Partida Rol por web

Obsesión

4. Buscando pistas

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09/09/2011, 08:35
Junette Branctorche

Junette, fiel a sus costumbres, había permanecido callada la mayor parte del tiempo que duró el intercambio. Las cortesías de buena mañana y la conversación ligera era algo que se le daba mucho mejor a Damien, y tampoco le apetecía mucho hablar con Celeste on con Aleph. El grandullón no era tan intimidante, pese a su tamaño y a haber sido testigo de lo que podía hacer con las manos desnudas. Era una persona reposada, y su cariño por Elisabeth hablaba por él. No podía ser malo si a la pequeña le caía tan bien. A su manera inocente y confiada, era una buena jueza del carácter.

Pero algo había cambiado en él desde la noche de la ópera. La forma en que miraba a Celeste, cómo se posicionaba cuando estaban cerca, cómo se movía en su dirección cuando no, la forma en que los ojos recorrían la estancia rehuyéndola pero manteniéndola siempre en el borde de su campo de vista, consciente de dónde y como estaba... no estaba seguro de hasta qué punto Celeste era consciente de ello. La chica de pelo azul vivía en un mundo que le era extraño, donde tódo parecían ser certezas, cursos de acción que llevaban inevitablemente a un destino, y sobre todo, de tristeza. Tristeza enroscada alrededor de ella, que la hacía contraerse en sí misma y envolverse en esas certezas inamovibles. La intimidaba y le daba pena a partes iguales.

En fin. La habían enseñado a interpretar miradas. También habían querido enseñarla a usarlas. Eso... no había salido bien. Junette apreciaba la pureza de sentimientos, y la idea de mentir con los ojos, con la parte más sincera de su cuerpo, era algo que le provocaba profunda aversión.

Por eso precisamente, la mirada de Aleph era como un muro que la impelía a no acercarse, y a dejarle al grandullón su espacio, para que, a su manera tosca pero honrada, fuese haciendo lo que debía.

Y Damian... bueno. Estaría más a gusto en compañía de María. Era un joven agradable, y  divertido. Su verbo era como su estilo de esgrima, florido y directo, que parecía salirle sin pensar. A Junette eso no le salía. Era de sonrisa fácil y carácter afable, pero no era exactamente... vivant. Era más propensa a la calma.

Por eso tuvo que reprimir un jadeo al ver el unicornio.

Rápidamente recorrió la estancia con la vista. El resto de los presentes también se han dado cuenta. Damien y Celeste rápidamente encontraron excusa para salir de la habitación. Junette se les uniría, pero era imposible hacerlo sin resultar sospechoso.

Bueno, habría que intentar otra cosa...

Hm, mermelada. La verdad es que hace tiempo que no la prueba, me acabáis de dar hambre...

La jóven fue a sentarse. Al inclinarse para coger un cuchillo, le echó un vistazo casual a la daga de la guardaespaldas de Elisabeth.

¡Anda! ¿Los zínner también tenéis unicornios? Que curioso, he leído algo de mitología, y la mayoría de criaturas de vuestras historias eran... hmmmmmm... como decirlo. No sé, estaban menos basadas en la naturaleza. Quiero decir, no hay tantos animales monstruosos, encontré sobre todo espíritus y criaturas de otros planos. La verdad es que me encantaría que me contases alguna de las historias típicas de tu pueblo... eh... bueno, me refiero a...  -le fue bajando la voz a medida que la mirada de la otra mujer se posaba, sin pestañear, en ella- a, bueno, si... eh... si puedes hablar durante el trabajo, y... eso...

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09/09/2011, 09:57
Serena

Serena miró su daga y luego a Junette. La extrañeza le pintaba el rostro.

-Los unicornios no existen. Son sólo un cuento para niños -contestó ella con el duro acento que la caracterizaba-. Los zínner tienen historias, sí. La mayoría son cuentos de miedo. El país donde nací, Moth... no es muy bonito. Tampoco sus historias.

Flexionó la muñeca y miró el unicornio con más atención.

-Los unicornios sí lo son...

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09/09/2011, 13:37
Junette Branctorche

Sí... se supone que representan la belleza de la juventud. La pureza y la inocencia. Por eso solían asociarlos con doncellas. Supongo que es el privilegio de los que tienen suficiente para permitirse soñar... -comentó, con una extraña melancolía en la voz.

Perdona. Supongo que eso no es muy considerado de mi parte... no debería hablar de lo que no conozco. Nunca he estado en Moth, pero lo que he leído de ella no es muy agradable. En realidad...- dijo, dándose unos toques pensativos en el labio con la punta del dedo- supongo que tiene sentido. Son muy hermosos, pero también se dice que eran temibles en la lucha con otras bestias. Aunque yo prefiero quedarme con la parte bonita. Supongo que prefiero una mentira bonita a una realidad fea...

