Partida Rol por web

- Trabajo en equipo, esa es la clave.- Alzó la voz para hacerse notar entre el resto, aunque todavía permanecía sentada en el apoyabrazos del asiento.- Está claro que van a tendernos una trampa, ¿para qué sino este espectáculo? – Señaló con la cabeza al circo y a los cadáveres.

Tras unos segundos de pausa se levantó y caminó hacia sus compañeros con los brazos cruzados hasta situarse cerca del hombre metálico. A tan solo unos pasos podía sentir el calor que desprendía, era increíble.

- Si es cierto que pueden absorber los poderes de aquellos a los que matan, tenemos que saber qué tiene cada uno para hacerles frente y trazar un plan. Si vamos a ciegas, nos mataran a todos. – Aunque no quería decirlo, también quería saber los dones que tenían el resto, así que miró a cada uno preguntándose cual sería.

 Negó con la cabeza cuando Deb dijo lo de vengar a esos tíos.- ¿A ver, vengar a quien? ¿A Fat-Goku y a Miss  ex-Kinder Sorpresa?. Son victimas como podríamos haberlo sido nosotros. No crean que no siento su muerte, pero ¿de verdad queréis ir tras ellos? ¿Ahora mismo? - Pregunto alzando los brazos y dándose por vencido.

¡Como te atreves a llamarles así! Gritó Deborah claramente molesta por los comentarios de su compañero. ¡Esas no son formas de tratar a nadie, y mucho menos a dos personas que han muerto de forma inocente! Deb estaba muy enfadada por los comentarios de su compañero. Por un momento imaginó su cabeza explotando en una explosión de fuego. Como una bomba que esparciese sus sesos por todo el centro de ocio en el que se encontraban. No podía creérselo. No imaginaba que tratara con tanto desprecio a dos civiles que habían fallecido. 

Tras las palabras de aquella mujer, el hombre de metal le pidió a María que llevara consigo el abrigo para que no perdiere sus pertenencias y después uno de sus brazos se convirtió en un escudo de metal que serviría para protegerles en caso de un ataque directo y frontal.

A continuación entraron en un debate sobre cuál debía ser el siguiente paso a dar. Algunos insinuaban huir del palacio, mientras que otros preferían investigar y averiguar de qué se trataba todo eso. Pero fuera, lo que fuese, lo más probable es que si intentaban escapar de allí, no lo harían con vida. 

Casi en respuesta a la última pregunta de la chica pelirroja sobre las capacidades de cada uno, el ser metálico que se quedó mirando un momento su brazo izquierdo, pareció elevar la temperatura del mismo y hacer que se ablandara por un momento. La consistencia de aquel metal oscuro ahora enrojecido por el calor se torno en una forma más grande y redonda a modo de escudo.

Una vez hubo alcanzado la forma deseada, tal y como se había calentado y moldeado se volvió a enfriar oscureciéndose de nuevo.

Lanzó una mirada a la chica pelirroja y asintió. Parecía una persona afín a su forma de pensar, lejos de los que estaban más nerviosos o los que trataban con desdén la situación: [color=#FF0000]No puedo estar más de acuerdo con usted. Sólo unidos podremos salir de aqui... o desvelar el porqué de todo esto. Por lo que he descubierto de mi capasidad, me convierto en... "esto". [/color]-con la mano derecha hizo un gesto mostrando su cuerpo metálico incandescente.- [color=#FF0000]Por fuera, mi piel parese ser de un metal... orgánico. No he podido haser análisis sobre su sustansia, me temo. Pero por dentro soy... como una ehmm... forge... ¿fragua? Puedo elevar mi temperatura de forma increíble hasiendo que el metal que me rodea tome forma... o incluso a veses he conseguido lansar ese calor fuera de mi. Cuando estoy más frío, tengo mucha resistencia.[/color] -el ser elevó los hombros- [color=#FF0000]Todo esto es muy resiente para mí. Llevo sólo unas semanas probando cosas, siguiendo un método deductivo de ensayo y error pero... lo sierto es que es muy complicado. A ojos vista soy como un... monstruo. Imaginen la primera ves que me pasó... Por no hablar de que soy consciente del grave daño que puedo causar.[/color] -dijo aquello último con cierto temor, a pesar de que el resto del discurso había sonado muy razonable y neutro.

