Partida Rol por web

Hugo agarró a María al tiempo que se tiraba al suelo para evitar que la bola de fuego que le habían lanzado les diera a cualquiera de los dos. Afortunadamente, aunque no hubieran reaccionado a tiempo, un ser completamente creado de metal se había interpuesto entre ellos protegiéndoles así de morir achicharrados. El ser de metal había recibido la esfera. le había golpeado y no había sentido nada en absoluto. Era como si hubiera absorbido su calor. 

Después, Robson no hizo absolutamente nada por evitar recibir el impacto que iba dirigido hacia él. Simplemente se concentró y la bola de fuego, a pesar de que quemó ligeramente su ropa, ésta se extendió por su cuerpo y empezó a sentir como le daba más energía y le hacía mucho más poderoso.

Un poco más atrás, Carolina se estaba llevando a un Matthew que estaba realmente agotado por usar sus poderes y que a pesar de querer volver a intentarlo esta vez no lo logró. Estaba francamente debilitado y toda esa acción le venía bastante grande. La muchacha con la que iba, le agarró del brazo y se lanzó para atravesar la puerta por donde habían venido. La puerta que estaba cerrada y desgraciadamente sellada con algún tipo de magia pues ambos muchachos se golpearon fuertemente contra la pared. Nadie sabía que había intentado la joven, pero de nada había servido y los dos se habían llevado un buen porrazo.

Finalmente, la chica de las rastas estaba colocada de pie, con un brazo extendido hacia el gemelo y con cierta cara de enfado. Pero no sucedió absolutamente nada más. Intentase lo que estuviese intentando, no lo había logrado.

Deborah se quedó muy sorprendida al ver el golpetazo que se habían llevado Carolina y Matthew y sin comprender qué es lo que había pasado se acercó hasta ellos para ayudarles a levantarse. Confiais demasiado en vuestras habilidades. Le dijo tendiéndole la mano. Me temo que habrá que buscar otro modo para salir de aquí. Te pasa como a Robson, no siempre salen las cosas como uno quiere. Dijo mientras lanzaba una mirada al combate. 

Los Iglesias se miraron el uno al otro, e hicieron un gesto de asentimiento. El demonio se desvaneció en una explosión de llamas, mientras que el segundo se dirigió hacia el lado opuesto de donde habían entrado, hacia el otro lado por donde habían tratado de huir Carolina y Matthew. S

Maxi Iglesias había salido corriendo hacia el interior del Palacio. Huyendo de allí y dejándoles solos y con una única vía de salida. 

- ¡Huyen! - Pensé.

Mi asombro por lo sucedido competía en mi consciente con el terror por la amenaza que se había presentado y con la alegría de ver que la reacción de aquellos dos hombres, el extranjero y el de la gabardina, habían puesto en huida a los atacantes.

Desde luego, aquellos otros con los que me habían encerrado allí dentro debían poseer particularidades, cada cual la suya. Pero ahora estábamos allí encerrados con dos cadáveres y dos asesinos que huían. Por el que se desvaneció poco podía hacer, pero por el otro quizá aún pudiese obtener algo.

Después de todo, se me ocurrió una forma de ser útil y no arriesgar la vida en el proceso.

Me senté y cerré los ojos.

Se tapó la cara con las manos, su visión quedó impedida, pero escuchó la voz de Hugo, y su cuerpo, arrojándola al suelo, seguida de una inmensa oleada de calor, esperaba recibir el impacto de algo incandecente pero nada ocurrió.

Cuando la mujer abrió los ojos se encontró en el suelo, con sus manos aferradas al pecho de Hugo, y mirándolo con los ojos completamente abiertos por la emoción su boca se había quedado entreabierta por la sorpresa, pues ante ella, un ser que parecía hecho de puro metal, se encontraba de pie, imponente, sus manos temblaban y su boca también, el frío de muerte que se apodera de las personas cuando están nerviosas, las mariposas en el estómago, dos personas habían muerto...nauseas y la sensación de que en cualquier momento iba a desmayarse, a sus oidos llegó el sonido de dos cuerpos azotando contra algo, como si hubieran chocado.