"Y mi propia vida parece empeñada en demostrarlo..."

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09/09/2011, 14:31
María Aribeth

-Me aburren las conversaciones sesudas tan de mañana -se quejó María-. ¿Estás escribiendo una historia con unicornios o es sólo curiosidad?

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09/09/2011, 14:38
Celeste Índigo

Celeste y Damien salieron de la habitación caminando juntos. Al parecer Celeste iba recriminándole al joven el hecho de que si no había cuidado el supuesto libro se le podía caer el pelo. Pero al menos, pasados unos segundos ya estaban fuera de la mirada y el oido de María y Serena.

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09/09/2011, 14:39
Celeste Índigo

Mediante susurros, por si acaso alguien quería saber más de lo que le incumbía, la chica del pelo azul relató lo que sabía al joven:

-Dime Damien, ¿Qué es lo que propones hacer? No me preguntes cómo lo se, pero Jules está en camino y propone que retengamos a Serena. Aleph está sobre aviso y protegerá a Elisabeth con su vida. Ahora depende de nosotros tratar con María y su guardaespaldas.

Celeste se quedó un momento pensativa, podría utilizar a Damien para sus propósitos, además, puede que el chico no tuviera ningún inconveniente en seguir el plan. Pues puede que le reportara más beneficios que la sola protección de la niña.

-Quizá se me ocurra una idea... ¿Podrías alejar a María de la habitación con alguna proposición? Creo que entiendes a lo que me refiero. Supongo que Serena no la seguirá hasta dentro de tu alcoba... o la suya... y será un buen momento, una vez separadas, para poder retenerla. 

Prometo no quitarle el ojo de encima mientras tanto, no sea que quiera irse. ¿Qué opinas?

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11/09/2011, 09:10
Junette Branctorche

En realidad no...- contestó la joven, mientras empezaba a untar pan distraidamente. No tenía mucha hambre, pero tenía buena pinta. Y una al año no hace daño. Es por un favor que me pidió un amigo. Se le había metido en la cabeza que alguna rama de su familia descendía de una casa noble extinta que tenía al unicornio como blasón, así que investigué un poco. Nada muy allá.

En realidad me parece una idiotez, estoy segura de que lo hace sólo por presumir, pero ya sabes como son algunos nobles con lo de tener secretitos familiares. Coleccionan rarezas como quien colecciona estampitas, para presumir en las reuniones. Ays. No se por qué me molesto siquiera, pero es que la biblioteca de su casa tiene tantas cosas interesantes...

En fin, blablá, casas extintas hace lo menos trescientos años, alguna historia aquí y otra allá sobre por qué desaparecieron y qué hacían, nada contrastado, nada muy creíble... pero las historias sobre unicornios, las fantásticas, quiero decir... esas sí me gustan. De hecho, puede que haga un libro sobre ellas. Me atrae mucho esa idea. La pureza aún no tocada por los males del mundo. La inocencia dada forma, capaz no solo de existir en un mundo corrupto, sino de defenderse, es algo que me...

...¿quitaron y quiero recuperar, aunque sea proyectándola en otros? ¿En los unicornios? ¿En Elisabeth? ¿Por eso tanta valentía de golpe?.

... bueno. Da igual. Dudo que os interese.

Junette lanza una larga mirada a ambas mujeres, como tratando de medir el efecto de sus palabras, y se centra en untar el pan meticulosamente. Por tercera o cuarta vez.

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12/09/2011, 16:09
Aleph

Aleph negó con la cabeza, suavemente, mientras esbozaba una media sonrisa

No. Un bicho raro no. Todos podemos controlar esa energía, con tiempo y esfuerzo. Celeste, Damien, o incluso María podrían. Pero no saben. Ni tú tampoco, ahora mismo

Espero unos segundos, y luego se agachó junto a la niña, poniéndose a su altura. Esta vez, su expresión era algo más seria

Y sí, lo que te estoy ofreciendo no es algo que guste a todo el mundo. Muy pocos conocen estos secretos, y en caso de aprenderlos, deberías reservarlos solo para cuando no quede más opción, ya que los que te rodean podrían no llegar a comprenderlos, o aprobarlos. Los humanos temen lo que desconocen, es parte de nuestra naturaleza. Por ello, respeto tu decisión, y te apoyo en ella, si no quieres saber más del asunto. Para mí supondría un esfuerzo enseñarte, y ni siquiera he pedido permiso a tu padre, así que no es seguro que...

