Partida Rol por web

Obsesión

Acto I - Epílogo

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08/04/2011, 15:29
Jules Lázarus

 

Junette había estado en la mansión, tratando de controlar a los criados en pleno ataque de nervios y esperando a que el resto llegase en no muy malas condiciones. Una hora después los vio regresar.

Jules iba delante, caminando con dificultad. Tenía una brecha en la frente y un brazo roto, además de varias costillas hechas puré. Damien lo ayudaba a caminar, y parecía que era el único al que un escuadrón de caballería no lo había pasado por encima. Aleph tenía la ropa hecha jirones, algo quemada aquí y allá. Su inmensa arma se encontraba empapada en sangre. Celeste apenas podía andar de lo exhausta que se encontraba. Pero en brazos de uno de los guardias de Jules llegaba Elisabeth, ilesa pero dormida.

Dejaron que Elisabeth durmiese en su habitación sin que se preocupara por nada. Jules dijo que estaba bien, pero que sólo necesitaba descansar, al igual que todos los demás. A pesar de lo mucho que debía de dolerle, el burgués no consintió en que nadie llamase al médico. Se limpió la brecha y se la vendó para evitar manchar las carísimas alfombras y los condujo a todos a su despacho, Junette incluida.

Una vez allí se permitió dejarse caer en su silla.

-Aleph, Celeste... ¿Podríais curarme otra vez? No creo que deba dejar lo de las costillas mucho tiempo, por si acaso me dañan los pulmones. Y tú, prima, tranquila... No estoy tan mal como parece. No ha ido mal. Es sólo que... ha sido complicado.

Jules sonrió. Se le veía contento por haber recuperado a la muchacha y que todos hubiesen salido más bien ilesos.

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09/04/2011, 15:28
Aleph

 Aleph había traído a Celeste casi en brazos, al ver que la joven casi no podía mantenerse en pie. Había gastado demasiadas energías; Eso no era bueno. Todos habían sacrificado mucho en ese combate, pero parecía que las cosas habían acabado bien. Quizás por eso le costó aceptar que Elisabeth fuera ser llevada de nuevo a una habitación, lejos de su vigilancia. Después de lo ocurrido, casi le daba la sensación de que en cualquier momento volverían a raptar a la pequeña

Pero aquel detalle era un mero apunte al pie de página comparado con su preocupación por su amiga... Y lo orgulloso que se sentía de ella. No sabía si se lo había imaginado, pero... No, no se lo había imaginado. La conexión entre los dos había sido más íntima, más intensa, y el grandullón había estado seguro de sentir algo en el corazón de la chica... ¿Altruismo? ¿Confianza? No lo sabría definir. Pero estaba claro que Celeste había aceptado sacrificarse por otros, allí en la iglesia. Pensar que algo así pudiera ocurrir era tan extraño para Aleph como que el sol dejara de salir un día

Miles de emociones se agolpaban en el guerrero. Primero, estaba el hecho de que Damien había visto todo ese espectáculo de la iglesia. Y ahora Jules le pedía que mostrara de nuevo sus poderes delante de Junette. Años y años de prudencia y disimulo gritaban desde dentro, quejándose de lo que estaba a punto de hacer. Pero no iba a dejar a Jules así, tan herido. Damien y Celeste parecían en buen estado (aunque la chica estaba al borde del desmayo, pero al menos no estaba herida) pero el hermanastro de esta última se encontraba en un estado penoso. El golpe de Sandor había sido brutal

Sandor... Sí, había escuchado a aquella bestia. Esa era quizás otra razón por la que su cabeza diera tantas vueltas. Ese ser había conectado con él de alguna manera, y sus palabras seguían grabadas en los recuerdos de Aleph con letras de fuego ¿A que se refería con eso de que volvía a Jorosh? ¿Y quién era eso? Demasiadas preguntas, como siempre. Ninguna respuesta... Como siempre

Pero ahí no acababa la cosa. También el hecho de que hubieran sido burlados de forma tan fácil. De repente, todos se habían dormido, y luego... No podían permitir que algo así volviera a ocurrir, desde luego ¿Pero como escudarse contra fuerzas tan imparables, tan repentinas? ¿Que les aseguraba que no volvería a ocurrir algo similar? La invocación había sido truncada, la bestia eliminada. Por tanto, Elisabeth podría seguir en peligro

Ese era el último punto que había en su cabeza: ¿Por qué la niña?

Se levantó, y miró a Jules durante unos momentos, como pensando en que hacer. Luego asintió, y se acercó a él, poniendo las manos sobre su costado. Una tenue luz verde apareció de sus manos, y las heridas del valiente noble comenzaron a cerrarse. Sus costillas se reconstruyeron, sus tejidos se repararon. Estaba insuflando vida, la vida que le rodeaba, dentro del cuerpo de su compañero... De su amigo, quizás

Usó su conexión con la natura hasta agotar las reservas que quedaban en el lugar, y luego se apartó, observando el resultado, serio

No puedo hacer más. Mañana quizás pueda volver a conectar con la red de almas, pero ahora me es imposible. Parece que el mismo mundo esté alterado e inquieto

Luego se giró hacia Damien y Junette, que probablemente le observaban con la boca abierta y mirada inquisitiva

Espero que no nos juzguéis por esto. Habrá tiempo para explicaciones

Luego volvió a sentarse

Notas de juego

 Curo hasta 40 pvs

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09/04/2011, 17:05
Damien Goldman

Damien se alegró de que las cosas en la mansión estuvieran igual que cuando se habían ido y que nada más extraño hubiera ocurrido. Junette se había encargado muy bien de tranquilizar las cosas allí y era muy tranquilizador volver a 'casa' sin tener que lidiar con otro problema más.