Se levantó sujetándose del brazo de hugo, y dio un paso hacia atrás nerviosa, las voces de todos llegaban distantes, como procedentes de algún lugar vacío, ¿una caverna? "Si esto fuese una película, sería la escena de la cámara lenta, en la que la madura y simpática protagonista observa el caos desatado, antes de lanzarse de lleno a pelear." Pensó, su mano estaba firmemente aferrada al brazo de Hugo, sus labios se abrieron pero apenas de ellos brotó un aspero sonido gutural parecido a un ronquido, tenía la garganta seca, los ojos llorosos, y su sombrero se había caido al suelo. Lo recogió sintiendo como sus piernas temblaban, murmuró en voz muy baja, para que solo Hugo la escuchara.-Siento las piernas...como las de un venado recién nacido...si viste bambi sabrás a que me refiero.- intento sonreir, pero parecía que su memoria muscular se había olvidado de como hacerlo.

Los asesinos habían escapado y todos quedaron en el lugar, tan "tranquilo" como si nada, María miró a los presentes y habló de nuevo, en dirección a la mole de acero y a Hugo.-Vi todas las temporadas de los expedientes secretos X, como para saber que algo así pasaría...muy bien...quien de ustedes es del FBI?...o la CIA también está aquí infiltrada, pensaba que sólo México era el patio trasero de los gringos, pero al parecer tienen también algunos agentes por aquí metidos.- se acomodó el Chal sobre los hombros, sacó de su bolso un cigarrillo y lo prendió, la sensación de que iba a vomitar pronto desapareció al flujo del humo mentolado de sus tabacos. -Nunca...NUNCA, he usado esta "desgracia" para hacer el daño a alguien, sólo una vez y fué un accidente de trabajo, nadie salio lástimado, pueden ir al teatro cualquier día y comprobarlo, yo vine por una beca, no porque quiera formar parte de los teen titans.- dijo con firmeza, entonces el foco se encendió en su cabeza y prosiguió esta vez alzando su voz aún más.

-No se necesita ser un genio para saber que no debemos estar aquí...pero...alguien notó que falta el saltimbanqui que nos abrió la puerta?...y...y si también esta con esos asesinos?.- terminó María mirando nerviosa a su alrededor.

A pesar de detener el impacto de fuego, todos pudieron observar como aquel "titán" de hierro y fuego parecía contener la respiración. Sólo cuando los dos gemelos huyeron pareció recuperar un poco la compostura exhalando de nuevo algo de vapor por la nariz.

[color=#FF0000]"Ha funcionado... En verdad soy tan resistente como suponía"[/color] -pensó. Pero aquella sorpresa no era sólo por él mismo. La mirada ígnea del ser metálico pareció estudiar al "policía". Había absorbido el otro impacto como si nada. Estaba claro que todos los reunidos tenían algún tipo de "capacidad", aunque a ojos vista, la suya le convertía en una especie de "monstruo". Su mente calculadora quería pensar que al menos serviría para algo.

Se giró hacia los congregados especialmente hacia el policía y la chica que profería gritos. No era el momento de armar un escándalo, sino de actuar de forma razonable.

[color=#FF0000]Deberíamos permaneser juntos.[/color] -la voz del ser sonaba enormemente sobrenatural. Metálica y rugiente como el fuego al mismo tiempo y recordando vagamente el acento extranjero del ser humano que había sido- [color=#FF0000]Les recuerdo a todos que vimos un mimo abrir la puerta y, como he dicho antes, está claro que todo este asunto no pueden haberlo realisado sólo dos personas. No parece algo que hubiera hecho un gobierno, sea el español o el americano o cualquiera que se os ocurra. Esta gente son asesinos y quieren aprovecharse de nuestras capasidades... y estoy convencido de que nos han estado estudiando y saben cosas de nosotros... por lo menos las sufisientes para hasernos venir aqui.[/color]

[color=#FF0000]Se que es difícil, pero no podemos sucumbir al miedo.[/color] -miró fijamente a la chica- [color=#FF0000]Es lo que ellos esperan. Y si lo hacemos moriremos como ellos.[/color] -señaló los cuerpos de los difuntos. Aquella era la cruda realidad.- [color=#FF0000]Hasta ahora había pensado que era único y vivía en sierto modo asustado... y lo sigo estando. Aparte de convertirme en esto soy tan... corriente como cualquiera.[/color] -añadió. Su discurso no era en ningún momento carismático, más bien era práctico, hasta casi frío, lo que contrastaba con su ardiente naturaleza.

[color=#FF0000]¿Se os ocurre cómo podemos salir de aqui a alguno?[/color] -miró al policía al primero, intentando centrar la mentes de todo el mundo en una causa común, como hacía cada día en el laboratorio. Si había un problema en el que pensar el resto de cuestiones parecían diluirse... por lo menos a él le pasaba.

