Partida Rol por web

Orbis 5: Ramelok [DM05/21]

01 El desierto negro

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06/05/2021, 11:32
Lord Sil

Permanezco impasible ante la torpe confesión de De Sartes.

-¿También juzgáis lo que es conveniente para Anodiräs, Capitán?-. Corto su balbuceo sin sentido. El hombre ha empequeñecido hasta ser devorado por su propio cargo, uno para el que dista mucho de ser no ya digno, sino únicamente apto para su desempeño.

Miro a la Tenebrïs.

-Es el plumaje de un águila lo que sostiene Nevalar, mi señora... El plumaje del ave que destripó a mis cuervos-.

No hay mácula de sentimiento en mis palabras.

Devuelvo mi atención al capitán condenado. Cada vez que respira, es una lacra para todo lo que he jurado defender. Un testimonio del fracaso absoluto, de la impotencia manifiesta.

Un muerto en vida.

-Alce la vista, Capitán. Míreme-. Inhalo despacio. -Míreme...-.

Dejo que su imaginación le consuma por dentro en un eterno silencio. Ni siquiera alcanzará a atisbar las cosas que puedo hacerle mientras conserva la consciencia.

-Le han hecho una pregunta. Respóndala. ¿Qué le ha ofrecido a los saqueadores? ¿Qué andaban buscando aquí en Ramelok?-. Mis últimas palabras emergen de mi garganta como un siseo. -Descríbalos con precisión-.

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06/05/2021, 12:07
Orteval de Sartes

Orteval tarda un momento en recopilar el valor necesario para mirar a Lord Sil directamente. Cuando lo hace ve ante sí una máscara de plata, de cuyas oquedades oculares emana un brillo azulado. Su mente parece haber sido atrapada por ese brillo, encarcelada, y dañada. De los ojos del Capitán de Sojäk brotan lágrimas al tiempo que pronuncia entre balbuceos: - Les he... ofrecido... refugio... mi lord. -lágrimas- A cambio... ellos... mantienen... nos dejan... -no puede resistir la horrible visión del rostro argénteo del Magister, y de nuevo baja la mirada- en paz... no... ellos... las sombras... lejos... mi lord... ellos conocen... las arenas... son... no... -tiembla- nos... conocen... los secretos... de Ram... Ramelok... las sombras... ellos... las... mantienen... lejos...

- Tiradas (1)
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06/05/2021, 18:12
Nevalar Veldrax

El capitán está defraudándome, mucho. Había esperado que tuviera alguna explicación para aquella dejación de funciones tan impropia de alguien de su rango, pero no hace más que balbucear. Aquí y ahora, la corrupción que albergo en mi está pidiéndome que acabe con la vida de este indeseable. Busco un rincón oscuro, las sombras que proyectan nuestras figuras contra la corroida pared.

—Capitán, esto es lamentable. Ha estado usted dejando que la chusma campe a sus anchas en esta Atalaya del Barón, incapaz de defender su honorabilidad. Una afrenta tal es una mancha en su expediente que dificilmente podrá borrar. ¿Y sabe que es lo peor, lo que más me ha dolido? Que nos mintiera. Ha osado ocultarnos la verdad a mis maestros, y a mí, pese a que le hemos dado reiteradas ocasiones para explicarse. Esto es imperdonable, mucho me temo que no podrá volver a casa con su familia.

Muevo mi mano con el dedo marchito y corazón estirados y señalo la sombra de la esquina: una sombra oscura aparece tras él, un portal oscuro como la noche plutónica del que surgen cinco formas serpentinas igualmente negras, como si la luz no pudieran tocarlas, como un vacío de más allá de este mundo. Mis dedos se mueven como los de un tirititero, y cuatro de los tentáculos se enrollan alrededor de las piernas y los brazos del Capitán, y el último se enrolla entorno a su pecho, da varias vueltas, aplasta la coraza metálica y comienza a oprimir su pecho, dejándole sin respiración, y fracturando algunas costillas.

—Tiene una última oportunidad, de Sartes. Díganos algo que pueda sernos de utilidad y quizás le perdonemos la vida.

Dejo espacio a mi Tenebris ofreciéndole al capitán atado como una morcilla como una disculpa. Puede decidir sobre su vida si lo desea.

