Partida Rol por web

Ocaso

Capítulo I: La oscuridad al final del túnel

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20/05/2015, 09:39
Anciano

Más aún acorralado ahora, el anciano sólo se ponía más nervioso con cada instante. Tragó saliva, e intentó mirar a alguno de los recién muertos sin saber en quién fijar la mirada. -Las... las patrullas son comunes en... en donde ejercen autoridad. D...deben haber dos... dos patrullas o tres allá abajo...- tartamudea el viejo. -L...Las veo todo el tiempo- añade.

El sonido de botas de corte militar por las escaleras se escucha, lejano al principio, pero más fuerte. Los dos soldados que entraron deben estar subiendo las escaleras del lugar. Afuera el hombre enmascarado habla con algunos soldados más y estos se separan de nuevo en parejas para entrar a las residencias cercanas.

-N... no hay forma de saber qué quieren...- dice sin poder dar una mejor respuesta -... algunos son sólo re... gistrados... otros nunca vuelven... no lo sé pero... pero siempre buscan a las nuevas almas... las almas... son valiosas- trata de explicar torpemente el anciano, mientras la sensación de premura se intensifica al saber que los soldados se acercan más y más.

-L...lo que v... vayan a hacer... há... háganlo pronto. N.. no hay tiempo- dice con su voz extinguiéndose, el miserable viejo parece verdaderamente a punto de llorar allí mismo.

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20/05/2015, 16:33
Sombra de Elisa

Vámonos de aquí. Primero nuestra vida, luego Meribeth.

Escúchame, Elisa. Si nos largamos de aquí y vamos a buscar a Ana, te juro que te ayudaré todo lo posible para que encuentres a tu Meribeth.

Notas de juego

La Sombra ofrece 3 dados para que huyas :D

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22/05/2015, 18:24
Alexander de Huntington

La respuesta del anciano, cargada de temor, sólo consiguió que Alexander frunciese aún más el ceño. Las almas eran valiosas y esos soldados fantasmales andaban buscando las suyas. Ciertamente, el heredero de los Huntington cada vez tenía menos ganas de encontrarse con ellos. Con ojos fríos recorrió el grupo, valorando a sus posibles compañeros de huida. Dos inmigrantes y un chaval. Menudo equipo. Finalmente suspiró, resignándose por el momento. Era lo que había.

—Vámonos de una vez —dijo mirándolos una vez más—. No sé para qué querrán nuestras almas, pero no creo que debamos dejar que lleguen a ellas. Alejémonos por ahora y después ya pensaremos qué hacer a continuación. Para entregarnos siempre habrá tiempo.

Asintió con la cabeza y miró al anciano por última vez. 

—Gracias por la ayuda —le dijo, con un deje de soberbia y mordiéndose la lengua para no decirle que había sido una mierda de ayuda. Corría el riesgo de envenenarse con su propia ponzoña, pero no creía que les conviniese enfadar al único tipo que sabía dónde estaban.

—Vayamos por la azotea —propuso, comenzando a andar hacia la puerta—. Desde allí tendremos una visión general de lo que sucede y podremos estar más preparados.

Alexander no se planteó que los demás pudieran preferir quedarse y entregarse. Dentro de su altivez daba por hecho que le harían caso y escaparían los cuatro juntos. Se detuvo delante de la puerta y se preparó para atravesarla de nuevo, sabiendo ya que sería incómodo y doloroso. Pero también era necesario. Tomó aire y dio un paso al frente, dispuesto a subir por las escaleras hasta llegar a esa azotea de la que el anciano había hablado.

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24/05/2015, 00:23
Sombra de Rocío

Estamos muertos y estamos aquí...

Todos a los que les pregunten les darán una respuesta diferente.

No lo sé…

Consternación.

Quizás, puedan reflexionar y entender qué asuntos pendientes los... los hacen seguir existiendo.

Algo fue tomando forma en la mente de Rocío.

