida, podría ser exorcista o cazafantasmas, pero la verdad es que los muertos suelen caerme mejor que los vivos... Además la frivolidad de las estrellas y los famosos, la vanidad que exudan... difícilmente podría implicarme emocionalmente con ellos... se que con esta profesión no mandaré más almas al martirio...
- Se te ve realmente preocupado con eso de que la gente que a la que amas no descanse, Will. Yo no digo que me parezca mal que te preocupes, es muy responsable y todo eso, pero creo que si alguien te hizo eso es para fastidiarte. Mi hermano Tommy en una ocasion le clavó un alfiler en cada ojo a Lacy. Lacy era mi muñeca preferida. Después se quedó escondido esperando a que yo lo descubriese y llorase o gritase horrorizada. ¿Sabes lo que hice, Will? Bueno, yo sabía que estaba espiándome así que cuando vi la muñeca fingí que estaba exactamente igual que como yo la había dejado. Me pasé jugando toda la tarde hasta que Tommy se cansó de esperar y se marchó. No volvió a incordiarme con ese tema. Lo que digo yo, Will es que quizá no deberías preocuparte tanto. Tú no vas haciendo daño a nadie, el daño lo hace quien hizo que hicieses eso. Tal vez si finges indiferencia se marche y te deje. Porque vamos, si quisiera fastidiarte yo creo que lo ha hecho pero bien.
- Es una pena que tengas tan pocas en color aunque las que están en blanco y negro también me gustan... mmmm... vaya con el chico tímido - dijo cogiendo al tercer intento un retrato erótico de los años 30 de un grupo de fotos y levantándolo hasta tenerlo a la altura de sus ojos - creo que está un poquito rechoncha ¿era amiga tuya? En una ocasión me hicieron también un “book” de este tipo, hace ya unos años, no pagaban mal y había que comer. El fotógrafo no era en absoluto como tú, era un señor viejo, bueno tú también lo eres, pero viejo de verdad, con arrugas y saliva en la comisura de los labios, sin embargo hizo unas fotos geniales, y además en color. Era muy bueno. Holden me obligó a tirarlas cuando las vio yo creo que porque debían ponerle celoso. No las entendía. Estoy segura de que te a ti te habría gustado verlas. Tampoco es que las fuese enseñando a todo el mundo, para ser sincera sí que me daba un poco de vergüenza, pero a ti no me hubiese importado enseñarte aquella revista, Will. ¿Tienes algo de música?
-Si, me habría encantado verlas, la verdad es que disfruto mucho con el retrato, la chica de la foto era simpática, no recuerdo su nombre, volví a verla a principios de los cincuenta, en el Club, fiebres en Corea, era enfermera. Creo que tengo música, me has dado una idea...-
Will se acerca a una esquina de la habitación aparta una pila de revistas y libros para abrir un baúl, de él saca un tocadiscos y varias docenas de vinilos. Grandes negros y redondos.
-Hay un poco de todo, algunos pueden estar un poco rayados...¿Qué quieres escuchar?
- No sé, ¿tienes algo de Marilyn Manson? A mi antigua compañera de piso, Becky le encantaba y no dejaba de oírlo. Siempre me decía que algunas personas intentaban usarme y abusar de mí mientras que otras intentaban de ser usadas y abusadas por mí. Como la canción, ya sabes. Siempre me decía que había que buscar a la gente que quería ser usada porque solían ser mucho más amables. Que quieres que te diga, Will, todavía no he conseguido aprender a programar un vídeo como para aprender a usar gente. A Holden, por cierto, no le gusta nada el grupo. Dice que el cantante es un marica. Yo creo que alguien que te sorprende un día apareciendo en tu casa con un polo rosa y un jersey azul celeste sobre los hombres no debería poder llamar a nadie marica - dijo Michelle riendo traviesa.

El nigromante se sienta en el suelo, cruzado de piernas, deja el cigarrillo en un cenicero y echa mano a una ajada bolsa de lona de la que extrae una cámara fotográfica reflex...

-Dices que ya no tienes nada, tal vez pueda arreglar eso, no hay nada como unas fotos de la victima para atormentar al asesino...
- ¿Puedes sacarme fotos? Quiero decir... ¿no debería no salir en las fotos? Creo que todavía o entiendes bien cómo funciona esto Will. Si los muertos saliésemos en las fotografías te aseguro que las fotos de los cumpleaños serían jodidamente inquietantes, y perdona por el taco, Will. De todos modos no quiero que nos demoremos mucho, mi pequeño espera. Me dijiste que podías darme algo para que te encuentre. No te aseguro que me lo pueda llevar de todos modos. Pasé una tarde entera tratando de hacer desaparecer un CD de Simon & Garfunkel que había comprado John en un mercadillo y me fue del todo imposible hacerlo llegar hasta la ciudad de los muertos. Tuve que esconderlo detrás de sus libros de arte.
[Después]
- ¿Otra cosa, creo que me tengo que marchar, quieres que quedemos otro día para ir a Central Park?
[FALTA LA DESPEDIDA...]

Cargando editor
23/08/2007, 12:43
Director
Cargando pj

:EN EL APARTAMENTO:
mICHELLE REGRESó para descubrir qué había sido de John. La casa no parecía nada cambiada, desde luego. John se había comido dos yogures ahora olvidados sobre la mesa del salón y se había comprado un CD recopilatorio de los Temptations. Su cama sin hacer y el tapón del gel sin cerrar, como siempre. John era de ese tipo de hombres que ella nunca pensó para sí. Románticos, descuidados, seguramente debía ser algo tímido... ¿los Temptations? definitivamente, es de esos. Nunca había tenido la oportunidad de ver la vida de un hombre desde el punto de vista en el que estaba y se daba cuenta de lo fácil que era enamorarse cuando se conoce el desorden de alguien.
Michelle caminaba alrededor de los muebles, canturreando, intentando sentir qué era la caricia de un sillón limpio (bueno, CASI limpio), cuando la puerta empezó a abrirse con precipitación. El fantasma hizo ademán de esconderse pero sólo fue la intención. Había asumido perfectamente que no podían verla así que se irguió y se irigió sonriente hacia la entrada del piso. John entró y cerró de golpe, apoyando la espalda contra la puerta. Su cara era apenas perceptible bajo el morado y rojo de los golpes. Su labio inferior estaba totalmente partido y la sangre le bajaba por la barbilla. Se abrazaba el costado con un brazo. Se giró hacia la puerta, corrió los dos cerrojos y se apoyó con la mano libre en ella, mientras respiraba costosamente y mojaba de sangre el suelo de la entrada. Esperó unos segundos... y gimió un nombre:

- Michelle... -

Michelle había quedado detenida boquiabierta frente a John...

-Oh Dios mío, John, ¿qué te han hecho? - dirigió tímidamente los dedos al labio ensangrentado de Kahane pero se detuvo antes de intentar tocarle. Él no podía oírla ni verla, pero el vello comenzaba a erizarse por un escalofrío. Michelle observó que la herida era reciente, pero no tanto. Apenas sangraba, la mayoría de la sangre provenía del interior de la boca, de un diente destrozado. ¿Cómo lo hizo antes? Quizá si se concentrase podría dejarse ver o tocar a John, pero estaba demasiado nerviosa. La música, recordó y corrió hacia la cadena, miró la carcasa vacía del CD recopilatorio de los Temptations y pulsó el Play para hacer sonar la última pista del CD.

11. I Can't Get Next To You
La música comenzó a sonar y Michelle suspiró aliviada. Era la única manera que se le ocurría de hacerle saber que se encontraba allí.
I can turn a gray sky blue.
I can make it rain, whenever I wanted to.
Oh, I can build a castle from a single grain of sand.
I can make a ship sail, uh, on dry land.
But my life is incomplete and I'm so blue.
'Cause I can't get next to you.

