Partida Rol por web

Ocaso

Capítulo I: La oscuridad al final del túnel

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28/06/2012, 00:16
Anciano

El anciano asiente. -Lo que sea que estés oyendo hijo, ignóralo hasta que lleguemos a mi hogar- dice mientras da un paso hacia atrás y espera a ver la reacción de Alexander. Por un instante parece que esperara algo, sus ojos se clavan sobre los del ex-lord, dando la impresión de que le vigila. Pasados unos cuantos segundos asiente y retoma el camino, estando a la delantera.

La escalera continúa en su ejercicio ascendente, hasta que un nuevo obstáculo aparece. Un oficial rubio de aspecto desgastado y envejecido, parece esperar mirando hacia arriba de la escalera que algo suceda. También posee el brillo propio de los otros que Alexander ha visto. Frente a él, en las escaleras, un bulto cubierto con una sábana parece ocultar una víctima de algún nefasto acontecimiento.

El viejo se detiene. -Ya deben estar allí- dice mirando hacia arriba. -No nos detengamos, debemos llegar pronto- enuncia con un sentido de urgencia mientras aumenta ligeramente el paso. Para tener el aspecto de un anciano, posee bastante energía.

Ambos pronto llegan a lo que Alexander cree es el cuarto piso. Un departamento con la puerta abierta bulle de actividad, con oficiales de policía del mismo aspecto marcado por cierta degeneración. Algo ha ocurrido adentro...

Entonces, Alexander nota la consternación de su guía, quien parece estar sorprendido y horrorizado por la presencia de los vivos allí. -N.. No esperaba esto... - dice mientras da dos pasos hacia la puerta y se gira.

-No te muevas hijo...- ordena y se gira.

-¡ROCIO!- llama con voz potente, cuyo eco se mezcla con los susurros y murmullos de los oficiales. -¡ROCÍO! ¿Estáis allí?-

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28/06/2012, 17:35
Connor Gordon

Los ojos de Connor estaban como platos ante la noticia.

-¿Que me tranquilice? ¡Y una mierda! ¿Donde se supone que estoy? ¡Tranquilizaos vosotras!

Miraba en todas dirección, buscando quizás un punto de referencia o algo que le diese sentido a todo aquello, lo único evidente es que estaba en un ataque de pánico y mucho de lo que decía carecía de sentido. Su mano izquierda seguía aferrada a su cuello, como si le diese miedo separarla de allí.

-¡Es imposible que este muerto! Estoy hablando y moviéndome y os veo... ¿Donde esta Iber? ¿Y James? ¡Joder! Lo que necesito es un puto hospital.

Notas de juego

Uff, fail, ya no me acordaba de lo de, no negritas.

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02/07/2012, 23:43
Narración

Pronto, los inconnexos recuerdos de Connor empiezan a llegar a su mente formando algún nebuloso paisaje. El sitio en el que estaba guardaba parecido con la última habitación que recuerda haber visitado... tan sólo que parecía como muchos años hubiesen pasado de golpe allí mismo. Vetas negras y grietas se extendian como una enfermedad por el suelo, las paredes y el techo, mientras la mortecina luz de la habitación adquiría tintes oscuros y nauseabundos que le daba un aspecto aún peor que el que tenía en su mente.

Una cortina raída ondeaba fantasmalmente a su espalda, las libreras de la esquina están en su sitio, tan sólo que sus tomos parecen ahora ostentar más moho y humedad de la que pensaría es posible. Nota también varios objetos pequeños que antes no estaban ahí, antes de... de que perdiera la consciencia.

Y luego, los oficiales, los que le rodean y quienes parecen no reaccionar ni responder a sus preguntas. Sus ojos observan al vacío, como si le atravesaran, pendientes de lugares en el suelo. Sólo las dos mujeres le encaran y le observan fijamente... no hay rastro de sus amigos ni de nadie, no recuerda que las cosas estuvieran así antes de... de la oscuridad.

