Partida Rol por web

     ... hmmmm... ¿? ... ¡¡!!... - era una mescla rara de emociones al ir oyendo al aparentemente joven medico ir relatando su pasada experiencia ... mas cuando todo el tema de una aparente traición entre compañeros de... - La Cipher Pool... - era la primera palabra que lograba conjugar - e..en mis tierras eran solo rumores de que existiera... bueno... hasta los Marines era complicados de ver en su momento.. - sin darle mas bola al asunto, después de todo el los dejo por algo... querer o no compartir su pasado era solo decisión de el...

   A...algo así... - bastante avergonzado iba tomando asiento  - f...fue mas una idea del momento.. recorde a las gallinas de Ondori... e..el como hasta en una tormenta o fria noche son capaces de mantener el calor del huevo que tienen entre las plumas... claro.. no tenia plumas... ni instinto materno... ni era mas grande que Rufa... pero fue lo mejor que se me ocurrio en ese momento.

Oh, ¿es por la bata que traigo puesta? Drake insistió en que no podía seguir usando mi ropa manchada de sangre. Aunque no me agrada para nada -Puso mala cara viendo la prenda-. No sé, tal vez me vería mejor sin nada puesto

       C..coff.. j..jaja... g..graciosas... - decía agradeciendo profundamente a mi fruta que ayudara a regular parte de mis emociones pues entre los comentarios y que mi cabeza comenzaba a recordar aquel momento en donde no la soltaba por nada... puede que mi cabeza no funcionara bien para el momento.

    ¿tú y Shire siguen enojados? 

      Q..ue ?, ¡ no!, digo... no se... e..es complicado... - reaccionaba ante tal comentario -  es mas... un cumulo de cosas... pero dejando de lado eso no le tengo mala, ni ella a mi... espero... - mirando al vacío, tal que bendecía que igual tocáramos otro tema para evitar seguir pensando en lo otro.

      también tengo la duda... aunque el motivo esta mas que claro.. la pasión por el espectáculo y el escenario... aun que me sigo preguntando el por que se unió al mundo de la piratería teniendo ya una pasión que pide el estar enfrente de tanta gente... sin que te estén buscando los Marines.

Plumas, brisas y tres almas en una cubierta...

         El brillo de la luna y los candiles exteriores eran los que nos iluminaban a Koko y a mi mientras practicábamos algo de combate de entrenamiento, tal era el enfrasque en nuestro ejercicio que no note cuando Shire había subido al lugar, puede que a tomar aire... o también a admirar la bonita luna, fuese como fuese dejamos un poco de lado el combate de exhibición.

         H...hey... - mientras me acercaba con una toalla la cual usaba para irme secando algo del sudor - a si que... Salty Mine... - mirando un poco al horizonte antes de siquiera agregar cualquier otra palabra.

         Si quieres que sea sincero... sigo considerando que es arriesgado el ir allí... mas cuando Drake tiene que estar haciendo malabares para asegurar que los tres sanen en las mejores condiciones...  bfff... no se... - mientras me rascaba la nuca - quizás me estoy preocupando de mas...

Miró con curiosidad al Drake hecho niño. Su mente científica comenzó a pensar en posibles usos que tendría la fruta de Alvert para poder hacer experimentos, así como considerar la idea de si una fruta que controlase hormonas le afectaría o no. Tendría que tomar notas y comenzar a escribir un diario de todas las frutas del diablo con las que se había cruzado, para así poder descartarlas de futuros enemigos.

-Pues...- la idea de diseccionarle no había abandonado todavía su cabeza, pero el hombre ya no era su enemigo y aunque pocos, seguía teniendo escrúpulos. -Dice que me seguirá a descubrir la verdad sobre nuestro origen... Así que imagino que es aliado- le contestó -Aunque ten cuidado, no se hasta que punto podemos confiar en él- bajó entonces la voz también, para evitar que nadie le escuchase -Además... Si mientras le curas puedes inspeccionar su cuerpo y cómo funciona su traje, te devolveré el favor cuando quieras- le dijo, a sabiendas que sus conocimientos de medicina podría arrojar algo de luz sobre aquellos condenados trajes.

