Partida Rol por web

Dos silicoides ya estaban muertos antes de darse cuenta lo que se les venia encima. Uno se deshizo bajo el escupitajo de acido y el otro estallo en pedazos. Un tercer silicoide ya se daba por muerto cuando el arma gauss se quedo sin municion.

-Uh-oh-murmuro Zeke al verse rodeado por los demas silicoides.

Por suerte, los torpes alienigenas de roca no eran rivales para el agil juego de piernas del asesino. Agacho la cabeza esquivando un golpe, salto por encima de un segundo silicoide haciendole chocar con un compañero y se iba a volver a rematar al que habia estado a punto de liquidar cuando un puño como una roca (bien, tecnicamente, una roca con forma de puño) se incrusto en sus higadillos haciendole perder la respiracion.

Zeke trastabillo y se vio rodeado por los cuatro enormes alienigenas...

Una sonrisa cálida se dibujó en su cara -Am I blue?~ Am I blue?~ - una vieja canción llego  a su mente, una canción que escucho alguna vez en los labios de Cervantes  - Ain't these tears~~ In my eyes tellin'g you? ~Am I blue? You'll be too~-

Señor aun no entiendo por qué yo fui el único que sobrevivió, usted sabe que no puedo vivir una vida que no sea “esta”. Un sonido gutural se concentró en su garganta  y moviendo todo el cuerpo  salto sobre uno de los silicoides que lo rodeaban para sujetandolo de los hombros dejando ir esa bola de acido sobre su enemigo - AM I Blue?- 

tal vez ... 

Otro silicoide murió de forma horrible al recibir el venenoso salivazo de Zeke. La forma del alienígena se vino abajo en una docena de trozos que siseaban en medio de un espumarajo amarillento.

Los tres restantes retrocedieron un paso dudando. Uno de ellos se apartó y empezó a proferir horribles bramidos en su lengua: estaba dando la alarma. En cuestión de segundos, aquel lugar podía inundarse de enemigos.

Los otros dos abrieron fuego pero Zeke hizo una pirueta esquivando la lluvia de balas.

Cuando los pies del asesino tocaron suelo, sus oídos percibieron más disparos provenientes de un edificio cercano.  

-Tal vez- me he equivocado esta guerra carece de Harmonía ningún bando saldrá victorioso solo se pospondrán los asesinatos para otro día, pero yo Necesito matar no he olvidado mi objetivo  aun hay una Cimitarra que necesito amellar - Mueran, mueran, mueran - Necesito que mueran , un tono triste se escuchaba en su voz. 

La guerra siempre fue un tema complicado para el quien la conocía desde el lado de los perdedores y los huérfanos que dejaba así como el daño colateral, no era agradable ejecutar a alguien que solo quería libertad en su trabajo solo hacia "limpias" de personas que se lo merecían, de personas como el... -Cervantes te has equivocado yo no soy mejor que tu-

-Mueran-..

El silicoide interrumpió su grito de alarma con un siseo agónico antes de deshacerse en gravilla. Tóxicas gotas verdosas rezumaron de los restos mortales del alienígena. 

Los dos silicoides restantes, desesperados, vaciaron sus cargadores sobre el intruso levantando un muro de fuego ante ellos. Zeke intentó saltar la barricada para ponerse al salvo pero perdió pie. A tan corta distancia, rodó por el suelo. Dejó escapar un gruñido de dolor cuando un disparo le alcanzó en la pierna derecha. 

- Ha ha ha ha, es lo que me saco por cazar a tu gente-  no se sentía nervioso solo un poco triste, este no era su lugar pero era necesario - Mueran, mueran, muere - de un salto llego al los hombros de uno de los Silicoides un sonido gutural se escucho mientras cargaba un poco de toxinas y mucosidad - Morirás como un Mártir-  escupió las toxinas en su cara después salto hacia su siguiente objetivo - Nadie vive para siempre  - se cubrió la cara mientras reía de manera enfermiza, -Huye o Muere-

Si hubiese estado fisiológicamente preparado para ello, el último silicoide habría palidecido de terror. Pero, teniendo un cutis evolucionado a partir de rocas magmáticas, su reacción de pánico fue más bien darse la vuelta y tratar de huir a una velocidad que a Zeke le pareció lentísima.

