Partida Rol por web

Después de todas las formalidades y demás parafernalias, es hora de ir directos al quid de la cuestión

Letópolis, Cálafan

Mansión Rafftein

Llegáis a lo que es un recinto privado que resulta coincidir con la dirección dada por vuestro patrón: parece que llegásteis a vuestro destino. Una casa enorme, casi una mansión, que se antoja más bien abandonada y descuidada. Rodeada por un muro que abre en una verja metálica y desgastada, os adentráis en el lugar.

Estais en el gran portón que es la entrada del caserón, y una placa da el nombre del anfitrión:

Julius Rafftein

Distinguido amo y señor de esta casa,

Premio Fanobel de Ciencias.

Janis, con su delicadeza singular, tira el gastado pitillo y empieza a toquetear la puerta. Primero empuja y luego tira. Sin éxito. Finalmente, patea la puerta (no se sabe si de rabia o si realmente intentaba abrirla de ese modo). La puerta cede por fin, dejando paso a esta escena:

Ella se queda con expresión antipática mientras coloca un palillo de dientes en su boca para empezar a masticarlo.

- Joood... Esto esta hecho una verdadera pocilga... - comenta con total sinceridad.

El escenario es de total dejadez: aparte de un desorden ya de por sí reinante en la casa, el abandono y la falta de limpieza se hacen evidentes. Las luces apagadas, y algunas incluso rotas. Algunas ventanas han sido dejadas abiertas, dejando entrar una brisa fría que os hace estremecer levemente

Tras janis entre Vincent, quien se asustaun poco cuandoe sta abre la puerta.

-seño-señorita. Tal-talz pronto nos atiendan. brbrbr. hace frio, ¿no cree?. Bue-bueno, al menos le gano al Ratton... -Vinvent voltea para asegurarse de no haber sido escuchado y suspira aliviado al ver que asi es.

Con las manos en los bolsillos, observa como la moza se pelea con la puerta hasta conseguir abrirla. El Barón espera a una distancia prudencial a que los mimbros del grupo entren. -Nunca me han gustado las patadas a la puerta. Los dejaré pasar, si alguien se ha de llevar un tiro, mejor que sean ellos.- Janis entra, y Vincent detrás de ella.

Al escuchar la expresión de Janis se acerca a mirar, llevado por la curiosidad. Al contemplar la escena dice -Busquemos el cadáver y llevemoslo ante el mister para cobrar lo que nos falta.-

 Llegamos a la mansión del científico que nos han encomendado buscar. De manera osada Janis llega la 1ª a la puerta y comprueba que está cerrada y que la única manera  de abrirla es a patadas.Consigue abrirla y sin vacilar entra en la casa, seguida por un temeroso Vincent. Decido entrar detrás de ellos al ver que la rata nos mira desde una distancia prudencial como si tuviera miedo a entrar. 

¡¡¡ Dios... cuanta porquería hay en este cuchitril !!!. Aquí o no vive nadie o este científico adora el desorden y la suciedad.

Al fondo  se pueden distinguir  2 escaleras que suben hacia el piso superior. La escalera de la izquierda tiene la barandilla medio rota y putrefacta por la humedad que hay en el ambiente y le faltan algunos escalones. Por el contrario, la escalera de la derecha  está mucho mejor conservada a simple vista.

Vamos a buscar a ese científico antes  de que oscurezca ¿por dónde empezamos? Esto debe estar lleno de habitaciones y cuartos. ¿Nos separamos  o continuamos juntos? 

Ser Vesa entra en la habitación, poniendo muchísimo cuidado en no tocar nada que esté infestado en suciedad, y mira con una mueca horrible de repugnancia todo lo que le rodea. No parece escuchar todo lo que decís, está demasiado ocupado en no ensuciarse, pero aún así, os sigue.

- La casa es grande, así que sería mejor separarnos... De todos modos, si alguien le pasa algo, que grite. Esta casa tiene que tener eco hasta en el tejado. - dice Janis mientras rasca una de las paredes, desprendiendo gran parte de la pintura.

- ¿Cómo nos separamos?

yo-yo creo que podemos separarnos en dos o tres grupos...

y revizar por partes los pasillos, las habitaciones y demas...

Haremos 2 grupos: un grupo de 3 y otro grupo de 2. Haber Janis  y Vincent conmigo. Ser vesa y la rata en otro grupo ¿alguna objeción? pues empecemos a buscar

La casa aguardaba a ser investigada. Un cuervo alza el vuelo, dejando constancia del profundo silencio reinante

-Me tenia que tocar con el delicado.-

Sin mirar a los otros compañeros el Barón Vonn Rat empieza a andar en dirección a la escalera de la derecha. -Vamos.- Desenfunda su KT 56 y sigue avanzando.

Subís por las escaleras, que crujen sin parar piséis como piséis. Esos condenados escalones os odian por algún motivo desconocido, por eso crujen. La casa presenta las mismas condiciones en la planta superior.

Las cortinas ondean a la brisa frío, las finas rendijas de los sucios cristales hacen que el viento aulle con fuerza. Pero no os amedrentáis. Tenéis una misión que cumplir, y eso puede haceros invencibles

Da un vistazo rápido sin prestar mucha atención. -Aquí no hay nada. Por lo menos nada que se parezca a un científico, ni que sea esférico. Vamos a la siguiente habitación.-

 Al ver que  todos estaban de acuerdo con mi organización  de los grupos y viendo que el grupo del barón y ser vesa van a explorar el piso de arriba me dirijo hacia los de mi grupo: busquemos nosotros en el piso inferior, os aconsejo sacar el arma ya que no sabemos lo que podemos encontrarnos. Tomando ejemplo de lo que les he dicho saco mi pistola láser kt21 y poniéndome al frente del grupo,entro en una habitación por una puerta a mano derecha de la  entrada de la casa. Veo una cama medio deshecha  y una mesilla de noche con un revoltijo de papeles y una taza de café vacía. Parece que en esta habitación duerme o dormia alguien. Me acerco a la mesilla de noche y abro los cajones por si algo en su interior puede ofrecernos alguna pista del paradero del científico.

Sigo al fonkonene hasta una habitación, trago un poco de saliva y me pongo a inspeccionar, no soy muy habil peleando, asi que me pongo a leer los papeles

 Acabo de mirar en los cajones y no veo nada que me interese, noto como algo se a movido debajo de la cama, miro pero no hay nada, solamente una cucaracha enorme. Al no ver nada salgo de esa habitación y me dirijo  hacia  otra puerta.

Mientras Betxinenck busca por su lado, te centras en, no en la mesilla que hay junto a la cama, sino los documentos y otros papeles que hay en el escritorio.

¡Un diario! O eso parece, aunque por su aspecto bien podría parecer una novela de los tiempos de Matusalén. A duras penas puedes ver en la portada el nombre de Julius Rafftein.

Tus compañeros siguen registrando la habitación mientras tu tienes ese tesoro entre las manos.