Partida Rol por web

Tras un viaje de varias horas, la noche había caído y estaban preparados para la llegada a la siguiente isla. Con el eficiente tratamiento de Ikame y ejercicios forzados por orden de Holmes, Kidd recuperó su forma de lindo niño que solo él quería.

-¡Tierra a la vista! -gritó Lux desde el timón, observando en el horizonte aquella isla donde atracarían.

La ciudad de los inicios, aquella donde todos los piratas pisaban alguna vez antes de empezar sus aventuras en el nuevo mundo... Con la coordinación adecuada, no tardaron en detener el barco en el muelle de la isla; habían otros barcos, pero ninguno parecía de marines.

-Hemos llegado... -anunció Holmes.

-Lux, Nanashi: Debo buscar enseguida a Yuul. ¿Que haréis ustedes? -les dijo Inzory mientras sacaba de su bolsillo aquel trozo de papel con el nombre "Yuul" escrito.

-No lo se... No hay mucho que hacer a estas horas... -comentó Lux.

-Esta ciudad esta viva a todas horas -intervino Holmes. -. Les recomiendo explorar ahora que pueden. Yo cuidaré el barco. Seguramente salgamos mañana luego de reponer suministros.

Finalmente se dirigieron hacia el centro de la ciudad para encontrarse con el duelista. El viento frío soplaba, la brillante luna llena estaba en la cima del oscuro cielo, y las personas estaban metidas en sus casas para descansar.

Una vez allí, en el lugar donde Gold D. Roger fue ejecutado, y donde un pirata sobrevivió a la ejecución al ser alcanzado por un rayo, esperaban encontrarse con... alguien.

-Hm... ¿No se supone que debía estar aquí a esta hora? -preguntó Dante, observando que no había ni un alma en el lugar. -. A lo mejor se a acobardado...

- Este lugar tiene... algo, después de todo ahí mismo ejecutaron a Gold D. Roger, todo pirata que se precie debe venir al menos una vez en la vida a este lugar ¿no os parece? - suspiro - ojalá algún día encontremos el One Piece, estoy segura de que Roger no mentía, en algún lugar tiene que estar escondido. 

Miro a todos lados escuadriñando la zona.

- Pues sí, la verdad es que no hay ni rastro, ni de él ni de nadie, parece que estamos solos. ¿Cuánto tiempo tenéis pensado esperarle? - empezaba a aburrirme.

Tras guiar a Denna y comprar el Den Den Mushi, fueron por fin a comprar las provisiones necesarias llevándolas al barco antes de ir a la cita de la tarde. Fue allí donde no pudo evitar mirar la plaza con tristeza fijando su mirada en la palestra donde murió Gold. " Tú también te fuiste sobre una de estas..." Sin darse cuenta estaba jugando con el anillo de compromiso que aún tenía en el dedo. " Otra ciudad, otra plaza pero el mismo sentimiento y recuerdo... Ver tu cabeza caer a mis pies, tus ojos diciéndome adiós aún los tengo grabados a fuego en la retina. ¿Cuántos días han pasado? Prometí que no lloraría pero es tan difícil no hacerlo... Tuve suerte de encontrar gente tan amable y de buen corazón como lo tenías tú. Solo me arrepiento de haber sido tan ingenua con todo... Por mi culpa ya no estás aquí." Se encontraba mirando fijamente el lugar completamente abstraída de la realidad, los ojos húmedos pero ni una sola lágrima corría por sus mejillas, soportando las ganas de ello. Entonces fue la pregunta de Denna quien la saco de su mundo y dejó de jugar con el anillo al instante. -¿Eh,que? Ah... Miró a su alrededor, estaba todo tan calmado... -Esto no me gusta. Tened en cuenta la posibilidad de que sea una trampa. Era muy paranoica con estas cosas pero sus motivos tendría para ello, con la frase separó la espada de su funda ligeramente con el pulgar, preparándose para usarla en cualquier momento.

Esperaba impacientemente con los demás la llegada de aquel campeon en la plaza mientras que los demás hablaban y la conversación se volvió hacia la palestra que había allí hablando sobre la historia de Gold D. Roger. Miré con hastío la palestra - Seguro que se lo merecía - Dije de forma seca - A saber las fechorías que cometió, la gente a la que robó y a los pobres inocentes que mató - Las últimas palabras las dije con un deje de tristeza mientras bajaba la cabeza. Agité la cabeza y viré el tema a otro que también estaba en el aire

-Si encontrara el One Piece, tendría muy claro que lo daría a la gente que lo necesitase. No es justo que los que menos tienen no puedan disfrutar por culpa de los que con más avaricia guardan sus tesoros. - Al final suspiré siempre acababa hablando de lo mismo - ¿Por qué tanto afan con los piratas?

