Partida Rol por web

Así pues, todos se reunieron en el muelle, a excepción de Lux que no había salido con el grupo de la enfermería.

-Es un único barco: no tiene suficientes marines para atracar y detenernos en tierra... ¡Pero no puedo dejar que hunda nuestro barco! -soltó Dante un tanto molesto, aunque su sonrisa de confianza y convicción no desaparecía.

-¡Suban! -gritó Holmes, el capitán del barco de Ikame y Kidd, mientras sacaba el puente hacia el muelle para que pudiesen subir. -. Vienen por nosotros. Hundiremos su barco antes de que nos hundan a nosotros, luego podremos atracar de nuevo y ver que hacemos, ¡pero no podemos quedarnos quietos mientras ellos nos disparan desde el mar!

Dante parecía de acuerdo con la idea de Holmes, siendo que subió rápidamente al barco del capitán de un único brazo y empezó a buscar uno de los cañones para prepararse.

-¡Si nos acercamos lo suficiente tal vez podamos abordarlos! -comentó Dante. -. Si no los hundimos antes, claro... -y una sonrisa de oreja a oreja se formó en su rostro.

La idea no era irse inmediatamente, pues muchos no habían logrado preparar nada, si no derrotar a los marines y poder pasar el resto de la noche tranquilos, pero fuese cual fuese el plan a ejecutar, era momento de que todos subiesen y tomasen una posición en el barco para enfrentar a los marine.

La mirada de desaprobación y de enfado que le envié a Kidd cuando dijo que el capitán se encargara solo de la situación se clavó de tal forma en él que incluso con las gafas opacas que llevaba el chico la pudo notar totalmente -Nos vamos- reafirmé, teniendo que arrastrarle por mucho que él no quisiera... si pude hacerlo cuando parecía un bollo de carne inflado, esto no supondría ningún problema. Asentí al borracho que trajimos cuando dijo que se quedaría con los enfermos junto con Lux... mientras no pote sobre los magullados supongo que estará bien... _{^{aunque si lo hace sobre el ladrón musculitos tampoco me quejaré mucho.}}

Al final salimos la mayoría, reuniéndonos casi todos los de la consulta, para encontrarnos que... como sospechaba por desgracia, era nuestro barco el que estaba siendo atacado... ains, ¿porque no podía equivocarme? Pero no pude evitar mirar con molestia al que dijo que estaban atacando "nuestro" barco -¿Como que "nuestro" sonrisitas? Este es el barco del capitán Holmes, mi capitán. Y a ti ni te conozco, por lo que no lo consideres "tuyo" ni de nadie más- le dije enfadada... ¡no, más polizones no por favor! ¡Que ninguno de los presentes de nuevo parece normal y si ya Kidd y el tuerto ponen a prueba mis límites no podré aguantar más!

Pero nada... que el capitán volvió a invitar a TODOS al barco... incluido a ese sonrisitas que me parecía algo desquiciado -¡EH! ¡No subas antes que la tripulación de verdad!- le grité, claramente enfadada con una vena en la frente... ¡no quiero en mi barco a alguien que sonríe pensando en hundir un barco por muy de Marines que sea! -Joder... voy a necesitar diez tilas suministradas via intravenosa para calmarme después de aguantar a tanto majadero... ¡Aghh!- terminé diciendo, masajeándome la sien antes de ir al puente y subir a la nave, dirigiéndome a las velas para empezar a prepararlas.

No llevo ni dos semanas como pirata, puede que menos... y ya tengo ganas de matar a mucha gente... Joder, y yo que me consideraba rara por saber sobre hacer explotar cosas y plantas... ¡Pero soy la más normal de este muelle! Puffff.

Tripulantes, polizones y demás piratas llegamos al barco, parecía que no estaba muy dañado y podríamos tripularlo para huir o para pelear. Desde luego conociendo a mis compañeros la primera opción quedaba descartada. Subí corriendo a aquel barco y me coloqué en posición tras uno de los cañones.

