Partida Rol por web

Orbis 5: Ramelok [DM05/21]

01 El desierto negro

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28/04/2021, 09:35
Nevalar Veldrax

Las palabras de la Tenebrïs surgen suaves pero contundentes, llenas de experiencia y conocimiento. No duda ni un momento en defender su postura, y noto la pasión y el fervor que siente por su pueblo cuando habla de su identidad. Sus palabras tienen la capacidad de resonar conmigo de forma mucho más directa de lo que nunca harán los jeroglíficos del Magister, porque me hablan de las raíces de mi pueblo, de las canciones perdidas, de los lazos familiares. Puedo percibir una nota de nostalgia en su voz al pronunciar la palabra hogar. Sobrevivir a Adarnaj tuvo que ser un duro golpe para ella, y ser proscrito sin un lugar al que ir... Con eso también puedo empatizar.

Finalmente asiento, y añado:

—Me interesa más el poder que el significado, mi Tenebrïs. Pero entiendo lo que decís. La bandera tiene el poder de unir a nuestra gente y recordarle nuestra grandeza. Quizás a mí también, ya que mis recuerdos de Adarnaj son pocos y lejanos en el tiempo.

El Lord Investigador hace un ruido extraño y después se sume en el silencio. Está envuelto en oscuridad y silencio, seguramente haciendo alguno de sus trucos.

—Si es necesario puedo avanzar con Kronaz y echar una ojeada al camino.

Abro y cierro la mano intentando espantar el dolor punzante y agudo de la corrupción. Es un recuerdo constante del precio que pagamos por el poder.

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28/04/2021, 09:47
Director

Notas de juego

Tu tirada está bien hecha, aunque no has sumado el valor de MM, que es 6, lo que haría un total de 14.

Con ese resultado invocas una bandada de 14 obedientes córvidos, entre los que se encuentra Arturr. Además puedes usar sus sentidos como si fueran los tuyos.

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28/04/2021, 10:01
Anwië Diherôth

Había escuchado el sonido de la queja de Lord Sil, y luego el silencio súbito en el que se había sumido. No era difícil imaginar que debía estar teniendo otro de sus ataques de salud... No tenía prisa, así que le di tiempo.

Por el contrario, las palabras de Nevalar hicieron que asintiera con la cabeza conforme.

—No debes preocuparte, Nevalar —dije, acercando mi mano hasta acariciar suavemente con mis dedos su apolíneo rostro—. Yo haré que los recuerdos de Adarnaj aviven nuevamente en ti...

Mis dedos se posaron entonces en las runas plateadas, siguiendo el recorrido descrito por ellas... hasta acabar separándolos de su piel con la misma delicadeza con la que había iniciado el contacto...

Fue entonces, en ese preciso momento, cuando sentí algo...

Leve y sutil. Una mínima y casi insignificante variación... pero lo suficiente como para que mis sentidos volvieran a agudizarse ligeramente. ¿Tal vez... no estábamos solos en aquel lugar?

—Lord Sil, invoque a Artuur... ya.

Mi voz no admitía más demoras.

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28/04/2021, 10:53
Lord Sil

Mi silencio es sucedido por el desprendimiento de varias plumas negras de mi manto azabache. El ácido aire del desierto las agita, transportándolas en una suerte de remolino hasta la cetrina bóveda copada de nubes de tormenta. El ritual de la llamada. Mi séquito está por llegar.

-Gahül vosh kuaär*-, musito con solemnidad con un hilo de voz.

Por respuesta, un graznido surca el éter. Le siguen varios más.

Extiendo mi diestra, paciente. Me recorre un oscuro placer al escuchar a los córvidos aproximarse desde un punto ciego, arriba, en el cielo. A juzgar por los numerosos grajeos de aprobación, toda una bandada ha respondido a mi solicitud. Se arremolinan alrededor de nuestra comitiva, sobrevolándonos a una distancia prudencial. Escucho sus pensamientos, más complejos de lo que uno alcanzaría a imaginar. Les deleita la idea de arrancarles los ojos de los esclavos. Esbozo una dantesca sonrisa tras la máscara... Puede que sean recompensados.

Uno de mis exploradores de ébano cae en picado posándose con destreza preternatural sobre mi guante, agarrándolo con firmeza entre sus garras y espolones. Una maniobra innata, casi un acto reflejo.

