Partida Rol por web

Despiertas en tu refugio tras haber descansado plácidamente. Cuando te levantas observas una cosa, alguien ha estado allí. Parece ser que no se han llevado nada, ni te han hecho daño alguno, pero es evidente que alguien ha pasado por allí, ha rebuscado algo y después se ha ido. 

Despiertas en tu refugio tras un plácido y merecido descanso, a ver que sorpresas depara esta nueva noche. 

Tras dedicar un tiempo "razonable" a mi higiene personal y vestirme con ropas semi-impermeables (si nos vamos a meter en una alcantarilla...) me dirijo a la casa del alquimista.

Hermann se levantó consierablemente molesto (más de lo habitual). Viendo que alguien había estado urgando en su refugio, llamó a uno de los guardias.

- ¡Guardia! ¿Se puede saber quien ha estado hurgando por aquí?

No obtienes respuesta de los guardias que cuidan de tu refugio durante la noche, pero cuando vas a buscarlos te llevas una sorpresa. Hay sólo uno donde lo habitual es que hubiera 4 golfos medio borrachos, o borrachos del todo. Y el uno que está no está en muy buenas condiciones de explicar que ha ocurrido. Duerme como un lirón. 

Pateó con rabia una de las patas de la silla donde dormía el guardia, para que se pegase una buena culada y se despertase.

- ¡Arriba inútil! ¿Que demonios hacías durmiendo? ¿Y los demás? ¿Así protegéis a vuestro señor durante el día?

El guardia se cae de espaldas al suelo y se despierta con el golpe. Comienza a reirse como un poseso

- ¿¡Te parece gracioso!?

El teutón agarra al guardia por la pechera y lo levanta

Nop, no tengo medicina

El lacayo tiene algo en la cara que no es normal. Una especie de hinchazón y un color raro, como morado y amarillo. Una mezcla rara de colores. 

Nada más despertase, Emerick se arodilló en el suelo y se santiguo, momentos antes de rezar un ave maría en laín como hacía cada noche para demostrar su fielidad a la virgen y pedirla protección y ayuda. Después, el malkavian se dirigió a hablar con su Ghoul. Tenía una misión para él, y además debía de darle algo de su sangre.

- ¿Que demonios?

Suelta al lacayo y lo deja tirado en el suelo. Al instante sale del sótano de la casa señorial, buscando más sirvientes para ver que ha ocurrido

Sales del sótano y llegas al amplio piso de arriba. La armería esta como siempre, y las otras dependencias igual. No obstante la biblioteca está rebuscada. Los libros no están en las estanterias debidamente colocados sino que están por las mesas desperdigados y algunos hasta en el suelo tirados. Sea lo que sea que andaban buscando, parece que no lo han encontrado. Uno de tus sirvientes, de los más jóvenes yace sin vida en el suelo con una soga atada al cuello y un color parecido en la cara, pero mucho más grisáceo. Tal vez el otro sirviente fuese a correr la misma suerte y se salvara a tiempo pero entonces ¿porque se rie tanto?

Del resto de sirvientes a esas horas en la casa no hay ninguno. Normalmente por la noche regresan a sus pequeñas granjas a estar con su familia y dormir. 

Tu criado se te acerca en actitud servil y respetuosa, sabedor de que te gusta que le traten con el debido respeto a un hombre bueno y piadoso como él. 

- ¿En que puedo ayudaros esta noche maestro?

¿Un intento de robo? ¿Y entonces porque no se han llevado nada?

Hermann no era muy dado a pensar a lo grande, pero... Tal vez algunos de los aliados de aquella basura encerrada en el castillo de Rudolph se enterasen de que había estado husmeando. Debieron pensar que había encontrado algo. Mala suerte.

Al menos el otro sirviente estaba vivo, pero parecía completamente chiflado. Bueno, algo se podría sacar de él. Regresó al sótano para ver como estaba.

No para de reirse y está poniendose amarillo. Sigue tirado en el suelo, hecho un ovillo y abrazandose, moviendo la cabeza hacia adelante y hacia atrás, sistemáticamente y sus manos tiemblan visiblemente. 

Hijo mío. El mal pulula por doquier en esta decadente ciudad, y voy a necesitar de tu ayuda para combatirlo -comienza a hablar Emerick con tono grave, mientras se desabrocha la manga de la camisa y se hace un corte en las manos- pero primero toma, bebe de mi sangre que no es más que la sangre de cristo, ya que ha pasado de él a los hombres y de los hombres a mi, yo se la devuelvo a aquellos que todavía conservan su humanidad y son merecedores de ella ¿Eres merecedor de la sangre del señor Evanz? Hoy podrás demostrarmelo.

Cuando el ghoul ha saciado su sed, Emerick le explica la situación y le da una sencilla orden.

Necesito que te muevas entre las pecadoras de tus amigas y amigos y reunas toda la información que puedas sobre el cementerio y el monasterio. Especialmetne de los movimientos que se produzcan por el día. Tienes total libertad de acruacion, siempre y cuando no dañes a inocentes, pero recuerda que es más fiable la información que uno ve con sus propios ojos a la que le cuentan otros...

- Así se hará maestro. ¿Necesita algo más de mi o puedo partir de inmediato?

Eso es todo por hoy respondo con un gesto satisfecho ante su obediencia.

Madre...haz que esta alma perdida no se distraiga con sus pecaminosas costumbres