- ¡¡Vamos Hitomi!! ¿qué haces aún en tierra? ¡Haz virar el barco para que tenga un tiro limpio contra ese barco de la marina. ¡Ya verás como lo hundo antes de que puedas abordarlo Kaito!

-No me hagas noquearte - advertí a Sea con seriedad mientras seguiamos al de la gabardina roja al muelle.

El panorama no podía ser peor. Muchos de los barcos estaban destruidos, salvo el que habiamos venido nosotros y otro más. No tardó en venir el resto de los tripulantes y con ello la explicación de Holmes. Miré a todos lados buscando a Lux mientras exponía mi opinión - ¿Un solo barco? Disparando de forma erratica... Solo quieren crear el caos por una razón: Buscan a alguien, o a algo. - Dije cruzado de brazos mientras me disponía a subir

-Tranquila Ikame, si el capitan cumple con su palabra y espero que lo haga, cuanto más seamos más posibilidades tendremos de hundirlo, y nos viene bien a todos, ya que seguro la mitad de los presentes tendremos razones para que nos busque la marina. - Dije con solemnidad sacando solo uno de mis revolveres. - Sea como sea, hundamos esa flota, y volvamos a puerto. No pienso dejar a Lux aquí. Esta vez prometo no destruir ningún cañón doctora - dije con un tono un tanto bromista a la rubia mientras me disponía a cargar un cañón para dejarlo preparado.

Una vez listo solo faltaba comunicar lo obvio - A falta de tener el objetivo a tiro capitán.

Me quedé en shock después de abandonar la enfermería asintiendo a la pelirroja, cuando llegamos al puerto. Muchos barcos habían sido destruidos, y por un segundo también pensé que el que nos habían dado, estaría igual de destrozado, solo para verlo intacto por ahora. Suspiré de alivio igual que todos mis musculos se relajaron para escuchar entonces las explicaciones del que parecía el capitan de la otra tripulación las del peliblanco que parecía darselas de experto.

Me molesté al ver como aseguraba con tanta confianza que todos teniamos algo que ocultar que los Marines querían atrapar - Habla por ti. Se cree el ladrón que todos son de su condición - Bueno... en mi caso sí, soy ladrona, pero siempre he pasado bajo el manto de los marines. Nunca me han visto ni tienen razón para pillarme... salvo... Lo de la isla... - Me revolví los pelos entonces al ver que el dichoso pistolero tenía razón y miré a Ikame molesta y a Denna apremiando que navegara.

Mi barco estaba allí, al lado... Si lo dejaba solo podrían destruirlo... Y no podía permitirlo. Pero por otro lado el pistolero tenía razón. Todos juntos tendriamos más posibilidades de destruirlo ya que no hariamos fuego cruzado.

Al final solo pude suspirar y andé junto a Denna para ponerme a la altura de la rubia junto a ella - Siento que tenga que ser así. No nos quedaremos más de lo debido en vuestro barco. A fin de cuentas yo ya tengo uno. No obstante, intentaré reducir los daños que puedan realizar al minimo. Tan solo espero que disculpes a mi tripulación si se corportan un tanto raros... - Y ya justo cuando estabamos arriba con Dante, el otro capitán y el pistolero, miré de forma molesta a Dante con una brillante idea en la cabeza - Y en primer lugar, perdoname por ser la primera rara - Me disculpé de antemano aprovechando la circunstancia de que ambos "piratas" estuvieran encarando miradas.

Saqué el bo entonces y cargué contra Dante para darle un golpe en el costado y empujarlo para que se tropezara con la baranda y cayera a mi barco.* - ¡TU! ¡En lugar de molestar con tu presencia en este barco, haz algo bueno por una vez y protege con tu akuma mi barco y la ciudad de los cañonazos! - Le ordené esperando lograr mi acción, pues a fin de cuentas, por mucho que Dante pudiera servir en el combate, si los marines continuaban asediando los barcos, la ciudad también estaría desprotegida.