 Luego miró a su alrededor. Aquello no había acabado, sólo era una pausa...

Por un momento durante toda la caida al suelo Hugo pensaba que no lo contaba, incluso al sentir el calor de esa bestia de acero tras de si le hacía estremecerse aún más... él pensaba que no había conseguido salvar ni a Maria ni a si mismo... pero no era el caso. Cuando abrió los ojos pudo observar los ojos y la boca de María abiertos de par en par, y si bien él pensaba que era por su acto de sacrificio y protección, erraba. Miró tras de sí para tratar de ver a los hermanos y vió al gigante de metal ardiente. ¿Había recibido él el impacto? Nunca lo sabría si no se lo preguntaba directamente, pero no sabía siquiera si era aliado.

Entonces fue cuando oyó a Maria la similitud de sus piernas con las de Bambi, reaccionó levantandose cuidando de observar donde estaban los hermanos que no los encontraba a simple vista y responder al tiempo a María - Si fuera así, tu eres una cierva mucho más fuerte y bella - dijo trabandose en la última palabra mientras la ayudaba a ponerse de pie. Los hermanos ya no estaban, ¿habian ganado? Hugo prefirió no bajar la guardia mientras el resto hablaba, parecía que el gigante de acero era en realidad el guiri de antes... - Guau... su poder es increible - pensó al verle mientras escuchaba a María despotricar sobre el FBI y la CIA, entonces es cuando Hugo sacó parte de su conocimimiento y agarró a María por ambos brazos haciendo que le mirara a los ojos mientras él hablaba

- Escuchame Maria, no somos del FBI, ni de la CIA, ni la DEA, ni el MI6, ni nada de policías... - Pensó un poco en lo que había dicho antes de continuar - Excepto Robson y puede que el Guiri, uno tiene la actitud de policía y otro de guardaespaldas, pero eso no significa que vengan a por ti. No te van a hacer nada malo, están de tu parte, de nuestra parte - corrigió de seguido Hugo al recordar que si todos estaban ahí seguidos de dos matones de poderes era porque todos tenían poderes. - Todos nosotros estamos en la misma situación que tu. Es decir no somos extranjeros, tenemos poderes... o al menos la mayoría. Así que no vamos a delatarte y al menos yo te protegeré, no pienso que me hagan una autopsia a mi así que mucho menos a una común y ahora parece que amiga pues estamos todos en el mismo barco - Esto último lo dijo mirando a todo el mundo - Tranquilizate, te doy mi palabra de que aquí con nosotros estás a salvo y segura. - agitó los brazos por los suyos para darle algo de calor humano para que se sintiera confiada. Hugo trataba de transmitir la seguridad de que no ocurre nada que los pueda poner en peligro, salvo lo ya acontecido.

Ahora solo estaban todos ellos en el Palacio y solo necesitaban encontrar una salida que no oliera a trampa, tal y como había dicho el hombre de acero, necesitaban encontrar una manera de salir de allí sin que les ocurriera nada malo, fue entonces cuando Hugo sin soltar a Maria para que se siguiera sintiendo segura hablo al fin dando ayuda con como descubrir su poder - Bueno... si sirve de algo... la primera vez que obtuve mi poder generé, de una pared solida, una puerta al exterior, la cual desapareció tras ser usada. Podría tratar de hacer lo mismo y salir por el lado contrario a donde ha salido el hermano humano haciendo que salgais vosotros primero. - Dijo Hugo explicando un poco la funcionalidad de su poder que si bien parece crear puertas en lugares imposibles, no quedaba solo ahí - También podemos salir por la puerta que ha dejado el hermano humano abierto pero... me huele a trampa. - dijo rascandose la barbilla

Robson miró la bola de fuego acercarse y solo tuvo que cerrar los ojos para concentrarse en ella lo suficiente.

Al principio las llamas lo envolvieron pero poco a poco su cuerpo fue absorbiéndolas hasta dejar solo unas pocas lenguas en su gabardina. Robson apretó los puños con fuerza. Vamos chico tu puedes. Se dijo a si mismo intentando concentrarse en evitar sentir el fuego a su alrededor.

Incluso sentía que el ser que se puso a su lado también emanaba calor. Genial, Mas calor. Al final voy a estallar!!

