Partida Rol por web

¡oh capitán, mi capitán!

El Conejo Caldoso

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04/08/2016, 10:00
Director

El Conejo Caldoso era un tugurio típico donde los marinos y otros habitantes de Londhs de baja estofa podían disfrutar de una noche de descanso en tierra firme, de la compañía de bellas muchachas, de alcohol, juego y claro, un buen estofado de conejo. En este lugar no solo se reposaba y divertía el pueblo, también era un típico lugar donde se cerraban tratos legales o turbios, donde algunos ofrecían o se ofrecían para trabajos, donde puede comenzar una nueva aventura para cualquiera que esté dispuesto a ello.

La noche pintaba relativamente tranquila, todo lo que podía teniendo en cuenta que la tripulación del Inferno acababa de regresar con los bolsillos llenos de ganas de ron, juego y mujeres. Las peleas y discusiones se frecuentaban tanto como las confabulaciones y la política de baja casta. La música sonaba al ritmo de gritos y risas, hasta que...

El silencio se apoderó del local gradualmente a medida que todos se percataban de los tres individuos que acababan de irrumpir en el lugar: El Sargento Gunter Leinad, conocido por casi todos los parroquianos. No suponía ninguna molestia si fuese otro guardia portuario quien se hubiese presentado, después de todo lo que se cocía en el Conejo Caldoso era en su gran mayoría legal, el resto eran cosillas que no valían el esfuerzo de la investigación o el arresto... pero Leinad era un tipo obstinado y demasiado "trabajador", si estaba en el local seguro traía problemas para alguien... y claro que los traía, nada más y nada menos que dos Casacas Negras armados hasta las cejas, problemas y de los gordos. 

El silencio pasó a un temeroso estado de disimulo, todo el mundo agachó la cabeza y moderó la conversación como si nada fuese con ellos, nadie quería parecer resultón ante los tipos del sombrero de tres puntas, nadie quería ser víctima de una conversación con ellos. Leinad era un tocapelotas peligroso, pero esos tipos... las leyendas sobre ellos eran cosa seria.

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05/09/2016, 15:46
Antoine Black

Durante sus años en el Volaverunt había frecuentado tugurios como aquel de manera frecuente, la costa británica, puertos franceses en el continente, e incluso en las Antillas. Había comido rodeado de aquella escoria, había hecho uso de las habitaciones superiores infestadas de ratas... pero ahora, por alguna razón, aquel olor a alcohol rancio y humanidad, a sudor y sangre, le revolvía las tripas.

Le habría encantado matar a todos aquellos bastardos hijos de mil padres, pero se limitó a acercarse al oído de Leinad y susurrarle: -Preséntanos al capitán del Inferno. Intentemos zanjar el asunto lo antes posible. Y te lo advierto, ya no estoy dispuesto a seguir con jueguecitos, llevémonos bien y acabemos con nuestra relación de manera amigable. En cuanto tengamos nuestro pasaje te podrás dedicar a ejecutar marineros y rameras otra vez, ¿estamos?-.

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05/09/2016, 19:55
Abraham Quinn

Tras el pequeño rifirrafe con el intendente, Abe se aproximó a la barra para seguir dilapidando el dinero con tranquilidad. Trató de apartar de su cabeza las preocupaciones; quizá debería hablar con el capitán para intentar solucionar el asunto, o quizá debería mantener la boca cerrada y ver cómo se desarrollaban las cosas. Quinn no sabía con certeza cómo debía actuar, pero de todos modos, en esos momentos no podía hacer nada, con lo que optó por disfrutar de la noche. - Ya tendremos tiempo mañana para la desazón... Se dirigió a la camarera y con tono jocoso le dijo: - ¿Qué pasa? Me tienes seco, joder. Venga, cervecéame sin pudor, ja, ja, ja. En un momento dado, la gente comenzó a callar como si hubiesen visto al Diablo. Abraham giró el cuello para ver qué pasaba y vio que acababan de entrar al local varios hombres que, por su atuendo, pertenecían a la guardia. - Cortarrollos, hijos de puta... - masculló el joven asegurándose de que nadie le escuchase. Podía ser muy cafre si se lo proponía, pero no era estúpido. De modo que giró la cabeza y siguió bebiendo en silencio. Desde luego no era su intención meterse en un lío apenas unas horas después de pisar tierra...