En aquel momento el hijo del barón Goldman estaba bastante esquivo. Se sentía un poco molesto consigo mismo, inferior a los demás en alguna manera. Jules, aunque se había llevado la peor parte, era mucho mejor esgrimista que él (al final ellos dos no se habían batido en duelo, pero si había alcanzado dos veces a Celia de puro milagro y Jules solía vencer siempre a su instructora... no quería ni pensar lo que duraría él mismo contra Jules.

Por otro lado, estaban Aleph y Celeste. No entendía nada de aquella pareja tan extraña, el primero ya le había parecido raro cuando le conoció, pero Celeste se le antojaba una persona más normal. Con una manera de pensar muy frívola y extraña, pero normal al fin y al cabo. Sorpresa sorpresa, ninguno era lo que parecía. Por si fuera poco, había visto como Celeste hacía algo tras lo cual Aleph cambió por completo transformándose en una especie de demonio, algo que estaba mucho más allá de lo que él podía haber imaginado.

¿Y ahora le decía eso? Cuando Aleph dijo su última frase no pudo evitar reírse, pero era una risa algo amarga, irónica. - Venga ya. Si no salí corriendo como un poseso después de verte... así, no pretenderás que me asuste porque cures a Jules. - dijo de mala gana, mirando a otro lado. Cualquiera podía pensar que estaba molesto con ellos dos, quizás incluso con Jules, porque parecía saber el secreto que aquella pareja escondía. Todo lo contrario, ya que les estaba verdaderamente agradecido, sin ellos seguramente no habrían conseguido rescatar a Elisabeth sin morir en el intento. Pero... seguía sintiéndose inútil.

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09/04/2011, 17:19
Aleph

 Aleph asintió, manteniendo una expresión seria y calmada, y acto seguido se giró hacia Junette. A decir verdad, era la que más le preocupaba. Damien había visto su transformación en la iglesia, y, como él bien decía, que no hubiera salido corriendo indicaba que estaba dispuesto a escuchar, al menos. Además, el joven le había parecido amable y receptivo desde un primer momento, y que Aleph le hubiera protegido en vez de atacarle era un detalle importante a la hora de intentar dar explicaciones

Pero el caso de Junette era diferente. Seguramente era el primer contacto que tenía la joven con algo sobrenatural, y podía chocarle más, incluso siendo algo tan poco vistoso (dentro de la media establecida aquella noche, claro) como lo que acababa de hacer. A decir verdad, la situación cada vez le gustaba menos. Ya había tres personas que conocían su condición y la de Celeste, al menos por encima, y confiar en Jules no era difícil, pero... Bueno, siempre había más posibilidades de que alguno se fuera de la lengua cuantos más lo supieran

Y sí, aquella familia parecía receptiva. Una verdadera suerte, en los tiempos en los que corrían, en los que cualquier indicio de un comportamiento sobrenatural era tachado de brujería al instante, y condenado ipso facto. Pero el mostrar sus poderes de forma tan directa le resultaba incómodo, como si el mismo hecho de hacerlo atentara contra todas las rutinas de seguridad que había ido adoptando a lo largo de los años. La imagen de Celeste siendo quemada en una pira era algo que superaba a sus fuerzas, y se negaba a permitir que algo así ocurriera

Pero había dado un voto de confianza a Jules, al fin y al cabo. Y si él creía que Junette podía estar presente, no había razón para no permitírselo. Lo de Damien era otro asunto: Lo había visto de primera mano, así que ya no había marcha atrás. Sintiéndose cada vez más profundo dentro de la boca del lobo, se preparó para presenciar la reacción de la joven

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09/04/2011, 17:29
Aleph

 Durante todo el camino, Aleph estuvo en silencio. Extenuado tanto física como mentalmente, y con la cabeza llena de dudas y sucesos en los que pensar, no hizo ningún ademán de comenzar una conversación por el vínculo que les unía, exceptuando un leve roce cariñoso, como si le estuviera trasmitiendo a su amiga su alivio porque todo hubiera salido bien. Ya habría tiempo de hablar más tarde de lo ocurrido en la iglesia

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10/04/2011, 12:40
Junette Branctorche

Junette no habia sido demasiado consciente de las ultimas horas. Los criados habian sido presa de la histeria, a ratos gritando, llorando, teniendo ataques de pánico o murmurando acerca de brujerías, maldiciones y de que el demonio mismo estaba en la casa. De los hijos del servicio, mejor ni hablar. Pasarian probablemente semanas hasta que dejasen de tener pesadillas. La tímida joven había tenido tantas ganas como ellos de meterse debajo de un mueble y llorar hasta quedarse exhausta. Las sienes le martilleaban cada vez que pensaba en Elisabeth en manos de los monstruos que habia sido capaces de soltar semejante bestia en una casa llena de gente, y en Jules, corriendo hacia ella. Sabia de las dotes para el combate de su primo, pero sabía también como la preocupacion por la pequeña le podía llevar a cargar de cabeza sin mirar. Su súplica antes de que se fuesen no había sido un cliché, nacía de un miedo muy real y muy sincero.