Marc. Patrick… ¿Qué será de ellos?

William…

Él velará por ellos. 

Él… no yo.

No puedo asegurarlo…

El poder lo tienen... ellos, en teoría, creo.

No lo sé…

Sólo puedo aconsejarles que se queden... como tú Rocío, aún debes pensar en tus hijos…

Marc. Patrick…

Un alarido de madre, como una puntada en el pecho.

No sé…

N... no hay forma de saber qué quieren...

Tal vez…

No hay forma de saber, repitió.

Algunos son sólo re... gistrados... otros nunca vuelven...

Y como un eco:

Otros nunca vuelven…

Nunca vuelven…

Nunca.

L...lo que v... vayan a hacer... há... háganlo pronto. N.. no hay tiempo.

¡No!

Un grito amordazado.

¡No! No me alejarán de mis hijos…

Es ahora o nunca.

El pequeño Patrick.

Marc.

Y cuando Rocío miró a los otros…

¡Hazlo, maldita sea!

Es la única oportunidad.

Notas de juego

Y una oferta de tres dados para ayudar a Rocío en la huida. 

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25/05/2015, 20:08
Connor Gordon

Connor se mostraba meditabundo, todo ocurría a demasiada velocidad, el muchacho no parecía terminar de adaptarse ni a la muerte, ni a todo lo que suponía ese nuevo estado de ser. Reaccionaba como a rachas, a ciertos estimulos o palabras claves, más sumido en sus pensamientos que otra cosa.

Es decir  llevo toda mi vida,-pensaba- que tampoco es que sea mucha; pero es la única que he vivido, intentando ponerme en contacto con los muertos y resulta que ¿simplemente lo tienen prohibido? Pero el viejo ha dicho que hay un grupo de rebeldes que no siguen las normas de ese "Imperio" ¿Por qué motivo no se ponen ellos en contacto? puede que haya gente que se asustaría, pero otros lo buscamos activamente.

Su proceso de pensamiento se vio interrumpido una vez más, por el sonido de esa especie de procesión marcial que asomaba por la calle, aparentemente en busca de nuevos reclutas. El tal Alexander, el que tenía pintas de estirado tomo la inicaitiva, y sinceramente había tenido una buena idea.

-Estoy de acuerdo, de rendirse siempre hay tiempo. -asintió mientras se encaminaba a la puerta con decisión.- Supongo que gracias anciano... -no sonó muy convencido, aunque en el fondo pensaba que el hombre había hecho lo que podía por ellos.- lo de la azotea es buena idea en marcha.

Apoyó una mano en la puerta, dispuesto a experimentar esa extraña y desagradable sensación de atravesar un objeto, pero antes quería ver las reacciones de las dos mujeres del grupo.

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25/05/2015, 22:03
Rocío Felton

El anciano sigue sin dar respuestas claras y el interior de Rocío hierve de dudas e inquietud. ¿Qué hacer? Correr hubiera sido su primera opción más el viejo tuvo que nombrar a Marc y a Patrick. Como si no fuera una mierda estar muerta ahí, sin poder hacer nada, el tipo viene y le recuerda que tiene que seguir siendo madre, aún en no-vida. ¿Cuando iba a poder ser ella?

Al ver qué dirección van tomando sus pensamientos se horroriza. Hasta ese entonces nunca ha sido tan egoísta, los niños han representado su mundo y siente que está bien que haya sido así. Pero la conmoción de saber que después de muerta la vida -si es que puede llamársele así a eso que están experimentando- sigue siendo dura, sigue teniendo cadenas, sigue poniéndola contra la espada y la pared... Nuevamente, la argentina vuelve a descartar sus pensamientos. Huir. Sí. A pesar de lo que dice el anciano, la mejor opción es huir. ¿Quién sabe qué le harán si se entrega? ¿Y si ella es una de esas tantas que no vuelven? No puede arriesgarse. No sólo por ella. Debe cuidar su alma por sus hijos. Mientras ella esté, mientras pueda permanecer, siempre podrá estar para ellos. Ya verá la forma, ya encontrará la manera de cuidarlos sin romper aquella regla de no contacto con los vivos, aunque todavía no sabe por qué aquello tiene que ser así. Demasiados interrogantes, nada de tiempo para respuestas.