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06/09/2016, 09:23
Director

Notas de juego

No conoces personalmente al Capitán Harold (capitán del Inferno), pero es demasiado conocido como para pasar desapercibido en un antro como éste. No pareces localizarlo a simple vista, pero si crees reconocer a varios de sus oficiales de abordo.

tírame una percepción (1d10+Intelecto+Percepción)

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06/09/2016, 12:19
Guillaume Le Noir

Agh, malnacidos, escoria de baja calaña y peor reputación. Pensó para sí mismo nada más entrar y sentir como el silencio se hacía en el local cuando los pobre diablos se daban cuenta de su presencia. Durante muchos años, en París, había tenido que soportar a gente así que se sentía por encima de él, engreídos matasietes sin ninguna clase de pudor ni remordimientos que veían en los pobres de la ciudad una buena manera de pasarlo bien, en muchos aspectos. Él había sufrido más de una vez los abusos de gente así, palizas, robos y otras vejaciones, aunque no las peores que había visto y escuchado. Aquellas personas era una lacra para la sociedad, y aún así tenían un lugar en Londhs, eran necesarios. 

Desde que era Casaca había tenido que utilizar a rufianes de ese estilo para mantenerse informado, pero siempre había preferido a pequeños vagabundos y ladronzuelos solitarios en oscuros callejones antes que reunirse con piratas y mercenarios en su propio cubil. Sin embargo ahora estaban allí con una misión y la simple visión de todo aquello le hacía sentir desprecio. Él no era un buen hombre, pero aquellos eran peores.

Por suerte, las miradas no iban todas contra Black y contra su persona. Parecía que su curioso compañero también atraía gran parte del odio de aquél local. Era una buena señal, ayudaba a mitigar un poco los deseos que tenía de meterle una ración de plomo por haberles estado espiando, y además podía llegar a ser útil en algún momento. Con una sonrisa maliciosa, llevándose las manos a las pistolas, empujó con el hombro a Leinad para que avanzara.

- ¿Es que no has escuchado? Acabemos rápido con esto. 

Luego, antes de caminar, observó todo a su alrededor de nuevo con un aire más crítico. Aquella taberna bien podría ser una trampa, en un nido de víboras como aquél todo era posible. Así que si alguien pretendía hacer algo, esperaba verlo venir y estar preparado. 

- Tiradas (1)
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06/09/2016, 13:42
Director

Notas de juego

no ves a nadie que pueda ser el capitán del Inferno en este lugar... tal vez esté en alguna habitación o tal vez no esté

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06/09/2016, 13:45
Director

Notas de juego

Entras en sintonía con el ambiente y el lugar, percibes miedos, odios, escuchas susurros y algún carraspeo de disimulo, pero no parece que la hostilidad hacia vosotros se haga patente de forma violenta

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06/09/2016, 14:47
Gunter Leinad
Sólo para el director

Voy a la barra a preguntar.

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06/09/2016, 15:47
Gunter Leinad

- O a hijos de puta como tú. Pensó para sus adentros ya asqueado de las faltas de respeto y chulería que habían motivado su forma de actuar. De todas maneras tendría que ceder, ya que la impertinencia que prodigaban era sublime. Tanto que ni muriendo tendrían bastante castigo por esa forma de tratar a la gente. Ahora miso se consideraba víctima de estos opresores,

- En este garito, sigan mis pasos, pregunten con discreción, y no pisen a nadie. Explicó entre susurros, cosa que les hacía ser más sospechosos y les haría desconfiar más, si cabe, a los parroquianos del "Conejito". Todos los de este lugar, incluido él mismo, les quiere fuera de aquí, y a ser posible muertes, así que no me arrastren a una batalla que perderíamos seguro, aunque la sobrevivamos. No se molestaría en explicar las repercusiones que tendría el que les zapatearan de allí a ostias. Por mucho que ganasen el combate, por muchos que asesinasen, serían víctimas de ellos, y no al salir muertos, que no saldrían, sino por otros condicionantes.

Mientras hablaba, buscaba la mesa que solían ocupar los capitanes. Además, nada más que por su indumentaria, se solían diferencias bien de quienes eran, pero lo mejor era preguntar en la barra. Los metres que gobernaban a las camareras solían tener más información de la que muchos soñarían con averiguar jamás. No tenía porqué ir directamente a él, pero si podría localizar a alguien de esa nave. Si no un marinero, igual algún oficial. Allí que se encaminó.

Antes de dar el primer paso comenta a sus "escoltas" y guiados: - Déjenme buscar al capitán a mi, y luego ya veremos la conversación, pero procure no ser igual de descorteses que como lo han sido conmigo. Y sentenció. O nos saldrá caro. Tras lo que aconsejó: - Sean más humildes, y para finalizar con su primer golpe de tacón tras ese paso inicial, por lo menos al principio. Reduciendo su voz hasta que el final podría ser que ni lo hubieran escuchado.

