Partida Rol por web

Orbis 5: Ramelok [DM05/21]

01 El desierto negro

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08/05/2021, 11:44
Nevalar Veldrax

Los soldados de la Atalaya han puesto pies en polvorosa mientras mi maestra niega desaprobatoriamente. No está contenta con lo que acaba de suceder, y así me lo hace saber. Yo agacho la cabeza, dócilmente, a fin de no contrariarla. Tiene razón: si no tengo cuidado la corrupción puede acabar consumiéndome. Pero necesito más poder para controlar a la Sombra. Respiro profundamente y encuentro el equilibrio, perdido en alguna parte de mi interior.

—Sí, mi Tenebrïs. Tendré más control la próxima vez.—Prometo.

Y mi dedo marchito vuelve a mandar señales de dolor, aprieto el puño enguantado tratando de acallarlo, haciendo caso omiso de las miradas de terror de los esclavos y la mirada divertida de la orca. Quiero añadir una protesta, no ha sido completamente obra mía, algo más ha perturbado el comportamiento de los  tentáculos, pero para cuando voy a hacerlo, Vilnës ya ha regresado y saluda antes de dar el parte de su exploración. Escucho con atención sus explicaciones de lo que ha encontado en el desierto, y arqueo una ceja preguntando a mi maestra:

—¿Cambiaformas? Eso explicaría todo lo que hemos visto. Pero las explicaciones del Capitán indican que no es la primera vez que pasan por aquí, ¿qué ha dicho? ¿Que les protegían de las sombras? ¿Qué puede signifcar eso? —Intuyo que signifique lo que sinifique, puede estar relacionado con el fortalecimiento de la presencia oscura y sombría que me acompaña y que he notado mientras usaba mis poderes.

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08/05/2021, 16:17
Lord Sil

Que los subordinados de De Sartes se batan en desordenada retirada por el desierto con la vana esperanza de que allí les aguarde una muerte más rápida y misericordiosa me provoca unas olvidadas ganas de reír… a carcajadas. Es, cuando menos, el destino ideal para ese hatajo de traidores pusilánimes. Anodiräs no les necesita. Nosotros tampoco.

El hecho de que mi discípulo se excuse ante la Tenebrïs y el nerviosismo con el que se masajea la mano –la misma mano que antes- inciden en mi percepción de que su poder, a diferencia del que yo he logrado amasar tras siglos de estudio, le viene dado de nacimiento, motivo por el que ignora el precio a pagar por detentarlo, una valiosa lección que aún no he impartido con la dureza que requiere.

Anoto mentalmente esta cuestión, pues el momento ha llegado.

Desmonto de mi albina yegua y doy dos palmadas en su robusto cuello. Es una buena montura.

-Nadie está a salvo de la sombra, lonialär-, replico a Nevalar en un tono carente de emoción. Debería enfurecerme que dé un mínimo crédito a las palabras de un necio como De Sartes.

Debería… pero no lo hace.

-Mi Tenebrïs, ¿consideráis prudente aventurarnos al norte siguiendo a un grupo del que desconocemos sus verdaderas intenciones, más allá de una probada insistencia en permanecer en el anonimato?-, pregunto mientras extraigo mi afilado escalpelo del cinto.

Me detengo un instante ante el patético cadáver del capitán.

-Su rumbo nos distanciaría del desierto, nuestro objetivo principal-, digo a modo de recordatorio. Sin duda, estamos ante un interesante dilema.

Desciendo cual sombra rapaz sobre el rostro de De Sartes. Trabajo con rapidez. Introduzco la hoja de la cuchilla en la carne, siguiendo la línea del párpado inferior. Luego, empleando la pequeña espátula que culmina el extremo opuesto del instrumento, hago palanca. Tras un pequeño, suave tirón, noto el globo ocular en mi mano enguantada. Un último corte en el nervio óptico y el ojo queda desgajado del cráneo.

Sostengo en alto el trofeo, imperturbable, ajeno a las miradas que me examinan, sujetándolo por la fina fibra muscular. Miro fijamente el iris negruzco, un iris demasiado común como para otorgar al despojo de un valor siquiera simbólico. Hasta en esto resulta decepcionante De Sartes. Y sin embargo, no puedo evitar ver mi rostro recorrido por la sombra fantasmagórica de una sonrisa.