Me di la vuelta y saqué un cuchillo con el cual empecé a jugar - Pues será mejor que si es una trampa nos preparemos... Podría escalar a lo alto de los edificios y vigilar desde lo más alto.

Al llegar anduve hasta que salí del barco y llegué al muelle. - Muchas gracias por traernos hasta aquí. Sin embargo, no queremos molestar capitan Holmes. Por mucho que haya sido una travesía agradable, si no somos bien recibidos no molestaremos. Comprendo a su tripulación, nosotros nos las apañaremos. - Total si ya huí de lo peor, podría hacer cualquier cosa. Inzory estaba saliendo y preguntó que hariamos - Vamos Lux, ya que has llegado hasta aquí, toca divertirse. Veamos que tiene esta ciudad. Inzory, nos reuniremos en la palestra de la plaza mañana por la mañana. - Sabía en que ciudad estabamos, y sabía lo peligroso que sería si algún marine me veia o incluso me reconocía... Pero daba igual.

Ahora tocaba disfrutar un rato con Lux - ¿Vamos?

Me giro hacia Hitomi.

- ¿QUÉ? ¡No eran ese tipo de piratas! ¡No mataban a los buenos, mataban a los malos! Ya te lo he dicho muchas veces, no todos los piratas son malos, tienes que cambiar ese concepto tuyo de los piratas... Aunque lo de compartirlo me parece bien, después de todo, tiene que ser E N O R M E, así que en eso voy a darte la razón, pero por supuesto que yo me quedaría una parte, la suficiente para poder vivir el resto de mis días sin preocuparme.

Mientras hablo me llevo la mano a mi arma, por si acaso.

Miró a Hitomi con tristeza en los húmedos ojos y le sonrió cariñosamente. - No sé qué te ha podido pasar con los piratas... Pero no todos son crueles y sanguinarios, algunos pueden ser pura bondad y amabilidad, muchos se preocupan por la gente de a pie y los ayudan como pueden. Solo... Debes encontrarlos y no juzgarlos antes de conocerlos. Tras decir aquello asintió a lo que proponía la chica y volvió a enfundar su espada del todo. - Vale, ve tú a ese tejado yo iré al contrario. Por suerte la plaza estaba rodeada de edificios así que no les sería difícil subirse a uno de estos trepando y apuntar con la pistola hacia los posibles malechores, cualquier medida era poca para Sea, no quería volver a perder a gente que le importaba y en pocos días estas personas se habían convertido en eso. Si todos estaban deacuerdo se subiría a uno de los edificios para poder apuntar bien y disparar con mayor rango de éxito.

Me quedé para y tensa mirando en dirección al edificio y sin darme cuenta apretando el puño. Nadie me veía que era lo bueno, así que no tuve que bajar la cabeza cuando sentí mis ojos humedecidos. Noté como mi corazón se encogían por las palabras que ellas decían mientras en mi cabeza solo había una imagen repitiendose constantemente... - ¿Como es posible que me sigan diciendo lo mismo? Encima una de ellas es ex-marine... ¿Que les hace decir eso entonces? No lo entiendo. NO LO ENTIENDO. ¿Acaso a ellos no le han hecho nada malo los piratas? ¿Acaso soy la única desafortunada? - Estaba por romper a llorar... por suerte cambiaron de tema rápido y pude evitarlo un poco.

Me relajé y busqué un punto de apoyo en la pared. - Es lo mejor - dije bajo y con un deje de tristeza asintiendo ante lo de subir a los edificios, aunque no especificara. Estuviera de acuerdo el resto o no, comencé a trepar al edificio.