Acto seguido después de eso, lo tirara o se fuera o no y se mantuviera en el barco, localicé el timón y fuí a por el, esperando a que todos estuvieran subidos para hacerme cargo de la dirección del mismo - Está bien, pues ahora demoslé caña a este barco. ¡DESPLEGAD TODAS LAS VELAS! - dije al tiempo que giraba el timón para sacar el barco de este otro grupo de allí. - Hitomi la navegante, os va a dar guerra malditos Marines. - Miré pues a los miembros de la otra tripulación - Espero que no os importe, soy la mejor navegante del mar del este, y os lo voy a mostrar.

Se dio dos cachetadas bien dadas, seguía perjudicada pero tenía que centrarse un mínimo así que optó por la vía rápida y lo que la despejaría antes... Se metió los dedos en la boca y vomitó todo lo que pudo, sin tener pudor alguno pues en ese momento era necesario ir con prisas. Una vez sacó todo empezó a correr detrás de Dante, se sentía aún mareada y borracha pero ya no caería ni empeoraría, había cortado de raíz el mayor problema ya que su cuerpo no había absorbido aún todo el alcohol ingerido. -¡Gue mareo de barrrco!...  Sacó su pistola y se apoyó en la baranda del barco para poder apuntar mejor hacia los marines sin tener problemas por su inestabilidad aunque aún así sabía que los tendría. - Yo me HIC guedo aquí. Entonces empezó a reír mientras apuntaba. -Dante ha disho Sea más de una veh... ¡JAJAJAJAJA! Hacía alusión claramente a su nombre.

Todo aquello resultaba ser un descontrol, Kidd no sabía ni donde meterse  con todo lo que ocurría a su alrededor, había mucha gente y para colmo…empezaron a escucharse cañonazos, ¡estaba claro de que estaba metido en otro buen follón!, su plan iba a ser el siguiente…hacerse el herido, esconderse bajo una mesa y dejar que los demás se ocuparan del problema, ¡pero no!, Ikame no dudó en agarrarle y comenzar a arrastrarle hacía su destino.

En un principio el chico lloriqueó y intentó librarse del agarre, pero resultaba imposible y finalmente terminó por rendirse y fruncir el ceño, apurando el paso para no ser arrastrado y comenzar a caminar junto a Ikame.

Una vez llegó arriba junto a los demás, el joven no dudó en dar un buen gruñido y prepararse, abriendo levemente su kimono y sacando una buena cantidad de utensilios médicos, ¿robados, suyos?, ya era cuestión de preguntarle, pero estaba dispuesto a utilizarlos.

-¡Yo me encargo de los heridos, pero os advierto  más os vale no dejar que os hagan daño, mis manos son pequeñas y hábiles pero nada cariñosas!-Masculló con “fuego” en sus ojos.

Estaba claro de que los presentes estaban como una regadera y que quería irse nadando a otra parte, tal vez ser polizón de otro barco y finalmente terminar sus últimos días rodeado de mujeres, comida y alcohol, pero no, no podía permitírselo, su trabajo sería atender a los heridos, esa era su profesión y le daría buen uso.

No había tenido un maldito momento en paz, al fin había conseguido el dinero y las herramientas para reparar el barco en el que habían llegado pero no tenía el tiempo para poder traerse todas las tablas de maderas necesarias para poder reconstruirlo de inmediato y no contentos con ello el grupete de piratas decide pelearse con la marina. ¿Cuantas veces tendría que estar peleando esa noche? Inicio corriendo al igual que todos e incluso en un momento estuvo al mismo nivel que los demás, sin embargo, se detuvo cuando empezó a notar que las balas del barco de los marines comenzaba a atacar a la isla, incluyendo casas de gente inocente a su alrededor. Se plantó en seco mientras todos comenzaban a subir al barco e incluso decidió por un momento el no subir al barco para enfrentarse a los marines, mascullo unas palabras que no pronunció y mordió su lengua para evitar sentir aquellas malas sensaciones en su estomago, aún tenía tiempo para ir al barco y atacar a los marines pero decidió no hacerlo, fue al lado contrario de ellos y corrió hacia donde estaban las casas destruidas por las balas de cañon marines y sacando sus espadas comenzó a golpearlas en el aire para llamar la atención de los ciudadanos más asustados. 