Las llamas pasaban a través de su piel, de sus venas y de sus músculos. Y su cuerpo lo metabolizaba extraordinariamente. El cuerpo de Robson creció, apenas unos centímetros, provocando que sus músculos se hinchasen y haciendo que la ropa se le ajustase hasta el límite.

Cuando abrió los ojos sonrió a los gemelos con malicia. Ya estoy cargado, a ver quien es el guapo que se acerca ahora. Pero los gemelos desaparecieron. Y gracias a Dios! Era un caos todo esto.

Cerro nuevamente los ojos y suspiró intentando canalizar el calor hasta poder disiparlo, mientras se giraba y observaba al resto. Saco de nuevo un cigarrillo y miró al hombre metálico ardiente- Te importaría encendérmelo, guapo?-  Dijo con ironía mirándolo de arriba a bajo. Joder! Con meta humanos hemos ido a dar.

-Muy bien, que nadie se mueva- Dijo sacando su placa y enseñándosela al resto.

-Agente especial de policia Robson Scott. Y la preciosidad rubia es mi compañera Deborah Garnet. Y ahora- dijo  mirando a todos lados - Si son tan amables de juntarse y mantener la calma, quizá podamos salir de aquí todos juntos y sin mas muertes.¿ Entendido?

Luego se giró hacia Deb y suspiró al verla bien.

-Deb, llama a la central. Dile que un par de Terroristas habían asaltado el circo del palacio de los deportes y tenían a gente secuestrada. Diles que les hemos hecho huir pero que tenemos dos bajas entre los civiles.- Comentó a su compañera.

-Espero que me hayan escuchado todos. - Dijo con el cigarrillo en la boca .- Nadie debe saber que son o que dejan de ser. Si alguien les pregunta, son ustedes un grupo de amigos que se han conocido por internet... de Comunidad Umbría, por ejemplo. Una quedada de esas que hacéis los frikis . No les costará mucho creerselo viendo el panorama - Quedaron en la puerta del circo y alguien los metió dentro a punta de pistola. Allí los tuvieron secuestrados y cuando mataron a esos dos...- Dijo señalando a los cadáveres.- ... Mi compañera y yo oímos los gritos y conseguimos ahuyentarlos. ¿Está claro?- Dijo tajantemente mientras daba una larga bocanada al cigarro.

Miró a todo el mundo mientras se iban reuniendo

-¿He preguntado si está claro!?- gruñó en alto Robson esperando una respuesta. - Intentemos salir de aquí. Ya hablaremos cuando sea seguro hacerlo. ¿Y tu, Rojo, podrías volver a ser rubito? Así llamarás mucho la atención.- Concluyo Robson dirigiéndose al ser metalico

Aunque tan sólo la separaba de la puerta apenas un par de pasos, aquellas míseras fracciones de segundo fueron suficientes para que, en su cerebro, ocurrieran una serie de reacciones automáticas. El crescendo bombeo de sus latidos; los músculos tensos, sobre todo en torno a la presa de Matthew; el cese de toda respiración o las pupilas dilatadas. El cuerpo se preparaba para afrontar algo sobrenatural que la mente todavía no era capaz de explicar.

Sin embargo en esta ocasión no hubo ese cosquilleo, sino un golpe fuerte seguido de dolor.

Cayó de culo al suelo, sin saber qué había pasado ni en qué había fallado, mientras soltaba el brazo del chico.

Le resultaba difícil seguir un hilo de argumentación durante demasiado tiempo. Sus pensamientos eran como peces, peces demasiado pequeños y rápidos, que se escapaban entre sus dedos en cuanto los agarraba.

Esto no tenía que pasar.- Rechinó los dientes, enfadada más consigo misma que con la situación.- Los parámetros de adrenalina pueden haberse afectado de alguna forma. Esto no tenía que pasar. ¡No! – En ningún momento se preocupó por cómo estaba Matthew, ni tenía intención de disculparse, sólo pensaba en soluciones a su “problema”.

Confiáis demasiado en vuestras habilidades.- Le dijo tendiéndole la mano.- Te pasa como a Robson, no siempre salen las cosas como uno quiere.

Deseó tener esa bola de fuego y lanzarla hacía Deb, verla arder para que se callara. ¿Cómo no iba a confiar en su trabajo? Llevaba mucho tiempo trabajando día y noche en ello, horas invertidas para su futuro Premio Nobel de Química. Fallar no estaba dentro de sus posibilidades.

