Partida Rol por web

Vamos. Cuanto antes salgamos de aquí, antes llegaremos fuera, y antes podremos salir de este lugar. Empiezo a caminar por el pasillo hacia donde nos ha indicado el héroe que es la salida. Compruebo mi blaster mientras lo hago, no es que sea demasiado buena tiradora, lo mío es estar a los mandos de una nave, pero algo haremos. Quien me mandaría a mí aceptar este trabajo. Murmuro para mí misma.

-Kal? Bien joder. Te di por muerto. Tráelo al hangar cagando blasters, corre, esos hijos de perra nos están atacando. El hangar está en el ala noroeste de la fortaleza, justo al otro lado de por donde entramos. ¡VAMOS!

Es la transmisión que recibe Kal, y de fondo se escucha el inequívoco sonido de los blásters.

-Eso no es solución -dice Tallon en susurros mientras Kal habla con la cazarrecompensas-. Si vamos al hangar estamos en las mismas. Dile que me has capturado en la torre este y que no quieres salir de allí sin ayuda, porque crees que estás en peligro. Podemos colocar cargas explosivas allí esperándoles.

Tallon van pensando sobre la marcha, y su plan parece, a priori, bastante decente, aunque hay que convencer a la mujer de que Kal dice la verdad.

Pero eso nos haría retroceder. Miro al héroe. ¿Tenemos que salir fuera pra luego entrar en la Torre? Qué manía con la dichosa torre.

-Entonces cual demonios es el plan. Que este Kal me entregue en el hangar y salgáis vosotros al ataque? Es algo infantil, en mi opinión. Explicadme qué pretendéis hacer.

Irritante me esta empezando a parecer el tío este. Desde mi posición, me giro y mirándolo le digo.

Veamos si a mi me entiendes. Aquí hay dos operativos de combate que se van a sincronizar para lanzarse al asalto de una posición en donde ya hay varios de los nuestros entablando combate. Hasta ahí fácil, ¿no?.

Pues bien, lo único que necesitamos, es una pequeña distracción que nos permita entrar con ciertas garantias. Por mi parte, ni siquiera necesito que vayas personalmente. En el momento en el que nuestros oponentes estén a la espera, y aparezcais vosotros acribillandolo todo a su paso, pienso unirme al asunto desde aquí con todos los que me siguen.

Vuelvo a girarme listo para entrar en acción pero he aquí que se me ocurre un detalle mas. Me giro de nuevo y añado.

Y deja ya de dar el coñazo con esa puñetera torre. Vamos a donde esta nuestro medio natural. Las naves. Las pillamos y nos largamos. Fin del asunto.

Tallon mueve la cabeza, no se sabe si de incredulidad por cómo le habla ese tipo que no conoce, o porque se encuentra en un estado de salud paupérrimo y anda medio tonto. Aún así no ceja en su empeño de dar órdenes, algo a lo que está acostumbrado desde toda su vida:

-Bien, salgamos todos y acabemos con ellos. Kal, diles que has salido de la fortaleza por la puerta trasera, al norte de la torre este. Eso los dividirá y ganaremos tiempo para acabar con los que se queden. Vamos.

Tras los cuidados de Tilak el comandante parece algo más activo, y lúcido, aunque aún se puede ver que camina débil y no discurre con la capacidad que desde el mando rebelde se le atribuye.

Tendrá que ser por las duras, pienso sin estar muy convencido. El tiempo es la prioridad. Este lugar es una bomba de relojería.

- Si tenemos la suerte de salir con vida, nos vendrá bien la distracción de las naves extra...incluso aunque sean deslizadores, Tallon. No quisiera servir de práctica de tiro para un tipo con un cañón blaster.

¡Espera! - recuerdo de repente - ¿Hay algún terminal de ordenador por aquí? Yo podría ayudar a desorientarlos.

Miro de reojo a R5. Ya no puede ayudarme, pero es parte del motivo por el que aceptaré cualquier plan que no sea marcadamente suicida si sirve para ganar tiempo con el que repararlo.

Tallon señala una esquina donde hay un terminal colocado.

-Hagas lo que hagas, hazlo rápido, no tenemos tiempo. El resto pongáomonos en movimiento.

Apoyo una mano en el hombro de Dheeron.

No te entretengas demasiado, antes de salir con las naves que hay en el hangar habrá que revisarlas.

No es una orden, no soy de esas, tampoco es un consejo, tampoco soy de esas. Es parte de mi tripulación. Esto no es nuestra guerra, pero estamos metidos hasta el cuello, o más arriba. En parte es culpa mía haberle metido en esto. Debería estar en la Blue Moon, su droide también.

Aparto la mano y sigo caminando hacia la salida. Sonrío torcidamente.