-¡Hey! ¡Aquellos que se encuentren en buena condición corran hacia esa dirección! -Apuntaba hacia donde se encontraba la enfermeria que habían estado antes. -¡Ayuden a los más pequeños y a quienes no puedan moverse! ¡Si vieron a alguien atrapado indiquenmelo enseguida para poder ayudarlo! ¡Me encargaré de que nadie sea dañado por escombros! 

-¡Vamos allá! -gritó Dante emocionado mientras miraba decidido el barco enemigo desde uno de los bordes del vuestro. Su expresión no cambio en lo más mínimo hasta que se percató que de estaba volando. -. ¿Eh? -el golpe que se dio contra la vela principal de su propio barco le deslizo entonces hasta el suelo. Desde allí pudo escuchar las palabras dirigidas por la ladrona de su grupo. -. ¡Eso es abuso de poder! ¡Estaba distraído! -reclamó Dante alzando una mano furioso, pero ya era muy tarde. El manejó de timón de Hitomi les hizo salir del puerto de inmediato.

Denna, Hitomi, Ikame, Kidd, Nanashi, Sea y Holmes salieron a enfrentar a los marines mientras Kaito y Dante defendían el muelle. Los disparos volaban uno tras otros, fallando rotundamente al intentar acertar a vuestro barco. Entre todos estos disparos también volaban las balas salvajes de Sea, quién a pesar de mantenerse medianamente cuerda parecía que en cualquier momento podría tirar una bala hacia donde no debería...

Finalmente entraron en rango de disparo de vuestro cañones: Hitomi en el timón mantenía el barco en una posición que permitía disparos limpios hacia el barco enemigo, y por suerte la ladrona conocía bien el movimiento de esas aguas para estar preparada en caso de tener que maniobrar defensivamente.

Holmes, el capitán de aquel barco, tomó su posición sobre una de las barandas del barco somo hacía siempre que había una pelea en el mar. Tal como aquella vez, simplemente se quedó viendo el barco enemigo, como si esperase algo...

Mientras tanto, Dante y Kaito se concentraban en asegurar el muelle. Con el acercamiento del barco, los marines empezaron a dejar de apuntar hacia la isla y empezaron a concentrar su fuego en el enemigo que se les acercaba, pero sus balas fallaban de manera constante; algunas incluso salían disparadas a direcciones lejanas al barco.

Una vez abordo me sorprendió la decisión y amabilidad de la pequeña, aunque bastante más fue el hecho de derribala al peliblanco que se las daba de chulito - Nota mental... No tocarle las narices a la mocosa - pensé para mi mismo antes de que salieramos con una maniobra asombrosa por parte de la misma pequeña.

Por parte del resto las cosas no fueron a mejor. El pequeñin de este barco ya amenazaba de nuevo con sus habilidades medicas, y eso que teniamos a Ikame también - Creo que a la mitad de la tripulación le valdrá con tal de que no te hinches de nuevo a comida. - Pero lo que me puso más de los nevios sin dudarlo, fue Sea.

Por suerte no disparó dentro del barco y eso había que agradecerlo. Me acerqué a ella mientras el resto disparaba los cañones no tan bien como me esperaba y la agarré por ambos hombros - Wow, quieta vaquera. - y traté también de hacer que bajara la pistola que llevaba. - ¿Por qué no te pones a los cañones e intentas darle al barco, una bala mayor un objetivo mayor. Te será menos dificil en tu estado - Y moverás menos el cañon, así que habrá menos probabilidades de que des a uno de nosotros - obviamente no podía pensar de otra forma, su estado no es el mejor - No lo hagas más dificil, necesitamos hasta tu ayuda, pero serás mejor en artillería.

Con un habil giro del revolver que llevaba en la mano, me puse entonces recto esperando un momento idoneo y tensando el brazo alineandolo con el cañón del revolver esperando a tener un marine a tiro - Si mato al timonel, solo quedará el segundo de abordo para mover el timón... Si mato a los artilleros cualquiera lo sustituirá. - Si tan solo supiera a que disparar para joder las velas... - Esperé el momento justo y busqué el disparar los marines cercanos al timonel.