-¡ROCIO!- una voz interrumpe la escena. Viene de la puerta de la entrada del apartamento y destaca en medio de los murmullos de los demás, por su claridad. Una voz con un tono de cansancio y un timbre tembloroso -¡ROCÍO! ¿Estáis allí?-

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08/07/2012, 18:38
Alexander de Huntington

Por fortuna, Alexander no escuchó ninguna voz más ni tuvo más sensaciones extrañas. Siguió al anciano en su periplo, sin dejar de asombrarse de su entorno, y fijándose en que de vez en cuando su acompañante actuaba de forma extraña- Pero quien sabía qué podía ser. Quizá solo fuese su atribulada mente. En ese mundo todo le parecía extraño y retorcido. Parecía un reflejo deformado del mundo del que provenía. Por ello, una enorme intranquilidad le acompañaba constantemente. 

Cuando llegan a lo que cree ser el cuarto piso, Alexander se sorprende tanto como su guía con esas presencias que colman la habitación. Otra muerte...-pensó al ver la sábana, que tapaba ese bulto informe. El joven finado hizo caso del anciano, que le pidió que se estuviese quieto, y después comenzó a llamar a gritos a una tal Rocío. ¿Qué ocurre?- pregunta, sin poder contenerse. ¿Quién es toda esta gente? ¿Y a quien estás llamando?

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08/07/2012, 20:48
Sombra de Alexander

Cough, cough... la voz tosió, hasta daba la sensación de escuchar el gesto de restregarse la sangre de la boca y escupir en el suelo.

Vigila, vigila al viejo y a aquellos a los que llama. indicó la voz. Alexander llamó por su nombre ¿cuándo fue la última vez que te encontraste con alguien que nos ayud... que te ayudara desinteresadamente? ¿Cuándo fue la última vez que viste a nadie hacer nada por otro si no fuese por sacar algo a cambio?

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10/07/2012, 17:57
Connor Gordon

Connor continuaba confuso y angustiado y la falta de respuesta no hacia mas que incrementar su ansiedad. Miraba a su alrededor ¿Cuando tiempo habría pasado? Por al aspecto del sitio años ¿Había estado en coma? Pero entonces era imposible que hubiese sobrevivido sin estar hospitalizado.. Y toda esa gente que ni le veía.. Eran policías ¿Habría ocurrido otra desgracia en aquel lugar?

Simplemente sentía ganas de gritar, la falta de respuestas lo atormentaba y cuando una nueva voz irrumpió en la escena, sin saber muy bien por que se abalanzo sobre la puerta para abrirla, quizás con la vana esperanza de que este nuevo personaje tuviese mas respuestas.

Notas de juego

Vamos a darle vidilla... Bueno, no literalmente.

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12/07/2012, 02:10
Rocío Felton

Rocío quiere cortar en seco las quejas de Connor, ponerlo en su sitio como a uno de sus alumnos, pero no lo hace. Algo ha cambiado dentro suyo. Ya no tendrá a su cargo un aula llena de chicos, ya no estará frente a una clase impartiendo conocimientos ni formando mentes. Ya no será porque ya no es.

Vuelve a mirar a su alrededor y vuelve a sentir rabia. Y junto con ella, el dolor por la pérdida de su vida, sus metas, sus seres queridos. Si pudiera llorar, las lágrimas pugnarían por salir de sus ojos en aquel momento. Sin embargo, no lo hacen, ya no tiene lagrimales que se lo permitan.

La voz la vuelve a la realidad, a la extraña existencia que experimenta junto a esos desconocidos justo a tiempo para ver como el muchacho se abalanza contra la puerta de entrada, intentando capturar, o eso le parece, al dueño de esa voz.

Ese movimiento repentino la activa y sale en pos de Connor, al tiempo que responde. -Aquí estoy! estoy con la chica y con otro más, un joven que murió en este piso.- Alcanza al muchacho y lo toma del brazo. -¡¡¡Connor detente!!! Es hora de que te serenes y trates de asimilar lo que está pasando aquí.

Notas de juego

Nuevamente, mil perdones por el parón.

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15/07/2012, 23:38
Anciano

El anciano gira un momento la cabeza, abre la boca a punto de responder pero una voz femenina le responde desde el fondo del apartamento.

-Aquí estoy! estoy con la chica y con otro más, un joven que murió en este piso.-

Las palabras tardan de salir del anciano, dándole la espalda a Alexander, éste no podía ver su reacción ante esta respuesta. Los segundos que guarda silencio parecen extenderse indefinidamente antes de dar una respuesta.

-¡Vengan todos aquí! Por ahora no es una buena idea permanecer aquí con... con los vivos...- dice levantando la voz. Sus palabras parecen flotar en medio de los murmullos de las demás personas, quienes hablan con acento escocés, con el acento de Edimburgo. Ninguno de los presentes parece voltear o notar la presencia del anciano, ni la de Alexander justo frente a la puerta.