Se trata de mi alfa. Artuur.

Acariciar a un cuervo es una pérdida de tiempo. Son animales demasiado inteligentes como para saberse apreciados por su siniestra belleza aviar. Artuur presenta sus respetos inclinando la cabeza un breve instante. Le aplico el mismo tratamiento, pues este cuervo es algo más que un simple animal. Sus corvatos, dignos herederos de su padre, distan mucho de la excepcional inteligencia de este ejemplar.

Entablo un diálogo conciso con él.

-Alza el vuelo con nuestros hermanos hacia el Este... Vigila la Atalaya y sus alrededores... Sé nuestros ojos y oídos...-.

No reparo en las miradas ajenas que se clavan en mí con intriga, suspicacia y sincero temor. Mis córvidos son todo lo que necesito en este instante para... trascender.

Notas de juego

* "Sombras aladas, a mí".

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28/04/2021, 11:23
Ramelok

Una docena de siniestros córvidos revolotean a vuestro alrededor un instante, crascitando en su lengua natural, unos sonidos que el misterioso Magister parece comprender y compartir. Uno de ellos, presumiblemente aquél que la Tenebrïs ha llamado Artuur, es claramente superior a los demás, en todos los sentidos. Obedece en silencio la voluntad de su amo, liderando la bandada hacia la Atalaya, al este.

Al alejarse pasan rozando las cabezas de las guerreras, quizás una provocación. Kronaz parece divertirse ante la demostración de dominio sobre la naturaleza y se remueve en su silla cuando las aves pasan sobre ella. Hoari, a su lado, permanece impasible y continúa cabalgando como si nada, siguiendo las huellas de la exploradora.

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28/04/2021, 11:33
Artuur

El vuelo es frenético, el desierto se extiende hasta el horizonte, disolviéndose en una suerte de bruma o niebla oscura a lo lejos. Al sur alcanzas a ver, a través de los ojos de tus córvidos, las Montañas de Agalam, cuyas laderas una vez seguiste hasta el Lago de Aluniff. Al norte la Cordillera de las Cien Almenaras, infranqueable muro natural entre el desierto negro y las tierras más fértiles del Barón. La Atalaya de Sojäk es fácilmente vislumbrada desde las alturas, no está lejos, llegaréis en menos de una hora.

Algunos cuervos viran al norte, atraídos por algo, y tu visión hasta ahora clara, se fragmenta y distorsiona. Artuur sigue liderando al grueso de la bandada hacia la Atalaya.

Notas de juego

Haz una tirada de Percepción.

Te recuerdo que estás en Desequilibrio, por lo que hazla sólo con 1d6. Puedes aumentarla asumiendo Fatiga.

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28/04/2021, 11:44
Ramelok

Cuando le acaricias notas con más intensidad la corrupción que alberga el joven hechicero. Un antiguo poder corre por sus venas, y un intenso dolor se ceba en el extremo de su mano. Una sombra le acecha.

Notas de juego

Nevalar tiene 5 de Corrupción.

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28/04/2021, 11:51
Lord Sil
- Tiradas (1)

Notas de juego

Hummmm... Muy baja.

No sé si puedo mejorar la tirada después de haber lanzado el dado, pero si es posible, lanzaría un dado más. Total, hay un porcentaje aceptable todavía de tener éxito.

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28/04/2021, 12:44
Lord Sil

Me tomo un instante en concentrarme en mis nuevos sentidos. Para esta carcasa ajada, la sensación de volar es... inalcanzable. Diviso la Atalaya en las proximidades. Está muy cerca. La alcanzaremos en poco tiempo. Sin embargo, hay algo... algo que me resulta imposible de vislumbrar.

Mantengo la calma, focalizo mi objetivo. La bandada parece dividirse. Algo atrae su atención, distrayéndolos de su meta inicial. Algo... Al norte... Algo que no consigo focalizar. Artuur prosigue obediente su vuelo hacia la Atalaya, privándome de entender cuál es el motivo de fascinación para el resto de sus compañeros.

Abro los ojos, desgajándome de la placentera sensación de habitar la perfecta anatomía de uno de mis córvidos. El regreso nunca es agradable. Me recuerda mis limitaciones.

