Partida Rol por web

Sombras de Ûldatär

Opilaf, en su derecho como Maestro de Ceremonias del Cónclave, ha dado por terminada la primera sesión. Ha modificado, amparado por el Pacto de Ûldatär, el sistema de votación, apenado y decepcionado por tener que recurrir a este derecho. Cuatro son las propuestas que hay sobre la mesa, cuatro los destinos que pueden vislumbrarse para el artefacto objeto, y cuatro los votos que deberán depositarse mañana, en la que presumiblemente será la segunda y última sesión de este Cónclave.

El cambio radica en que cada voto no podrá apoyar la propia propuesta. No podrás votar por ti. Y además el resultado será por mayoría simple en lugar de por mayoría absoluta como se ha venido haciendo hasta ahora desde hace décadas. Esto, para disgusto del druida, que ve cómo una hermosa tradición secular de diálogo y cooperación se ve truncada por la codicia, la ambición y el egoísmo.

Envío un mensaje al Vitûr con Alesir, ya que me gustaría hablar con él en privado, sin ojos ni oídos indeseados.

" Estimado Vitûr, siento si he podido darle una impresión equivocada en el Túmulo. Me gustaría reunirme con usted en privado. Creo que podríamos tener una conversación realmente provechosa sin oídos ni lenguas malintencionadas que tergiversen nuestras palabras en pos de sus intereses. Le propongo un encuentro a medianoche.

Por otra parte, el motivo de este encuentro también es que quiero agradecerle en persona su advertencia sobre los espías elfos, así como el gesto que ha tenido al entregarme esa magnífica espada."

El mensajero del Altísimo Consejero se presenta ante ti con este mensaje:

"Estimado Vitûr, siento si he podido darle una impresión equivocada en el Túmulo. Me gustaría reunirme con usted en privado. Creo que podríamos tener una conversación realmente provechosa sin oídos ni lenguas malintencionadas que tergiversen nuestras palabras en pos de sus intereses. Le propongo un encuentro a medianoche.

Por otra parte, el motivo de este encuentro también es que quiero agradecerle en persona su advertencia sobre los espías elfos, así como el gesto que ha tenido al entregarme esa magnífica espada."

Al recibir el mensaje de Alantar, fruncí el ceño. Tenía muchas otras cosas en qué pensar y que meditar muy bien mi postura para lo que quedaba de Cónclave, pero decidí aceptar. Envié de vuelta una escueta nota aceptando el encuentro y agradeciendo las palabras, y quedamos para el encuentro en un lugar más o menos equidistante, sin lugares que permitieran esconderse a ninguna presencia de enviados de la Tenebrïs.

- Buenas tardes, Alto Consejero. - dije, inclinándome a modo de saludo - Estoy alegre de haber podido concertar este encuentro, puesto que es posible que dos solos encuentren el camino de la iluminación en donde los muchos sólo hemos podido enzarzarnos en vanas discusiones. Lamento a veces la actitud que he tomado, si ha podido ofender.

- Estimado Vitûr- saludo al encontrarnos- Le agradezco que haya accedido a encontrarnos- digo sacando una jarra de cerveza de Abatis y un par de jarras para servirnos- En señal de que esto pretende  ser una conversación amistosa, me he tomado la libertad de traer algo de cerveza de Abatis. Es bien conocida en todo el continente la tradición cervecera enana, por lo que le ruego me disculpe si no encuentra esta a la altura, pero tómelo como un gesto simbólico de confraternización.

Le ofrezco las dos jarras para que elija la que desee.

Bueno, a la vista de que ninguno de los tres ha pedido hablar conmigo, a ti te han dicho algo??

Deduzco que tienen que estar negociando e intentando hacer alianzas; creo que nosotras también deberíamos ir pensando en hacer algo. Tenemos que votar a alguno de los tres, y no vale el propio, la cosa es que ninguno me convence :(

A ver qué te parece, yo iría por Alantar, me parece el menos retorcido, a priori, según su historia puede que tenga la cosilla de que su hermana es la reina pero que le debería haber tocado a él, no sé no lo veo muy oscuro.

La tenebris, esconde demasiado y el Vitûr, está demasiado encantado de conocerse a sí mismo Jajaja

Podríamos hacer una especie de unión-pacto para que él vote por nuestra propuesta y a cambio le ofrecemos algo... Qué te parece????

Sonreí con mucha alegría a lo que me ofrecía Alantar, pero decliné con un gesto de la cabeza, y le expliqué: 

- Hice una promesa hace años, con un amigo como testigo, de no beber hasta encontrar a mis padres. Sabéis que una promesa así no se puede romper, pero no sabéis cuanto agradezco el gesto. Echo de menos la cerveza de toda aquella región, sinceramente. Y a muchos buenos amigos que dejé en ella. Pero acepto en mi corazón, y brindo en el alma por que esto nos ayude a entendernos. - Esperaba que no se lo tomase de mal modo, puesto que no quería estropear aquella buena oportunidad para que Anelûk confraternizara con Abatis. 