El viejo se gira, observa fijamente a su compañero. -Más vivos- responde como única explicación. -Llamo a Rocío. Ella también acaba de morir- explica secamente mientras mira hacia las escaleras, como si esperara que algo apareciese en cualquier momento.

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16/07/2012, 00:29
Elisa Requena

Elisa se muestra con un aire más nostálgico, más preocupado. La voz que viene del pasillo la hace girar la cabeza rápidamente. Ella tampoco se lo esperaba y luego observa a Rocío como esperando una explicación. No obstante, el tiempo apremia, por lo que cree dilucidar a través de las palabras del misterioso benefactor de Rocío.

Ella misma actúa más presurosamente y Elisa ahoga un suspiro, mirando a Connor.

-Vamos Connor, hazle caso a Rocío. Ella sabe lo que dice, tenemos que salir de aquí- dice con un hilito de voz, tratando de disimular sus propias dudas. Hasta ahora ha aceptado lo dicho por Rocío, sin tener nada más a lo que aferrarse. Ignoró una punzada de congoja en lo que sería su estómago y miró al chico.

-No... ¿no te duele?- dice mirando fijamente la herida en la garganta del muchacho.

Notas de juego

Personaje Pnjotizado.

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16/07/2012, 00:41
Narración

La pregunta de Elisa queda respondida casi inmediatamente por la misma voz proveniente del exterior del apartamento.

¡Vengan todos aquí! Por ahora no es una buena idea permanecer aquí con... con los vivos...-

Las últimas palabras parecen caer como una sentencia. Sólo ellos tres parecen poder escuchar y quizás entender lo que haya querido decir. El oficial más cercano a Connor gruñe algo y se levanta mientras sale de la habitación presurosamente, haciendo, pasando cerca a Rocío, quien siente la solidez del hombre y por reflejo se ve obligada a hacerse de lado unos centímetros, aún estando junto al chico.

Las cortinas del lugar empiezan a ondear con algo más de viveza, una brisa parece filtrarse, con un aroma a descomposición que inunda el lugar y una sensación gélida que sse extiende rápidamente entre los tres... allí presentes.

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16/07/2012, 16:13
Sombra de Connor

Una extraña sensación recorre la mente de Connor, como si un pensamiento ajeno se proyectase en forma de voz.
-Esto se pone feo, no me fío de estas 2... si es que son 2 y además no entiendo nada de lo que está sucediendo. Te recomiendo que tampoco te confíes mucho y por todos los diablos, trata de averiguar qué sucede.

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18/07/2012, 15:27
Alexander de Huntington

Alexander cierra los ojos y hunde el rostro en las manos, tratando de hacer caso al anciano y tratar de ignorar a esa voz. Cállate- susurra, a pesar de que se da cuenta de que lo que sea que le hable, tiene razón. Cállate- repite. Cállate, cállate, cállate. 

Sacude un poco la cabeza como para despejarse, y centrándose solo en el anciano, concentrándose para desechar otros pensamientos, le dice. ¿Más muertos? ¿Para qué? ¿Piensas reunirnos a todos los que hemos muerto recientemente? ¿Cual es exactamente tu propósito? ¿Por qué me has traído aquí?

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19/07/2012, 00:45
Rocío Felton

Eso es raro, piensa Rocío al sentir la proximidad del oficial. La primera vez que ha tocado a alguien después de muerta ha sentido su energía pero también como que hubiera podido traspasar el cuerpo. Sin embargo, ese hombre se ve macizo, sólido, tanto que sin pensarlo se aparta de su lado. Algo parece haber cambiado.

Aún reticente, teniendo sus propias dudas de si debe o no seguir aquella voz, nota un olor fuerte y la sensación de que todo allí comienza a pudrirse la golpea. Nuevamente la urgencia -no sabe si propia o transmitida por aquel que la trajera a esta nueva vida- se instala en su ser y eso la decide. Deben salir de allí. Ya habrá tiempo de preguntas.

-Vamos... Elisa, Connor... no se queden ahí parados. Tenemos que alejarnos de este infecto lugar.

Tras callar, la mujer argentina hace caso a sus dichos y se dirige hacia la salida con celeridad.