El asesino distinguió un edificio cercano, donde los disparos habían sonado. Un silicoide estaba intentando huir por la ventana hacia la calle donde se encontraban.

-Creo que debe haber una fiesta en ese lugar, aggg- su pierna estaba entumida aun actuar como loco había funcionado,  algo dentro de el sabia que en el edificio estarían sus colegas - Maldita sea tendré que matar mas gelatinosos- tomo su rifle apuntando  al silicoide que intentaba escapar del edificio sin detenerse. cuando estuvo en su rango disparo. - Que la fiesta empiece !ya era Hora!- 

Otro silicoide murió por la mano de Zeke sin saber quién le había disparado.

El asesino se había quedado solo en la barricada. A su alrededor, otros grupos de silicoides empezaron a reaccionar. Simultáneamente, varios tímidos disparos surgieron de la central hidropónica.

Iba a empezar un tiroteo.

Parecen mas organizados de lo que su inteligencia puede ofrecer, tal vez sea mejor que de un pequeño paseo por este lugar y descubra quien esta moviendo los hilos, pero para eso sera necesario borrar todo rastro de mi. camino hacia la barricada donde se despojo de la mayoría de su atuendo que fuera llamativo, sera que también tengo que fingir mi muerte, ¿como yo Aria eso ? si les llamo tal vez vendrían por mi cadáver, ¿sera que tiro mis cosas entre los cuerpos?, pues sera de esa manera. prendió el intercomunicador de su traje por ultima vez -Capitana lo veo... es... el Ruiseñor  escarlata atraviesa el vacío una ves mas, yo puedo oír su canto es hermoso, yo voy con Cervantes ¿Este es mi ultimo blues?-  una sonrisa maliciosa se dibujo en su cara cuando estrello el intercomunicador contra el suelo. 

Lleno de con su sangre y la de los Silicoides su armadura para después esparcirla por varios lugares - A rodar- dio el primer paso semi-desnudo avanzando por las calles para perderse en una sombra en cualquier esquina.

Desde el balcón de un segundo piso, Zeke vio a uno de los exploradores saltar y caer a plomo hasta la calle. El cuerpo chocó contra el suelo con estruendo levantando una nube de polvo a pocos metros de donde se encontraba el asesino.

Casi instantáneamente, un feroz tiroteo empezó entre los defensores de la central hidropónica y los silicoides asediantes. Zeke se acuclilló entre los cadáveres de los silicoides pensando en su próximo movimiento.

La guerra seguía su curso era como un tranquilo mar apunto de convertirse en una Tormenta en plenitud, él lo sabia, sus enemigos lo sabían, sus aliados lo sabían, ¿Tiene que ser de esta manera?, el ruido de las armas siendo disparadas se podía diferenciar: Primero se escuchaba el estruendoso ruido proveniente de sistemas con municion solida el cual contrastaba con lar pocas armas de plasma y sus pequeños "pew pew", Éste lugar era una locura, pero no cualquier locura  una locura a son de un Vals olvidado por la modernidad. Pero Él lo Conocía, lo Disfrutaba, le Hacia el Amor; lo cual sucedía solo en ocasiones muy especiales y ésta lo era. 

Una sombra azul se movía entre los rabillos de los ojos de  los que luchaban, era un destello desapercibido con una misión, por lo que en su Etéreo Vals retaba a la vida y se reía de la muerte.  atravesó cada oscuro lugar saltando  acentuando la música  con un "pa de burre" sigiloso  incluso a momentos inclinaba su cabeza con respeto ante su publico que lo ignoraba, era un momento contradictorio ¿pero que momento en la vida no lo era?. 

Los eternos casi 4 minutos llegaron a su fin. cuando entonces estaba enfrente de la puerta, esa puerta tenia que caer se lo repetía una y otra ves, por lo que sigilosamente se entrego a su mision en cuerpo y alma.