Partida Rol por web

El anciano se mueve para despegarse de vosotros y cae de rodillas al suelo empapado de sudor. Al momento se incorpora y se limpia la frente con una de sus mangas.

Maldicion! Uno se ha soltado, espero que sepa encontrarnos.

Bueno, siento las prisas, pero si me quedaba sin poder magico a mitad de viaje podriamos haber creado una paradoja que habria destruido el universo... o tal vez no hubiera pasado nada, la verdad es que nunca habia utilizado este conjura, jajaja!!!

Sera mejor que busquemos un buen lugar para charlar, aqui estan las mejores tabernas de toda Gaia!

El hombre mueve un brazo formando un arco en direccion a la entrada del pueblo.

Bienvenidos a Celodan!

Miro al anciano y me acerco a Emily, comprobando que esté bien

-¿Quién demonios eres y por qué nos has traído a este lugar?-

Digo mirando al hombre, obviamente confundido y algo furioso.

Cuando el anciano me suelta veo como todo el exterior ha cambiado, hay más personas pero. Me acerco al anciano agotado y reprimo las ganas de asestarle un golpe.

¿Quién eres tú y qué haces en mi habitación?

He podido escuchar como un chico anteriormente ha hecho una pregunta parecida, pero no le hago el menor caso.

Responde abuelo mirón.

-¡Matt!¿También te ha traído el viejo este?Que viaje más raro...si a esto se le puede llamar viaje.

Al ver a Matt, la verdad es que me he puesto contenta al ver que no estoy sola...al menos tendré a alguien con quien hablar.

Entonces me sobresalta un chillido, procedente de mi bolsa. La abro, y recuerdo que allí he dejado a mi ardilla. La ardilla salta hasta mi brazo, y trepa hasta mi hombro, y le lanza una bellota a Matthew...que le rebota en la cabeza. A pesar de que quizás le haya dolido a mi amigo, no puedo evitar estallar en carcajadas, siempre hace lo mismo. Cuando me recompongo un poco, le pregunto el por qué está aquí.

-¿Has visto al viejo chalado en nuestra ciudad? A mi se me ha aparecido en el bosque...justo cuando emepzaba a tronar...

Maldigo a la jodida ardilla y me acerco a Emily

-Me cogió en el bosque, había ido a ver si stabas y a tocar un poco el violín-

Me siento feliz por tenerla allí, a los demás no los conozco, pero al menos mi mejor amiga esta conmigo.

-¿Entonces también te pilló la tormenta? Yo estaba recogiendo mi portátil y mis cosas...cerca de los árboles es peligroso estar cuando hay relámpagos.

Niego con la cabeza

-Quien me pillo fue él- señalo al anciano y miro a la ardilla, algo suspicaz.

Al escuchar voces conversando me giro instintivamente.

¿Quién diantres son ellos?, no parece que tengan nada que ver con el viejo mirón.

Vuelvo a mirar al viejo misterioso y le señalo con el dedo.

Quieto aquí y no intentes escapar.

Miro a las personas que estaban teniendo la conversación y me acerco a ellos.

Disculpad, no os vais a creer lo ocurrido...digo, ¿me podéis decir donde estamos?

El anciano levanta las manos haciendo un gesto que indica que os calmeis. La sonrisa que se dibuja en su rostro hace que parezca mas simpatico que hasta ahora. Mira a Matthew y Emily y asiente con la cabeza.

Vaya, vaya. Asi que vosotros ya os conociais, que casualidad.

Se acerca a Edgar y le da una palmadita en la espalda.

Se parece esto a tu habitacion? Y creeme, no soy un abuelo miron, al menos a ti no te miraba, me van las chicas.

Venga, calmaos! Este no es un buen sitio para ponerse a charlar, los guardias del emperador podrian encontrarnos y no conviene meterse en problemas... todavia.

El abuelo os hace un gesto para que le sigais y empieza a caminar hacia el poblado. Mientras se aleja ois como va murmurando.

Espero que no haya aparecido demasiado lejos y pueda encontrarnos pronto, si no habra que apañarse con lo que tenemos, cierto? Jajaja.

-¿Has dicho guardias del emperador?¿De qué hablas?

No tengo ni idea de qué va esto, pero si tenemos que irnos, mejor antes de que nos encuentre...quien sea. Para ver a más personas como el viejo chiflado, mejor irse.