[color=#FF0000]Si todos compartimos lo que sabemos puede que hallemos una solusión. Como digo, hagamos lo que hagamos, me ofresco a protegerles. Creo que por mis capasidades, parese el papel que puedo tomar ahora mismo.[/color] -dijo señalando el brazo-escudo que había formado.-[color=#FF0000] Respecto a qué haser... si salimos de aqui -cosa que supongo será difísil- ¿qué será lo siguiente? ¿qué evitará que nos casen uno a uno después? Llámenme paranoico si quieren pero... apostaría que pueden saber hasta donde vivimos. Yo no busco vengansa, repito, pero igual si que debemos intentar sanjar todo este asunto para que no nos... persiga ¿yá?[/color]

- Estoy de acuerdo con el hombre de metal, no podemos huir y tenemos que averiguar el motivo por el cual nos citaron todos aquí. Es evidente que saben sobre nuestras habilidades y quizás esto fue una prueba para comprobar que realmente es así. - respondo mientras pienso en la teoría de Andrés y lo que ha descubierto hasta ahora.

Y tras meditarlo un par de segundos, asumo el riesgo. - Será cuestión de seguirlos. - aseguro ya decidida a dar ese paso. Estábamos aquí por alguna razón, hubo un ataque y la cobardía no era algo que tenía muy desarrollado. Siempre llegaba al fondo de toda las cuestiones y ésta no sería la excepción. 

Estaba claro que cada uno de los presentes tenía un don o habilidad, algo que los diferenciaba del resto y si uno de los mellizos absorbía los poderes reflejaba el verdadero motivo de nuestra visita a este lugar. No obstante eso no me tranquilizaba, prefería exponerme antes de poner en riesgo a las personas de mi entorno. 

-¿Ataque de ansiedad? ¿Histeria? ¿Sabes de lo que hablas o lo buscaste en google? -  pregunta a Hugo sorprendida, parapsicológo no era lo mismo que psicología, lo cual era llamativo para Paula que use términos clínicos con esa profesión que le parecía una pérdida de tiempo siquiera estudiarla. Ella era una mujer de la ciencia, donde toda teoría se debe comprobar con hechos fidedignos, no suposiciones baratas. 

 Se de lo que me hablo - respondió a la chica con rastras - Trabajo como psicologo aunque mi especialidad es la parapsicología, de algo hay que currar para ganarse el pan - dijo Hugo despreocupado pues el en verdad lo que deseaba era dedicarse a la parapsicología, no como aquel de cuarto milenio, si no más metido en el campo

Cuando el chico en shock desperto Hugo se sorprendió bastante, pero la explicación  siguiente aclarló las dudas del mismo - ¿Puede proyectarse? Extraño poder, pero eso solo nos servirá para cubrirnos las espaldas - Entonces todos empezaron a hablar de distintas cosas, y si bien Hugo sabía que Carolina tenía razón que, tenían que trabajar en equipo y huir, tenían que tener presente que tendrían que luchar si hubiera una emboscada.

Ya vale. - Dijo Hugo tratando de atraer la atención - Si bien algunos quieren vengarse y otros huir, no tenemos ni idea de quienes son ni que tienen preparado. Como bien dice la chica - Dijo señalando a Carolina - tenemos que trabajar en equipo aunque no nos guste - esto último mirando al policia quien trataba de imponerse como lider - y tenemos que tratar de salir de aquí, preparados para defendernos en cualquier caso. Yo también tengo curiosidad de quienes y por qué nos han traido hasta aquí, pero lo primero sería no involucrar a los que solo quieren salir de este infierno. Y mientras hablamos perdemos tiempo.

Miró hacía María para decirle solo una cosa - Te sacaremos de aquí te lo prometo - Y luego al volver para hablar con el resto me propuse a colaborar como el gigante de metal - Ya sabemos que uno puede proyectarse, otro transformarse en un gigante de metal ardiendo, otro absorver el... ¿fuego? - Hugo no sabía mucho de que serviría solo absorver el fuego - Mi poder es... - Pensó antes de explicar algo tan extenso y ambiguo - ...bueno, puedo transformar una cosa real en irreal, al principio pensé que era solo abrir puertas donde no las hay, pero al cabo del tiempo y - miró al gigante - a base de prueba y error, conseguí hacer de una cosa real la idea imposible de mi mente.