“Mira a tu Creador a la cara”, pienso con infinita satisfacción.

Giro mi rostro argénteo hacia la Tenebrïs.

-A’vhoös Kuhäar, Tenebrïs-*.

Repito la operación. La técnica está depurada tras largos años de práctica. Me apena ser capaz de extirpar el órgano con tal celeridad. El disfrute es efímero, pero sincero.

“Lo lamento, Capitán. Su alma viajará hacia la Rueda en penumbra. Pero no tema, pues le dejo un recuerdo. Uno imborrable… Un rostro de plata”, pienso.

Un ojo valdrá para Artuur, pero en este banquete de la venganza han de comer dos…

Y quiero... mi propio... ojo.

Notas de juego

*N. del T. "Vuestra es la decisión, Tenebrïs".

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08/05/2021, 18:18
Anwië Diherôth

Asentí con la cabeza en un sutil gesto de conformidad ante la contestación de Nevalar.

La huida de los cobardes defensores de la Atalaya no suponía ningún tipo de contratiempo. Después de todo, inclumplían sus quehaceres... por lo que, aunque dejaran sus puestos, poco iba a cambiar. Sin embargo, sí me preocupaba más el tema de los presuntos Cazadores de Tesoros.

¿Quiénes son? ¿Qué hacen? ¿Por qué se marchan a nuestra llegada?

Eran incógnitas que necesitaban respuestas... y pensaba descubrirlas.

—Son Cambiaformas —contesté, afirmativamente, ante la acertada pregunta del joven; luego escuché atentamente a su maestro—. Nuestro objetivo es buscar indicios de qué es lo que se mueve en el desierto, Lord Sil. No hay duda de que ocultan algo. Podría parecer inteligente darles caza...

Pese a todo... me tomé unos segundos antes de continuar...

—Sin embargo, estoy segura de que sólo quieren alejarnos de aquí —dirigí entonces mi voz, autoritaria y firme, hacia la exploradora—. ¿Dices que has visto sus huellas partiendo en dirección al desierto, verdad? Guíanos. Quiero saber qué es lo que han estado haciendo...

Sería difícil alcanzar a un grupo de Cambiaformas teniendo en cuenta la fatiga del viaje y la distancia que nos separaba ya de ellos. Sin embargo, y a pesar del deseo que tenía por darles caza, debíamos ser cautos. Después de todo, en vez de evitar que le descubriéramos y huir directamente, habían decidido llamar nuestra atención acabando con los cuervos de Lord Sil. Querían que supiéramos de su presencia, y trataban de alejarnos de aquí...

No quieren que investiguemos el desierto...

Sin embargo, antes de emprender la marcha guiada por la elfa tenía en mente una acción más... por lo que aguardé pacientemente a que Lord Sil acabara con su ritual. Tras ello, fui esta vez yo quien se acercó al cuerpo inerte del Capitán...

Su destino había estado sentenciado desde el momento en el que el Barón nos había mandado investigar el desierto... Era imposible perdonar su negligencia, menos si cabe teniendo en cuenta los jueces que habían tenido la misión de juzgarle. De Sartes era un ser inmundo que no aportaba nada a Anodiräs después de todo...

Y, sin embargo, muerto... podía servir de utilidad.

 

 

—Ö chlänn Beory —concentré mi energía y acaricié suavemente el rostro sin vida, cantando en voz suave una dulce melodía... casi como una madre que arrulla con una nana a su hijo para que duerma Fàs ieräl ägus thöir biädh dhüt fhèin. Thöir beathä gü bàs. Biodh nä freumhäichean agäd a’beäthachadh leis ägus a’fàs mòr do-ruigsinneäch.

La vida siempre buscaba formas curiosas de surgir, incluso en la muerte de otros; y es que existía un estrecho lazo entre ellas que difícilmente podría cortarse... El cuerpo de aquel hombre no sería sino el fruto del que se alimentarían los hijos de Beory... Podía estar orgulloso, su destino era más del que se merecía. Y, sin embargo, era mi deber dar vida al desierto. Reconquistar mis tierras y hacer resurgir la naturaleza en el reino que me pertenecía por derecho.