Con suavidad, cojo a la ardilla y la vuelvo a meter en la bolsa, dejándole a la vista las bellotas que le quedan para que se entretenga.

Cruzo los brazos mientras le dirijo una mirada dolida al abuelo y susurro.

Lo que tú digas, ahora reniegas de ser mirón.

Miro a la chica que acaba de hablar.

¿Guardias del emperador?, esto es muy extraño...¿qué es un emperador?

El hombre misterioso sigue caminando y entra en el pueblo. Desde debajo del enorme arco de piedra se gira hacia vosotros.

La ciudad es grande, si no me seguis podeis perderos. Cuando estemos tranquilamente sentados tomandonos una hidromiel bien fresquita os explicare todo lo que querais.

 Luego se acerca un poco a Emily y le habla en voz baja.

Pequeña, si quieres saber que son los guardias del emperador quedate un rato por aqui, en seguida lo descubriras. Eso si, no se si podre sacarte del calabozo oscuro en el que te metan.

Despues vuelve a pasar bajo el arco esperando que le sigais.

Dafne no pronunció palabra alguna desde que llegaron. Una vez tomó tierra con sus pies su mano siguió agarrando la mano del viejo por miedo a caer, pero cuando se hubo soltado prestó atención a las palabras de los chicos que estaban en su sueño ¿Por qué estarán ellos en mi sueño? Si ni siquiera los conozco....

Mientras iba siguiendo al viejo... algo raro por así decirlo... observaba su alrededor, la belleza de aquel lugar era inigualable y eso le dio pie a enlazar porque estaba allí ¡Ya entiendo! Me quedé dormida mientras leía el libro y por eso lo del viejo y esta gente.... ¡Creo que me va a gustar este sueño!

Si son como este viejo, serán una panda de chiflados...y para eso, prefiero irme, que a saber de lo que son capaces de hacer. Mientras que nos saque de aquí el viejo, lo sigo.

-Bueno, entonces yo voto por salir de aquí. Prefiero no encontrarme con nadie rarito, a ser posible. Si dices que te sigamos para no perdernos...no te preocupes, no pensaba dejar de echarte el ojo, no me fío de tí. Ale, por mí, vamos.

Caminaba detrás de Emily, mirando hacia todos lados con los ojos brillantes por la curiosidad

-Viejo…¿por qué hablas de ese emperador como si fuera alguien a quién temer?, si es un emperador no creo que se vaya a molestar en enviar guardias contra nosotros implemente por que sí.

-Tss- le chisto a Matth para llamar su atención, y le susurro al oído, poniendo la mano para que no me oiga el viejo. - Está chiflado...no le hagas mucho caso si dice algo de un emperador, seguro que es alguien aún más loco. Yo voto por alejarnos de aquí, pero más que nada porque con un viejo chiflado tengo suficiente...¿Por qué crees que estamos aquí?

Sigo al viejo mirón ha regañadientes.

No me importan los guardias del emperador, quiero que me devuelvas a mi habitación ahora.

Me ha fastidiado la siesta y ahora tampoco podré seguir leyendo One Piece.

Corro hasta ponerme al lado del viejo.

Espero ansioso tus explicaciones.

Y también la hidromiel, siempre he querido probarla.

Miro a Emily

-Vamonos si es lo que quieres, pero no tengo ni puñeter idea de que hacemos aquí y me gustaría saberlo…¿Tú no tienes curiosidad?-

Sonrío a mi amiga.

El anciano hace caso omiso a vuestras replicas y sigue avanzando por el pueblo. Las calles son anchas y por todos lados hay puestos que venden comida, ropa, armas y todo lo que podais imaginar, e incluso cosas que no podeis. Despues de andar en silencio durante unos diez minutos llegais a una esquina con un cartel desgastado de madera en el que se puede leer "El Potrillo Desbocado" y donde hay dibujada la silueta de un caballo.

El viejo abre la puerta y entra esperando que le sigais. Una vez dentro busca una mesa libre entre el barullo. La taberna esta abarrotada de gente, tanto humanos como otros seres que no lo son. Algunos grandes y verdes, con colmillos que sobresalen de su enorme boca, otros delgados y de orejas puntiagudas, un par de enanos barbudos y demas seres extraños.

Sentado a la mesa, el viejo os hace un gesto para que os senteis a su alrededor.