Ya solo restaba que el resto colaboraran diciendo su poder y podría ocurrirseles un plan - ¿Y bien? ¿Quién sigue?

No podía creer lo que oía.

Robson oía todo lo que aquellas personas decían. Acaso no estaba el diciendo lo mismo?! Había que salir de alli YA!

Abatido le hizo una mueca a Deb. Llevaba mucho tiempo con Deb como para no conocerla, y por eso mismo la tenía de compañera. Eran tan diferentes! Después de su recuperación del incidente Robson no sabia distinguir un acto policial de una simple Vendetta personal. Afortunadamente el carácter de Deb le abría los ojos, aunque aún le costaba adaptarse a no pensar en el pasado.

Esa noche, si salían vivos de allí, seguro que Robson dormiría en el sofá.

-Tranquilo, hombre de hojalata - Dijo simulando al Mago de Oz mientras sacaba el cigarrillo de sus labios y miraba al hombre metálico con una sonrisa queda- No eres un monstruo. Por lo menos no el único por aquí- Añadió mirando seriamente a Deb refiriéndose a si mismo. - ¿Quieren saber cual es mi poder? Vale... pues en mis ratos libres soy el "Alegre papá Noel" y mi Don es ser tan simpático. Lo siento, no diré nada sobre mi hasta no saber que no hay mas "Zipi y Zape malvados" a nuestro alrededor. Discúlpenme, pero en la academia de policía no nos llevan al parque con una cesta de "buenas intenciones para regalar".

Robson miró a todos lados. Sabia que  ser simpático no era su fuerte, pero quizá se estaba pasando de desconfiado. Si quería hacerse un hueco entre gente como el -¿quería realmente?- Tendría que dejar su orgullo a parte. Aunque eso significara dejar de lado a Victor por un momento.

- Está bien!- dijo levantándose mientras resoplaba- ¿Quieren perseguirlos? Perfecto! Pero no me digan que no los avisé-

Robson sacó su arma y comprobó que estaba cargada, para después encaminarse hacia donde había dicho de ir. Ya habian pasado mucho tiempo allí quietos y eso les dejaría reorganizarse a quienes fueran aquellos idiotas asesinos.

- Vamos! Todos juntos. No quiero que nadie se quede atrás. Deb, encárgate del chico. Espero que puedas encargarte de la retaguardia Mister Metal Chamber*. No quiero una emboscada por detrás. Los demás tras de mi- Dijo Robson mientras se disponía en cabeza con el arma en alto y apuntado a todos lados- Y nada de heroicidades

-Eh...si...por supuesto.-  María cogió el abrigo del hombre y lo doblo con cuidado, mientras se lo dejaba en el antebrazo que llevaba libre del cigarro. Escuchó a Hugo y asintió en silencio, cuando terminó de hablar le dijo timidamente.-Suena bastante complicado tu poder- se rascó la barbilla, y luego miró a Robson levantando una ceja.

-Bueno oficial, tomando en cuenta que usted estuvo a punto de volverse una barbacoa humana, y que basicamente, TODOS fuimos atacados, me parece estúpido pensar que entre alguno de los presentes se encuentre un Haníbal Lecter infiltrado.- abrazó el abrigo de Malcolm, y luego añadió una vez, está vez con un tono mas amable de voz, le dijo a Hugo.

-Yo...puedo crear humo de colores como el arcoiris, es bonito visualmente.- y sonrió divertida, si, su poder era bonito visualmente. Decidió ponerse en marcha, junto con el grupo.-No tengo intención de hacerme la mujer maravilla, creame oficial...tengo un gato obeso que tendría dificultades para sobrevivir si no lo alimento yo.- se colocó al lado de Hugo, sujetandolo con suavidad por el codo, y dando caladas breves a su cigarro en silencio.