Pero había tenido que olvidarse de todo eso. Ella era practicamente la única autoridad que quedaba en la casa. Si se derrumbaba, todos irían detrás. Si dejaba al servicio ocioso sin nada que hacer, las habladurías y el miedo aumentarían, y podrían acabar directamente huyendo de la mansión espoleados por sus temores.

Así que Junette se había puesto por fin una máscara que había abandonado desde el dia que volvió a su casa, con una repugnancia secreta por aquello en lo que habian querido convertirla. La misma repugnancia que la seguía aún hoy y hacía que rehuyese a los demás y se cubriese con ropas de vieja. Las imágenes de su maestra y sus compañeras, altivas, frías, irradiando una fuerza intangible que sometía como si fuese veneno... no las había olvidado, y aun le dejaban un vacío helado en el estómago.

Pero había tenido que sacarla. Sacar lo poco que se le había pegado. Con el semblante severo, Junette había empezado a dar ordenes al servicio, en un tono helado y cortante que no admitía réplica. Sin apenas tiempo para pensar, su cerebro se habia puesto a funcionar como una mecanismo de relojería observando, evaluando, recordando. Partiendo grupos, asignando tareas cuando las hubiese e inventándolas si no las había. No había dejado inactivos ni a los niños, ni a ella misma. Habia dejado de pensar, simplemente reaccionaba, no con el cuerpo sino con la mente. Quizás percibiendo eso, o quizás simplemente como medio de apagar sus propios temores, los criados habian respondido, y habian logrado mantener algo parecido al orden.

En cuanto un criado le había informado de la vuelta del grupo, Junette habia ido corriendo a recibirles, aliviada en su fuero más íntimo de que hubieran vuelto, esperando que la presencia de Jules calmase a los demás. Sin embargo, la estampa que vió, pese al alivio indescriptible de ver a Elisabeth sana y salva, la hizo ponerse blanca como la cera, y le llevó hasta la última onza de autocontrol y hasta la última gota de adrenalina corriéndole por las venas el no echarse a llorar como una cría alli mismo.

Todo el día habá sido locura y terror. Junette empezó a salir de la habitacionpara buscar a un médico cuando Jules mencionó sus costillas, y entonces, Aleph...

Cuando hubo acabado, Junette se quedó mirando a Aleph con expresión de no entender absolutamente nada, pese a que sabía perfectamente que había ocurrido. Levantó una mano. Señaló tontamente a un jarrón, porque no sabía qué era lo que querá señalar. Ni siquiera sabía para qué había levantado la mano. Abrio la boca. La cerró. Miró alternativamente a todo el grupo. Volvió a abrirla.

Tú... eh... no, yo... uh... quiero decir que... este... esto... esto es... no, o sea no es malo, es... eh... yo, bueno, yo no, quiero decir tú... eh... tú y... bueno, y... eh...

Lo que decía ni siquiera tenía sentido. No sabía ni a dónde mirar. Entonces, sus ojos se cruzaron con los de Jules y pareció tomar una decisión. Con paso tentativo, como un animal huidizo dispuesto a correr al menor ruido, posó una mano sobre las costillas de su primo. Era un gesto que muchos considerarian poco decoroso, pero al infierno el decoro. Tenía que saber, converncerse de que lo que había pasado era real.

Y lo era, la piel estaba maltratada y rota, pero el hueso debajo se notaba fuerte, entero, y a Jules no parecía dolerle. Realmente había ocurrido.

Se volvió hacia Aleph. Los ojos tranquilos e inescrutables del hombre le devolvieron una mirada expectante. Junette miró sus profundidades, y entonces si que no pudo evitarlo más. Los hombros empezaron a sacudirsele de forma instintiva, y las lágrimas le empezaron a rodar por la cara.

Gracias. Muchas gracias. Por Elisabeth, por Jules... por todo. Gracias. Gracias a todos.

Pareció que la joven iba a perder los nervios, pero, para su propia sorpresa, despues de apenas unos segundos de que las lagrimas le corriesen como un rio por las mejillas, Junette se irguió como si la hubieran enderezado con una estaca, y se secó las lágrimas casi con fiereza. Cuando habló de nuevo, su voz, aunque tenía una cadencia algo quejumbrosa, era sorprendentemente firme.

Perdonad. Eso no... no es el momento. No es momento de perder la calma, y lo siento. Habrá tiempo para que me contéis exactamente lo que ha pasado, eso es secundario. Ya ha pasado, y ahora lo que debemos hacer es asegurarnos de que no vuelva a ocurrir algo así. Esto no ha sido un ataque casual. Alguien va a por Elisabeth, y no está reparando en medios para hacerse con ella. No se quién ni por qué, pero pienso averiguarlo aunque sea lo último que haga en la vida. Vosotros habéis visto más que yo, así que decidme... habéis visto algo, lo que sea, que os de una idea de quien está haciendo esto?

