Partida Rol por web

Sin dejar de ayudar a Matthew, Malcolm contestó las dudas de la chica que se había quedado temporalmente ciega: [color=#0000BF]Salvo Matthew que está conmosionado, el resto paresemos estar en buen estado...[/color] -hizo un inciso y luego respondió a lo último que había dicho Hugo: [color=#0000BF]A eso me refiero... a que sólo podemos seguir por el camino que nos están indicando nuestros captores. Paresemos un grupo de ratas en el típico experimento... salvo que han colocado gatos por el camino.[/color]

[color=#0000BF]La cuestión es... ¿vamos a seguir este juego sin más?[/color] -lanzó la pregunta al aire. Él mismo no tenía respuesta, pero el hecho de ver caer a Matthew que por dos veces parecía haber estado a punto de morir, le había afectado un poco. Si continuaban así iban a ir cayendo uno por uno.
 

De pronto, mientras todos pensaban cuál debía ser el siguiente paso. Andrés y Matt cayeron al suelo desplomados. Los cinco que quedaban en pie se sorprendieron ante tal hecho. No podía comprender qué es lo que había pasado. ¡Todo parecía que había salido bien! Pero no era así, ambos jóvenes tenían un par de heridas muy feas. Uno en un brazo y el otro en la espalda. Uno había sido mordido y el otro arañado por el lagarto antropomórfico que había derrotado Robson. Esas heridas no parecía que tuvieran mala pinta, tan solo parecían unos simples arañazos. Pero parece que ocultaban algo más, quizá un veneno mortífero que se había extendido rápidamente por la sangre de los chicos. Fuera como fuese, ninguno de los dos respiraba y sus cuerpos estaban completamente fríos y pálidos. 

Había sido cuestión de segundos...

Malcolm estaba aún esperando respuesta de sus compañeros, cuando notó como el cuerpo de Matt -el cual parecía proteger acuclillado- parecía colapsarse unos segundos, para luego relajarse. Andrés se había desplomado también.

El extranjero se quedó en un primer momento en shock, luego le tomó el pulso con manos temblorosas.

[color=#0000BF]No... no puede ser... pero ¿cómo? [/color]-rápidamente Malcolm volvió a mirar la herida provocada por el supuesto "bicho" que él no había visto.

Cuando tras unos agónicos segundos, la verdad de la muerte del chico se abrió paso en la muerte de Malcolm, pareció como si al sueco le hubieran golpeado, porque se quedó un momento sin aire.

[color=#0000BF]No... dammit... Está... está muerto.[/color] -lanzó la mirada hacia Andrés. El otro jóven también parecía muerto ¿veneno? ¿Tan cobardes y viles eran sus enemigos? Soltó un gruñido mientras sus puños se cerraban hasta que los nudillos se quedaron blancos.

[color=#0000BF]Jag svär du ska betala för alla dessa dödsfall*... [/color]-empezó a decir con evidente enfado. Se quitó el abrigo -que era lo único que cubría su cuerpo- mientras éste, otra vez, empezaba a cambiar de forma y textura. Malcolm dejó de ser Malcolm para convertirse en...

...aquel enorme ser inhumano de metal ardiente.

Los ojos, como téas ardientes parecieron brillar fulgurantes y rojos por la ira.

[color=#FF0000]Se acabó.[/color] -dijo- [color=#FF0000]No voy a consentirlo más. Hittills har vi kommit*[/color]-el calor que emanaba era mucho más alto que antes. -[color=#FF0000]Voy a redusir a esos bastardos a senisas.[/color] -añadió de forma intimidatoria mientras miraba la trampilla en el techo.

Pareció hacer un último esfuerzo y lanzó una mirada a Maria: [color=#FF0000]Si es tan amable... [/color]-añadió señalando su abrigo tirado en el suelo.

Luego se dispuso debajo de la trampilla del techo, dispuesto a saltar hacia arriba y acceder al siguiente nivel...

-Claro que si dulzura- musitó María y se agachó a recoger de nueva cuenta el abrigo de Malcolm, cada vez quedaban pócos y por la mente de María comenzaban a aparecer las personas que habian llegado en un inicio a la entrada de aquel lugar, varios habían muerto...de el grupo tan numeroso quedaban unos escasos nada más.