Matthew tenia la mente colapsada por todo lo que habia pasado en el dia, sin contar que seguia sin acabar. Sabia a ciencia cierta que no podria llegar a su casa a dormir comodamente mientras se reia de todo el caos del dia, habia huido de todo y no tenia ni idea de adonde ir. Incluso llego a plantearse que ser una rata de laboratorio no sonaba tan mal. Todo sonaba tan grave, pero era una simple exageracion en la mente de Matthew para huir de sus responsabilidades. Pero ¿De que le servia seguir llorando sobre el agua derramada? No tenian lo que se dijera tiempo para torturarse a si mismo asi. Despues de despejarse algo la mente y de un rato apretando su herida con el pañuelo que le habia dado la compañera del policia, se incorporo dentro de la conversacion.

-No tengo aun seguridad para decir que rayos puedo hacer yo. Lo ironico es que ni yo se a ciencia cierta que hace exactamente, digamos que puedo disparar minirayos de los dedos y creo que de los ojos, pero aun no descifro que efecto provocan ademas de electrocutar-Menciono Matthew con cierta desconfianza. No era del todo cierto lo que acababa de decir. Tenia suficiente conocimiento como para entender que hacian, pero no se lo iba a soltar a una panda de desconocidos. Tras esto, subio el cierre de su abrigo, volvio a colocarse sus audifonos que habian quedado colgando de su cuello y reaunudo su album de musica desde su movil.

Todos se iban presentando indicando sus cualidades, como si aquello fuese una reunión informal de esas en que los tipos con corbata y tarjetas de visita se intercambian estas como s fuesen cromos. Andrés no iba a internarse solo en aquellos pasillos, pero tampoco creía que volverse a casa sin indagar nada más fuese a resolver el problema. Había algo altamente preocupante en todo aquello.

- De hecho, a mí me dejaron el sobre con la invitación en mi casa. Por tanto, una cosa es segura y es que estos cabrones saben donde vivo. Así que no me extrañaría que de vosotros también sepan cosas.

Volvió a sentarse en el suelo.

- Mientras decidís si vamos o no, yo voy a ver si averiguo algo más.

No le gustaba estar sin hacer nada mientras los demás hablaban. Tampoco estaba seguro del tiempo que había pasado entre tanta palabrería, pues todos estaban nerviosos y se hablaba rápido. Pero si había que hacer algo Andrés estaba seguro que debía hacerse ya.

Cerró los ojos y trató de volver con su don al pasillo aquel, pero esta vez quería ir más allá. Descubrir qué había tras bajar aquellas escaleras y, sobretodo, encontrar a alguno de aquellos que, sin duda, los esperaban agazapados para emboscarlos cuando se decidiesen a bajar.

Escuchaba atentamente al ser metálico, asombrada de la magnificencia que podría llegar a alcanzar. Cada vez tenía más ganas de hablar con él en privado y convencerle para llevarle al laboratorio y hacerle las pruebas pertinentes, puede que probar el límite de su temperatura corporal.

A ojos vista soy como un... monstruo.

(Metal Ardiente)

- Todos temen al progreso. No eres un monstruo.- Respondió inmediatamente, levantando el rostro, orgullosa de su poder. En ningún momento se había puesto la etiqueta de “monstruo”, ni pensaba en hacerlo, aunque su don no era ni por asomo tan visual como el del ser metálico.

Cuando algunos de los presentes anunciaron sus habilidades, simplemente asentía, anotando mentalmente como si de una libreta de tareas se tratase: Proyección; Conversión irreal en irreal; ¿humo de colores?, y mini-rayos. Curioso.- Se atusó el pelo antes de ir con el grupo por el centro de la fila, encabezada por el poli.

Todos los presentes parecieron animarle diciendo que no era un monstruo... lo cierto es que tenían una mentalidad bastante abierta y terminó por elevar los hombros. Estaba convencido de que si apareciera con su aspecto delante de las cámaras de TV se armaría un buen escándalo y que sería perseguido por un sinfín de organizaciones policiales. Él mismo se había asustado bastante el día que lo descubrió...

Por otro lado, mientras algunos de sus compañeros forzados se mostraron colaborativos, había muchos de ellos que no querían revelar la información sobre sus poderes. Negó con la cabeza y soltó un pequeño bufido que se transformó en una pequeña voluta de vapor.