Pronto, aquel desierto donde hasta el momento había reinado la corrupción y la muerte volvería ser el orgullo de los Elfos Oscuros.

Ésa era mi misión.

Notas de juego

Traducción: Oh, hijos de Beory. Creced y alimentaos. Dad vida a la muerte. Que vuestras raices se nutran de ella y crezcan fuertes e inquebrantables.

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08/05/2021, 21:35
Ramelok

Al finalizar Anwië de pronunciar su conjuro, del cadáver de Orteval de Sartes, Capitán de la desparecida Guardia de Sojäk, brotan ramas. De las cuencas de sus ojos, los orificios de su nariz, su boca, sus orejas, y más tarde las yemas de sus dedos, su torso y su vientre, raíces que se multiplican se arraigan a la negra tierra, quebrándola y hundiéndose en su profundidad; y brotes que luego son verdes tallos y luego fuertes ramas se alzan ante vosotros, adquiriendo más y más altura en cuestión de segundos.

Un árbol, verdoso y rosado a la vez, con ramas y hojas en ambos colores, imbuido con una luz y un poder sobrenaturales, se ha nutrido del cuerpo corrupto del capitán para nacer y crecer. El árbol crece en tamaño pero también en complejidad, y se expande, alargando sus ramas, apoderándose de su entorno, devorando a los caballos atados, y buscando vuestros cuerpos para seguir creciendo. Os busca con sus ramas y raíces, como si pudiese veros. A Anwië la rodean sin tocarla, pero los esclavos, al igual que los caballos, son penetrados por decenas de raíces que crecen dentro de ellos, nutriéndose de su carne y de su sangre. Kronaz se defiende con su gran hacha, cercenando las ramas que se le acercan, y Hoari camina de espaldas, tranquila, hasta estar a salvo. Vilnës lo tiene más fácil, pues es la más alejada y aún va sobre su montura.

- Tiradas (3)

Notas de juego

Nevalar y Sil, haced una tirada de Agilidad a dificultad 12. Más os vale superarla.

Podéis usar Fatiga para aumentar el resultado, como siempre.

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08/05/2021, 21:58
Beory

Esparce mi semilla, hija mía.

Conquista la tierra.

Haz brotar la vida,

y que la oscuridad se esfume

ante mi verde luz.

 

Esparce mi semilla, hija mía.

Conquista las tinieblas.

Destierra La Sombra,

y que mi bosque crezca

ante mi verde luz.

 

Esparce mi semilla, hija mía.

Reconquista el Valle

y reina en él, hija mía.

Como Hija de Beory.

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08/05/2021, 22:14
Anwië Diherôth

Lo noté. Su voz. Cálida, suave...

Beory me otorgaba su favor, haciendo crecer un maravilloso árbol de considerable tamaño. En ese momento sonreí extasiada, y me erguí en porte solemne, acariciando el vigoroso árbol en su incesable crecimiento. Aquel era el primer paso de muchos que vendrían en el futuro...

Una nueva era estaba a punto de comenzar...

—Bidh e a'fàs, mö leanäbh. Bidh e a'fàs.

No sólo de Sartes estaba nutriendo el árbol con su cuerpo, también los caballos y los esclavos, dando como resultado aquella bendición de Beory. La vida de los inmerecidos serviría para darle poder; y... dicho poder estaría para siempre vinculado a mí en un lazo maternal...

Yo, mediante la diosa Beory, lo estaba concebiendo... y, como hijo nuestro, heredaría mi linaje.

Notas de juego

Traducción: Crece, mi niño. Crece.

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09/05/2021, 00:04
Director

Notas de juego

Rodeada de tanta vida, te deshaces de:

Mantienes Accipitridae.

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09/05/2021, 00:05
Director

Notas de juego

¿Qué haces con los ojos? ¿Dónde los guardas?

