Partida Rol por web

-Entiendo. Tipos duros, ¿eh? Bien, necesitamos tipos duros. Ahora os toca elegir. Podéis guardar las armas y ver en qué lugar podéis entrar en nuestra expedición, pues si sois tan duros podréis optar a una responsabilidad mayor, y mayor salario, o podéis no guardar las armas y morir en el acto. En la muerte no se cobra, os aviso.

El tipo levanta una mano y habla en tono más alto.

-Bien chicos, el trabajo empieza. En cuanto baje la mano abrid fuego, a no ser que los valientes guarden los bláster.

Ahora con las cosas más claras, los cazarrecompensas contratados por Jax, que, lo cierto es que parecen bastante ineptos, apuntan a los dos tipos. Son unos seis bláster apuntando, más el del alienígena rata. Se diría que la situación se complica.

-Si me mientes te mataré.

Es lo único que dice el matón, para perderse con su compañero entre la gente, en dirección a la puerta.

En ese momento os dais cuenta de que hay un follón al fondo en la cantina. Se ve a Jarno y Daell con los bláster desenfundados, y rodeados por gente que les está apuntando, así como un alienígena con aspecto de rata, que le apunta con un bláster pesado y que tiene la mano levantada. Toda una escena.

Y... simultáneamente, el comunicador de Maktar da avisos de una llamada entrante. Cielos, qué estrés.

-Por mis lekku, ¿no podemos dejarles solos ni un segundo?- dice Maktar hastiado observando la que han montado sus compañeros.

En ese momento su comunicador vibra indicando una comunicación entrante.

-Dame un segundo- le dice a su compañera.- vigila que no vuelvan esos tipos, creo que nos va a tocar escabullirnos.

Se coloca el comunicador en la oreja y lo activa.

-Aqui Anon, responda.

- Wendy, Maktar. ¿Me oís? Responded. ¿Tenéis noticias de algo?

-Te oígo alto y claro. No hemos descubierto nada nuevo, pero por aquí se ve bastante movimiento. Jarno y Daell están... conversando, con alguien que está contratando un grupo de mercenarios. ¿Que sabeis vosotros?

Puesto que Daell y yo volvemos a ser el centro de atención de un buen montón de miras laser, yo bajo lentamente mi arma y acabo por en fundar.
Calma gente. Sigo pensando que no merece la pena que acabemos fritos unos cuantos por un nombre. Si no queréis decirlo, ese es vuestro problema no el mio.
Pero por lo que respecta al crédito que se ofrece, sigo viéndolo demasiado escaso. No es algo que llegue a tentarme.

- Nada, ninguna información salvo que hay muchos grupos por la ciudad. Sin créditos no podemos hacer las preguntas adecuadas. Quizá sea hora de moverse de manera más decidida. Mantenednos informados. Corto.

Ey Jarno, que aun no nos han dicho de cuántos créditos estamos hablando y ahora que pasamos a entendernos.-Daell baja el arma sin importarle que le estén apuntando.-Podemos empezar a negociar.

Daell se acerca tranquilo a la rata parlante.

Bien, así que eres el jefecillo del grupo. ¿Cuánto crees que puedes pagarnos por tenernos de tu lado?

-Venid conmigo, hablaremos más tranquilos allí.

Dice el rata dirigiendose a un reservado donde hay tres cazarrecompensas. Pero no pasan ni diez segundos cuando escucháis detrás vuestra a dos tipos gritando como locos.

-Eh, nosotros también valemos más que el resto de negados que hay aquí.

Dicen dos sacando los blásteres y apuntando a Jax y a la rata.

Queremos 100 al día si sabéis lo que os conviene. No estamos jugan...

Zapp!!!

Antes de terminar la frase un disparo del bláster pesado del alienígena rata impacta en el pecho del valentón, acabando con su vida al instante. Jax no pierde el tiempo, y de dos disparos abate también al otro compañero que se retuerce en el suelo.

-Blásters no!!!

-Cállate cantinero o reduciré el local a polvo espacial! Y al próximo imbécil que se le ocurra hacerse el valiente, le arrancaremos dos brazos y lo dejaremos en el desierto a merced de los dragones Krayt. ¡Entendido! No hay nada más patético que un pusilánime intentando hacerse el duro, aprovechando la brecha abierta por otro.

Luego camina hacia el reservado donde están los tres tipos, quienes antes de que el rata afloje siquiera el ritmo, ya están levantandose y cediendoos sus asientos. Una vez él y vosotros dos acomodados, empieza a hablaros.

