Partida Rol por web

Obsesión

3. Calma tras la tormenta

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08/03/2011, 21:08
Director

6 de abril de 989

Al día siguiente, los criados estaban todos enterados de que alguien había tratado de asesinar a Jules Lázarus. El burgués se ocupó de negar cualquier lazo que tuviera el asesino con Elisabeth y pidió discreción tanto a sus empleados como a sus huéspedes. Redobló la seguridad en su propiedad y encargó a Damien que cuidase de la muchacha por si acaso alguien volvía a intentarlo.

Después, y desde primera hora, Jules salió de casa para atender sus asuntos, lo que les dejaba solos para investigar en la biblioteca, si era lo que deseaban. Elisabeth, a pesar de la conmoción, había pedido que viniese Celia Von Heuser a darle clase, tal vez por sentirse más segura a su lado.

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08/03/2011, 21:46
Aleph

 Tras una noche algo extraña, Aleph se sentía con pocas ganas de seguir haciendo turismo. Para ser sincero consigo mismo, se había visto obligado a admitir que estaba preocupado por Celeste, y, en menor grado, por Elisabeth. Era obvio que si la familia de su amiga tenía relación con asesinos y conspiraciones en la sombra, ella también podía verse afectada. El gigante no permitiría que la pasara nada, pero tampoco podía estar todo el rato encima suya... Y era consciente de que tenía muchos puntos ciegos

Por supuesto, Celeste podía leer en el rostro de Aleph como en un libro abierto. No es que supiera ocultar sus sentimientos ni nada parecido, pero es que además, tras el tiempo que habían pasado juntos, se veía incapaz de mentir a Celeste, aunque fuera con la intención de no preocuparla

No durmió muy mal esa noche, pero tampoco podría decir que hubiera disfrutado de un sueño reparador. Para más inri, ahora se veía obligado a comunicarse con Celeste mediante su "conexión" solo cuando no hubieran otras personas presentes. Comprendía la razón, pero aquellos silencios le incomodaban. Quizás, con el tiempo, había acabado por sentir la voz de la chica como algo natural, o incluso necesario

Notas de juego

 Según lo que haga Celeste, hará Aleph ;)

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09/03/2011, 08:37
Junette Branctorche

Junette cabeceó ligeramente con un leve quejido de protesta y parpadeó rápidamente, tratando de sacudirse el sueño de los ojos y, sobre todo, de la mente. La noche anterior habia sido un continuo duermevela inquieto, en el que la joven, acurrucada en un sofá al lado de Elisabeth, habia ido despertándose y volviendo a dormir, intranquila y nerviosa, hasta que salió el sol y decidió que, para el poco sueño que podría rascar, bien podía hacer lo que habían hablado e investigar la biblioteca de los Lázarus. Si Jules tenía algo más que decirles, sabría donde encontrarla- siempre lo sabía, la conocía bien.

Desde entonces se había dedicado poco menos que a lo mismo: a cabecear sobre los libros. Habitualmente era un hacha localizando información: tenía una memoria impresionante y era una esponja absorbiendo datos. Siendo honrados, también era fácil que mientras buscaba algo, otra cosa llamase su atención y se dedicase a buscar información sobre algo totalmente distinto a lo que inicialmente había ido a mirar, pero eso no era una opción. No con las cosas como estaban.

Conteniendo un bostezo, Junette se frotó los ojos con los puños. Era vagamente consciente de que era un gesto infantil, impropio de su edad y posición, pero estaba absorta en los libros, y su cerebro medio adormecido no procesaba bien cosas como el decoro o los modales ahora mismo.

Notas de juego

¿Encuentro algo? ¿Dibujos? ¿Tratados? ¿Referencias? ¿Libros con dibujos de gente jugando al teto? ¿Una copia del De Vermiis Mysteriis?

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09/03/2011, 11:48
Director

Junette encontró diversas referencias a los unicornios como animal fantástico y como símbolo heráldico, pero nada demasiado satisfactorio. Al menos, según lo que decía el libro, las casas nobles que habían ostentado el unicornio había perecido al menos trescientos años antes. La biblioteca de los Lázarus era tan enorme que incluso una lectora tan ávida como ella necesitaría años para terminarla, pero sobre los unicornios relacionados con asesinos o asesinatos no había nada.

