Partida Rol por web

Valduane agarró uno de los extremos de la cuerda de Eldarian. Se acercó al borde de la torre y dio un paso el exterior. 

Como si las leyes de la gravedad no fuesen con él, en vez de precipitarse al vacío comenzó a elevarse suavemente hacia el piso superior.

Allí estaban ya Aire y Asmodeo

¿Me ayudáis con esta cuerda para que puedan subir los demás?

- Yo te echo una mano, dejemos que suban ellos primero y después nos aguanten la cuerda desde arriba.

Aire se mantuvo en su forma gaseosa. Algo la dijo que se mantuviera así, que no fuera estúpida y permaneciera vigilante. Rodeó a Asmodeo, con intención de que entendiera que le cubría las espaldas, y se quedó alerta

Gracias a la cuerda de Eldarian y a las habilidades de Valduane, el resto del grupo fue capaz de alcanzar la siguiente planta de aquella torre que se iba ensanchando cuanto más arriba subíais:

La situación era idéntica a la que habían encontrado en la parte inferior. Aquella primera sala daba lugar a una oscura bruma que dificultaba la visión a un palmo de la propia cara. Un lugar peligroso hasta para estar formado de gas.

Aún podían aprovechar y seguir subiendo, o tal vez deberían encontrar, una vez más, la forma de disipar aquel conjuro.

Al llegar a la nueva planta, Eldarian miró con recelo aquella niebla antinatural. Después miró a Jai, su compañero tigre, a quien vio receloso, pero sin saber a dónde mirar ni, moviendo sus orejar en todas direscciones. Eso solo podía suponer una cosa, que no había encontrado visto ni oido nada. Pero eso no quería decir que no hubiera nadie.

- Aire, ¿puedes retirar esta bruma que nos rodea?- preguntó a la mujer, quien era ducha en el elemneto del aire.

Illvander miró con cierta esperanza a sus compañeros, dado que el se sentía incapaz de disipar la niebla que les rodeaba.

- Me sabe mal chicos, pero me temo que vuelvo a ser incapaz de disipar este conjuro.

La concentración de la joven se perdía por momentos. La masa gaseosa que era parecía compactarse por momentos, recuperando si forma gaseosa instantes después.
Aire se lanzó contra sus compañeros, sin empujarles. La muchacha sentía angustia. Algo o alguien había allí que la dejaba intranquila. Cada vez que uno de ellos quería avanzar, la nube Aire hacía todo lo posible para impedirselo

Al ver que Aire no contestaba, Eldarian se temió que había ocurrido algo como en el piso anterior. Viendo que la presteza era imprescindible, actuó al instante.

Se concentró un segundo y rogó a Obad-Hai que le concediera nuevamente un conjuro. La energía brotó de todo su ser y se extendió por la habitación, impregnando toda la niebla que quería quitar.

Aire se movía de un lado a otro, agitando las túnicas de sus hermanos hechiceros. Estaba agitada, intentando que todos volvieran por donde habían venido, o se marcharan de allí de alguna forma.

Eldarian repitió el mismo conjuro que en la planta anterior. Tuvo que recurrir a unas fuerzas divinas mayores para poder lanzarlo, pero éstas le respondieron y lentamente, la bruma que allí se encontraba se disipó para dejarles ver con claridad la escena que tenían frente a ellos.

La situación fue exactamente igual que antes, y aquel vestíbulo daba a un lugar sin puertas ni ventanas. Eldarian recordó que tuvo que volver a lanzar el mismo conjuro para que las puertas que allí había se mostraran, y así lo volvió a hacer. Desgraciadamente gastó el último de sus conjuros mayores, quedándose algo cansado, pero mostrando ahora dos puertas que sus compañeros podrían investigar mientras él recuperaba el aliento.

Illvander vio como su compañero gastaba todos sus conjuros mayores para poder disipar los conjuros de esta planta. 

- Podemos investigar las puertas, pero debemos tener cuidado, ya no podremos deshacer mas ilusiones...

Disipados los conjuros que cubrían la sala, Eldarian puso la rodilla en tierra extenuado por el esfuerzo. Sabía que Obad-Hai no le ayudaría más, o por lo menos no con conjuros de esa magnitud.
Jadeando, miró en su derredor por si algo o alguien les acechaba. Por si acaso, sacó su arco y caló una flecha en el astil para actuar de inmediato si era menester.
Al mismo tiempo miró a Jai para que iniciara la búsqueda por la sala.

Al disiparse la neblina reinante Jai pasóde su posición defensiva a la de interés e intriga por lo que pudiera esconderse en la sala.
Una fugaz mirada con Eldarian le hizo entrar en acción. Se puso en movimiento y comenzó a buscar algo por la sala.

A Aire no le quedó otra alternativa. No le gustaba, pero tenía que hacerlo. La bruma que componía el cuerpo de la joven se empezó a juntar hasta que, poco a poco, Aire apareció.

¡Aquí hay alguien! ¡No os habéis dado cuenta de que os estoy empujando para que no entréis! Hay voces, voces poderosas cargadas de magia. ¡Son muy poderosas! ¡Debemos irnos!

Jai ofateó las puertas y comenzó a deambular de una a otra mientras las olía. Estaba claro que había detectado algo extraño pues deambulada por las puertas y gruñía bajo inquieto cuando miraba las puertas. Pero no había adoptado la postura característica de ataque por haber encontrado algún enemigo. Así que o  ien las puertas contenían algo o era la sala que estaba al otro lado la que lo contenía, pero ¿qué era?