-Estamos próximos a nuestro destino. Mi Tenebrïs, debo preveniros... Los cuervos detectan una... presencia, al norte de la Atalaya de Söjak. Algo ha captado su atención-, comunico para después romper en una breve y ronca tos que no hace sino enfatizar los oscuros presagios que me asaltan. Y es que encuentro posible que pronto hallemos respuesta a los temores del Barón.

Sobra decir que curso de acción sugeriría en estos momentos.

Es ahora cuando la exploradora habrá de hacerse valer.

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28/04/2021, 13:43
Nevalar Veldrax

Los sedosos dedos Anwië acarician la superficie de mi rostro para comprobar la forma de las runas plateadas que lo surcan. Un momento de extraña intimidad que se ve interrumpido abruptamente por algo, imperceptible para mí, que inquieta a la Tenebrïs. Su voz apremia al Magister a invocar al enorme cuervo.

Puedo ver como una de las plumas que se desprendían de su manto, se choca contra mi pecho y después continua revoloteando entre el humo grisáceo de Ramelok, como un extraño presagio de lo que puede ocurrir.

El Investigador saler de su mutismo y habla en nuestra antigua lengua para comunicarse con su comitiva de negro azabache. Pronto sus graznidos resuenan en mitad del desierto, y el monstruoso Artuur, más parecido a una criatura mítica que a un animal real, se posa sobre el brazo extendido de mi maestro, que le da órdenes precisas y rápidas de vigilar los alrededores de nuestro destino.

Los cuervos –todos ellos– obedecen las órdenes como dirigidos por una fuerza invisible y se van en coordinado vuelo hacia el este, no sin antes pasar cerca de las exploradoras que encabezan la comitiva. Lord Sil entra en uno de sus trances.

Acaricio a Medianoche con mi mano tocada por la corrupción. El caballo está inquieto tras el revoloteo de las agoreras aves, así que intento calmarlo susurrando a su oído:

—Tranquilo, sé que no te gustan, pero están de nuestra parte.

Pronto el Lord Investigador sale de su mutismo y nos informa de la presencia que sus aves han captado. Me pongo en tensión: esperábamos compañía, pero no tan pronto. Agudizo mis sentidos, e intento percibir cualquier cambio en el entorno.

 

- Tiradas (1)

Notas de juego

*Dejo hecha una tirada de Percepción por si fuera pertinente.

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28/04/2021, 14:06
Anwië Diherôth

El ritual de Lord Sil es... inquietantemente fascinante. Podía sentir como decenas de aquellos alados seres impregnaban la oscura soledad de mi ceguera manchándolas con diferentes tonalidades y matices, como si de un lienzo se tratara. Los graznidos acompañaban, cual leitmotiv, aquel mar de sensaciones... Tras mí, podía escuchar además el murmullo cargado de pavor de los esclavos, reprimidos por el miedo al castigo que podía conllevar molestar con sus desagradables voces mi calma...

Maravilloso.

Debía ser un espectáculo magnífico, que difícilmente podrían olvidar aquéllos que lo vieran con sus propios ojos... Lamentablemente, tenía que contentarme con las sensaciones y los estímulos que provocaban en mi cuerpo...

A los pocos minutos, Lord Sil rompió su mutismo para informarme de lo que sus cuervos habían visto...

Lo sabía...

No estábamos solos. Sentía intriga y curiosidad por saber qué más habitaba en aquel páramo desolado. A pesar de que lo dudaba, no podía descartar que se tratara de algún animal... ¿Quizás un espía? ¿Algún intrépido aventurero? ¿O quizás la sombra que tanto temía el Barón? Existían muchas posibilidades, algunas descabelladas y otras más acertadas. Sin embargo, debíamos adelantarnos a todas ellas...

—¿Pueden distinguir qué es? —le pregunté como contestación a Lord Sil.

Al mismo tiempo, hice un gesto con la mano llamando la atención de Vilnës, Hoari y Kronaz para que se acercaran.

—Vilnës, quiero que te adelantes y rastrees el terreno en dirección al norte de la Atalaya de Söjak le ordené, en cuanto las tres estuvieron cerca—. Hazlo con cuidado y sigilo, puede que nos esperen y hayan tendido trampas. Evita correr riesgos innecesarios. Kronaz, cubre el frente; Hoari, tú la retaguardia. Estad alertas.

Notas de juego

Lo que sea que habita en el desierto está bastante lejos aún, ¿no? Lo he entendido así.