Corrió después hacia la entrada mordiéndose el labio de rabia e impotencia.
- John... John ¿qué te han hecho? - él parecía no oirla - ¿quién ha sido? ¿dónde? ¿vienen?... Oh John... a ti no por favor - dijo de nuevo sin que nadie la oyese.

John se sobresaltó al escuchar la música, pero su rostro pasó de inmediato del pánico al reconocimiento de aquel gesto. Rápidamente, se dirigió al cuarto de baño, no sin colocar antes una silla en la puerta y recoger el teléfono de la mesa del salón.

I can't get next to you, babe. (Next to you)
I can't get next to you. (I just can't get next you)
I can't get next to you, babe.
I can't get next to you.

Ya en el baño, John abrió ambos grifos, agua caliente y fría a la vez. Se lavó las manos y la cara, gimiendo cada vez que el agua fría le limpiaba una herida o la caliente tocaba una hinchazón. Sentía fiebre.

- Por donde empezar. - susurra.

Michelle que había seguido a John, pero no tan de cerca, se encontró fuera del baño, en el dormitorio, con la puerta del baño que le había sido cerrada en las narices. Necesitaba llegar hasta John. Colocó la mano suavemente sobre la puerta y empujó no como tratando de abrir la puerta como hubiese hecho instintivamente sino como si quisiese atravesarla. Al momento pudo ver cómo su mano desaparecía dentro de la madera. Cogió aire y dio un paso hacia delante entrando en el baño. Se colocó junto a la entrada, justo detrás de Kahane. No podía dejar de sentir la rabia golpeándole con fuerza el pecho, tenía la cabeza llena de ideas que le iban y venían rápidamente.

Alzó la mirada hacia el espejo empañado y empezó a escribir en el vapor:
"H is no McNeil" escribe despacio.
"H Abaldon"

El fantasma abrió mucho los ojos. ¿H? ¿Holden? ¿Todo esto es por Holden? Pero... ¿Quién...? Necesitaba hablar con él, no así... aquella vez en la bañera... él pudo verla. Si pudiese volver a hacerlo. Concentrarse hasta sentir el vapor pegarse a su piel. Cerró los ojos, la bañera, no esa bañera, la otra bañera, no la que está vacía en el baño sino en aquella en la que despertó muerta. La misma bañera pero antes llena de muerte y ahora llena de vida. Vida que quedó impregnada en la casa y que se hace fuerte en el baño, vida que se despega lentamente de las paredes húmedas recubiertas de vaho y llenan de esencia al fantasma.

Lo borra todo, vuelve a empañarlo y escribe:
"Found through policeman"
"I went to ask"

Borra, empaña de nuevo y espera. Mira a su alrededor, como si quisiera estar seguro de algo, ladeando la cabeza, como si escuchara. Kahane miró nervioso lo que había escrito. Por un momento dudó de que ella estuviese allí. Pero claro, la música... le estaba escuchando seguro como la otra vez. Esperó lo apropiado para que ella hubiese tenido tiempo de leerlo, se pasó la mano húmeda por la cara arrastrando parte de su propia sangre que había empezado a secarse.

Nervioso volvió al espejo y borró lo que había escrito. La sangre en su mano manchó el espejo y volvió a pasarla sobre el mismo sitio tratando de borrar también la mancha de sangre. Entonces entre el vapor del baño, a su espalda, reflejada en el espejo la vio. Su cara era pálida, muy pálida como aquella otra vez. Sus labios tenían una tonalidad violácea que junto a los vidriosos ojos que le miraban inexpresivos fijamente a través del espejo, reflejaban en ella la mano de la muerte... la misma mano que ahora parecía atenazarle el corazón por el pánico. Michelle parecía mirar hacia un punto situado a kilómetros de distancia detrás del rostro de John, sin embargo, al atrapar la mirada de aquel hombre, cobraron vida. Él podía verla... lo había conseguido.

- ¿qué...? - dijo ella mientras Kahane aterrado se giró rápidamente apoyándose en el lavabo para contrarrestar el hecho de que sus rodillas ya no le respondían.

Una mano femenina y pálida, como un apéndice inerte que colgase de su muñeca, se dirigió hacia el rostro de John quedando a apenas unos centímetros de tocarle.

- ¿qué... te... han... hecho?...

John no era de los que se asustan. No lo era. No lo era. No lo era.

- Claro - pensó - repítetelo tantas veces como quieras y acabarás creyéndotelo. Su pensamiento era pura amalgama. Aunque lo intentase, no podía separar ideas de huida, recelo, temor, amor y horror. A la vez pensaba en lo irreal de lo que le estaba pasando y en lo bella que era Michelle. A la vez le hipnotizaban sus ojos y las horribles heridas de sus manos.

- Yo... - comenzó y se detuvo. Intentó no mirarla, mirar por encima de su hombro como ella parecía hacer. - Descubrí que te habías... que te habías quitado la vida.

- me mataron... - dijo Michelle con cierto esfuerzo. Su voz ahora utilizaba los conductos naturales de su cuerpo físico y se sorprendió de lo poco que había tardado en desacostumbrarse a dicha sensación. Kahane precipitó a seguir hablando antes de que un incómodo silencio e pudiese crear en la habitación. s

- Eso decía el informe. Hablé con un policía. Uno que llevó tu caso. Dice que la investigación no fue muy clara y que se acallaron muchas preguntas. Pero que él no es de los que protestan esas cosas. - Ahora que había cogido carrerilla, John no quería parar. - El tipo había hablado con varios posibles testigos y descubrió que había un tal Holden. Indagó hasta descubrir a Holden Abaldon, el hijo más mimado de una familia numerosa. Numerosa y rica.

La chica abrió la boca sorprendida. Siempre lo había sabido pero su sorpresa era por haber sido tan necia de negarlo durante tanto tiempo. Lo supo desde que le vio. Podía sentirlo al tocarlo, a veces le pasaba, ver la vida de alguien pasar fugazmente ante los ojos. A veces tan rápido que la mente sólo permitía almacenar una escena o un diminuto fragmento de todo aquello. Holden siempre la separó de su vida privada y de su familia. Quizá para protegerla a ella, quizá para protegerse a si mismo. Nunca lo supo, nunca le importó. Él iba a dejarlo todo por ella hasta que ella lo dejó tODO por él. Abaldon, ahora lo entendía, "A bald on" cuando ella bromeó diciendo que su boca era igual que la de su madre él le contestó que aunque lo disimulase muy bien llevaba a un calvo en su sangre. El se rió mucho de su propia broma ella no entendía muy bien por qué. Ahora lo entendía y seguía sin hacerle la más mínima gracia.

- Pero se le dijo que dejase esa pista y luego los forenses dijeron que sin duda alguna te habías suicidado. Hoy he intentado hablar con Holden, pero... - Llaman a la puerta.

Ella se giró sobresaltada. John se había encerrado en casa, puesto los cerrojos y metido en el baño con la puerta atrancada y con el teléfono. Tenía miedo de que le hubieran seguido. Miró a John que parecía asustado. No, no dejaría que le hiciesen daño. Nadie le había dado tanto por tan poco. Todo esto lo hacía por ella... y estaba claro que no lo hacía por su cuerpo. Recordó sentirse humillada y débil con la mejilla sujeta contra el suelo mientras aquél otro hombre vino a hacerle su última visita. Aquella impotencia que le hacía tragarse su orgullo salado por las lágrimas y maldecir a Dios por no haberla hecho más fuerte. Ahora era más débil si cabe pero había una gran diferencia, ahora estaba muerta, ahora no tenía nada que perder. Empujó la mano hacia la puerta para atravesarla pero sólo consiguió golpearla. Se había hecho demasiado tangible. Se giró hacia John y le miró a los ojos con cierta dulzura. Luego volvió hacia la puerta y comenzó a desvanecerse.

