Partida Rol por web

Yo... comer... carne...   Yo... comer... carne...   Yo... comer... carne...

A medida que Kaze Aki hablaba, más sangre caía de su boca, oídos y orejas. Además de eso, este joven músico empezaba a llorar sangre en sus últimas frases. Al parecer aquella situación estaba del todo menos controlada, y cada exhalación que daba, el cuerpo, o lo que quedaba de este, sufría más y más.

No tengo ni idea de que ocurre, pero nuestro músico parece más o menos bien. Tengo que buscar al puto crustáceo y partirle la cabeza...

Los tentáculos que salían de la parte baja del torso de Kaze Aki estaban conectado a algo, siguiéndolos estos parecían llevar a un montón de basura, muebles rotos y demás, hasta que Darra Mael se fijó un poco mejor y pudo ver con total claridad a aquella criatura oculta, usando a Kaze Aki como medio de comunicación con Rin Flare, o quizás como cebo para que se acercara más.

No me ha visto... aún. Hora de golpear a esa mierda con todo lo que tengo. Me ajusto los guanteletes y me dispongo a golpearlo antes de que pegue a Rin... Hora de la revancha, bicho. Pagarás por mi OJO.

Como un rayo, Darra Mael cruza la Guarida del Cangrejo y pasando de largo de Kaze Aki, esta propina un fuerte puñetazo a los escombros que se encuentran detrás del músico. Aquel golpe fue tan poderoso que hizo que todos los escombros fueran empujados hacia atrás, revelando que entre ellos se encontraba el cangrejo gigante. El golpe fue tal que Darra Mael logró agrietar gravemente el duro exoesqueleto del animal, y aunque este parecía seguir en pie, claramente estaba dañado a punto de serlo de gravedad.

La criatura atacó a Darra Mael con su pinza pequeña trató de atacar a Darra Mael, pero esta era mucho más ágil que un monstruo gigante con la capacidad de cortar el metal como si fuera mantequilla, por lo que hizo que su pinza chocara primero contra los muebles destrozados, y luego en su segundo ataque re-dirigirla contra una de sus patas, cortándola sin querer ni poder evitarlo.

Aquella bestia se había amputado una de sus múltiples patas por culpa de Darra Mael, por lo que ahora estaba colérica.

- Bien, Darra, sigue así - seguía buscando los botiquines como una loca, había demasiados escombros como para encontrarlos hasta que después de un rato por fin conseguí verlos - aquí están, bien. Darra, voy s llevar los botiquines s un lugar seguro, ¿crees que podrías llevar a Kaze? ¿Aún podemos salvarlo?

Tenía mis dudas por el estado del pobre músico, pero no quería perder la esperanza.

La pequeña Rin Flare encontró un botiquín entre los escombros, al parecer estos se encontraban dispersos por toda la zona y aunque tardó bastante en encontrarlos, tan solo logró encontrar uno que le pudiera servir. Agarrando con sus manitas este botiquín esta se dispuso a salir del lugar.

Bien equipada con uno de los varios botiquines que se encontraba en los camarotes de la tripulación, Rin Flare se dispuso a marcharse, dejando a Darra Mael atrás, aunque algo le decía que dejarla atrás con el cangrejo gigante que tantos problemas les había dado en la cubierta no supondría un problema para ella... desde el golpe ahora era mucho más letal.

Desde la sala de al lado se pudo escuchar una voz, en concreto era una voz que pudieron reconocer como la voz de Rin Flare, la artillera pirata que había bajado por su cuenta.

- ¡Eeeeeeeh! ¡Dejo un botiquín al lado de la escalera que va a la bodega! ¡Cogedlo, no hay peligro!

Tras escuchar este grito, Kaze Aki volvió a alzar la voz.

BAJAAAD... NOSOTROS... TENER... FIESTA... HABER... PASTEL...

- RIN , ALEJATE - Le indico a la pequeñaja mientras empiezo a pegar al cangrejo. La primera patada le desttoza el caparazón. Yey.

-Esto es por la capitana...  esto es por Aki, y Esto es... OJO POR OJOOO.

Esquivo al bicho y empiezo a acosarlo a holpes