Dos más habian muerto, María se sentía apenada por tanta juventud cortada de forma tan abrupta, y estaba haciendose un juramento para hacerles el mayor daño a los que sea que hubieran orquestado ese perverso plan de guiarlos como corderos a un matadero.

-No se arriesguen si no es necesario cada vez somos menos chicos...estoy segura que llegará el momento en que nos vengaremos de los imbéciles, esos dos gemelos remedio de pili y mili, van a plañir por lo que nos han hecho a todos.- murmuró fríamente María dirigiendo la mirada a metal ardiente a punto de saltar para abrir la trampilla que ella y hugo no habian podido abrir.

Al ver como Matthew y Andres se quedaban inertes en el suelo, Hugo sintió que podría haber hecho algo más con las herramientas adecuadas, pero encerrados en aquella carcel de tortura donde los hermanos estaban jugando con ellos acada paso que daban, era imposible hacerlo. Hugo se sentía ya algo hastiado de estar allí, pero la ira de Malcom y la promesa de Maria le hizo ver que tenía que seguir adelante - Espera guiri, no sabemos que trampas has podido poner en la siguiente habitación... - se puso entonces junto a Maria tratando de evitar mirar a los cadaveres - Extrema las precauciones al subir por ahí y no excedas la confianza que tienes en ti mismo. - No le gustaba cortar las alas a nadie, pero en ese momento era lo mejor.

Entonces miró a Maria con un suspiro y explicó - Sé que teneis ganas de venganza pero...  si no vamos con pies de plomo, esa venganza se verá en nuestra contra, id con mente fría. - dijo Hugo y tras ello buscó con una mano inconscientemente la mano de María para agarrarla buscando fortaleza en otra persona para no ser él mismo el que perdiera el juicio ante sus propias palabras

La alegría momentánea que sintió al saber que su ceguera solo sería temporal se esfumó ante la noticia de la repentina muerte de los dos benjamines del grupo. No supo qué decir, ni siquiera entendía bien cómo había pasado.- ¿Un “bicho” los ha matado? ¿Cómo es posible? – Pensó lo cerca que ella misma estuvo de correr su misma suerte al caer inconsciente, tocándose nerviosa el cuello, como si buscara algún tipo de herida o arañazo accidental de aquél ser.

Su visión, casi recuperada, le hizo ver cómo Malcolm, afligido, profería en otro idioma (posiblemente nada agradable) y se transformaba en la masa de luz que anteriormente les había ayudado. Quería intentar decirle algunas palabras de consuelo al verle tan afectado, pero no era la más indicada, ni el tacto era su fuerte.

- Terminemos con esta puta gymkana – Fue lo único que se le ocurrió para apoyarlo, hablando mientras miraba a la trampilla.- ¿Cómo subimos? No todos podemos volar o crear escaleras de la nada.

Cuando todos creyeron que habían pasado la prueba de la luz, se encontraron con que al final, todo tenía un precio.

Los dos chicos cayeron al suelo fulminados por algo. Las heridas del lagarto comeluz , al parecer, estaban envenenadas. Robson tenía cogida a Carolina para que no se cayera y se sintiera mas segura ya que la visión tardaba en volver. PEro su normalmente tranquilo corazón se alteró unos segundos.

Robson, preocupado, miró su brazo, el que el bicho le había mordido. Ahí estaban las heridas aún. Su cuerpo debería poder curar cualquier tipo de heridas con un mínimo gasto de energía, pero evidentemente, esta vez estaba llevando mas tiempo del normal.

-Veneno..- masculló por lo bajo.  - Se curará, Robson. Como siempre. Se curará...- Se repitio a si mismo para darse ánimos.

Por uno momento se sintió débil. Nunca antes lo había sentido después del incidente. Se creía inmortal, pero la jodida naturaleza le recordaba una vez mas que no siempre iba a salirse con la suya. ¿¡Pero por qué cojones no se cebaba con el!? ¿Por qué siempre con los que tenía a su alrededor?

Por un momento miró a Carolina y pensó que a lo mejor debería sostenerla otro. Quizá el chico de las visiones en 3d. O la Hippy!! Se encontró con sus ojos, aún medio ciegos y torció el gesto con desaprobación. ¿ Y si mas que ayudarla solo conseguía que la mataran?

Un ruido interrumpió sus pensamientos.

Era el Sueco atravesando el techo.- Y luego dicen que yo era el impaciente...