Había tomado en cuenta que podía ser una trampa, estaba preparado para ello más que para el hecho de que realmente estuviera aquel sujeto campeón de las peleas callejeras, quizás el viejo tenía alguna forma de ganar dinero en base a inocentes como él pero prefería no pensar demasiado en ello, menos con la conversación que se estaba teniendo entre las compañeras de viajes que tenía, dio un leve suspiro mientras sostenía una de sus espadas con la mano derecha, el mango siendo más especificos. -¿Marines...Piratas? ¿Acaso realmente importa lo que sean? Los piratas son los malos y los marines son los buenos. Pero los marines violentan de los inocentes y los piratas les ayudan. ¿Es bueno poner a todos en el mismo saco? -Miró de reojo a Dante recordando lo que había hecho con sus pertenencias. -Si tienes rencor hacia un pirata entonces buscalo, vengate y desahoga tu odio. -No les miro, en ningún momento a ninguna de ellas ni tampoco a nadie más, su rostro estaba sumamente serio a la par que sacaba su espada del cinto, se acerco hasta la columna de metal donde habían matado a Gol D. Roger. -Hitomi, si no puedes aceptar que somos una banda pirata entonces yo me haré cargo del barco. -Le miró seriamente, realmente no le interesaba en lo absoluto el ser considerado un pirata, un capitán o simple carpintero, no tenía demasiados ideales pero consideraba que debía protegerles hasta que su muerte estuviera proxima. Dió un fuerte golpe con la espada logrando que un sonido agudo sonara por todo el lugar a la par que lanzaba un grito grave. -¡Basta de juegos! ¡Salgan de una vez!

Dios... que viaje más laborioso. Casi no he tenido tiempo para relajarme teniendo que vigilar a los polizones y también preparar laxantes y complementos vitamínicos para que Kidd perdiera esa forma de bola. Así que no pude evitar mirar con severidad a Nanashi por su comentario -La travesía habrá sido agradable para ti...- comenté cruzada de brazos, molesta.

Admito que no me gustaba que Holmes dijese que "saldríamos" mañana, incluyendo a este grupo de polizones... pero tampoco me gustaba que estos tipos pretendieran irse sin más a apañárselas -Por mi parte es evidente que no sois bien recibidos ninguno por vuestra caradura... pero yo no soy la capitana, es él... así que me adaptaré a su decisión- dije... él era el capitán, por lo que si él les quería en el barco... tendré que aprender a tolerarles -Pero volváis al barco o no... eso no significa que os podáis quitar del medio así como así para divertiros...- les dije muy seria -Nos seguís teniendo que pagar el cañón que reventasteis- le tuve que recordar a los tres, que parecían haberse olvidado muy rápido de aquello antes de ahuecar el ala -Acabéis viajando con nosotros o no, nos lo debéis pagar... así que no me obliguéis a seguiros a todos lados como el cobrador del frac, porque os aseguro que será peor y sinceramente no me apetece lo más mínimo- les dije a los tres antes de que se fueran a ir a tomar por culo. Soy una pueblerina de South Blue que no ha pisado nunca Loguetown... el primer día que me podría "relajar" haciendo turismo no lo quiero gastar persiguiendo a un musculitos alopécico, a un tuerto que habla por los codos y a una diva de ocho años.

Suspiré al escuchar a la gruñona de Ikamen seguir diciendonos todo aquello. Me volteé por un momento - Tranquila, no lo he olvidado... Pero no tenemos tanto dinero ahora mismo. Tendremos que buscarlo ¿No? Relajate Ikame, no somos tan malas personas. Mañana intentaremos pagarte - Acabé alzando la mano despidiendome mientras que con la mano contraria en la espalda de Lux trataba de hacer que avanzaramos los dos poco a poco.

Al final Kidd se encontraba como una rosa, volvió a su forma original gracias a las ayudas y cuidados de Ikame…y todo lo que le metió en el cuerpo para echar la comida. Solo que ahora se encontraban en una ciudad que parecía ser el punto de partida de todos los piratas. Ahí todos empezarían a separarse, además de que se irían por la mañana y…parecía que el capitán había aceptado a los dos nuevos a la tripulación.

La idea le disgustaba tanto como a Ikame, ahí había algo más que no llegaban a contar, pero aún así el pequeño se mantenía junto a Ikame, asintiendo mientras le echaba la bronca a los polizones y les avisaba respecto a tener que pagar el cañón que terminaron por reventar.-Eso, eso.-Murmuraba el canijo por lo bajo con el ceño fruncido y los brazos cruzados.

Desde luego la habían liado mucho, mucho más que lo que sería capaz de hacer Kidd, pero no importaba ahora mismo todos iban a separarse e ir a su aire. Por lo que Kidd decidió ir al árbol que más sombra la daba.

-¡Ikame, esperameeee!.-Gritó con voz infantil mientras apuraba el paso para ir a su lado.-¿No irás a dejarme solo, verdad?, ¿no sabes lo que les hacen a los niños en lugares así?...-Preguntó poniéndole ojitos.-No importa, vamos a pasarlo bien juntos…-Entonces metió la mano dentro de su pequeño kimono y sacó dinero, dinero que se llevó de la mesa cuando huyeron del restaurante.-¡Mira que pasta!, seguro que podemos pasarlo genial.