Cargando editor
23/08/2007, 12:44
Director
Cargando pj

¿qUE ES TODO ESTO? ¿dÓNDE? nO, NO AQUÍ NO. ¿dÓNDE ESTÁ jOHN? eS... eS ESTE SITIO. lO CONOZCO, eL MUNDO cREPUSCULAR. nO ES Aquí donde quiero estar. Tengo que ayudar a John.
El fantasma se movió con rapidez atravesando muebles y sillas hasta alcanzar la puerta de la entrada. Asomó su rostro a través de ella deseando encontrarse al otro lado al vecino oriental de la última planta quejándose una vez más por el ruido. Al otro lado, flanqueado por dos hombres en camiseta y vaqueros aparentemente recién desayunados de esteroides en el gimnasio, con unas gafas de sol de 500 dólares, permanecía de pie frente a la puerta... Holden.

Holden... Ya había llegado, debían de ser ya las 19:00, seguramente se quedó dormida y... Michelle frunció el ceño y volvió en sí. ¿Holden? Había algo en su postura, en su rostro, nunca hasta ahora había tenido oportunidad de verlo sin ser vista como hacía con John. Había descubierto del inquilino que cuando se observa a alguien que no se sabe observado se observa a la verdadera persona y no la máscara que esta se pone para tí. Holden no tenía aquella mirada de arrogante ternura que le dedicaba en vida. Tenía otro aspecto y no estaba segura de que si le gustaba o no. Holden tenía alma de pura sangre. Relampagueaba la esencia a su alrededor, no la esencia de alguien especial, pero sí de alguien que había sido creado, criado para aparentarlo. Emitía sensaciones de bondad, de realidad firme, de todo lo que una chica pudiera desear, pero mezclado un una iridiscencia bohemia. Pero no era una esencia propia, sino robada, copiada; Holden no era más que la sombra de alguien mayor que le había estado dominando toda su vida. Por un momento ella pensó que no podía ser él. Ese Brillo... no era como el de John ni como el de otras personas que había visto. No era por supuesto como el de Will, no, era de otro tipo. Era como una brillante máscara que le envolvía.

- Kahane, abra. De verdad, lamento mucho lo que haya podido interpretar de la reacción exagerada de los hombres de mi padre. En serio, ahora sólo quiero hablar, es obvio que le han confundido con un periodista o algo así, de veras. Oiga, sé lo que debe estar pensando, pero le digo en serio que ha sido un error. Un lamentable error. -

Había algo en Holden que hacía que Michelle no pudiese resistirse a sus peticiones. No cabía duda de que seguía enamorada de él. Kahane podría contárselo, contárselo todo, lo que le pasó que la mataron, que todavía le quería. Le preguntaría por qué no llegó a casa a las 19:00. Los tres hombres escucharon un ruido al otro lado de la puerta. Uno de los gorilas no pudo evitar mirar de reojo al otro y sonreírse. Entonces la puerta se abrió sola, lentamente y con un leve crujido. El salón estaba vacío y algo desordenado, el sol daba de lleno en toda la estancia sin embargo no parecía calentarla.

[Tócame un pelo a John y te juro que Hellraiser va a parecer una película de la Disney. Te lo advierto]

- Quedaos ahí. - Dijo Holden. - Puedo manejarlo.

Michelle miró a los dos hombres que se quedaban fuera cruzando miradas de fastidio. Sonrió al ver que no entraban. Era mucho mejor así. Temía Que pudiesen dañar a John. Entró y cerró tras de sí, dejando a los gorilas fuera. Observó el salón, ahora transformado en el nido de un soltero sin planes. Le pareció patético.

- Señor Kahane, salga. Mis guardaespaldas se han quedado fuera. Se lo digo en serio, sólo hablar.

John asomó tras la puerta del pasillo, con una raqueta de tenis en la mano, buscando con la mirada a los dos matones. "¿Lo ve?" dijo Holden levantando las palmas de las manos, vacías. "Estoy solo. Siéntese, Kahane y deje eso." Se sentaron. Ambos hombres se observaron unos instantes el uno al otro desde la distancia que les separaba, con la mesa del centro del salón entre ellos. John se limpió la comisura de los labios. Michelle quedó entre ellos como mera observadora, deseaba interaccionar y mediar entre ambos pero permanecía invisible para ellos. Por un lado tenía la ya atávica necesidad de correr a Holden y explicarle quién era John, que era un buen tipo y que no significaba nada para ella, que sólo era un amigo. Quería correr a John y decirle que Holden no es así siempre, que es de esas personas que saben amar de verdad y que la ama. Claro que Holden no era lo que aparentaba... y no era cierto que John no significase nada para ella.

- Entiéndalo Kahane... John. Cuando un tipo se presenta en mi oficina insistiendo en que es de vital importancia hablarme de una ex - novia muerta que se le aparece y se muestra dispuesto a intentar pasar por encima de mi secretaria para hablar conmigo, veo lógico que mis guardaespaldas se tomen su trabajo en serio. Les despediría si no fuesen capaces de hacer este tipo de cosas, ¿sabe? -
- Déjate de hostias, MacNeil. -
- Mira gilipollas - le interrumpió, amenazando con el dedo índice -si vuelves a mencionar ese apellido me levantaré y abriré la puerta. Ahora, dime de qué coño estabas hablando en mi oficina. -

La chica se levantó e hizo un gesto a Holden para que no llevase a cabo sus amenazas. Se colocó entre ambos. Todo parecía tratarse de un rror, de un terrible error, quizá no debería haber abierto la puerta. e
John se pensó más de dos veces sus siguientes palabras. Por fin, tras encogerse de hombros, consciente de la necesaria mentira que iba a soltar pero también de lo innecesario que era ocultar su falsedad, dijo:

- Nada importante. Supongo que me he dejado influenciar por la historia de la casa. Lamento mucho haberle molestado. En realidad, supongo que tuve una alucinación el otro día. Ya ni recuerdo para
qué coño fui a su oficina.

La transformación que se operó en el rostro y el cuello de Holden fue brutal, inesperada y rápida como la sacudida del pelaje de un animal o la apArición de los dientes en un perro furioso. Se le tensaron los músculos y su cara se volvió de cemento. Con una patada seca, lanzó la mesa de cristal contra la rodilla de John. Este gritó, se retorció sobre el sillón y aún se agarraba la pierna mientras Holde se levantaba, daba dos rápidas zanacadas y cogía la raqueta de tenis que John había dejado sobre una silla.

Michelle había podido ver cómo la mesa de cristal se dirigía hacia ella hasta atravesarla sin esfuerzo. Sin verlo había notado el golpe a su espalda. Holden no era Holden, no el que conoció. Jamás le había visto así, jamás lo habría imaginado. Se colocó delante de John para impedir que le hiciese daño aquel maldito cabrón. Sin embargo todos sus esfuerzos eran inútiles, John se levantó y pasando a través de ella se puso en guardia anticipando el inminente golpe de Holden. Ambos dieron un par de pasos por el salón hasta que John quedó acorralado.

- ¡Puto colgado cabrón! ¡Te voy a romper la cabeza si no me cuentas de una puta vez qué has visto en esta casa! ¡Te juro que los vecinos te verán salir de aquí en una bolsa negra! - y levantó la raqueta.