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10/04/2011, 12:44
Jules Lázarus

Jules cerró los ojos mientras la energía curativa de Aleph lo llenaba por dentro. Soltó un suspiro cuando las costillas se soldaron y cuando el hueso de su brazo hizo lo mismo. Los volvió a abrir y parpadeó. Se palpó el costado y el brazo y aún hizo un gesto de dolor.

-Se han curado las fracturas. Con eso es suficiente. Al menos seguiré teniendo fuerzas para proteger a Elisabeth.

Se apoyó en la mesa, tratando de encontrar la postura en la que el brazo no le doliera demasiado.

-Antes de nada: Aleph, Celeste, confío en mi prima lo suficiente para permitir que lo vea. Y ha reaccionado justo como yo esperaba. -Sonrió y cabeceó con satisfacción-. Junette, ya lo ves. La magia no sólo sirve para dañar, también para curar. Es su uso más útil y bondadoso, pero el que unas buenas personas como vosotros utilizaríais. Aquí donde lo ves, ha protegido a Elisabeth con su vida. Todos lo han hecho. Os doy las gracias de todo corazón.

Entrelazó los dedos, aún manchados de sangre.

-Elisabeth ha sido utilizada con fines sobrenaturales. Qué ha pasado es una pregunta a la que no puedo dar una respuesta. Lo que sí es cierto es que Elisabeth contenía o contiene un elemento esencial para una invocación. Quienquiera que lo haya hecho ha dibujado unos signos en el suelo de la iglesia, pronunciado unas palabras mágicas y lo que quiera que se haga en estos casos, y un monstruo ha surgido de la nada... No quiero que temáis a Elisabeth. Es una niña completamente inocente. Sospechaba que un rival de mi familia quería hacernos daño, o quizás un heredero. Pero esto... es muy diferente.

Levantó la vista y los recorrió uno a uno.

-No quiero que esto se sepa. Ni siquiera que lo sepan mis hermanos, y eso va por ti, Damien. Cualquiera podría utilizarlo en contra de Elisabeth, ¿entendéis? Lo que sí quiero es que pensemos en si sabemos a qué nos enfrentamos, qué era esa cosa y si va a repetirse. Y tú, Junette, eres la persona más inteligente que conozco. Me fío de tu criterio tanto como del mío.

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10/04/2011, 13:17
Aleph

 Aleph asintió, lentamente. La reacción de Junette había sido positiva, y parecía que las cosas habían salido mejor de lo que pensaba. Pero ahora se planteaba un nuevo problema, quizás más preocupante que el anterior

Jorosh Murmuró una sola palabra, pero bastó para que todos clavaran su mirada en él. Sí, se había replanteado compartir esa información solo con Celeste, pero al final decidió que, si iban a ser sinceros, mejor serlo desde el principio La criatura servía a Jorosh. Sandor, que así se llamaba la invocación, conectó conmigo antes de desaparecer. Me dijo que era el guardián del agua, y que volvía con su señor... Con Jorosh

Luego negó con la cabeza. Todo había sido bastante extraño, pero cualquier información podría valer

No sé que significa. Quizás vosotros podéis sacar algo en limpio

Casi tuvo un escalofrío. Recordar aquella conciencia, aquel titánico ente uniendo sus pensamientos por unos segundos a los de él... Había sido extraño, desde luego. Por una parte, glorioso. Por otra, angustioso. El contraste entre el honor de sentir a un alma tan antigua dirigiéndose a él y el miedo intrínseco que implicaba ese mismo hecho aún bullía dentro de su mente, como si Sandor no se hubiera ido del todo

El guardián del agua...

No podía evitar tener la molesta sensación de que habían matado a un Dios

¿Estoy haciendo bien, Brannagh? ¿Era Sandor un enemigo, o su presencia estaba abocada a un fin superior?

No. Sabía que habían obrado correctamente. Habían salvado miles de vidas enfrentándose a esa criatura. Pero, aún así, esa molesta sensación...

Notas de juego

 Gran post, Leonid ;)

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10/04/2011, 14:07
Director

De golpe, la imagen de los siete círculos regresó a la mente de Celeste. Como una piedra perdida en el fondo de un lago, esa información se había acumulado en su cerebro a la espera de ser reclamada. Primero sobrevivir. Luego pensar.

Esos siete círculos habían estado presentes en la celda donde había sido torturada. ¿De qué forma? ¿Acaso... acaso...?

El hombre giró la cabeza. Tenía en la base del cuello un tatuaje negro. Siete círculos enlazados unos con otros. ¿Demasiada coincidencia para ser sólo casual?

-No está preparada... aún -dijo él en la oscuridad. Hablaba con otra persona-. Tendrás que enviar al chico.

¿Qué chico? ¿Acaso... se refería a la voz masculina que gritaba cuando a ella la dejaban descansar?

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10/04/2011, 14:16
Junette Branctorche

Guardián del agua...

Junette miró al techo, pensativa. Agua. Empezó a tabletear con un dedo sobre la mesa, como hacía cuando entre los registros había algo complicado, algo que la obligaba a pensar.

Fines sobrenaturales... eso explicaría por qué en todos estos ataques se han usado medios mágicos. Creía que sería algún enemigo lo bastante rico y resentido para poder pagarlos, pero... hmmm...