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09/05/2021, 09:14
Lord Sil
- Tiradas (1)

Notas de juego

No iba a guardarlos, iba a convocar a Artuur para darle la merienda, si lo ves factible ;D. Aunque mejor convoco a Artuur después de que la naturaleza deje de ser hostil xDDD

Gasto dos puntos de Fatiga para pasar la tirada (2/5) y considero esta la tirada más épica del Lord hasta la fecha. Y tirando dados de buena mañana, que es la hora fatídica además... ¡Estoy mu' loco!

Cuestiones previas al posteo:

1) Cuando te refieres a que el árbol se merienda a los caballos, ¿entiendo que Nébula es una de las víctimas? Eso sería... un contratiempo. Releyendo veo que afecta a los caballos que estaban ya atados en el establo, ergo igual a mi yegua no le alcanza, pero prefiero preguntar.

2) ¿Con qué colores de la magia está relacionado Beory? Este es el dios de la naturaleza, si no me falla la memoria. ¿Es un dios afín a los elfos oscuros? o_O

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09/05/2021, 11:51
Director

Notas de juego

Has tenido suerte. Me voy a currar en 5min. Te respondo rápidamente.

1. Tira 2d6 para ver si Nebula sobrevive. Con 8+ sí. Puedes gastar Fatiga si quieres.

2. La diosa de la naturaleza. Neutral. Con Anwië sí. Verde, y en este caso excepcional magenta.

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09/05/2021, 11:55
Nevalar Veldrax

No puedo evitar mirar con fascinación y también cierto repelús cómo el Lord Magister extrae con ceremoniosa facilidad los globos oculares del desdichado Capitán. Parece haberlo hecho muchas veces, solo así se consigue esa precisión y fluidez de movimientos para una tarea que, por otra parte, puede convertirse en una carnicería si no se hace con maestría. Por desgracia, esto no será la última profanación que vivirá el cadáver de Sartes.

La Tenebrïs confirma lo que yo había preguntado sobre el grupo que ha avistado Vilnës, pero lejos de enviarnos en su captura, prefiere que exploremos el desierto, entendiendo que solo quieren distraernos de nuestro verdadero objetivo. Quería luchar contra esos desgraciados y demostrarles que mis poderes son muy superiores a los suyos, pero tendré que esperar. Me aburre esperar.

Como sabiendo esto, mi maestra realiza un extraño hechizo utilizando los restos del cadáver, algo que en mis años de viaje entre orbis nunca había visto y que me deja completamente absorto. Ver ese árbol crecer de forma monstruosamente rápida alimentándose primero del cuerpo del capitán y después de los esclavos es un espectáculo digno de ver, pero tambien descubro, quizás demasiado tarde, que también es un peligro del que debo huir. Me resbalo entre la sangre del capitán, pero intento recuperar el equilibrio y salto para evitar una de las raíces devoradoras, e intento dirigir varias zancadas más en dirección hacia donde están Hoari y Kronaz, a fin der ponerme a salvo del gran árbol.

Bidh mi a ’crathadh a’ bhainne.*

 

 

- Tiradas (1)

Notas de juego

Uso Fatiga, claro. Uso toda la Fatiga del mundo.

*N. del T.: "Me cago en la leche."

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09/05/2021, 13:30
Lord Sil
- Tiradas (1)

Notas de juego

La Tenebrïs puede respirar tranquila...

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09/05/2021, 13:33
Lord Sil

Ignoro qué clase de poder es el que alza un robusto árbol a todas luces rebosante de magia tomando como basamento el cadáver mutilado de De Sartes, pero evito ser devorado por él por pura suerte, algo que puede también aplicarse a mi discípulo. Mi yegua elude una muerte agónica gracias a su adiestramiento y no poca fortuna, una que no comparten el resto de equinos. Tampoco los esclavos.

Esta suerte de... conjuración, es demasiado poderosa. Hay algo primigenio, salvaje e incontrolable en ella. En cuestión de minutos he presenciado dos demostraciones de poder mágico sobrecogedoras, pero sucedidas de actitudes muy diferentes. Mientras mi discípulo quedó momentáneamente aterrado por la efímera sublevación de sus sombríos apéndices, la Tenebrïs sonríe ausente, experimentando un inquietante y singular vínculo con su criatura que no duda en recalcar con estremecedoras palabras.

