Partida Rol por web

Una pequeña sonrisa sigue dibujada en su cara- ¿No habrás llorado por un tonto como yo, verdad?- coloca una de sus manos sobre la cabeza de la pelirroja -no lo sé Antye, no recuerdo nada de lo que ocurrió anoche... desperté en el bosque ésta mañana y estaba acusado de asesinato. Una persona dijo que me vio y han encontrado mi florete junto al cadáver... no sé como llegó hasta allí, no es el que uso de entrenamiento-pega su cuerpo a los barrotes- pero no quiero que te preocupes por mi- con una mano acarició la mejilla de su amiga.

No te fíes de nadie estos días, nadie es de fiar, créeme. Y esta noche... por favor quédate en casa, no llegues después de anochecer.

Suspira un poco cansado, dejando que sus hombros se relajen, mientras sigue acariciando el rostro de Antye. Con la otra mano hace que la cabeza de la chica se tope con los barrotes y sonríe de nuevo al ver la nariz roja de la muchacha. Le da un beso en la frente y luego posa su propia frente en la de ella.

-Sé que ahora mismo debes pensar que estoy loco, que se me ha ido la cabeza... Pero solo quiero protegerte.

Llegáis a la comisaría,, a una sala bastante pequeña con un recibidor cutre donde os encontráis al sheriff acompañado de una montaña de documentos. No parece que se haya percatado de vuestra presencia y sigue rellenando papeles y realizando llamadas. Mientras que en una de las sillas de espera se encuentra Lawrence, algo aburrido. Entre ambos hay un incómodo silencio, que parecen dispuestos a no romperlo.

Al sentir la mano de Zack en su cabeza su tensión disminuye un poco y deja escapar un suspiro. Ahí está él, no es un sueño, sigue sonriendo con su gesto característico y ahora debe ayudar en lo que pueda.

-Eres mi amigo, Zack, te qui... te estimo mucho y haré lo que esté en mis manos para ayudarte. Seguramente es un mal entendido. El testigo debe hacer una ronda de reconocimiento y tomar las huellas del supuesto arma homicida, pruebas de ADN... lo que haga falta.

Antye sostiene los barrotes con fuerza y deja que los segundos pasen para sentir la muestra de cariño del chico. Le tiene una gran estima y no dejaría que la injusticia fuese la ganadora.

-Por un abogado no te preocupes, de eso me encargo. Que sirva de algo el dinero que me mandan mis padres. Trata de recordar lo que puedas y mantente firme.

Una pequeña lágrima roda por su mejilla y se la limpia con su hombro. Después, dejándose llevar por un pequeño impulso le besa la suya rápido. Eso alivia más la tensión que quería invadirle. Ahora no podía ella dejarse llevar por su defecto y encerrarse en sí misma. Zack la necesita.

-Me cuidaré por mi misma, he vivido sola bastante tiempo... Y ahora deja que yo te proteja, ¿sí? .... Es verdad, traigo mi merienda en la mochila. ¿Gustas? Es un emparedado de pavo.

Niega con la cabeza -no tengo hambre...- la pequeña sonrisa que tenía, desaparece en cuestión de segundos. Ahora te mira serio, más de lo que recuerdas alguna vez en él -esto no se trata ahora de que seas una chica independiente, están pasando cosas malas en el pueblo, quieren que muera gente buena. Por eso te pido que no te fíes de nadie. Si alguna vez te sientes sola o en peligro... ve al puerto y pregunta por Killian. 

Suspira de nuevo y niega con la cabeza de nuevo- y gracias... no necesito un abogado, he rechazado tener uno. Si estoy aquí es porque alguien quiere que esté aquí... lo van a manipular todo para conseguirlo. 

Guarda durante unos segundos silencio y continua hablando - seguramente la abogada quiera hablar contigo, no le digas nada de esto... te lo cuento a ti, porque eres especial para mi y como ya he dicho: quiero protegerte. 

No sé como, pero acabo tanto con Dylan como con Kenneth en la comisaría. Me siento un poco mal arrastrando a tanta gente hasta allí conmigo. Le hubiera dicho que no a Dylan, pero antes de darme cuenta ya estábamos aquí los tres. 

Saludo al pastor con la cabeza y me acerco al Sheriff un poco temerosa sin saber muy bien qué decirle. 

Buenos días le saludo. He escuchado que  Zacharías Bell estaba detenido por asesinato. Soy su compañera de piso y casi como su hermana mayor, ya que vivo y cuido de él, y me gustaría verle. 

Alza la vista y mira a Eileen. Resopla cansado -No debería dejarte pasar, pero ya que he dejado a la muchacha amiga del chaval y el reverendo... adelante, vas después del reverendo.

Cansado sigue con su trabajo. De vez en cuando miraba a Eileen de manera furtiva.

Ese cambio en la mirada de Zack la turba demasiado. Ella había creído que podría hacer algo por él, ser fuerte para sobreponerse a la situación y que el joven estaría bien. Sin embargo, Antye siente cómo la tensión regresa a ella y un pensamiento invade toda su psique: "estorbas".