Ja! como si el anciano supiera algo más...

-Muy bien, voy con ustedes... No es que me agrade esto de movernos a ciegas, pero la opción de caer en manos de esos tiranos... en fin, si hay alguna chance de salir bien parados, hay que averiguar más sobre esa vida, sobre quienes son ellos y por qué nos quieren. Anciano gracias por hacer lo que has podido. Si no nos volvemos a ver, cuídate.

Rocío da una última mirada a su hogar, recordándolo como lo veía en vida. Siente ganas de suspirar, aunque ya no tenga sentido. Tantos sueños, tantos recuerdos...

Con decisión, da media vuelta y encara hacia la puerta, preparándose para sentir el dolor. Esta vez lo recibirá con agrado. Siente que ello ayudará a sacar ese otro dolor que la llena al completo.

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25/05/2015, 22:18
Rocío Felton

Notas de juego

Acepto la oferta de mi sombra!

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25/05/2015, 22:38
Elisa Requena

Huir. Alejarse de todo, hacer las cosas a su manera. Así podría investigar por ella misma hasta encontrar su objetivo. Pero, ¿a qué precio? Seguiría sin saber gran cosa sobre su nuevo estado, ya que esa fuerza militar, policial o lo que fuera podría arrojar más luz a los novatos. Además, huir seguramente enfurecería a esos hombres que podrían buscarles. por si fuera poco, ella sabría que si huía una de las primeras cosas sería intentar hacer algo que el anciano les recomendó que no hicieran, intentar entablar contacto con un vivo, cosa que estaba incluso prohibida y que podría tener unas consecuencias nefastas de llevarla a cabo. Huir era una malísima opción, plagada de peligros y contras.

Pero era, por malo que fuese, la única opción para Elisa, la única que podía llevarle a lo que ella quería. Impulsada por los que la acompañaban, y por su propia mente, se puso camino para salir del edificio con los demás. Solo se permitió una pequeña duda.

-¿Creéis que es mejor huir por la azotea que por la puerta trasera? ¿como escaparemos ahí arriba?

Sin embargo, a pesar de sus palabras, seguía los pasos de los demás, dispuesta a atravesar la puerta.

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26/05/2015, 17:02
Narración

Los cuatro fallecidos se disponen a atravesar la puerta, uno después del otro. Alexander encabezando la comitiva, parece haber inspirado a los demás a abandonar cuanto antes aquel sitio. Connor le sigue de cerca y luego las dos mujeres. Lo último que pueden oír del anciano es su voz, quebrada y con un auténtico tinte de tristeza murmurando

-Rocío... no tú también...- y su tono se pierde en un nostálgico eco que queda atrás

Los cuatro Wraiths atraviesan la puerta. Esta vez el dolor pareció menos fuerte, quizás por sus renovadas intenciones de hacerle frente a este nuevo mundo, o quizás por su intención de descubrirlo y explicarlo. Había un aire de victoria que rodeaba a los cuatro.

Y entonces sintieron el trepidante sonido de los guardias alcanzando la escalera de este piso desde abajo. El reflejo de sus opacos cascos se asoma mientras ellos mismos parecen haber notado vuestra presencia.

-¡Alto!- dice uno de ellos con voz grave e imperativa, mientras todos presienten que el ritmo militar con que están subiendo las escaleras solo puede aumentar.

Notas de juego

Si van a comenzar a correr, es una tirada de Destreza+Atletismo a dif 6. Los guardias vienen por las escaleras hacia arriba. Recuerden que bajo reglas de la casa, los 1 no restan éxitos. Y recuerden desglosar sus tiradas.