-Bien muchachos. Como véis hemos reclutado a un buen montón de paletos armados con bláster y con retales de armaduras, pero es lo que hay. Los cazarrecompensas buenos estarían demasiado lejos para atender a la llamada. Salimos mañana al primer alba, e iremos al desierto en busca de Tallon, aunque todavía no sabemos dónde está, pero eso es cosa nuestra. Vuestra asignación será de 100 créditos diarios, más 1000 para cada uno si encontramos al objetivo. Pero vuestra responsabilidad será mayor, ya que seréis mandos intermedios, para ayudarnos a controlar a esa chusma, ¿de acuerdo?

Finalmente, tenia que pasar. Un par de los pipiolos que hay en la cantina, acaban en el suelo con sendos agujeros humeantes en el pecho.
Pero tampoco es algo que me preocupe en exceso.
Daell y yo, seguimos a Rata hasta un reservado y nos sentamos prestando atención.
Y cuando escuchamos tanto el nombre como la nueva cantidad de créditos ofrecida, yo cruzo una breve mirada con mi compinche.
Ahora mito a Rata y digo.
Decididamente, el trato me parece mucho mejor ahora. Si, es indudable que si has logrado tentarme.
Ahora me inclino hacia delante en la mesa y miro fijamente a Rata.
Y desde luego, ya me he dado cuenta de la clase de individuos que nos va a tocar controlar tanto a mi compinche como a mi. Supongo que, en el peor de los casos, sera perfectamente asumible que se produzcan algunas bajas.
Vuelvo a reclinarme en mi asiento y añado.
¿Que te parece Daell?. Yo diría que el asunto ha mejorado mucho.

Daell mueve la cabeza en gesto afirmativo.

Puede ... Si ... Vaya ... ¿Mandos intermedios? Pues entonces tendríamos que ir con alguno de nuestros hombres. Y ya que has tenido dos bajas.-Daell extiende el brazo entero hacia atrás y señala con la mano a los exmatones.-Podemos sustituirlos por dos hombres de confianza.

Daell señala con su mandíbula a Maktar y a Wendy.

Maktar recoge su comunicador al terminar la transimisón. En ese momento observa como Daell les señala mientras habla con el hombre rata.

-Puede que esta incursión no haya sido en balde después de todo...

-Ah, ¿sois más? En principio hay plazas para todos. Pero no podemos pagar esa asignación a todos. Ellos cobrarían el salario normal. Y... hablando de todo un poco, contadme quiénes sois, de dónde venís, qué trabajos habéis hecho anteriormente y... bueno, todo de vosotros, ya sabéis lo normal antes de entrar a formar parte de una expedición.

Venimos de muy lejos y ahora estamos muy cerca. Decía un sabio que lo importante era vivir en el presente y cobrar por el futuro. Creo que con eso es suficiente. Sobre todo contando con que nosotros no hemos hecho ni una sola pregunta sobre qué defendemos. Es mejor que no empiecen a saltar las preguntas en todas direcciones.

Asiento energicamente al oír la explicacion de Daell.
Totalmente de acuerdo con lo dicho. Además, no creo que sea relevante la historia de nuestro pasado para hacernos cargo del trabajo.
Si esto es muy sencillo. Nos ocupamos del asunto, cobramos nuestra parte y listo. Hasta la proxima.
Y si. Antes de que lo olvide. Podrás contar con otros dos expertos en la materia y estos, por el precio normal.
No me negaras...
Añado yo mirando a Rata.
Que no es un acuerdo aceptable.

Más que aceptable me parece a mi.

Daell recobra la compostura y su pelo se levanta enérgico hacia arriba.

Y una vez cerrado el trato, tomémonos una buena copa. ¡Camarero por aquí cuatro de tus brebajes azules! Son repugnantes, pero provocan justo lo que quiero sentir.

Y Daell mira fijamente a la rata, dándose cuenta de que el bicho aun no ha pronunciado palabra sobre si está o no de acuerdo con el trato.

-Ahá, tipos duros y misteriosos. En fin, vosotros sabréis. Es cierto que si hacéis bien el trabajo me importa un carajo de dónde vengáis, pero si... si me traicionáis, seréis pasto de los dragones Krayt, creedme que no os gustará. Ahora bebed lo que queráis, pero mañana al primer alba quedamos aquí, en la plaza de fuera de la cantina. Allí partiremos hacia el desierto. Venid preparados.

El alienígena con aspecto de rata se levanta y antes de irse os dice:

-Ah, ante de iros pasad por la mesa de Jax y decidle vuestros nombres y los de vuestra tropa. Hay que llevar registro de todos nuestros hombres. Y esta vez sin blásters, porque daré orden de que el próximo que saque un arma sea volatizado en el acto. Ya estáis bajo nuestra disciplina, así que las pelotas se demuestran en el desierto, no en la cantina. Pasad buena noche.