Subí a cubierta para despejarme un poco después de haber pasado horas leyendo, no esperaba encontrar ahí a Alvert, que no hace mucho estaba en la enfermería. - Me alegra ver que estás mejor.- En un principio no quería molestarles al ver que estaban entrenando, pero fue el granjero el que se dirigió a mi en primer lugar.

- Yo también estoy preocupada, no sé si he tomado la decisión correcta pero en ese momento no me salió decir otra cosa.- Apoyé el codo sobre la barandilla y acomodé mi cabeza sobre la palma de mi mano mirando al cielo. - ¿Por qué has decidido quedarte con nosotros? - Pregunté directamente sin dejar de mirar el firmamento.

Entrada la noche por los pasillos del Sakkaku me crucé con Helena, era el momento perfecto puesto que quería hablar con ella pero no encontraba el momento. - Helena. ¿Tienes un momento? Es sobre el asalto.- Sus intercambios de palabras nunca habían sido muy largos así que lo dije en el propio pasillo. - Sé que ya te lo he dicho pero me da la impresión de que no me vas a hacer caso. Aunque te sea difícil contenerte no te alejes de nosotros en Salty Mine, ahora estás con nosotros y todos te consideramos una parte importante de la tripulación, y como tal te ayudaremos en lo que necesites, pero déjanos ayudarte.- Acabé y me aparté a un lado dejando espacio para que continuase su camino, ni siquiera esperaba una respuesta, pero con que tuviese mis palabras rondándole la cabeza me era suficiente.

Me acerqué a la enfermería y toqué un par de veces antes de entrar. - ¿Puedo? Vengo a ver como te encuentras.- Dado el estado de Rufa era posible que estuviese la mayor parte del tiempo durmiendo así que no hablaba muy alto para no despertarla. Abrí la puerta despacio y me asomé para ver el interior.

       Dos motivos... aunque solo uno te concierne... - levantando ambos dedos a la vez que también me apoyaba en la barandilla - parte de mi pasado y el de mi familia están aquella fortaleza... - bajando uno de los dedos mientras miraba el horizonte con mas duda que certeza - y dos.... aun te veo verde... - sin dejar de ver aquel punto en el infinito mar - mi inicio de viaje puede esperar un poco mas... la seguridad de tu banda es lo mas importante en estos momentos....

El barco estaba en condiciones para navegar sin problemas, pero asaltar una base de la marina era algo fuera de sus posibilidades, aunque la decisión ya estaba tomada y poco podía hacer Edward para evitarlo, solo esperaba que fueran algo discretos y no fueran por la puerta delantera a pecho descubierto.

Pocos segundos después Ladovia se acercó a él ofreciendo su ayuda, a lo cuál Edward dijo- Gracias por la ayuda, y no te preocupes por eso, yo era el nuevo y no sabías si solo estaba de paso, no podías saber si era amigo o enemigo. Y respecto a la que pasó con vuestro antiguo capitán, sinceramente no se mucho, por no decir nada, sabía que tenían alguna conexión con Elías, pero no tenía ni idea como había acabado así, sinceramente no suelo meterme en la vida de los demás, cada una tenemos nuestros propios problemas y secretos que no se deberían decir a la ligera, ellos me ayudaron y aceptaron en su tripulación, así que opté por tenerles confianza, ya llegaría el momento de saber su historia- si bien Edward no era de meterse en la vida de nadie, tenía que reconocer que le intrigaba saber lo que había pasado con su antiguo capitán y el rencor, más que reconocible, que tenían por ese tal Sadler.