Guardo un silencio sepulcral ante lo acontecido, pero mis pensamientos sobrevuelan la idea de que la Tenebrïs ha perdido algo más que la visión en Uldatär.

Está en nuestra sangre, me recuerdo. Regocijarnos en nuestra creencia de infinita superioridad. Esa es nuestra esencia misma. Esa es nuestra debilidad.

No espero jamás rebelión por parte del silente y desprendido Heimdallr, pero atiendo a las miradas del resto de nuestra tropa, analizando las miradas que van del árbol a la Tenebrïs, y al revés. Cualquier matiz, cualquier sombra de temor o desconfianza. Esto puede dificultar nuestra misión... Mi misión...

Lo sucedido me hace comprender al instante que nuestro viaje se complica por momentos y que si ya tenía un frente difícil de controlar con el temperamento volcánico de Nevalar, ahora prorrumpe de súbito esta revelación de afinidad de la Tenebrïs para con la diosa Beory, siendo sus impredecibles consecuencias las que me sumen en una profunda introspección mientras llamo a mi yegua albina y me alejo lo suficiente sin dejar de analizar el comportamiento del árbol.

¿Acaso podrá mantenerse con vida en este desierto?

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09/05/2021, 14:05
Lord Sil
- Tiradas (1)

Notas de juego

Por si acaso, dejo tirada de INT -bastante buena- para analizar el árbol. A nivel científico, me interesa saber cómo se comporta.

Por cómo lo has descrito, parece un ser vivo.

Cualquier pista, buena es.

Y si no procede, pues pasa olímpicamente de la tirada, claro está ;)

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10/05/2021, 12:35
Ramelok

El gran árbol, o el ente arbóreo, imbuido del poder primigenio de la diosa Beory, sigue creciendo y expandiéndose por los alrededores de Sojäk. Recubre de verdor la totalidad de la atalaya, que queda sepultada y oculta en el interior de un grueso tronco principal. El área desertizada por el conjuro de Anwië ronda el centenar de metros alrededor de la ruinosa fortaleza, que ahora se parece más a un denso y peligroso bosque, formado por árboles y arbustos verdes y rosados.

Los esclavos, los caballos (excepto Nébula y aquél de Vilnës), la carreta y vuestro equipaje, la atalaya y todo lo que en ella había... todo salvo vosotros, Heimdallr, las guerreras y la exploradora, y las pocas pertenencias que lleváis encima, ha sido devorado, descompuesto y asimilado por el nuevo bosque. Algo similar debió ocurrir en Ûldatär, aunque con toda seguridad esto sólo sea una pequeña pincelada de lo que allí debió suceder.

Sin dejaros apenas tiempo para más que para poneros a salvo, un aterrador rugido anuncia que una criatura se acerca, proveniente del mismo corazón del bosque. Podéis oír cada una de sus zancadas. Es grande, y rápido. Las guerreras se preparan, sujetando firmemente sus afiladas armas. La bestia camina sobre sus patas traseras, duplica la altura del mejor de los caballos, y sus ojos irradian un verdor terrorífico.

El Gélido, descrito como una criatura mítica, primitiva y depredadora en antiguas leyendas, se dirige con decisión hacia Anwië. Las guerreras Hoari y Kronaz se interponen, pero él (o ella) las aparta de una fácil embestida. Luego hace lo mismo con el pesado Heimdallr. Y continúa en su avance. Cuando está frente a la Tenebrïs, exhalando vapor por su hocico, agacha su cabeza, como si tuviese la suficiente inteligencia para hacer una respetuosa reverencia ante la Heredera de Adarnaj.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Sil adquieres 2 de Fatiga. Nevalar 3. Mirad vuestras fichas porque esta fatiga tiene consecuencias.

Anwië, adquieres montura Gélido, dale un nombre.

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10/05/2021, 12:44
Beory

 

Ve junto a ella,

hijo mío. Y protégela.

Ve junto a él,

hija mía. Y cuídalo.

 

Cabalgad juntos, y luchad sin tregua contra el Kaos

que habita los confines de este corrupto desierto.

 

Notas de juego

Adquieres:

Haz una primera tirada de Carisma para comunicarte con él (o ella).

Puedes rechazarlo.