- Tiradas (1)
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06/05/2021, 20:36
Orteval de Sartes

De Sartes grita de dolor, ante la atónita mirada de todos, incluida la de la vigía desde lo alto de la atalaya, y la de Vilnës que acaba de aparecer tras una colina. El cuerpo es alzado en el aire por las sombras que el Hechicero Nevalar Veldrax acaba de invocar, en una desmesurada y apasionante demostración del antiguo poder que corre por sus venas. Las marcas plateadas que el Barón insertó en sus mejillas brillan en un color violáceo, advirtiendo a todos de su peligrosa letalidad. Los etéreos tentáculos, movidos como prolongaciones de su propio cuerpo, aplastan la armadura del capitán, como si fuese hecha de papel, produciendo un sonoro crujir de costillas bajo ella.

- No... yo... ellos... nos... protegen... de las... sombras... -apenas puede respirar.

Notas de juego

Nevalar, tira Daño: 2d6. Ignoras la armadura del capitán.

Tiene 10 Robustez, o lo que es lo mismo, puede soportar hasta 10 Heridas.

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06/05/2021, 22:12
Nevalar Veldrax
- Tiradas (1)
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06/05/2021, 22:22
Anwië Diherôth

¿Un águila era capaz de acabar con una bandada de los cuervos de Lord Sil? Era difícil de creer, pero... no sólo era capaz de sentir al águila, sino también a los lobos y caballos que le acompañaban alejándose por el norte... En cualquier caso, ¿qué sentido tenía que hubieran dichos animales viajando juntos? No podía sentir humanos, sólo... animales... ¿Serían cambiaformas tal vez?

Fue entonces cuando Nevalar se dejó llevar, y liberó más de su poder... alzando al Capitán entre tentáculos cargados de oscuridad. En ese momento, le miré y le hice un gesto con la mano dándole a entender que no le quería muerto... aún no... Primero debía hablar.

—Capitán, como ve, no estamos aquí para perder el tiempo —dije finalmente—. Sé claro en sus explicaciones, o lo próximo que diga serán sus últimas palabras. Sé que hasta alguien como usted es capaz de entenderlo, ¿verdad? Bien, haga el favor de hablarnos de esos cazadores: ¿qué poderes tienen y cómo pueden ellos, y no vosotros, repeler a las sombras? Explíquemelo. También explíqueme qué son esas sombras que tanto teme.

Hice una pequeña pausa, aunque... tras ella sonreí con una sonrisa cargada de sadismo

—Y le aconsejo no balbucear, pues cada balbuceo le supondrá perder una extremidad.

Heimdallr, casi leyendo mis pensamientos, desenvainó su enorme espada...

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06/05/2021, 23:21
Orteval de Sartes

Orteval está gravemente herido. Su vida pende de un hilo, aplastado su cuerpo, rota su caja torácica, perforados sus órganos vitales con sus propios huesos. No puede más que llorar, aterrado, desconsolado. Con un hilo de voz, un último aliento, consigue responder a la Tenebrïs: - No... yo... no... lo... sé.

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06/05/2021, 23:23
Heimdallr

Apreciado el balbuceo, y fiel y obediente a su ama, el imponente Heimdallr descarga su enorme espada sobre el cuerpo del Capitán de Sartes, mutilándolo y acabando con su vida en el acto.

***

Pero algo más ocurre, algo mucho más interesante que la muerte de Orteval, Capitán de la Guardia de Sojäk. Las sombras, los invocados tentáculos de Nevalar, rodean al esbirro de Anwië, sin tocarlo. Se mueven a su alrededor, despacio, como si lo examinaran, para finalmente desvanecerse, desapareciendo y volviendo a las sombras de las que surgieron.

- Tiradas (1)
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06/05/2021, 23:30
Ramelok

Lo que han hecho las sombras, lo que ha hecho tu poder, no ha sido obedeciendo a tu voluntad. No has sido tú quien se lo ha ordenado. Desconoces completamente a qué ha podido deberse. Pero la Sombra, esa que te observa, esa que te acecha, esa que corre por tu cuerpo igual que el poder de Zanduräs, es más fuerte, y está más cerca.

Notas de juego

Adquieres:

 

Nota: en tu tirada anterior tenías -1MM por la Corrupción de La Sombra, se me ha pasado.