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19/07/2012, 10:43
Anciano

El anciano se gira y frunce el ceño -¡Eh tío, que me estás tocando los cojones, que estoy tratando de ayudarte hombre coñoya!*- El anciano no parece alterarse, pero la frase sale como automáticamente. El viejo pestañea un par de veces y luego retoma con su misma entonación.

-Hijo, os estoy ayudando porque vi lo que os sucedía. Y créeme que es mejor que sea yo quien os de la mano... que... bueno, ya os lo explicaré- dice mientras niega con la cabeza. -Si ellos llegasen a encontraros, empezarán a preguntarse cosas y luego estaréis en problema... estoy... ayudándoos.- hace una pausa durante unos instantes para observar las reacción de Alexander.

-Ya resolveré tus dudas y la que los demás tengan. Cuando estemos en un lugar con menos... vivos- añade mirando nervioso hacia el apartamento.

Notas de juego

* Aunque aquí estoy poniéndolo en Español, España, para Alexander esto sería como escuchar a un escocés usando sus manerismos con un acento fuerte.

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20/07/2012, 02:34
Alexander de Huntington

Alexander se echa para atrás al oír los improperios del anciano. Le perturbaron más las palabras malsonantes del aparentemente inocente anciano, y el modo en el que permaneció imperturbable que el propio hecho de que le recriminara con tanta brusquedad. Tan impresionado se queda que ni siquiera atina a responder, y durante unos segundos se queda totalmente mudo.

No es hasta que la voz del anciano se relaja que el vuelve a hablar. ¿Más vivos? ¿Como que hay vivos aqui? ¿Es que acaso no estamos finados?

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11/08/2012, 19:50
Anciano

El anciano mueve la boca, frunciéndola de lado a lado observando a Alexander.

-Estamos muertos- dice con aire severo. -Pero aún podemos ver a los... vivos, aunque los vivos no puedan vernos- dice mientras observa hacia al interior por enésima vez. -¿Por qué se tardan tanto? Es una mala idea permanecer en un sitio con tantos... vivos rondando. Escúchalo bien, hijo, porque te ahorrará muchos problemas. Aléjate de los rápidos mientras te sea posible- dice con un tono de maestro anciano.

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14/08/2012, 01:44
Alexander de Huntington

Pero... pero si no pueden vernos... ¿Por qué evitarlos? No importa si estamos rodeados de ellos. No pueden verlos. No tiene sentido.

Alexander empezó a pensar que el anciano le tomaba el pelo. ¿Qué son esos rápidos? ¿Y por qué debo evitarlos?

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21/09/2012, 00:54
Anciano

El anciano emite un suspiro. Sus arrugas parecen moverse cuando sus ojos se fijan en ti, mientras su gesto cansado es similar al de un adulto exasperado por las preguntas inocentes y obvias de un niño pequeño e inocente. Abre la boca y su voz parece transmitir el cansancio que refleja su edad.

-Aquí llamamos a los vivos, los Rápidos- dice como única explicación, como si aquello fuese capaz de resumirlo todo. Luego baja la voz hasta convertirla en un susurro apenas audible.

-Pero los muertos a veces si podemos interactuar con los Rápidos. E interactuar por los Rápidos está...- y su voz parece tomar un tinte profundo, como si revelara una aterradora verdad. -...prohibido.- añade mirando hacia la escalera, como si temiera que alguien apareciera por allí en cualquier momento.

Esta última frase queda en el aire, hasta que del fondo del apartamento, tres figuras aparecen, ninguna con uniforme. Al frente, un muchacho joven, de rasgos extremadamente delgados y pómulos marcados, casi cadavéricos. Sus ojos hundidos expresan sorpresa y alarma, su cabello, levemente largo, cae con resequedad y cierto aspecto sucio. Llama la atención que en su cuello, hay una profunda grieta negruzca, un corte que parece aún bombear sangre. Tras de sí, hay dos mujeres: La primera, en la madurez temprana, tiene rasgos delgados y enjutos, cabello oscuro y parece rozar los treinta años. Su cara está marcada por varios cortes superficiales alrededor de su expresión de seriedad. A su lado hay una chica castaña más joven, tiene cierto aire atractivo que se esfuma al observarla con detenimiento. Grandes y marcadas ojeras, y una mueca de tristeza que parece grabada sobre su cara.

