Partida Rol por web

Antye y Naxael abandonan la sala

La muchacha miraba con atención la escena, que era cómica cuanto menos. Se arrimó al hombro de Kenneth para intentar ocultar la sonrisa divertida que se dibujaba en sus labios. Se tapó la boca con la mano, conteniendo la risa, la situación le parecía ridícula, surrealista.

- Venga, en serio, ¿dónde están las cámaras?-comenta a su compañero con el mismo tono divertido-. Menuda reina del drama...-dice sobre Naxael, poniendo los ojos en blanco-. Al menos, aburrirnos no nos aburrimos...

A decir verdad, lo estaba pasando realmente bien, era todo muy divertido y cómico, digno de una película. 

Miró a su tío, intentando adivinar que estaría pensando un hombre como él, tan serio. 

James (un tipo bastante alto y ancho de hombros), pone los ojos en blanco al ver aquella escena. Avergonzado se tapa la cara con una de sus manos y cuando ve que Naxael se va, se pone en pie - ya lo hemos pillado señora Alcaldesa, gracias por la información - pone una mueca divertida - y por el divertido espectáculo - señala hacia la puerta con el pulgar- no sé donde habéis contratado a ese payaso, pero cada año os superáis... 

Comienza a caminar y se dirige hacia el doctor Lawler, al que coge de un brazo y le pone en pie - doctor, necesito que me atienda un momento, tengo un dolor de cabeza terrible ¿sabe? - antes de que el hombre pudiese contestarle, es arrastrado por James hacia la salida. Samantha se queda blanca, mirando como ambos se van. 

Tras salir voy a ver si me puedo colar en la oficina del sheriff a ver al joven, algo no me gusta y pienso saber que es.

La Alcaldesa pone los ojos en blanco y suspira - no hay nada más que añadir, ya puede volver a sus quehaceres - se da la vuelta y coge a su hijo por el hombro. Salen de la sala, acompañados por Desmond. Poco a poco la sala comienza a vaciarse. El Sheriff se toca la cara aún dolorido por el golpe, mira a Dominique un momento y sale de la sala también. Samantha se pone de pie y parece buscar a alguien con la mirada, algo preocupada. El pequeño Sean se acerca a Lawrence y le coge de una de sus mangas, quejoso de que quiere irse de allí. La periodista Crystal Eriksen, acompañada de Jack Evans salen de la sala no si antes mirar de reojo a Dylan. 

Erick se pone de pie y mira preocupado hacia la puerta, por donde se van esos dos. Después mira a Mariam, Eileen y Dylan, con los labios fruncidos - voy a tener que irme, si necesitas algo, llámame Dylan - una tímida sonrisa se dibuja en el rostro del chico-  un placer conoceros a las dos - haciendo referencia a las dos amigas. Sale de la sala a paso ligero y sin prestar mucha atención a su alrededor, ya que se choca con varias personas. 

Una de las últimas personas que queda en la sala es Nessa Aldrich, que con paso seguro se acerca a Delilah - vaya, la señorita Rosebud, debo decirle que tiene una voz preciosa...- su mirada pasa con rapidez a Kenneth - y veo que su compañía es aún mejor... - una sonrisa pícara se dibuja en su rostro- hasta pronto 

Eres Elsa de Arendelle, la reina de Arendelle. Después de una serie de sucesos en los cuales Arendelle casi queda sepultada bajo la nieve (por tu culpa), todo se arregló y pudiste tener un final feliz junto a tu hermana menor Anna y su prometido Kristtoff. Pero la paz duro poco y Hans, el príncipe de las Islas del Sur, declaró la guerra a Arendelle que después de estar sepultada bajo la nieve había perdido suministros y fuerza. Hans lo sabía y por eso decidió atacar. Tus consejeros decían que no había posibilidades de un enfrentamiento directo, su ejército era más numeroso que los vuestros. 

Llegó a tus oídos que Blanca Nieves había derrotado a la Reina Malvada y ahora gobernaba. Pensaste que era una oportunidad, que la bondad de la nueva reina podría ayudarte. Entonces en secreto preparaste un viaje a Misthaven, también conocido como El Bosque Encantado. El viaje en barco a esas tierras fue largo y agotador. Cuando llegaste a puerto, no dabas crédito a lo que viste. Misthaven tenía fama de ser un lugar precioso, lleno de vida y ahora parecía un lugar muerto. Había pocas personas por donde pasabas y ninguna parecía querer ayudarte. Su actitud era tan gris como era el lugar. Gris y falto de vida.

A medida que ibas avanzando por sus caminos, hacia el castillo de Blanca Nieves, sentimientos negativos te invadían. Pensabas en Arendelle siendo tomada por Hans y eso te angustió más ya que no sabías que pasaría con tu hermana. Poco a poco todo se volvió negro, dejaste de escuchar tu alrededor y ahora solo escuchabas el latido de un corazón. Poco a poco caías en pura oscuridad.

Cuando volviste abrir los ojos te encontraste tumbada sobre hielo que seguramente habías creado. Estabas en el linde de un bosque, totalmente distinto al que habías dejado atrás. El bosque estaba lleno de vida y era colorido. Entrecerraste los ojos molesta por la claridad. Poco a poco te pusiste de pie y te fijaste que a unos metros había un edificio grande, de donde salía mucha gente. Las puertas estaban abiertas de par en par y no parecía que nadie las estuviese vigilando. 

