Partida Rol por web

-En este sitio, fiarme? no, pero espera, tengo una idea saco el comunicador y me pongo en contacto con dheeron -Dheeron susurro estas ahi? mira a ver si puedes seguir a un devaroniano que acaba de salir de la cantina, a ver con quien se reune, mantendremos el contacto por el comunicador.

- Claro, no hay problema - respondo mientras observo la entrada a la cantina y observo aquellos que salen.

Doy una palmada agradecida a R5 y me mantengo en la misma posición hasta localizar a un devaroniano. Había visto algunos en Nar Shaddaa, una curiosa especie de piel roja y largos cuernos, así como una sonrisa aviesa llena de incisivos. Al menos así eran los varones.

El devaroniano sale justo un momento antes de que recibas la llamada de Jack, y cuando recibes el mensaje el cornudo está a unos quince metros caminando hacia el sur. Va solo y, al parecer con bastante prisa.

Tras dar el mensaje a vuestro compañero, os quedáis en la cantina, rodeados de la escoria del universo, y con muchas dudas acerca de vuestro futuro inmediato.

¿Habrá aquí hombres de Dreedo?

*Dooo...*

R5 conoce muy bien que los droides se confunden con el paisaje de fondo, así que pone algo de prisa a sus orugas hasta que llega a uno 5 m del blanco, produciendo beeps cada 3 segundos, para simular que está escaneando el área en busca de algo...

Agaché un poco la cabeza y emprendí el camino. Hice un último gesto a los jawas para que nos dejaran en paz. Si seguían insistiendo podrían llamar la atención del devaroniano. Mantuve un paso vivo, pero no apresurado, manteniendo una distancia de unos 5 metros con R5 y algo hacia la derecha. Procuré hacerlo lo mejor posible, pero no era un espía. Compré unas castañas de arena a toda prisa y fui haciendo que las comía mientras seguía el trayecto de ese individuo. Era difícil picar algo y moverse con cierta velocidad, pero mantuve el truco. No podía hacer mucho más que seguir andando con cuidado de no delatarme, y esperar que R5 también pasara desapercibido.

El rojizo alienígena se dirige al sur, con prisa, pero sin llegar a ir a la carrera. Atravesáis el espacio abierto en donde se encuentra la cantina, dejando a vuestra derecha las ruinas de una nave con aspecto de haberse estrellado allí, aunque hace muuucho tiempo. Es curioso que las ruinas estén en el mismo centro del espaciopuerto, y por dentro de ellas, pululando, veis unos cuantos jawas, que parecen haber adoptado dichas ruinas como hogar.

Seguís vuestro camino dejando a vuestra izquierda a un extraño predicador hablando no se qué de la divinidad de los banthas y veis como el tipo de los cuernos gira 45 grados a la derecha metiendose por una callejuela.

Ahora las calles son mucho más caprichosas, con quiebros por todos lados, por lo que tenéis que aligerar un poco el paso para no perder a vuestra presa, lo que os hace más vulnerable a ser vistos. El tipo rodea lo que parece una tienda de suovenirs y sigue hacia el suroeste.

Diríais que el tipo no tiene ni idea de que lo estáis siguiendo, pues no está atento (de hecho parece algo ebrio) y además estáis encontrando buenas coberturas.

Lleváis ya casi diez minutos de caminata, cuando el tipo pasa al lado de una armería, pero tampoco se detiene allí. Sigue caminando hacia el suroeste para pasar por debajo de un arco, y finalmente gira en un edificio de dos plantas y se mete por la puerta.

Al fin parece haber llegado a su destino. En el lugar hay un cartel que reza:

Café del muelle

¿Qué hacéis?

"La boca de un sarlac tiene muchas formas", era el dicho preferido de un vendedor de repuestos de la ciudad vertical. Había tardado poco en comprenderlo, la luna de los contrabandistas está llena de agujeros por donde uno desearía no haber entrado nunca. El tipo era oriundo de Tatooine, así que la frase estaba especialmente bien traída.

Espero a que el devaroniano se meta y me dirijo a R5.

- ¿Vuelves a sentirte confuso, R5? Otra vez los transductores. Esos jawas me van a pagar los repuestos para repararte.

Con una rodilla en tierra, me acerco más a él para utilizar el tranmisor. Debo seguir con la farsa para no llamar la atención. Nunca he sido muy bueno ocultándome, y no creo que eso vaya a cambiar en un planeta en que la gente es desconfiada por naturaleza y por supervivencia.