- Tenía mucho interés en hablar con el Alto Consejero. - Dije, con mucha atención. - Se sabe que sois una persona firme en la fe de Pelor, y no dudo que ello sea bueno, pero, bien sabemos que no todos los de nuestra raza tienen esa devoción profunda por los dioses, ni tan siquiera por el de la Luz. Por eso tengo mis dudas con su propuesta para el uso del artefacto. Alguien indigno a quien se le diera parte del poder de la joya, podría estropear el Don que nos ofrece la diosa Beory. Y sería una pena que ella nos retirase el favor. - Le miré, firme y seguro, pero con voz bien calmada y respetuosa por los dioses. 

- ¿Qué garantías ofrece Abatis de que al repartir el poder entre sus curadores y soldados entre ellos no hay ovejas negras que puedan enfadar a la diosa Beory? ¿No tendrá Pelor algún tipo de recelo ante un poder que no es tan luminoso como el suyo? .- Pregunté con mucho interés, con verdadera curiosidad. - Desde luego, si le puedo ser sincero, Alto Consejero, los enanos preferimos que los elfos... no se como decirlo... no dispongan de ese poder. No se si me entiende. Problemas ancestrales entre razas. 

- Le honra ser fiel a su promesa, Vitûr- digo guardando las jarras- No me parece apropiado beber solo, así que realmente deseo que algún día encuentre a sus padres y podamos brindar por ello. Debe tener una historia fascinante, Vitûr, y cuando asuntos más apremiantes no nos ocupen me encantaría poder escucharla. Quizá, cuando el Cónclave finalice, si nos hace el honor de visitar Abatis podamos tener esa conversación.

Hago una pausa para continuar con lo que hemos venido a hablar realmente

Creo que estamos de acuerdo en cuáles son las manos menos indicadas para custodiar el objeto. Eso me tranquiliza- digo con una sonrisa.- En cuanto a su duda de si puede haber ovejas negras en Abatis... no puedo hablar de lo que  cada hombre y mujer guarda en su corazón. Pero lo que sí creo que puedo asegurar  es que es menos probable encontrar ovejas negras en un reino de luz... que en uno de oscuridad. ¿ O acaso puede usted asegurar, Vitûr, que en Anelûk no hay nadie que albergue oscuridad en su alma? 

 En cuanto a los recelos que Pelor pudiera tener ante el poder de Beory... es complicado saberlo a ciencia cierta sin conocer el verdadero poder del artefacto... pero creo que puedo asegurar que siempre que sea usado para luchar contra la oscuridad, será bien recibido por el Dios de la Luz y la Vida.

Ahora, Vitûr, me gustaría conocer un poco más sobre ese ingenio enano a falto de una fuente de vida. Lo encuentro realmente fascinante.

 Agradecí que no insistiera con el tema de compartir una bebida, y fruncí el ceño cuando hablamos, ambos, de mis padres. - Más que fascinante tiene algo de tristeza, y es doloroso aún. Y más no haber podido encontrar aún a quienes me separaron de ellos. Sólo ahora con los mios de Anelûk estoy recibiendo ayuda para descubrirlo que en ningún otro lugar se me brindó. - Se notaba que el tema era complicado, y desde luego, que tenía rabia por él, y había una herida en su vida que no estaba cerrada.  

En cuanto a su duda de si puede haber ovejas negras en Abatis... no puedo hablar de lo que  cada hombre y mujer guarda en su corazón. Pero lo que sí creo que puedo asegurar  es que es menos probable encontrar ovejas negras en un reino de luz... que en uno de oscuridad. ¿ O acaso puede usted asegurar, Vitûr, que en Anelûk no hay nadie que albergue oscuridad en su alma? 

- Pero, estimado Alto Consejero, no hemos venido a hablar de mi, si no de la joya. - le señalé con cierto tono de disculpa - No quería importunarle diciendo que haya mucha oscuridad, todo lo contrario, sé lo mucho que usted se esfuerza que que sólo haya Luz al servicio de Pelor. - Abrí los brazos, gesticulando como quien está deseando explicarlo con más detalle - La preocupación está en que ese poder se daría a muchos, lo que es más dificil de controlar que haya gente poco digna, incluso poco pura. - Entonces hizo un gesto de zanjar un detalle, y afirmando taxativamente. - Pero si, no estaríamos dispuestos a que los elfos... lo tomaran. Y más aún cuando han contado con tantas ventajas en todo momento. 

Tomé un respiro, mientras dejaba que quedara claro lo que pensábamos. En cualquier caso, en breves instantes, continué explicando la parte de los enanos: - Parte de sus preguntas están relacionadas. Los enanos que estarían encargados de la misión serían pocos, y la cabeza de nuestra sociedad. Los más sabios, respetables, plenos de sapiencia ancestral. Con respecto a los ingenios, créame, sé solamente que necesitan un poder grande para ser activados, más que los constructos o robots entre los enanos. Serían, por lo que se, herramientas dignísimas y utilísimas en la defensa.