Partida Rol por web

Antye pasa de mí, sale de la comisaría cabizbaja y eso hace que me preocupe mucho más por la situación. 

La espera se me está haciendo interminable y camino por el pasillo impaciente y muy nerviosa; por mi cabeza pasan miles de ideas y situaciones por la que Zac, de manera errónea, es acusado de asesinato. 

y que narices querrá ese reverendo de Zac? Era más un pensamiento en alto que una pregunta a alguien en concreto. Pero me recordaba a la visita de los curas a los enfermos terminales para darles la oportunidad de confesarse y así fuera su alma al cierlo. Acaso había pensado que Zac era un enfermo terminal??? o pensaba que era culpable y quería intentar guiar su alma por el buen camino??? Perder el tiempo y ponerle más nervioso, eso es lo que estaba haciendo. 

Resoplé nerviosa y miré el reloj. 

Tarda mucho

Miro con piedad al joven Bell y le dedico una sonrisa tranquilizadora. - Puedo marcharme ya, pero también puedes aprovechar esta oportunidad para conseguir que un buen amigo esté contigo en todo esto, Zacharias. Toma nuestra mano y consigue serenarte. Dios nunca te dejará solo.

Coge una de las zapatillas que tiene en el suelo. Con la mirada furiosa puesta en ti, tira la zapatilla hacia la puerta, produciendo un fuerte golpe en la puerta. No sabes muy si ha fallado o lo ha hecho a posta.

-Tú y Dios ya sabéis donde está la puerta, ahora déjeme en paz- se lleva ambas manos a la cara, mientras se echa hacia atrás hasta quedar tumbado en el suelo. Escuchabas su respiración, estaba usando una técnica de relajación mediante ella. 

Asiento y y lo miro con cierta tristeza. - Puedes acudir a mí en cualquier momento, Zacharias. Siempre estaremos para ti.

Me giro y salgo de la habitación.

Michael sigue con su papeleo, solo alza la cabeza cuando oye a Eileen -Bueno, él cree que va ayudar al chico si confiesa o a saber que, espero que no le toque mucho las narices, los adolescentes...

No termina su frase cuando escucháis un fuerte golpe, algo ha topado con la puerta por donde fue Lawrence. El sheriff se pone en pie de un salto y abre la puerta de golpe, dejando ver a todos los presentes la sala donde está el retenido. Lawrence se encamina hacia la salida, mientras que el chico, en su celda, está tumbado en el suelo con las manos cubriendo su rostro. Extrañado el sheriff mira al suelo y ve que el objeto que golpeó la puerta era un zapato del detenido.

-Pero.. ¿qué le has dicho? - miraba al reverendo con el ceño fruncido. 

Niego con la cabeza mirando hacia abajo. - Su pobre alma está demasiado perturbada. - Levanto la cabeza y miro a los presentes. - Deberían dejarlo solo y volver esta tarde. Ahora solo conseguirán perturbarlo más. - Sigo caminando y, una vez estoy en el marco de la puerta. - Si necesitan algo, vengan a la iglesia, Dios les dará reposo.

Salgo y me encamino hacia la Iglesia, dando un rodeo por el bosque.

Pertenezco callada mientras escucho como hablan entre ellos. En realidad, no sé muy bien que pinto aquí pero Zac no parecía un mal chico. Intento analizar la situación... ¿Por qué estaba el reverendo? No pintaba mucho. Algo extraño había pasado, por lo cual la inocencia de Zac me pareció mucho más obvia. 

Salgo a correr hacía la celda de Zac con unas ganas tremendas de abrazarle. Si pretendían echarme de allí y esperar a que fuera en otro momento la llevaban clara. 

Váyase a molestar a otro lado!!! es que no tiene nada mejor que hacer que venir a molestar a muchachos adolescentes? Le digo al pastor enfadada. Estaba claro que había dicho algo que había molestado mucho a Zac. 

Zac!! exclamo cuando llego a su celda. Zac, cariño. como estás?? meto mis brazos entre los barrotes para intentar alcanzarle. Consigo llegar a uno de sus brazo y lo agarro con cuidado y con cariño. Zac, no te preocupes, te sacaré de aquí. 

Tenía mucha ganas de preguntarle que había pasado, pero sabía que esa misma pregunta ya la había respondido muchas veces y que estaba hasta las narices de que se la hicieran.

Zac, no sé que ha pasado pero no me importa, estoy aquí contigo y te voy a sacar de aquí. Me temo que por desgracia tendrás que tener un poco de paciencia. Pero tú tranquilo, vale? saldremos de esta sea como sea. Intento sonreirle para que me vea tranquila y así darle fuerza a mis palabras. Hemos estado en situaciones peores y aún así hemos conseguido salir de ellas, no es cierto? Me refería al momento en el que murió su madre, fue muy duro y muy triste para ambos, apenas teníamos fuerzas para continuar, pero al final conseguimos sacarla. 

Alza la cabeza al escuchar la voz de su compañera de piso y sonríe un poco al verla. Pasa la mirada a la puerta, donde ve a los otros dos visitantes y al sheriff asomado -cuanta intimidad - dice con sarcasmo.