A apenas unos centímetros. Apenas nada, casi oliendo el caro perfume de su nuca... apenas nada y ella era Holden, podía ver por sus ojos, John estaba débil y apretaba la mandíbula sabiendo que los golpes empezarían de nuevo. Holden avanzó un poco más y el fantasma quedó atrás sintiendo como el Brillo de su antiguo amante quedaba pegado a ella y se derramaba de vuelta a su dueño lentamente. Lo había visto antes, con John, aquel día... vio cómo el brillo de él se le pegaba a ella y eso le hacía sentirse mejor. Le robaría a Holden su maldita y brillante máscara. Sin dudarlo un momento sujetó la cabeza de Holden pero sin tocarla. El brillo que cubría al hombre comenzó a estremecerse ligeramente. John miró hacia arriba. Sintió una corriente de aire, o un aumento de la densidad del aire o quizá un descenso de la temperatura. Gritó

"¡NO!¡ESPERA!"

El fantasma del odio comenzaba a ver cómo el aura de Holden comenzaba a ser atraída por sus manos cuando el grito de John la sacó de su concentración. ¿Le estaba hablando a ella? Era demasiado tarde se había concentrado tanto que no podía contenerse. Aquella fuerza le mareaba, le embriagaba, dio un paso hacia atrás cayendo sobre la mesa de cristal. Holden había alzado la raqueta con la intención de usarla, John lo sabía y gritó mientras se cubría, en ese momento la mesa de cristal estalló en mil pedazos que se alzaron a más de un metro del suelo y cayeron con violencia por toda la habitación. Michelle no parecía menos sorprendida que el resto de los implicados en la escena. No sabía que había pasado, pero comenzaba a sentirse cansada. Holden gritó, soltó la raqueta y trastabilló y cayó de espaldas, atravesando el cuerpo de Michelle. Los guardespaldas empezaron a gritar y aporrear la puerta. John se arrastró hacia atrás, apoyando finalmente la espalda en la pared. Holden se levantó, mirándose las manos, que tenían varias heridas por los cristales. Miró alrededor suyo, de repente muy tranquilo. Se quitó con cuidado los trozos de cristal y eso pareció despertarle de su ensueño.

- ¡Parad ya, chicos, no pasa nada! - le gritó a la puerta antes de que sus matones la tirasen abajo.
Mientras John le miraba como un alucinado, Holden abrió su cartera, sacó un par de cientos y se los tiró. - Por las molestias - dijo. Luego sacó un fajo de billetes . - Ahora búscate otro piso. Sal de aquí, te doy tres días. No te preocupes por tu casero, ya me encargaré yo de que no pierda el alquiler. Somos viejos amigos... - terminó tirándole también estos billetes y se dió media vuelta. Salío rápido del piso, sin volver a mirar a John. Los billetes quedaron unos segundos en el suelo, manchados con la sangre de Holden. Michelle miró un momento los billetes, luego miró a John. Le sonrió de un modo tierno. Había hecho mucho por ella, era bueno y sensible. Pero no le cabía duda de que cogería el dinero. Se giró a la puerta por la que salía el arrogante Holden y por un segundo tuvo la esperanza de que al morir ella, transtornado por el dolor y la culpa se hubiese vuelto más hosco y violento.

Empezó a justificar al guapo millonario mientras iba hacia él. Seguramente pensó que John fue a aprovecharse de su dolor para sacarle dinero y en realidad algo así había acabado pasando aunque no hubiese sido por los mismos motivos. 'Oh, John', se giró al llegar a la puerta, 'Sin duda mereces algo mejor que lo que mi presencia puede darte. Toma es dinero y vete. Sé que lo harás, tan seguro como que sabía que me negarías'. Luego salió del apartamento y siguió a Holden escaleras abajo. Hay ciertas mujeres condenadas a cometer eternamente los mismos errores.

John, con la mirada perdida, permaneció todavía un rato mirando al suelo, un metro delante suyo, a los billetes. Suspiró hasta tres veces mientras pensaba. Al levantarse, había algo más de determinación en su cara, pero no mucha más. Pasó por encima de los billetes, con cuidado de no pisarlos pero sin recogerlos. Pero se detuvo junto a la puerta. Tenía una nueva idea, algo diferente. Volvió a recoger el dinero, lo limpió un poco y se lo metió en el bolsillo. Minutos después, con su fajo de billetes húmedos arrugados en el bolsillo del pantalón, se bajaría del taxi que le había llevado
hasta Chinatown y entraría en la armería del señor Lee. Holden, en cambio, entró en el coche que le esperaba abajo, una limusina. Sus dos guardaespaldas ocuparon los asientos delanteros y arrancaron. El vehículo se deslizó hasta la 5ª avenida y luego calle abajo hacia West Manhattan.

Cargando editor
23/08/2007, 12:45
Director
Cargando pj

Michelle algo nerviosa comenzó a juguetear con sus pies descalzos moviéndolos de izquierda a derecha apoyando alternativamente el talón y las puntas. Luego con cierto aire distraido subió la mirada por la tapicería de cuero hasta Holden que se encontraba sentado a su lado. “Al fin te encuentro amor mío” - pensó ella – “y por fín vas a presentarme a tu familia”. Luego se giró hacia el cristal y observó a la gente pasar. Cientos de recuerdos inundaron su mente. Echaba de menos ir de compras, insultar a un taxista o tomar un helado, se sentía como cuando Bill la dejó. Se levantaba por la mañana abrazando su vacío, buscando su olor y durante mas de un mes tenía que recordarse a diario que ya nunca más estaría en su lecho. Sin embargo, nunca antes como ahora había sentido lo que significaba perder algo eternamente, porque ella estaba muerta, muerta para siempre. En el coche comenzó a hacer frío, quizá el aire acondicionado estaba puesto demasiado fuerte. El coche circuló suavemente, sin rudio y los demás autos de la colapsada Manhattan parecía abrirse paso de forma instintiva. Por fin, el coche se hundió en las entrañas de un rascacielos, demasiado rápido para que Michelle pudiera ver qué edificio era, pero debía ser algún lugar cerca del Lincoln Center. El coche se detuvo en un aparcamiento de la primera planta del sótano. Nadie se preocupó lo más mínimo de abrirle la puerta a Michelle. Michelle suspiró y gateó por el asiento trasero para salir por la puerta que acababa de abrir Holden. La puerta se cerró cuando tenía medio cuerpo fuera y el fantasma intentó incorporarse lo más dignamente que pudo mientras miraba con fastidio a su alrededor y apretó el paso para alcanzar a los tres hombres. Holden y sus guardaespaldas se dirigieron a un ascensor al que se llamaba con una llave magnética de seguridad.
Los cuatro entran, Michelle por los pelos, y el ascensor comienza a ascender sin que nadie toque botón alguno. Una voz grabada dice

"Bienvenido, señor Abaldon."

La chica miró hacia el interfono sorprendida y luego hacia Holden.

"Buenas tardes, puta de mierda."

Michelle dio un respingo ¿A quién estaba hablando? Ella era la única que... respondió Holden, suscitando las risas de sus guardaespaldas. "No creas que no sé que te da igual saludarme a mí que a mi padre." Volvió a mirar hacia el interfono no del todo aliviada. Holden estaba cabreado y tenía motivos para estarlo. Debió pensar que Kahane había tratado de chantajearle aprovechando su dolor. Sin embargo, nunca lo había visto así. No era tanto el insulto sino la arrogancia con la que era dirigido. El ascensor se detuvo. Era imposible saber cuánto habían ascendido, ya que no había contador, pero seguro que mucho. Cuando las puertas se abrieron, confirmaron la sospecha. Debían estar a gran altura, la mayoría de los edificios circundantes se veían por debajo a través de un gigantesco ventanal. El loft estaba amueblado como despacho, con otras puertas que debían dar a un cuarto de baño, salas de reuniones y cosas similares. Holden se dejó caer en un sillón cómodo y amplio que había a la izquierda, junto a una mesita de café.