Aunque hablaba en un susurro quedo, su voz era perfectamente audible, y evidenciaba la concentración que ponía. La capacidad de la joven de enfocar la mente era casi irreal, era lo que hacía que pudiese aprender casi cualquier cosa que se proponía, y ahora, incluso con tan pocos datos, estaba funcionando a todo tren, examinando, analizando posibilidades, tendiendo hilos, como los juegadores de ajedrez, abarcando con la mente no solo el movimiento presente, sino los dos, tres, diez futuros.

Naturalmente, la mayoría de líneas de pensamiento que circulaban por su cabeza eran sólo especulación, demasiado tenues o improbables para tomárselas en serio, pero aún así, las contemplaba, y seguiá tocando la mesa con expresión absorta y la mirada en el techo, sin ser casi consciente de los demás.

Elisabeth fue adoptada tras las inundaciones del barrio de pescadores... muchos niños lo fueron. No hay nada que indique que fueran algo más que inundaciones por causas naturales, aunque sorprendentes por su violencia.

Las inundaciones y agua... no hay ninguna prueba, claro, pero si Elisabeth tenía algo, algún talento, o algo sobrenatural latente... maldición, ojalá supiera más de estas cosas... pero, si ese guardián del agua buscaba algo en ella... o quizas no lo buscaba, pero...

Junette cazó por el rabillo del ojo las miradas de sus compañeros. Había estado hablando sola, y se sonrojó casi nada más darse cuenta, pero aun así, y pese al tono encarnado de sus mejillas, expuso sus ideas con una claridad imponente:

Elisabeth, que tiene un "algo" que la hace valiosa a los ojos de entidades sobrenaturales, fue adoptada después de que su familia muriese en una inundación. La... entidad interesada en ella, se definió a sí misma como "guardián del agua". Eso implica que quizás buscaba algo que tenía.  O quizás ni siquiera lo tuviese, quizás fue de alguna manera fruto de la propia inundación. De todos modos, parece que el... llamémoslo, el agua, ha formado el pasado de Elisabeth, y ahora su presente.

Punto uno, por tanto: necesitamos conocer más del pasado de Elisabeth si queremos ver si hay algún layo de unión, o algún motivo por el que sea valiosa. Si lo entendemos, quizá empecemos a entender contra qué luchamos.

Mateo Lazarus fue el primero en acudir en auxilio de la zona, y el primero en tomar bajo su manto a una huerfana de la catástrofe, cosa que después harían las demás familias. Es posible que fuese filantropía, de hecho probablemente lo sea, pero... es posible que supiese, o intuyese algo? Que viese en Elisabeth algo de valor? No dudo de que la quisiese mientras vivió, no implico eso- dijo, mirando tímidamente a Jules, como si se temiese una reprimenda- pero... quizás algo le influyó a la hora de adoptarla.

Punto dos, por tanto: conocer más sobre cómo Elisabeth llegó hasta nosotros, y si hay alguna posibilidad de que Mateo supiese, o sospechase, lo que nosotros.

Finalmente, está la daga del unicornio. Claramente, es un símbolo, quizás un mensaje. Hemos buscado símbolos entre la sociedad mundana: nobles, comerciantes, gremios... no he mirado nada acerca de posibles conexiones sobrenaturales porque al fin y al cabo no había motivo para sospechar nada de esa índole, pero ahora...

Punto tres: intentar ver si el unicornio que encontramos en la daga puede tener relación con órdenes de practicantes de la magia, o con lo que quiera que sea lo que buscan en Elisabeth. El nombre que ha mencionado Aleph, Jorosh, probablemente es nuestra mejor baza. Yo empezaría a buscar por ese nombre, y quizás tirando de él lleguemos a sacar otras cosas, de este mundo o no.

Qué me decís? Se que todo esto es especulación, pero me parece que merece la pena intentarlo. Yo no pienso estar desprevenida cuando llegue el siguiente ataque, porque llegará, de eso estoy segura. Yo no puedo luchar con armas, pero si con conocimiento... y es lo que me planteo conseguir, aunque tenga que lee hasta que me sangren los ojos. Decid algo. Lo que sea. Necesito ideas.

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10/04/2011, 14:46
Jules Lázarus

-Eso implicaría que mi tío conocía algo sobre esto. No lo rechazo de plano, pero me extraña. En mi familia estoy seguro de que nadie sabe utilizar la magia. Quizás Elisabeth, al no compartir nuestra sangre... -Se frotó el mentón-. De todos modos, ¿qué significa eso? Elisabeth es totalmente inocente. No ha hecho nada. Pero hay alguien que sí, alguien a quien no conocemos. Al llegar a la iglesia, todo estaba vacío. Quien entró en esta casa y soltó al monstruo hizo lo mismo en la iglesia pero... ¿por qué?

De todos modos, prima, tienes razón. Deberíamos informarnos sobre ese tal Jorosh. Sin embargo, no es algo que uno encuentre en una biblioteca pública precisamente.