No obstante, sí que descubrió algo interesante, al menos desde un punto de vista histórico:

Una sección de la biblioteca cumplía las funciones de hemeroteca, o al menos aquellos pliegues de pergamino que alguien había considerado adecuados. En ellos se hablaba sobre la familia Lázarus y los negocios que los involucraban, y había uno en particular que, por el tema que tocaba, que le llamó la atención. Decía lo siguiente:

3ª Semana de Junio - 977

El día 23, el señor Mateo Lázarus participó en las labores de reconstrucción del barrio de los Pescadores. Ayudó a retirar escombros, a apuntalar las casas que habían quedado no muy dañadas y más tarde participó en un acto de recogida de fondos para reconstruir el barrio. En su discurso dijo que "Los más afortunados tenemos el deber de responsabilizarnos de las catástrofes, no porque hayamos tenido culpa en ellas, sino porque somos los únicos que podemos ayudar. Con un poco de nuestro dinero podemos ayudar a reconstruir las casas de los afectados, retirar el barro y los escombros y asegurarnos de que no vuelva a haber unas inundaciones tan terribles como estas".

Otro pliego, junto a éste, decía:

4ª Semana de Junio - 977

Tras los actos de generosidad de la familia Lázarus con los damnificados por las inundaciones en el barrio de los Pescadores, el señor Mateo Lázarus se ha decidido a adoptar a una de las huérfanas de la catástrofe. Como él, algunos otros burgueses y familias poderosas han seguido su ejemplo. La chiquilla, que cuenta cuatro años, se llama Elisabeth Mastrall. No hay duda de que, a pesar de que el señor Lázarus no tiene esposa, Elisabeth recibirá todos los cuidados que pueda necesitar en la lujosa mansión de la familia.

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09/03/2011, 22:02
Damien Goldman

Damien se había pasado toda la noche turnándose guardia con Aleph para vigilar que no volviera a pasar lo de aquella noche y nada más fuera de lo normal. En apariencia fue así, por lo que aun teniendo sueño el hijo del barón Goldman se sintió mucho más tranquilo cuando los primeros rayos de sol asomaron por el horizonte. Ahora tenían que descubrir información y el mejor sitio para ello era la biblioteca. Todos se dirigieron allí para ello y a Damien le vino un recuerdo de su época de estudio en la Citadelle. Muchas horas se había pasado entre libros, casi tantas como batiéndose contra otros y entrenando sus técnicas.

Si había algo de lo que estaba orgulloso es del equilibrio que había conseguido entre su cuerpo y su mente. Muchos, en la academia, estudiaban lo necesario para su vida y para cumplir los requisitios de Beaufort y dedicarse entonces de pleno a la esgrima. Él no había seguido esos mismos pasos, dando la misma dedicación a ambos ámbitos (aun siendo un hecho que le apasionaba mucho más la esgrima) y sabía apreciar ese tipo de cosas. Esperaba que esos conocimientos adquiridos le sirvieran en una situación como esa.

Notas de juego

Supongo que le tará dando clase en la Biblioteca, ¿no? Lo de Aleph lo presupongo, si no es así se quita y ya xDDDDDD

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10/03/2011, 15:48
Celeste Índigo
Sólo para el director

 Con poco esfuerzo, podría haberme leído toda esta biblioteca en cuestión de horas si no estuviera todo el grupo aquí. Lo único que han hecho ha sido tratar de ayudar, así que no puedo decirles nada. Y así estaré menos cansada, por si se repite la situación de ayer. Seguro que tiene algo que ver con la herencia.

 

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10/03/2011, 16:09
Celeste Índigo

 El tiempo que Celeste se pasó en la cama fue realmente escaso. Por su mente solo circulaba la idea de encontrar la información. Estaba segura de que en la biblioteca del señor encontrarían algún indicio por lo que en cuanto descansó un poco, realmente poco, se puso de nuevo en acción. 

Al fin y al cabo, estaba totalmente libre de responsabilidades en esa casa. Podía hacer lo que quisiera, en palabras de Jules. Pues bien, lo que quería hacer en ese momento era indagar sobre el intento de asesinato. Muchas cuestiones le asaltaban, y acompañaban a la búsqueda de la daga.