El agente volvió a tomar la iniciativa otra vez. Estaba empeñado en dirigirles a todos... Será por su deformación profesional -supuso- Pero lo cierto es que no había un plan mejor.

Asi que cuando le indicó que se pusiera en retaguardia asintió y se dispuso atrás con su brazo escudo preparado. Más que nada había transformado su brazo para proteger a los otros más que a sí mismo. No obstante indicó: [color=#FF0000]Habrá que haser algo con el chico que se proyecta ¿no? [/color]-dejarle atrás indefenso no parecía una opción.

Ya conforme iban poniéndose de acuerdo Paula sonrío, al menos parecía que este grupo variopinto tenía una vaga idea de que hacer y el oficial de policía ofrecía una propuesta bastante acorde pese a no estar de acuerdo. No obstante la botánica siguió los pasos del grupo manteniéndose en silencio, ya le había parecido muy absurdo escuchar a un parapsicológo trabajar de psicólogo y no quería meter más leña al fuego ni llevar la contraria. Era una perfecta desconocida y poco aportaría si se ponía a discutir. 

Por ese motivo, la chica de rastas observa todo a su alrededor atenta a lo que pueda encontrar. No se le daba mal investigar ya que la mayor parte de su carrera profesional se lo había pasado haciendo eso. Cualquier detalle o dato de importancia serviría para comprender lo que estaba pasando y el motivo de reunirnos a todos allí. 

Las discusiones relacionadas sobre qué paso dar a continuación continuaban dándose en el Palacio de los Deportes. El hombre de metal había armado un escudo para protegerles, independientemente de la opción que tomaran, pero parecía que quisiese investigar un poco más a huir y que les dieran caza por separados. Paula parecía apoyar la idea. 

Luego surgió el tema de hablar sobre sus poderes para ponerse de acuerdo y comprender la razón por la que estaban ahí. Además, no solo eso, también, conociendo las habilidades de los demás, quizá pudieran usar sus poderes para ayudar a los otros e incluso, en el mejor de los casos, combinarlos para lograr un mejor objetivo.

Pero Robson prefería callar y no revelar nada de lo que sabía hacer para no dar más información de la necesaria, algo que pareció contagiar al resto y poca información pudo sacarse en claro. A continuación volvió a erigirse como el líder nato que era instándoles a todos a seguir al gemelo que había huido tras la puerta.

Antes de que terminaran de tomar una decisión, el muchacho del que creían todos que había entrado en shock, volvió a sentarse en el suelo para proyectarse como él había comentado. 

Esperaría a los resultados para tomar una decisión, pues aunque Robson había empezado a darles órdenes, eran muy pocos los que se las habían tomado en serio y habían decidido abrir la puerta para ver qué es lo que el estadio escondía más allá.

Descendió hasta llegar a lo que parecía estar iluminando todo.

Al final del último tramo de escaleras había una intensa luz que iluminaba un rellano con tres puertas. A la izquierda del todo, había dibujado sobre la puerta una gran lámpara antigua, era una especie de fresco pintado sobre la madera de aquella entrada.

La segunda puerta que estaba justo delante de ella, tenía otra imagen. Esta vez parecía una escena familiar, donde cada miembro se agarraba de la mano. Aquel dibujo parecía haber sido pintado de una forma más infantil, sin tanto detalle como el anterior y mucho más rápido pero quizá un poco inquietante. Daba la sensación de ser un poco siniestro.

Por último, la tercera puerta poseía una gran interrogación invertida de color rojo, cuya pintura aún parecía fresca, puesto que aún se escurría, aunque extrañamente lo hacía hacia arriba y no hacia abajo. Como si la gravedad no fuese con ella.

El hombre de metal ardiente siguió mirando a su alrededor con el brazo-escudo preparado para actuar, mientras esperaba la resolución del grupo... o el "regreso" del chico que se proyectaba. Igual tenía información vital que darles.

Él, por su parte, se concentraría en la función que había dicho en un principio, aunque no pudo evitar proponer:[color=#FF0000] Igual si lo cogéis entre dos... podamos ganar algo de espacio, aunque yo personalmente no tengo problema en esperar su regreso. [/color]-hablaba claramente del chico "inconsciente".