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06/05/2021, 23:45
Ramelok

Lo que sucede con los tentáculos de corrupción te afecta en tu fuero más interno. Notas que ha sido una completa pérdida de control sobre ellos por parte del joven hechicero. Heimdallr ha estado expuesto, ha estado en peligro. Y lo que es más grave aún, tu secreto ha podido verse comprometido. La Sangre de Zanduräs es poderosa, pero el poder que otorga es caprichoso y difícilmente predecible.

Notas de juego

Adquieres:

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06/05/2021, 23:50
Ramelok

Algo extraño ha sucedido. Una antigua fuerza se ha manifestado ante ti. Algo que te resulta vagamente familiar.

Notas de juego

Elige entre hacer una tirada de MM+Magenta o una tirada de Intelecto.

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07/05/2021, 08:56
Lord Sil
- Tiradas (1)

Notas de juego

Elijo Inteligencia.

Aguardo instrucciones.

No obstante, voy a postear algunas impresiones mientras me informas, si procede.

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07/05/2021, 09:36
Ramelok

En tu anterior expedición a Ramelok vagaste por el desierto durante semanas, acosado por unas sombras que adquirían formas diversas y grotescas. Ahora lo recuerdas con claridad, aunque durante años esas visiones han estado borrosas, distorsionadas por lo ocurrido más tarde en las Colinas del Olvido. Estos tentáculos que Nevalar ha invocado, sirviéndose de la Corrupción que le devora poco a poco, te han recordado a estas sombras de Seniram. En una ocasión las sombras te rodearon, y creíste que sería tu final. Sin embargo ocurrió algo similar a lo que ha ocurrido con Heimdallr; te acosaron durante días, envolviendo tu cuerpo, penetrando en tu mente, y produciéndote horribles pesadillas que no cesaban en su tormento. Pero al final se desvanecieron como si nada. Te sentiste vulnerado, violado, ultrajado y mancillado. El poder de la Sombra es incalculable, pero también caprichoso y difícilmente predecible.

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07/05/2021, 09:52
Lord Sil

El despliegue de fuerza sobrenatural de Nevalar culminado por el golpe de gracia de Heimdallr me han privado de obtener información útil del necio de De Sartes, ahora un cadáver desangrado en la arena, un vago parecido a un muñeco roto. Su aciago sino era inmutable a estas alturas, pero algo en sus últimas palabras ha logrado captar mi atención:

Ellos nos protegen de las sombras”.

Soy en extremo cauteloso con la información que analizo, y esta suerte de epitafio me resulta irresistiblemente adecuado para De Sartes, cuya estupidez le privó de entender que, en realidad, un cobarde como él nunca tuvo más opción que prolongar su agonía.

Entiendo por qué el Barón desea que tutele a Nevalar. He presenciado un vívido recordatorio en la ejecución del capitán de la atalaya. Las sombras parecen experimentar una comunión con mi joven discípulo, una sinergia sobrenatural e innata. Esta suerte de sumisión de las tinieblas a la voluntad del hechicero es… poco frecuente. Él no ha sido instruido sobre cómo manipular las fuerzas que emanan del Abismo. Para él, es algo elemental, casi rutinario, como respirar. Mas tal manifestación de poder mágico me hace recordar que el Abismo tiene consciencia propia. Y más que consciencia… también está dotado de una maligna y hambrienta mirada.

Desapruebo la exhibición de mi discípulo, algo que no manifiesto en este momento. Si derrocha sus habilidades con una pantomima de hombre como De Sartes, ¿Qué hará cuando una amenaza real le tiente para exponer sus debilidades? ¿Acaso cree ostentar un poder absoluto, sin ningún tipo de límite?

Debo observar con atención.

Su mente es vulnerable a la embriagadora fuerza que le embarga. Su impulsividad traiciona su juicio. Por el momento, prefiere ignorar el coste que acarrea su don, algo que a la larga podría acarrear desastrosas consecuencias…

pero no bajo mi guardia.

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07/05/2021, 10:01
Lord Sil

Los recuerdos se agolpan en mi mente. No son agradables, pero ya no dañan mi alma. Es otro su protagonista.

