Partida Rol por web

Se rasca la cabeza y te mira algo confuso- el dinero ese no sirve aquí, do el mundo sabe que aquí se usa el dolar americano- abre la puerta y te hace una señal para que pases-​ deberías buscar una ropa más cómoda... bueno, menos llamativa

Ella pone la misma expresión confusa que el chico y accede a pasar a la habitación. La observa por dentro aunque está toda a oscuras. — ¿Pasas conmigo? La verdad es que me gustaría que me explicaras un poco muchas cosas que no comprendo... Creo que hoy no dormiré si no consigo resolver algunas dudas... — Murmura en voz baja pasando al dormitorio aun a oscuras en busca de un candelabro. — Oye, ¿aquí no deberían haber encendido ya las luces? —

Smith (un hombre de unos 35 años, no muy alto, pero si de hombros anchos) aparece en la cocina tras de Dylan. Cuando os ve sonríe - buenas noches- se acerca donde está el animal y se pone de cuclillas para verla mejor. Kida sigue gruñendo y con el lomo erizado. El hombre chasquea la lengua y pone una mueca de no saber muy bien que hacer - Creo que va a ser mejor que la dejemos ahí hasta que se tranquilice... - se pone en pie, despacio, muy despacio y resopla -podéis ir al comedor o al salón, que seguro que estaréis más cómodas - vuelve a mirar al hueco donde está metida Kida - y ella se relajará más. Gracias por la invitación - sonríe un poco tímido- pero me iré a leer un poco, no quiero estar en medio. Huele a noche de chicas

Llegamos a casa de Dylan y ella pone unas pizzas en el horno.

Me apetecía más carne, en realidad tenía muchas ganas de carne. ¿pero que me pasaba? últimamente me sentía algo rara. Y más raro era aún que el zorrito de ella se asustara de mí, así. De alguna manera me hizo recordar el incidente del bosque y el olor a sangre..... 

Me intento acercar a kida para acariciarla, pero ella se pone más tensa y decido alejarme de ella para no asustarla más; un pensamiento pasa por mi cabeza pero lo retiro rápidamente. No era posible...no, no podía ser... .

saludé a su amigo y esperé a que saliera antes de empezar a hablar. 

Hay algo más que debo contar. Les confieso a mis amigas. Ayer por la madrugada una... Me quedo pensando, iba a decir bestia, pero ya no estaba tan segura de querer decirlo... algo...me atacó en el bosque y esta mañana me he despertado en el hospital. El doctor Lawler atacó a.... lo que fuera que había en el bosque... y me llevó al hospital, tras lo cual me empezó a contar cosas muy extrañas. Movida por la curiosidad y la preocupación, quedé con él hace un rato en el bosque y allí junto a él estaba Zac.  Miré a las chicas para estudiar sus reacciones. Muchas información extraña para decirla toda de golpe. Prometedme que no diréis nada!!! todo lo que os estoy diciendo es secreto!!!!!

El chico enciende la luz dándole al interruptor y antes de que pudieras decir nada comienza hablar - no te preocupes, es magia de este sitio - cierra la puerta tras de él y cruza los brazos mientras se apoya en ella - por favor, cuéntame todo, por qué estás aquí, que sabes... no te dejes nada.

Lo que contó e confianza Eileen fue demasiado fuerte...Tranquila Estamos en confianza Eileen.... No vamos a decir nada.... Le abría ataco un lobo?Podría ser, eso aullido que se escucho....Y Kida la gruñido y eso no es normal en ella

Lo cierto que esta ocurriendo cosas muy extrañas....

Sonrío a Smith y observo como se vuelve a ir, echándole un último vistazo a Kida antes de irnos para el comedor, donde habían tres confortables butacas que parecían que nos estaban esperando. 

- Sé que hay una bestia que ataca a las personas. Diría que es la responsable de las muertes que han ocurrido estos días... Le pregunté al Dr. Sebastian si podía ser un hombre lobo pero me dijo que era algo aún peor. También ha matado al zorro que me venía a pedir comida por las mañanas.- Solté todo esto de golpe, clavando mi mirada en el suelo.

- Pensaréis que estoy loca ¿Verdad? El otro día, cuando fui a la cafetería quería contarte los sueños que estoy teniendo últimamente... - Digo alzando la vista hacia Eileen. -¿Vosotras no soñáis con cosas extrañas? - Me vuelvo hacia Mariam. 

- Por lo que respeta a mi, no te preocupes, no diré nada. Prometido. Y dime ¿Qué más te dijo el Dr.Lawer?- Pregunté suspicaz, pues no quería empezar yo a contar lo que me habían dicho Erick, Zach y el Dr. Sebastian.

Al escuchar al chico ella se queda un poco confusa, pues de repente ansía saber sobre ella y antes no parecía haberse interesado tanto. Se sienta en la cama y se encoge de hombros con un suspiro para después contarle todo desde el principio. — Verás, en Arendelle hay problemas, y me dijeron que viniera a pedir ayuda a la Reina Blancanieves, y al llegar al bosque no sé si me caí y me di con algo en la cabeza, la cosa es que perdí el conocimiento y desperté cerca de la ciudad, casi veía los edificios entre los árboles y no sé donde estoy, ni conozco la mayor parte de las cosas que en este lugar hay, incluso la gente es extraña... Y nadie conoce a Blancanieves aquí... Es imposible... — Al terminar vuelve a suspirar y se deja caer hacia atrás en la cama con las manos sobre los ojos.