Recuerden señalar hacia donde van a dirigirse.

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26/05/2015, 17:40
Narración

Notas de juego

Si huyes, la tirada la haces con 3 dados adicionales, regalo de tu sombra (contarán como los últimos en la tirada)

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26/05/2015, 17:41
Narración

Notas de juego

Si huyes, la tirada la haces con 3 dados adicionales, regalo de tu sombra (contarán como los últimos en la tirada)

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30/05/2015, 02:00
Alexander de Huntington

Alexander miró a Elisa ante su pregunta y su labio superior se crispó ligeramente con soberbia.

—Estamos muertos, ¿no? Siempre podemos tirarnos desde el tejado. Además... —Su frase quedó en el aire sin que llegase a terminarla al escuchar el sonido de aquellos pasos marciales ascendiendo hasta ellos. 

Alexander tan sólo dedicó una brevísima mirada a las escaleras que descendían mientras aquella imagen deformada de su cuerpo se tensaba. El ritmo de las pisadas de aquel ejército le incomodaba y las palabras del anciano sobre que ellos buscaban sus almas, quién sabe por o para qué, provocaban una sensación parecida a un escalofrío recorriendo su espina dorsal, retorcida y arqueada tras la muerte, como en una mueca a sí mismo y al aspecto pulcro y atractivo que había sido suyo en vida. Sus ojos se entrecerraron. A lo largo de su vida había perdido muchas cosas, le habían quitado todo. Incluso a Lucy. Y hacía unas horas había terminado por perder lo poco que le habían dejado. Ahora tan sólo le quedaban su alma y un apellido deslucido que no había tenido tiempo de hacer brillar de nuevo. 

—Ni hablar —musitó con una rabia sorda—. Es mi alma.

Sus ojos se dirigieron hacia arriba y no se lo pensó dos veces antes de empezar a correr por las escaleras, tratando de llegar a esa azotea de la que había hablado el anciano. Tampoco se preocupó por asegurarse de que los demás le seguían, sencillamente dio por hecho que sería así. Y si no lo hacían, lo que les sucediese ya no sería asunto suyo.

 

- Tiradas (1)

Motivo: Destreza+Atletismo

Tirada: 3d10

Dificultad: 6+

Resultado: 8, 8, 6 (Suma: 22)

Exitos: 3

Notas de juego

Ueeee :D

¿Tenemos que restarnos otro punto de corpus al atravesar la puerta de nuevo?

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31/05/2015, 01:53
Elisa Requena

Debían darse prisa. Como Elisa se temía, aquellos hombres no se tomarían bien que no les acompañaran, y sin duda parecían buscarles para llevárselos. El hombre que eligió la azotea como huida, y que a la española le daba impresión que bromeaba sobre ello, subió las escaleras sin esperar a nadie. Ella tomó la misma dirección.

Apenas conocía nada de su condición, cuan diferente era aquel estado de la vida que tenía antes de ser asesinada. Los conocimientos y voluntad, así como sus pensamientos y memoria no habían sido alterados, al menos que ella supiera. pero, ¿se aplicaba lo mismo a las condiciones físicas? Ya no tenían cuerpo en el sentido estricto de la palabra, ¿significaba aquello que no se cansaría y que aunque no estuviera en forma cuando uno estaba vivo lo estaría ahora? Elisa iba a averiguarlo ahora, pues intentó correr con todas sus fuerzas para huir del lugar hacia arriba por las escaleras.

Esperaba que allí hubiera una salida, pues la joven no estaba tan segura como aquel hombre de que no les pasaría nada si caían desde el edificio.