Se levantó apoyándose en el respaldo de los asientos, sin aceptar la ayuda de Deb, y observó la huida de los hermanos. Parecía que nadie iba a ir tras ellos, era un juego de moralidad, ¿ir tras los asesinos o salvar su vida? A pesar de que apostaba que la mitad de los presentes no eran del todo normales, ninguno parecía hacer nada al respecto.

Deberíamos permaneser juntos.

Antes no se había parado a admirar el cambio humano de aquél hombre, pero era alucinante. Su figura, la mirada, incluso la voz metalizada le daba una impresión metahumana digna de estudio. Puede que no haya sido una pérdida de tiempo al fin y al cabo viniendo al circo.- Su enfado comenzó a disiparse, ahora sólo había curiosidad científica.

Muy bien, que nadie se mueva.

Mientras el poli se presentaba y comentaba la situación, se sentó en el apoyabrazos de uno de los asientos y miró, esta vez con más detenimiento, a cada uno de los presentes.

Estoy rodeada de sujetos de laboratorio.

En la mente de Matthew quedo un mensaje grabado a la fuerza, que aunque fuera dificil de aceptar, era su nuevo mundo. La realidad supera la Ficcion

Tras aquel golpazo contra la puerta que se habia visto como un acto de completa idiotez para ojos normales, casi como si hubiera sido sacado del cine de comedia clasico, Matthew quedo aturdido por un momento. No solo por aquel tortazo digno de dioses. Habia que aplicarle a la formula el deplorable fisico del muchacho mas su poca resistencia, lo que daria a un brote de sangre que escurria por su frente mientras trataba de levantarse, aliviando su carga al ver que Deborah le tendia una mano. 

Confiais demasiado en vuestras habilidades. Le dijo tendiéndole la mano. Me temo que habrá que buscar otro modo para salir de aquí. Te pasa como a Robson, no siempre salen las cosas como uno quiere. 

-¿Me lo dices a mi? Yo no fui el que quiso estrellarse contra la pared como un idiota!-Respondio Matthew irritado, no solo por el golpe, tambien por la sumatoria de que su habilidad nisiquera le habia respondio y que estaba totalmente fatigado, a tal punto de que, ademas de la sangre de su frente, tambien le escurrian gotas de sudor. Aun con su notorio estres, recibio la ayuda de Deborah sin rechistar. Matthew admiraba sobre todas las cosas, a la gente amable.

Tras levantarse apoyado por el brazo de la mujer rubia, se acomodo en la pared mas cercana que encontro, costumbre que tenia desde hace años. No iria a buscar una silla, le parecian una tortura para la espalda que ya de por si la tenia maltratada por su postura decadente, siempre iba directo a una columna para recostarse mientras seguia de pie. Tras recuperarse un poco del golpe, se llevo un buen susto al ver aquella figura de metal que habia espantado a los gemelos asesinos, que de gemelos no tenian nada tras la metamorfosis del de azul. Matthew no pudo hacer mas que comparar esto con algun filme de ciencia ficcion, ya que el aspecto del intimidante ente habia servido completamente para la ocasion.

Pero su momentanea tranquilidad se acabo sin previo aviso tras el discurso federal del que Matthew creia era un detective privado de ficcion. Con sus palabras perforantes, no pudo mas que sentir un cosquilleo de intranquilidad en el momento, algo no le cuadraba de todo el plan del recientemente descubierto policia. Se acerco con algo de paso lento hacia donde estaba, intentando olvidar el dolor que se generaba en su frente.

-¿Vas a tratar de esconder todo lo que paso aqui? Si te funciona tu encubrimiento federal perfecto, pero que va a pasar con nosotros? Segun tu, cual va a ser ese lugar seguro para hablar, porque no voy a esperar dentro de una oficina federal-Refutaba Matthew algo temeroso, aun cuando sabia que no tenia lugar adonde volver.

Andrés no estaba al caso de lo que sucedía en el circo ni de las conversaciones que lo rodeaban. Algunas palabras llegaban a su consciencia como lejanas y con mucho eco. Él seguía sentado con los ojos cerrados, ajeno a todo lo demás, concentrado en algo que no estaba allí.

Quizá algunos de los presentes pensaría que estaba en estado de shock o que símplemente no había podido aguantar con firmeza sus esfínteres durante el ataque de los dos asesinos. Estaban equivocados, desde luego, pero hasta que no regresase no sabrían nada de lo que estaba haciendo, si es que realmente estaba haciendo algo.

