Partida Rol por web

Erick sonríe a Antye - yo soy Erick Johnson, un placer Antye

Zacharias se rasca la nuca -¿qué os parece si hablamos mientras vamos al puerto? - mira a ambas chicas -Eileen debe estar harta de esperar y tendrá frío- comienza a dirigirse hacia la puerta principal -¿vamos?

Erick os mira y se encoge de hombros - yo me quedaré aquí, por si viene James y necesita algo. Tened cuidado. 

Hacia como que no sabia nada y no me iba a engañar.... Usted mando hace un par de días una cesta de Manzanas al colegio?No se, los otros días mandaron algunas...Estaba muy ricas y parece ser que podría ser de su manzanero....

¿Cómo que no eres de un libro? ¡Si por eso se quién es el sombrerero! Aunque no se si tu libro y mi libro son el mismo libro, o si intercambiamos libros, o si los libros tienen libros propios. - contesta divertida, siguiéndole el juego con una risita. ¿Adónde ir ahora?

Eileen no contesta y tampoco aparece por el trabajo, ni siquiera puedo dejar el negocio para ir a ver si está en su apartamento.

"Bueno, si comunica es buena señal, ¿no? Quiere decir que está viva al menos..." pienso para mis adentros. Cuando acaba la hora punta de más clientes, me preparo para cerrar el local un rato para acercarme al apartamento de Eileen y asegurarme de que está bien. Al ponerme la chaqueta oigo ese latido perturbador y ensordecedor en mis oídos. Me deja paralizado por unos segundos hasta que los recuerdos empiezan a fluir por mi mente: el bosque, Minerva, Hook y aquella extraña conversación con Rumpelstiltskin... Todo parece tan real ahora. Y como desapareció de repente todo, por arte de magia. Me quedo confuso y sin aliento ante el bombardeo de la verdad, el doctor estaba en lo cierto. Y aquel chico, aquel muchacho no hizo ningún truco de ilusionista, ¡fue real! En mi interior quería creer que había sido un engaño.

De fondo, oigo el sonido que sale de mi móvil, el teléfono de Eileen comunicando sin parar...

Elsa no comprendía que estaba pasando, pero una vez escuchó todo lo que Eileen le dijo se quedó perpleja. Aquel pueblo era cuanto menos extraño eso desde luego, pero no iba a ser ella quien se quedara allí de brazos cruzados esperando que algo la devolviera a Arendelle. Se levantó imitando a la chica, comiéndose todo y bebiendose el café rápidamente para ir con ella. - ¿Qué? No. Voy contigo.

La mujer mira con una ceja alzada, primero a ti y después al manzanero, para acabar fijándose solo en ti - ¿por qué diablos iba a mandar yo manzanas al colegio?

Se apoya con el cuerpo en el resquicio de la puerta, bastante molesta.- ¿Qué pasa con usted?

Sonríe divertido, mientras te sigue con las manos metidas en los bolsillos de su gabardinas- los libros son como un espejo, refleja otros mundos, que a la vez hablan de otros libros que son otros mundos- abre mucho los ojos- ¿lo has pensado? mundos infinitos, sitios a donde ir ilimitados. ¿No es grandioso? Tanta vida concentrada solo en letras...

Raphaelle para, un poco confundida, mirada en blanco mientras piensa.

Entonces... - se toma una pausa - ¿Los libros son infinitos portales a mundos infinitos? Debí haberme hecho escritora o algo. Así quizás podría viajar de vez en cuando.

No da para comer, pero si para viajar. Algo es algo - bosteza algo aburrido- ahora dime, ¿a dónde vas de este pueblo donde no se puede ir a ningún lado?- se puso a tu altura y te miró a los ojos.- ¿Qué harás ahora? ¿Beber o ir donde dicen esos libros?

¿Por qué? ¿Quieres llevarme a alguna parte? - pregunta con una sonrisa depredadora y mirada pícara.

Me despido de Erick con la mano y carita de pena y arranco a andar.

- Estoy segura que ocurrió de verdad. Dadas las circunstancias...- Le contesto a Antye mientras andamos. - Antye, dime una cosa ¿Tu... Qué opinas de los cuentos de hadas? Es decir, siempre acaban bien ¿No? Y tu has conseguido que Zack recupere el corazón, eso es un final feliz.- No sabía como entrarle con el tema que había comentado con Zack y con Sebastian, aunque al parecer Zack y ella tenían la suficiente confianza como para decirle que él pertenecía al País de las maravillas. -¿Sabes que...? Bueno...-

Miro a Zack para ver su reacción ante este tema. No quiero liarla, pero necesito saber. Abro la boca y la cierro un par de veces antes de decidir callarme definitivamente.

La pelirroja sonríe aliviada al ver que Dylan concuerda con ella y mira a Zack como queriendo decirle "te lo dije", pero acalla ese comentario. Solo falta confirmarlo con Mariam y Elieen para asegurarse que aquello no es imaginación colectiva; pero entonces cae en cuenta de algo que se le escapó. Caminando hacia al puerto, la joven se lleva una mano al mentón.

-Sí fue real... a nosotros se nos apareció una mujer con túnica negra para advertirnos algo.. y dices que se te apareció a ti algo similar. ¿Era la misma o portaba de otro color? ¿Había más personas en ese bosque a parte de nosotros?