He escuchado el susurrante siseo de estas sombras antes, aquí, en Ramelok. Lo hice durante la dolorosa metamorfosis. La necesaria metamorfosis.

El Leviatán duerme en su presencia, se marchita, pues sabe que fueron ellas sus asesinas. Aún las teme... Pero yo no. Ya no.

El reflejo ha aprendido a hablar con ellas. A respetarlas. A entender su ilimitado, desaforado poder. La terrible verdad que he logrado alcanzar a comprender es que todos vagamos en un mundo de tinieblas, como llamas danzantes abocadas a la extinción sobre un fondo de impenetrable negrura.

"Ellos nos protegen de las sombras", dijo De Sartes.

Me temo que no, capitán. Nadie, absolutamente nadie, está a salvo de las sombras.

Observo a Heimdallr con cautela y suspicacia. Todo lo que rodea al guardaespaldas de la Tenebrïs es un misterio. Uno que nunca ha escapado a mi curiosidad. Las sombras convocadas por mi lonialär reaccionan a él de una forma extraña. Más que danzar a su lado, parecen sondearle. Incluso, se diría que le reconocen.

¿Qué esconde el titán bajo su yelmo? ¿Quién es en realidad? ¿Por qué debe tanta lealtad a la Tenebrïs?

Aprecio la ironía de la situación, sonrío con amargura bajo mi propia máscara de plata y empiezo a considerar que este viaje está resultando harto estimulante.

Tantas cosas que averiguar...

Notas de juego

Pregunta off the record que llevo unos días queriendo hacerte:

¿Sabría ubicar en el mapa las ruinas donde busqué a la deidad de los secretos?

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07/05/2021, 10:27
Director
- Tiradas (1)

Notas de juego

Sí.

Tu fallida expedición transcurrió de oeste a este, serpenteando las faldas de las Montañas de Agalam. Exploraste el Monte Bujox, Serinam, las Planicies de Safeuk, y el Desfiladero de Azoj. Cerca de las ruinas de Kalam, a orillas del Lago Aluniff, el punto más alejado al que llegaste en tu viaje, hallaste las ruinas de un antiguo templo, pero no era el de la diosa, o acaso ella se ocultó. El regreso está más borroso en tu memoria, aunque sabes que pasaste cerca de las Colinas del Olvido y Arenas de Tormenta.

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07/05/2021, 10:35
Nevalar Veldrax

Siempre que he invocado los tentáculos estos han acudido desde el Abismo, han obedecido Mi Voluntad, han hecho lo que he querido, siguiendo mis órdenes y después se han ido de esta realidad cuando he cortado el vínculo. Soy yo quien controla a la Sombra, no al revés. Y así han hecho con de Sartes, inmovilizándolo y exprimiéndole como una fruta madura hasta dejarle con un hálito de vida, mientras las runas plateadas de mi rostro brillaban con inusitada maldad. Noto el poder que recorre mis venas, pero soy yo el que lo controla, y son mis enemigos los que tiemblan de terror a mis pies. Es embriagador.

El fiel guardaespaldas de Anwië acaba con la vida del capitán, de un solo y brutal golpe del filo de su espada. Siento esa satisfacción sobrenatural recorriéndome cuando veo sus ojos en blanco y su cuerpo desmadejado, aunque lamento que no haya podido decirnos nada más. ¿Quién te va a proteger de las sombras ahora, viejo?

Mientras estoy maravillado aún con la exultante sensación de la muerte y el poder, sucede algo, algo que yo no esperaba: los tentáculos, movidos por su propia voluntad y no por ninguna de mis órdenes, se acercan a Heimdallr y lo rodean, como estudiándolo, durante unos segundos en los que experimento verdadero terror al comprobar que, aunque intento guiar los movimientos de los tentáculos moviendo mis dedos, estos no obedecen, no reaccionan a mis órdenes. Durante unos breves instantes el hechizo no está bajo mi control y no puedo detenerlo.

Los tentáculos desaparecen antes de que ocurra nada más. El portal que los une con esta realidad desaparece. Respiro. Porque ha desaparecido, ¿no? Algo no termina de cuadrar, noto la oscuridad creciente de este lugar, observándome. Una presencia que intuyo por el rabillo del ojo pero que nunca alcanzo a descubrir. Aquí la Sombra es más fuerte, más poderosa. Necesito más poder. Más corrupción. Sí.

