Partida Rol por web

El sheriff parece estar receptivo o algo similar, así que le sigo hasta la sala de interrogatorios. No me hace mucha gracia entrar en ella, me trae malos recuerdos de una juventud algo "alocada”. Me siento en una de las dos sillas. Apoyo las manos en la mesa, entrelazadas, en actitud relajada.

-Maynard, Kenneth si lo prefiere. Soy el dueño del Black Rose- me presento ante éste, aunque siendo un pueblo pequeño como el que es, no debería costarle identificarme.

-Mire, no tengo ni idea de qué ha pasado, pero usted y yo sabemos que no puede retener a un menor más de 24 horas sin presencia de un adulto o un tutor legal, no sin pruebas de que sea un peligro para los demás o para sí mismo. No conozco al chaval, pero no tiene pinta de ser un criminal- empiezo mi discursito. No sé muy bien porqué estoy haciendo lo que estoy haciendo, pero ver a Eileen suplicando como un cachorrillo no me gusta -Sólo me gustaría saber qué ha hecho y qué evidencias tienen, quizás así pueda cortar el flujo de gente que va a pasar por aquí a incordiarle, porque como bien sabe, esto es un pueblo pequeño y si hay algo que a la gente entretenga más que los cotilleos, es tener espectáculo gratis. Y no nos engañemos, Sheriff Wolf, tener a ese mocoso en una celda es una invitación a cualquiera para que traiga palomitas y se ponga a mirar- continuo con suma calma y voz amistosa. No quiero que se cabree conmigo por hacerle perder el tiempo tontamente. Pero quizás así Eileen tenga alguna oportunidad de llegar al interior de ese duro cráneo que tiene su amigo.

El muchacho alza una ceja al escuchar a Dylan. Su expresión por un momento cambia a incertidumbre, pero rápidamente mira a Dylan con seriedad- Bueno... me dijo que alguien me vio hacer eso, de que maté al señor Mayard y que habían llamado al sheriff y en el periódico se había publicado... Yo, no recuerdo nada de lo que pasó la noche anterior... es como si faltase ese pedazo de tiempo en mi memoria. 

El sheriff, después de tu discurso, se fija en ti un rato con los ojos entre cerrados, después suspira y se sienta en la silla de enfrene para darte las explicaciones -Mire señor Maynar... curioso ese apellido, muy curioso. Ese chaval está emancipado, es responsable de si mismo, de momento... no lleva encerrado aquí ni 24 horas. Y sé, sé que es una mala idea tenerle aquí, pero ambos sabemos que hay alguien por encima de mi y cumplo ordenes - coge un poco de aire antes de proseguir con su propio discurso - y esa persona no quiere que su bello y pacífico pueblo se vea manchado por un crimen de sangre. 

-Le entiendo perfectamente. Y estoy Totalmente de acuerdo con usted, Sheriff. Los asesinatos hacen huir a la clientela, soy el primer interesado en que esto no llegue más lejos. Déjeme ayudarle, ¿qué puede perder?- sonrío amistosamente, de ese modo que tan bien se me da, esa que hace que la gente confíe en su barman favorito y le cuente sus problemas y secretos, porque no hay nada mejor que desahogarse con un extraño. Y la presión ya me imagino de donde viene, de nuestra querida alcaldesa, esa mujer es peor que un tumor.

-¿Quien ha muerto? ¿Y por qué cree que ha sido el muchacho?

No puede evitar dibujar una pequeña sonrisa cuando haces referencia a la alcaldesa -Bueno ha muerto el señor Mayard...

Conocías al señor Mayard, el carpintero del pueblo. Era un cliente fiel del Black Rose, no faltaba ni un día. Era un señor de unos sesenta años, bonachón y de pelo cano. Te caía muy bien y siempre te contaba sus penas a altas horas de la noche, como por ejemplo que siempre había añorado tener un hijo. Por algún extraño motivo, sientes una punzada en el corazón y sin ser capaz de controlarlo una lágrima cae por tu mejilla.