¿Habrá sido la primera vez que ocurre? ¿Tendrá algo que ver la cercanía de la herencia? ¿Alguno de los que estamos aquí estará involucrado? Es obvio que cuantos menos seamos, más habrá para repartir... ¿pero ir primero a por la niña inocente?

No es que a la chica le importara demasiado la vida de la niña. Pero parece que a Aleph le había caído en gracia. Si bien es cierto que Celeste no era ninguna asesina, y dejar a alguien morir no era una de sus aficiones, poner en riesgo su propia vida en beneficio de cualquier otra, (que no fuera la de su compañero), no era su prioridad. Pero intuía que podría volver a pasar, y protegiendo a la niña, se protegía también a sí misma.

Por eso estaba en la biblioteca, acompañando en la búsqueda a Damien, y Junette. Puede ser que entre todos descubrieran algo.

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10/03/2011, 16:16
Celeste Índigo

 Otra cosa que rondaba por su cabeza era el tema de la conexión con Aleph. Habiéndolo sopesado bastante decidió comunicarselo, mientras el grandullón hacía uno de sus turnos de guardia.

La voz de Celeste sonó, alta y clara en el propio corazón del guerrero:

-Cariño, he vuelto a pensar en la situación, y creo que podemos volver a mantener un flujo normal. Habla por aquí cuanto quieras cariño, mientras no haya nadie muy extraño presente. Pensándolo bien, si Jules sospecha de nosotros, y no ha visto el hilo, porque no puede, no empeoramos nada. Si sí puede, no ganamos nada ocultándolo, pues ya lo sabe. En cambio, si alguno de los demás es capaz de verlo, puede que se desvele esa habilidad oculta si se va de la lengua. Y tampoco perdemos nada si es capaz de verlo y no lo dice. Al fin y al cabo es perfectamente obvia nuestra compenetración.

En resumen, mientras no haya nadie suficientemente extraño, de quién podamos sospechar, siéntete libre para usar el enlace. Al menos yo no tendré reparos en molestarte por aquí.

La voz de Celeste sonaba alegre, a pesar de la extraña noche. Al parecer, como Aleph y Celeste estaban perfectamente, no le había afectado demasiado. 

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11/03/2011, 08:29
Junette Branctorche

Junette se removió inquieta, cerrando el pesado tomo que tenía delante con un suspiro, y se recosto contra el respaldo de la silla. Casi automaticamente, sus desvaídos ojos grises fueron formando una linea y su cuerpo se contrajo levemente, ansiando acurrucarse y quedarse dormido. Pero no llegó el momento. La voulntad férrea de la joven afloró y le corrió como una escalofrío por la piel. En lugar de resistirse al sueño, se dejó llevar, manteniendo el cuerpo adormilado pero la cabeza fría, trabajando a toda velocidad y analizando. Durante su aprendizaje, habia aprendido a luchar contra el sueño, y a dar una apariencia relajada mientas mentenía los oídos atentos. Hombre o mujer, uno nunca es tan comunicativo ni revela tanto como cuando, agotado por el placer, espera a que llegue el sueño. O, en los casos más impresionantes, habia gente que hablaba más dormida de lo que nunca lo había hecho despierta.

Su... disposición natural la había hecho rehuir el entrenarse en los aspectos más físicos de esta técnica de recogida de información. Pero sabía lo bastante de la teoría para ponerla en práctica, y era lo bastante flexible para adaptarla a otras situaciones.

En principio nada de lo que había leído daba ninguna información interesante. Pero su curiosidad se había despertado y le hacía cosquillas en un rincón de su cabeza. Había un par de frases que, sin ser reveladoras de nada en particular, le daban ganas de averiguar más cosas, de modo que se quedó absorta dándoles vueltas en la cabeza, a ver si les encontraba algún sentido más del que tenían.

Probablemente, en vano. Pero no tenía nada que perder.