Con la quietud que solo viene de estar a solas con un libro, abriste ese grueso ejemplar que había dejado Elías para quien tuviera las ansias de leerlo. El libro estaba dividido en cinco secciones, como si se compusiera de varias novelas en una sola.
La primera de ellas trataba de la historia de un joven, un muchacho que quería llegar a ser un caballero, pero debido a su pobre condición de huérfano y humilde linaje a lo más que pudo aspirar fue a ser escudero del hijo de un noble.
Un día, se perdió en el bosque y se topó con un mago cuya vida transcurría en reversa en el tiempo. Este mago se ofreció a convertirse en tutor del joven, metiéndose varias aventuras, con el mago convirtiéndolo en varios animales y conociendo sus diferentes puntos de vista, ganándose la amistad de tanto animales como humanos.
En la ceremonia de nombramiento como caballero del hijo del noble, este notó que no tenía una espada, así que mandó al joven escudero de improvisto, y este busco en toda el área, hasta que encontró una espada atorada dentro de un yunque, en la cima de una gran piedra. El joven trató de sacar esa espada, pero fue inútil. Lo intentó otra vez, y en su mente pudo escuchar las voces de todos los animales y amigos que había hecho en el camino, recordando las lecciones que aprendió al conocer a cada uno, podía escucharlos animándolo para lograrlo, entonces pudo hacer que la espada se moviera un poco de su lugar. No fue sino hasta el tercer intento que se valió de toda su fuerza para quitar zafar la espada, tras lo cual corrió con el caballero para entregársela. Cuando el joven escudero llegó, el noble y su hijo notaron que no era una espada cualquier, sino que era un arma de leyenda, destinada únicamente para quien fuera a ser el sucesor del antiguo rey, de forma que ambos se arrodillaron frente al muchacho.
Después de su coronación, el mago le reveló que en realidad su origen no era el de un simple huérfano, sino que él era el hijo del previo rey, y que su nombre no era el de cualquier campesino, sino Arturo.

       ---

Con la situación más calmada dentro y fuera del barco, te dirigiste a la habitación donde Rufa reposaba. Ella había llegado pálida e inconsciente, en los brazos de Alvert, quien trataba de cubrirla, aún si él no tenía camisa.

No escuchaste ninguna voz responder del otro lado de la puerta, pero cuando abriste pudiste ver que estaba despierta. Ella se veía de mucho mejor semblante. Claro, todavía tenía el ojo morado y las marcas de golpes, pero se le veía definitivamente más sana que antes. Ella se encontraba sentada en cama, usando una bata como la de los hospitales, que se podía suponer era parte del equipo que Drake había traído de su clínica.

Rufa te miró para luego, bajar la cabeza como si fuera un reflejo. 
-Shire. Esperaba que vinieras -dijo con voz apenas audible-. Lux fue muy amable en perdonarme, pero ella es así. Habla demasiado con el corazón. Pero tú y yo somos diferentes -Tomó el vaso con agua en la mesita a un lado de la cama y procedió a tomarse unas pastillas-. Te fallé. A ustedes dos, de hecho. Yo debí hacerlo mejor, debí haber sido mejor. Ese buzo fue demasiado hábil, y para cuando me di cuenta ya había acabado con Daiki -En la habitación en frente de esta podían escucharse los sonoros ronquidos del gyojin, aún con la puerta cerrada-, si Alvert no nos hubiera encontrado -Hizo una gran aspiración tomando mucho aire, para luego voltear a verte a los ojos-... Lo lamento, Shire. Sabía que él iba a por Lux, así que yo tenía que detenerlo antes de que encontrara el barco, pero al final todo fue inútil. Supongo que, bueno, Lux maneja el barco, Edward repara el barco, Helena es rápida y eficiente, y Ryuta, él, cocina, usa la espalda, si me dijeran que vuela también lo creería -Sonrió ante su comentario aunque esto pronto se convirtió en un ceño fruncido-. Hasta Alvert pudo robar un casino y él ni siquiera es de la tripulación. Creo que no estoy lista para hacer misiones como esta, yo, no sé si estoy lista para cualquier cosa.

Mientras seguías entrenando aún a deshoras de la noche, sentías que empezabas a refinar el Torikaminaryu. Aunque era mucho más difícil identificar los sonidos del ambiente sin una tormenta, la quietud de un mar en calma te permitía concentrarte mejor en lo poco que escuchabas.