El ataque sufrido había puesto las cosas más claras desde el momento en que recibió la carta. Estaba claro que aquello había sido una trampa, estaba claro que había más gente que tenía capacidades peculiares y estaba claro que todos ellos lo mantenían en secreto por las mismas razones que lo hacía él.

Quizá, por una vez, pudiera sacar una utilidad real de aquello.

-Bastante difícil hombre de lata...no se si alguien más lo está viendo como yo, pero esos infelices mataron a una mujer embarazada, no se van a detener ante nada.- Las manos de Hugo se habian aferrado a sus brazos, María lo miró ligeramente boquiabierta mientras escuchaba sus palabras, por alguna extraña razón se sentía confortada pése a lo que acababa de pasar asintió con la cabeza en silencio a cada una de sus palabras y se quedó mirandose los zapatos en silencio, sin contener el impulso, le dió un fuerte abrazo a Hugo una vez este habia terminado de hablar y le susurró al oido quedamente -muchas gracias.- se separó de el, mirando a Robson el policia y le respondió con voz temblorosa .-Si...si entendido.- el plan le parecía perfecto hasta que Matthew hablo, lo cual hizo que María considerara un punto de vista que antes no había tenido.

-Matthew tiene razón, oficial, quiero decir...por Dios, recibí la carta cuando me encontraba adentro del teatro ensayando!, bien podrían saber también dónde vivimos,  despreocupate, no tengo la intención de hacer pública mi condición de...de lo que sea que seamos ahora.- lo que María no habia dicho porque consideró que sería demasiado cobarde de su parte, era que le aterraba la idea de regresar sola a su casa, y que el demonio azul estuviera esperándola atrás de la puerta.

-Podriamos ponernos en marcha todos juntos...solo hay que esperar que Andres se tranquilize un poco.- señaló con la cabeza a Andres que se encontraba sentado en el suelo como si estuviese meditando, miró a Hugo agradeciendole sus manos y le añadió. -Me temo que mi poder no va a ser de mucha utilidad para brindarnos una salida.-

Andrés se sentó en el suelo, aquello solo podía tener sentido en la cabeza de aquel jovencito. El resto se quedaron bastante sorprendidos que tras lo que acababa de pasar, él se lo tomara tan a la ligera y prácticamente diese la sensación de que nada de eso fuera con él.

Un pasillo completamente a oscuras estaba frente a la proyección de Andrés. No había ninguna luz, ni tampoco ventana alguna que lo iluminase, pero se sabía que era un pasillo porque al fondo se podía ver unas escaleras iluminadas con una pequeña luz rojiza, como de emergencia. A lo lejos se podía escuchar el sonido de un grifo goteando, así como el tintineo de unas llaves. También se escuchaban pasos, a cada paso que se daba, el eco hacía que se amplificase. A pesar de todo, allí no se veía nada. Aunque era evidente lo que habría que hacer, si se quería introducirse en las profundidades de aquel circo de los horrores. Avanzar y bajar las escaleras hasta encontrarse con alguna otra puerta.

Deborah sacó un pañuelo de su chaqueta y se lo puso en la frente del muchacho. Mantén la cabeza en alto y no lo sueltes. Le dijo para que dejara de sangrarle la herida. 

Ya lo he hecho. Asintió ante las palabras de su compañero. Pero no hay cobertura, no hay señal. Debe de haber algún tipo de inhibidor de frecuencia porque no funcionada nada. Luego señaló la puerta por donde los gemelos se habían marchado. Así que me temo que tu plan no funcionará. ¡Esos Terroristas están aquí dentro y vienen a por nosotros! Dejó una pequeña pausa. En verdad creo que vienen a por vosotros. Y me temo que la mejor opción es alcanzarles antes de que ellos nos ataquen por sorpresa como ya lo hicieron con ellos dos. La mujer dejó al chico que tenía abrazado y ahora que ya no parecía haber peligro se acercó al gordo y a la ex-embaraza a comprobar su estado. Asintió, puso cara de pena y luego cerró los ojos. Hay que vengar la muerte de estos dos. Por lo que he visto debían de ser poderosos, y si los gemelos son capaces de absorber los poderes, algo me dice que estamos en un gran aprieto.

Luego miró al benjamín, el muchacho, aunque débil y pequeño, parecía el más valiente y asintió ante sus palabras. Confiaba en él. En el fondo era un joven lleno de vitalidad y que probablemente lucharía con fuerzas contra los Terroristas. Le dedicó una sonrisa para darle confianza con la esperanza de que le viera y siguiera plantándole cara a Robson.