Se quedó un momento callado, algo distraído. Celeste le estaba hablando

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12/09/2011, 16:20
Aleph

Aleph se mantuvo unos momentos callado, como si las palabras de Celeste le hubieran sacado de sus pensamientos, y estuviera procesando lo que esta acababa de contarle

... De acuerdo. Me mantendré aquí junto a la niña, no temáis por ella. Si ocurre cualquier cosa, te lo diré por aquí. Aún así, no me vendría mal contar con la ayuda de Tory o Akuma. Si me atacan por sorpresa, quizás no pueda contra ellos... Sean quienes sean

Se mantuvo unos segundos en silencio. Luego añadió

Os avisaré por aquí si ocurre cualquier cosa. Ten cuidado

Durante esas dos últimas palabras, no pudo contener el tono de preocupación en su voz. Para él, saber que Celeste se encontraba en peligro mientras él no podía hacer nada para protegerla se traducía en una sorda y aguda impotencia, que arañaba y se retorcía en su estómago mientras este se veía obligado a mantener el rostro serio y tranquilo para no alarmar a Elisabeth

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12/09/2011, 16:30
Aleph

Aleph se dio cuenta de que había dejado su frase a medias, e intentó sonreír para quitarle importancia. A pesar de todo, no dudaba de que alguien muy observador podría haberse dado cuenta del cambio en su rostro

Pequeña, te pido que me disculpes un momento... Será solo un segundo, no te preocupes

Como si Elisabeth necesitara más sustos. Después de este extraño comportamiento, probablemente su posición respecto al ki sería más tajante que antes. Aleph era una persona extraña, de eso no cabía duda. En parte, casi lo agradecía. No tener que enseñar a la niña suponía quitarse un peso de encima, ya que no tendría que cargar con la responsabilidad sobre sus hombros, si luego esta usaba los poderes de forma inadecuada. También le quitaría el trabajo que suponía enseñarla a canalizar su energía, y las posibles reacciones adversas de Jules o Celeste al desconfiar de él o Elisabeth, respectivamente

Pero, por otra parte, y sin razón lógica aparente, le habría gustado que la niña aceptara ser su pupila

Cerró los ojos mientras se incorporaba, e intentó sentir el patio, a su alrededor. Si había cualquier fuerza maligna acechándoles, tenía pensado averiguarlo antes de que fuera demasiado tarde

Notas de juego

Uso el poder de ver el alma, por ser Nephilim. El de ver espíritus y tal. Es solo un escaneo de la zona, nada demasiado detallado, simplemente para asegurarse de que no hay ningún ente espiritual cerca (Y si lo hay, confirmar que no tiene malas intenciones hacia Elisabeth)

Pd: ¿El guardaespaldas de la niña está con nosotros?

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12/09/2011, 17:21
Damien Goldman

Escuchó hasta la primera pregunta de la chica y se dispuso a interrumpirla. - Propongo que la noq... - pero Celeste fue más rápida hablando. Damien torció el gesto mientras la escuchaba hablar. Lo torció más aún si cabía al escuchar lo que le estaba proponiendo. Él estaría encantado, y en otra situación lo haría sin pensar, pero... - Ay... es que... yo... - ¿Por qué de golpe parecía un colegial avergonzado?

El primogénito de los Goldman suspiró, miró a un lado y a otro (de nuevo), y volvió a fijar la vista en los ojos de Celeste. - Yo... resulta que yo vi algo que no debía ver. Serena y María... tienen un romance. Yo las vi, y cuando me iba a ir Serena me empotró contra la pared y no precisamente con fines erótico festivos. Me amenazó y todo eso... por eso esto me da tan mal rollo. Intentaré llevármela... pero será complicado, Serena puede desconfiar de esa osadía. Pero creo que no tendré más remedio. -

Damien se aclaró la garganta, alzando un poco la voz y haciendo un gesto en dirección hacia afuera con la cabeza para luego salir por ella. - Bueno, entonces quedamos así. Tú dejas de meterte en mi esgrima y yo no me meto en tus números... pero que sepas que yo considero que aquello no es indeterminado y se puede calcular. Que no sepa cómo es ya otra historia. -

 

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12/09/2011, 17:41
Damien Goldman

Tras salir con Celeste de nuevo a la sala, el noble se sentó delante de María Aribeth. Cogió una de las últimas tostadas y le dió un mordisco sin echarle mantequilla ni ningún otro añadido. Sonrió tras tragar y se acomodó un poco más en la silla...