Fue en ese momento, que pudiste captar un familiar sonido en forma de una voz. -Me alegra ver que no soy la única que se prepara para el asalto -Del otro lado de la cubierta, llegó la joven Ladovia, se acercó a ti mientras cambiaba los vendajes en sus manos-. En esta forma siento que tengo menos fuerza, pero también me siento con más energía, supongo que es útil para entrenar -dijo la chica de manera casual, como si buscara hacer conversación-. No pude evitar escuchar que hablabas con ese extraño de la espada -Terminó de colocarse las vendas para luego voltear a verte, por un momento pudiste notarla triste, pero enseguida mostró un gesto duro, como de coraje-. Siento mucho la posición en la que te puse con todo esto. Lo creas o no, tampoco soy alguien muy vengativa, pero esto es algo que tengo, no, algo que necesito hacer -Sus manos empezaron a temblar, pero tenía la intuición de que no se trataba del cansancio o esfuerzo físico-. Cada vez que cierro los ojos lo veo, ahí, tirado en la orilla, con esa sonrisa suya. Y ese hijo de perra de Sadler nos lo arrebató -Ladovia apretó los dientes mientras pequeñas lágrimas se escaparon del rabillo del ojo-... como me lo arrebató a mí. Durante esos días, no podía comer, no podía dormir, yo sentía que iba a perder la razón... hasta que recordé las palabras de Shire. Esas me dieron esperanza y consuelo. Y con la mente clara, supe lo que tenía que hacer -De pronto se sorprendió, llevándose la mano a su cara para comprobar su lágrimas, y entonces rápidamente limpiarlas con sus vendas, con una sonrisa triste en su rostro mientras lo hacía-. Mírame, soy la mayor en el barco, y aquí estoy quejándome y lloriqueando como una pequeña. Solo quiero que sepas una cosa, Ryuta. No porque el camino del odio sea el que yo siga, también tú necesitas seguirlo, si queremos sobrevivir a lo que viene necesitamos que su tripulación se mantenga fuerte. Y no solo de fuerza en los músculos.

Prácticamente se podía ver el momento en el que se rompía el corazón de Rufa, con la expresión desencajada por tus primeras palabras. -Comprendo. Entenderé perfectamente si no me quieres volver a hablar otra vez. Soy una pésima -Decía la ladrona hasta que tu subsecuente golpe y expresión dejó claro que no estabas enfadada-... creo que no debí subestimar a una Lux -dijo sonriendo. Trató de corresponder tu abrazo, pero sus brazos no pudieron sostenerse a ti con mucha fuerza. Tras esto, se dejó guiar nuevamente dentro del barco, esta vez mucho más tranquila.

-Salty Mine -Rufa dijo mientras avanzaban dentro del barco-. ¿No te da miedo? Digo, he tenido encontronazos con uno que otro marine, pero esta es toda una base llena de ellos.
 

-Me agrada como piensas, Edward -dijo Ladovia con gesto un poco más animoso-. Creo que te vas a llevar muy bien con la tripulación -Te dio una palmada en el hombro de manera amistosa-. Aunque ahora que eres parte de la tripulación, también eres parte de su historia, y lo que significa ir a Salty Mine...