Concentrada me hallaba en pilotar el barco para evitar los cañonazos y los posibles choques. Por suerte algunos ya se estaban dividiendo bien y otros empezaban a atacar, por lo que tenía que centrarme solo en esquivar... No obstante el capitan actuaba de un modo un tanto extraño - Eh, doctora. - dije mirando a Ikame - ¿Que hace tu capitan? - desde luego me estaba poniendo nerviosa el hecho de que ni siquiera preparara los cañones

-Da igual, hay que buscar la forma de abordarlos e inutilizar sus cañones. Hundirlos es solo la primera opción, pero si no lo logramos en poco tiempo habrá que intentarlo así. - No me paré a mirarlo pero se me ocurrió una gran idea de la cual dependía ponerme viento a favor contra los marines - ¿Sabes si el barco tiene espolon de Proa?

Esperaba que fuese así, al menos mi sentido de navegar no se quedaría en solo la esquiva, también en un ataque un tanto bestia

Intentaba concentrarse cuando sintió las manos de Dante sobre sus hombros, como niña chica alzó la cara en esa posición de sentadilla que tenía mirando a Dante con ojos de curiosidad y una piel rojiza a causa del alcohol. - ¿Haaa? Giró la cara y dirigió la mirada a los cañones cosa que la mareó por la brusquedad con la que lo hizo. - Uuuuh... ¡Una pistola a lo grande! Genial.Parecía feliz con el cambio, iba tan borracha que tiró al suelo la pistola como si ya no le hiciera falta ( Cosa que luego posiblemente lamentaría y entonces se posicionó tras el cañón empezando a cargarlo, el estado de ebriedad le permitía llevar el peso sin queja alguna pues no era realmente consciente del daño muscular que podía ocasionarle el sobreesfuerzo. 

-¿A laaas velaaas?... Jee... jejeje... Vale.

Apuntó como pudo con el cañón y una vez estuvo listo... Prendió la mecha, había colocado el mismo de forma en que la idea de Sea quedaba clara, estaba apuntando a la base de uno de los mástiles de las velas, si caía eso, ya no hacía falta preocuparse por esas dichosas. 

Aquella situación era de locos y todo parecía estar descontrolándose por momentos, pero a pesar de ello, Kidd se mantenía al pie del cañón, corriendo de un lado a otro como podía y intentando hacer todo lo posible para no terminar muerto.

Al menos fue así durante un rato…hasta que finalmente terminó agachado tras un barril y esperando a su momento clave para ir a curar a los heridos.

El no era alguien dispuesto a luchar, principalmente porque de un solo golpe ya podía quedarse inconsciente, más valía salir cuando fuera necesario

Reconozco que... esa chica del bastón se le daba bastante bien pilotar la nave... pero eso de lanzar a palazo limpio a su compañero fuera del barco... -Todos locos...- balbuceé para mi misma mientras veía la "calidad" de la gente que se encontraba ahora mismo en el barco, desde el tuerto charlatan hasta la que tiene más alcohol en vena que sangre -Como rompáis otro cañón lo pagáis del bolsillo en el acto- les avisé a esos dos justamente... dudo que sea buena idea mezclar borrachos con cañones, aunque de momento el resultado no fuera malo.

En fin, miré a Hitomi cuando preguntó que estaba haciendo el capitán ahí subido sin motivo aparente para ninguno de nosotros -Esta esperando... algo- le respondí a la chica... a ver, que todo el mundo me pareciera jodidamente raro no era motivo para no responder con educación... de momento a mi no me había echado del barco. Dijo que sería buena idea abordarlos... yo no se, esta es mi primera "batalla seria en mar", ya que lo otro fue más una huida... y su pregunta, no pude evitar sonrojarme ajustándome las gafas -¿Que es un... espolón de proa?- le pregunté algo avergonzada de no saberlo... ¡aún no me había estudiado las partes del barco! Tuve a un enano gordo al que debía hacer expulsar la comida durante el viaje que me quitó muchas energías.