Michelle se sentó en el borde de la mesa con las piernas cruzadas como había visto hacer a las secretarias en las telenovelas. Todo ese lujo y poder habían hecho que se tratase de adaptar al contexto como buenamente podía. Sabía que nadie podía verla, pero no por eso dejaba e actuar como si verdaderamente fuese tangible.

"Tráeme el teléfono" le dijo a uno de sus esbirros. Lo cogió y marcó un solo dígito. "Elsa, tráeme el informe de Michelle. No, tonta, no voy a sustituirte por nadie, eres la mejor. " y colgó. "Gilipollas"
Más risas de los guardaespaldas.

¿Michelle? ¿A qué te dedicas Holden? ¿Por qué me ocultaste todo esto? ¿Pensabas que te querría sólo por tu fortuna? Con mirarme a los ojos lo habrías sabido, íbamos a fugarnos y tú ibas a dejar a tu familia. No me importaba tu dinero, como a ti tampoco te importaba. ¿Por qué no decírmelo?... Me gustaría hablar contigo, pero no con esos matones ahí al lado, parece que no has perdido el tiempo y has iniciado una investigación por tu cuenta. Quizá hayas llegado a averiguar que no me maté, que te quería. Quizá tengas el nombre de quien nos hizo esto.

Elsa, una chica oronda de cintura saturnina, entró, sintiéndose, podía notar Michelle, agradecida por la llamada de su jefe. Le traía una carpeta marrón que Holden cogió con una calurosa sonrisa de amabilidad que desapareció en cuanto Elsa se dió la vuelta.

El fantasma la siguió con la mirada hasta que llegó a la mesa y luego la vio marcharse. Por un momento pensó en ella como una competidora pero cuando entró por la puerta vio que no tenía nada que ella no tuviese con creces... a excepción de ese pequeño detalle que procuró omitir. - Elsa - dijo pensando en voz alta - tiene nombre de gorda. Luego se levantó de la mesa y caminó hasta detrás del respaldo del sillón de Holden apoyando el mentón en la tapicería de cuero y restando atención a la carpeta de la investigación. p
Abrió la carpeta. Estaba repleta de documentos, informes médicos, policiales... pero Michelle no podía dejar de mirar las fotos. Imágenes de la propia Michelle, tomadas por el propio Holden casi todas, siempre en lugares a los que Michelle recordfaba haber ido con Holden. Pero había dos, dos fotos muy distintas. En una de ellas Michelle dormía desnuda, impúdicamente inclinada hacia atrás en un sillón, tras una noche que sin duda Michelle consideró romántica. Pero ella nunca le dió su consentimiento a Holden para hacer esa foto. La otra era más terrible. Era una foto de Michelle muerta, en la bañera. Una foto algo borrosa. Una foto grapada a un informe policial. Michelle, en una bañera de sangre. Michelle, muerta, el cadáver seguro que aún caliente. Michelle, con las venas abiertas.

La respiración del fantasma se hizo cada vez más rápida y entrecortada, los ojos abiertos fijos en las imágenes y un nudo en la garganta que la ahogaba como si tuviese la cabeza metida en una bolsa de plástico cerrada con cinta americana en el cuello. No entendía nada, todo era demasiado complicado como para pensar. Pero esas fotos... La temperatura descendió algunos grados y la chica dio unos pasos hacia atrás.

Holden sintió un escalofrío y la piel de su nuca rebelándose. Le hechó un vistazo furtivo al termostato del aire acondicionado. Le temblaban las manos y los ojos comenzaban a romper en lágrimas que al caer al suelo se deshacían en nada. Sólo había silencio y un enorme respaldo de cuero con Holden al otro lado. Muy despacio y llena de horror comenzó a caminar bordeando el sillón sin atreverse muy bien a mirarlo. Tras dar varios pasos y colocarse frente a la mesa se mordió el labio y con lágrimas giró lentamente la mirada hacia Holden. Quería que su brillo mintiese. Quería mirarle a los ojos. Deseaba que estuviese llorando o muerto de dolor por dentro como ella lo estaba. Lo deseaba con todas sus fuerzas aunque su brillo mintiese. Michelle miró a su novio directamente a los ojos. Los ojos de Holden no brillaban. Más bien parecían aburidos. Los ojos y el alma de Holden decían: "He visto esta película una y otra vez, ya no me emociona, ya no me preocupa, ya no le veo la gracia, ya no le veo nada de romántica ni de terrible, ya estoy harto de ella y de estar obligado ahora a verla otra vez." Mira la hora en su reloj, aburrido. Luego, otra vez las fotos.

Michelle quedó como petrificada ante él, con la boca entreabierta y el rostro cubierto de lágrimas de sueños. No movió un músculo, incrédula, buscando en el rostro del hombre que tanto había amado confirmaciones, tratando de eludir todas las sensaciones y evidencias que le mostraban que no las encontraría.

- Joder, qué chapuza. - dijo Holden, dirigiéndose a la vez a sus guardaespaldas y a nadie. - No sé en qué estaría pensando al encargarle el trabajo a Sean. Lo habría hecho yo mismo... (Holden te acaricia la nuca, hace tiempo, te besa tiernamente, te compra flores, tus flores favoritas, te hace el amor de esa manera, te dice cuánto te quiere, hace planes contigo, compraís juntos un cuadro para tu piso, paseáis de la mano por Central Park, coméis un Hagen Dasz frente al árbol de navidad, le besas el pelo por la noche, sueñas con su futuro, con tu futuro, sueñas con los hijos de Holden, te despiertas olvidando el sueño pero feliz sin saber por qué, le esperas en el sillón del salón, a las siete, para marcharos juntos, a las siete, porque te mereces una vida feliz, a las siete, porque ya está bien de tipos que te chuléan, a la siete de la tarde, Holden es difrente, a las siete , a las siete, le esperas como una niña a su madre a la salida del colegio, a Holden, el Holden que conoces mejor que a tí misma, tu Holden, las siete de la tarde...)

El labio de aquella chica tenía un serio corte que no la hacía menos bella. Se golpeó con el suelo. Sean. Despertó con el labio así. Sean. Muerta. Holden. Michelle comenzó a temblar, se mordió el labio con fuerza y comenzó a sangrar sueños, sueños que se derramaban por su pecho cuando ya parecía que las lágrimas le habían dejado seca. Su fuerza se convertía en nada al derramarse y sus piernas, que comenzaron a sentir la humedad pegajosa derramada desde su intimidad, dejaron de sostenerla. Cayó al suelo de rodillas temblando. Frente a ella ya sólo había una enorme mesa de madera maziza. Ya no podía ver a Holden, pero podía seguir escuchándolo.

... si la puta valiese la pena. -

Y sus frases entraban en la trémula carcasa de Michelle, vacía, hueca. No tenían lugar donde asirse y rebotaban de uno a otro lado abriéndole nuevas heridas en cada contacto.

- Holden, mi amor, ¿por qué? Yo te amaba Holden, te juro que nadie nunca jamás habría podido amarte como yo te amaba porque tú me diste la vida, Holden. Te amaba más que a mi propia vida, mi vida era tuya mi amor... ¿Pero quién iba a imaginar que quisieras tomarla? Amor mío, Holden, ¿Qué me has hecho? ¿Por qué? ¿Qué ganabas destrozando lo único bonito que podía ofrecerte esta mierda de ciudad?