Miró al resto e hizo un ademán con la mano para que subieran por donde el sueco había ido.

- Bueno, la puerta está abierta ahora. - dijo con cierta gracia. - He! Tu, Gran Rojo. ¿Cuando te sacudas el polvo, podrías echar una mano al resto a subir?- Dijo por el agujero que había hecho el hombre de metal.

- No, no, no, no.- Con todo lo sucedido con Matt y el hombre metálico no había tenido tiempo de reparar quien había estado a su lado, fijándose en ese momento en el mordisco que tenía en el brazo, horrorizada con una leve punzada de miedo.- Tú no.- ¿Cuándo se había hecho eso? Debía de ser al desmayarse, haciendo que se sintiera mal por no poder ayudarlo.

De manera inconsciente miró a Matt y a Andrés, esperando que ese no fuera el destino del policía.

- No voy a dejar que mueras, ¿me has entendido? – Le cogió el brazo herido, situando cada mano a un lado de la mordedura, y cerró los ojos. Por una vez, joder, funciona.

El hombre de metal incandescente atravesó la puerta que daba acceso a la parte superior de la sala. Al hacerlo de una forma tan bruta, la trampilla se resquebrajó y la escalera que tendría que caer al abrir la puerta se deshizo en pedazos. Ahora no había forma alguna de subir, pues esa parecía ser la única opción.

Mientras tanto, Carolina decidió hacer que el veneno que circulaba la piel del policía atravesase su cuerpo y terminase por precipitarse al suelo. Pero la chica, a pesar de ser una experta científica, no fue capaz de lograr con su poder que el veneno, diluido en la sangre, pudiera separarse y caer al suelo. Aquello era un nivel de poder bastante alto, y carecía de semejante capacidad.

No pudo más que sonreír nerviosa al ver parte del veneno atravesar la piel de Robson y precipitarse contra el suelo, formando un pequeño charco bajo sus pies. Sin embargo sabía que no era suficiente.

Te he dado tiempo, pero no sé cuánto.- Soltó la presión que ejercían sus manos en torno el brazo del policía, dándose cuenta que estaba apretando demasiado culpa de la concentración. Se giró para mirar a Hugo y María.- Si alguno de los presentes tiene un poder de sanación que hasta ahora no ha querido mostrar, es hora de hacerlo.- Se volvió para encararse de nuevo con Robson, pero en vez de hablarle cogió la fina bufanda que Carolina llevaba y la usó a modo de venda improvisada sobre el mordisco.- Tenemos que llevarte a un hospital.

Hugo observó el agujero que formó el amigo extranjero rompiendo la escalera que los llevarian a subir hacia la siguiente zona, y al tiempo se llevó una mano a la cara. - Ahora como vamos a resolver esto... - Entonces Carolina habló sobre Robson y sobre poderes de sanación para usarlo con él, Hugo simplemente se encogió de hombros y explicó - Mi poder es volver lo irreal, real, y solo durante un cierto tiempo que es hasta que se cumpla el objetivo que le doy. Aunque pudiera hacer  que el veneno le diera la inmortalidad, al cabo de un tiempo volvería ser veneno. Supongo que si tuvieramos algo parecido a un frasco o una botella con agua, podría volverlo en el antidoto para dicho veneno, en tal caso si funcionaría, porque el objetivo sería depurar el veneno del cuerpo, pero supongo que hasta que no continuemos no encontraremos mucho. - dijo entonces Hugo señalando al agujero en la trampilla - ¿Alguna idea para subir hasta allí arriba?

Carolina empezaba a estar muy alterada por la situación que estaba viviendo y la imaginación le corría malas pasadas al dar por hecho que había eliminado parte del veneno cuando no había sido capaz de lograrlo, ni por un instante. Tomó su bufanda e improvisó una venda para tapar la herida de su compañero, confiando en que fuera de alguna ayuda para protegerle. Robson quiso creerla pero sentía el frío veneno recorrer su cuerpo, a pesar de que él estaba en un estado mucho más saludable que cualquiera de sus dos jóvenes compañeros. Muy probablemente el veneno afectaba a la gente con menor edad.

Así que, Hugo fue el único que trató de preguntar a sus compañeros si veían la forma posible de acceder a la siguiente sala. Antes el problema era que no veían la salida, y ahora que la veían, el problema era que no eran capaces de alcanzarla.