-El barco posee Espolón... -comentó Holmes desde su posición para que Hitomi tuviese la información que necesitase. Una vez allí, todos llevaron a cabo su asedio contra el barco de los marines.

Las balas de cañon volaban ferozmente de un barco a otro, siendo que con un certero disparo Nanashi fue capaz de hacer volar a los marines que estaban dirigiendo el barco; y no solo eso, si no también el timón con el que se dirigía. La manera frenética en la que se movió el barco de las gaviotas dificultaba un poco la puntería, pero no le resultó problemas a Sea, a quién de por si todo ya se movía en su vista. El disparo de la chica voló hasta el barco de los marines e impacto de lleno en la base del mástil delantero, provocando que se abriese y cayese a un lado. Los marines empezaron a entrar en pánico, correteando por el barco buscando nuevas posiciones para atacar, pero entonces...

-... -Holmes se agachó para sujetarse de la baranda con su única mano, previniendo la embestida devastadora de Hitomi por un costado al barco de los marines. El impacto tiraría a todos y todo en el barco de Holmes hacia adelante, pero no era nada comparado con el daño que había recibido el barco de los marines; incluso pudieron escuchar perfectamente como algo se rompió y salio volando con el impacto... -. El espolón se rompió... -declaró Holmes.

Entonces, viéndose literalmente delante vuestra, los marines soltaron un grito de guerra y lanzaron gancho a vuestro barco apenas se pusiesen en paralelo. Luego solo tuvieron que empezar a saltar uno tras otro para abordaros.

Armados únicamente con sables, subieron tres grupos de tres marines que apenas pusiesen los pies en la madera de vuestro barco correrían a la persona más cercana para atacarle: El primer grupo se lanzó a por Nanashi, mientras el segundo iba por Sea y el último de ellos por Ikame, pues Hitomi y Kidd andaban al fondo, una en el timón y el otro escondido.

Mientras tanto, en el muelle, Kaito corría de un lado a otro apartando a las personas de las llamas y el alcance de los cañonazos; para su suerte, las acciones tomadas por la navegante del barco no-marine hizo que las gaviotas cambiasen su rumbo y perdiesen de alcance, y atención, a la ciudad. Cuando el carpintero consideraba buscar alguna forma de ayudar a sus compañeros...

-Max 200 Millions Volt Bari... -un frenético destello atrajo la atención de Kaito hacia un callejón, y en un pestañeo, un enorme y poderoso rayo salio volando en dirección al carpintero, quién pudo evitarlo por MUY poco, siendo que pudo sentir como se le erizaba el cabello únicamente por estar cerca de aquella potente energía, siguiendo con su vista inconscientemente al rayo que, descontrolado, fue a dar en otro de los mástiles del barco de los marines, causando una enorme explosión al impactar. -. ¡Yare, Yare, Yare! -se escuchó una risa desde el callejón, y entonces, en medio de la lluvia tormentosa, desde el callejón salió una figura que ya era conocida para el carpintero, y todos en el barco.

-Debo trabajar en no hacer tanto ruido al realizar ataques sorpresa, ¿no crees, carpintero?

Con aquel rayo devastador que alcanzó el barco de los marines, tu visión voló momentáneamente a la situación en el muelle. Al ver a aquel sujeto de gafas entendiste porque te resultaba tan conocido: Ya lo habías visto desde un muelle lanzando rayos, rayos que en su momento por poco mataron a Lux de no haber sido por el bloqueo de Inzory. Era normal que las personas se pudiesen ver verdaderamente diferentes con lentes, pero ahora lo tenías claro: El capitán Rizo les había encontrado.

Que el disparo saliera bien no me sorprendió, me alegró. Tener de nuevo la precisión de antes de perder el ojo y solo con uno, era una sensación grata, y el impacto tan certero que nos dió la oportunidad de simplemente disparar a un barco de movimiento erratico. Aunque tuvieramos ahora más dificil el apuntarles, ellos también lo tendrían.