De repente el chico se detiene, mirando hacia un lado y exclama -¡James!-

El anciano se adentra con rapidez, y lo toma por el brazo.

-Hijo, no es el momento. Tenemos que salir de aquí cuánto antes- dice con su tono de premura.

Notas de juego

Mensajes para todos.

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21/09/2012, 01:38
Narración

Connor se libera de un tirón de Rocío, y responde con una mriada dura a Elisa, mientras está decidido a moverse hacia donde se encuentra ésta nueva voz. Sale de la habitación y atraviesa el corredor, seguido de las dos chicas que al menos han logrado que el muchacho reaccionase y saliera, en su estado de shock, ignorando a los oficiales inspeccionando el apartamento.

En la puerta del apartamento hay dos figuras contrastantes que parecen menos vitales que los oficiales. El primero es un hombre anciano, cuyos rasgos parecen una caricatura de decreptitud, encorvado y de baja estatura, las arrugas surcan su rostro de forma tan violenta, que deforman fuertemente la simetría de sus rasgos. Uno de sus ojos parece cerrarse con más fuerza. Su frente se extiende revelando una calivicie prematura no consumada, y sus cabellos blanquecinos rodean su cabeza. El anciano está ataviado con un traje que sería elegante, abrigo y corbata, de color blanco, pero que tienen un aspecto descuidado y arrugado. Tras él hay un hombre de cerca de treinta años, rubio y pálido que parece haber sido víctima de una larga enfermedad. Su rostro tiene una delgadez exagerada y está surcado de forzadas arrugas de la piel sobre plegándose sobre su cráneo. Su cuerpo parece también debilitado y envejecido, corvándose mientras observa a la procesión encabezada por Connor.

No obstante, se detiene al llegar a la sala, al oír una voz familiar. Un joven está sentado en uno de los muebles cubiertos con una sábana blanca, hipando y con una expresión de terror que se materializa en gruesas lágrimas cayendo por sus ojos. Sus manos tiemblan y su labio inferior tirita, mientras los oficiales le observan y toman notas. Connor reconoce ese rostro juvenil y tímido como el de su amigo, que ahora ostenta un brillo vital, una luminiscencia interna y atractiva.

Connor se sobresalta mientras exclama como acto reflejo. -¡James!-.

Su voz surge con un silbido proveniente de la herida en su cuello, añadiéndole a las palabras cierto eco siniestro. A pesar de su grito y su sorpresa, James, el joven parece no reconocerlo ni notar su presencia en la sala, al igual que ninguno de los oficiales presentes. Es como si su presencia fuese invisible... aunque las únicas personas que parecían notarlo y tratarlo eran las dos chicas tras él.

El anciano reacciona y se encamina hacia Connor, aferrándose con fuerza al brazo, forzándole a continuar.

-Hijo, no es el momento. Tenemos que salir de aquí cuánto antes- dice con un tono de premura que sólo Rocío puede reconocer.

Notas de juego

Mensajes para todos.

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22/09/2012, 15:09
Rocío Felton

Los tres, con celeridad, se dirigen hacia la salida, yendo al encuentro de aquella voz que los urge a abandonar el lugar. Al llegar hasta su interlocutor, Rocío no se lleva ninguna sorpresa. Sabe que el anciano que la ha hecho despertar es quien los está llamando. Sin embargo no reconoce a su acompañante. Un hombre un poco más joven que ella lo acompaña. Como sabe Rocío que él es más joven no se lo explica. El hombre se encuentra consumido, surcado por arrugas y casi derrotado por la languidez y la gravedad. ¿Quién será este nuevo extraño?

No tiene mucho tiempo para deducirlo. Connor se encuentra con uno de los muchachos que ella ha visto con anterioridad, uno de sus amigos, e intenta contactarlo.

Aún no se da cuenta de lo que implica estar muerto, piensa mientras observa la escena un tanto fascinada. Aún no comprende qué es lo que le ha pasado!

El anciano no le da tiempo para asimilarlo. Con esa urgencia que ha mostrado desde que la encontró, les pide que abandonen el lugar, que el tiempo corre.

-Vamos chicos- dice con suavidad rozando los codos de Elisa y de Connor, instándolos a seguir. -No es seguro que permanezcamos aquí. Sigamos a este hombre. Él podrá responder nuestras dudas cuando estemos a salvo.