- Tiradas (2)

Motivo: Destreza+Atletismo

Tirada: 7d10

Dificultad: 6+

Resultado: 32 (Exito)

Motivo: Destreza+Atletismo

Tirada: 7d10

Dificultad: 6+

Resultado: 10, 4, 5, 7, 3, 1, 3 (Suma: 33)

Exitos: 2

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31/05/2015, 23:00
Rocío Felton

Las últimas palabras del anciano, casi como un ruego, la hacen dudar. ¿Y si debe quedarse? ¿Y si en verdad aquellos tipos tienen forma de hacerle pagar su huída metiéndose con sus hijos?

No, se dice. No pueden meterse con los vivos. Mis hijos son tan intocables para ellos como para mí. No voy a regalarles mi alma.

Mientras en la puerta de entrada ya se escuchan los pasos y una voz da el alto, ella comienza a correr. Seguramente en su nuevo estado debe de existir alguna forma más "fantasmal" de trasladarse, como levitar o tal vez teleportarse, pero el asunto es que ella desconoce qué es lo que puede o no hacer. Su instinto la impulsa a actuar como viva, a valerse de sus piernas y brazos para impulsarse cada vez más arriba y llegar a la terraza. Luego verá. Recuerda que algunos techos vecinos no están tan lejos. Siempre podrá intentar saltar hacia otro. Después de todo, ¿qué es lo peor que le puede pasar? Ya lo dijo el señorito. Están muertos, otra caída no volverá a mandarla al más allá.

- Tiradas (1)

Motivo: Chau chau adios!

Tirada: 6d10

Dificultad: 6+

Resultado: 9, 2, 10, 2, 2, 6 (Suma: 31)

Exitos: 3

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01/06/2015, 16:21
Connor Gordon

Connor ya lo tenía más que claro que no pensaba quedarse allí a esperar, cuando cruzo de nuevo el umbral experimento aquella extraña sensación como si cada astilla que formaba la puerta se clavasen por todo su cuerpo, el anciano dijo que cada vez costaba menos, pero a el le seguía pareciendo de lo más molesto.

A pesar de lo terrible de la situación, no pudo disimular una sonrisa que se dibujo en su rostro al escuchar los pasos que se acercaban.
Iber lo solía decir, una buena caza de fantasmas tiene que terminar con una carrera, era lo habitual cuando te colabas en un sitio sin autorización y te pillaban, había que salir por patas. Y aunque en está ocasión si que tenían permiso para estar allí (más o menos) parecía que también habría una carrera de por medio.

El muchacho sin perder ni un instante comenzó a subir las escaleras hacia la azotea de dos en dos a grandes brincos.

- Tiradas (1)

Motivo: Destreza + Atletismo

Tirada: 5d10

Dificultad: 6+

Resultado: 10, 10, 9, 6, 1 (Suma: 36)

Exitos: 4

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01/06/2015, 19:46
Narración

La conmoción general no se hace esperar. En desesperada y atropellada huida, los cuatro corren escaleras arriba. Connor pronto se adelanta al grupo sin más, mientras que Alexander y Rocío hacen se quedan cerca. Atrás sólo queda Elisa tratando de correr tan rápido como puede y lidiando con un escalofrío preternatural que le ha transmitido todo aquello.

Los soldados aparecen por las escaleras. Sus sexos son, en principio, indistinguibles, pero tienen aquel uniforme compuesto de un kilt oscurecido y una armadura que emite suena como una mezcla de placas metálicas al tiempo que parece silbar como una débil corriente de aire. Ambos guardias llevan la mano al cinto, en donde envainadas se encuentran dos espadas. Sus rostros están ocultos por los cascos, pero uno de ellos, el más corpulento, parece poseer una prominente y rojiza barba; mientras que el otro tiene un aspecto más limpio y parece más bien imberbe.

-¡Infantes! ¡Deteneos! ¡No venimos a haceros daños!- grita el barbado con voz gruesa e imperativa, de aire militar, mientras el otro decide dar un paso hacia abajo y grita en dirección al primer piso.