Un dígito parpadea y cambia en el reloj. Son las siete de la tarde.

- Holden, mi amor, grandísimo cabrón. Soy una puta. No merecía nada más que me escupiese otro taxista. Pero tú... Mírate Holden, grandísimo hijo de puta, tan bonito, tan bello, te lo merecías todo ¿Por qué lo rompiste? Yo no valía ni para comprar la bolsa en la que metieron mi cuerpo, Holden, pero tú, tú, mi amor, merecías conocer al amor de tu vida, a aquella que te quisiese como a nadie ni nada. La conociste, mi amor, bastardo de mierda, la conociste porque lo merecías, lo merecías por ser Holden, por ser tan guapo y encantador. ¿Por qué no te lo quedaste? ¿Por qué lo despreciaste? Soy despreciable, más despreciable que la mierda que respira Manhatthan cuando amanece nublado, soy despreciable y ahora sólo soy desprecio. Me odio, Holden, me odio con la misma fuerza con la que te amé. Me odio por amarte, puta basura blanca, hipócrita hijo de puta, amor mío... Me odio como no he sido capaz de odiar a nada ni nadie... me odio con tal fuerza que sólo podría odiar más fuerte si te odiase a tí, mi amor.

Michelle se incorporó y todo su alma volcada en lágrimas sobre la alfombra de la habitación quedó unida a ella como la enorme cola de traje de novia. Se incorporó y su vestido comenzó a moverse en torno a ella, la cola del vestido se hacía más y más grande al unirse el alma del fantasma a la de la propia habitación.

- Te odio, Holden.

La esencia que la rodeaba comenzó a replegarse hacia ella llenándola hasta rebosar, su propio brillo hacía que tuviese que entrecerrar los ojos para no deslumbrarse. Holden cerró la carpeta con fastidio y la lanzó sin entusiasmo sobre la mesa. Había algo intangible, imperceptible por aquellos que gozan del don de la vida que lo acechaba. Volvió a mirar el termostato del aire acondicionado molesto. Su ceño entonces se relajó. Miró al frente con la mirada vacía y luego dirigió sus ojos hacia toda la habitación como tratándo de hacerse una composición de lugar del sitio. Se llevó los dedos índice y corazón a los labios. Parecía que ya no sangraba. Miró de reojo a sus guardaespaldas y luego abrió los cajones de su escritorio y revolvió en ellos. Asintió complacido cuando de uno de ellos extrajo un revolver cromado del 38. Se lo introdujo en la boca y exhaló todo el aire que le quedaba en los pulmones. Los guardaespaldas se levantaron con torpeza y corrieron hacia él. Pero para ese momento, Holden ya se había retirado el revolver de su cabeza y lo miraba como preguntándose cómo coño había llegado a parar allí. La habitación poco a poco recuperaba la temperatura programada en el termostato del áire acondicionado. Todo estaba quieto. Michelle se había ido.
Los dos guardaespaldas permanecían helados, sin saber si abalanzarse sobre su jefe o no. Holden miraba el arma con la misma expresión que se mira una serpiente aplastada en la carretera, horror y asco a la vez. La soltó, cayó al suelo y todos esperaban oírla detonar, pero el seguro seguía puesto. Uno de los guardaespaldas dio algunos pasos tranquilos, lentos, hacia el arma, cogiéndola. Holden tenía el rostro descompuesto y repentinamente amarillo. Les miraba alucinado, sin compostura ninguna. Pero recuperó el control enseguida.

"Llevaos eso" dijo refiriéndose al arma. Observó la carpeta de Michelle sobre el sillón.

Cargando editor
23/08/2007, 12:45
Director
Cargando pj

Michelle salió del bloque de oficinas y comenzó a caminar hacia su apartamento. Estaba tan furiosa que no le parecía mucho más diferente el río de almas que vagaba por la ciudad que el que vagaba en el mundo crepuscular. Se movió deprisa sin preocuparse por nadie, comenzó a atravesarlos cada vez más rápido, cada vez más rápido. Antes de que pudiese darse cuenta de su estado ya había llegado su edificio. No sabía muy bien cuánto había tardado, ¿minutos? ¿segundos?. Subió hasta su planta y entró a través de la puerta.

El apartamento estaba vacío. La mesa seguía allí, destrozada y el dinero no estaba, tal y como Michelle habría supuesto. Entonces se abrió la puerta. John entró con varias bolsas de la compra. Michelle lo miró inexpresiva, en cierto modo le sorprendía verlo aparecer pues contaba con no volver a toparse con Kahane, sin embargo en su cabeza todavía palpitaba la rabia de los últimos 20 minutos.

En una de ellas había un cerrojo de pasador para la puerta, de aspecto resistente, que dejó en una repisa junto a la entrada. El resto, comida que colocó con cuidado en la nevera. Al final, se sacó un revolver y una caja pequeña de balas del bolsillo. Puso ambas cosas en el interior de un cajón de la mesita de la televisión. Luego, con tranquilidad, aunque doliéndose de algunas articulaciones inflamadas por los golpes, cogió una bolsa de basura y empezó a recoger los cristales. El fantasma miró hacia el cajón donde había quedado el revolver y luego hacia John... No imaginaba a John empuñando un arma, tampoco se imaginaba a si misma pidiéndole ayuda. Se sentía avergonzada en cierto modo y cada vez que John apretaba la mandíbula al hacer algún movimiento parecía dolerle a ella misma. Se preguntaba en que tipo de tienda vendían pistolas a alguien con la cara hecha un cristo. John ahora, por su culpa, necesitaba tanta ayuda como ella necesitaba. Sé le ocurrió un nombre. Se acercó al oído de John y le susurró:

- Will Iron nos ayudará.

Al sentir que John le había escuchado, con él parecía más fácil, se retiró y se acurrucó en una esquina de la habitación a esperar que las horas pasasen.

John dio un respingo. Aún no parecía acostumbrarse a estas manifestaciones. Piensa durante unos segundos. Tiene una sensación extraña, como si estuviese desorientado durante unas décimas de segundo. Luego reacciona y se acerca al teléfono. El fantasma le siguió de cerca con el cuerpo todavía trémulo. Había infravalorado a John, era más fuerte y entero de lo que juzgó a primera vista. De algún modo comprendió que toda su vida había buscado la seguridad en el tipo de personas equivocado. Despreciando a todos los Kahane ahora sólo ansiaba que él la abrazara con fuerza, tanta que llegase a doler, tanta fuerza que la reventase haciendo salir la hiel que le quemaba por dentro.

- ¿Oiga? Querría un número de teléfono. No, no conozco la dirección. Ya. Bueno, puede que tenga una empresa o algo. Iron. William Iron. No, no sé a qué se dedica. - John lanza una mirada cómplice a la pantalla de la televisión, llena de polvo. Ya está metido en el juego. - Sí, espero.-

Ella le miró y le dijo: - Fotógrafo, John, es fotógrafo... creo... - John no parecía atenderla, escucharla, ni mirarla tan sólo miraba hacia la pantalla del televisor. Michelle se acordó y corrió hacia ella.

En la pantalla, un par de segundos después, aparecen algunas letras impresas en el polvo. Después, Michelle vuelve a sentarse, sin conseguir sacudirse del todo la tristeza en la que se está convirtiendo la furia.

- ¿Perdone? Creo que podría ser fotógrafo, o tener un estudio de fotografía. Sí, sí espero. -

Pasan algunos segundos. Will mira a su alrededor, como si buscara algo. Moviéndose hasta una mesita, coge un bolígrafo y saca de la cartera un resguardo de tarjeta de crédito. Le da la vuelta para
escribir en la cara en blanco.