... el arma blanca con el que fue asesinado pertenece al chico, además de que hubo un testigo que dice que presenció todo, pero aún se está investigando el tema ... ¿señor Maynard? ¿se encuentra bien?-  dice al ver la lágrima que se te ha escapado. Mira su reloj de pulsera y alza las cejas -me temo que ya es hora de que os marchéis. Se está haciendo tarde y el horario de visita va acabar.

Cada vez estaba más convencida de que le habían tendido una trampa. Alguien había matado al señor Mayard y había inculpado a este pobre chico. 

Está claro que alguien te quiere tender una trampa, por que razón querrías matar tú al señor Mayard?? hay alguna prueba, aparte del testigo, que demuestre que realmente tú lo mataste? Quizás le habían drogado y por eso no recordaba nada, o bien le habían pillado la noche anterior antes de llegar a casa o bien después de acostarse. Recuerdas al menos si llegaste la noche anterior a casa? Siempre me aseguraba de que Zac estuviera allí antes de cerrar la puerta e irme a la cama, pero por alguna razón no lo recordaba. Es extraño, pero por alguna razón, no recuerdo si llegaste a casa ayer noche. 

Suspiré, esto era de lo más extraño. sabes quién es el supuesto testigo que te vio? tenía muchas ganas de hablar con él o ella. 

Os mira a ambas unos segundos, sin decir nada- Desconozco quien es... - se volvió a incorporar hasta quedarse sentado- no conocía mucho al señor Mayard, la verdad y no, no recuerdo haber estado ayer en casa. Y otra prueba... - asiente varias veces con la cabeza- tengo un estoque... bueno tenía uno, para exhibiciones de  esgrima, no era el de práctica. Nunca lo saco de casa y está siempre guardado..

Aun así estaba segura de que no lo había hecho, era un trampa. Estoy segura de que no lo has hecho, Zac. Y con una buen abogado y una buena investigación podemos resolver esto. quería intentar que cambiase de idea sobre lo del abogado. dime....por que te has negado a tener uno??? le pregunté mientras le miraba con ternura y preocupación. Bajé la voz para que no nos escuchara el sheriff. y por que me has dicho que yo estaba en una situación peor? 

Suspira y mira a su compañera de piso algo cansado del día- hoy ha sido un día raro, la rutina se ha roto y ésta noche será peor, los monstruos salen de noche...

No dice nada más y su mirada pasa a la ventana. Una pequeña lluvia comienza a golpear los cristales de la comisaría, mientras que poco a poco la sala va oscureciendo por culpa de las nubes y del sol que comienza a ocultarse.

Cuando aún estas hablando con el Sheriff Wolf, recibes un mensaje de texto al móvil:

Hola, jefazo,

¿A que hora nos vemos hoy? Ya sabes que me gusta estar con antelación en el bar para prepararlo todo. Tengo nuevas canciones que dejará al público (y al personal) con la boca abierta (así se secará y pedirán más bebidas ;) jajaja). 

Nos vemos a la noche. Un beso ;) 

Delilah.

No soy persona de lágrima fácil, pero saber que el viejo carpintero ha muerto me hace sentir como si alguien hubiera asesinado a mi niño interior. Es raro.

-Estoy bien, no se preocupe Sheriff- respondo a éste cuando me pregunta por mi estado emocional -Conocía bastante al viejo Mayard, era cliente habitual de mi bar, era un buen hombre, solitario pero buena gente. Es realmente una tragedia lo que ha pasado -añado como explicación a mi reacción tan desafortunada e inconsciente -Pero tiene razón, ya no son horas de más visitas, agradezco su paciencia y atención Sheriff Wolf, siempre será bienvenido en el Black Rose- sonrío amistosamente de nuevo, tratando de mostrarle mi agradecimiento por contarme lo pasado y no echarnos a los perros directamente. Me levanto de mi silla cuando oigo la musiquilla inconfundible de mi móvil avisando de la entrada de un mensaje nuevo. Saco mi teléfono del bolsillo de mi chaqueta y reviso rápidamente la carpeta de mensajes.

-Disculpe. Del trabajo- vuelvo a sonreír mientras me pongo en marcha hacia la entrada de la sala de interrogatorios. Me giro hacia el sheriff.