Robson miro al chaval con algo de desprecio mientras negaba con al cabeza.

-Chico, eso es precisamente lo que quiero. Evitaros una jodida tarde de visita en la oficina central. Y ya de paso, que nadie descubra que tienes poderes... Si es cierto que los tienes, porque yo no he visto nada.- Le espetó al chico cuando replicó de forma algo desagradable.- ¿Que crees que pasa cuando se encuentra a un metahumano? ¿Crees que le damos mallas ajustadas y ropa interior de colores chillones con sus iniciales grabadas? No chico. Se los mete en cuarentena y de ahí no salen. Son sujetos de estudio.- Dijo dando una gran bocanada a su cigarro.

- De nada, por intentar salvaros de eso- termino con el mas joven dándole palmaditas en el hombro

Pero cuando Deb, su compañera le replicó pareció cabrearse aún mas. Joder Deb, ahora no! ¿La gente estaba asustada y pretendía ir tras esos asesinos? Genial.

- Muy bien. - Dijo Robson con una mueca burlona en su cara.- Que levante la mano el que quiera ir tras esos tíos... ¿Y bien? Porque a mi me han parecido bastante acojonantes y viendo que saben usar sus poderes y nosotros estamos a medio gas...

Negó con la cabeza cuando Deb dijo lo de vengar a esos tíos.- ¿A ver, vengar a quien? ¿A Fat-Goku y a Miss  ex-Kinder Sorpresa?. Son victimas como podríamos haberlo sido nosotros. No crean que no siento su muerte, pero ¿de verdad queréis ir tras ellos? ¿Ahora mismo? - Pregunto alzando los brazos y dándose por vencido.

Robson intentaba protegerles. Venganza! Jah. El cementerio estaba lleno de vengadores.

El ser metálico asistió a las respuestas del resto de personas del grupo. No dejó de mirar los alrededores. No se fiaba de nada. Por eso, cuando el "policia" le indicó que cambiara a su forma "humana" simplemente negó con la cabeza.

[color=#FF0000]Con todos mis respetos agente... yo que usted escucharía a su compañera. No tengo interés en vengar a nadie pero... esos dos individuos sólo se han retirado. En serio... es la tersera ves  que lo digo. ¿De verdad piensan que sólo ellos dos han montado todo esto? Es empíricamente imposible. Sabemos que por lo menos son tres.[/color]

[color=#FF0000]Con lograr salir de aqui vivos, creo que podríamos darnos todos por satisfechos. Con cada uno de nosotros que muera ellos serán más fuertes.[/color] -caminó hacia el lugar donde había tirado su abrigo y se concentró un poco en bajar su temperatura para cogerlo pero, todavía estaba muy caliente. Lanzó una mirada refulgente a la mujer rubia del sombrero tremendamente protestona y añadió: [color=#FF0000]¿Podría pedirle un favor? Este abrigo es la única ropa que me queda... y en ella también están mis cosas. Le estaría muy agradesido si la llevara.[/color]

Al menos tendría algo que hacer.

[color=#FF0000]Y ahora sería bueno que nos consentraramos en salir ¿ia? Yo podría intentar escudarles, junto al polisía... pero nesesitamos algo más para poder salir de aqui... ¿El resto tiene capasidades que puedan ayudarnos? [/color]-y entonces volvió a mirar a su alrededor mientras se concentraba en su brazo izquierdo y lo calentaba...

En un momento el policía parecía querer ordenar a todo el mundo - Pero que se cree, seamos gente con superpoderes o no afecta a la psique de cada uno... si quiere- - Paró de pensar Hugo para decirlo en voz alta - Si quiere que nos calmemos lo que menos puede hacer es darnos ordenes, se muy bien de lo que me hablo, soy psicologo, bueno Parapsicologo, pero trabajo de lo primero, y creame teniendo a un niño, otro en Shock y el resto en un ataque de ansiedad o histeria lo que menos es conveniente es ponerse en modo imperativo - Trató de ayudar al policía con su consejo, aunque Hugo tenía más y más que decir