Ladovia entonces te explicó como la mayoría del grupo actual de la tripulación se unió a Elías Mouth durante una reunión de los piratas más prominentes del East, con el objetivo de planear un ataque a la base más fuerte de este lado del mar: Salty Mine. Que la tripulación de Elías pasó de eso, y con la ayuda de Shire interpretando textos antiguos, siguieron una pista sobre la Caja de Pandora, un sueño que Elías había perseguido desde que empezó su viaje como pirata. La pista los llevó hasta Shell Town, donde lastimosamente uno de los tripulantes de Elías contrajo una grave enfermedad. Fue así como el grupo llegó a Shell en busca de la pista de Pandora y de investigar una forma de curar al tripulante. Fue en Shell donde se unieron Rufa y Helena, pidiendo un lugar directamente a Elías, quien las recibió con los brazos abiertos.
Para cuando la tripulación encontró lo que había de la Caja y buena información sobre la terrible enfermedad, se toparon con que el barco había sido tomado por la marina. Y algo aún peor, el astillero de la tripulación, Rembran, era quien había traicionado a su tripulación para unirse a los marinos, entregando a Elías en bandeja de plata al Capitán Sadler, un enemigo jurado del pirata desde hace tiempo. Sadler no se anduvo con juegos, mató a Nanashi, uno de los miembros que se unió en la reunión de piratas. Elías advirtió que lo dejaran, que pelear no traería nada bueno, pero la tripulación hizo caso omiso y decidió enfrentar a Sadler, solo Alvert escapó, siguiendo las órdenes.
Aunque eran muchos, Rembran y Sadler juntos probaron ser demasiado fuerte, y lo único que resultó de eso fue el capitán de la marina cortando el cuello de Elías, aunque la expresión del pirata parecía alegre, aún después de su muerte. En forma de venganza, un tripulante llamado Leo usó sus poderes de fruta de avispa y atacó a Sadler directamente con una dosis mortal de veneno, pero el marino igual terminó con la vida del primero. Sin embargo, ese golpe no fue en vano, puesto que paralizó a Sadler por unos momentos, dándole oportunidad a la tripulación de salir del barco antes que los buques de la marina terminaran de abatirlo. 
Después de todo esto, Shire recogió el sueño de Elías, formando la tripulación actual, con la diferencia de que Helena aún desconfiaba del liderazgo de Shire, al no considerarla del calibre de Mouth, y Alvert nunca apoyó la decisión de quedarse a pelear cn Sadler, así que decidió emprender su propio camino como pirata, independiente de los piratas de Shire.

-Y esa es la historia. Aunque claro, mucho no se puede transmitir con las palabras -Ladovia cerró los ojos un momento como si tratara de calmarse-. Todo lo que hizo, todo lo que pasó. Sadler es el responsable, y tiene que pagar por ello.

-Muy bien, entonces eso lo deja en la lista de los que se deben curar -dijo el pequeño Drake en su aguda voz-. Y por el estado en el que se ve, no creo que sea una verdadera amenaza, por lo menos por un par de días -El mini médico iba a alejarse cuando te escuchó hablar en un bajo volumen-. Oye, eso es algo que iba a hacer de todas formas, pero si estás con humor de favores, hay algo que puedes hacer por mí. No sé que información vayas a encontrar en Salty Mine, pero si te topas con algo que involucre la palabra "Lumbral." Elimínalo. Por favor, no lo leas, solo deshazte de él. Incinéralo, hazlo pedazos, lo importante es que deje de existir -Tras esperar por una respuesta, Drake se retiraría para restaurar la salud del buzo, o por lo menos tanta salud como podía según la naturaleza de su extraño cuerpo.

-Si haces todo "bien" -El pequeño Drake hizo énfasis en esa última palabra-, entonces no tienes porque saber nada de ellos. Pero si metes tu nariz en asuntos que no deberías, un barco del Gobierno Mundial llegara enseguida. Y cuando eso pasa, ellos nunca preguntan. Ellos exigen -dijo de manera seca el mini médico.

-Fue una gran idea -Drake frotó su barbilla un poco, al escuchar de tu hazaña-. Claro, el principio es correcto, pero la ejecución... el calor que se necesitaría con un tamaño y el de Rufa, sería exorbitante, tanto que podría ser peligroso. Salvaste a Rufa, pero tu sangre pudo haber hervido, lo que te mataría en segundos -Dio su posible diagnóstico sonriendo, como de costumbre-. Me gustaría hacer unos cuantos exámenes en tu sangre, si no te molesta, más que nada para confirmarlo, pero mi teoría es que antes que te desmayaras, las hormonas de tu cuerpo se estabilizaron solas, como una especie de mecanismo de defensa. Si esto sucede cada vez que estas en peligro por algo en tu cuerpo, significa que tienes una mejor tolerancia a cambiar tu química corporal -Drake sacó una jeringa de vidrio y empezó a limpiarla con un algodón-. Eso no significa que seas inmortal. Así que tal vez quieras pensártelo dos veces antes de arriesgarte de esa forma. Ya he hecho demasiadas autopsias de jóvenes prometedores -A diferencia de su usual semblante contento al hablar de todo lo médico, ahora se veía más serio-. Dicho eso, eres bienvenido a ser mi asistente en estos días. No sé cuanto puedas aprender, o cuanto te podré enseñar, pero quiero que la próxima vez que intentes salvar una vida, tengas la seguridad que no vas a terminar peor que el paciente.