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12/03/2011, 15:03
Aleph

Tanto Celeste como Damien y Junette habían ido a la biblioteca. Aleph no era ningún erudito (la sola idea resultaba casi graciosa) ni tampoco tenía mucha afinidad por los libros, así que, en principio, nada se le había perdido en aquel lugar. Tampoco podía estar con Elisabeth. Y el mutismo que parecía haberse impuesto entre él y su compañera le frustraba y desmotivaba a partes iguales. Después de desayunar, acompañó a esta a la biblioteca, pero no tardó en irse. Aquel sitio le resultaba opresivo, antinatural. Un lugar tan silencioso, tan frío y artificial... No, no era un lugar para Aleph. Luego estaba el asunto del asesino. Pero Celeste no estaba sola, y Elisabeth se encontraba con Celia ¿Qué debía de hacer Aleph? Se sentía inútil, innecesario. Aburrido

Al final, decidió volver al patio de la mansión. Al fin y al cabo, no hacía mal tiempo, y estar junto a un espacio natural, aunque fuera uno creado por el hombre como aquel, le sentaría bien. Caminó por la hierba, descalzándose para sentirla bajo las plantas de sus pies, e inspiró profundamente. La temperatura era agradable, así que decidió descubrir su torso, dejándose solo los pantalones puestos. A lo lejos, dos pajarillos conversaban en su musical lenguaje. La brisa, casi imperceptible, agitaba los cabellos del hombretón. Se sentó junto al árbol del día anterior, y cerró los ojos, colocándose en la posición del loto

Sí, meditar le vendría bien

Notas de juego

 Aleph desconecta

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12/03/2011, 15:12
Aleph

 Aleph se quedó unos segundos callado tras oír a Celeste. Luego respondió, con voz divertida

No me he enterado de nada. Pero, la verdad, empezaba a echar de menos hablar contigo por aquí

Estaba claro que Aleph no era de deducciones complejas ni de grandes frases, pero una cosa estaba clara para él: Si Celeste creía que estaba bien, estaba bien. No en vano, la chica era una verdadera genio, y el hombretón nunca dudaba de su criterio, al menos en lo que a situaciones como esta se refería. Y tenía suficientes ganas de retomar el hilo que les unía como para aceptar sus palabras sin rechistar

¿Que tal tus investigaciones? ¿Has descubierto algo?

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12/03/2011, 15:15
Celeste Índigo

 Celeste hizo brillar el hilo de unión que los mantenía unidos. No es que fuera a decir nada importante... pero las palabras de Aleph siempre le tranquilizaban, e incluso divertían. Aquella búsqueda era muy pesada, y le aburría. Una sensación que al parecer también sentía su compañero.

-Aleph, cariño. ¿Podrías tratar de encontrar comida, y llamar a Tory, Neko y Inu? Con tanto ajetreo no pudimos hacerlo ayer, y temo que tengan hambre. Puede ser que hayan conseguido cazar algo por sí mismos... pero es seguro que ni Akuma ni Orochi han comido nada. Si estás haciendo algo importante... déjalo. Ya la buscaré yo. Pero, si me haces el favor...

Casi se pudo sentir como unos ojitos parpadeando rápidamente, mediante el enlace. Al fin y al cabo, sabía modular el tono de su voz para parecer una chica inocente, y desvalida. También sabía que al grandullón no se la colaría, pero le solía hacer gracia ese tono de voz. Eran asuntos muy secundarios en ese momento, pero en cierto modo importantes.

Notas de juego

 Que jaleo de nombres de homúnculos... en qué momento se me ocurriría llamarlos así XDDDDDDDD

 

Ya no me hablas por el enlace? Y.Y

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12/03/2011, 16:11
Aleph

 Claro

Agradeciendo tener algo que hacer por fin, dejó de meditar, se puso de nuevo la ropa, y fue a las cocinas, donde pidió algo de carne y fruta para "media mañana". No creía que los cocineros le pusieran mucha pega, dado el tamaño de Aleph, y lo poco que había desayunado (seguía empeñado en guardar las formas, y comer en exceso no estaría demasiado bien visto). Luego comenzó a caminar hasta la parte frontal de la casa, y salió a dar un paseo

Diles que estoy en el parque de al lado de la casa, ese de la fuente del delfín que te señalé ayer

Esperó, sentado en un banco de aquel bonito y pequeño parquecillo, a que los animales vinieran a él. El hombretón no tenía ni idea de donde se encontraban ahora mismo, así que debía de ser Celeste quién sirviese de intermediaria entre ellos

Notas de juego

 Si miras un poco más arriba, podrás ver mi post-ninja sobre el tuyo ;)

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13/03/2011, 14:37
Celeste Índigo

 Celeste levantó la cabeza, mirando al techo y se frotó los ojos. La verdad es que la búsqueda, además de cansada estaba siendo infructuosa. Después de mirar en varios libros que bien valdrían para calzar una mesa a la que le faltara completamente una pata, la chica cerró el último libro con fuerza, haciendo que una nube de polvo se levantara delante de ella. Movió con cuidado la silla en la que estaba sentada, para poder levantarse, tratando de no hacer mucho ruido para no alterar la concentración de sus dos compañeros.