Notas de juego

Tirada de Ocultismo 140

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10/04/2011, 15:37
Aleph

 Sorprendentemente, Aleph pudo seguir el hilo de pensamientos de Junette, quizás por el estado de alerta en el que aún se encontraba su psique. No creyó necesario añadir nada más a lo antes dicho, excepto una mera puntualización

Es posible que Elisabeth sea un medio, y no un fin. Un canal para convocar a los espíritus, y no el sacrificio ofrecido a estos. Esa criatura habría podido destrozar media ciudad antes de ser abatida, si no llegamos a detenerla. Quizás el único objetivo de aquellos que la invocaron era sembrar el caos, y Elisabeth no era más que un catalizador necesario para su ritual

Negó con la cabeza, cerrando los ojos. No, todo era demasiado etéreo, demasiado improbable. Estaban intentando construir castillos en las nubes. Sus elucubraciones no eran más que simples posibilidades, pero no tenían nada seguro

Notas de juego

No sé si te referías a todos, pero la habilidad es intelectual... Así que creo que no tengo ni derecho a tirada ;)

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11/04/2011, 12:25
Damien Goldman
Sólo para el director
- Tiradas (4)

Notas de juego

Posteo luego >.< Voy haciendo la tirada ya, que aunque no tenga la habilidad al tener Int 10 considero que al menos, tirar puedo xD

JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA, vale, ahora sí que espero para postear

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11/04/2011, 12:48
Junette Branctorche
- Tiradas (1)

Notas de juego

No se cual es el Ocultismo de Junette, pero con esa puta mierda de tirada da igual. Me niego a jugar mas partidas de anima salvo que las tiradas se hagan con dados reales filmados por webcam :P

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11/04/2011, 13:41
Director

Damien no estaba seguro de por qué lo sabía. Quizá alguien lo había mencionado en la Citadelle. Quizás le habían contado la historia en alguna noche fría, como si fuese un relato de terror. O quizá, sencillamente, fuese una de esas cosas que uno recuerda sin un motivo aparente, un dato que en nada nos ayuda pero que por curioso se nos queda.

Jorosh, decían, había aparecido por última vez en la Guerra de Dios. Al parecer un tipo llamado Rah había unido a todos los sobrenaturales (cuentos de viejas, pero que ahora algo de sentido tenían) y los había lanzado contra los seguidores de Cristo. Uno de esos sobrenaturales era un demonio llamado Jorosh. había sido enormemente destructivo, absorbiendo almas mortales allá donde aparecía. Lo había vencido una mujer con poderes que había aceptado a Cristo, y le había impuesto algún tipo de sello para desconvocarlo del mundo. El qué, el cómo o el por qué no podía saberlo. Pero... ¿no era sorprendente la información que podía recavar en un momento?

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11/04/2011, 14:14
Damien Goldman

Desde su posición, sentada, mirando al vacío, y sin contestar a lo último que le había dicho Jules sobre no hablar, Damien pareció quedarse extasiado. Entonces alzó las cejas, con sorpresa, y giró la cabeza para mirar a su 'primo' postizo, frunciendo ahora el ceño, como extrañado por algo.

- Jorosh. Jorosh, Jorosh. He escuchado ese nombre antes... Sé... sé lo que es. Bueno, al menos he oído lo que es. Recuerdo que alguien me contó, o leí en algún sitio... no lo sé, no tengo ni idea. Pero recuerdo que, para los que no seáis duchos en historia, en el pasado ocurrió una de las mayores guerras de la historia, la llamada Guerra de Dios. El nombre no es arbitrario, pues se rumoreaba que el hombre que hizo que la guerra explotara, un tal Rah So... Rah Sin... ¡Eso! Rah Sith, era descendiente de uno de los apóstoles de Cristo. La cosa es que él, en teoría, se dedicaba a reunir a seres especiales, sobrenaturales, para que le ayudaran en su campaña de guerra y barrer del mapa a los seguidores de Abel Cristo. Uno de ellos era un demonio, nuestro querido Jorosh. Se dice de él que es muy destructivo y que allá donde él aparecía absorbía las almas de sus enemigos. Pero se topó con la horma de su zapato, una mujer, una seguidora de Cristo que también debía tener poderes y le selló, o algo así, para echarle del mundo y que nunca jamás volviera. Por lo visto no tenía mucha experiencia en sellar demonios porque o Jorosh está liberado o alguien pretende liberarlo. - dijo Damien, de seguido. Entonces lanzó un suspiro bastante exagerado y se incorporó en su asiento, poniéndose algo más recto. Ya no se sentía tan inútil, acababa de demostrarse a si mismo que sí influía que él estuviese allí. - No me preguntéis cómo lo sé, pero lo sé. Hasta ahora creía que eran memeces, historias para no dormir... Pero vaya, parece que hay algo de cierto en toda esa historia. -

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11/04/2011, 14:56
Celeste Índigo

 A la chica de pelo azul le costaba incluso respirar. El combate había sido totalmente extenuante, y sus energías en este momento estaban bajo mínimos, había hecho lo posible por sobrevivir, y no solo por sobrevivir. Algo dentro de ella había despertado, y no se refería al poder que al final no fue necesario desembocar. Se estaba refiriendo a algo mucho más intimo, más personal. Algo en su interior había cambiado, al ver a aquella niña inocente en peligro. Por alguna extraña razón no había pensado en salvarse a ella primero, y dejar a los demás a su suerte, excepto quizá Aleph. Había enfrentado con valentía al ser, ignorando el principio de supervivencia. Eso no tenía sentido para ella, al menos nunca lo había tenido. Y entonces, en el momento de tensión, cuando el cuerpo reacciona con el mínimo número de pensamientos y los instintos salen a la luz, había permanecido en el combate. Aleph la estaba cambiando, y no estaba seguro de que eso fuera bueno, su experiencia, todo lo que buscaba se basaba en quizá sus pocos escrúpulos y sus actos encubiertos. ¿Qué iba a ser de su investigación si de repente se empezaba a sentir sucia cuando mentía?