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28/04/2021, 16:02
Lord Sil

Me tomo unos segundos antes de responder. Mi respiración, pesada por naturaleza, es el preludio de unas palabras que dudo satisfagan la premura de la Tenebrïs por averiguar a qué nos enfrentamos.

-La bandada se ha dividido, mi Tenebrïs. Si algo caracteriza a Artuur es que no se desvía de mis instrucciones, y así prosigue su vuelo hasta la Atalaya. Calculo que se halla a una hora de distancia. No obstante, una parte de la bandada, al parecer, se ha visto... distraída, en su empeño. O mejor dicho... Atraída. No tengo una imagen clara de lo que les ha hecho desviarse de su rumbo... Solo sé que algo, al norte, ha despertado sus más primitivos... instintos-.

No necesito recordar a nadie qué puede despertar una pulsión primaria en un cuervo.

Alhajas y carroña.

-Sois sabia enviando a los exploradores, mi Tenebrïs...-. Confirmo su estrategia asintiendo muy despacio, varias veces. No necesita mi aprobación, pero quiero que sepa que la tiene. -Aunque os prevengo... No todos los enemigos que alberga Ramelok... están vivos-.

Estas últimas palabras las dirijo inconscientemente a las exploradoras, comprobando su compostura y resolución. Puedo paladear la extraña sensación que me produce ver en sus ojos la sombra de la duda. Y es que si algo puedo afirmar sin mácula de incertidumbre sobre Ramelok, es que el mero hecho de dudar en este desierto está penado con la muerte. Pero hay algo que agita aún más mi interior, embargándolo con un extraño y vago placer. Me cuesta decidirme, pero creo que es el hecho de que, cuando la Tenebrïs pronuncia la orden, ya no tienen otra opción... Ya no hay vuelta atrás.

De repente, siento un impulso primario.

Hambre.

Miro de soslayo a los amedrentados esclavos... Y me imagino extrayéndoles los ojos de las cuencas.

Hmmmmmmm... Exquisitos.

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28/04/2021, 17:59
Vilnës Oriväs

- Midofhaisinneäl marsnàithleän airaghiùlän leisaghaoïth Tenebrïs.

Sin más demora, y dedicando una breve y rígida mirada a Lord Sil, la exploradora se separa del grupo hacia el norte. La semiorka Kronaz asiente con una media sonrisa y un gesto animoso, tomando el estandarte de Anodiräs en su montura y colocándose en vanguardia según la orden de Anwië. Hoari vuelve a su posición original en retaguardia desenfundando su gran espada. Una espada que otros tendrían que manejar con ambas manos, no así la bárbara del Yermo.

Notas de juego

Seré invisible, mi Tenebrïs.

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28/04/2021, 18:21
Ramelok

Durante un buen rato seguís avanzando sobre la corrupta tierra de Ramelok. Con cada paso de vuestras monturas os adentráis un poco más en el desierto, acercándoos al último lugar habitado que aún resiste en él: la Atalaya de Sojäk. Otrora una imponente fortaleza, cruce de caminos entre los valles y la costa, hoy apenas una ruinosa atalaya en un páramo olvidado. Una insuficiente guarnición, un puñado de soldados de Anodiräs, la defiende frente a la oscuridad que se alza al este.

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29/04/2021, 10:15
Nevalar Veldrax

Tras el espectáculo alado, la Tenebrïs da las órdenes precisas para reforzar la seguridad y que las exploradoras hagan su trabajo. Me maravilla su dote de mando, siempre ha estado en una posición de poder: está acostumbrada a mandar y lo hace con firmeza y agilidad.

El Lord Investigador continúa su explicación de lo que ha visto Artuur en su vuelo hasta la Atalaya. Lo más inquietante es que la bandada parece haberse disgregado, cautivada por algo que aún no sabemos que es. Después el Magister nos advierte a nosotros y a las exploradoras de que en Ramelok hay enemigos que están más allá de la vida. Sonrío ligeramente: bien, si creen que tienen alguna posibilidad contra nuestro poder combinado, que lo intenten.

Las exploradoras cumplen fielmente las órdenes. Tiro de las riendas para ordenar a Medianoche que escolte al Magister, pero sin perder demasiado de vista a mi otra maestra, y continuamos el lento avance a través de un paisaje que cada vez resulta más polvoroso y desolado:

-Bienvenidos al desierto de Ramelok.