- Por otro lado, estoy con la señora - Dijo señalando a Deb - y ... ¿aceroman? - dijo mirando al sueco ahora transformado - No están solos y no han huido, están reagrupandose... o peor - Su mente imaginó cien mil posibilidades diferentes... la peor una bomba que echara abajo el edificio - pero no debemos perder los estribos, solo tenemos que abrir otra ruta para salir de aquí. Puedo abrir puertas donde quiera practicamente, podría tratar de generar puertas en paredes hasta salir del edificio, o incluso volver el abrigo del guiri un escudo antibalas, pero cuanto más lo discutamos menos tiempo tendremos. - Se serenó un poco tras un suspiro y miró a María y Andres, María por sintonía con ella, no solo la había ayudado a calmarse si no que ahora tenía algo más de cercania con ella, Andrés por parecer estar en Shock

- Miré necesitamos salir de aquí, no hacernos los heroes aunque queramos. Deje a la policía al margen, al menos por ahora - Dijo esto pensando en María, su miedo terrible a las fuerzas de seguridad era algo lógico, hasta Hugo estaba cagado por si Dani o ahora alguno de los presentes se iba de la lengua - Y el niño, la chica - dijo haciendo referencia a Mathew y Carolina - y el chico en shock necesitan atenciones cuanto antes. Si alguien tiene algún poder para sacarnos de aquí rápidamente y a salvo es hora de que lo diga. - dijo Hugo con esperanzas de saber que podían hacer todos los presentes y buscar la manera más segura y rápida de salir

Finalmente nada surgió de sus manos lo cual generó en Paula un shock interior, donde los sucesos del pasado regresan al presente y es evidente que las condiciones donde surgieron por primera vez ni se asemejaban a estas. No había tanto riesgo, ni estaba en juego su dignidad como la ves anterior y gracias a ello, a esa falla en su don comprendió que quizás aquello marcó su vida más de lo que hubiese esperado. 

Ahora cerrando su mano con fuerza se detuvo a observar su entorno, a cada uno de los presentes mientras analizaba sus habilidades, actitudes o comportamientos, posiblemente buscando alguna asociación entre el ataque y las invitaciones. - Esto fue todo organizado, una treta para demostrar lo que en verdad somos. -  murmura aún con su mirada puesta en los presentes. 

- Demasiada altanería, insensatez y egocentrismo... - destaca entre los hilos de pensamientos que emergían como el agua de un cántaro, absorbida por el silencio y las ganas de encontrar una sensata explicación a todo esto. No quería ir detrás de esos asesinos, simplemente le llamaba más la atención todo lo que surgía y el verdadero motivo de citar personas con habilidades. 

-¿Ataque de ansiedad? ¿Histeria? ¿Sabes de lo que hablas o lo buscaste en google? -  pregunta a Hugo sorprendida, parapsicológo no era lo mismo que psicología, lo cual era llamativo para Paula que use términos clínicos con esa profesión que le parecía una pérdida de tiempo siquiera estudiarla. Ella era una mujer de la ciencia, donde toda teoría se debe comprobar con hechos fidedignos, no suposiciones baratas. 

Andrés abrió los ojos.

- He probado de seguirles pero sólo he visto un pasillo que debe ser por dónde se han escurrido. - Les dijo con voz audible y clara mientras se levantaba y miraba alrededor. Andrés no había podido estar pendiente de la conversación mantenida, pero por las caras de crispación se veía que el grupo estaba debatiendo qué hacer. - El pasillo está completamente a oscuras y hay una luz al fondo con unas escaleras iluminadas con una pequeña luz roja o anaranjada. - Titubeó con la descripción del color. - He escuchado pasos y tintineo de llaves, pero con el eco del pasillo ha sido difícil ubicarlos.

En ese momento alguna mirada de asombro dirigida hacia él pedía respuestas.

- Bueno, aquí todos somos un poco... - ¿Cómo decirlo? - ...raros. Yo puedo proyectarme. - ¿Proyectarse? Vaya palabra que había escogido. - De diversas formas. - Tampoco lo arregló mucho. - He intentado seguirlos pero si iba más allá, habría pasado mucho tiempo y he preferido volver que continuar explorando sin deciros nada.

- Sea como sea, ese pasillo lleva a unas escaleras que bajan hacia las entrañas de este circo y parece ser el camino que han tomado. Si los queremos perseguir, es ese el camino. Si nos queremos largar, yo puedo irme en cuanto quiera, pero no sé si podría llevar a alguien conmigo. No lo he probado nunca. Nadie sabe nada de esto que hago. Nadie...

Y si nadie sabía lo que Andrés era capaz de hacer, ¿cómo narices se habían enterado los que habían montado aquella trampa?