Mientras Lux, Nanashi e Inzory se retiraban, Holmes puso su atención sobre ustedes, observando como Kidd quería salir a pasar un buen rato con "su dinero".

-Deberían aprovechar para buscar algunos suministros cuando vengan de regreso... Por Kidd agotamos el alimento antes de lo esperado -les dijo cruzando los brazos delante de su pecho; un gesto muy raro al hacerse con uno solo... -. No se metan en problemas. Ya os buscaré si veo problemas aquí en el muelle...

La ciudad se veía parcialmente tranquila y silenciosa a esas horas, pero seguramente podrían encontrar algo si se ponían a investigar. Era eso, o dormir.

Dante se mantuvo al margen de la conversación. Por una vez estaba haciendo a lo que le habían dicho, y es que no le serviría de nada dar su opinión sabiendo que Hitomi le mataría con la mirada en cuanto lo hiciese, por lo que solo pudo suspirar tras la declaración cortante de Kaito.

Entonces un suave viento frío recorrió la plaza, y la luna se poso sobre un tejado en el que ahora había una silueta.

-¡Lamento la espera! -aquella delgada figura bajó del tejado de un salto, dando unos giros en el aire antes de caer elegantemente en el centro de la plaza. En su mano izquierda sujetaba una funda en la que llevaba una espada muy delgada, como un estoque. Sus hombros cargaban con una capa purpura, y aquello que cubría su rostro era una mascara que simulaba un tercer ojo y un par de cuernos. -. Ya he llegado.

El campeón resultaba ser bastante delgado, y hasta afeminado. Su cabello era de un gris claro, y les resultaba ciertamente familiar de alguna parte...

-Estaba escuchando lo que hablaban: no tengo problema en dejar que los espectadores suban a los tejados si quieren, puedo esperar -tras lo cual, desenfundo su larga espada y metió la funda en su cinturón para no tener que sontenerla. -. Como verán, he venido solo: no he tenido a nadie a quién traer, así que espero no vean como una ofensa que los enfrente a la vez...

El viento soplaba nuevamente removiendo sus ropas. Las chicas habían subido a una azotea de una de las casas para poder ver todo desde un lugar seguro. Pronto empezaría aquel combate que prometía darles lo necesario para reforzar el barco, y tal vez algo más. Pero no podían subestimar a alguien con una racha tan grande como la suya.

-¿Y bien? ¿Empezamos?

Grrr...- gruñí cuando el manco me pidió que me relajara... pero con que gusto le inyectaba un laxante a ese tipo. En fin... mejor que se vaya, porque como le pille yo se enteraba de lo que vale un rábano.

En fin... si esos idiotas se iban, sería mejor que diera una vuelta para reunir suministros... ya que cierto miembro nos dejó secos. Y hablando de ese miembro... me pidió que me esperara -Ains...- suspiré mientras me detenía. Sinceramente, después de ver lo que he visto cuando ese monstruito atascó el baño, y además de su ataque de egoísmo... no me apetecía estar con él.

Miré hacia abajo, observando con apatía su aptitud infantil -Tu no eres un niño y ambos lo sabemos- le dije al chico con seriedad... mis gafas me filtraban esa mirada de cachorro degollado. Pero arqueé una ceja cuando vi sacarse todo ese dinero del bolsillo -¿De que hierbajo has sacado tantos billetes?- le pregunté al chico... mientras que mis neuronas funcionaban para explicarlo... apretando el puño cuando creí saberlo -Es el dinero de las cuentas del Baratie ¿verdad?- le pregunté, aunque no me hacía falta su respuesta para saberlo... y que el chico se llevara un coscorrón en la cabeza -¡¿Llevo echándoles en cara a esos polizones que son unos ladrones cuando tu nos robaste a todos?!- le pregunté al chico, claramente enfadada -Grrr...- gruñi... ¡soy la única persona normal y corriente de este barco!

Escuché al capitán recomendandonos aprovechar para abastecer nuestras perdidas provisiones -Así se hará capitán. No lo dude- dije al capitán seria, tendiéndole la mano a Kidd... pidiendo algo -Procuraré de que no nos metamos en problemas... y de que compremos todo lo necesario- le aseguré mientras seguía esperando a Kidd por algo. No podría mirarme a los ojos, pero por lo dicho y por lo de mal humor que estaba... era evidente que quería: Hoy del dinero se encargaba la adulta de los dos.