Rufa se quedó unos segundos en silencio, como si algo ocupara su mente.

-Supongo, que el escenario le empezó a parecer algo chico -dijo la ladrona mirando en dirección de la habitación del frente-. Si quieres que te noten, solo hay unas cuantas maneras de llamar la atención... unas más riesgosas que otras -Hizo una breve sonrisa, pero nuevamente volvió a ponerse seria-. Sigue dando vueltas en mi mente, sabes. Lo que pasó ese día. Preguntándome, ¿qué hubiera pasado si hubiéramos huido? ¿Si no hubieras acorralado a Sandler? Si tal vez hubiera sido mejor que se lo llevaran preso. Que tal si con eso salía con vida -Rufa te volteó a ver, con sombría actitud, pero también coraje-. Pero cada vez que lo pienso, llegó a exactamente lo mismo. Que volvería a hacer todo igual. He hecho muchas cosas para sobrevivir, muchas de las cuales me arrepiento. Lo único que tenía en la mente en ese momento, es que tenía que hacer algo. Elías fue la única persona que me aceptó con los brazos abiertos, me dio una oportunidad sin pedir nada a cambio. Ese día, en ese momento, lo único que pensaba es que tenía que hacer lo que fuera para salvarlo, no quería que lo que pasara se convirtiera en algo de lo que me arrepintiera -De pronto, Rufa estalló en risa ante la triste ironía, y después de unos segundos de reírse, volvió a ponerse seria-... Alvert, ¿recuerdas que mencionamos un abrazo antes? -De estar cruzada de brazos mirando hacia otro lado, empezó a abrir sus brazos lentamente como si fuera algo molesto, pero mirándote de reojo para ver si correspondías al gesto.

    entonces no tienes porque saber nada de ellos. Pero si metes tu nariz en asuntos que no deberías, un barco del Gobierno Mundial llegara enseguida. Y cuando eso pasa, ellos nunca preguntan. Ellos exigen

    *Glup...* - con cierto miedo me quedaba mirando a mi rejuvenecido compañero, pues casi como si fuera uno de sus extremistas diagnostico me quedaba claro una cosa... el mosquear a la marina se pagaba bastante caro - c...creo que...m..me queda claro...

    El siguiente cuarto de hora fue un caleidoscopio de emociones... iniciando con un serio medio ante la idea de recocerme como un huevo por mi propia imprudencia... cierto grado de orgullo al escuchar como podía ser útil para Drake en experimentos o pruebas... o lo mejor y lo que me quedo de la conversación.

  Con que indestructible... - musitando mientras miraba mis manos, luego el techo y por ultimo a mi compañero sin poder perder esa sonrisa de quien esta demasiado feliz como para que algo le llegara a molestar.

 O..oh s..si claro, ayudaremos en todo lo que necesites, cualquier cosa que puedas necesitar !! - en pose marcial a la vez que Coco saltaba sobre mi gorra para imitar el gesto - El enfermero Alvert y el asistente del asistente Coco a tu disposición...

   Si quieres que te noten, solo hay unas cuantas maneras de llamar la atención... unas más riesgosas que otra

    Siii... por lo que me dijo Drake... esa "atención" puede pagarse algo cara... - mientras recordaba el asunto del Cipher Poll y sus consecuencias de tenerles tras tuyo - solo puedo rezar por el resistente muchacho y que esa adicción no le lleve por un camino turbulento.  

 ¿qué hubiera pasado si hubiéramos huido? ¿Si no hubieras acorralado a Sandler? Si tal vez hubiera sido mejor que se lo llevaran preso.

      Y..yo también... p..puede que pudiéramos haber evitado al menos dos muerte ese día... - decía luego de que la misma terminaba, pues aunque no compartía la idea de querer siempre ir de cara a Sadler, lo cierto es que el coraje producido por aquel marine y el traidor no era algo que pudiera quitarme del estomago así como así, pero una cosa si es que tenia segura - puede que no seamos tan genial como el capitán, pero todos y cada uno de los tripulante de la banda te aprecian y aunque yo no estoy del todo en este grupo también lo hago Rufa.