Antes de que el grupo dejara la iglesia, Akuma y Orochi volvieron a su acostumbrada posición en el cabello de Celeste, como dos extraños adornos, enroscados en el pelo, sujetando azules mechones. Ellos no merecían ninguna explicación de lo ocurrido. Pues obviamente, no la necesitaban. Pero no era el caso de Jules y Damien, que estarían realmente asombrados por la actuación de la pareja en la batalla del elemental.

Pero el problema, es que el aliento de celeste no le permitía casi ni hablar. Sentía un sabor metálico en la garganta, propio de la extenuación y parecía que si abría la boca, sería para escupir sangre, así que, cuando llegaron a la mansión, Celeste se sentó en una silla y se dedicó a escuchar las palabras de sus compañeros. Al parecer había más secretos escondidos en la presencia del elemental. No había sido fortuita la relación del ser con el agua. A pesar de ello a Celeste le preocupaba la conexión que pudiera tener la niña con el elemental, además estaban esos...

De pronto, la chica abrió la boca, absorta. No podía creer lo que apareció por su mente, era totalmente imposible. Tenía que ser una coincidencia. Allí, de nuevo, después de tantos años... No. Era imposible. Celeste negó con la cabeza, ignorando su propia revelación. No tenía sentido que hubiera tal conexión. O el destino se estaba burlando de ella o ahí había algo especial. Poco a poco, ella misma empezó a creer en lo que su subconsciente le indicaba. Era improbable. Casi imposible. Pero, sinceramente, no descartable. Si era una hipótesis válida, tenía todo el derecho a ser evaluada y verificada. Tenía que pensar como, pero lo haría. Era una huella, perdida en un bosque. Pero con cuidado podría tratar de saber a lo que se enfrentaban. 

Además estaba aquella sensación. Esa opresión que sintió al entrar en la iglesia. Esa angustia... No era la primera vez que la sentía. Y además todo se conectaba... Tenía que ir a la iglesia de nuevo. Tenía que conectar con la nada allí. Tenía que descubrir quién o qué había oculto en ese lugar. Tenía que volver a su pasado. Tenía que reencontrarse con su captor, tenía que... morir de nuevo. 

 

Mientras estaba en estas cavilaciones escuchó las palabras de Junette. La verdad es que seguía realmente cansada, pero el tiempo en brazos de su compañero y sentada en la silla le habían hecho recuperar fuerzas, y mientras permanecía callada su mente también se movía a la velocidad de vuelo de Aleph. Es decir, mucho más rápido que la de un humano normal.

La verdad es que tienes razón Junnete, pero para cada uno necesitamos un plan de acción.

Punto uno: Encontrar información sobre Elisabeth.

Creo que sería interesante que alguno de nosotros fuera al orfanato. Para obtener la información que necesitamos. Además si encontramos alguna pista de quiénes eran sus verdaderos padres puede que podamos tirar de ese cabo para encontrar más respuestas. Me parece lógico inferir que la chica tiene algo en su interior, aunque no está del todo demostrado. Al fin y al cabo esta demostrado que la quería a ella, y solo a ella especialmente, pero no sabemos por qué. Puede ser tanto por un tema sobrenatural, como por un tema menos extraño. Haber nacido en una fecha exacta, o ser una chica virgen, que al menos eso creo, pueden ser también datos a evaluar.

Punto dos: Como llegó a nosotros.

Creo que este es el punto más difícil, y sinceramente no se me ocurre la manera de encontrar dicha información de forma fiable. Mateo está muerto, y preguntarle no es una opción. Y a no ser que el hombre escribiera algo parecido a un diario, y esté escondido por la casa. Cosa que sería realmente útil no creo que podamos encontrar mucha información al respecto. 

Punto tres: El unicornio.

Por ahora solo hemos buscado en la biblioteca de Jules. Seguro que podemos encontrar más información en otros lugares. Seguro que en la ciudad hay bibliotecas mucho más grandes, y si no me equivoco Junette, tienes habilidades para este tipo de cosas. Creo que ese papel lo podrás desempeñar bien. Aunque puede que sobre el comentario, pero no creo que esté en libros normales de historia o heráldica. Hay que buscar quizá en libros de cuentos, leyendas o derivados. Ahí es donde los secretos ocultistas viven ocultos.

Punto cuatro: La propia iglesia.

De este punto me encargaré yo. Si puede ser con la ayuda de Aleph. Tengo que ir a ese edificio. Ahí dentro hay algo extraño. Digamos que si la niña era especial, supongo que el lugar en el que realizar la ceremonia también sería un punto bastante interesante. Quizá haya más de lo que esperamos en esa iglesia. No se si lo demás lo notasteis pero al entrar algo me debilitó, absorbiendo parte de mi esencia.

Y esto me lleva también al punto cero: La propia Elisabeth.