-Voy a refrescarmeo, ahora vuelvo, estos malditos libros se comen los ojos de cualquiera.

Sin esperar respuesta, Celeste se encaminó hacia la puerta.

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13/03/2011, 15:10
Jules Lázarus

A mediodía llegó Jules. Elisabeth se arrojó sobre él como un cachorrito busca a su dueño. El burgués la estrechó entre sus brazos y le dio un sonoro beso en el pelo, pero enseguida se desembarazó de ella y miró a los huéspedes con seriedad.

-Debo hablar con Aleph y Celeste en privado. Elisabeth, quédate con Junette y Damien.

Llamó a la pareja de amigos y los llevó a su despacho para mantener dicha conversación.

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13/03/2011, 15:22
Jules Lázarus

Una vez en el despacho, Jules cerró la ventana y se aseguró de que la puerta también lo estuviese, sin criados cotillas que quisieran poner la oreja para escuchar. Dejó que se sentaran y él hizo lo mismo. Tomó aire y los miró, con una expresión neutra pero más cercana que el día en que se conocieron.

-Sin rodeos. Es evidente que ayer alguien intentó asesinar a Elisabeth. También es evidente que vosotros dos poseéis un poder sobrenatural que aún no he logrado discernir, pero que curó mi herida sin problema alguno. El asesino no mentía, sois brujos. Pero antes de que intentés negarlo, os aclararé que no soy un fanático, que no creo en la labor de la Inquisición y que he sido educado por maestro ilmorenses. No voy a echaros de mi casa a patadas, ni mucho menos: creo que gente con las habilidades que tenéis es muy útil, y que no podrían llegar en mejor momento.

Entrelazó los dedos pausadamente.

-Aleph, el hombre que intentó matar a Elisabeth se ha suicidado esta mañana en la celda. Se ha ahorcado con sus sábanas. Eso hace imposible que se le saque información... -Suspiró, frunciendo el ceño-. Sin embargo, tengo mis sospechas. Aún no puedo revelároslas, pues no estoy seguro de ellas, pero creo que puede haber alguien interesado en hacer daño a esta familia. Y puede, quizá, que tenga también esa habilidad sobrenatural... Por el momento voy a mantener a Elisabeth vigilada las veinticuatro horas. Cuento con que, en vuestra compañía, nada tenga que temer.

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13/03/2011, 15:50
Celeste Índigo

 La chica bajó con cuidado de que nadie le siguiera hasta la posición donde se encontraba Aleph. La verdad es que suponía que sus chiquillos tendrían hambre así que se movió lo más rápido que pudo sin levantar sospechas. Cuando salió al exterior, dio un sonoro silbido para llamar a Tory. Él se encargaría de atraer, son suerte a Neko y a Inu.

Mientras estaba saliendo de casa, el pájaro la visitó. Y, con unas palabras muy simples, la chica le ordenó que llamara a los otros y se dirigieran sin mucho tardar al parque en el que se encontraba Aleph. Al fin y al cabo, sus pequeños eran inteligentes, a pesar de tener el aspecto de simples animales, tanto como una persona normal. 

Cuando llegó al parque, Celeste se encontró con una escena preciosa. Aleph tenía a Tory posado en un hombro, picoteando de lo que le ofrecía, mientras Neko tumbado sobre sus rodillas jugueteaba con su otra mano. Inu, siempre atento a las situaciones esperaba sentado a la llegada de su ama, por lo que salió corriendo nada más verla y se alzó de patas para saludarla. El perro empezó a lamerle la cara mientras Celeste le acariciaba, al fin y al cabo hacía tiempo que no se veían. Aleph observó la situación sonriente, y Celeste le devolvió la sonrisa. Fue un momento para olvidar lo ocurrido anoche y solo centrarse en ellos mismos, cuidando de sus mascotas. Un momento de compenetración.

