Partida Rol por web

Me quedé mirando a aquél animal, como habíamos llegado a ser lo mismo? quién nos condenó? pregunté asustada. cual es tu nombre? 

Si vamos a tener que convivir las dos aquí, creo que deberíamos establecer unas normas, entiendo que tu naturaleza sea comer todo lo que se te cruce, pero creo que deberías tener en cuenta los sentimientos de la "otra inquilina". No es mejor llevarse bien? no puedes comerte una liebre o algo así? tienes que comerte a mis amigos? 

- Muy bien.- Puedo decir con los ojos muy abiertos, agarrando a Erick y tirando de él. - Vamos a la casa del árbol, antes he estado allí. ¡Por aquí!- Digo en general y arranco a correr. 

Por un segundo, Mulan parece dubitativa. Ni el hombre lobo ni el fuego parecen asustarla, sino que solo eran incluidos rápidamente a una lista de elementos a considerar. Mushu... - pronunció, mientras repasaba las posibilidades y elegía una rápidamente, viendo a la chica irse con el niño, Elsa y Chip. Ellos la necesitaban más que su guardián - No te demores. 

Tan velozmente como le permitía la armadura, corrió tras ellos. 

Corréis lo más rápido que os permiten vuestras piernas y al cabo de varios minutos, vislumbráis un gran árbol muerto y que parece estar hueco por dentro. Algo de luz se podía ver en una especie de "ventanas" que habían improvisada en los huecos del árbol. Un niño de unos 11 años, con ropas que recuerdan a un animal os irrumpe el paso con una especie de lanza muy tribal, pero a veros con Michael levanta la lanza y mira sorprendido al niño -¡Michael! ¿Estás vivo? ¡Creíamos que te habían cogido los piratas.

Michael se acercó al trote hacia el crío - son mis amigos, no les hagas nada ¡Voy hablar con John! - y sin decir nada más se perdió dentro el árbol. 

La vista de aquel curioso árbol edificio anuncia la llegada al lugar misterioso al que suponía los guiaban, pero su carrera se ve frenada en seco a la aparición del pequeño niño guerrero animal de instinto asesino y divertida apariencia, al cual le dedica una extraña mirada. O el enano se corría o lo sacaba de la oreja de allí. Pero antes de que ocurriera cualquiera de las dos cosas, el niño pareció reconocer a la otra criatura que llevaban con ellos. Ya había muchos infantes para su corta paciencia. 

Ustedes quédense aquí, yo volveré apenas pueda. Voy por Jake. - dijo antes de salir corriendo sin esperar respuesta. Ya sabía llegar, podría regresar sin problemas. Mushu, por otra parte...

- ¿Qué tal está Alice, la mujer que dejé aquí?- Digo asomándome para verla y despidiéndome con la mano de Raphaelle, dejando la alegría del reencuentro de los niños a un lado. 

Fue tu madre quien nos hizo esto... - las palabras iban cargadas de odio y podías notarlo - y no tengo nombre... 

Cuando hiciste la propuesta de "convivencia", escuchaste de nuevo esa risa cruel -¿crees que estás en posesión de ofrecerme un trato? Ahora tu eres quien está atrapada y yo tengo el control...

El lobo se relame y te mira con sus ojos amarillos, llenos de odio - y ciertamente, uno de ellos está delicioso... su sangre caliente...

Y entonces dejó de hablar.

Comienzas a corre, dirección a donde se encuentra Mushu. No te quedará mucho para llegar y entonces algo choca contra ti, haciendo que trastabilles y caigas al suelo mojado. Lo que sea que ha chocado contigo, también ha caído al suelo. Cuando miras de quien o que se trata, ves una niña que te resulta familiar. 

Se trata de Sally. La hija de Sebastian se incorpora hasta quedarse sentada y se frota las rodillas despellejadas por la reciente caída. No parece haberse dado cuenta de tu presencia, ya que le presta más atención a sus rasguños. 

El niño os mira a los dos, con los labios algo fruncidos. -Si, está "bien"... y la otra mujer ha despertado. - baja el arma y os hace una señal para que le sigáis.

Erick y Elsa te miran confusos - ¿es que hay alguien más del pueblo? -  siguen al chaval hasta dentro del árbol. Erick no puede evitar mirar todo con ojos curiosos.

Os indica un lado donde están las dos mujeres, ya debajo del árbol en un subterráneo. Samantha, la chica que estaba antes dormida, tiene cubierto el rostro con ambas manos, mientras Alice le mira preocupada. 

