Partida Rol por web

Pues en conducir tengo 20% si alguien tiene mejor que se ponga de piloto, si no, voy yo

Tras escuchar lo que nos dicen, veo como mis compañeros se apresuran a coger un arma antes de ocupar su sitio en el camión.

- Ya que tendréis ocupadas las manos con las armas, si queréis, puedo conducir yo - me ofrezco, intentando que no se me note la repulsa que siento por las armas.

Joshep se ofrece a conducir con tal de no tener que tocar ningún arma. Nicholas se instala junto al sacerdote en el asiento del copiloto mientras que Guissepe pasa a la parte de atrás y se sienta en la caja del camión junto a los barriles. Con un petardeo, el camión se pone en marcha y sale despacio por la entrada del puerto.

Conducís lentamente por el Distrito Portuario. Según el mapa, la cervecería se encuentra en el lado oeste de la ciudad, a las afueras del Distrito Jurídico. Para llegar allí hay que cruzar uno de los tres grandes puentes que atraviesan el río. Apenas hay tráfico en la zona del puerto así que llegáis hasta el puente sin contratiempos.

El sólido puente de acero y cemento tiene dos carriles en cada sentido divididos por una mediana de hormigón de medio metro de altura. A estas horas de la noche circulan muy pocos coches. Los problemas llegan cuando os acercáis al final del puente que delimita el Distrito Jurídico. Un coche de la policía se encuentra estacionado junto a la conexión del puente con las calles. Hay un agente de pie junto a la puerta del conductor que levanta el brazo dándoos el alto.

- Recuerda, no parar por nada... - sentenció cargando el fusil y ocultándolo lo mejor que podía en el cubículo.

Quizá sería mejor matarlo a que se iniciase una persecución, pero matar a un poli así de repente sin más... Podía resultar algo problemático... Que demonios, estaba viendo al sacerdote conducir y lo problemático sería enzarzarse en una persecución...

Bajó la ventanilla y asomó el cañón del fusil, disparando casi sin apuntar contra el policía.

Arranco el camión y conduzco con cuidado en dirección al Distrito Jurídico. El trayecto transcurre sin incidencias hasta nos disponemos a cruzar el punto de acceso al distrito. Allí, un policía nos hace señales para que nos detengamos.

Inconscientemente, aminoró la marcha al acercarme a donde se encuentra, pero en ese momento oigo la voz de Nicholas en mi oído. Recuerda, no parar por nada... dice al tiempo que abre fuego con su arma sobre el policía.

Sobresaltado, piso con fuerza el acelerador para alejarnos del lugar con la mayor rapidez...

Nicholas no se anda con complicaciones. Sabe que el policía lo puede echar todo por tierra así que sin dudar dispara su fusil dos veces contra el agente. El primer disparo derriba al policía mientras que el segundo hace estallar la ventanilla del conductor del coche. Sobresaltado, Joshep pisa el pedal del acelerador haciendo caer a Guissepe entre los barriles.

Mientras os alejáis, podéis ver como el policía se arrastra por el suelo, herido. Sin duda no tardará en avisar a central para que acudan refuerzos. Joshep gira el volante demasiado brusco enfilando una amplia calle y Guissepe vuelve a rodar por la parte trasera del camión. Delante de vosotros, los semáforos acaban de cambiar a rojo...

Viccini se encamina a la parte de atras del camión lleno de barriles, y encaminan hacia su destino.

Pasa el rato sin muchos contratiempos, de en vez en cuando mira, y vé pocos coches, cuando escucha la voz del hombre del sombrero que dice de no parar para nada, el camion se empieza a detener, y al momento escucha un tiro, el camion empieza a acelerar y cuando está dispuesto a mirar que cojones pasa cae ante los barriles, a duras penas, logra levantarse, y al momento, otro disparo que suena a cristales, y otro acelerón del camión, y nuevamente cae con estretipo contra los barriles-pero me podeis decir que coño pasa fuera?-Pregunta Viccini-Parezco un puto y jodido pato mareado

- Saltatelos, - dijo al sacerdote ignorando a Viccini por completo - el poli pedirá refuerzos de un momento a otro, tenemos que cambiar de calle... - murmuró más para si que para su compañero.

Joshep pisa el acelerador mientras murmura una silenciosa oración. El camión pasa a toda velocidad por los semáforos en rojo. No se escucha ningún chirrido de neumáticos ni ruidos de cristales rotos. Menos mal que apenas hay tráfico a estas horas. Joshep gira por una calle, luego por otra, antes de enfilar una avenida. A lo lejos se escuchan sirenas de policía. Disminuis un poco la velocidad mientras intentáis orientaros. 

Joshep parecía que sabía exactamente a dónde se dirigía. Conducía por las calles de Creekville como si hubiera nacido allí. Nicholas enseguida perdió la orientación, pero las sirenas de la policía dejaron de oírse. Conducían ahora cerca del llamado Parque Oak, el enorme pulmón de la ciudad*, el tráfico había aumentado y ayudaba a pasar desapercibido. Sin embargo Guissepe, situado en la parte de atrás, se percató que dos Fords alargados parecían seguirles desde hace unos minutos.

Uno de los coches se colocó detrás del camión y Guissepe pudo ver que dentro habían cuatro hombres con gabardinas y sombreros. El otro Ford adelantó al camión por la izquierda y se colocó bruscamente delante de él. Se acomodó a la marcha y pronto empezó a frenar para ralentizar el ritmo de vuestro camión.

- ¿Que hace ese estúpido? - preguntó sin busca de una respuesta - Adelantale y acelera. - dijo a su compañero conductor.

Tras ver la maniobra del ford intentando frenarnos no puedo evitar pensar en las persecuciones sufridas por los seguidores de Cristo en la antigua Roma.

En un acto intuitivo sin reflexión alguna, piso con fuerza el freno con la intención de que el coche de detrás se golpeé contra la parte de atrás del camión.

- Agarraos... - digo...