Sé que mis maestros me vigilan, pero intento obviar lo que acaba de ocurrir, como un alumno al que acaban de descubrir en una falta:

-Parece que el Lord Capitán no tenía nada útil que decirnos. Veamos que tiene que decirnos Vilnës.

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07/05/2021, 10:57
Anwië Diherôth

En cuanto Heimdallr desmembró al desdichado Capitán, noté como los tentáculos de corrupción de Nevalar que le sujetaban tomaron como nuevo objetivo a mi fiel guardaespaldas. Y, aunque no llegaron a tocarlo antes de desvanecerse, entendía aquel acto como un claro ejemplo de que Nevalar no era capaz de controlar su poder...

No sólo había dejado moribundo al Capitán, sino que también había puesto en peligro a un valioso aliado...

Mi atención se clavó entonces en él, y mi ceja se enarcó pidiendo explicaciones ante algo que, sin duda... había sido fácilmente evitable. Finalmente exhalé aire por la nariz, y negué con la cabeza desaprobatoriamente...

—Nevalar, espero que comprendas que la corrupción sin control puede no sólo llegar a consumirte a ti, sino también a todo lo que te rodea. Aprende a controlarla, o pasarás a suponer una amenaza para todos.

La dureza de mis palabras debían dejar claro a todos los presentes que no admitía una queja como respuesta, y sería mejor para el joven elfo no atreverse a hacerlo...

No me cabía la menor duda de que Lord Sil tendría bastante trabajo por delante con el impetuoso joven; y aun así, Nevalar no podía tener mejor maestro... Si bien era cierto que su juventud podía suponer un obstáculo a la hora de descifrar los enigmáticos consejos y las... extrañas costumbres de su tutor, aún tenía esperanzas puestas en él y confiaba en que el Magister supiera enderezar el camino del joven discípulo en beneficio de los de nuestra raza.

Su talento, después de todo, era palpable... aunque en manos inadecuadas podía suponer una bomba a punto de estallar.

Fuera como fuese, era hora de descubrir qué era lo que había averiguado la exploradora... Así que, tras mis palabras, y salvo que Nevalar se atreviera a contestarlas, me giraría para darle la orden a algún soldado de que saliera al encuentro de la Exploradora y la escoltara hasta nosotros.

Notas de juego

Nos hemos pisado, Nevalar.

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07/05/2021, 11:14
Ramelok

Ante semejante visión, ante tal muerte de su capitán, los jóvenes reclutas de la Guardia de Sojäk huyen. No hay otra reacción posible para mentes débiles y poco curtidas como las suyas. Sólo cabe el pánico, el terror. Los soldados corren en todas direcciones, desordenados, abandonando su puesto y su deber en la atalaya.

Los esclavos les miran, anhelando poder huir también, sin embargo permanecen inmóviles, sabedores de que lo que les espera si lo hacen es aún peor. Hoari y Heimdallr observan, impasibles. Kronaz se divierte, y muestra una amplia sonrisa a cuando el cuerpo del capitán cae marchito al negro suelo.

Vilnës se acerca a la Tenebrïs, mostrando respeto y una forzada actitud ceremoniosa.

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07/05/2021, 11:15
Vilnës Oriväs

- Thamiairtreäl adhtronhainmhïl thamiairèisteäl drisaghaoïl chunnaicminäl drochghilleäl. -saluda la elfa solemnemente, sin poder disimular su respiración acelerada.

Os narra lo que ha visto, lo que ha descubierto al norte. Sin acercarse demasiado para no ser descubierta. Un grupo de cazadores surcando las arenas. Una caravana de una docena de ellos. Dirigiéndose al noroeste. Un grupo de criaturas, moviéndose como una manada. No son humanos, no son elfos, no son enanos, no son orkos. Sus formas mutan, con rasgos animales, con deformidades. Un guerrero águila ha destrozado a los cuervos. Les acompañan animales inferiores, caballos, cargados con bultos. Las huellas parten desde aquí, desde la atalaya, pero su rastro no es sólo de esta vez, una senda delata que sus viajes son frecuentes. Una senda que la exploradora podría seguir desde aquí hasta ellos, pero también desde aquí hacia el desierto.