María se apróximo despacio a Andres, y lo sacudió con suavidad por el hombro mientras le musitaba con amabilidad .-Hey Andrés, es hora de movernos, tenemos que salir de aquí...ya habrá momento para meditar.- murmuró la mujer, sin saber exactamente que era lo que andrés hacia, volvio al lado de Hugo y le respondio al hombre de metal.

-El problema es que ya hemos estado esperando demasiado en este lugar,tal vez sea paranoía, pero soy la única que tiene la sensación de ser observada...no sé...no me parece lo más logico que sigamos esperando aqui, que tal si se reagrupan y deciden traer a más de sus "amigos" a atacarnos...aduras penas y lograron algo contra dos, esobvio que ellos tienen un mejor dominio de sus "dones"que nosotros...y además...que van a hacer con sus cuerpos...los van a dejar ahí?-señalo los cadaveres de Elena y el gordito gokú.

Estando de acuerdo con lo que María comentaba, Paula decide también unirse a ello con la intención de llegar al fondo de la cuestión. - Tenemos que seguirlos, quedarnos aquí es perder el tiempo y no es momento de ponernos a hablar de los dones que tenemos en un lugar donde hemos sido atacados. Como bien dice ella, quizás nos estén observando. - expreso en un tono tranquilo pero decidido, era innecesario ponerse a perder el tiempo de aquella forma.

- Ya es hora de mover. -  termina por decir tras realizar un gesto hacia la salida, ya había mencionado que quería seguir el rastro de los mellizos, pero nadie parecía escucharla y eso terminaba ofuscando a la botánica.  

La sacudida de hombros hizo regresar a Andrés de repente. Normalmente hacía falta un estímulo mayor para traerlo de vuelta, pero se conoce que el momento de tensión que estaban viviendo todos también afectaba a estos casos.

Abrió los ojos y el corazón le dio un vuelco, mientras veía la cara de la chica del sombrero frente a él.

...ya habrá momento para meditar.

- No... No estaba meditando. He bajado las escaleras que os había dicho antes. Me he encontrado un rellano con tres puertas. Todo muy extraño. Cada puerta tiene un dibujo distinto. Una tiene una lámpara antigua, de esas tipo araña, pero con velas en lugar de bombillas. La otra puerta tiene un dibujo infantil chungo, como de una familia dándose las manos. Y la otra es un símbolo de interrogación rojo, pero como visto desde un espejo.

Interrumpió unos instantes su relato con unos pensamientos que le contrariaban. Como si quisiera decir algo más pero sin atreverse del todo.

- Había algo raro en este dibujo. Pensaréis que se me va la pinza, pero era como si aún estuviese fresco, como con gotas de pintura húmedas que tendían a chorrear, pero éstas en lugar de querer caer hacia abajo parecía que querían caer hacia arriba. - Se encogió de hombros al decir esto y puso una mueca de incredulidad sobre sus propias palabras. - No sé, "to" raro.

- Iba a mirar los alrededores, por si hay alguien escondido, pero no me ha dado tiempo cuando me ha... - Dudó como decirlo, señalando a María. - Despertado. - Concluyó, poco satisfecho de la palabra empleada. - No he visto a nadie, pero claro, yo tampoco estaba allí, así que si hay alguien escondido esperando para saltar, ahí seguirá.

Dicho esto, Andrés se puso en pié.

- ¿Vamos?

¿Valentía? Podía parecerlo, pero su reacción tenía más de curiosidad que de arrojo. Incluso él mismo se sorprendió de estas palabras que salían por su propia boca.

Se sacudió el polvo de las manos y los pantalones.

El hombre de metal escuchó atentamente el mensaje de "Andrés".

Gruñó.

[color=#FF0000]Parece que quieren jugar con nosotros... tiene toda la posibilidad de ser una trampa [/color]-se quedó pensativo un momento. Todo aquello era una locura pero... la otra opción, la opción de irse y ser cazado por la noche se le antojaba peor- [color=#FF0000]Por mi parte, Vamos. [/color]-recalcó ante la pregunta del chico. Había que reconocer que tenía valor teniendo un poder que no le protegería.