Y así, el semblante nervioso y y tímido de la chica es sustituido por uno oscuro y evasivo. En definitiva Zack estaría mejor sin ella, podría salir adelante solo y la pelirroja sólo había ocasionado problemas. A pesar de que él le decía que es importante, la chiquilla no escucha... sólo oye murmullos condescendientes. Se abraza a sí misma y una media sonrisa se dibuja en su rostro.

-Muy bien... vendré a visitarte luego si quieres. Espero que las cosas mejoren y cualquier cosa puedes llamarme, si es que necesitas algo. Adiós, Zack.

Antye se aleja de la celda sin mirarle, creyendo que hace lo mejor.

La actitud de Antye le pilla por sorpresa haciendo que alzará ambas cejas -espera ¿ya te vas? ¿así?... - resopla cansado- bueno... - frunce un poco el ceño - ten cuidado.

De la sala donde está el retenido sale Antye. La chica puede ver ahora que la abogada no está pero si están ahora Eileen, Kenneth, Dylan y Lawrence. Aparte de un sheriff cada vez menos paciente con la situación. 

Antye sale con la cabeza baja y con un semblante serio. No es deprimente ni tétrico, sino evasivo y tenso. La pelirroja alza la mirada sin levantar la cabeza para después ver el suelo. Se acerca al Sheriff y dando la espalda al resto, su voz suena como en un susurro triste.

-Buen día...-el saludo es para todos-. Disculpe, señor Wolf, ¿podría darme mis cosas, por favor?

La petición es llevada a cabo con su vista baja, sin atreverse a dedicarle su mirar al encargado de la estación y de la seguridad del pueblo.

Sorprendido le da las cosas a la chica, el cambio de su expresión al entrar y ahora al salir le dejaba claro que no había salido bien las cosas. Le entrega las cosas sin decir nada y mira a Lawrence - reverendo, le toca y no más de 5 minutos. Le avisaré si se pasa para que salga. 

Mira a Eileen- después solo tu y se acabó por hoy... parece esto un salón de belleza... - resopla mientras niega con la cabeza y continua con su trabajo.

-Gracias...

Antye se coloca la mochila y su libro en mano para retirarse. Cabizbaja mira a Eileen y al reverendo y deja escapar un suspiro.

-Espero que a ustedes les vaya mejor.

Es obvio a quién iban a visitar, es el único que está detenido y lo conocen bastante. De verdad desea que con alguno de ellos el chico se abra más y le ayuden mejor de lo que ella pudo. Antes de salir, se limita a mirar al reverendo de manera apremiante y necesitada. No obstante, la joven frunce su boca y se retira.

-Permiso.

Pobre chica, seguramente se sienta más sola ahora que su amigo está en estas circunstancias. Niego para mí mismo y le dedico una sonrisa cálida a Antye. - No te preocupes, recuerda que no estamos solo en esto. - Hago una pausa, para darle fuerza. - Dios es nuestro guía y Él nos ayudará. - Digo mientras me levanto y miro a la chica.

Una vez se ha ido, hago una leve inclinación de cabeza hacia el sheriff y camino hacia la puerta, dispuesto a reconducir al camino del Señor al alma de este perdido niño.

Cuando accedes a la otra habitación ves otra oficina, la principal del Sheriff. A la izquierda hay una encimera con una cafetera encendida y un microondas. En el centro un escritorio más grande y bonito que el de la sala anterior. Con un ordenador, muchas carpetas de expedientes y un flexo. Detrás del escritorio, en la pared, hay un mapa completo del pueblo y sus alrededores. 

En el fondo de la habitación hay tres celdas, dos so grandes y con luz. Estaban vacías. La tercera, donde está el chico, era más pequeña y estrecha. La luz apenas llega a esa celda. El muchacho está de pie, con las manos aferrando los barrotes. Viste con una camisa de color azul (arrugada) y unos pantalones negros. A una pequeña distancia de él ves sus zapatos, una corbata y un chaleco, todo tirado de cualquier manera en el suelo. 

-Quiero estar solo, no quiero más visitas, por favor márchese -  por su tono de voz y la expresión de su cara puedes darte cuenta de que está muy enfadado. 

Camino con pasos lentos, tranquilos, hacia donde se encuentra ese pobre chico y me quedo delante de él. Me siento en el suelo y lo miro con ojos piadosos. - No tenemos mucho tiempo, pequeño, así que me sentaré aquí y escucharé aquello que quieras compartir conmigo y con Dios.

Antye era la mejor amiga de Zac, sale de verle bastante deprimida y me acerco a ella.

Antye, soy Eileen, la compañera de piso de Zac. Le recuerdo. Luego le pongo la mano en el hombro. Como estás? No te preocupes, le sacaremos de aquí, él es inocente y no ha hecho nada. Trato de animarla. 

Se sentó en el suelo y cruzó los brazos - le he dicho que se marche y si no tiempo, lo siento por usted, no quiero hablar con nadie ¿de acuerdo?

Su expresión no cambió en absoluto, seguía enfadado y te desafiaba con la mirada. Era como ver a un animal que no quiere estar en la jaula, amenazando con gruñidos.