- Sí. Dígame. ¿Cómo? Entiendo. Ahá. Dígame. 555 - 32 - 15 Gracias, muy amable. -

John vuelve a marcar.

- Buenas tardes. Buscaba a William Iron, por favor. Sí, ya lo sé, muchos años... pensaba que igual ustedes podrían decirme... ¿Una dirección? Sí, sí, me vale. Tomo nota. -

John escribe en el resguardo una dirección. Michelle, sin poder resistir la curiosidad, se levanta y observa a través de su hombro. Calle Bleecker, 16. Apartamento 205.

- ¿Esto está en el Village? Parque Washington, muchas gracias. - y cuelga.

John se levanta. Mira a su alrededor, atento a cualquier cambio en el mobiliario, en el polvo, en los espejos. Luego se acerca a la cadena de música y coloca un disco. Michelle había vuelto a su rincón en el alfeizar de la ventana y se había acurrucado allí con su muñeca tratando de recuperar inútilmente el calor que perdió hace ya demasiado tiempo.

- Voy a cenar algo antes de salir. Te pondré algo de música. Te gustaban los Beatles, ¿verdad?- y tras poner en marcha el disco, John va hacia la cocina y comienza a prepararse un sandwich.

Hey Jude, don't make it bad
take a sad song and make it better
remember to let her into your heart
then you can start to make it better...

Con los primeros compases identificó la canción y sonrió tiernamente.
- Aquella canción... - sonrió con lágrimas - John... no sabes lo que estás haciendo... Aquella era una canción escrita para un niño, un niño cuyos padres se acababan de separar... para siempre. Michelle agarró con fuerza su muñeca mientras apretaba los dientes y su boca hacía un puchero que barruntaba una tormenta de lágrimas. John tararea mientras se fabrica un emparedado de tres pisos. Parece de repente de buen humor.

...Any, any time you feel the pain
hey Jude, refrain, don't carry the world upon your shoulders...

Sale de la cocina un par de minutos después con la boca llena, masticando satisfecho.

... remember to let her into your skin
then you begin to make it better, better, better, better...

Poco a poco a Michelle le invadió la paz, como la calma que precede a la tempestad. El odio, furia y tristeza se había licuado en una nostalgia indefinida y salada. Se incorporó mientras escuchaba a John cantando la canción por los altavoces y a el mismo, quizá otro John, tarareando la canción en el salón. Michelle dejó a Jude apoyado en la ventana y el muñeco desapareció de vuelta al crepúsculo donde había sido concebido.

... da da da da da da da da da da da hey Jude ...

John termina con el bocadillo. Se sacude en los pantalones las migas y vuelve a revisar su aspecto en el espejo. - Bueno, pues me voy. - le dice al aire del salón. - Te dejo la música puesta. - Seguro que es la falta de costumbre, pero deja la pistola en su sitio sin siquiera mirar al cajón donde la guarda y sale por la puerta. Al cerrarse la puerta la música se cortó y cuando Kahane salió a la calle, Michelle le esperaba allí sentada en las escaleras de la entrada dispuesta a seguirle a donde fuese.
John detuvo un taxi y le dió la dirección de Kahane, en el Greenwich Village, cerca del Parque Washington. No estaba demasiado lejos, apenas media docena de calles. Al llegar observó que se trataba de un barrios de artistas, con un café modernista justo debajo del apartamento de Iron. La zona recordaba a las películas de Woody Allen, a los apartamentos en edificios que empezaron siendo barrios étnicos, luego zonas artísticas y homosexuales y ahora el refugio de los BOBOs (Burgueses Bohemios). La puerta estaba abierta (dichosos step in con el telefonillo estropeado) y Joh entra directamente. Sube de dos en dos los escalones con una curiosa y desgarbada zancada sin salto. Incluso silba un poco en el descansillo. Su rostro parece concentrado. Delante de la puerta de Iron no hay ningún distintivo, pero un trozo de adhesivo muestra que hace poco hubo un cartel adherido a la puerta. John llama, primero con los nudillos y luego al timbre. La puerta se abre. Will aparece al otro lado con cara de ir a mandar a John a pedir limosna a otro país.

- Hola. ¿El señor William Iron? Mi nombre es John Kahane. No me conoce. Creo que podríamos haber conocido a alguien en común. ¿Conoció usted a una chica llamada Michelle? -

Will parece desconfiar. Se queda parado un momento, mirando de arriba a abajo a John. Al ver este gesto, John continúa.

- Verá, igual le parece una tontería, pero... bueno, de alguna manera, ella me hizo llegar su nombre. El caso es que necesitaría ayuda, aunque si le digo la verdad es que no sé cómo podría usted ayudarnos... ayudarme. - mientras, John mira a uno y otro lado del pasillo.

- ¡Iron! - suena una voz masculina, áspera y cervecera proveniente de la planta baja - ¡Las visitas, dentro de casa, ya se lo he dicho! -

Iron sigue examinando a John de arriba a abajo, con cierta apatía. Parece indeciso y finalmente, señala la calle. Sale de casa y cierra la puerta. John le sigue escaleras abajo y salen a una terraza. Will se sienta, John le sigue y pide un martini. Mientras sigues a John a la calle, siguiendo a un extrañamente silencioso Will, sientes algo. Es un extraño escalofrío, igual al que sentiste cuando Will te llamó por "teléfono" pero más débil. Es más, sientes que puedes ignorarlo porque no es una llamada lo bastante convincente para atraerte, aunque si quieres, podrías voluntariamente contactar.
Michelle notó el tirón como si alguien desde el otro lado de la acera le hubiese lanzado un gancho atado a una cuerda y tratase de frenarla. Sin embargo el gancho apenas se mantuvo en ella y la atravesó sin apenas rasgarla quedando muerto en el suelo algunos pasos atrás. El fantasma se giró, miró hacia atrás como si tras ella estuviese la persona que había realizado la llamada aunque era bien consciente que se encontraba bastante más lejos de aquél lugar. Volvió a mirar a John...

- Ahora vuelvo... - dijo instintivamente aún a sabiendas de que no podía ser oída por él ni por los transeuntes que apenas conseguía esquivar.

Si alguien podía llamarla necesitaba saber quién era. Estaba claro que no era Will, no era su estilo, sus llamadas eran más como el canto de una sirena que como el arpón de un ballenero. Siguió el rastro a increíble velocidad atravesando la ciudad volando a un par de palmos del suelo. Una mancha vaporosa que cruzaba Manhatan hasta llegar al lugar de la llamada. Atravesó la última pared para observar quién le había llamado. Estaba de espaldas pero al entrar en la sala se irguió como si hubiese notado su presencia y se giró rápidamente hacia ella. Para aquél entonces ella ya no estaba allí ni siquiera cerca pues en algunos segundos ya se encontraba más cerca del apartamento de William Iron que de aquél lugar. El tipo en cuestión no está en una sala, sino en un callejón muy cercano a tu casa! Es un hombre mayor, delgado, vestido de negro y con un sombrero que recuerda al de los Amish. Su pelo sucio lo ha peinado con agua y no huele a colonia precisamente (sí, los fantasmas pueden oler).