Activo el comunicador y bajo el volumen de recepción de señal. Aparto a R5 del camino y recojo una llave pequeña del kit de limpieza que siempre llevo encima. Toqueteo distraídamente.

- Chicos, he seguido al devaroniano hasta otra cantina llamada "Café del Muelle" - mi voz es un susurro -. Al salir de vuestra cantina, debéis dejar una nave ruinosa a la derecha y a una especie de predicador a la izquierda. Vaya - mi voz sube de volumen repentinamente - voy a necesitar un filtro nuevo, ¿qué se han creído esos...basureros? Tienes el filtro de expulsión obturado por el líquido de fuga. ¡Y decían que habían cuidado el mantenimiento! No te ofendas pero estás hecho un asco, R5 - Vuelvo a bajar el tono mientras sigo hurgando -. Luego hay que tomar una callejuela y continuar hacia el suroeste. Unos diez minutos después, veréis una armería...eso es que vais bien, espero. Luego seguís la misma dirección suroeste y deberíais pasar debajo de un arco hasta un edificio de dos plantas. Es el café. Desde luego, me van a tener que dar muchas explicaciones esos diminutos ladrones, muchas. Quizá sea mejor que preguntéis. El callejeo ha sido intrincado. No puedo daros más información. Estaré frente a la puerta, a un lado de la calle, fingiendo reparar a R5.

Vuelvo a comprobar que el nivel de recepción esté todo lo bajo posible.

Me termino la copa de lo que estamos bebiendo. Deberíamos ir hacia allí, Jack, Labria no conoce a Dheeron, podríamos quedarnos con el droide y él podría entrar para enterarse qué está pasando dentro de esa cantina. Digo en voz baja a Jack. Miro a mi alrededor. Tenemos que vender esas armas lo más pronto posible.

-Perfecto Tixa! y llamando por el comunicador le digo a Dheeron -Vamos para alla, deja a R5 en la calle y nos reuniremos con el, entra y mira a ver si te puedes enterar de lo que planea el devaroniano.

Hago un gesto involuntario gesto de indignación.

- Antes, al salir, los jawas se han abalanzado sobre R5 para intentar comprarlo estando yo delante. No voy a dejarlo solo en este lugar - añado sonriendo al droide -. Ya veré cómo lo hago. Nos vemos en el café. No tardéis porque aguanto muy mal el alcohol.

Jack. Que no deje solo al droide, hay jawas y podrían robarlo. Cuando lleguemos, podrá entrar en la cantina.  Le digo al escuchar a Dheeron.

Tras cortar la comunicación, observo al cabezón de R5.

- Bueno - digo exhalando el aire como si fuera un peso incómodo -, tendremos que ver si todos los taberneros son tan intolerantes con los droides -. De momento, cuando entremos allí, tú sígueme un poco por detrás, y sígueme hasta chocar conmigo, como si estuvieras un poco estropeado. Vamos a ver si la verdad es tan buena excusa como dicen.

Emprendo el camino hacia el interior de la "boca del sarlac" disfrazada de cantina. Antes de entrar, me dirijo de nuevo a R5 con aire sombrío.

- Quizá tenga que desconectarte si con eso consigo que te permitan estar dentro, pero te pondré el disparador para que te puedas encender automáticamente en caso de necesidad, ¿de acuerdo? Espero no tener que hacerlo, ya lo sabes.

Vuelvo a mirar al oscuro y oloroso hueco en la pared. Hay lugares que presagian los malos sucesos.

*Bweeop doo weet!*

Te parece que tengo opción de decir que no?

-ok! le digo a Tixa, y le digo a Dheeron -No te preocupes, espera a que estemos alli, que en un momento estamos contigo! le hago un gesto a Tixa para que me siga y me encamino hacia R5, siguiendo las indicaciones que nos ha dado Dheeron

Sigo a Jack a través de las callejuelas de Mos Eisley. Espero que estemos haciendo lo correcto. Vender las armas es importante. Ese dinero haría que Dreedo nos dejara en paz.

En cuanto llegamos a la altura de R5 y Dheeron le digo a este ultimo -Ya estamos aqui, rapido, echa un vistazo a ver con quien trata el devaroniano, te esperamos ocultos detras de aquella esquina le digo señalando un sitio algo alejado de la entrada, para que si sale el devaroniano no nos vea. Mientras vamos le digo a Tixa -No te preocupes Tixa, esta vez saldremos en condiciones del apuro y venderemos las armas.

Eso espero, Jack, eso espero. Respondo mientras esperamos a que Dheeron salga de la cantina donde está el devaroniano. No se si fiarme del devaroniano, estaba muy borracho.