Si es lo que cree, entonces se debe contemplar la posibilidad de que hay más involucrados a la maldición. <<Sabemos que estàn relacionadas la alcaldesa y la jueza, pero pensando en la aparición de Dylan... ¿Será ella? Si es así, nos enfrentamos a personas muy poderosas... Túnica de negro ¿La Reina Malvada?>>. La pregunta de la chica la vuelve a la realidad y prefiere concentrarse en ello.

-Los cuentos... son un reflejo de la realidad, pero en ocasiones son más verdaderos que lo real.... Mira, a Zack le fue arrebatado su corazón mediante magia, por lo que dudar de otras cuestiones fantásticas sería un error...-su tono era tranquilo, reflexivo-... Los finales felices acaban así no porque esté escrito, sino porque se lucha por ello.

Inquisitivamente le toma la mano a Zack y sonríe al tacto de éste. No sabe si hablar más o no, pero espera que su visita a Hook revele más de lo que ya se sabe.

- No, no. no... Espera. La figurada encapuchada fue otro sueño. En el del bosque solo vi a un lobo con... Con Erick.- Pienso extrañada. Ese detalle me había pasado desapercibido.

Pongo los ojos en blanco ante lo que dice de los cuentos, pero en parte me alivia saber que no se enteraría por mi de la maldición. Sonrío cuando me mira, quitando los ojos en blanco repentinamente, intentando que no se percatara.

- ¿Por qué al puerto?- pregunto con curiosidad. - Yo tengo que hablar con un chico de allí.

El chico no reacciona de ninguna forma ante las palabras de Dylan. Es como si ese tema fuese normal de hablar con los presentes. No quiere o parece que no quiere intervenir en vuestra charla, así que se mantiene callado durante el trayecto. Cuando habláis de su corazón, no puede evitar soltar un leve suspiro. Cuando nota que Antye le coge la mano, no puede evitar sonreír y estrechar la de ella con cierta fuerza. 

Llegáis a la entrada del puerto finalmente, donde debería estar Eileen, pero parece estar acompañada por otra chica. Os acercáis hasta ellas. Zacharias sonríe al ver a su compañera de piso -¿Estás bien Eileen?

-Entonces.... ¿crees que lo ocurrido en el bosque con esa figura fue un sueño? Y también debo ver a alguien ahí en el puerto.

Desanimada, la pelirroja aprieta más la mano de Zack. <<Tengo que investigar más...>>. Al arribar al puerto su corazón se acelera debido al posible encuentro con ese hombre. Ven a lo lejos dos mujeres y reconoce a Eileen, pero no a su acompañante. Al situarse cerca de ellas hace un gesto con su cabeza a modo de saludo.

-Buen día.

Aprovechando que debe buscar ese barco, inspecciona con la mirada para encontrarlo desde su posición. Si dicen que es difícil encontrarlo, pero tal vez provocándolo...

-Tic... tac... tic... tac...

La joven expresa la onomatopeya del tiempo en un tono lo suficiente para que sea escuchada por los que caminen alrededor, es obvio que quienes la miren parezca que busca a alguien.

Llego al puerto y me alegra ver a mi amiga y a Zac. Me contengo de darle un abrazo a Zac y simplemente le saludo con una sonrisa.

No me había quitado la caperuza roja desde que la había encontrado. Mucho mejor. le respondo pensando en la caperuza.

Ella es Elsa. Les presento. Elsa, ellos son Dylan, Antye y Zac. Los voy señalando a medida que voy diciendo sus nombres.

Elsa se está quedando en tu habitación Zac , espero que no te importe. Le comento al muchacho.

Dicho eso, espero a que sean ellos los primeros en hablarme.

Le repito a Antye que no creo que fuera un sueño. - Para nada, creo que los sueños mucho tienen que ver con lo que esta pasando ahora.

Al llegar al puerto visualizo a Eileen con esa chica nueva que es amiga de Erick, la cual aún no conozco.

- ¡Hola Eileen!- Saludo la mar de feliz. - Y encantada, Elsa.- Añado cuando Eileen me presenta.

- Tick, tack, tick, tack.- Empiezo a decir para seguirle el rollo a la peliroja. - Vaya, vaya, Elsa. Acabas de llegar y ya estás usurpando habitaciones ajenas.- Le digo a la pálida chica, en tono de broma. Sin embargo, no estoy acostumbrada a hacer bromas y mi tono quizás no sale como me esperaba.

El chico suspira un poco, como algo decepcionado. Mira a su alrededor, no es lo que esperaba de una conversación privada tener a 3 mujeres más ahí. Se encoge de hombros y mira a la pelirroja. Sonríe un poco y le da con un dedo índice en la mejilla - si sigues haciendo eso y te escucha, se enfadará y no querrá hablar contigo.

Vuelve a mirar a Eileen y niega con la cabeza- no, no me importa- sonríe a Elsa un poco, para volver a mirara su compañera de piso- ya no tienes que buscar mi corazón Eileen, ya lo he recuperado. Fue anoche, bien tarde.

Agacha la cabeza, con una pequeña expresión de tristeza- siento no habértelo dicho antes, tenía... tenía muchas cosas en la que pensar- de reojo vuelve a mirar a la pelirroja. 

Otra mas que hacia como que no pasara nada.... No importa Déjalo...No molesto mas.... Me fui de la puerta de Regina. Y ande hacia adelante...Espere a que esa mujer cerraras... pero me acerque al árbol fijándome bien en el tronco y mirando a ver si algunas de las manzanas fueron recién cortada.... Cogí una de las manzanas y me la guarde...