Vamos a darles un poco de su medicina a esos capullos, Jack.

Tilak se pega a Tallon como una lapa y trata de cubrirle y protegerle lo mejor que puede durante el avance.

Sonrío ante las palabras de Tixanai. Igual piensa que me voy a poner a hacer cálculos de abstracción íntegra. Pero por menos tiempo que quiera dedicarle, tengo que saber con qué puedo contar. Coloco a R5 junto a mí.

- Bien, viejo amigo. Ahora toca demostrar para qué servimos. Y por favor, no me interrumpas.

Dejo que la broma me envuelva. Siempre es mejor tener buen ánimo al emprender una tarea y ésta puede ser importante. Enciendo la consola y hago, como siempre, lo que puedo.

-Al fin! pienso, no podia ser otra que Tixa la que nos pusiera en marcha, tanto parloteo y tan poco movimiento, al menos alguien tiene poder de decision. Y devolviendole la sonrisa salgo rapidamente tras ella con el blaster desenfundado.

La hora se aproxima. Miro uno a uno a los que me rodean a la entrada del túnel y, finalmente, digo.

Atentos todos. Quiero que por nuestra parte, no haya ni un solo segundo de duda. En cuanto nos requieran o crea que somos necesarios, al lío y a por todas.

Y naturalmente, estoy el primero en la cola para entrar por el dichoso túnel de una vez. En mi diestra, esta mi blaster. Y en mi siniestra, el comunicador por si recibo alguna transmisión, sea de Daell o del segundo grupo de asalto.

Kal con la emisora apagada, actúa rápido.

Dividámonos ya. Yo solo necesito un minuto más y tengo a los malos en el bote.

Kal pide un gesto de silencio y se acerca a Tallon. Luego vuelve a apretar el botón del intercomunicador. Quiere que Zadra escuche todo su plan. Su encerrona.

Serán al menos tres o más enemigos que saldrán de la zona de hangares, reduciendo los disparos, aumentando las posibilidades del grupo, y seguramente lo que se pueda el rescate.

Aunque si Zadra salía viva de aquello, cosa que no podía descartar, seguramente buscaría su cabeza por todo la galaxia conocida para matarlo. Tendría que aprender a vivir con ello.

Zadra, no sé donde estoy, pero estoy casi fuera. ¿Viejo donde estamos?

Hay es donde entraba la disculpa anterior. Kal abofetea sin miramientos al viejo. La cara de sorpresa de todo el grupo es la confirmación de que su plan está saliendo a pedir de boca.

Tallon, que no es tonto, se recupera de inmediato, y actúa en consecuencia. Con voz quejumbrosa repite sus últimas palabras.

Tallon: Estamos saliendo de la fortaleza por la puerta trasera, al norte de la torre este.

Kal corta al viejo para que parezca más real.

Si, si, calla viejo. Bueno Zadra, veo unas rocas, me ocultare detrás, no pienso moverme de ahí hasta que llegues. Es nuestro día de suerte nena.

Aquellas últimas palabras las dijo a conciencia, dejando claro que era el tipo de hombre gañan al que fácilmente ella podría liquidar. Esa sensación, que sabía que jugaría el comentario de nena, consolidaría las ganas de ella por localizarlo, así como por cargárselo. Pero para eso estaban aquí.

Kal suelta una vez más el botón del intercomunicador. El mensaje estaba mandado, ahora había que organizarse.

No nos paremos, vamos hacia el hangar, cuando lleguemos a la puerta. Empezad el asalto, si no me han respondido antes, esperare yo con Tallon, y si la loca asesina de Zadra sigue nuestra charada, pues me uniré al tiroteo. Pero ya no tiene sentido seguir aquí. Vamos.

Apremia sus frases con gestos y ademanes con los brazos. Está ansioso por algo de acción, y se siente culpable pensando tanto. Nunca le gusto pensar demasiado, y últimamente, con eso de ser agente doble o como se llame estaba teniendo que hacerlo a todas horas. Aunque viéndolo bien, había resultado una experiencia excitante.

-Bien Kal, bien. Voy hacia allí. Escóndete bien, hay un tercer grupo que no estaba invitado a la fiesta, y son buenos, han liquidado a dos de esos rebeldes.

Dice Zadra mientras os ponéis todos en movimiento. El grupo de asalto exterior sale por la puerta secreta y se aproxima a la puerta exterior del hangar, mientras el grupo de Jarno espera la señal convenida para aparecer por la trampilla, una vez se abra el fuego. Va a ser un combate interesante.

Lo único que puedes hacer desde el terminal es apagar o encender luces, cerrar o abrir puertas, encender el sistema anti incendios, luces de emergencia, calefacción y refrigeración. No tienes más funciones. Si quieres hacer algo dilo concretamente.