No obstante lo que si me soprendió fue la precisión de mi borracha compañera, y el poderoso embestido de la enana que nos dejó a punto el vencer al barco marine - Genial... ¡ES LA HORA! - grité a pleno pulmón - AL ABORD... - no terminé decir la frase cuando nuestros enemigos ya estaban comenzando a abordarnos, siendo que me aislaron del resto de la tripulación.

-Sereis... escoria. Escoria corrupta con cerebros vacios. - saqué pues el otro revolver sin miramientos y mostrando en mi rostro cero piedad y pura transmisión de miedo - ¡Os arrepentireis de esto! - alcé los revolveres apuntando cada uno a un marine diferente y disparé buscando girar para no darle la espalda al tercero tras los disparos y tratar de darle a el también

Y entonces... fue cuando ocurrió.

Ese rayo me heló la sangre haciendome distraerme después de haber disparado mirando a donde se originó - No... - Nó... - Repeti en voz baja y luego encaré de nuevo a mis enemigos mientras gritaba - ENANA. Tienes que llevarnos de vuelta a tierra firme. El de la gabardina roja, los de la enfermería y Lux están en peligro. ¡Llevamé allí! - No obstante individualicé el objetivo real, siendo que era yo el que quería volver, solo. - Maldito Rizo... No te dejaré que llegues a ellos. Y mucho menos que nos pongas en peligro.

-¡¿EN SERIO NO SABES QUE ES EL ESPOLON?! - grité sin darme cuenta - Pensaba que eras quien cuidaba el barco... Da igual, luego te lo explico - y justo llegó el salvador. El capitán me confirmó que en lugar de recibir daño a partes iguales, atacaría con toda la fuerza de los mares. Y así lo hice.

Aquel golpe me hizo descargar tanta adrenalina, que el subidón me mantuvo superemocionada a pesar de la rotura del espolon que pasaría por alto por ahora - TOMA ESAAAAAAAAAAAAAAAAAA. AHORA DESTRUID SU BARCO - sin parar de gritar señalé para que dispararan los cañones a más no poder, pero fue dificil salir de allí debido al abordaje que nos dieron los marines - Mierda... - intenté tirar del timón en contra dirección para sacarnos de allí, pero era imposible, arrastrabamos al barco marine con nosotros y no nos dejaba navegar con libertad.

-Agg... E-estoy bloqueada. Quitad los... - Pero era imposible, toda la tripulación estaba asediada por Marines, y era la única junto al criajo cobarde - Eh tu, tienes que ayudarme, sino será peligroso mantenerse aquí. - le dije al crio antes de que se oyera el trueno - ¿Que ha sido eso? - estaba sorprendida que hubiera un rayo sin tormenta cerca, pero eso era porque no veía el origen. Pero los gritos del tuerto me pusieron aún más nerviosa - INTENTALO CUANDO ESTAS VARADO POR CULPA DE OTRO BARCO - harta de ese tipo acabé dejando el timón a un lado y agarrando mi Bo con una cara realmente iracunda - TE VAS A ENTERAR - Con la otra mano agarré un cuchillo lanzable y fui a saltar a la barandilla del barco

-NADIE, JAMAS, SE ATREVERA... ¡¡¡¡¡A DETENERME EN EL MAR!!!!! - Y con aquel grito empecé a correr por la pasarela agachandome en los momentos justos para cortar la cuerda de los ganchos lo más rapido posible.

Empezó a reír de forma desquiciada, aprovechándose de la situación para soltar todo ese dolor que contenía en su interior. Estaba por apuntar al otro mástil cuando vio como un gancho se posaba frente a ella, yendo todo muy deprisa y sintiendo de forma escalofriante como un grupo de marines iba directamente a por ella. Hasta ahora había usado la pistola, era momento de sacar su sable y dar cuenta a aquellos marineros de que no solo sabía usar armas de fuego. 

Una borracha con una arma filosa era peligrosa, ciertamente mortal porque... No tenía miedo de nada, se lanzaba deshinibida a por los que tuviera que eliminar por salvar su vida y la de sus compañeros.

-AAAAAAAAAAAAAAAAGGHHHH Grito de guerra y cortes por doquier, intentaba abarcar el mayor espacio posible blandiendo su sable.