Partida Rol por web

Cogió el vaso en el que le habían servido la bebida y lo hizo girar en sus manos. Era membrosía, o al menos eso era lo que había pedido. Con las luces más intensas que había sobre la barra podía ver al líquido dorado dar vueltas formando un remolino minúsculo en el centro del vaso.

Dio media vuelta colocándose de espaldas a la barra. Tilak acababa de entrar y había ido directamente a hablar con el impertinente de Dekel. Debía de haber terminado de hablar con el defer y ahora volvía para avisarlos de lo que fuera. Le daba igual lo que se dijesen, pero si salían de la cantina ella también tendría que salir detrás de ellos.

Humedeció sus labios con en bebida alcohólica: no notó nada especial. Inclinó más el vaso y dio un trago: esta vez sintió más de lo que había esperado. Un escalofrío recorrió toda su espalda antes de dar un respingo. Sentía como su garganta ardía y cómo ese fuego iba descendiendo lentamente hasta que alcanzó su estómago; la puta membrosía era terriblemente fuerte. Dejó corriendo el vaso sobre la barra y se llevó la mano a la boca mientras empezaba a toser.

Cuando recuperó el control ya estaban saliendo de la cantina. - Mierda- musitó. Con un par de tragos se terminó su consumición (había perdido las ganas de toser durante una gran temporada), y salió, lo más discretamente que pudo, tras sus compañeros.  

Tilak y Kal os guían por las atestadas calles de Mos eisley, y os vais cruzando con cantidad de criaturas extrañas y robots de todos los modelos.

Pronto llegáis al muelle de amarre 42, donde se supone que os espera el Defel. Entráis en el muelle, que es como todos los de la ciudad, circular y de unos 25 metros de radio, con un caza monoplaza en el centro un modelo que no habíais visto antes.

Bajo el caza os espera Lak, el Defel.

Bien, acabemos con esto. Dadme la célula e iré a buscar vuestro transporte.

-Eh tio ¿Éste caza es tuyo? -dice Dekel acercándose al aparato y pasando la mano por el fuselaje-. No es que yo entienda mucho de estas cosas, pero parece realmente un buen pepino -de las arenas-. Y es monoplaza ¿Eh? ¿De donde lo has sacado?

¿Eres Dekel?

Contesta escueto.

-Woa, qué tio ¿Habeis visto como pasa de todo? Se nota que es todo un profesional. Va directo al grano, sin mierdas de por medio. Solo dice lo que le han pagado por decir, ni una palabra más, ni una palabra menos. Pues si tio, soy Dekel. Dekel defel defel Dekel -termina dándole una palmada a la nave y plantándose delante del lobi- ¿Y tú tienes algo para mí...?

Cuando Dekel pregunta eso de que "si tiene algo para el" Tilak se aparta discretamente de Dekel y de cualquier posible trayectoria de disparos blaster que pudiese dirigirse hacia el.

Kal se echa a un lado del muelle y se apoya en la pared. Piensa dejar a Dekel arreglar sus asuntos. Tiene el convencimiento de que ahora va a jugar a ver quien es mas macho.

Eso me lleva a pensar que los imperiales seguramente esten controlando la zona. Pero como evitar escandalos innecesarios cuando la testosterona brilla como una estrella.

¿Para ti? Según lo que yo sé eres tú el que tienes algo para mí. Yo para ti solo tengo un mensaje de Akor sobre cierta colaboración, pero no te lo daré hasta que no me des tú lo mío. Supongo que no habrá mingún problema.

Dice el Defel sin aspavientos. La criatura que está ante vosotros es de unas características muy especiales. De hecho casi no se ve su pelaje ya que absorve la luz, y parece que estéis hablando con una sombra de ojos rojos y de un metro y medio de alto.

-Aja, la cosa es un poco más complicada, hijo. Ese mensaje es la respuesta de Akor a un negocio que yo le propuse y a cambio del cual le daba la célula. Bueno, el capullo de Akor no me dijo nada sobre si aceptaba mi trato o no. Y como comprenderás no voy a cumplir mi parte para que después ese tio se ría de mí en su mensaje privado. Así que estamos en un punto muerto, me temo -responde Dekel con cara de circunstancias-.

-Sin embargo te propongo una salida que nos satisfaga a ambos: tú me dejas ver los primeros segundos del mensaje y en cuanto capte que Akor no está tomando el pelo y que él va a cumplir, te doy la célula -tsk- Si no, claro está, siempre podemos matarnos entre nosotros a golpe de blaster, o tirar una granada dentro del tubo de escape de tu caza, o yo y mis chicos empezar a hacer el gilipollas de cualquier otra manera. Tú decides, colega.

El defel, del cual sólo se distingue su chaleco protector, pantalones y un bláster pesado en el cinto habla con parsimonia, con un acento gutural muy marcado.

-Creo que podemos llegar a un acuerdo Dekel.

Luego enciende un comunicador, del cual sale un holograma de Akor.

-Si esás leyendo esto es que has tomado la decisión acertada de entregar la célula, y por ello te propongo un trato que resultará...

Y el defel corta la transmisión, desvaneciendose la imagen en el momento,

-Mi parte está hecha. Te toca.

-Okis tio, aquí tienes la célula -explicita pasándole la célula al defel-.

De nuevo estaba Dekel con sus jueguecitos: los concursitos de haber quién la tiene más grande, las discusiones de machito… Si se comportaba así era porque no le habían partido aun la cara, y si sí lo habían hecho no escarmentaba. Esa prepotencia no provocaba más que problemas, pero no solo se los causaría a él, sino a todos los que lo acompañasen.

No importaba, o al menos eso era lo que parecía: se iban a separar, cada uno seguiría su camino. Dekel iría a su bola, mendigando trabajo a la Resistencia cuando se hubiese gastado todos los créditos en putas y alcohol; el resto, por lo que parecía, se uniría a la lucha contra el Imperio de buena gana aunque por diferentes motivos. Eva tenía perfectamente claras sus razones, las del resto no podía más que imaginarlas.

- Venga, ya tienes la célula.- se adelantó en cuanto Dekel le tendió la célula al defer para que la cogiera.

Aunque los acontecimientos han ocurrido demasiado rápido para mi, creo que he captado algo de lo que pasaba. No obstante, sigo apretando mi hacha con fuerza, preparado para cualquier cosa...