-¡Fugitivos! ¡Los infantes se dan a la fuga!- dice el guardia joven, con una voz mucho más aguda, mientras se queda en el descanso y su compañero comienza a avanzar rápida aunque pesadamente tras los Wraiths, desenvainando su arma.

-¡Alto! ¡No avancéis más!- se escucha en voz gruesa e imperativa.

Los cuatro pasan los dos pisos rápidamente, mientras los ecos de más pasos resuenan desde la planta baja. Los cuatro llegan hasta la azotea, sin demasiada ventaja con respecto a sus perseguidores. 

En un parpadeo, los cuatro atraviesan la puerta resistiendo por tercera vez un instante infinitesimal de dolor punzante para encontrarse frente a la oscuridad del día sin sol que reina en la tierra de los muertos. Notan como los ruidos y explosiones de la tormenta que ocupa las alturas se dejan oír como rugidos a través de la calle. Lo que parecían vientos desgarradores al nivel de la calle y silbidos satánicos, aún existen a la misma distancia que parecían existir cuando estaban allá abajo, era como si la naturaleza de las furiosas ráfagas huracanas se superpusieran y mutaran de acuerdo al lugar en donde estaba el observador. Un escalofrío, o algo que parecía uno, recordó a los muertos la extraña naturaleza de aquel desconocido... mundo.

La azotea se alza como un pequeño espacio plano existente entre dos edificios más grandes flanqueando la estructura y uno más dándole la espalda. Cada uno con al menos un piso más de altura, representado por unas visibles ventanas agrietadas en marcos de maderas acabadas, raídas e incompletas, para terminar coronadas en un techo fijo, oscuro e inclinado, que exhibían a su vez una chimenea.

Las paredes eran escalables de tener el tiempo y quizás la habilidad. El único muro más difícil de subir así era el que le daba la espalda a la edificación: Una pequeña ventana era lo único que se podría utilizar en medio de una pared lisa de roca negruzca, resbalosa y mohosa, que exudaba un olor poco agradable.Al frente, se encontraba la calle y la opción de saltar hasta el otro edificio en un esfuerzo... inhumano.

Abajo, en la calle, menos de la mitad de los guardias permanecían. Sólo el hombre enmascarado con su rostro mirando hacia las alturas y un par de guardias más observaban los tejados...

- Tiradas (2)

Tirada oculta

Motivo: Guardia 1 Des+Atl

Tirada: 5d10

Dificultad: 8+

Resultado: 4, 3, 10, 5, 7 (Suma: 29)

Exitos: 1

Tirada oculta

Motivo: Guardia 2 Des+Atl

Tirada: 5d10

Dificultad: 8+

Resultado: 2, 5, 6, 5, 5 (Suma: 23)

Notas de juego

No debéis gastar más corpus por atravesar paredes. Los efectos de estar incorpóreos duran una escena aproximadamente. Aunque la física sea algo caprichosa, imaginad que mientras dure el efecto podéis alternar entre sentir una pared como sólida o atravesable

Saltar hacia el otro lado de la calle requiere una tirada de Fuerza+Atletismo a dif. 5, y se requiere un mínimo de tres éxitos para agarrar la cornisa de la ventana del edificio opuesto. Fallar equivale a caer y una pifia a algo peor.

Escalar por los edificios laterales requiere una tirada de Destreza+Atletismo a dif. 7, entre más éxitos, más rápido escalaréis. 

En ambos casos, atravesar paredes no os costará más corpus, como ya lo dije.

Tenéis el tiempo aproximado como para intercambiar un mensaje con alguien y luego hacer una acción antes de ser alcanzados por el guardia barbado.

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01/06/2015, 23:27
Sombra de Rocío

Como un eco lejano, una vieja canción.

Aquella mañana la calle tembló
destruir tu cuerpo es liberación.
El rosario en el muro
que me habla, no entiendo, no señor.
El rosario en el muro…
¡No, no, no!

Vagas imágenes, como oscuras postales de algo que ya no era.