El chico se cruza de brazos y se queda durante un momento pensativo - ¿llegar al bosque? ¿qué bosque, el Bosque Encantado? - se acerca a ti, hasta quedar a un par de metros de distancia - nunca había oído hablar de Arendelle, la verdad. Pero es cierto que nunca había oído hablar de otros mundo y bueno... - se encoge de hombros- me temo que estás muy lejos de Arendelle y Blancanieves no podrá ayudarte con tu problema. 

Asiente en cuanto a la primera pregunta. — Sí, creo recordar que se llama así. ¿Sabes por qué está encantado? — Lo mira con la curiosidad en el rostro alzando la cabeza lo justo para desde ahí mirarlo. — Sí, estoy bastante lejos... ¿Y por qué no podrá ayudarme? — Se incorpora sentándose sobre la cama casi a punto de levantarse. — ¿La conoces? — Lo mira expectante con los ojos abiertos como platos.

Ríe un poco entre dientes cuando haces la primera pregunta - ese es su nombre, desde siempre. Supongo que es porque hay magia en él, pero vaya es lo normal ¿no?-  se pasa la mano por el pelo y arruga un poco la nariz, pensando como va a decirte lo siguiente - estás lejos, muy lejos. En otro mundo y dudo que puedas volver a Arendelle... Sobre todo este pueblo pesa una maldición muy grande. Nadie recuerda quien es, solo unos pocos sabemos quienes somos en realidad y que pasó... - busca una silla y decide sentarse en ella - por algún motivo has aparecido aquí recordando eso... la maldición fue hace casi dos años... _{y conseguimos encontrar una manera de volver con una alubia...}- se rasca el mentón pensativo- pero si tu estás aquí... - te mira con los ojos y la boca muy abierta- eso quiere decir... - saca su móvil y comienza a teclear muy rápido. 

Había detalles fantasiosos en mi historia que no les había contado, ya que me tomarían por loca, pero al parecer no era la única a la que le estaban pasando cosas extrañas, Dylan también estaba en esa situación, por lo que me animé a contarlo todo, incluso los detalles fantasiosos. 

Es cierto, Le confirmé a mi amiga. Es una bestia y estaría muerta si no fuera por el doctor. Mis recuerdos de esa noche son algo vagos, no sé que hacía en el bosque, esa noche me había acostado en la cama como todas las noches, pero después recuerdo estar corriendo por el dichoso bosque, con mucho miedo y temiendo por mi vida. La bestia me alcanzaba, olor a sangre.... y después el doctor con un hacha atacando a la bestia. A la mañana siguiente estaba en el hospital y el doctor estaba allí conmigo, herido también. 

En la habitación de al lado había un chico de color, que actuaba de manera extraña, incluso atacó al doctor. 

Y la explicación del doctor a eso, no fue nada normal. Él estaba convencido de que la magia existía y de que Regina, Gold y Zac podían hacerla. Y para demostrar eso, quedó conmigo y con Kenneth en el bosque. cuando llegamos, estaban Zac y él, y efectivamente Zac nos demostró que la magia existía. Después de este relato extraño y fantasioso miro a mis amigas, probablemente ahora pensaban que estaba loca. Sé que es difícil de creer, yo lo he vivido y aún así no soy capaz de creérmelo, pero así ha ido mi día, chicas. desde luego no ha sido un día aburrido.... Donde habían quedado esos días donde no pasaba nada? 

Y yo no dejo de soñar con bosques, incluso aparezco en ellos y soy atacada por bestias!!! y luego me despierto en hospitales.... vaya tela....si es que cualquiera que escuchara mi historia pensaría que estaba loca. 

Tras escuchar aquello se queda boquiabierta, al parecer su versión coincide con la del loco que se encontró antes, y este no tiene pinta de estar loco. Se muerde el labio nerviosa. — ¿Por qué todos insistís en que nunca volveré? Es imposible. ¿Qué hará mi hermana sin mi? — Emite un pequeño gemido de dolor y se tapa la cara con las manos intentando no llorar, respirando hondo. Alza la vista cuando el chico no termina la frase y lo ve pulsando algún tipo de aparato. — ¿Qué haces? — Murmura en voz baja sin llegar a apartar del todo las manos, aun cerca de su rostro.

Yo también he soñado con el bosque.... Me iban persiguiendo .... Por el he iba corriendo y al final del sueño se me caía una manzana....Casualmente tuvo que ser en el sueño una manzana.... Los otros días me amenazaron el colegio....Con una nota con una cesta llena de Manzanas Rojas... la nota no quiero recordar lo que ponía, pero fui sin pensármelo ha la comisaria, le conté todo al Michael....

Erick alza la cabeza y te sonríe ampliamente - parte de la maldición es que no se podía volver de este mundo al Bosque Encantado - guarda el móvil en uno de sus bolsillos - creíamos que habían cerrado todas las "puertas" - se pone en pie de casi un salto - pero si tú estás aquí, es que aún es posible volver a casa 

Aparece Lawrence acompañado del pequeño Sean, Granny's está casi vacío. Los dos únicos clientes que hay son Dantalion y James Rosebud. La camarera está en la barra, mascando chicle y James por su parte parece que intenta animar el ambiente contando un chiste (bastante malo sobre barcos de vela) al pobre de Dantalion.

-eh, venga hombre que ese es bueno... - dice algo desanimado

— ¡Sí! — Se levanta de un salto de la cama cogiéndole de la parte alta de los brazos. — ¿¡Eso es que podré volver con mi hermana?! ¿¡Cuándo!? — Dice eufórica por lo que acaba de escuchar y casi dando saltitos de la alegría.