La marcha continua y finalmente se alza ante nosotros la Atalaya de Sojäk, y puedo notar la grandiosidad de quienes la proyectaron, pero su estado actual se me antoja una joya oxidada y semienterrada en la arena, pobremente vigilada frente al terror creciente del este.

Doy órdenes a los sirvientes para depositar los bártulos y refrescarse y me dirijo a los soldados apostados en la Atalaya:

-Tha Anodiräs ann.* ¿Quién de vosotros está al mando, soldados? Informe del estado de la avanzada.

 

 

Notas de juego

* Anodiräs prevalece.

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29/04/2021, 10:23
Anwië Diherôth

Asentí a las palabras de Lord Sil. Era consciente de que la corrupción de Ramelok, y la influencia que recibía debido a las cercanías con las fronteras del Príncipe del Kaos, había devuelto a la vida a aquéllos que ya yacían en sueño eterno. Además, si el Barón estaba en lo cierto, el desierto probablemente fuera un lugar mucho más tenebroso de lo que ya podía ser en condiciones normales.

Sin embargo, y aunque podía deducir las intenciones con las que Lord Sil había pronunciado aquella advertencia, le contesté...

—Estás en lo cierto, Lord Sil: los no-muertos deambulan por Ramelok —dije firmemente, aunque luego sonreí con una sonrisa sedienta de sangre—. Sin embargo, esta vez se trata de un ser vivo.

En mi voz no había ningún deje de duda. Estaba segura de ello, y cualquiera que me escuchara quedaría convencido de que no podía ser de otra forma: lo que había sentido, y por lo que los cuervos se habían sentido atraídos, tenía vida. Sólo faltaba adivinar qué era...

Finalmente tras las palabras de la exploradora, asentí conforme y observé en silencio como marchaba hasta perderse en la oscuridad de las negras arenas del desierto.

...

La llegada a la Atalaya transcurrió sin incidentes. Una vez allí, bajé del caballo y le di de beber.

Propio de un joven de sangre caliente e impaciente, Nevalar se había adelantado para llamar la atención de los soldados y solicitar informe de avanzada. Pese a que aquella acción me hizo enarcar una ceja, decidí no darle especial importancia...

Por el contrario, aproveché la oportunidad para hablar en privado con Lord Sil.

—Me alegra contar con su compañía para esta misión, Lord Sil —dije, educadamente—. El Barón ha sido sabio en enviar a su mejor investigador a explorar las ruinas de Ramelok, especialmente teniendo en cuenta... la experiencia que ya tiene —hice una breve pausa antes de continuar—. Debo decirle que siento curiosidad por su anterior expedición, Lord Sil. ¿Qué podría contarme de ella que pudiera ayudarnos en la que nos atañe en estos momentos?

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29/04/2021, 14:24
Director
Sólo para el director

La guarnición es penosa. Un capitán veterano a punto de retirarse y cuatro jóvenes reclutas.

- Tiradas (2)
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29/04/2021, 15:49
Lord Sil

Asisto impávido a la declaración de la Tenebrïs.

Algo… vivo.

-Vuestra convicción me basta, Tenebrïs…-, afirmo, dejando escapar un débil conato de tos.

Puede que la Tenebrïs sea ciega, pero desde hace largo tiempo sé sin albergar duda alguna que los ojos solo acceden a una parte de la realidad. La más física y débil. La más fácil de engañar. No alcanzo a comprender con exactitud qué ocurrió con las ahora vacías cavernas oculares de Anwïe Diheröt en Uldatär, mas intuyo que la pérdida de la visión ha venido acompañada de secuelas inesperadas e… inexplicables.

Ignoro qué han visto mis cuervos con exactitud, pero la mera precaución de saber que algo acecha al norte me resulta suficiente por el momento. Hemos alcanzado la Atalaya de Söjak. Mi destino… Nuestro destino, está más cerca.

* * * * *

Llevado por el impulso del que anhela demostrar su valía, Nevalar se adelanta para inspeccionar el estado del puesto de vigilancia. Eso me concede un instante de intimidad junto a la Tenebrïs, que se ve asaltada por la curiosidad en torno a mi anterior viaje a Ramelok.