    Ante el gesto quedo un poco pensativo debido a que se debía el motivo, pero con lo hablado y las emociones en el aire igual tampoco me iba a hacer de rogar, por lo que estirando levemente mis brazos comenzaba a cerrar la figura alrededor de ella.

    Sabes que no me voy a negar a uno de estos... - mientras me mantenía alrededor de ella - a demás... uno con el tiempo se acostumbra a este tipo de gestos.

El tiempo entre cortes variaba todo el rato, cuanta mas quietud había mas tardaba en encontrar un sonido pero tras cada corte el siguiente tardaba menos, era una cantidad de tiempo casi imperceptible pero existía y eso era mas que suficiente para que siguiera esforzándome sin casi descanso. De todas formas en mi cuerpo se notaba el cansancio que me provocaba tanto tiempo de práctica, por lo que cuando escuche aquellos pasos acercarse desde bien lejos el único sonido que alteraba la quietud de la noche junto a ellos era mi respiración algo agitada. Y hasta que no me hablo no fue que me gire hacia ella, en un principio fue solo la cabeza pero según iba hablando acabe por romper mi postura de entrenamiento y girarme completamente.

- Tu no me pusiste en ninguna posición, yo acabe en ella igual que tu -le dije con completa calma- Mi odio hacia Sandler nació a la vez que la tuya y por las mismas razones, aunque no con la misma intensidad... pero yo me di cuenta de algo y es que me estaba perdiendo a mi mismo y que la muerte de Elias sería en vano si además de él también morían sus sueños. Shire junto a los demás... no sabría decir si fue en parte gracias a ellos que me di cuenta pero se que cargan parte de esos sueños y todos viajan en este barco, uno que carga las esperanzas de todos sus tripulantes. Mi historia es simple compara con la del resto, han sufrido mucho de lo que yo lo haré en varias vidas y sus metas son mucho mas justificadas que la mía por eso mismo creo que mi deber en el barco mas allá de conseguir lo que me propongo en proteger las esperanzas de todos lo que viajan en el. Por eso mismo no debo caer en el odio de la venganza, por eso mismo debo volverme tan fuerte como pueda y es que en este mundo existe gente que estar a niveles completamente ridículos comparados con nosotros y solo es cuestión de tiempo que nos enemistemos con alguno de ellos... cosa que ya hemos hecho... -y es que bastante peligroso me parecía tener a alguien que no podía detener con mis espadas siguiéndonos los pasos- También por eso busco mantener el temple y que mi corazón no se pierda en sentimientos negativos. Pero eso es un tema del que no creo debamos hablar mucho, en cambio hay una duda que me lleva viniendo a la cabeza desde hace rato... ¿porque Drake y tu estáis...? Bueno, de esta... así... -no sabía que palabras usar así que acabe por decir eso y señalar todo su cuerpo

Al parecer la historia que tenían los demás era peor de lo que pensaba, que te traicionara uno de los tuyos no era muy agradable, y mucho menos cuando ayudó a su enemigo a acabar con su capitán, ahora podía entender un poco más el rencor que le tenían a ese tal Sadler.

No puedo decir que se como os sentís, puesto que no conocí a Elías, no he vivido esa situación en primera persona, pero si se puedo saber lo que es que te traicione uno de los tuyos- dijo Edward mirando al cielo- ahora puedo entender un poco más su forma de pensar y actuar, pero aún así no cambiaré mi forma de pensar hacía ellos, no son mala gente, solo pasaron por malos momentos- Edward no solía ser el más maduro del lugar, mas bien al contrario, pero había momentos en los que había que ponerse serios y ese era una de ellos.

De todas formas, gracias por contarme la historia de lo que pasó, no creo que haya sido fácil volver a revivir todo lo pasado- algo así no sería fácil de revivir y menos contárselo a alguien que todavía no sabían si podían confiar del todo, dada lo que pasó con el anterior astillero seguramente tendrían más dudas sobre él.