Se incorpora hasta quedarse sentado, el muchacho está muy pálido, con unas enormes ojeras y con los ojos algos rojos. Mira a Eileen con ojos tristes - ¿saldremos de ésta? -  niega con la cabeza y suspira - es una situación muy distinta, de hecho todo en este pueblo hoy es distinto ¿no lo has notado?

Le acerco hasta mí para darle un abrazo. 

Tienes razón, todo esto es muy raro. Pero, te doy mi palabra de que saldremos de esta. 

Le doy un beso en la mejilla. Ten paciencia y confía en mi, vale? voy hacer todo lo posible para conseguir un buen abogado y sacarte de esta situación. No sabía si ya tenía uno, pero ya me informaría de ello más tarde, no quería agobiarle con preguntas que llevaba toda la mañana respondiendo, tenía ganas de hacerlo, pero entendía que no era el momento. Lo importante era transmitirle que estaba allí con él, que no estaba solo, que le quería mucho y que haría todo lo posible para que saliera de allí. 

Se volvió a tumbar en el suelo, mientras se ponía la palma de una mano en la frente y soltaba otro suspiro. Relaja todo su cuerpo en el frío suelo -Eileen, me he negado a pedir un abogado- desde esa posición vuelve a mirar a la muchacha.

El sheriff le hace una señal a Eileen para que salga -vamos señorita, hay que dejarle descansar.

Se volvió a tumbar en el suelo, mientras se ponía la palma de una mano en la frente y soltaba otro suspiro. Relaja todo su cuerpo en el frío suelo -Eileen, me he negado a pedir un abogado- desde esa posición vuelve a mirar a la muchacha. Con una voz seca - pero eres tu quien está en una situación peor... - le oyes susurrarte. Cierra los ojos y comienza a respirar profundamente, como intentando relajarse.

El sheriff le hace una señal a Eileen para que salga -vamos señorita, hay que dejarle descansar.

- Sé que yo no pinto mucho, Zac... Pero haré lo que este en mi mano para sacarte de aquí.- Le digo al muchacho, alzando la voz para que me escuchase desde donde yo estaba. Si algo no aguantaba era la injusticia, y esto lo veía injusto. Creía en la inocencia de Zac ciegamente. 

Ése hecho no quitaba que me sintiera torpe y que estorbaba. 

- Eileen...- Le digo a mi amiga dándole un abrazo (Cosa rara en mi).- Aquí estoy para lo que necesites, cualquier cosa. No te voy a dejar sola frente esta situación. Voy a informarme sobre asuntos legales, a ver hasta que punto es legal tener a un menor en prisión. - Le susurro esto último para no ser escuchada por nadie más. - Aunque antes debo saber que ha pasado. 

Al llegar a la comisaria espero y observo los acontecimientos que se desarrollan. En silencio y calmado, apoyado contra la pared, de brazos cruzados miro a todos y cada uno de los actores protagonistas del drama. Nada parece tener mucho sentido. No participo en el tema dado que sólo estoy como apoyo de Eileen, apenas conozco a su compañero Zac (normal por otro lado).  Lo del pastor es lo más demencial de todo, ni que estuviera en el corredor de la muerte, solo está detenido, no sentenciado. Al final, bufando por lo bajo, algo exasperado con el tema, me acerco al sheriff.

-Sheriff, entiendo que estará hasta los mismísimos cojones de todo este asunto, pero podríamos hablar un momento en privado?- le pido con una sonrisa tranquila, de esas que te hacen confiar en ella.

Wolf alza una ceja al ver a Kenneth, al estar tan callado había olvidado por completo que estaba ahí -sí, claro - se acerca a una puerta situada a la derecha de la recepción y la abre. Dentro de la sala hay una mesa y un par de sillas, se podía deducir con facilidad que era la sala de interrogatorios.

Te deja pasar y cierra la puerta detrás de él, te hace una seña por si quieres sentarte -bueno, dígame, de que se trata ¿señor...?

Me quedo de piedra cuando escucho decir a Zac que no quiere abogado y lo último que me susurra. 

Zac, no te entiendo. tenía que ser un poco más claro si quería que entendiese la situación. 

Ahora ya sabía por que Antye, su amiga, se había ido enfadada, seguramente era por esto, porque no quería ningún abogado. Me entristecía un poco escucharle decir eso, es que acaso se había rendido??? esperaba que tuviera otro plan y que fuera por eso que no quería al abogado. 

Se acerca Dylan y nos muestra su apoyo. Le sonrío sinceramente. Muchas gracias, Dylan. Miro a Kenneth y le sonrío también agradecida.

Luego vuelvo a posar mi mirada en Zac. Zac, sé que tienes que estar cansado de dar explicaciones y entiendo que es lo último que te apetece. Pero para poder ayudarte mejor, sería de gran ayuda que nos explicases lo sucedido. 

Resopla cansado sin cambiar de posición, recita como un autómata - no recuerdo que pasó, me desperté en el bosque y alguien que iba totalmente cubierto me advirtió de lo que pasó y decidí entregarme.

Pasa una de sus manos por el pelo despeinándose aún más. Fija la mirada en el techo, sin decir nada más.

No puedo evitar pensar en el sueño que tuve anoche ante las palabras de Zac. Sin embargo, no sabía que relación podía tener. 

- ¿Y de que te advirtió? ¿Qué se supone que pasó?- Le pregunto al chico, acercándome a él introvertidamente.