-Vuestras palabras me honran, Tenebrïs-, replico para después hacer una tenue reverencia. Como ya he dicho, puede que sea ciega a los ojos terrenales, pero prefiero pensar que aún puede ver.

En realidad, quiero pensarlo así.

-Lamento decepcionaros, pero no estoy aquí por mi sapiencia, mi Tenebrïs… Estoy aquí porque el Barón decidió seguir mi recomendación en lo que atañe a la… atenta tutela del joven Nevalar-, manifiesto al tiempo que dirijo una atenta mirada a mi pupilo.

La Tenebrïs, como corresponde a su estirpe, desea conocer más sobre la auténtica naturaleza de su enemigo. Uno que sabe que existe, pero que aún no comprende del todo. A pesar de los siglos, su sangre sigue anhelando grandes conquistas, pero domeñar este desierto es algo muy diferente. Estas arenas negras, este aire nocivo, este cielo devastado... Me recuerdan la muerte. El olvido.

Bajo la máscara, esbozo una sonrisa que es una mezcla perfecta entre la comprensión… y la lástima.

-La única lección válida que puedo confiaros sobre el desierto es esta-. Sé que no deseo compartir mi experiencia en Ramelok con nadie, pero algo me impulsa a revelar a la Tenebrïs una amarga confesión en un ronco susurro.

-Una vez entras en Ramelok... nunca vuelves a abandonar sus negras dunas…-. Miro fijamente a la heredera legítima de las ruinas de Adarnaj. Exhalo. Es una forma de evitar que la tos borre mis últimas palabras. 

-Ni siquiera en sueños… Jamás-.

El leviatán tiene algo que añadir. Le escucho susurrar en la frontera de mi consciencia perceptiva.

Jamássssss de los jamasessssss, oriashïïrrrrrrr*.

Una vez más, sus palabras son ciertas. Pues si este desierto es la infecta tumefacción de separa nuestro reino de nuestra mortal némesis y sus ejércitos, su marca indeleble pesa sobre el alma de aquellos que osan penetrar en él, corrompiéndola lenta e inexorablemente… como una metástasis.

Un denso silencio colma el espacio entre los dos. Sé que mi advertencia no desmoralizará a la Tenebrïs. Incluso, si lo hiciese, jamás mostraría debilidad. Lo más probable es que temple su ímpetu, y aun así encuentro probable que espolee sus ansias por vencer al desierto. Para ella, la adversidad es sinónimo de desafío.

En todo caso, soy yo el que no tarda en romper la quietud con un tétrico agradecimiento.

-Hasta ahora no he tenido ocasión de agradeceros el excelente ejemplar que trajisteis de Uldatär, mi Tenebrïs…-. Soy sincero. Ni siquiera imagina los planes que he concebido para él. –Albergo grandes… expectativas, para él…-.

También de esta expedición, por supuesto. Pero esto último, decido reservarlo para mí.

Al menos, de momento.

Notas de juego

* Literalmente, "nene". O "nena".

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29/04/2021, 20:21
Ramelok

Una hoguera en el corazón de la ruinosa torre mantiene la ilusión de un lugar seguro. Anunciando desde la distancia que está ocupada. Los escombros de la devastada fortaleza, dispuestos de forma que impiden un fácil acceso hasta la atalaya, son las únicas defensas con las que cuenta. Nadie sale a impediros el paso nadie os ordena deteneros. Avanzáis libremente hasta que ya estáis prácticamente dentro de ella, frente a su basamento, que sirve de establo.

Un soldado con apariencia de veterano y tres jóvenes reclutas acuden prestos ante vosotros. Visten los colores del barón y su emblema. Sin duda vuestra llegada les ha sorprendido. Van mal ataviados, mal armados, mal protegidos, mal preparados.

      

El último bastión de la Baronía de Anodiräs, en esta tierra maldita, os parece ridículo. Un lugar penoso, caricaturesco, inútil.

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29/04/2021, 20:43
Orteval de Sartes

- ¡Vamos! ¡Nos os quedéis mirando y atended a los caballos! -ordeno a los muchachos cuando veo que alguien se aproxima a la atalaya.

- Orteval de Sartes, mi lord. -me presento tomando las riendas del caballo del joven jinete- Capitán de la guarnición de Sojäk. No... esperábamos a nadie. -veo el estandarte del barón.