-En serio, pásese cuando quiera, una ronda va a cuenta de la casa- me despido de éste, con voz sincera y amable. Mientras vuelvo a donde están Eileen y su troupe contesto al mensaje de Delilah.

"Del, estamos en comisaria, el local está cerrado ahora, pero en media hora iré a abrir. Deseando oir ese nuevo repertorio, Fitzgerald!:) Kenneth". Le doy a enviar y me acerco a donde estén los demás.

Levanta una mano a media altura y niega con la cabeza- no se preocupe y lo tendré en cuenta- sonríe.

El Sheriff sale de la habitación acompañado de Kenneth. Da un par de golpes a la puerta de la habitación donde están los demás -Por favor, tenéis que despedirse. La hora de visita se ha acabado - mira por una de las ventanas de la comisaría - y juraría que va a empezar a llover y fuerte además. 

Vuelve a su asiento con los brazos cruzados, esperando a que os marchéis.

La advertencia de Zac no me pasó desapercibida. Ahora estaba ciertamente preocupada por Eileen. 

- Espero que no te agobies mucho aquí dentro y que puedas salir pronto.- Le digo al chico antes de irme.- Yo tampoco creo que lo hayas hecho tú. 

Ya en la puerta, espero a que se acerque mi amiga. 

- ¿Quieres hablarlo o estás bien?- A veces no comprendía muy bien las emociones por lo general, así que mejor preguntar. - Me siento impotente en este caso, tenemos que planear algo para sacarlo de aquí.- Le susurro y salgo por la puerta para notar el frío agua cayendo, no sin antes echarle una mirada a Kenneth para poder detectar si había ido bien la charla con el sheriff. 

Estaba preocupada por Zac, decía cosas horribles, pero supongo que era normal, estaba pasando por una experiencia traumática. Le doy un abrazo como puedo entre los barrotes y un beso en la mejilla para despedirme. 

te sacaremos de aquí Zac y no te preocupes por los monstruos, tendrán su merecido por lo que te han hecho. Por que desde luego, tenía bien claro que el verdadero culpable de todo esto, tenía que ser un monstruo sin corazón ninguno. 

Hasta luego Sheriff, gracias por su paciencia. Me despido también de él.

Después, Kenneth, Dylan y yo salimos de la comisaría.  

Es cierto que todo este caso es muy raro, hay muchas lagunas. Le respondo a mi amiga. lo primero que me gustaría saber es quién es el testigo que supuestamente vio a Zac. 

Los miro a ambos. Muchas gracias por vuestra ayuda. Les agradezco. que tal ha ido la conversación con el sheriff?? Le pregunto intrigada a Kenneth. 

-Bueno, no ha ido mal, al menos creo que la próxima vez estará algo más receptivo con nosotros. Eso es bueno- respondo tras salir de la comisaria, acompañado con las dos jóvenes. Eileen parece muy abatida realmente.

-Me dijo que el viejo carpintero murió apuñalado y que el arma homicida pertenecía a tu amigo Zac. Y que hay un testigo. Si te sirve de consuelo, no creo que el sheriff crea realmente que es el asesino, sólo cumple órdenes de muy arriba- resumo mi conversación con el sheriff Wolf -Si quieres realmente ayudar a tu amigo, ni se te ocurra intentar una fuga a lo Alcatraz, necesita un buen abogado y un investigador aún mejor. No me dijo quién era el testigo. Hay modos legales y otros no tan legales de averiguar quién es el alma cándida delatora...- dejo caer sin más. A veces mi pasado oscuro me alcanza y en situaciones como esta, es imposible evitar que me asalten ideas como la de entrar en la oficina del sheriff a echarle una miradita al expediente...

-Pero por hoy me temo que no hay mucho más que hacer. Tengo que ir a abrir el Black Rose, Delilah está al caer con su exceso de energía y entusiasmo. Yo de ti me pondría en contacto con el bufete de abogados del pueblo, ¿porque no hablas con Dominique Laveau? Si es tan buena abogada como faroleando al póker, barrerá el juzgado con el culo del testigo…- sonrío levemente, intentando animar el ambiente sobrecargado de aflicción.