...bajo la mesa, Damien estiró un poco la pierna, lo suficiente para acercarse a las de la cantante. Con delicadeza, empezó a rozar parte de su pierna contra el lado de la pierna de la cantante. Sonrió con algo más de 'interés' y miró a los ojos a la pelirroja. - Te veo aquí muy aburrida, así que voy a darte conversación... ¿Hubo mucho ataque de fan desesperado ayer por la noche? -

- Tiradas (1)
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12/09/2011, 21:13
Director

Elisabeth consideró las palabras de Aleph en silencio. No pareció darse cuenta de que estaba ausente, absorta en sus propios pensamientos. Su guardaespaldas los seguía a una distancia prudencial. Era suficiente para no escucharlos y para poder proteger a Elisabeth en caso de necesidad.

Cuando el gigante manifestó que debía aguardar un momento, Elisabeth asintió. Su escaneo no reveló nada importante. Había cierta actividad espiritual que quedaba como residuo, pero poco más.

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12/09/2011, 21:16
María Aribeth

La diatriba de Junette hizo poco efecto en María, a la que el tema pareció aburrir. Serena, en cambio, la estudió con los ojos entrecerrados. Frunció el ceño levemente, pero guardó silencio. Limpió su daga con una de las servilletas y se la envainó de nuevo en la bota, procediendo a morder la manzana pelada. El jugo le chorreó por la comisura de la boca, pero no se percató de ello.

María sonrió a Damien, pero había algo de confusión en su mirada.

-Serena los mantuvo a raya -dijo la pelirroja.

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12/09/2011, 21:25
Damien Goldman

La pierna de Damien subió muy despacio por la pierna de María, llegando hasta la altura de la rodilla para luego volver a bajar. Sin dejar de mirar a los ojos, se llevó una copa con zumo a la boca y le dió un sorbo, volviendo a esbozar una sonrisa al dejar la copa en la mesa. Con un veloz movimiento de ojos observó a la guardaespaldas y al ver que no le estaba prestando mucha atención, continuó a lo suyo.

- Vaya, no cabe duda de que cumple con creces su trabajo... Opino que Jules debería buscarse a alguien así, ya sabes, por los enemigos y eso. ¿Se quejó mucho Wilkison* por nuestra presencia? Otro gran profesional, pero quizás en exceso. - dijo, haciendo una pausa para otro mordisco a la tostada. - Cualquiera diría que ayer estuviste trabajando duramente, no se te nota en la cara. Estabas muy guapa con el maquillaje, pero me gustas mucho más al natural. -

Ya puestos, todo lo natural posible...

Notas de juego

*El hombre que luce el afeitado perfecto.

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12/09/2011, 21:49
María Aribeth

-Eres un adulador -dijo María sin dejar de sonreír. Miró a Serena brevemente, que seguía comiéndose la manzana a mordiscos, y se volvió hacia los presentes-. Tengo que ir a refrescarme al lavabo.

Se levantó pulcramente y se dirigió al cuarto de baño de la planta baja.

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12/09/2011, 21:55
Damien Goldman

- Para nada, sólo digo la verdad. - dijo con un gesto de mano, como quitándole importancia. Se despidió de ella con la cabeza y esperó unos treinta segundos desde que saliera por la puerta para pegarle el último mordisco a la tostada y levantarse, limpiándose las manos. - Yo aprovecho que estáis terminando para ir a buscar a Aleph y a Eli y meterles un poco de prisa, ¿vale? Quisiera no retrasarnos mucho más e ir a Arlan pronto. Hasta ahora. -

Damien tomó también la salida a la planta baja.

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12/09/2011, 22:13
María Aribeth

Cuando Damien salió vio que María esperaba junto a la puerta del baño. Le hizo un gesto para que se acercara y entonces frunció el ceño. Ya no sonreía.

-¿Qué estás haciendo, Damien?

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12/09/2011, 22:28
Damien Goldman

Damien miró a la cantante y no se sorprendió. Lanzó un suspiro y se acercó a María, con los hombros caídos. No era tonta y lo sabía. Tras los acontecimientos del día anterior no tenía sentido alguno que Damien hubiera hecho lo que había hecho y de aquello se debía haber dado cuenta.

- Vale, veo que me has pillado. No te voy a negar lo evidente, María, quería sacarte de ahí, necesitaba hablar contigo y hacerte unas preguntas. - el noble se apoyó en la pared, mirando a la cantante con un gesto algo torcido. - No tienes que responder si no quieres, pero te pido por favor que lo hagas, es un asunto de importancia... Se trata de Serena. ¿Cómo la conociste?

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12/09/2011, 22:57
Celeste Índigo

Celeste esperó pacientemente la reacción de Serena. No quería aventurarse a cometer ningún acto para inmovilizarla si no era necesario. Sabía que con su magia podría mantenerla quieta el tiempo suficiente para que Aleph pudiera cogerla sin necesidad de zeón. Pero si se estaba en su sitio sin armar jaleo sería mucho mejor para todos.

¿Y si se suicidaba como el asesino?