Tanto Orochi como Akuma fueron desenroscados con cuidado del pelo de la joven, por lo que toda su larga melena quedó suelta, mecida por la brisa. Era realmente bella.

Tras juguetear un poco con sus animales, y acurrucarse ella misma sobre el pecho de Aleph, le sugirió volver a la mansión. Quizá les esperaran, pues el día no era del todo normal después del intento de asesinato.

 

Notas de juego

Espero que a Aleph no le importe que le manipule cual si fuera mi Pj. Aunque no me meto en sus sentimientos.

 

 *si Aleph quiere complementar la escena... por mi no me importa. Y usando a Celeste si quiere ;)

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13/03/2011, 16:06
Celeste Índigo

 -Entonces podemos confiar en tí. ¿Guardarás ese pequeño secreto?

Celeste escrutó a Jules con la mirada. La verdad es que se había extralimitado en mostrar sus poderes, y Aleph al parecer también. Pero le resultaba realmente extraño confiar en alguien, si no fuera su "hermano" posiblemente hubiera buscado una manera de borrarle la memoria, o algo parecido, para que no nos relacionara con nada sobrenatural, pero la situación no exigía esa clase de comportamientos.

-No creo que ni Junette ni Damien necesiten saberlo, creo que tiene que quedar entre nosotros. Al fin y al cabo, ya nos has dicho que no eres un fanático. Pero, ¿y ellos? ¿Serán tan comprensivos como tú?

 

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13/03/2011, 16:10
Celeste Índigo

 -No sé que es lo que sabe de nuestros poderes, ni cuales son sus verdaderas intenciones. La verdad es que no estoy segura de fiarme de él. ¿Qué opinas?

El enlace entre sus almas comenzó a vibrar, trasmitiendo un mensaje muy simple. ¿Creemos en él? o ¿No creemos en él?

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13/03/2011, 23:23
Aleph

La felicidad es algo voluble y onírico. Muchas veces creemos poseerla, pero no obtenemos más que una réplica forzada y adulterada de algo que no acabamos de comprender del todo. Otras veces la buscamos de forma desesperada, vendiéndonos como objetos para rozar ese sueño que a tantos obsesiona, y a tan pocos bendice con su caprichoso afecto. Para Aleph, la felicidad se basaba en momentos como aquel

Pero, como todo lo bueno, acabó por terminarse, y los dos tuvieron que volver a casa de los Lazarus. Despidiéndose de los tres homúnculos de Celeste, acompañó a esta hasta el recibidor, en donde Jules ya les estaba esperando, mientras saludaba a Elisabeth. El cabeza de familia les pidió una pequeña reunión privada. Obviamente, accedieron sin rechistar

Temiéndose lo que iba a ocurrir, a Aleph no le extrañó que Jules referenciara su "pequeño secreto", ni tampoco se arrepintió de haber usado sus poderes el día anterior. Pero la noticia de que aquel hombre se había suicidado en la celda fue como un mazazo en el pecho. Otra persona algo más desconfiada o suspicaz se habría preguntado si Jules o su familia tenían algo que ver en ese "suicidio". No en vano, el heredero de Luca tenía los motivos suficientes como para querer una venganza contra el asesino que había intentado robar la vida de su querida Elisabeth, y no era difícil, cuando se disponía de los recursos adecuados, arreglar un ajuste de cuentas para que pareciera "un accidente"

Pero Aleph era confiado por naturaleza. Nunca se planteaba ese tipo de oscuros negocios, ni tampoco quería hacerlo. Su modo de ver el mundo, y a las personas, chocaba directamente con esa actitud. Por tanto, no dudó en ningún momento de la veracidad de las palabras de Jules. Y también fue la razón por la que le afecto tanto. Una vida menos, sin sentido, sin razón. Momentos como aquel podían enturbiar hasta el día más soleado, como un manchurrón negro en medio de un libro sin letras

No sé que opinar, pequeña. Sabe que puedo curar heridas con mis poderes, pero creo que el detalle de que este dispuesto a abrir su mente a nuestros poderes dice mucho de él

No dijo nada, fuera de su conexión con Celeste. Aún estaba asimilando lo sucedido, y sus palabras habrían sonado vacías y artificiales