¡Pero qué…! – grita mientras se tropieza y cae al suelo mojado, empapando las ropas que no estaban protegidas por su armadura. El único consuelo que le queda es que, lo que sea que la había botado, se había caído también y solo bastaba pararse rápido para agarrar ventaja. Así, tal cual como pensó, hizo, y al mirar quién era se encontró con una niña cuya existencia había olvidado entre tanto ajetreo… Sally.

Con premura se acerca a ella y se acuclilla al frente, interrumpiendo el ritual de autocompasión y sanación inútiles de la niña con un apretado abrazo.

¡Sally! – exclama con el pecho a punto de explotar. Quizás no la había recordado por el estrés del momento, pero ni la amaba menos ni la sentía menos suya ahora que Sebastian se había ido - ¿Estás bien? – se aleja, tomándola de los hombros y mirándola con preocupación – Me alegra tanto verte, enana maquiavélica. – sonríe, sinceramente y con profundo cariño. 

Mi madre??? no podía creer lo que estaba escuchando, no recordaba a mi madre pero no entendía como una madre le podía hacer esto a su propia hija. 

No aceptó mi propuesta, pero lo peor fue cuando dijo lo de la sangre caliente, se estaba comiendo a alguien????

Para!!! para de una vez maldito monstruo!! le grité llorando. Déjalos en paz!!! 

No sabía que hacer, pero tenía que hacer algo, tenía que detener a esta bestia fuera como fuera.

Cuando tú termines de comer, el control lo tendré yo, y como crees que me sentiré cuando vea que has matado a uno de mis amigos? crees que querré continuar con vida? de verdad piensas que querré continuar viviendo de esta manera? dime una cosa, que pasa si yo me suicido, tú continuarás con vida??? era una amenaza, mi voz era seria, estaba dispuesta a suicidarme si era necesario, no quería continuar de esta manera, no quería tener miedo de hacerle daño a la gente, definitivamente, o desaparecía él o desaparecíamos los dos.

- Sí, exacto.- Digo invitándoles a entrar y echando un último vistazo para ver si veía a Raphaelle o ya se había alejado lo bastante. 

- Hola de nuevo ¿Cómo te encuentras?- Le digo a mi tía, la cual no recordaba nada de mi. - Buenas, te tengo vista del pueblo, me llamo Dylan.- Me presento a la otra chica, bajita y pelirroja. 

La niña alza la cabeza y abre mucho los ojos al verte. De manera instantánea se engancha a tu cuello, abrazándote con fuerza mientras solloza. Intenta hablar y le sale un pequeño hipo por hablar mientras llora - ¿d-dónde estabas? ten-tengo miedo ¿dónde es-está papá?

La niña te mira con los ojos llenos de lágrimas y la cara roja. Está algo despeinada, sucia por el barro y con un vestido bastante rudimentario. 

La mujer mayor te ve llegar y esboza una "sonrisa" y asiente. Samantha te mira y ladea la cabeza, después mira a Erick y abre mucho los ojos -¡Chip! ¿dónde diablos estamos

Erick suspira un poco y responde calmado- parece que estamos en Nunca Jamás... que hemos vuelto... pero a otro lugar que no es el nuestro...

La pelirroja se queda blanca de golpe- ¡estaba con Sally!, ¡¿dónde estará?! - parece estar apunto de entrar en un ataque de nervios, poniéndose de pie y dirigiéndose a la salida mientras se muerde las uñas de las manos.

Volvió a reír con crueldad - chica tonta ¿quién te dice que una vez que coma tendrás tu el control? - seguía dando vuelvas a tu alrededor, acechándote con su cruel sonrisa. Sus amarillos ojos se entrecerraron y se detuvo en frende de ti - adelante... suicidate... ¿crees que eso me va a detener? si mueres yo seré libre igualmente, humana tonta.

No tenía intenciones de suicidarme, sólo quería detenerle, pero no parecía importarle mi muerte; aunque si de verdad tuviera él el control completamente y no me necesitara viva, por que no acabar conmigo? 

Me sentía inútil sin nada que poder hacer. Pero no podía quedarme parada cuando mis amigos estaban muriendo, tenía que pensar en algo. 

Si no me necesitas para nada, por que no acabas conmigo aquí y ahora? era algo temerario por mi parte decir algo así, pero no podía soportarlo más, sería él o yo.