Michelle lo observó con curiosidad pero no dispuesta a perder mucho tiempo en ese lugar. Mientras tanto, en la terraza, John y Will seguían hablando. Bueno, supongo que lo correcto es que empiece yo.- dice John - Verá, señor Iron, desde hace unos días vengo teniendo en mi casa lo que podríamos llamar... apariciones. Todas ellas están relacionadas con una mujer que vivió allí, una tal Michelle. Bien, esta mujer, si cree usted en estas cosas, se ha comunicado conmigo, pidiéndome ayuda y dirigiéndome hacia un novio suyo, bueno, ex-novio, o novio viudo, lo que sea. Un tal Holden MacNeil que ha resultado no llamarse así y ser un tipejo forrado de pasta que tras hacer que unos matones me dieran una paliza, me ha amenzado para que deje el apartamento en unos días. El caso es que ahora Michelle me dice que usted, señor Iron, me puede ayudar.-

1 de Septiembre de 2.000

Cargando editor
31/08/2007, 23:36
Reverendo Mordecai
Cargando pj

-Buenos días, jovencita. Me llamo Mordecai, Reverendo Mordecai.- anuncia el hombre con sonrisa morbosa. -Quiero hacerte unas preguntas.-

Cargando editor
02/09/2007, 12:30
Michelle
Cargando pj

Michelle mira hacia atrás para asegurarse de que esas palabras van dirigidas a ella y no a alguien que pudiese tener a sus espaldas. Se mueve un poco. Aquel hombre da miedo. No es como Will, no es como John... da miedo.

No debería quedarse. No debería quedarse. No debería. Mordecai. Se mueve alrededor suyo tratando de tomar su espalda.

- ¿Qué quieres? - susurra no sin algo de miedo.

Cargando editor
02/09/2007, 19:20
Reverendo Mordecai
Cargando pj

El Reverendo se mueve a la vez que tú, buscándote con la mirada. Parece que pudiera verte, aunque de forma ligeramente desenfocada. Entrecierra los ojos antes de preguntar.

-Dime, chiquilla y no escatimes en detalles. ¿Cómo has muerto? El Reverendo quiere saber.- tiene un curioso defecto en el habla que le hace chasquear la lengua ligeramente justo al final de las frases.

Cargando editor
02/09/2007, 20:33
Michelle
Cargando pj

Entrecierra los ojos imitando el gesto de aquel hombre. Como algo instintivo. El callejón, la escalera de incendios, la ventana del baño, Moonriver. Ella señala la ventana.

- Me mataron, reverendo. Allí. Ahora hay sangre en la bañera. Tengo que volver. My Huckleberry friend me espera. Me mataron. Sangre en la bañera. Me mataron... - baja la mirada a sus pies - Nos mataron.

Da un paso hacia atrás, los ojos brillan a punto de derramarse, el labio le tiembla y aquel brazo que señalaba la ventana se repliega despacio. Los

Cargando editor
02/09/2007, 22:44
Reverendo Mordecai
Cargando pj

-Ah, ah, niña. Tú no vas a ninguna parte sin mí. llévame con tu amigo ahora mismo.- hay algo en el tono que está utilizando que no te gusta, que no te gusta nada. Cuando lo dice, te muestra sus manos. Cada mano tiene en la palma dibujado un círculo de sangre, hecho cada uno cortando la piel hasta hacerla sangrar un poco. Parecen cortes recientes.

Sientes otro tirón como el de antes y te quedas observando esos dos círculos como si fueran los ojos de una serpiente, hipnóticos. Tienes el inmediato impulso de obdecer a lo que este hombre sonriente te está diciendo...

- Tiradas (1)

Tirada oculta

Tirada: 1d10+8
Motivo: Tirada Reverendo
Resultado: 9+8=17

Notas de juego

Para resistirte, debes tirar Fuerza de Voluntad (x2) + 1d10 a dificultad 17.

Cargando editor
03/09/2007, 00:15
Michelle
Cargando pj

La primera vez había perseguido el cebo. Esta vez sentía el anzuelo clavado en su pecho. Con fuerza. Es la primera vez y atónita presencia esa fuerza que nunca antes sintió. Nunca así.

- Sí, en el mismo final del arcoíris. Tengo que volver con él. Vamos a volver con él.

Se siente regresar. Hacia Will y hacia John. Allí los dejó y allí regresa. Pero no lo hace sola.

- Tiradas (1)

Tirada: 1d10+10
Motivo: Resistencia a órden.
Dificultad: 17
Resultado: 3+10=13

Notas de juego

NOTA 1:
No estoy seguro, creo que sería Voluntad 5 x 2 = 10.
Mas la tirada.
Mis deberes para esta semana es ponerme al día en mis poderes y habilidades. No deberían cabrearme. No deberían cabrearme.

NOTA 2:
No tengo claro todavía cómo le guío. No puedo ir como antes a toda velocidad. No sé si le guío en éste plano, si me lo llevo al otro o si lo hago de otro modo. Lo dejo abierto para que tú me lo digas.

Como te digo tengo el manual. Trataré de ponerme al día en los aspectos concernientes a la ficha y ya te preguntaré las dudas.

Cargando editor
03/09/2007, 14:22
Director
Cargando pj

Camináis por Nueva York, el luminoso y vivo Mahattan. Mordecai parece incluso más muerto que tú con su andar lineal, falto de empatía. La gente se aparta a su paso, evitándole tanto por instinto como por repugnancia. Alguno incluso hace un comentario sobre su olor que el reverendo ignora.

Notas cómo el anzuelo no afloja, sigue clavado en tu esencia férreamente. Puedes pensar, puedes sntir con independencia, pero saientes que debes obedecer a este hombre, no puedes evitarlo. Le guías hasta la tercera avenida y empezáis a bajarla con parsimonia, hasta que se cruce con la cuarta este y desde allí iréis hacia el oeste hasta el Village. O al menos esa te parece la dirección más correcta.

Notas de juego

La tirada ha sido correcta. ¿Tienes el manual básico o también el "Mistery Codex", que es el que usamos para crear tu pj?

Respecto a guiarle, deberéis ir andando por el mundo mortal. Me temo que este hombre no tiene claro cómo de lejos ir, pero te mira como si tuviera todo el tiempo del mundo. En total es un paseo de algo más de dos kilómetros hasta donde están William y John. Al paso del Reverendo, casi una hora de marcha.

Cargando editor
04/09/2007, 00:33
Michelle
Cargando pj

Apenas aprieta el paso se detiene y se gira para comprobar si le sigue. Una y otra vez. Pero él siempre está allí. La figura negra y alargada. Da miedo. No le gusta sentirse asustada.

No sabe exactamente el tiempo que ha pasado ¿són ya las 19:00? pero se encuentra frente al estudio de Will. Obediente se detiene y señala con el dedo su ventana. El hombre alto mira hacia arriba y hace un gesto para que continúe. Ella sube las escaleras hasta el piso de Will Iron. Señala la puerta con el dedo. La mirada perdida, espectante, como un perro que se pregunta si ha levantado la pata correcta. Siente cómo se libera la presión del anzuelo pero queda a su lado dócil.

Notas de juego

Estoy teniendo ambos. Cuando los tenga me miraré bien mis habilidades ;)

Cargando editor
04/09/2007, 09:04
Reverendo Mordecai
Cargando pj

Al llegar a la terraza cercana a la casa de Iron, compruebas que Will y John ya no están allí charlando, así que guías a Moredcai hasta la puerta del apartamento. Allí, el reverendo llama a la puerta una, dos veces, con cierta insistencia pero sin alboroto. Nadie sale a responder.

-Parece que no me has traído al sitio correcto. Aún me vas a tener que ayudar un poco más. ¿Dónde está tu amigo?- te espeta impaciente. No parece que le haya gustado el paseo. De hecho, está perlado de sudor. Puedes sentir... no, ya no está. El anzuelo se ha ido. ¿Volverá en cuanto te niegues a ayudarle o simplemente no puede sostenerlo más? ¿O está confiando Mordecai en tu buena voluntad?