Las manos de carolina se posaron sobre el brazo de Robson.

Al principio sintió algo de desconfianza pero, sus manso y sus palabras, unidas a su preocupación hicieron que pasara a sentir las caricias.

Veneno. Puede que lo único que su cuerpo cinético no podría absorber. Sin embargo se curaría. Su propios poderes no le dejarían morir por algo tan simple. Cuando una persona normal tiene una temperatura de 36,6º,  las móleculas del cuerpo de Robson hacían que casi siempre rondara los 40º. Pocos organismos sobrevivían a esa temperatura mucho tiempo, y los venenos como todas sustancia química, se descomponen rápidamente.

Pero eso Carolina no lo sabía. Demonios, ni el sabía nada sobre el resto!

Estaba tan preocupada por Robson que intentó hacer algo que la salio mal y cayó al suelo.

- No!! Que...? Carolina!! - Dijo agachándose a recogerla entre sus brazos sin entender que la pasaba. - Me curaría con el tiempo pero.. ¿que has hecho?

Robson la miró a los ojos esperando que no fuera demasiado tarde o incluso que el veneno hubiera pasado a la sangre de ella de alguna manera.

-Dime.. qué debo hacer- preguntó Robson preocupado a Carolina mientras oia al resto hablar sobre sus poderes.- ¿Lo irreal volverlo real? ¿Y no podrías crear una escalera de aire solido o algo así?

Hugo se paró a pensar por un momento lo que había dicho Robson. Se rascó la barbilla y miró el lugar donde debería de estár creada la escalera - Una escalera de aire solido... No lo he llegado a pensar nunca, aunque no está mal pensado ya que todo lo irreal hecho real es aquello que sale de la quinta dimensión, por lo cual creo yo que podría hacer lo que has sugerido... un poco dificil pero... - Se puso entonces en el centro, sosteniendo sus manos firme delante como si estuviera agarrando el cuerpo de una escalera entre ellas - ...con un poco de concentración - Respiró profundamente, una y otra vez, concentrandose en lo que tenía en sus manos, aire, y creando la idea que Robson le había dado, una escalera que conectara a la que no estaba rota - ...y pensando en lo que necesito - Terminó de decir pensando en la misma escalera de aire solido, solo la necesitaría hasta que todos ellos subieran, el tiempo sería suficiente y la escalera aunque pareciera mentira, fuerte.

El cansancio y la visión borrosa le pasaron factura, haciendo que viera lo que ella hubiera querido ver.- ¿Efecto secundario? – Hugo podía hacer lo irreal real durante un corto periodo de tiempo, tal vez al haber puesto las manos en su cabeza hubiera “tocado” algún punto en su cerebro que le habría ocasionado una breve alucinación.

Se puso la mano en la frente, sintiéndose de golpe tremendamente cansada.

- Estoy bien, no te preocupes.- Susurró a Robson mientras forzaba una sonrisa, despegándose de él. Miró a Hugo, quien estaba concentrado creando una escalera imaginaria.

Ojeó por los alrededores, buscando algo que usar para poder subirse y así ayudar, mantenerse ocupada.

Y gracias a Robson, Hugo fue capaz de imaginar una escalera de aire sólido y logró materializarla entre sus manos. Nadie la podía ver, pero Hugo sí que la sintió. Así que avisó a sus compañeros de que lo había logrado. Aquello era tan poco probable que gracias a sus poderes, funcionó a la perfección. 

Y Hugo no tardó mucho en subir por la escalera, pero, cuando estaba a punto de alcanzar la parte superior de la trampilla, el aire sólido se desvaneció y se volvió gaseoso, provocando que Hugo se diera un buen golpazo contra el suelo.

Había funcionado, pero cuanto más difíciles eran las cosas, menor era su duración. Por eso podría volver a crearla, pero tendrían que darse prisa.

Una vez hubo caido Hugo al suelo a pesar de su buena idea se lo pensó dos veces antes de repetirlo - Bueno, con este estrepitoso final, solo me quedan dos posibilidades, o hago la escalera pasando uno a uno segun la repito a toda velocidad, o probamos otras ideas. El salto lunar es una buena y no necesitamos mucho impulso para llegar, al igual que puedo hacer que un pilar de tierra se alce desde el suelo elevandonos... ¿Qué decis?