De su vida.

De algo que ya nunca sería…

Un escalón, y tus rodillas rojas.
Dos escalones, y tu grito en las astillas.
Tres escalones, y tus recuerdos.
Cuatro escalones, y el viento, y... 

Pero puedo. ¡Sí, puedo! ¿Qué más puedo perder?

Ya estoy muerta.

Es irónico, pero la única vez que fui realmente libre fue en ese primer y último salto.

Y aquella canción, un recuerdo.

¡Si ya estás en la azotea, salta!
¡Si ya estás en la azotea, salta!

Es la única salida.

¡Salta!

Notas de juego

 la irrechazable oferta de nada menos que ¡cinco dados! para el salto más espectacular que jamás se haya visto en el más allá. Auspiciado por la Sombra más gentil y generosa que ninguna Psique jamás haya tenido. =)

El fragmento de la letra pertenece al tema "El rosario en el muro" de Don Cornelio y La Zona.

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02/06/2015, 00:32
Connor Gordon

Las ordenes de aquellos soldados solo hacían que Connor quisiese subir más rápido las escaleras. Mientras los pensamientos se agolpaban en su cabeza:

Si de verdad quisiesen darnos algún tipo de bienvenida o recibimiento, no mandarían a un ejercito entero. Está otra vida acaba de empezar, no voy a permitir que me esclavicen o lo que quiera que hagan con las almas por toda una eternidad.

Al llegar a la terraza del edificio la tormenta azotaba con intensidad pero aquella información solo le llego al muchacho de forma subconsciente, pues se paro en seco y sus ojos pasaron rápidamente por los alrededores sopesando las posibilidades, escapar era su prioridad. Un pensamiento egoista cruzó su mente, aunque trato de despejarlo su cerebro parecía haber revertido a un estado más primitivo donde la supervivencia era lo valido.
Quizás por ser la que más cerca tenía se giró hacia Rocío:

-Yo lo veo bastante claro... -Comentó justo antes de arrancar de nuevo a correr hacía el límite de la azotea y dio un salto hacía el edificio de enfrente. Por un instante llegó a pensar que no lo lograría pero de pronto sintió el impacto de la fachada del edificio contra su pecho, sus brazos se aferraron como pudieron a la cornisa de una de las ventanas, apretó los dientes y sintió el sabor de la sangre en su boca ¿o eso solo estaba en su mente?

Claro, y es que todo estaba en su mente, no precisamente el sabor de la boca, la percepción de solidez, si podía atravesar una puerta ¿por qué no aquella ventana? Un último esfuerzo, acompañado por esa repentina sensación de dolor le indico que estaba al otro lado.

- Tiradas (1)

Motivo: Fuerza + Atletismo + FV

Tirada: 4d10

Dificultad: 5+

Resultado: 8, 6, 2, 3 (Suma: 19)

Exitos: 2

Notas de juego

EDITADO

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03/06/2015, 16:31
Sombra de Connor

- ajajajaJAJAJAjajajajjajajajajajaJAJAJAjajajajjaja..........jajajajaJAJAJAjajajajjaja...... jajajaja JAJAJA jajajajja ja...... j ajaja ja JAJAJ Ajajajajjaja

Connor pudo escuchar una risa, una risa que parecía llegar de todos lados y ninguno, miro a su alrededor y estaba solo. Pero habia sido tan real, que podría jugar que provenía de alguien al lado suyo. Era una risa burlona, una risa paranoica, una risa alocada que se perdió en el silencio de la habitación en la cual se encontraba.

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04/06/2015, 13:28
Sombra de Elisa

Elisa, escúchame atentamente.

Si quieres escapar, por aquí no vas a poder. Pero hay otra manera.

Tírate desde aquí al suelo.

Ya sé lo que estás pensando, pero no temas, la caída no te matará.

No puede, ya estás muerta.

Si lo haces, podrás esconderte.