De camino a la comisaría te pilla una ligera lluvia y te encuentras con que está anocheciendo. La puerta de la comisaría esta cerrada desde dentro, pero a través de la ventana puedes ver que hay luz. Llamas a la puerta y tras unos minutos el sheriff Wolf te abre sorprendido. Al ver que te estás calando te hace pasar.

-Te vas a resfriar mujer, ¿qué necesitas? - te dice con una voz tranquila y amable.

Puedo pasar... Necesito hablar con usted....Creo que estoy en peligro de vida a muerte... alguien me ha intentado envenenar ... Y con esta lluvia... voy a coger un resfriado .... dije con una sonrisa mirándoles a los ojos...

Cuando entre... Le enseñe la nota... Y le explique como me la encontré.

Estaba en clase con mis alumnos apunto de empezar, cuando me encontré una cesta llena de manzanas... Con una en el centro podrida junto con esta nota "La fruta del pecado y la traición, perfecta para alguien como tú"
Creo que estoy en peligro...Alguien de la escuela o del pueblo.... Sabe que yo dejo manzanas Roja todas las mañanas a mis alumnos....Tiene que ser alguien que me conozca muy bien porque a la hora que voy es muy temprano y apena hay nadie para que me pueda ver.... También le quiero comentar...Que habido algunos Alumnos que han desaparecido a igual que profesores... Y no se si lo de la nota tendrá algo que ver....

Mariam estaba nerviosa, creía realmente que estaba en peligro...Que alguien iba detrás suya para matarla... y todo los suceso que estaba pasando lógicamente no era para nada normal....

Alza las cejas sorprendido y echa la cabeza hacia atrás cuando dices "peligro de muerte". Una vez que estás dentro cierra la puerta echando el cerrojo. Con gesto serio mira la nota y después te mira a ti -Dígame ¿ha tenido algún encontronazo con alguien recientemente? ¿alguna ex colérico?, por favor haz memoria, iré a por un café para que entres en calor.

Abre una puerta que hay al fondo de la recepción, donde puedes ver tres calabozo y en uno de ellos a tu alumno Zacharias, que está sentado apoyado contra la pared. El sheriff vuelve con una taza de café y te la entrega - sé que no es el mejor café del mundo, pero al menos le hará entrar en calor. Sí, sé que hay varias personas desaparecidas - sonríe un poco- soy el sheriff de este pueblecito,  todo lo malo que pasa me entero de ello. Bien, ¿has pensado en quiénes podrían ser? - ves como abre un cajón y saca de él un bolígrafo y una libreta para anotar lo que le digas. 

Asiento a todo lo que me dice, Zac nos había contado la misma historia y no tenía pensando darme a la fuga, entre otras cosas, porque estaba convencida de que Zac era inocente y quería limpiar su nombre. Le miro curiosa cuando me dice que hay modos no tan legales de averiguar quién había sido el delator. 

En que estás pensando?  No me gustaba hacer cosas ilegales, pero realmente necesitaba saber quién había sido, ya que estaba segura de que esa misma persona era el verdadero culpable o al menos, trabajaba para ella. Creo que esa persona nos puede dar una pista sobre quién ha sido el verdadero culpable. Le explico.

Miré el reloj, era muy tarde y teníamos que abrir el bar, por mi culpa habíamos perdido mucho tiempo. Si...vayamos al Black Rose. Ahora tenía que concentrarme y ponerme a trabajar. Luego me das el número de teléfono de Dominique para que la llame. Porque aunque Zac me había dicho que no quería abogado, no estaba dispuesta a darme por vencido tan rápidamente. 

Mientras asentía a todo lo que decían y permanecía callada decidí que no era el momento para contarle a Elieen nada. Lo que tenía que decirle era una minucia tonta y fantasiosa en comparación de lo que había sucedido. 

- Bueno, espero que encontréis una solución pronto.- Digo poniéndome una chaqueta fina y blanca que llevaba atada a la cintura.- No pierdas el tiempo y llama ya al abogado. Si me necesitas llámame. Ahora voy a casa de Erick, que algo me dice que él tiene los recursos necesarios para saber cómo sacar a Zac de ahí. No te preocupes, es de confianza.- Dicho esto, me abrocho la chaqueta y voy con la esperanza de encontrar a Erick.