Kaito enarco levemente la ceja derecha, el fisico del campeón era sumamente diferente a lo que había esperado, si bien la espada que tenía en la mano era adecuada a las descripciones que había escuchado y cambiaba radicalmente la forma en la cual debía enfrentar tal situación, lo más seguro es que fuera habil y rapido aprovechando los movimientos apresurados y erroneos de los rivales, incluso había venido sin nadie más lo que podría causar que Dante y él tuvieran un relajo innecesario. El peliblanco saco ambas espadas mientras mostraba respeto hacia aquel sujeto, no le pondría las cosas faciles sin importar que fuera un 2 vs 1, se notaba que tenía confianza en sus habilidades y eso podría ser un indicio de que los errores más minimos les podría hacer perder la batalla. 

-Es respetable, pero lo lamento, no cambiaremos las condiciones de la pelea ahora mismo. Algo me dice que el hecho de que vinieras solo a un enfrentamiento 2 vs 1 solo asegura que tu fuerza es tremenda. -Mostró sus espadas gemelas a la par que el viento movía la parte inferior de la chaqueta. -No puedo... -Su cuerpo se movió rapidamente hacia adelante como si fuese un misil, su cuerpo se inclino hacia adelante mientras mantenía sus brazos a los costados, no alcanzó a terminar su frase, cada brazo fue en diagonal de manera ascendente lanzando un corte en forma de X obligando al rival a intentar esquivar o bloquear su ataque. -Subestimarte.

Estaba medio empezando a subir cuando entonces al fin llegó el contrincante de Kaito... - O más bien la... - Pensé para mis adentros mientras me bajaba y me ponía a la misma altura que los demás mirando una y otra vez de arriba a abajo a aquel individuo - La he visto antes... Estoy segura... - Pensé hasta que entonces recordé, pero era demasiado tarde. Kaito decidió aceptar el duelo con un 2 vs 1 - Este es tonto... - pensaba suspirando antes de tirar de las mangas a ambas chicas.

-Eh chicas... ¿No os suena? Tan solo quitadla la máscara y añadidle una cara tierna y dulce. - Intenté decir así en lo bajo para ver si lograban acordarse de la chica de antes de que me separara de ellas para ir con Kaito. - ¿Ahora me pregunto si el compañero que debía traer era uno de los piratas que el buscaba? Je - Mi mirada se volvió traviesa y ladina  - ¿Y si le preguntamos? Así la desestabilizariamos y ayudariamos a Kaito - Sin duda solo había aprendido el juego sucio. Tanto el robo a Dante en la anterior isla, como el intentar distraer a la chica en esta.

No obstante me encogí de hombros - Supongo que da igual. Kaito podrá con ella.

¡Hitomi tenía razón seguro que era ella!

- Creo que no deberíamos interferir, sino Kaito podría enfadarse con nosotras, ya sabes cosas del honor y el orgullo y todo eso, mejor esperemos aquí sentadas y solo si vemos que peligra su vida, entonces hacemos algo ¿vale chicas? Aunque creo que él solo es bastante capaz de ganar a esa chica.

De hecho no dudaba de él, sabía que podía ganar ese combate y muchos otros.

- Además, es carpintero, seguro que está deseando arreglar el barco, ya tengo ganas de volver a surcar los mares - comento mientras no quito un ojo de encima del combate que se está librando allí abajo.

Ikame era algo "dificil", no le gustaba la compañía o al menos eso parecía y cuando el se acercó para hablar con ella...todo se descontroló un poco, primero le dejó claro que no era un niño, luego empezó a atar cabos respecto a lo del dinero y...le dio un buen capón.
-¡Ay!...si que soy un niño...-Se quejó llevandose las manos a la cabeza.-Y...y yo no cogí el dinero, es...estaba en una mesa y uno de los camareros me lo dio, diciendo que era muy buen niño y cliente y que era como...como el cliente número mil y que gané un concurso y entonces me dio el dinero.-Nadie se iba a tragar aquello, pero estaba en un auténtico aprieto, Ikame daba miedo.
-Esos polizones si que son ladrones...nos quitaron el dinero, ¿recuerdas?...yo...yo solo lo rescaté...-Se quejó con tristeza hasta que finalmente ella le tendió la mano para recibir el dinero. Con un fuerte suspiro el chico se lo dió, aún rascándose la cabeza y quejándose, pero no dudó en seguirla, aunque mientras andaban tuvo que preguntar.

-¿Como estás de la herida?, ¿sigue doliendo?, creo que la cerré bien, pero con los líos que hubieron en el barco no se si te han saltado los puntos, ¿lo han hecho?-Tal vez no era una persona demasiado sincera, pero aquella preocupación era genuina.