Partida Rol por web

El primer día del otoño ha llegado y el festival está a punto de comenzar. La ciudad de Punta Arena hierve de actividad y entre los locales, visitantes y comerciantes la plaza de la iglesia está más concurrida que nunca.

La gente está tremendamente animada pero cuando una mujer hermosa de mediana edad con unas ropas bastante elegantes sube al estrado todo el mundo comienza a callarse.

Amigos y convecinos. Visitantes. Quiero daros la bienvenida a todos a Punta Arena en uno de los días más jubilosos de los últimos tiempos.

La gente aplaude a la alcaldesa y ésta mira entre el gentío.

Fijaos si es importante este día que hasta nuestro querido Larz Rovanky..., veis como todo el mundo dirige sus miradas a un hombre de mediana edad con un mandil de cuero.

... ha dejado su trabajo en la tenería para asistir a la plaza.

Todo el mundo lanza carcajadas.

El discurso de bienvenida de la alcaldesa sigue durante unos minutos y contiene numerosos chascarrilos sobre gente del pueblo. Al terminar la gente la aplaude y un shoanti corpulento recoge el testigo.

Bueno...

Comienza el hombre al que parece que no le debe gustar mucho hablar en público...

Sé que todos queréis divertiros y no os lo vamos a impedir. Pero no me gustaría tener que intervenir en estos días, no hagáis nada de lo que os podáis arrepentir, dejad las ganas de bronca fuera del pueblo y no cometáis estupideces. Recordad que la hoguera de esta noche es peligrosa y hemos tenido muchas experiencias desagradables con el fuego últimamente.

Este hombre parece ser la alegría de la fiesta pues está tirando por los suelos el ánimo de la gente.

El sheriff continúa unos minutos más y termina diciendo.

Ahora me gustaría que dedicáramos un momento de silencio por todos los que perdieron la vida en el incendio de hace cinco años...

El suave murmullo que había mientras el hombre hablaba cesa y no se oye ni un alma.

Athinjeris escucha divertido con atención ambos discursos: en verdad, ambos son muy interesantes y graciosos. Cada uno a su manera, claro.

No causar problemas. Bien. No hay problema.

Cremok está atento a ver si alguno de los discursos habla acerca de pruebas de fuerza, concursos de gladiadores o algo que le permita ganarse el pan.

El escenario es ahora ocupado por un hombre de mediana edad, atractivo y locuaz.

Demos las gracias a nuestro sheriff por un discurso tan... animoso.

La gente se echa a reir. Acto seguido empieza a desplegar una auténtica colección de anécdotas y chismes sobre la ciudad, sus gentes y el incendio. En ningún caso la audiencia decae y las risas son bastante frecuentes. Se nota que este hombre está hecho para estar encima de un escenario.

...Y lamento si me he extendido demasiado, pero ya sabéis que me enrollo. Pero era por una buena causa así el padre Zantus no podrá alargarse demasiado.

Un gran aplauso resuena en la plaza.

Y ya sabéis que podéis pasaros por el teatro cuando queráis así podréis ver en primicia la Maldición de la Harpía. Sé que os va a gustar.

Dicho esto últio se despide y el hombre que le sigue es otro de mediana edad.

El hombre que está ante vosotros lleva ropa cómoda y si hay algo que delata que no es lo que aparenta es su medallón de Desna. Una gran mariposa.

Algún día encontrarás alguien que te gane en verborrea, amigo y espero estar delante para disfrutarlo...

Este hombre también arranca alguna carcajada.

Queridos amigos y vecinos. Caminantes todos. Demos por inaugurado este festival. Muchas gracias a todos por vuestra asistencia y vuestra presencia. Que Desna bendiga vuestros pasos. Pasadlo bien.

Los discursos parecen haber terminado y la gente se pone a charlar y asiste a los puestos de los distintos mercaderes. Por lo que habéis oído a mediodía hay un acto que puede estar bien: La liberación de las golondrinas.

Tras la taberna, Nieruk va a darse una vuelta por el mercado, aunque no tienen intencion de comprar nada. Se siente agobiado entre tanta gente, asi que trata de mantenerse cerca de Cremok, hablando sobre sus tierras y sus gentes, con aire melancolico.

A eso del mediodía, la gente vuelve a centrar su atención en la plaza de la catedral. El Padre Zantus y varios de sus acólitos están llevando un carro cubierto a la plaza. En ese momento el Padre Zantus se pone a hablar.

El Padre Zantus comienza a hablar.

Cuenta la leyenda que hace muchos siglos, Desna batalló con Lamashtu, la diosa y madre de los monstruos y uno de sus avatares cayó de los Cielos a la tierra. Fue allí donde un huérfano ciego cuyo nombre no ha trascendido, la encontró y la acunó. La llevó a su casa y la alimentó. Y gracias a los cuidados de aquel niño, el avatar de la diosa recuperó la salud.

Mientras cuenta la parábola de Desna la gente queda embelesada por la historia.

En agradecimiento, la diosa transformó al niño y le dio una vida inmortal como una de sus sagradas mariposas.

Dicho esto, los acólitos del Padre Zantus retiran la cubierta del carro.

De esta manera, el niño podría volar por siempre, día y noche, y ver todas las maravillas del mundo.

Mientras va diciendo la última frase el Padre Zantus abre el carro y miles de mariposas golondrina salen volando ante la maravilla del expectante público. La gente aplaude, los niños corren detrás de las mariposas y la gente se maravilla de este rito.

Yo sigo a Athinjeris y hago lo mismo que el.

Vaaaaaaya, qué bonito... En las estepas no había de esas. La mayoría de bichejos así de pequeños o muerden, o pinchan o infectan. Me pregunto cómo capturarán a tantas a la vez... ¿Magia, quizás?

Athinjeris ronda por aquí y por allá. En particular, le gustaría averiguar cuándo y dónde tendrá lugar esa representación teatral acerca de un arpía.

Hamnet se interesa por todo. En su fuero interno piensa que esto es de bárbaros, pero trata de comprender desde una perspectiva élficológica el sentido de las acciones humanas.

Poco después de la suelta de las mariposas, veis que la atención se empieza a dirigir hacia unas mesas en las que veis a gente conocida, parece que las tabernas de la ciudad se encargan de alimentar a la muchedumbre hambrienta en este día...

Nieruk va de mesa en mesa probando todo lo que hay, y agradeciendo con un gesto de cabeza a los benefactores. Al parecer, con la mejora de su humor, tambien ha mejorado su apetito, o quizas se trate solo de una cuestion monetaria, al fin y al cabo es comida gratis.

Cremok se une a la cata y degustación de Nieruk, sonriéndole de vez en cuando con la boca llena, mientras agarra con una mano una copa de vino y con la otra cualquier cosa comestible que se ponga a tiro.

¡Al fin una comida decente! Ya no sabía cómo sacar mi vientre de penas.