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10/05/2021, 12:55
Ramelok

Observas al árbol, o al ente arbóreo, o al ser vivo vegetal. Es difícil de catalogar. Jamás has visto nada igual, al menos no así de potente, ni a esta velocidad, ni de este modo. Es, sin duda, un conjuro de gran poder, vinculado directamente a una deidad, a Beory, la diosa de la naturaleza, una diosa neutral, nada caprichosa, que busca la supervivencia de la naturaleza, y de los seres vivos, plantas y animales, a los que considera sus hijos. El equilibrio natural está por encima de todo para esta diosa, y para todos los sacerdotes que la veneran, casi en su totalidad druidas.

El bosque, lejos de ser un ente estático como otros bosques, está en movimiento. Sus ramas se entrelazan entre ellas, formando una extensa red, y se mecen suavemente en armonía, como mecidas por un viento inexistente. Sus raíces horadan profundamente la tierra, y quiebran el suelo bajo vuestros pies. Puedes sentir su poder. No ves animales, salvo este magnífico gélido que parece más un obsequio de la diosa a su hija Anwië que un ejemplar de fauna. El bosque, conformado por árboles, o agrupaciones de ellos, interconectados, verdes en su mayoría, pero también rosados, magentas y morados, violetas... parece ser un ente inteligente, capaz de percibir su entorno, capaz de reaccionar a él, capaz de defenderse si fuese necesario.

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10/05/2021, 13:06
Ramelok

Las leyendas de vuestros antepasados cuentan que hace milenios, el primer Rey de Adarnaj y su guardia personal, los Markiileän, montaban estas primitivas y feroces criaturas cuando marchaban a la guerra. Nunca habéis visto ninguna, salvo en representaciones pictóricas. Nunca habéis considerado que estas criaturas pudiesen existir o haber existido.

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10/05/2021, 13:12
Ramelok

Hasta ahora, estas criaturas eran sólo viejas historias para ti. Has oído hablar de ellas en alguna leyenda, en algún cuento para niños, en los que el primer Rey de Adarnaj las montaba cuando iba a la guerra.

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10/05/2021, 18:20
Nevalar Veldrax

Consigo alcanzar a Hoari y Kronaz de dos zancadas, apoyo mis manos en las rodillas mientras intento recuperar el resuello tras haber escapado por los pelos del gigante arbóreo que nuestra amada Tenebrïs ha conjurado. Después me recojo el pelo seductoramente y le guiño un ojo a Hoari y luego sonrío a Kronaz con mi perfecta y blanca sonrisa.

Si todo va bien  (y con mis encantos sé que todo suele ir muy bien)  , haremos un trío esta noche bajo las estrellas del desierto. ¿Qué os parece?

Antes de que la cosa se ponga interesante, el suelo comienza a temblar como si el mundo fuera a desmoronarse, y de entre las ramas recién crecidas surge una criatura colosal y antigua que ruge y hace que se me pongan los pelos como escarpias. Lo reconozco como algo salido de los cuentos para críos, una historia antigua que me contaban mis progenitores… Veo cómo se deshace de las exploradoras primero, y después del imponente Heimdallr, con facilidad, y después se agacha frente a la Heredera de Adarnaj. Hay algo profundo y atávico en la escena que hace pierda el sentido de la realidad por unos segundos. La majestuosa Anwië y la criatura poderosa y legendaria agachada a sus pies.

—Bidh mo chridhe a ’crìonadh ro uiread de bhòidhchead* No es posible. Un gélido. ¿No era una como esta la montura del primer Rey de Adarnaj? –Avanzo impávido con lágrimas de emoción en los ojos hacia la Tenebrïs y el enorme animal, que espera sus órdnes. Puedo apreciar su piel escamosa y sus plumas coloridas, y sus dientes, afilados como sables. Si Anwië ha invocado esta criatura es que realmente es la heredera de Adarnaj. –Es increíble, mi Tenebrïs. Parece salido de las antiguas canciones y leyendas de nuestro pueblo. ¿Puedes hacerme uno para mí? Me he quedado sin montura.

Notas de juego

*Traducción: Mi corazón se encoge ante tanta belleza.