Habrá que preguntarle a ella si alguna vez ha sentido algo extraño dentro de ella. Y aunque sea duro para ella será mucho mejor a la larga. Y si Jules me lo permite, me gustaría hacerle alguna que otra prueba más... sobrenatural. No todo el mundo es capaz de invocar a un elemental, y aunque dudo que lo hiciera ella, puede ser que posea uno de los regalos más bellos que te puede hacer la madre naturaleza. Quiero comprobar si ella ha recibido tal regalo.

Por lo pronto me gustaría descansar, y si no tienes inconveniente, Jules, poner alguna protección... especial... a la casa. Después espero tener permiso para partir hacia la iglesia. Realmente me inquieta mucho ese lugar.

Las dos mentes, Junnette y Celeste habían empezado a trabajar al unísono. Los engranajes casaban y la máquina funcionaba... ¿hasta cuando?

Siete círculos. ¿Chico? Todo es muy confuso, tengo que ir, tengo que hacerlo.

Siete círculos...

Siete círculos...

- Tiradas (1)

Notas de juego

 nada... de ocultismo nada XD

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11/04/2011, 15:58
Celeste Índigo

 El enlace que había entre la pareja brilló intensamente. Que pena que la única que lo veía fuera la chica, porque era algo realmente impresionante.

-¿Qué tal te encuentras ahora, pequeño? Una vez que vuelves a la normalidad ¿notas algún cambio? ¿Algo que no estuviera antes? Es la primera vez que uso este hechizo, y me gustaría conocer mejor sus efectos. 

Celeste trataba de ocultar lo que realmente quería decirle a su compañero. Su corazón se hizo un puño cuando escuchó esas palabras... te quiero... Habían salido del propio alma de Aleph, y habían llegado hasta el mismo corazón de la chica, por la vía más directa. Con palabras frías, y vocablos medianamente científicos trató de ocultar esa sensación de inseguridad. De certeza de que él sentía lo mismo, pero el miedo a que si ella le confesaba lo propio, habría problemas. 

A pesar de ello, aunque el vocabulario era cuidado e impersonal, no así era la sensación que trasmitía. Cálida, y apasionada. Como si realmente lo que le estuviera preguntando es cómo se sentía, y si se encontraba bien. Más que los "efectos secundarios".

No podía decirle que le quería, al menos no en el contesto que su corazón pedía. Un gran muro de inseguridad impedía a Celeste trasmitir esas palabras. Un muro que estaba empezando a ser derribado. Las situaciones de tensión debilitan el muro. Y parece que no vamos a tener unos días tranquilos para poder reconstruirlo...

Tengo miedo... miedo de quererle. Miedo de no saber separar corazón y mente... Miedo de que seamos uno... Por ahora somos... uno y medio. Y está bien... ¿no?

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11/04/2011, 19:19
Jules Lázarus

-De acuerdo -contestó Jules, asintiendo-. De modo que habrá que repartirse el trabajo. Creo que yo me encargaré de buscar en la casa pistas sobre mi tío y sobre si está relacionado con este asunto. Si tiene un diario no os preocupéis, lo encontraré. Consultaré con los antiguos socios de mi padre para ver si saben algo sobre Mateo que yo no sepa.

Junette, querida, a ti te dejo la biblioteca. Podrías buscar algo en la biblioteca de la ciudad, que es la más grande que conozco. Damien, quizás tú puedas ayudarla en la tarea. En cuanto a la iglesia... sí, estaría bien darle un repaso. Si podéis percibir cualquier tipo de rastro o pista... Y también en la propia Elisabeth. Yo puedo preocuparme de preguntarle acerca de cómo se ha estado sintiendo últimamente y si cree que puede ocurrirle algo. Confía en mí, así que no habrá que temer.

Tras crujir el cuello, el burgués se levantó de la silla.

-Si me permitís, me iré a dormir. Mañana voy a tener que explicar muchas cosas a la guardia de la ciudad y no estaría mal que me revisara un médico. Os recomiendo que hagáis lo mismo. Algo me dice que no va a ocurrir nada más esta noche. Mañana será otro día... y uno muy largo. A propósito, pronto tendremos invitados. Pasado mañana se hará efectiva la lectura del testamento.

Tras despedirse, Jules abandonó la habitación.

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11/04/2011, 19:26
Aleph

Aleph asintió a todo lo que había dicho su amiga. No veía necesario añadir nada más. Bueno, sí. Cuando todos estaban a punto de irse, hizo un último comentario. Curioso era que Aleph, el cuál solía confiar en la gente con tanta facilidad, recalcara ese punto de forma tan insistente. Pero la preocupación por el destino de su amiga era suficiente como para recalcar ciertas medidas de seguridad, que, por supuesto, parecían obvias y estaban implícitas en la conversación. Tras enseñar sus poderes de aquella manera, se sentía desnudo ante esas personas. Y no es que a Aleph le importara mucho este hecho; Sí el de que Celeste se encontrara en el mismo estado. Su destino le era indiferente. El de su amiga, no

Junette... Damien. Sé que probablemente no hace falta decirlo Ya que parezco ser el más lento en esta sala, y aún así lo he deducido... Pero... Por favor, os pido total discreción respecto a nuestras... "Capacidades". Por motivos obvios

No dudaba de que los dos aceptarían, pero prefería asegurarse de que tenía su palabra. No era la primera vez que el grandullón tenía pesadillas con túnicas negras decoradas con cruces rojas rodeando la cama de Celeste

Quizás todos los que eran como él las tenían