Me quedo anonadada ante la reacción de Erick ante aquella chica que me miraba de reojo... En fin, él sabrá que hace. Me encojo de hombros y sonrío a mis amigas. Pero entonces me pongo seria de golpe al ver que Jack estaba con ésa... ¿Qué iba a hacer Erick ahí? ¿De qué mierda conocía a ése tipo y quién era esa tía y por qué me analizaba? 

Haciendo ver que no me importaba nada, vuelvo a sonreír y me permito no despedirme de Erick mientra me vuelvo a mis amigas de nuevo:

- Que divertido todo, para la próxima estaré en primera fila.- Digo en tono irónico y me pongo seria, pasando mi mirada de Eileen a Marian. - ¿Tenéis un rato para hablar las tres a solas? - 

Delilah no puede evitar sonreír ante la actuación de su tío. Tan... único como siempre. Le importaba más bien poco lo que la gente y la alcaldesa pudiera pensar de él, y eso era bueno, sobre todo teniendo en cuenta su profesión. Si quieres ser artista, más te vale tener desparpajo y que te  importe más bien poco lo que vayan a pensar de ti, pues estás expuesto al público casi constantemente. Sin embargo, le preocupó ver como sacaba al doctor casi a rastras... últimamente su tío estaba raro, tenía que hablar con él. 

- Vaya, yo iba a pedir el bis...-comenta la rubia a Kenneth con una sonrisa divertida. 

Entonces, Nessa, la jueza, se acerca a hablar con ellos. Aunque el receptor era Delilah, estaba claro que el mensaje era para Kenneth. Miró a la mujer con una rubia ceja arqueada y una media sonrisa.

- Gracias, me alegra saber que mi voz gusta-respondió con una sonrisa amable y voz dulce. Después cambió sutilmente a un tono más divertido, pero mordaz-, y que además, la gente aprecie mi buen gusto-finalizó volviendo a la sonrisa divertida-. Espero verla en el Black Rose... para ver mi actuación, claro. Hasta pronto-se despide, mirando como la mujer salía de la sala. 

Se gira a Kenneth con la misma sonrisa divertida pero traviesa bailando en sus labios, le da un suave codazo con complicidad a su jefe y le dice:

- ¿Quién decía que no tenía admiradoras o algo así? Por cierto, de nada por conseguirte una nueva clienta...-le guiña el ojo y ríe. 

-Eso seguro...- me río por lo bajo ante el primer comentario de Delilah. Aunque la aparición de la jueza del pueblo me corta algo en seco. Enarco una ceja ante su "indirecta". Respondo con una educada y encantadora sonrisa, que es lo único que se me ocurre. Esa mujer siempre me ha parecido demasiado "agresiva" para mi gusto. El intercambio de palabras entre ambas féminas me hace sentir como un cacho de carne a la venta, sólo por unos segundos. No sé por qué. El codazo de la rubia cantante hace que me olvide de esa estúpida sensación.

-Claro, sobretodo clientas que dejen pasta, que con tanto cierre nos veo en la ruina...- bromeo irónicamente.

-¿Nos vamos con la fiesta a otra parte? Creo que el pescao ya está todo vendido- se me escapa algo de acento de mi época no tan brillante.

Das una vuelta por el pueblo, que está algo desértico a causa de la reunión en el ayuntamiento. Por suerte el Granny's está abierto y sin un alma dentro. La joven camarera te mira aburrida y se acerca para anotar tu pedido. En ese mismo momento entran por la puerta el doctor Lawler y tu paciente de ayer, James Rosebud. Se sientan en una mesa, parece que no prestan atención a tu presencia. Cuando te fijas un poco en ellos, ambos hombres se miran fijamente, muy serios, parece que están pensando quien va hablar primero. 

Cuando la mujer se va, algo en tu mente suena, una rima infantil que te recuerda a tu infancia, en un lugar lejano.

Brilla, luce, ratita alada,
¿en qué estarás tan atareada?

Por encima del Universo vuelas
como una bandeja de teteras.
Brilla, luce...
Un murciélago pasó
no sé donde se escondió

No tienes recuerdo de que tu tío te la haya cantado y mucho menos de haber salido de Storybrooke.  

Delilah sonríe a su acompañante y suelta una suave risa, alegre.

- Mientras dejen pasta y propina... da igual que los clientes sean un poco petardos-se encoge de hombros mirando a Kenneth, como si dijera "es lo que toca...". 

- Venga, salgamos de aquí, no hay nada que ver... ¿Dónde te apetece ir?-se levantó y comenzó a caminar hacia la puerta. Conforme sus pasos avanzaban, comenzó a tararear sin letra una melodía que de pronto invadió su mente. Cantaba de forma distraída, con los labios cerrados, parecía una melodía suave, aguda, con notas infantiles, como si fuese una cancioncilla cantada por niños. De pronto, Delilah se paró en el sitio, y con ella, cesó su canto.  Frunció el ceño y se giró a Kenneth lentamente- ¿Conoces esa canción?-pregunta, parece algo confundida. Una parte de ella deseaba con todas sus fuerzas que sí que la conociera. 

-Vamos al BR, te invito a la primera ronda- respondo a Delilah. Me levanto del asiento y me dispongo a salir de aquella sala. Había sido entretenido, la próxima vez me traigo palomitas o gominolas (ni se me ocurriría fumar aquí, que me apalean fijo). Oigo como la mujer rubia tararea lo que parece una canción infantil y se gira hacia mí preguntándome si me suena de algo.

-No, lo siento. ¿Es alguna canción de tu infancia?