Notas de juego

NOTA DEL DIRECTOR: he movido el post para que tenga coherencia en la conversación... siento robarte 0.5 frikipuntos XD

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06/09/2016, 15:53
Burg

Mucho cuidado con lo que dices delante de esos, son más peligrosos de lo que cuentan las lenguas. Le dijo disimuladamente mientras se colocaba cerca de Quimm en la barra. Mira, el sargento rompepelotas se acerca, hazte el loco si puedes.

Luego frunció el ceño observando a los casacas negras para susurrar con aires de sorpresa un nombre: Black!?!

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06/09/2016, 15:59
Director

Notas de juego

en la barra hay dos tipos que te suenan a oficiales del Inferno, aunque no estás del todo seguro

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06/09/2016, 16:00
Director

Notas de juego

El garito es grande y vuelve a ser ruidoso, es decir, cuando posteeis elegir como destinatarios solo a los que estén extrictamente cerca.

Así podréis conspirar tranquilos si hiciese falta

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06/09/2016, 16:03
Director

Notas de juego

en la barra, a donde se dirige el sargento, veis que hay un par de tipos con pinta de tios duros que parecen mirar de reojo vuestra llegada.

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06/09/2016, 16:05
Director

Notas de juego

al menos uno de esos tipos pertenecía a la tripulación del Revenge, barco pirata (que no corsario) con el que tuvistes varios encontronazos en tu época en el Volavenunt, se dice que al final el Volavenunt fue hundido por el Revenge tiempo después de que abandonaras la vida de marino para convertirte en Casaca negra

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06/09/2016, 16:21
Gunter Leinad

Le pregunta al camarero de la barra, muy cerca de ellos, y solo el pesado de Le Noir puede escuchar lo que pregunta.

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06/09/2016, 16:21
Gunter Leinad

- Busco a la gente del Inferno. Informa, pero era una pregunta más que otra cosa. Tras eso advierte con el rostro severo. Y no te hagas el graciosillo que no estoy para bromas.

Notas de juego

NOTA DEL DIRECTOR: pongo a Quimm como destinatario porque está a tu lado aunque no lo conozcas

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06/09/2016, 18:31
Abraham Quinn

Abraham hizo un gesto de curiosidad a Burg, que se había acercado a dónde él estaba. Por su expresión, parecía que conocía a uno de los tipos que habían entrado. Luego, se aproximaron a la barra y preguntaron por la tripulación del Inferno. - Cojonudo - pensó Quinn - Ya nos hemos metido en un lío. ¡Mecagüen...! Abe clavó la vista al frente y siguió bebiendo como si la cosa no fuese con él, disimulando como una mala puta.

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07/09/2016, 00:24
Antoine Black

-Ojo con estos tipos, son piratas- dijo acercándose a Le Noir -A ese de la derecha le conozco, estaba con la tripulación del Revenge- el gesto del Casaca Negra se torció al pronunciar ese nombre. -El otro probablemente sea camarada suyo-.

Dicho esto...

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07/09/2016, 09:13
Antoine Black

se acercó con paso decidido a aquel hombre. Sabía que le había visto y quería dejarle claro que su presencia no se le había pasado por alto.

-Vaya, mira quien anda por aquí... Burg el Cojo... Algún día me tienes que contar por que te llaman así cuando lo que te falta es una mano...- bromeó, pero sus ojos emitían un destello acerado que advertían de que en cualquier momento la conversación podía convertirse en una estocada en el pecho.

-Y dime, ¿qué hacéis por aquí?- inquirió.

Notas de juego

NOTA DEL DIRECTOR: ahora parece que ya estais todos juntos, solo los susurros declarados eligen o descriminan destinatario

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07/09/2016, 09:19
Posadero

Tras la pregunta del Sargento Leinad al Posadero este arqueó una ceja y contestó mientras desviaba su mirada incriminadora a los dos rufianes que se encontraban en la barra frente a él y con el que Black había empezado una conversación

No se, por aquí hay mucho marino, no los conozco a todos...

La presencia de los Casacas Negras turbaba tanto a parroquianos como a los trabajadores del lugar, miedo a lo desconocido y a las leyendas, pero con Gunter nadie quería problemas tampoco. Sin duda el posadero era aliado de la escoria del lugar y no abriría la boca para delatar a nadie en presencia de todos, pero su temor a los funcionarios de Londhs era mayor y compartido por todos.

Pero pregunte por aquí, seguro que no andan lejos.